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Regulación hipotalámica<br />

<strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>funciones</strong><br />

<strong>hormonales</strong><br />

OBJETIVOS<br />

Después <strong>de</strong> revisar este capítulo, el lector será capaz <strong>de</strong>:<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

Describir <strong>las</strong> conexiones anatómicas entre el hipotálamo y la hipófisis, así como la importancia<br />

funcional <strong>de</strong> cada conexión.<br />

Señalar los factores que controlan la ingestión <strong>de</strong> agua y la manera en que ejercen sus efectos.<br />

Describir la síntesis, el procesamiento, el almacenamiento y la secreción <strong>de</strong> <strong>las</strong> hormonas <strong>de</strong><br />

la a<strong>de</strong>nohipófisis (hipófisis posterior).<br />

Comentar los efectos <strong>de</strong> la vasopresina, los receptores en los que actúa y cómo es regulada<br />

la secreción <strong>de</strong> dicha sustancia.<br />

Comentar los efectos <strong>de</strong> la oxitocina, los receptores en los que actúa y cómo es regulada la<br />

secreción <strong>de</strong> dicha sustancia.<br />

Señalar <strong>las</strong> hormonas hipofisiotrópicas y los efectos que ejerce cada una en la función <strong>de</strong> la<br />

a<strong>de</strong>nohipófisis.<br />

Mencionar los mecanismos que hacen posible la generación y la pérdida <strong>de</strong> calor <strong>de</strong>l cuerpo,<br />

y comentar <strong>las</strong> diferencias <strong>de</strong> temperatura en hipotálamo, recto, cavidad oral y piel.<br />

Describir los mecanismos termorreguladores, y cómo quedan integrados bajo el control<br />

hipotalámico para conservar la temperatura corporal normal.<br />

Señalar los mecanismos fisiopatológicos <strong>de</strong> la fiebre.<br />

INTRODUCCIÓN<br />

El hipotálamo integra muchos <strong>de</strong> los mecanismos autonómicos<br />

complejos que conservan la constancia química y la temperatura<br />

<strong>de</strong>l medio interno. El órgano mencionado también actúa con el<br />

HIPOTÁLAMO:<br />

CONSIDERACIONES<br />

ANATÓMICAS<br />

El hipotálamo (fig. 18-1) es la zona <strong>de</strong>l extremo anterior <strong>de</strong>l<br />

diencéfalo que se halla <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l surco hipotalámico y por <strong>de</strong>lante<br />

<strong>de</strong> los núcleos interpedunculares. Este órgano está dividido<br />

en núcleos y áreas nucleares.<br />

C A P Í T U L O<br />

18<br />

sistema límbico <strong>de</strong> manera unitaria, para regular el comportamiento<br />

emocional e instintivo.<br />

CONEXIONES AFERENTES<br />

Y EFERENTES DEL HIPOTÁLAMO<br />

Casi todas <strong>las</strong> principales vías aferentes y eferentes que llegan y<br />

salen <strong>de</strong>l hipotálamo son amielínicas. Muchas lo conectan con<br />

el sistema límbico. Hay conexiones importantes entre el hipotálamo<br />

y algunos núcleos en el techo <strong>de</strong>l mesencéfalo, la protuberancia<br />

y el rombencéfalo.<br />

Las neuronas que secretan noradrenalina tienen su pericarion<br />

en el rombencéfalo y terminan en puntos diferentes<br />

en el hipotálamo (fig. 15-5). Las neuronas paraventriculares,<br />

273


274 SECCIÓN III Neurofi siología central y periférica<br />

Área hipotalámica dorsal<br />

Núcleo paraventricular<br />

Área hipotalámica anterior<br />

Área preóptica<br />

Núcleo supraóptico<br />

Núcleo supraquiasmático<br />

Núcleo arqueado<br />

Quiasma óptico<br />

Eminencia media<br />

Arteria hipofisaria superior<br />

Vaso porta hipofisario<br />

Lóbulo anterior<br />

que probablemente secretan oxitocina y vasopresina, a su vez<br />

envían prolongaciones al rombencéfalo y la médula espinal. Las<br />

que secretan adrenalina tienen su pericarion en el rombencéfalo<br />

y terminan en la porción ventral <strong>de</strong>l hipotálamo.<br />

Un sistema intrahipotalámico <strong>de</strong> neuronas secretoras <strong>de</strong> dopamina<br />

tienen su pericarion en el núcleo arqueado y terminan<br />

en los capilares (o cerca <strong>de</strong> ellos) que forman los vasos porta en<br />

la eminencia media. Las neuronas secretoras <strong>de</strong> serotonina envían<br />

proyecciones al hipotálamo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los núcleos <strong>de</strong>l rafe.<br />

RELACIONES DE LA HIPÓFISIS<br />

Hipófisis<br />

Hay conexiones nerviosas entre el hipotálamo y el lóbulo posterior<br />

<strong>de</strong> la hipófisis (neurohipófisis), así como vasos que conectan<br />

el hipotálamo y la a<strong>de</strong>nohipófisis. En el <strong>de</strong>sarrollo embrionario,<br />

la neurohipófisis nace en la forma <strong>de</strong> una evaginación <strong>de</strong>l piso<br />

<strong>de</strong>l tercer ventrículo. En su mayor parte, está compuesta por <strong>las</strong><br />

terminaciones <strong>de</strong> axones que nacen <strong>de</strong>l pericarion <strong>de</strong> neuronas<br />

en los núcleos supraóptico y paraventriculares, y <strong>de</strong> allí pasan a<br />

la neurohipófisis (fig. 18-2), a través <strong>de</strong>l fascículo hipotalamohipofisario.<br />

Gran parte <strong>de</strong> <strong>las</strong> fibras supraópticas terminan en la<br />

propia neurohipófisis, en tanto algunas <strong>de</strong> <strong>las</strong> paraventriculares<br />

lo hacen en la eminencia media. En el embrión, los lóbulos anterior<br />

e intermedio <strong>de</strong> la hipófisis nacen <strong>de</strong> la bolsa <strong>de</strong> Rathke,<br />

que es una evaginación <strong>de</strong>l techo <strong>de</strong> la faringe (fig. 24-1). Las<br />

fibras simpáticas llegan a la a<strong>de</strong>nohipófisis <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su cápsula y,<br />

<strong>las</strong> parasimpáticas, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los nervios petrosos, pero sólo algunas<br />

fibras (tal vez ninguna) llegan a ella, <strong>de</strong>l hipotálamo. Sin embargo,<br />

los vasos hipofisarios porta forman un vínculo directo entre<br />

el hipotálamo y la a<strong>de</strong>nohipófisis. Ramil<strong>las</strong> provenientes <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

arterias carótidas y <strong>de</strong>l circuito <strong>de</strong> Willis forman una red <strong>de</strong> capilares<br />

fenestrados llamados el plexo primario en la cara ventral<br />

Plexo<br />

primario<br />

Lóbulo<br />

posterior<br />

Núcleo hipotalámico posterior<br />

Núcleo dorsomedial<br />

Núcleo ventromedial<br />

Núcleo premamilar<br />

Núcleo mamilar medial<br />

Núcleo mamilar lateral<br />

Cuerpo mamilar<br />

FIGURA 18-1 Hipotálamo <strong>de</strong>l ser humano. Se ha sobreañadido un esquema <strong>de</strong> los vasos hipofisarios porta.<br />

Núcleos<br />

arqueados<br />

y otros más<br />

OC<br />

AL<br />

Hormonas<br />

<strong>de</strong> la a<strong>de</strong>nohipófisis<br />

Núcleos supraóptico<br />

y paraventricular<br />

FIGURA 18-2 Secreción <strong>de</strong> hormonas hipotalámicas. Las hormonas<br />

<strong>de</strong> la neurohipófisis (lóbulo posterior [PL]) son liberadas en la<br />

circulación general <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>las</strong> terminaciones <strong>de</strong> neuronas supraópticas y<br />

paraventriculares, en tanto <strong>las</strong> hormonas hipofisiotrópicas terminan en<br />

la circulación hipofisaria porta <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>las</strong> terminaciones <strong>de</strong> neuronas en el<br />

núcleo arqueado y otras zonas <strong>de</strong>l hipotálamo. AL, lóbulo anterior (a<strong>de</strong>nohipófisis);<br />

MB, cuerpos mamilares; OC, quiasma óptico.<br />

PL<br />

MB<br />

Hormonas <strong>de</strong><br />

la neurohipófisis<br />

<strong>de</strong>l hipotálamo (fig. 18-1). Las asas capilares también penetran<br />

en la eminencia media. Los capilares vacían su contenido en los<br />

vasos sinusoidales porta hipofisarios que llevan sangre a través<br />

<strong>de</strong>l infundíbulo a los capilares <strong>de</strong> la a<strong>de</strong>nohipófisis; el sistema


anterior comienza y concluye en capilares sin contacto alguno<br />

con el corazón, y, por ello, constituye un sistema porta verda<strong>de</strong>ro.<br />

En pájaros y algunos mamíferos, incluidos los seres humanos, no<br />

existe otra red arterial <strong>de</strong> la a<strong>de</strong>nohipófisis, salvo vasos capsulares<br />

y conexiones anastomósicas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los capilares <strong>de</strong> la neurohipófisis.<br />

Por lo general, se <strong>de</strong>fine la eminencia media como la zona<br />

<strong>de</strong> la porción ventral <strong>de</strong>l hipotálamo, <strong>de</strong> la cual nacen los vasos<br />

porta; ella está fuera <strong>de</strong> la barrera hematoencefálica (cap. 34).<br />

FUNCIÓN HIPOTALÁMICA<br />

Las principales <strong>funciones</strong> <strong>de</strong>l hipotálamo se resumen en el cuadro<br />

18-1. Algunas <strong>de</strong> el<strong>las</strong> son netamente reflejos viscerales, y<br />

CUADRO 18-1 Resumen <strong>de</strong> los principales mecanismos reguladores <strong>de</strong>l hipotálamo<br />

CAPÍTULO 18 Regulación hipotalámica <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>funciones</strong> <strong>hormonales</strong> 275<br />

otras compren<strong>de</strong>n reacciones conductuales y emocionales complejas;<br />

sin embargo, todas el<strong>las</strong> representan una respuesta particular<br />

a un estímulo característico. Es importante recordar lo<br />

anterior cuando se estudie la función hipotalámica.<br />

RELACIÓN CON LA FUNCIÓN DEL SISTEMA<br />

AUTÓNOMO<br />

Hace años, Sherrington llamó al hipotálamo “la glándula maestra<br />

<strong>de</strong>l sistema nervioso autónomo”. La estimulación <strong>de</strong> dicho<br />

órgano origina respuestas <strong>de</strong> tipo autonómico, pero al parecer<br />

no interviene en la regulación <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>funciones</strong> viscerales por sí<br />

mismas. Más bien, <strong>las</strong> respuestas <strong>de</strong> dicho tipo <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nadas<br />

Función Aferentes provenientes <strong>de</strong> Áreas <strong>de</strong> integración<br />

Regulación <strong>de</strong> la temperatura Termorreceptores en la piel, tejidos profundos, médula<br />

espinal, hipotálamo y otras partes <strong>de</strong>l encéfalo<br />

Control neuroendocrino <strong>de</strong>:<br />

Porción anterior <strong>de</strong>l hipotálamo: reacción<br />

al calor; porción posterior <strong>de</strong>l hipotálamo:<br />

reacción al frío<br />

Catecolaminas Áreas límbicas vinculadas con la emoción Regiones dorsal y posterior <strong>de</strong>l hipotálamo<br />

Vasopresina Osmorreceptores, “receptores <strong>de</strong> volumen”, otros Núcleos supraóptico y paraventricular<br />

Oxitocina Barorreceptores en glándu<strong>las</strong> mamarias, útero y genitales Núcleo supraóptico y paraventricular<br />

Hormona estimulante <strong>de</strong> tiroi<strong>de</strong>s (TSH,<br />

tirotropina) por medio <strong>de</strong> hormona<br />

liberadora <strong>de</strong> tirotropina (TRH)<br />

Hormona adrenocorticotrópica (ACTH)<br />

y lipotropina β (β-LPH) por medio <strong>de</strong><br />

hormona liberadora <strong>de</strong> corticotropina<br />

(CRH)<br />

Hormonas estimulante <strong>de</strong> los folículos<br />

(FSH) y luteinizante (LH) por medio <strong>de</strong> hormona<br />

liberadora <strong>de</strong> gonadotropina (GnRH)<br />

Prolactina a través <strong>de</strong> hormona inhibidora<br />

<strong>de</strong> la prolactina (PIH) y la hormona<br />

liberadora <strong>de</strong> prolactina (PRH)<br />

Hormona <strong>de</strong>l crecimiento por medio <strong>de</strong><br />

somatostatina y hormona liberadora <strong>de</strong> la<br />

hormona <strong>de</strong>l crecimiento (GHRH)<br />

Comportamiento “apetitivo”<br />

Termorreceptores en lactantes, quizás otros Núcleos paraventriculares y áreas vecinas<br />

