FREIBURGER BAROCKORCHESTER (Orquesta Barroca de Friburgo)

EL CONDE
¡Oh, cuánto
Me enamoran y encienden
Sus extravagancias; oh qué gran fortuna,
Qué gran suerte, amigo,
Encontrar una mujer,
Pero ¿qué digo yo una mujer? ella es una diosa
Que en costumbres, belleza y gracia,
No hay nadie como ella.
Podríamos decir que es la octava maravilla.
EL ALCALDE
No es porque sea mi sobrina, pero es en todo
Muy especial;
Escucharla hablar es un placer
Y una diversión,
Dicta sentencias que parece Torquato Tasso.
EL CONDE
Ya veo ya, es muy evidente,
Es una fama que le precede
Por todas las gacetas
Me estoy enamorando:
Otras cien he rehusado
Hermosas mujeres... ¿No lo creéis?
EL ALCALDE
Claro que lo creo.
EL CONDE
Tened en cuenta,
Que donde quiera que he estado,
Las mujeres en tropel
Corrían desesperadas
A ver en mi hermosa cara
La gracia y el valor en él reflejados.
EL ALCALDE
Oh, bravo, Conde
Me gusta vuestro brío.
EL CONDE
Soy caballero de coraje,
He estado en la guerra más dura,
He asaltado fortalezas
Y mientras de la cara hermosa
De mi querida Arminda
Soy ya prisionero, y volando
Vengo como el correo,
Dejando por ella todos mis feudos,
Los cargos, los vasallos,
A mi padre el marqués,
La duquesa mi abuela, y tantos y tantos
Parientes con grandes títulos... (El Alcalde ríe).
¿Os reís? ¿Es qué no sabéis
Quiénes son mis parientes?
Vivos, muertos y por nacer, escuche, escuche:
Os voy a dar noticias
De mi nobleza y de mi grandeza.
De Scirocco a Tramontana
Del Levante al Mediodía
Sobre este solar se asienta
Mi antigua nobleza.
45