6 familia cooperativa ............................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................. El otoño de 1986 no iba a <strong>ser</strong> uno más para los habitantes de <strong>Viedma</strong> y Patagones, sobre todo para las 10.000 personas <strong>que</strong> a<strong>que</strong>lla luminosa jornada del 16 de abril se concentraron frente al balcón del ministerio de Economía rionegrino para escuchar al entonces presidente Raúl Alfonsín. Si bien algunos medios ya habían dejado entrever <strong>que</strong> el primer mandatario pretendía trasladar la capital federal desde la ciudad de Buenos Aires al eje comprendido por <strong>Viedma</strong>, Carmen de Patagones y Guardia Mitre, cuando lo escucharon de boca del jefe de Estado los corazones se estremecieron y la ilusión no supo de pausas ni de límites. “Es indispensable crecer hacia el sur, hacia el mar y hacia el frío –señalaba un entusiasmado Alfonsín–, por<strong>que</strong> esas fueron las señales de la franja <strong>que</strong> abandonamos, los segmentos del perfil inconcluso <strong>que</strong> subsiste en la Argentina”. CUANDO VIEDMA PUDO SER LA CAPITAL DEL PAÍS “Hacia el sur, hacia el mar, hacia el frío”, instaba un exultante Alfonsín hace poco más de 22 años al anunciar el traslado de la <strong>Capital</strong> <strong>Federal</strong> a <strong>Viedma</strong>. Sin embargo, poco después el proyecto <strong>que</strong>daría en la nada, aun<strong>que</strong> la ley respectiva jamás fue derogada y sigue vigente. “Ya no alcanza la idea de una Argentina fluvial, sino <strong>que</strong> es necesario ir a la bús<strong>que</strong>da de la Argentina oceánica, y la Argentina oceánica empieza mucho más al sur de esta vía fluvial madre <strong>que</strong> es el Río de la Plata: comienza girando la provincia de Buenos Aires, buscando, antes del Golfo de San Matías, un nuevo centro de gravedad en el río Negro y en una desembocadura <strong>que</strong> aferra a todo el litoral marítimo de la Patagonia, mirando hacia la Antártida y buscando una suerte de identidad geográfica renovada, pero muy específica de la Argentina, <strong>que</strong> es la identidad de la Argentina sureña, <strong>que</strong> es la posibilidad de aproximar el polo al territorio tradicional del país”, agregaba al fundamentar su proyecto frente a la enfervorizada ciudadanía. Sin embargo, el sueño iba a durar poco. <strong>La</strong> crisis económica, el tambaleante rumbo del Austral, junto con la oposición de vastos sectores porteños y, en definitiva, la ausencia de una firme decisión por parte de su autor, pese al eslogan oficial “Imaginación y Coraje”, hicieron <strong>que</strong> el traslado del poder político <strong>que</strong>dara en aguas de borrajas, aun<strong>que</strong> la ley <strong>que</strong> declara a <strong>Viedma</strong> capital de la Nación aún no fue derogada. Días de debate Fueron meses donde el país volvió a recrear los antiguos y siempre necesarios debates sobre federalismo y centralismo, geopolítica, poblamiento de la Patagonia, étc. Por un lado aparecían los <strong>que</strong> opinaban <strong>que</strong> se trataba sólo de una estratagema política o <strong>que</strong> no existían los fondos necesarios, mientras <strong>que</strong> por el otro estaban los <strong>que</strong> creían firmemente en la necesidad de concretar el proyecto como parte del postulado básico <strong>que</strong> considera al traslado de la capital requisito básico de las soluciones argentinas, considerando a Buenos Aires como la neutralizadora estructural de las posibilidades
<strong>Viedma</strong> y Patagones, comarca separada por el río Negro y unida desde 1931 por el puente ferrovial (izq.) y a partir de 1981 mediante el puente carretero Basilio Villarino. familia cooperativa 7