Sistema límbico (estímulos emocionales); formación<br />

reticular (estímulos “sistémicos”), célu<strong>las</strong> hipotalámicas y<br />

a<strong>de</strong>nohipofisarias sensibles al valor <strong>de</strong> cortisol en sangre<br />

circulante; núcleos supraquiasmáticos (ritmo diurno)<br />

Célu<strong>las</strong> hipotalámicas sensibles a estrógenos, ojos,<br />

barorreceptores en piel y genitales <strong>de</strong> especies con ovulación<br />

refleja<br />

Barorreceptores en glándu<strong>las</strong> mamarias; otros receptores<br />

<strong>de</strong>sconocidos<br />

Núcleos paraventriculares<br />

Área preóptica; otras áreas<br />

Núcleo arqueado; otras áreas (el<br />

hipotálamo inhibe la secreción)<br />

Receptores <strong>de</strong>sconocidos Núcleo periventricular, núcleo arqueado<br />

Sed Osmorreceptores probablemente situados en el órgano<br />

vasculoso <strong>de</strong> la lámina terminal; captación <strong>de</strong> angiotensina II<br />

en el órgano subfornical<br />

Hambre Célu<strong>las</strong> glucostáticas sensibles a la velocidad <strong>de</strong> utilización<br />

<strong>de</strong> la glucosa; receptores <strong>de</strong> leptina; receptores <strong>de</strong> otros<br />

polipéptidos<br />

Zona laterosuperior <strong>de</strong>l hipotálamo<br />

Núcleos ventromedial, arqueado y<br />

paraventricular; zona lateral <strong>de</strong>l hipotálamo<br />

Comportamiento sexual Célu<strong>las</strong> sensibles a estrógeno y andrógeno circulantes; otras Zona interior ventral <strong>de</strong>l hipotálamo y,<br />

a<strong>de</strong>más, en el varón, corteza piriforme<br />

Reacciones <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa (miedo, ira) Órganos <strong>de</strong> los sentidos y neocorteza; se <strong>de</strong>sconocen <strong>las</strong> vías Difusas, en el sistema límbico y el<br />

hipotálamo<br />

Control <strong>de</strong> ritmos corporales Retina, a través <strong>de</strong> fibras retinohipotalámicas Núcleos supraquiasmáticos


276 SECCIÓN III Neurofi siología central y periférica<br />

en el hipotálamo son parte <strong>de</strong> fenómenos más complejos, como<br />

la alimentación, y <strong>de</strong> emociones, como la ira. Por ejemplo, la<br />

estimulación <strong>de</strong> algunos puntos <strong>de</strong>l hipotálamo, en particular<br />

áreas laterales, origina <strong>de</strong>scarga simpática difusa y mayor secreción<br />

<strong>de</strong> la médula suprarrenal, que es la <strong>de</strong>scarga simpática masiva<br />

observada en animales expuestos a estrés (reacción <strong>de</strong> huida<br />

o lucha; cap. 17).<br />

Se ha planteado que áreas hipotalámicas separadas controlan<br />

la secreción <strong>de</strong> adrenalina y noradrenalina. En algunas situaciones,<br />

se advierte la secreción diferencial <strong>de</strong> una o <strong>de</strong> otra <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

dos catecolaminas <strong>de</strong> médula suprarrenal (cap. 22), pero son pequeños<br />

los incrementos selectivos.<br />

El peso corporal <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l equilibrio entre el ingreso energético<br />

y la utilización <strong>de</strong> calorías. Surge obesidad cuando el primero<br />

rebasa la segunda. El hipotálamo y <strong>las</strong> partes vinculadas<br />

<strong>de</strong>l encéfalo intervienen <strong>de</strong> manera <strong>de</strong>cisiva en la regulación <strong>de</strong><br />

la ingestión <strong>de</strong> alimentos. La obesidad se expone en <strong>de</strong>talle en el<br />

capítulo 27 y, en el capítulo 21, se comenta la relación entre ella<br />

y la diabetes mellitus.<br />

En el capítulo 15, se <strong>de</strong>scribe la regulación <strong>de</strong> los ritmos <strong>de</strong><br />

sueño y circadianos por parte <strong>de</strong>l hipotálamo.<br />

SED<br />

Otro mecanismo <strong>de</strong> apetencia regulado por el hipotálamo es la<br />

sed. El consumo <strong>de</strong> líquidos es regulado por la osmolalidad p<strong>las</strong>mática<br />

y por el volumen <strong>de</strong>l líquido extracelular (ECF), <strong>de</strong> modo<br />

muy similar a como ocurre con la secreción <strong>de</strong> vasopresina. La<br />

ingestión <strong>de</strong> agua aumenta cuando se intensifica la tensión osmótica<br />

efectiva <strong>de</strong>l p<strong>las</strong>ma (fig. 18-3), por disminución <strong>de</strong>l volumen<br />

<strong>de</strong> líquido extracelular y por factores psicológicos y <strong>de</strong> otro<br />

tipo. La osmolalidad actúa a través <strong>de</strong> osmorreceptores, receptores<br />

que perciben la osmolalidad <strong>de</strong> los líquidos corporales y los<br />

cuales se encuentran en la zona anterior <strong>de</strong>l hipotálamo.<br />

Intensidad <strong>de</strong> la sed<br />

10<br />

8<br />

6<br />

4<br />

2<br />

0<br />

280 300 320<br />

Osmolalidad <strong>de</strong>l p<strong>las</strong>ma (mosm/kg)<br />

FIGURA 18-3 Relación <strong>de</strong> la osmolalidad p<strong>las</strong>mática con la sed<br />

en adultos sanos durante el goteo intravenoso <strong>de</strong> solución salina<br />

hipertónica. La intensidad <strong>de</strong> la sed se mi<strong>de</strong> en una escala analógica<br />

especial. (Con autorización <strong>de</strong> Thopmson CJ et al: The osmotic thresholds for thirst<br />

and vasopressin release are similar in healthy humans. Clin Sci Lond 1986;71:651.)<br />

Hipertonicidad<br />

Osmorreceptores<br />

Sed<br />

Hipovolemia<br />

Barorreceptores<br />

Angiotensina II<br />

Hipotálamo<br />

FIGURA 18-4 Esquema <strong>de</strong>l mecanismo por el cual los cambios<br />

en la osmolalidad p<strong>las</strong>mática y los que ocurren en el volumen <strong>de</strong>l<br />

líquido extracelular influyen en la sed por vías separadas.<br />

Los <strong>de</strong>crementos <strong>de</strong>l volumen <strong>de</strong> líquido extracelular también<br />

estimulan la aparición <strong>de</strong> sed por una vía in<strong>de</strong>pendiente que media<br />

tal fenómeno en reacción a la hiperosmolalidad p<strong>las</strong>mática<br />

(fig. 18-4); por consiguiente, la hemorragia intensifica el consumo<br />

<strong>de</strong> líquidos, incluso si no cambia la osmolalidad <strong>de</strong>l p<strong>las</strong>ma. El<br />

efecto <strong>de</strong> la <strong>de</strong>presión <strong>de</strong>l volumen <strong>de</strong>l líquido extracelular en la<br />

sed es mediado en parte por el sistema renina-angiotensina (cap.<br />

39). La secreción <strong>de</strong> renina aumenta con la hipovolemia, con lo<br />

cual se incrementa la concentración <strong>de</strong> angiotensina II circulante;<br />

esta última actúa en el órgano subfornical, área receptora<br />

especializada en el diencéfalo (fig. 34-7) para estimular <strong>las</strong> zonas<br />

nerviosas vinculadas con la sed. Algunos datos sugieren que actúa<br />

en el órgano vasculoso <strong>de</strong> la lámina terminal (OVLT). Las<br />

zonas en cuestión son muy permeables y constituyen dos <strong>de</strong> los<br />

órganos periventriculares fuera <strong>de</strong> la barrera hematoencefálica<br />

(cap. 34). Sin embargo, algunos fármacos que bloquean la acción<br />

<strong>de</strong> la angiotensina II, no anulan totalmente el fenómeno <strong>de</strong> la sed<br />

en respuesta a la hipovolemia y, al parecer, también intervienen<br />

los barorreceptores <strong>de</strong>l corazón y los vasos sanguíneos.<br />

La ingestión <strong>de</strong> líquidos aumenta durante el consumo <strong>de</strong><br />

alimentos (consumo prandial <strong>de</strong> líquido). Se ha dicho que tal<br />

incremento es una respuesta aprendida o un hábito, aunque no<br />

se ha investigado en <strong>de</strong>talle. Un factor sería el incremento <strong>de</strong> la<br />

osmolalidad p<strong>las</strong>mática, que surge cuándo se absorben <strong>las</strong> sustancias<br />

nutricias. Otro podría ser la acción <strong>de</strong> una o más hormonas<br />

gastrointestinales en el hipotálamo.<br />

Cuando queda anulada la sensación <strong>de</strong> sed, por daño directo<br />

<strong>de</strong>l diencéfalo o por <strong>de</strong>presión o alteración <strong>de</strong> la conciencia, <strong>las</strong><br />

personas ya no beben cantida<strong>de</strong>s a<strong>de</strong>cuadas <strong>de</strong> líquidos. Surge<br />

<strong>de</strong>shidratación si no se empren<strong>de</strong>n <strong>las</strong> medidas a<strong>de</strong>cuadas para<br />

conservar el equilibrio hídrico. Si el sujeto consume gran cantidad<br />

<strong>de</strong> proteínas, los productos <strong>de</strong> su metabolismo originan<br />

diuresis osmótica (cap. 38) y son gran<strong>de</strong>s <strong>las</strong> cantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> agua<br />

necesarias para conservar la hidratación. Muchos casos <strong>de</strong> hipernatremia<br />

en realidad provienen <strong>de</strong> la <strong>de</strong>shidratación simple<br />

en individuos con psicosis o enfermedad hipotalámica que no<br />

incrementan su ingestión <strong>de</strong> agua o no pue<strong>de</strong>n hacerlo cuando<br />

es estimulado el mecanismo <strong>de</strong> la sed. Las lesiones <strong>de</strong> la arteria<br />

comunicante anterior también aminoran la sed, porque algunas<br />

ramas <strong>de</strong> ese vaso llevan sangre a <strong>las</strong> áreas hipotalámicas que<br />

intervienen en dicha función vital.


OTROS FACTORES REGULADORES<br />

DEL INGRESO DE AGUA<br />

Otros factores <strong>de</strong>finidos contribuyen a la regulación <strong>de</strong>l ingreso<br />

<strong>de</strong> agua. Entre ellos, son importantes los aspectos psicológicos y<br />

sociales. La sequedad <strong>de</strong> la mucosa faríngea origina una sensación<br />

<strong>de</strong> sed. Los pacientes sujetos a restricción <strong>de</strong> la ingestión <strong>de</strong><br />

líquidos a veces sienten gran alivio <strong>de</strong> su sed al chupar fragmentos<br />

<strong>de</strong> hielo o un lienzo húmedo.<br />

Animales en etapa <strong>de</strong> <strong>de</strong>shidratación, como perros, gatos, camellos<br />

y especies <strong>de</strong> otro tipo, beben rápidamente la cantidad <strong>de</strong> agua<br />

suficiente para compensar su déficit hídrico. Cesan <strong>de</strong> beber antes<br />

<strong>de</strong> que se absorba el agua (mientras el p<strong>las</strong>ma es aún hipertónico),<br />

y por ello quizás intervenga algún tipo <strong>de</strong> “marcador” faríngeogastrointestinal.<br />

Algunos datos sugieren que los seres humanos tal<br />

vez posean un mecanismo similar, aunque no <strong>de</strong>sarrollado.<br />

CONTROL DE SECRECIÓN<br />

DE LA NEUROHIPÓFISIS<br />

VASOPRESINA Y OXITOCINA<br />

En muchos mamíferos, <strong>las</strong> hormonas secretadas por la neurohipófisis<br />

son la arginina vasopresina (AVP) y la oxitocina. En<br />

los hipopótamos y muchos cerdos, la arginina en la molécula <strong>de</strong><br />

vasopresina es sustituida por lisina para formar lisina vasopresina.<br />

La neurohipófisis <strong>de</strong> algunas especies <strong>de</strong> cerdos y marsupiales<br />

contiene una mezcla <strong>de</strong> los dos tipos <strong>de</strong> vasopresinas. Las<br />

hormonas <strong>de</strong> la neurohipófisis son nonapéptidos con un anillo<br />

disulfuro en un extremo (fig. 18-5).<br />

BIOSÍNTESIS, TRANSPORTE<br />

INTRANEURONAL Y SECRECIÓN<br />

Las hormonas <strong>de</strong> la neurohipófisis son sintetizadas en el pericarion<br />

