Hombre-Dios

El trata directamente en efectivo sobre el presente y no hace
que la gente viva de esperanza hasta el fin de sus vidas o des-
pues de la muerte. El enseiia:
No crean en las palabras de un Alma Maestra a nzenos
que vean con sz~s propios ojos las cosas sobre las que habla.
Es so10 por razon del experiment0 por lo que tenemos
a1 principio que aceptar las palabras del Maestro. Pero cuan-
do encontramos la verdad de lo que dice. mediante una expe-
riencia verdadera, entonces se convierte la hip6tesis en con-
viccion.
Cuando una persona ve una vez la luz del sol. no puede ne-
gar la existencia del sol aunque todos 10s murci6lagos del
mundo se unan para negar el fen6meno solar.
A menos que se tenga acceso a la vision interna. la verdad
de la Realidad no alborea, y 10s espiritus en cuerpo o jivas,
siguen tanteando en absoluta oscuridad y en ignorancia de
lo mas elevado y de la mayor magnitud.
Siempre que un Maestro de la Verdad viene a1 mundo. se
reunen a Su alrededor 10s espiritualmente hambrientos y
sedientos, y sacian su hambre y su sed con el mana y el
elixir de Vida que El libremente da a 10s aspirantes.
El amor de 10s aspirantes gradualmente se desarrolla hasta
volverse una firme devocion que 10s capacita 1118s y mAs para
la gracia salvadora del Maestro, y ayuda a las almas. jivas, a
viajar rapidamente hasta su Hogar.