Hombre-Dios

y toda la tierra fuera una hoja de papel, no podria
registrarse en ella la grandeza de un Maestro o Guru.
El es el Rey de la Espiritualidad, y nosotros, arrastrhndo-
nos cual insectos en el estiercol del mundo, no podemos
conocerlo a El ni a Su grandeza.
Maulana Rumi dice:
Si yo entonase alabanzas de Sus incontable bendiciones
hasta la Eternidad, dificzlmente podria decir algo de
ellas.
Lo que decimos de El. por fuerza lo hacemos a un nivel
intelectual, lo cual tiene un alcance nluy estrecho y limitado.
Todos nuestros esfuerzos en esta direccion tienden a desa-
creditarlo en vez de darle algun credito.
Guru Arjan, por lo tanto, dice:
Tu eres un Re), J yo me dirijo a Ti como a un "anciano";
Lejos de hacerte un honor. Te traigo descredito.
El intelecto mas elevado y sutil que intenta describirlo
es como un nifio que, de pie ante su madre, le dice: " iOh
mi querida, yo te conozco!" iQue tanto puede el saber de su
madre cuando nada sabe de si mismo? Sus dulces balbuceos
no pueden hacerle justicia alguna a1 profundo arnor y afecto
maternal que abriga su pecho. Tampoco nosotros podemos
cantar las glorias del Maestro. ya que no podemos conocer
ante el obstaculo del intelecto, a Quien esta mas alla de todas
las barreras y limitaciones.
Benditos somos en verdad, pues las Almas Maestras (10s
Maestros). cuando hacen Su aparicion, a veces nos hablan de
Si mismos. Es por medio de Sus palabras, tan raramente
expresadas. que podemos conocer algo de Su grandeza y de la
fuerza potencial que trabaja a traves de Ellos.