<strong>de</strong> neuronas magnocelulares en los núcleos supraóptico y paraventricular<br />

y transportadas por los axones <strong>de</strong> dichas neuronas hasta<br />

sus terminaciones en la neurohipófisis, en respuesta a la activi-<br />

Acetilcolina<br />

Nervios motores<br />

a músculo <strong>de</strong><br />

fibra estriada<br />

Acetilcolina Acetilcolina Acetilcolina<br />

Noradrenalina<br />

o<br />

acetilcolina<br />

Noradrenalina<br />

Nervios motores<br />

que van a músculo<br />

<strong>de</strong> fibra lisa y miocardio<br />

CAPÍTULO 18 Regulación hipotalámica <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>funciones</strong> <strong>hormonales</strong> 277<br />

Renina<br />

Célu<strong>las</strong><br />

yuxtaglomelulares<br />

S S<br />

Cry-Try-Phe-Gln-Asn-Cys-Pro-Arg-Gly-NH 2<br />

1 2 3 4 5 6 7 8 9<br />

Arginina vasopresina<br />

S S<br />

Cys-Tyr-Ile-Gln-Asn-Cys-Pro-Leu-Gly-NH 2<br />

1 2 3 4 5 6 7 8 9<br />

Oxitocina<br />

FIGURA 18-5 Arginina vasopresina y oxitocina. Cys, cistina; Tyr,<br />

tirosina; Phe, fenilalanina; Gln, glicina; Asn, asparagina; Arg, arginina;<br />

Leu, leucina; Pro, prolina; Ile, isoleucina.<br />

dad eléctrica en esos puntos. Algunas <strong>de</strong> <strong>las</strong> neuronas elaboran<br />

oxitocina y otras vasopresinas y, en los dos tipos <strong>de</strong> núcleos, se<br />

i<strong>de</strong>ntifican neuronas que contienen una y otras hormonas.<br />

La oxitocina y la vasopresina son <strong>las</strong> típicas hormonas nerviosas,<br />

es <strong>de</strong>cir, hormonas que <strong>las</strong> neuronas secretan en la circulación;<br />

el tipo mencionado <strong>de</strong> regulación nerviosa es comparado<br />

con otros mecanismos reguladores en la figura 18-6. El término<br />

neurosecreción fue acuñado originalmente para <strong>de</strong>scribir la secreción<br />

<strong>de</strong> hormonas por parte <strong>de</strong> neuronas, pero es un término<br />

un poco <strong>de</strong>sorientador, porque parecería que todas <strong>las</strong> neuronas<br />

secretan mensajeros químicos (cap. 7).<br />

A semejanza <strong>de</strong> otras hormonas péptidas, <strong>las</strong> <strong>de</strong> <strong>las</strong> neurohipófisis<br />

son sintetizadas como parte <strong>de</strong> molécu<strong>las</strong> precursoras<br />

<strong>de</strong> mayor tamaño. La vasopresina y la oxitocina poseen una<br />

neurofisina característica, con el<strong>las</strong> asociada en los gránulos <strong>de</strong><br />

<strong>las</strong> neuronas que <strong>las</strong> secretan: la neurofisina I, en el caso <strong>de</strong> la<br />

oxitocina y, la neurofisina II, en el <strong>de</strong> la vasopresina. Se pensaba<br />

originalmente que <strong>las</strong> neurofisinas eran polipéptidos <strong>de</strong> fijación,<br />

pero al parecer son simplemente partes <strong>de</strong> <strong>las</strong> molécu<strong>las</strong><br />

precursoras. La precursora <strong>de</strong> la arginina vasopresina, la prepropresofisina,<br />

contiene una secuencia directriz <strong>de</strong> 19 residuos<br />

aminoácidos, seguida <strong>de</strong> arginina vasopresina, neurofisina II y<br />

un glucopéptido (fig. 18-7). La prepro-oxifisina, precursora <strong>de</strong><br />

Adrenalina,<br />

noradrenalina<br />

Médula<br />

suprarrenal<br />

Hormonas<br />

liberadoras<br />

e inhibidoras<br />

Vasos<br />

porta<br />

ACTH, TSH, GH,<br />

FSH, LH,<br />

prolactina<br />

A<strong>de</strong>nohipófisis Neurohipófisis<br />

Vasopresina<br />

Circulación<br />

general<br />

FIGURA 18-6 Mecanismos <strong>de</strong> control nervioso. En <strong>las</strong> dos situaciones <strong>de</strong> la mitad izquierda, los neurotransmisores actúan en <strong>las</strong> terminaciones<br />

nerviosas en el músculo; en los dos esquemas <strong>de</strong>l centro, los neurotransmisores regulan la secreción <strong>de</strong> glándu<strong>las</strong> endocrinas y, en los dos esquemas<br />

<strong>de</strong> la <strong>de</strong>recha, <strong>las</strong> neuronas secretan hormonas que pasan a la circulación porta-hipofisaria o general. ACTH, hormona adrenocorticotrópica;<br />

TSH, hormona estimulante <strong>de</strong> tiroi<strong>de</strong>s; GH, hormona <strong>de</strong> crecimiento; FSH, hormona estimulante <strong>de</strong> los folículos; LH, hormona luteinizante.


278 SECCIÓN III Neurofi siología central y periférica<br />

1<br />

1<br />

2<br />

3<br />

4<br />

Péptido señalizador<br />

Vasopresina<br />

Neurofisina II<br />

Glucopéptido<br />

19 aa<br />

9 aa<br />

95 aa<br />

39 aa<br />

2 3 4<br />

-Gly-Lys-Arg- -Arg-<br />

la oxitocina, es una molécula semejante aunque menor, que no<br />

posee el glucopéptido.<br />

Las molécu<strong>las</strong> precursoras son sintetizadas en los ribosomas<br />

<strong>de</strong>l pericarion neuronal. En el retículo endoplásmico, pier<strong>de</strong>n<br />

sus secuencias directrices; son “empacadas” en gránulos secretores<br />

en el aparato <strong>de</strong> Golgi y transportadas por los axones, a <strong>las</strong><br />

terminaciones en la neurohipófisis, gracias al flujo exoplásmico.<br />

Los gránulos secretores, llamados corpúsculos <strong>de</strong> Herring, captan<br />

fácilmente el colorante en los cortes histológicos y han sido<br />

estudiados <strong>de</strong> manera extensa. La separación <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>las</strong> molécu<strong>las</strong><br />

precursoras acaece en la fase <strong>de</strong> transporte; los gránulos <strong>de</strong><br />

almacenamiento en <strong>las</strong> terminaciones contienen vasopresina u<br />

oxitocina libres y su correspondiente neurofisina. En el caso <strong>de</strong><br />

la vasopresina, también está presente el glucopéptido. Todos los<br />

productos mencionados son secretados, pero se <strong>de</strong>sconocen <strong>las</strong><br />

<strong>funciones</strong> <strong>de</strong> los componentes, salvo <strong>las</strong> neuronas neurohipofisarias<br />

<strong>de</strong>finidas.<br />

ACTIVIDAD ELÉCTRICA<br />

DE LAS NEURONAS MAGNOCELULARES<br />

Las neuronas que secretan oxitocina y vasopresina generan<br />

y conducen también potenciales <strong>de</strong> acción y, <strong>de</strong> éstos, los que<br />

llegan a <strong>las</strong> terminaciones nerviosas activan la liberación <strong>de</strong><br />

hormona en ese sitio, por exocitosis, la cual <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> calcio.<br />

En ratas anestesiadas (por lo menos en esa especie), tales neuronas<br />

se hallan inactivas en reposo o <strong>de</strong>scargan estímulos con<br />

ritmos pequeños, irregulares (0.1 a 3 “espigas” por segundo).<br />

Sin embargo, es variable su respuesta a estímulos (fig. 18-8). La<br />

estimulación <strong>de</strong> los pezones genera una <strong>de</strong>scarga sincrónica<br />

y <strong>de</strong> alta frecuencia <strong>de</strong> <strong>las</strong> neuronas productoras <strong>de</strong> oxitocina,<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un lapso importante <strong>de</strong> latencia; la <strong>de</strong>scarga causa la<br />

liberación <strong>de</strong> un “pulso” <strong>de</strong> oxitocina y, como consecuencia, la expulsión<br />

<strong>de</strong> leche en <strong>las</strong> puérperas. Por otra parte, la estimulación<br />

<strong>de</strong> <strong>las</strong> neuronas que secretan vasopresina por algún elemento<br />

como la hemorragia, inicialmente incrementa <strong>de</strong> manera constante<br />

el ritmo y la velocidad <strong>de</strong> emisión <strong>de</strong> impulsos, seguidos<br />

<strong>de</strong> un patrón dura<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> <strong>de</strong>scarga fásica en la cual alternan periodos<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>scarga <strong>de</strong> alta frecuencia con otro <strong>de</strong> quiescencia<br />

eléctrica (“<strong>de</strong>scargas fásicas”); estas últimas casi nunca muestran<br />

1<br />

1<br />

2<br />

3<br />

Péptido señalizador<br />

Oxitocina<br />

Neurofisina I<br />

2 3<br />

19 aa<br />

9 aa<br />

93 aa<br />

-Gly-Lys-Arg- -Arg/His<br />

FIGURA 18-7 Estructura <strong>de</strong> la prepropresofisina bovina (izquierda) y la prepro-oxifisina (<strong>de</strong>recha). Gly (glicina) en la posición 10 <strong>de</strong> los<br />

péptidos es necesaria para la amidación <strong>de</strong>l residuo glicínico en posición 9. aa, residuos aminoácidos. (Con autorización <strong>de</strong> Richter D: Molecular events in expresión<br />

of vasopressin and oxytocin and their cognate receptors. Am J Physiol 1988;255:F207.)<br />

sincronía en <strong>las</strong> diferentes neuronas que secretan vasopresina.<br />

Su existencia está perfectamente adaptada para sostener un aumento<br />

dura<strong>de</strong>ro en la producción <strong>de</strong> vasopresina, a diferencia<br />

<strong>de</strong> la <strong>de</strong>scarga sincrónica relativamente breve y <strong>de</strong> alta frecuencia,<br />

<strong>de</strong> <strong>las</strong> neuronas secretoras <strong>de</strong> oxitocina en reacción a la estimulación<br />

<strong>de</strong> los pezones.<br />

A<br />

Unidad<br />

Velocidad<br />

B<br />

Testigo<br />

HFD<br />

Tensión intramamaria<br />

Extracción <strong>de</strong> 5 ml <strong>de</strong> sangre<br />

ME<br />

ME<br />

Extracción <strong>de</strong> 5 ml <strong>de</strong> sangre (+20 min)<br />

1 min<br />

50/s<br />

10/s<br />

FIGURA 18-8 Respuestas <strong>de</strong> neuronas magnocelulares a la<br />

estimulación. Los trazos indican (registro individual extracelular) potenciales<br />

<strong>de</strong> acción, velocida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>de</strong>scarga y tensión en el conducto<br />

intramamario. A) Respuesta <strong>de</strong> una neurona secretora <strong>de</strong> oxitocina;<br />

HDF <strong>de</strong>scarga <strong>de</strong> alta frecuencia; ME, expulsión <strong>de</strong> leche. Los pezones<br />

fueron estimulados antes <strong>de</strong> que comenzara el registro. B) Respuestas<br />

<strong>de</strong> una neurona secretora <strong>de</strong> vasopresina, don<strong>de</strong> no se advierten cambios<br />

en la velocidad lenta <strong>de</strong> emisión <strong>de</strong> estímulos en respuesta a la<br />

estimulación <strong>de</strong> los pezones, y un incremento inmediato en la frecuencia<br />

<strong>de</strong> emisión <strong>de</strong> estímulos cuando se extrajeron 5 ml <strong>de</strong> sangre, seguido <strong>de</strong><br />

la típica <strong>de</strong>scarga fásica. (Con autorización <strong>de</strong> Wakerly JB: Hypothalamic neurosecretory<br />

function: Insights from electrophysiological studies of the magno-cellular<br />

nuclei. IBRO News 1985;4:15.)


