FREIBURGER BAROCKORCHESTER (Orquesta Barroca de Friburgo)

SANDRINA
Oh, mi fiel siervo,
Sabed que mientras que, con el único objetivo
De reencontrar a mi amante, con estos disfraces
Sigo errante.
Y para añadir más penas,
En torno a mí desastres nuevos se ciernen.
NARDO
Pero esto, perdonad,
Me parecen locuras: ya que la suerte
Nos ha deparado
En este hermoso día,
Que por el alcalde vos seáis amada...
SANDRINA
Esta es precisamente la razón
Que me empuja a marchar, verme obligada
A atender los suspiros, las manías,
Y los reproches y oír continuamente
A un amante inoportuno...
NARDO
Eh, señora,
¿Quién le obliga a amarlo?
Seguid el estilo de las otras mujeres:
Fingid, halagadlo,
Mostrad vuestras mejores armas.
SANDRINA
Eso no me gusta
Este estilo moderno:
Ni tan siquiera como un juego yo quiero
Hacer que arda de nuevo con el amor; conozco lo suficiente
El corazón de los hombres.
Por eso yo quiero huir con rapidez...
ESCENA CUARTA
Ramiro y los demás.
RAMIRO
Hay que amar a los hombres, no huir de ellos.
NARDO
Dice usted muy bien.
RAMIRO
¿Por qué aborrecéis a los hombres?
SANDRINA
Porque son falsos e inconstantes...
RAMIRO
Sin embargo, nosotros
Somos hombres fieles; yo de eso me enorgullezco.
Amaba a una noble doncella
(¡Ah, qué recuerdos!)
Y cuando yo me ofrecí a unirme con ella,
La impía me engaña,
Me traiciona, me deja y me abandona.
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