VASOPRESINA Y OXITOCINA<br />

EN OTROS SITIOS<br />

Las neuronas que secretan vasopresina se ubican en los núcleos<br />

supraquiasmáticos; la vasopresina y la oxitocina también se <strong>de</strong>tectan<br />

en <strong>las</strong> terminaciones <strong>de</strong> neuronas que envían proyecciones<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> los núcleos paraventriculares al tallo encefálico y la<br />

médula espinal. Las neuronas en cuestión al parecer participan<br />

en el control cardiovascular. A<strong>de</strong>más, <strong>las</strong> gónadas y la corteza<br />

suprarrenal sintetizan <strong>las</strong> dos hormonas mencionadas, y la oxitocina<br />

se ha i<strong>de</strong>ntificado en el timo. No se han <strong>de</strong>finido <strong>las</strong> <strong>funciones</strong><br />

<strong>de</strong> los péptidos en cuestión, en los órganos señalados.<br />

Receptores <strong>de</strong> vasopresina<br />

Se han i<strong>de</strong>ntificado como mínimo, tres tipos <strong>de</strong> receptores <strong>de</strong><br />

vasopresina: V 1A , V 1B , V 2 . Todos ellos están acoplados a la proteína<br />

G. Los dos primeros tipos <strong>de</strong> receptores actúan por medio<br />

<strong>de</strong> la hidrólisis <strong>de</strong> fosfatidilinositol para incrementar la concentración<br />

intracelular <strong>de</strong> calcio. El último tipo <strong>de</strong> receptores actúa<br />

a través <strong>de</strong> G s para aumentar los valores <strong>de</strong> monofosfato <strong>de</strong> a<strong>de</strong>nosina<br />

cíclico (cAMP).<br />

Efectos <strong>de</strong> la vasopresina<br />

La vasopresina, ante el hecho <strong>de</strong> que uno <strong>de</strong> sus principales efectos<br />

fisiológicos es la retención <strong>de</strong> agua por los riñones, ha recibido<br />

el nombre <strong>de</strong> hormona antidiurética (ADH). Ésta intensifica la<br />

permeabilidad <strong>de</strong> los conductos recolectores <strong>de</strong>l riñón, para que<br />

el agua penetre al espacio intersticial hipertónico <strong>de</strong> <strong>las</strong> pirámi<strong>de</strong>s<br />

renales (cap. 38). De este modo, la orina se concentra y disminuye<br />

su volumen. Como consecuencia, el efecto global es la retención<br />

<strong>de</strong> agua, ante exceso <strong>de</strong> soluto; el resultado es la disminución <strong>de</strong><br />

la tensión osmótica efectiva <strong>de</strong> los líquidos corporales. En ausencia<br />

<strong>de</strong> vasopresina, la orina es hipotónica (en comparación con<br />

el p<strong>las</strong>ma), aumenta el volumen <strong>de</strong> dicho líquido y, como consecuencia,<br />

surge una pérdida neta <strong>de</strong> agua. El resultado es el incremento<br />

<strong>de</strong> la osmolalidad <strong>de</strong> los líquidos corporales.<br />

Efectos <strong>de</strong> la oxitocina<br />

En seres humanos, dicha hormona actúa principalmente en <strong>las</strong><br />

glándu<strong>las</strong> mamarias y el útero, si bien al parecer interviene en<br />

la luteólisis (cap. 25). En el miometrio <strong>de</strong> la mujer, se ha i<strong>de</strong>ntificado<br />

un receptor oxitocínico <strong>de</strong> tipo serpentino acoplado a la<br />

proteína G, y se ha hallado otro similar o idéntico en el tejido<br />

mamario y los ovarios; aquél activa los incrementos en los valores<br />

<strong>de</strong> calcio intracelular.<br />

Reflejo <strong>de</strong> expulsión <strong>de</strong> leche<br />

La oxitocina origina la contracción <strong>de</strong> <strong>las</strong> célu<strong>las</strong> mioepiteliales,<br />

célu<strong>las</strong> similares a <strong>las</strong> <strong>de</strong> músculo <strong>de</strong> fibra lisa, que revisten<br />

los conductos mamarios; tal fenómeno “expulsa” la leche <strong>de</strong> los<br />

alvéolos <strong>de</strong> la glándula mamaria <strong>de</strong> la puérpera, a conductos <strong>de</strong><br />

mayor calibre (senos lactíferos) y <strong>de</strong> ahí al exterior <strong>de</strong>l pezón<br />

(expulsión <strong>de</strong> leche). Muchas hormonas que actúan <strong>de</strong> manera<br />

concertada son <strong>las</strong> encargadas <strong>de</strong>l crecimiento mamario, así<br />

como <strong>de</strong> la secreción <strong>de</strong> leche y el paso <strong>de</strong> ella a los conductos<br />

(cap. 25), pero la expulsión <strong>de</strong> líquido lácteo en casi todas <strong>las</strong><br />

especies necesita <strong>de</strong> la participación <strong>de</strong> la oxitocina.<br />

CAPÍTULO 18 Regulación hipotalámica <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>funciones</strong> <strong>hormonales</strong> 279<br />

La salida <strong>de</strong> leche es <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nada <strong>de</strong> modo normal por un<br />

reflejo neuroendocrino. En dicho reflejo intervienen los barorreceptores,<br />

los cuales abundan en la glándula mamaria y en particular<br />

alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l pezón. Los impulsos nacidos <strong>de</strong> ellos son<br />

transmitidos por vías táctiles somáticas a los núcleos supraóptico<br />

y paraventricular. La <strong>de</strong>scarga <strong>de</strong> <strong>las</strong> neuronas que contienen<br />

oxitocina hace que la neurohipófisis secrete dicha hormona (fig.<br />

18-8). El lactante que succiona <strong>de</strong>l pezón <strong>de</strong> la madre estimula los<br />

barorreceptores y, con ello, los núcleos mencionados; es liberada<br />

la oxitocina y la leche pasa por presión a los senos lactóforos y<br />

<strong>de</strong> allí fluye a la boca <strong>de</strong>l pequeño. En mujeres que amamantan a<br />

su hijo, la estimulación genital y la emocional también originan<br />

secreción <strong>de</strong> oxitocina y, a veces, la leche sale en chorros <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

glándu<strong>las</strong> mamarias.<br />

Otras acciones <strong>de</strong> la oxitocina<br />

La oxitocina contrae el músculo <strong>de</strong> fibra lisa <strong>de</strong>l útero, y la sensibilidad<br />

<strong>de</strong>l mismo a dicha hormona es intensificada por el estrógeno<br />

e inhibida por la progesterona. El efecto inhibidor <strong>de</strong> esta última<br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> una acción directa <strong>de</strong>l esteroi<strong>de</strong> en los receptores uterinos<br />

<strong>de</strong> oxitocina. A finales <strong>de</strong> la gestación, el útero se torna muy<br />

sensible a esta última y ello coinci<strong>de</strong> con un incremento extraordinario<br />

en el número <strong>de</strong> receptores <strong>de</strong> dicha hormona y <strong>de</strong>l ácido<br />

ribonucleico mensajero (mRNA) <strong>de</strong> dichos receptores (cap. 25).<br />

La secreción <strong>de</strong> oxitocina aumenta en el parto. Una vez dilatado el<br />

cuello uterino, el <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong>l feto por el conducto <strong>de</strong> parto <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>na<br />

impulsos en los nervios aferentes, los cuales son retransmitidos<br />

a los núcleos supraóptico y ventricular; con ello, se secreta<br />

oxitocina suficiente para intensificar el parto (fig. 25-32). La cantidad<br />

<strong>de</strong> oxitocina p<strong>las</strong>mática es normal en el comienzo <strong>de</strong>l parto.<br />

Es posible que el incremento extraordinario <strong>de</strong> los receptores <strong>de</strong> la<br />

hormona en ese lapso origine cifras normales <strong>de</strong> ella para <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nar<br />

contracciones y así establecer un bucle <strong>de</strong> retroalimentación<br />

positiva. Sin embargo, también aumenta la cantidad <strong>de</strong> la hormona<br />

en el útero, y tal vez intervenga la que es producida localmente.<br />

La oxitocina también pue<strong>de</strong> actuar en el útero sin embarazo,<br />

para facilitar el transporte <strong>de</strong> espermatozoi<strong>de</strong>s. El paso <strong>de</strong> ellos<br />

por <strong>las</strong> vías genitales <strong>de</strong> la mujer hasta <strong>las</strong> trompas, sitio don<strong>de</strong><br />

acaece la fecundación, <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> no sólo <strong>de</strong> la habilidad motora<br />

<strong>de</strong>l espermatozoi<strong>de</strong>, sino también <strong>de</strong> <strong>las</strong> contracciones uterinas,<br />

por lo menos en algunas especies. La estimulación <strong>de</strong> genitales<br />

en el curso <strong>de</strong>l coito origina la liberación <strong>de</strong> oxitocina, pero no<br />

se ha comprobado que sea ella la que <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>na <strong>las</strong> contracciones<br />

más bien especializadas <strong>de</strong>l útero, para transportar los<br />

espermatozoi<strong>de</strong>s. La secreción <strong>de</strong> oxitocina se intensifica gracias<br />

a estímulos “suprafisiológicos” y, a semejanza <strong>de</strong> la vasopresina,<br />

es inhibida por el alcohol.<br />

En varones, en el momento <strong>de</strong> la eyaculación, aumenta la<br />

concentración <strong>de</strong> oxitocina circulante; es posible que dicho incremento<br />

intensifique la contracción <strong>de</strong>l músculo <strong>de</strong> fibra lisa<br />

<strong>de</strong>l conducto <strong>de</strong>ferente y, con ello, impulsa a los espermatozoi<strong>de</strong>s<br />

hacia la uretra.<br />

CONTROL DE SECRECIONES<br />

DE LA ADENOHIPÓFISIS<br />

HORMONAS ADENOHIPOFISARIAS<br />

La a<strong>de</strong>nohipófisis secreta seis hormonas: la adrenocorticotrópica<br />

(ACTH, corticotropina); la tirotropina u hormona estimulante<br />

<strong>de</strong> tiroi<strong>de</strong>s (TSH); hormona <strong>de</strong>l crecimiento, <strong>las</strong> hormonas


280 SECCIÓN III Neurofi siología central y periférica<br />

β-LPH<br />

estimulante <strong>de</strong> los folículos (FSH) y luteinizante (LH), y la<br />

prolactina (PRL). La hormona lipotropina β (β-LPH), un polipéptido<br />

adicional, es secretada con la hormona adrenocorticotrópica,<br />

pero se <strong>de</strong>sconoce su participación fisiológica. Las<br />

acciones <strong>de</strong> <strong>las</strong> hormonas a<strong>de</strong>nohipofisarias se señalan en la figura<br />

18-9 y se exponen en <strong>de</strong>talle sus <strong>funciones</strong> en los capítulos<br />

que tratan <strong>de</strong>l sistema endocrino. El hipotálamo interviene como<br />

un órgano estimulador importante para regular la secreción <strong>de</strong><br />

<strong>las</strong> hormonas adrenocorticotrópica, lipotropina β, estimulante<br />

<strong>de</strong> tiroi<strong>de</strong>s, <strong>de</strong> crecimiento, estimulante <strong>de</strong> los folículos y luteinizante.<br />

También regula la secreción <strong>de</strong> prolactina, pero su efecto<br />

en ese caso es más bien inhibidor y no estimulante.<br />

NATURALEZA DEL CONTROL<br />

HIPOTALÁMICO<br />

La secreción a<strong>de</strong>nohipofisaria es controlada por sustancias químicas<br />

que transcurren por el sistema porta hipofisario, que va <strong>de</strong>l<br />

hipotálamo a la hipófisis; el<strong>las</strong> han sido llamadas factores <strong>de</strong> liberación<br />

o <strong>de</strong> inhibición, pero hoy en día se les llama hormonas<br />

hipofisiotrópicas, término que al parecer es a<strong>de</strong>cuado, porque<br />

son secretadas a la corriente sanguínea y actúan a distancia <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

su sitio <strong>de</strong> origen. Cantida<strong>de</strong>s pequeñas se fugan a la circulación<br />

A<strong>de</strong>nohipófisis<br />

Hormona<br />

ACTH<br />

<strong>de</strong>l crecimiento<br />

TSH FSH LH Prolactina<br />

? Glándula<br />

mamaria<br />

17-Hidroxicorticoi<strong>de</strong>s<br />

Aldosterona,<br />

hormonas sexuales<br />

Somatomedinas<br />

Tiroxina Estrógeno Progesterona<br />

FIGURA 18-9 Hormonas <strong>de</strong> la a<strong>de</strong>nohipófisis. En mujeres, la hormona estimulante <strong>de</strong> los folículos (FSH) y la hormona luteinizante (LH) actúan<br />

<strong>de</strong> manera seriada en el ovario para que crezca el folículo, haya ovulación y se forme y conserve el cuerpo amarillo. La prolactina estimula la lactancia.<br />

En varones, ambas hormonas controlan <strong>las</strong> <strong>funciones</strong> <strong>de</strong> los testículos. ACTH, hormona adrenocorticotrópica; TSH, hormona estimulante <strong>de</strong> tiroi<strong>de</strong>s;<br />

β-LPH, lipotropina β.<br />

Hipotálamo<br />

A<strong>de</strong>nohipófisis<br />

CRH<br />

TRH<br />

GnRH<br />

general, pero se hallan en gran concentración en la sangre <strong>de</strong>l sistema<br />

porta hipofisario.<br />

HORMONAS HIPOFISIOTRÓPICAS<br />

Se han i<strong>de</strong>ntificado seis hormonas hipotalámicas liberadoras e<br />

inhibidoras (fig. 18-10): hormona liberadora <strong>de</strong> corticotropina<br />

(CRH); hormona liberadora <strong>de</strong> tirotropina (TRH) y hormona<br />

liberadora <strong>de</strong> la hormona <strong>de</strong>l crecimiento (GHRH); hormona<br />

inhibidora <strong>de</strong> la hormona <strong>de</strong>l crecimiento (GIH), llamada hoy<br />

somatostatina; hormona liberadora <strong>de</strong> la hormona luteinizante<br />

(LHRH), conocida generalmente como hormona liberadora<br />

<strong>de</strong> gonadotropina (GnRH), y la hormona inhibidora<br />

<strong>de</strong> la prolactina (PIH). A<strong>de</strong>más, extractos hipotalámicos contienen<br />

actividad liberadora <strong>de</strong> prolactina, y se ha planteado la<br />

existencia <strong>de</strong> una hormona liberadora <strong>de</strong> prolactina (PRH). La<br />

hormona liberadora <strong>de</strong> tirotropina, el péptido intestinal vasoactivo<br />

y otros polipéptidos en el hipotálamo estimulan la secreción<br />

<strong>de</strong> prolactina, pero no se sabe si uno o más <strong>de</strong> ellos es la hormona<br />

liberadora <strong>de</strong> prolactina fisiológica. En fechas recientes, se<br />

aisló <strong>de</strong> la a<strong>de</strong>nohipófisis un receptor “huérfano”, y la búsqueda<br />

<strong>de</strong> su ligando permitió aislar un polipéptido hipotalámico <strong>de</strong><br />

31 aminoácidos <strong>de</strong>l ser humano; dicha sustancia estimulaba la<br />

GRH<br />

GIH<br />

PRH<br />

PIH<br />

β-LPH ACTH TSH LH FSH Hormona<br />

Prolactina<br />

<strong>de</strong>l crecimiento<br />

FIGURA 18-10 Efectos <strong>de</strong> <strong>las</strong> hormonas hipofisiotrópicas en la secreción <strong>de</strong> hormonas a<strong>de</strong>nohipofisarias. CRH, hormona liberadora <strong>de</strong> corticotropina;<br />

β-LPH, lipotropina β; ACTH, hormona adrenocorticotrópica; TRH, hormona liberadora <strong>de</strong> tirotropina; TSH, hormona estimulante <strong>de</strong> tiroi<strong>de</strong>s; GnRH,<br />

hormona liberadora <strong>de</strong> gonadotropina; LH, hormona luteinizante; FSH, hormona estimulante <strong>de</strong> los folículos; GHRH, hormona liberadora <strong>de</strong> la hormona <strong>de</strong>l<br />

crecimiento; GIH, hormona inhibidora <strong>de</strong> la hormona <strong>de</strong>l crecimiento; PRH, hormona liberadora <strong>de</strong> prolactina; PIH, hormona inhibidora <strong>de</strong> prolactina.


TRh (piro)Glu-His-Pro-NH 2<br />

GnRH (piro)Glu-His-Trp-Ser-Tyr-Gly-Leu-Arg-Pro-Gly-NH2 S S<br />

Somatostatina Ala-Gly-Cys-Lys-Asn-Phe-Phe-Trp-Lys-Thr-Phe-Thr-Ser-Cys<br />

secreción <strong>de</strong> prolactina al actuar en el receptor a<strong>de</strong>nohipofisario,<br />

pero se necesitan más investigaciones para i<strong>de</strong>ntificar si es la<br />

hormona liberadora <strong>de</strong> prolactina fisiológica. La hormona liberadora<br />

<strong>de</strong> gonadotropina estimula la secreción <strong>de</strong> hormona<br />

estimulante <strong>de</strong> los folículos y también la <strong>de</strong> hormona luteinizante<br />

y, por ello, es poco probable que exista una hormona in<strong>de</strong>pendiente<br />

que libere hormona estimulante <strong>de</strong> los folículos.<br />

En la figura 18-11, se señalan <strong>las</strong> estructuras <strong>de</strong> <strong>las</strong> seis hormonas<br />

hipofisiotrópicas <strong>de</strong>finidas. Se conocen <strong>las</strong> estructuras <strong>de</strong><br />

los genes y <strong>de</strong> <strong>las</strong> preprohormonas correspondientes a hormona<br />

liberadora <strong>de</strong> tirotropina, hormona liberadora <strong>de</strong> gonadotropina,<br />

somatostatina, hormona liberadora <strong>de</strong> corticotropina, y hormona<br />

liberadora <strong>de</strong> la hormona <strong>de</strong> crecimiento. La forma preproTRH<br />

contiene seis copias <strong>de</strong> hormona liberadora <strong>de</strong> tirotropina. Otras<br />

preprohormonas pue<strong>de</strong>n contener otros péptidos hormonalmente<br />

activos, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> <strong>las</strong> hormonas hipofisiotrópicas.<br />

La zona don<strong>de</strong> se secretan <strong>las</strong> hormonas liberadoras e inhibidoras<br />

hipotalámicas es la eminencia media <strong>de</strong>l hipotálamo,<br />

región que contiene pocos pericariones, pero <strong>las</strong> terminaciones<br />

nerviosas se encuentran muy cerca <strong>de</strong> <strong>las</strong> asas capilares, <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

cuales nacen los vasos porta.<br />

En la figura 18-12, se incluyen los sitios <strong>de</strong> los pericariones <strong>de</strong><br />

neuronas que establecen proyecciones con la capa externa <strong>de</strong> la<br />

eminencia media y que secretan <strong>las</strong> hormonas hipofisiotrópicas;<br />

en ella también se señala el sitio <strong>de</strong> <strong>las</strong> neuronas que secretan<br />

oxitocina y vasopresina. Las neuronas que <strong>de</strong>scargan hormona<br />

liberadora <strong>de</strong> gonadotropina están situadas principalmente en el<br />

área preóptica medial; <strong>las</strong> que secretan somatostatina se hallan<br />

en los núcleos paraventriculares y <strong>las</strong> que producen hormona liberadora<br />

<strong>de</strong> tirotropina y hormona liberadora <strong>de</strong> corticotropina<br />

se encuentran en <strong>las</strong> zonas mediales <strong>de</strong> los núcleos paraventriculares;<br />

<strong>las</strong> que secretan hormona liberadora <strong>de</strong> la hormona <strong>de</strong><br />

crecimiento y dopamina están en los núcleos arqueados.<br />

Un número importante, o tal vez todas, <strong>de</strong> <strong>las</strong> hormonas hipofisiotrópicas<br />

interviene en la secreción <strong>de</strong> varias <strong>de</strong> <strong>las</strong> hormonas<br />

a<strong>de</strong>nohipofisarias (fig. 18-10). En párrafos anteriores, se mencionó<br />

la actividad estimulante <strong>de</strong> la hormona estimulante <strong>de</strong> los<br />

folículos propia <strong>de</strong> la hormona liberadora <strong>de</strong> gonadotropina. La<br />

hormona liberadora <strong>de</strong> tirotropina estimula la secreción <strong>de</strong> prolactina<br />

y <strong>de</strong> hormona estimulante <strong>de</strong> tiroi<strong>de</strong>s. La somatostatina<br />

inhibe la secreción <strong>de</strong> esta última y también la <strong>de</strong> la hormona<br />

<strong>de</strong>l crecimiento. Normalmente no impi<strong>de</strong> la secreción <strong>de</strong> otras<br />

hormonas a<strong>de</strong>nohipofisarias, pero anula la secreción anormalmente<br />

mayor <strong>de</strong> hormona adrenocorticotrópica en sujetos con<br />

el síndrome <strong>de</strong> Nelson. La hormona liberadora <strong>de</strong> corticotropina<br />

estimula la secreción <strong>de</strong> ACTH y <strong>de</strong> lipotropina β.<br />

CAPÍTULO 18 Regulación hipotalámica <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>funciones</strong> <strong>hormonales</strong> 281<br />

CRH<br />

Ser-Glu-Glu-Pro-Pro-Ile-Ser-Leu-Asp-Leu-Thr-Phe-His-Leu-Leu-Arg-Glu-Val-Leu-Glu-Met-Ala-Arg-Ala-Glu-Gln-Leu-<br />

Ala-Gln-Gln-Ala-His-Ser-Asn-Arg-Lys-Leu-Met-Glu-Ile-Ile-NH2 GHRH Tyr-Ala-Asp-Ala-Ile-Phe-Thr-Asn-Ser-Tyr-Arg-Lys-Val-Leu-Gly-Gln-Leu-Ser-Ala-Arg-Lys-Leu-Leu-Gln-Asp-Ile-Met-<br />

Ser-Arg-Gln-Gln-Gly-Glu-Ser-Asn-Gln-Glu-Arg-Gly-Ala-Arg-Ala-Arg-Leu-NH2 PIH Dopamina<br />

FIGURA 18-11 Estructura <strong>de</strong> <strong>las</strong> hormonas hipofisiotrópicas en seres humanos. La preprosomatostatina es modificada hasta generar un<br />

tetra<strong>de</strong>capéptido (somatostatina 14 [SS14], señalada arriba), y también un polipéptido que contiene 28 residuos aminoácidos (SS28). TRH, hormona<br />

liberadora <strong>de</strong> tirotropina; GnRH, hormona liberadora <strong>de</strong> gonadotropina; CRH, hormona liberadora <strong>de</strong> corticotropina; GHRH, hormona liberadora <strong>de</strong> la<br />

hormona <strong>de</strong> crecimiento; PIH, hormona inhibidora <strong>de</strong> prolactina.<br />

Oxitocina<br />

Vasopresina<br />

SO<br />

0.5 mm<br />

SS<br />

Peri<br />

CRH<br />

PV TRH<br />

ME<br />

DA<br />

ARC<br />

GRH<br />

PL<br />

BA<br />

IL<br />

AL<br />

GnRH<br />

IC<br />

TRH<br />

GRH<br />

DA<br />

FIGURA 18-12 Sitio <strong>de</strong> los pericariones <strong>de</strong> <strong>las</strong> neuronas que<br />

secretan hormonas hipofisiotrópicas, en proyección ventral <strong>de</strong>l<br />

hipotálamo y la hipófisis <strong>de</strong> la rata. AL, lóbulo anterior; ARC, núcleo<br />

arqueado; BA, tronco basilar; DA, dopamina; IC, arteria carótida interna;<br />

IL, lóbulo intermedio; MC, arteria cerebral media; ME, eminencia media;<br />

PC, arteria cerebral posterior; Peri, núcleo periventricular; PL, lóbulo<br />

posterior; PV, núcleo paraventricular; SO, núcleo supraóptico. TRH, hormona<br />

liberadora <strong>de</strong> tirotropina; CRH, hormona liberadora <strong>de</strong> corticotropina;<br />

GHRH, hormona liberadora <strong>de</strong> la hormona <strong>de</strong>l crecimiento; GnRH,<br />

hormona liberadora <strong>de</strong> gonadotropina; TRH, hormona liberadora <strong>de</strong><br />

tirotropina. Los nombres <strong>de</strong> <strong>las</strong> hormonas están <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> rectángulos y<br />

cuadrados. (Cortesía <strong>de</strong> LW Swanson y <strong>de</strong> ET Cunningham Jr.)<br />

PC<br />

MC


282 SECCIÓN III Neurofi siología central y periférica<br />

Las hormonas hipofisiotrópicas actúan como neurotransmisoras<br />

en otras partes <strong>de</strong>l encéfalo, la retina y el sistema nervioso<br />

autónomo (cap. 7). A<strong>de</strong>más, la somatostatina está presente en<br />

los islotes pancreáticos (cap. 21); los tumores pancreáticos secretan<br />

hormona liberadora <strong>de</strong> la hormona <strong>de</strong> crecimiento y, en<br />

<strong>las</strong> vías gastrointestinales, se i<strong>de</strong>ntifican somatostatina y hormona<br />

liberadora <strong>de</strong> tirotropina (cap. 26).<br />

Los receptores <strong>de</strong> muchas <strong>de</strong> <strong>las</strong> hormonas hipofisiotrópicas<br />

son serpentinos y acoplados a proteínas G. Se han i<strong>de</strong>ntificado<br />

dos receptores humanos <strong>de</strong> hormona liberadora <strong>de</strong> corticotropina:<br />

hCRH-RI y hCRH-RII; este último difiere <strong>de</strong>l primero porque<br />

tiene 29 aminoácidos en su primer bucle citoplásmico. No<br />

se ha <strong>de</strong>finido la importancia fisiológica <strong>de</strong> hCRH-RII, si bien se<br />

le ha i<strong>de</strong>ntificado en muchas zonas <strong>de</strong>l cerebro. A<strong>de</strong>más, una<br />

proteína fijadora <strong>de</strong> hormona liberadora <strong>de</strong> corticotropina en<br />

la circulación periférica inactiva esta hormona. Se le i<strong>de</strong>ntifica<br />

también en el citop<strong>las</strong>ma <strong>de</strong> célu<strong>las</strong> corticotrópicas en la a<strong>de</strong>nohipófisis<br />

y, en ese sitio, tal vez participe en la internalización por<br />

receptores. Sin embargo, no se ha i<strong>de</strong>ntificado la acción fisiológica<br />

exacta <strong>de</strong> tal proteína. Otras hormonas hipofisiotrópicas no<br />

cuentan con proteínas <strong>de</strong> fijación conocidas.<br />

IMPORTANCIA Y CONSECUENCIAS<br />

CLÍNICAS<br />

La investigación que busca <strong>de</strong>finir <strong>las</strong> múltiples <strong>funciones</strong> reguladoras<br />

neuroendocrinas <strong>de</strong>l hipotálamo es importante porque<br />

coadyuva la explicación <strong>de</strong> la manera en que la secreción endocrina<br />

se ajusta y adapta a <strong>las</strong> exigencias <strong>de</strong>l entorno cambiante. El<br />

sistema nervioso recibe información <strong>de</strong> cambios en los medios<br />

interno y externo, a través <strong>de</strong> los órganos <strong>de</strong> los sentidos; realiza<br />

ajustes a tales cambios por medio <strong>de</strong> mecanismos efectores que<br />

abarcan los movimientos somáticos, así como modificaciones<br />

en la rapi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> secreción <strong>de</strong> hormonas.<br />

Las manifestaciones <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s hipotalámicas incluyen<br />

anomalías neurológicas, cambios endocrinos y alteraciones<br />

metabólicas, como la hiperfagia y la hipertermia.<br />

En el cuadro 18-2, se incluyen <strong>las</strong> frecuencias relativas <strong>de</strong> signos<br />

y síntomas <strong>de</strong> <strong>las</strong> enfermeda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> esa zona en una gran<br />

serie <strong>de</strong> casos. El clínico tendrá presente siempre la posibilidad<br />

<strong>de</strong> alteraciones hipotalámicas al valorar a toda persona con disfunción<br />

hipofisaria, en particular <strong>las</strong> que muestran <strong>de</strong>ficiencias<br />

aisladas <strong>de</strong> hormonas hipofisiotrópicas.<br />

Un cuadro patológico <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rable interés en este contexto<br />

es el síndrome <strong>de</strong> Kallmann, la combinación <strong>de</strong> hipogonadismo<br />

por concentraciones pequeñas <strong>de</strong> gonadotropinas circulantes<br />

(hipogonadismo hipogonadotrópico), con hiposmia o<br />

anosmia, <strong>las</strong> cuales son la pérdida parcial o completa <strong>de</strong>l olfato.<br />

En el embrión, <strong>las</strong> neuronas que producen hormona liberadora<br />

<strong>de</strong> gonadotropina se <strong>de</strong>sarrollan en <strong>las</strong> vías nasales y ascien<strong>de</strong>n a<br />

los nervios olfatorios para seguir su trayectoria hasta el hipotálamo.<br />

Si anomalías congénitas <strong>de</strong> <strong>las</strong> vías mencionadas impi<strong>de</strong>n la<br />

migración que se señala, <strong>las</strong> neuronas encargadas <strong>de</strong> la hormona<br />

liberadora <strong>de</strong> gonadotropina no llegan al hipotálamo y tampoco<br />

durante la pubertad hay maduración <strong>de</strong> <strong>las</strong> gónadas. El síndrome<br />

es más habitual en varones y, en muchos casos, <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong><br />

la mutación <strong>de</strong>l gen KALIG1, el cual se halla en el cromosoma X<br />

y codifica lo que al parecer es una molécula adhesiva necesaria<br />

para el <strong>de</strong>sarrollo normal <strong>de</strong>l nervio olfatorio, a través <strong>de</strong>l cual<br />

<strong>las</strong> neuronas que generan hormona liberadora <strong>de</strong> gonadotropina<br />

migran al encéfalo. Sin embargo, dicho síndrome afecta a<br />

mujeres y quizá sea causado por otras alteraciones genéticas.<br />

CUADRO 18-2 Síntomas y signos en la necropsia<br />

<strong>de</strong> 60 sujetos con enfermedad hipotalámica<br />

Síntomas y signos Porcentaje <strong>de</strong> casos<br />

Signos endocrinos y metabólicos<br />

Pubertad temprana 40<br />

Hipogonadismo 32<br />

Diabetes insípida 35<br />

Obesidad 25<br />

Anomalías <strong>de</strong> la regulación térmica 22<br />

Emaciación 18<br />

Bulimia 8<br />

Anorexia 7<br />

Signos neurológicos<br />

Signos oculares 78<br />

Déficit <strong>de</strong> vías piramidales y<br />

sensitivas<br />

Cefalea 65<br />

Signos extrapiramidales 62<br />

Vómito 40<br />

Trastornos psíquicos, episodios <strong>de</strong><br />

ira, etc.<br />

Somnolencia 30<br />

Crisis convulsivas 15<br />

Tomado <strong>de</strong> Bauer HG: Endocrine and other clinical manifestations of hypothalamic<br />

disease. J Clin Endocrinol 1954;14:13. Consúltese también: Kahana L, et al: Endocrine<br />

manifestations of intracranial extrasellar lesions. J Clin Endocrinol 1962;22:304.<br />

REGULACIÓN TÉRMICA<br />

El organismo genera calor por medio <strong>de</strong>l ejercicio muscular, la<br />

asimilación <strong>de</strong> alimentos y por todos los procesos vitales que contribuyen<br />

al metabolismo basal (cap. 27). El cuerpo pier<strong>de</strong> energía<br />

por radiación, conducción y vaporización <strong>de</strong> agua en <strong>las</strong> vías respiratorias<br />

y en la piel. Por la orina y <strong>las</strong> heces, también se disipan<br />

cantida<strong>de</strong>s pequeñas <strong>de</strong> calor. La temperatura corporal es la consecuencia<br />

<strong>de</strong>l equilibrio entre la producción y la pérdida calóricas.<br />

La rapi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> <strong>las</strong> reacciones químicas varía con la temperatura;<br />

los sistemas enzimáticos corporales tienen límites térmicos muy<br />

estrechos, en los que funcionan <strong>de</strong> manera óptima; por ambas razones,<br />

<strong>las</strong> <strong>funciones</strong> corporales <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> que la temperatura<br />

<strong>de</strong>l cuerpo se mantenga en un nivel relativamente constante.<br />

Los invertebrados casi nunca ajustan su temperatura corporal<br />

y comparten la <strong>de</strong> su entorno. En los vertebrados, han evolucionado<br />

los mecanismos para conservar la temperatura <strong>de</strong>l organismo,<br />

por medio <strong>de</strong> ajustes en la generación y la pérdida calóricas.<br />

En los reptiles, los anfibios y los peces, los mecanismos <strong>de</strong> ajuste<br />

son relativamente rudimentarios, razón por la cual se ha llamado<br />

a dichas especies poiquilotérmicas, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> sangre fría,<br />

75<br />

35


porque su temperatura corporal fluctúa enormemente. En <strong>las</strong><br />

aves y los mamíferos, animales homeotérmicos, opera un grupo<br />

<strong>de</strong> respuestas reflejas integradas primordialmente en el hipotálamo,<br />

para conservar la temperatura corporal <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> límites<br />

estrechos, a pesar <strong>de</strong> fluctuaciones amplias en la temperatura<br />

ambiental. Los mamíferos que hibernan constituyen una excepción<br />

parcial. En el lapso en que están <strong>de</strong>spiertos son homeotérmicos,<br />

pero en la hibernación disminuye su temperatura.<br />

TEMPERATURA CORPORAL NORMAL<br />

En el caso <strong>de</strong> los animales homeotermos, la temperatura real en<br />

la que se conserva el organismo varía <strong>de</strong> una especie a otra y, en<br />

menor medida, <strong>de</strong> un individuo a otro. En los seres humanos,<br />

la cifra normal <strong>de</strong> la temperatura medida en la boca es <strong>de</strong> 37°C<br />

(98.6°F), pero en una gran serie <strong>de</strong> adultos jóvenes normales,<br />

la temperatura matinal en la boca fue <strong>de</strong> 36.7°C en promedio,<br />

con una <strong>de</strong>sviación estándar <strong>de</strong> 0.2°C. Por lo comentado, cabría<br />

esperar que 95% <strong>de</strong> todos los adultos jóvenes tenga en la mañana<br />

una temperatura <strong>de</strong> 36.3 a 37.1°C en la boca (97.3 a 98.8°F;<br />

media ± 1.96 <strong>de</strong>sviaciones estándar; consúltese el Apéndice).<br />

Zonas diversas <strong>de</strong>l cuerpo muestran temperaturas diferentes y la<br />

magnitud <strong>de</strong> tal diferencia entre el<strong>las</strong> cambia con la temperatura<br />

ambiental (fig. 18-13). En general, <strong>las</strong> extremida<strong>de</strong>s son más<br />

frías que el resto <strong>de</strong>l organismo. La temperatura <strong>de</strong>l escroto está<br />

regulada finamente a 32°C; la <strong>de</strong>l recto representa la que priva<br />

en el interior <strong>de</strong>l cuerpo y varía poco con <strong>las</strong> modificaciones <strong>de</strong><br />

la temperatura <strong>de</strong>l entorno. La temperatura en la boca es 0.5°C<br />

menor en comparación con la <strong>de</strong>l recto, pero es modificada por<br />

muchos factores, como la ingestión <strong>de</strong> líquidos calientes o fríos,<br />

masticar chicle, fumar y la respiración por la boca.<br />

La temperatura central normal <strong>de</strong>l ser humano muestra una<br />

fluctuación circadiana regular <strong>de</strong> 0.5 a 0.7°C. En personas que<br />

duermen por la noche y están <strong>de</strong>spiertas durante el día (incluso<br />

si están hospitalizadas y en reposo), la temperatura alcanza su<br />

Temperatura (°C) <strong>de</strong>l sujeto<br />

37 Recto<br />

36<br />

35 Cabeza<br />

34<br />

Tronco<br />

33<br />

Piel<br />

32 promedio<br />

31<br />

30<br />

Manos<br />

29<br />

28<br />

27<br />

26<br />

25 Pies<br />

24<br />

23<br />

22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34<br />

Temperatura en el calorímetro (°C)<br />

FIGURA 18-13 Temperaturas <strong>de</strong> diversas zonas <strong>de</strong>l cuerpo <strong>de</strong><br />

un sujeto <strong>de</strong>snudo, expuesto a temperaturas ambiente, en un calorímetro.<br />

(Con autorización <strong>de</strong> Hardy JD, DuBois EF: Basal metabolism, radiation,<br />

convection and vaporization at temperatures of 22-35°C. J Nutr 1938;15:477.)<br />

CAPÍTULO 18 Regulación hipotalámica <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>funciones</strong> <strong>hormonales</strong> 283<br />

Temperatura en la boca (°C)<br />

38<br />

37<br />

36<br />

Ingreso al hospital<br />

1 2 3<br />

Días<br />

4 5<br />

mínimo a <strong>las</strong> 6:00 horas y su máximo en la noche (fig. 18-14).<br />

La temperatura llega a su valor más bajo durante el sueño, es un<br />

poco mayor en el sujeto <strong>de</strong>spierto pero relajado, y aumenta con<br />

la actividad. En <strong>las</strong> mujeres, una variación adicional cíclica mensual<br />

se caracteriza por incremento <strong>de</strong> la temperatura basal en el<br />

momento <strong>de</strong> la ovulación (fig. 25-38). La regulación térmica es<br />

menos precisa en niños <strong>de</strong> corta edad y éstos pue<strong>de</strong>n mostrar<br />

normalmente una temperatura que sea 0.5°C o más por arriba<br />

<strong>de</strong> la norma establecida para los adultos.<br />

En el ejercicio, el calor generado por la contracción muscular<br />

se acumula en el cuerpo y la temperatura rectal casi siempre<br />

aumenta incluso a 40°C (104°F); tal incremento proviene<br />

en parte <strong>de</strong> la incapacidad <strong>de</strong> los mecanismos <strong>de</strong> disipación <strong>de</strong><br />

calor para “anular” el aumento extraordinario en la cantidad<br />

<strong>de</strong> calor producida, pero algunos datos sugieren que, a<strong>de</strong>más,<br />

se eleva la temperatura corporal, con lo cual se activan durante<br />

el ejercicio los mecanismos <strong>de</strong> disipación calórica. Asimismo, la<br />

temperatura corporal aumenta mo<strong>de</strong>radamente durante la excitación<br />

emocional, quizá por la tensión inconsciente <strong>de</strong> los músculos.<br />

Si el metabolismo es intenso como en el hipertiroidismo,<br />

el incremento constante pue<strong>de</strong> llegar a 0.5°C; si el metabolismo<br />

es menor, como en el hipotiroidismo, la temperatura disminuye<br />

(fig. 18-14). Algunos adultos al parecer normales tienen <strong>de</strong><br />

modo constante temperatura por arriba <strong>de</strong> los límites “fisiológicos”<br />

(hipertermia constitucional).<br />

PRODUCCIÓN DE CALOR<br />

Hipertiroidismo<br />

Normal<br />

Hipotiroidismo<br />

FIGURA 18-14 Registro típico <strong>de</strong> la temperatura <strong>de</strong> un paciente<br />

hospitalizado que no tenía enfermedad febril alguna. Se observa<br />

el aumento leve <strong>de</strong> la temperatura por la excitación y la aprensión en el<br />

momento <strong>de</strong> ser hospitalizado, y el ciclo circadiano regular <strong>de</strong> la temperatura.<br />

La producción <strong>de</strong> calor y el equilibrio (balance) energético se<br />

<strong>de</strong>scriben en el capítulo 27. Diversas reacciones químicas básicas<br />

contribuyen a la producción calórica en todo momento. La<br />

ingestión <strong>de</strong> alimentos intensifica la termogénesis, por la acción<br />

dinámica específica <strong>de</strong> los alimentos (cap. 27), pero la principal<br />

fuente <strong>de</strong> calor es la contracción <strong>de</strong>l músculo <strong>de</strong> fibra estriada<br />

(cuadro 18-3). La generación <strong>de</strong> calor quizá varíe con arreglo a<br />

mecanismos endocrinos, si la persona no ingiere alimentos ni<br />

hace ejercicio muscular. La adrenalina y la noradrenalina dan<br />

lugar a un incremento rápido pero breve en la producción térmica;<br />

<strong>las</strong> hormonas tiroi<strong>de</strong>as originan un aumento <strong>de</strong> evolución<br />

lenta pero dura<strong>de</strong>ra. A<strong>de</strong>más, la <strong>de</strong>scarga simpática se reduce<br />

durante el ayuno y aumenta durante el consumo <strong>de</strong> alimentos.<br />

Una fuente importante <strong>de</strong> calor, sobre todo en lactantes, es la<br />

grasa parda; tal tejido tiene un metabolismo intenso y su función<br />

termógena ha sido comparada con la <strong>de</strong> una manta eléctrica.


284 SECCIÓN III Neurofi siología central y periférica<br />

CUADRO 18-3 Producción y pérdida calóricas<br />

corporales<br />

El calor corporal es producido por:<br />

Procesos metabólicos básicos<br />

Ingestión <strong>de</strong> alimentos (acción dinámica específica)<br />

Actividad muscular<br />

El cuerpo pier<strong>de</strong> calor por: Porcentaje <strong>de</strong> calor perdido a 21°C<br />

Radiación y conducción 70<br />

Vaporización <strong>de</strong>l sudor 27<br />

Respiración 2<br />

Micción y <strong>de</strong>fecación 1<br />

PÉRDIDA DE CALOR<br />

En el cuadro 18-3, se listan los fenómenos por los cuales el organismo<br />

pier<strong>de</strong> calor cuando la temperatura ambiente es menor<br />

que la corporal. La conducción es el intercambio calórico entre<br />

objetos o sustancias con temperaturas diferentes, cuando están<br />

en contacto mutuo. Una característica básica <strong>de</strong> tal fenómeno<br />

es que <strong>las</strong> molécu<strong>las</strong> <strong>de</strong> los objetos se encuentran en movimiento<br />

y la magnitud <strong>de</strong> éste es proporcional a la temperatura; <strong>las</strong><br />

molécu<strong>las</strong> mencionadas chocan con <strong>las</strong> <strong>de</strong> objetos más fríos y<br />

les transfieren energía calórica. El grado <strong>de</strong> calor transferido es<br />

proporcional a la diferencia térmica entre los objetos en contacto<br />

(gradiente térmico). La conducción es facilitada por la<br />

convección, que es el <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong> molécu<strong>las</strong> lejos <strong>de</strong>l<br />

área <strong>de</strong> contacto. Por ejemplo, un objeto en contacto con el aire<br />

con temperatura diferente, modifica la <strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong> este último<br />

y dado que el aire caliente ascien<strong>de</strong> y el frío <strong>de</strong>scien<strong>de</strong>, entra en<br />

contacto con el objeto una nueva “bocanada” <strong>de</strong> aire. Por supuesto,<br />

la convección se facilita enormemente si el objeto se <strong>de</strong>splaza<br />

en el medio que lo ro<strong>de</strong>a o este último pasa sobre el objeto,<br />

verbigracia, cuando una persona nada en agua o un ventilador<br />

eléctrico hace que circule aire en una habitación. La radiación<br />

es la transferencia <strong>de</strong> calor por rayos electromagnéticos infrarojos<br />

<strong>de</strong> un objeto a otro con temperatura diferente, con el cual<br />

no está en contacto. Si una persona se halla en un entorno frío,<br />

pier<strong>de</strong> calor por conducción al aire que la ro<strong>de</strong>a y por radiación<br />

a los objetos fríos vecinos. Por lo contrario, por supuesto,<br />

el calor es transferido a una persona y aumenta la carga térmica<br />

por tales procesos, cuando la temperatura externa es mayor que<br />

la corporal. Es importante <strong>de</strong>stacar que a causa <strong>de</strong> la radiación,<br />

una persona pue<strong>de</strong> sentir escalofrío en una estancia con pare<strong>de</strong>s<br />

frías a pesar <strong>de</strong> que prive <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ella calor relativo. En un día<br />

frío pero soleado, el calor <strong>de</strong>l sol reflejado <strong>de</strong> objetos brillantes<br />

ejerce un notable efecto <strong>de</strong> calentamiento. Por ejemplo, el calor<br />

que la nieve refleja es el que permite a los <strong>de</strong>portistas esquiar con<br />

ropas relativamente ligeras a pesar <strong>de</strong> que la temperatura <strong>de</strong>l aire<br />

sea menor que la <strong>de</strong> congelación.<br />

La conducción se produce <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la superficie <strong>de</strong> un objeto a<br />

la <strong>de</strong> otro; por esa causa, la temperatura cutánea es el elemento<br />

que gobierna en gran medida la magnitud <strong>de</strong> la pérdida o ganancia<br />

<strong>de</strong> calor por el cuerpo. El grado <strong>de</strong> calor que llega a la piel<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> tejidos profundos varía con los cambios <strong>de</strong> la corriente<br />

sanguínea a la capa cutánea. Cuando se dilatan los vasos <strong>de</strong> la<br />

piel, permanece en ella la sangre caliente, en tanto en la vasoconstricción<br />

máxima, el calor es retenido en el interior <strong>de</strong>l organismo.<br />

La velocidad y el grado con los cuales es transferido el<br />

calor <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los tejidos profundos a la piel recibe el nombre <strong>de</strong><br />

conductancia hística. Las aves tienen una “capa” <strong>de</strong> pluma muy<br />

cerca <strong>de</strong> la piel y muchos mamíferos también poseen otra notable<br />

<strong>de</strong> pelo o cerdas. El calor es conducido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la piel al aire<br />

atrapado en la capa mencionada y, <strong>de</strong> dicho aire, al exterior. Si<br />

aumenta el espesor <strong>de</strong> la capa <strong>de</strong> aire “atrapado” al esponjar <strong>las</strong><br />

plumas o al en<strong>de</strong>rezarse los pelos (horripilación), disminuye la<br />

transferencia térmica a través <strong>de</strong> dicha capa y aminoran <strong>las</strong> pérdidas<br />

calóricas (o en un entorno cálido hay ganancia calórica).<br />

La “carne <strong>de</strong> gallina” es el resultado <strong>de</strong> la horripilación en seres<br />

humanos y constituye una manifestación visible <strong>de</strong> la contracción<br />

<strong>de</strong> los músculos piloerectores, inducida por frío, unidos a la<br />

cantidad relativamente pequeña <strong>de</strong> pelos o cerdas. Por lo regular,<br />

<strong>las</strong> personas complementan la capa <strong>de</strong> cabello con una o más<br />

capas <strong>de</strong> ropas. El calor es conducido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la piel a la capa <strong>de</strong><br />

aire “atrapado” por los vestidos, que sigue su trayectoria, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

el interior hasta su cara externa y <strong>de</strong> esta última al exterior. La<br />

magnitud <strong>de</strong> la transferencia calórica a través <strong>de</strong> los vestidos,<br />

que está en función <strong>de</strong> su contextura y espesor, es el elemento<br />

<strong>de</strong>terminante <strong>de</strong> la percepción <strong>de</strong>l calor o <strong>de</strong>l frío que se tiene<br />

con <strong>las</strong> ropas, pero también son importantes otros factores, en<br />

particular el espesor <strong>de</strong> la capa <strong>de</strong> aire cálido atrapado. Las ropas<br />

oscuras absorben calor radiado y <strong>las</strong> claras lo reflejan y lo <strong>de</strong>vuelven<br />

al exterior.<br />

La vaporización <strong>de</strong> agua en la piel y <strong>las</strong> mucosas <strong>de</strong> la boca y<br />

<strong>las</strong> vías respiratorias constituye otro proceso <strong>de</strong>cisivo <strong>de</strong> transferencia<br />

<strong>de</strong> calor <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cuerpo en los seres humanos y otros<br />

animales que sudan. La vaporización <strong>de</strong> un gramo <strong>de</strong> agua “elimina”<br />

0.6 kcal <strong>de</strong> calor, aproximadamente. En todo momento se<br />

vaporiza una cantidad <strong>de</strong> agua que ha sido llamada pérdida insensible,<br />

la cual es, en promedio, <strong>de</strong> 50 ml/h en seres humanos.<br />

Al aumentar la secreción <strong>de</strong> sudor, el grado <strong>de</strong> su vaporización<br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la humedad <strong>de</strong>l entorno. Un hecho frecuente es que<br />

una persona siente más calor en un día húmedo, y ello se <strong>de</strong>be en<br />

parte a que disminuye la vaporización <strong>de</strong> su sudor, pero incluso<br />

en situaciones en que dicho fenómeno es completo, la persona<br />

en un entorno húmedo siente más calor en comparación con<br />

quien se encuentra en un medio seco. Se <strong>de</strong>sconoce la causa <strong>de</strong><br />

tal diferencia, pero al parecer <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l hecho <strong>de</strong> que en el<br />

entorno húmedo el sudor se extien<strong>de</strong> en una zona mayor <strong>de</strong> la<br />

piel, antes <strong>de</strong> evaporarse. Durante el ejercicio muscular en un<br />

entorno cálido, la secreción <strong>de</strong> sudor llega a ser incluso <strong>de</strong> 1 600<br />

ml/h y, en una atmósfera seca, gran parte <strong>de</strong>l sudor se vaporiza.<br />

Como consecuencia, la pérdida calórica por vaporización <strong>de</strong>l<br />

agua varía <strong>de</strong> 30 a más <strong>de</strong> 900 kcal/h.<br />

Algunos mamíferos pier<strong>de</strong>n calor por el ja<strong>de</strong>o; esta respiración<br />

rápida y superficial incrementa notablemente la vaporización<br />

<strong>de</strong> agua en boca y vías respiratorias y, con ello, la cantidad<br />

<strong>de</strong> calor perdido. La respiración es superficial y, por esta razón,<br />

es poco el cambio que ésta genera en la composición <strong>de</strong>l aire<br />

alveolar (cap. 35).<br />

La contribución relativa <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> los procesos mencionados<br />

don<strong>de</strong> ocurre transferencia calórica <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cuerpo (cuadro<br />

18-3), varía con la temperatura ambiental. En una temperatura


<strong>de</strong> 21°C, la vaporización correspon<strong>de</strong> a un componente pequeño<br />

en la persona en reposo. Conforme la temperatura ambiente<br />

se acerca a la corporal, disminuyen <strong>las</strong> pérdidas por radiación y<br />

aumentan <strong>las</strong> originadas por vaporización.<br />

MECANISMOS TERMORREGULADORES<br />

Las respuestas termorreguladoras reflejas y semirreflejas en seres<br />

humanos se <strong>de</strong>scriben en el cuadro 18-4; éstas compren<strong>de</strong>n<br />

modificaciones somáticas, endocrinas, conductuales y <strong>las</strong> originadas<br />

en el sistema autónomo. Un grupo <strong>de</strong> respuestas intensifica<br />

la pérdida calórica y disminuye la generación <strong>de</strong> calor; el otro<br />

origina el fenómeno contrario. En general, la exposición al calor<br />

estimula el primer grupo <strong>de</strong> reacciones e inhibe el segundo, en<br />

tanto la exposición al frío genera el fenómeno contrario.<br />

Acurrucarse “en un ovillo o pelota” es una reacción al frío<br />

frecuente <strong>de</strong> los animales y tiene su equivalente en la posición<br />

que adoptan algunas personas al permanecer en un lecho frío.<br />

El acurrucamiento disminuye la superficie corporal expuesta<br />

al entorno. El escalofrío es una respuesta involuntaria <strong>de</strong> los<br />

músculos <strong>de</strong> fibra estriada, pero el frío también genera un incremento<br />

general semiconsciente <strong>de</strong> la actividad motora. Entre<br />

los ejemplos se hallan el pataleo y el subir y bajar escaleras en<br />

un día frío. La mayor secreción <strong>de</strong> catecolaminas constituye<br />

una respuesta endocrina importante al frío. Los ratones que no<br />

sintetizan noradrenalina ni adrenalina porque se les “anuló” o<br />

eliminó el gen <strong>de</strong> la dopamina hidroxi<strong>las</strong>a β, no toleran el frío.<br />

Su vasoconstricción es <strong>de</strong>ficiente y no pue<strong>de</strong>n incrementar la<br />

termogénesis en el tejido adiposo pardo, por medio <strong>de</strong> UCP 1. El<br />

CUADRO 18-4 Mecanismos termorreguladores<br />

Mecanismos activados por el frío<br />

Escalofríos<br />

Hambre<br />

Mayor actividad voluntaria<br />

Mayor secreción <strong>de</strong> noradrenalina y adrenalina<br />

Menor pérdida calórica<br />

Vasoconstricción cutánea<br />

“Acurrucarse como ovillo”<br />

Horripilación<br />

Mecanismos activados por el calor<br />

Mayor pérdida calórica<br />

Vasodilatación cutánea<br />

Sudación<br />

Taquipnea<br />

Menor producción <strong>de</strong> calor<br />

Anorexia<br />

Apatía e inercia<br />

CAPÍTULO 18 Regulación hipotalámica <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>funciones</strong> <strong>hormonales</strong> 285<br />

frío intensifica la secreción <strong>de</strong> hormona estimulante <strong>de</strong> tiroi<strong>de</strong>s<br />

y el calor la reduce en animales <strong>de</strong> laboratorio, pero los cambios<br />

en la secreción <strong>de</strong> la hormona tiroestimulante generados por el<br />

frío en seres humanos adultos son pequeños y <strong>de</strong> poca importancia.<br />

Todo mundo sabe que en un clima cálido, disminuye la<br />

actividad porque “hace <strong>de</strong>masiado calor como para moverse”.<br />

Los ajustes termorreguladores compren<strong>de</strong>n respuestas locales<br />

y otras <strong>de</strong> tipo reflejo más generales. Cuando los vasos cutáneos<br />

se enfrían, se tornan más sensibles a <strong>las</strong> catecolaminas y se<br />

contraen <strong>las</strong> arterio<strong>las</strong> y <strong>las</strong> venil<strong>las</strong>; dicho efecto local <strong>de</strong>l frío<br />

“aleja” <strong>de</strong> la piel la sangre. Otro mecanismo termoconservador<br />

importante en animales que viven en agua fría, es la transferencia<br />

térmica <strong>de</strong> la sangre arterial a la venosa en <strong>las</strong> extremida<strong>de</strong>s.<br />

Las venas profundas (venas comitantes) transcurren <strong>de</strong> forma<br />

paralela muy cerca <strong>de</strong> <strong>las</strong> arterias que llevan sangre a <strong>las</strong> extremida<strong>de</strong>s,<br />

y <strong>de</strong> ese modo hay transferencia calórica <strong>de</strong> la sangre<br />

arterial caliente que va a <strong>las</strong> extremida<strong>de</strong>s, a la sangre venosa<br />

fría que llega <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<strong>las</strong> (intercambio a contracorriente) (cap.<br />

38); este fenómeno conserva frías <strong>las</strong> puntas <strong>de</strong> <strong>las</strong> extremida<strong>de</strong>s,<br />

pero impi<strong>de</strong> la pérdida <strong>de</strong>l calor corporal.<br />

Las respuestas reflejas activadas por el frío son controladas por<br />

la zona posterior <strong>de</strong>l hipotálamo; <strong>las</strong> activadas por calor, lo son<br />

más bien por la zona anterior <strong>de</strong> dicho órgano, aunque se presenta<br />

mo<strong>de</strong>rada termorregulación contra el calor incluso <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>scerebración a nivel <strong>de</strong>l mesencéfalo rostral. La estimulación<br />

<strong>de</strong> la porción anterior <strong>de</strong>l hipotálamo origina vasodilatación<br />

y sudor cutáneos, y <strong>las</strong> lesiones <strong>de</strong> dicha zona originan hipertermia,<br />

y la temperatura rectal a veces alcanza 43°C (109.4°F).<br />

La estimulación <strong>de</strong> la zona posterior <strong>de</strong>l hipotálamo ocasiona escalofríos<br />

y, si el animal muestra alguna lesión en dicha zona, su<br />

temperatura corporal disminuye y se acerca a la <strong>de</strong>l entorno.<br />

AFERENTES<br />

Se ha dicho que el hipotálamo integra la información <strong>de</strong> la temperatura<br />

corporal que le llega <strong>de</strong> receptores sensitivos (<strong>de</strong> manera<br />

predominante los criorreceptores) presentes en piel, tejidos<br />

profundos, médula espinal, zonas extrahipotalámicas <strong>de</strong>l cerebro,<br />

y <strong>de</strong>l propio hipotálamo. De los cinco impulsos <strong>de</strong> entrada<br />

mencionados, cada uno aporta, en promedio, 20% <strong>de</strong> la información<br />

que es integrada. Se conocen temperaturas centrales “límite”<br />

correspondientes a cada una <strong>de</strong> <strong>las</strong> respuestas termorreguladoras<br />

y, cuando el nivel umbral se alcanza, se <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>na<br />

la respuesta. Las cifras umbrales son <strong>de</strong>: 37°C para la sudación y<br />

la vasodilatación; 36.8°C para la vasoconstricción; 36°C para la<br />

termogénesis química y 35.5°C para el escalofrío.<br />

FIEBRE<br />

La fiebre tal vez sea el signo <strong>de</strong>finitorio más antiguo y universal<br />

<strong>de</strong> enfermedad. Aparece no sólo en mamíferos, sino también en<br />

aves, reptiles, anfibios y peces. Cuando surge en animales homeotérmicos,<br />

los mecanismos termorreguladores se comportan<br />

como si se ajustaran para conservar la temperatura corporal a un<br />

nivel mayor que el normal, es <strong>de</strong>cir, “como si se reajustara el termostato”<br />

a una nueva temperatura por encima <strong>de</strong> 37°C. Los receptores<br />

térmicos envían señales <strong>de</strong> que la temperatura real está<br />

por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l nuevo punto “reajustado” y se activan los mecanismos<br />

termógenos; ello suele originar sensaciones <strong>de</strong> frío por<br />

vasoconstricción cutánea y, a veces, escalofríos suficientes para


286 SECCIÓN III Neurofi siología central y periférica<br />

que el cuerpo comience a temblar; sin embargo, la naturaleza <strong>de</strong><br />

la respuesta <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la temperatura ambiente. El incremento<br />

térmico en animales <strong>de</strong> experimentación a los que se inyecta un<br />

pirógeno <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> más bien <strong>de</strong> la mayor termogénesis, <strong>de</strong>l hecho<br />

que la persona esté en un entorno frío, y sobre todo <strong>de</strong> la menor<br />

pérdida calórica si se halla en un entorno cálido.<br />

La patogenia <strong>de</strong> la fiebre se resume en la figura 18-15. Las<br />

toxinas generadas por bacterias, como <strong>las</strong> endotoxinas, actúan<br />

en monocitos, macrófagos y célu<strong>las</strong> <strong>de</strong> Kupffer para producir citocinas<br />

que se <strong>de</strong>sempeñan como pirógenos endógenos (EP). Se<br />

conocen datos convincentes <strong>de</strong> que actúan in<strong>de</strong>pendientemente<br />

sustancias como IL-1β, IL-6, β-IFN, γ-IFN y TNF-α (cap. 3) para<br />

producir fiebre. Las citocinas señaladas son polipéptidos y es<br />

poco probable que <strong>las</strong> circulantes penetren en el cerebro. En vez<br />

<strong>de</strong> ello, <strong>las</strong> pruebas sugieren que actúan en el órgano vasculoso<br />

<strong>de</strong> la lámina terminal, uno <strong>de</strong> los órganos periventriculares (cap.<br />

34); ello a su vez activa el área preóptica <strong>de</strong>l hipotálamo. Las citocinas<br />

también son producidas por célu<strong>las</strong> <strong>de</strong>l sistema nervioso<br />

central (SNC), cuando son estimuladas por infección, y quizá<br />

tengan actividad directa en los centros termorreguladores.<br />

La fiebre generada por <strong>las</strong> citocinas probablemente proviene<br />

<strong>de</strong> la liberación local <strong>de</strong> prostaglandinas en el hipotálamo, pues<br />

la inyección <strong>de</strong> tal sustancias en esa zona origina incremento<br />

térmico. A<strong>de</strong>más, en el hipotálamo se ejerce directamente el<br />

efecto antipirético <strong>de</strong> la aspirina y este fármaco inhibe la síntesis<br />

<strong>de</strong> prostaglandina. La prostaglandina E2 (PGE 2 ) es una <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

prostaglandinas que origina fiebre; actúa en cuatro subtipos <strong>de</strong><br />

receptores <strong>de</strong> ella, como son EP 1 , EP 2 , EP 3 y EP 4 y la “eliminación”<br />

<strong>de</strong>l receptor EP 3 anula la respuesta febril a PGE 2 , IL-1β y<br />

el lipopolisacárido bacteriano (LPS).<br />

No se ha <strong>de</strong>finido con certeza si la fiebre es beneficiosa para el<br />

organismo. Posiblemente lo sea, porque ha evolucionado y persistido<br />

como respuesta a <strong>las</strong> infecciones y otras enfermeda<strong>de</strong>s.<br />

Muchos microorganismos proliferan mejor <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> límites<br />

relativamente estrechos <strong>de</strong> la temperatura y, al haber hipertermia,<br />

su proliferación queda inhibida. A<strong>de</strong>más, al aumentar la<br />

temperatura corporal se incrementa la producción <strong>de</strong> anticuerpos.<br />

Antes <strong>de</strong> contar con los antibióticos, se inducía fiebre <strong>de</strong><br />

modo artificial para el tratamiento <strong>de</strong> la neurosífilis y tal medida<br />

era beneficiosa. La hipertermia es útil en sujetos infectados<br />

Endotoxina<br />

Inflamación<br />

Otros estímulos pirógenos<br />

Monocitos<br />

Macrófagos<br />

Célu<strong>las</strong> <strong>de</strong> Kupffer<br />

Citocinas<br />

Área preóptica<br />

<strong>de</strong>l hipotálamo<br />

Prostaglandinas<br />

Aumenta el nivel prefijado<br />

en “el termostato”<br />

Fiebre<br />

FIGURA 18-15 Patogenia <strong>de</strong> la fiebre.<br />

<strong>de</strong> carbunco, neumonía neumocócica, lepra y varios trastornos<br />

por hongos, rickettsias y virus. La hipertermia también lentifica<br />

la proliferación <strong>de</strong> algunos tumores. Sin embargo, <strong>las</strong> temperaturas<br />

muy gran<strong>de</strong>s son dañinas; la que rebasa 41°C en el recto<br />

(106°F) por lapsos largos origina a veces daño permanente en el<br />

cerebro. Si la temperatura exce<strong>de</strong> 43°C, surge siriasis (golpe <strong>de</strong><br />

calor) y la persona muere.<br />

En la hipertermia maligna, algunas mutaciones <strong>de</strong>l gen que<br />

codifica el receptor <strong>de</strong> rianodina (cap. 5) permiten la liberación<br />

excesiva <strong>de</strong> calcio durante la contracción muscular activada por<br />

algún factor suprafisiológico lesivo (estrés); ello a su vez origina<br />

contracturas musculares, mayor metabolismo <strong>de</strong> músculos y un<br />

gran incremento en la generación <strong>de</strong> calor por dichos órganos.<br />

La mayor producción calórica hace que aumente <strong>de</strong> manera extraordinaria<br />

la temperatura corporal, todo lo cual culmina en la<br />

muerte si no es tratada.<br />

Surgen también fiebres periódicas en personas con mutaciones<br />

<strong>de</strong>l gen <strong>de</strong> pirina, proteína en los neutrófilos; con <strong>las</strong> <strong>de</strong>l gen<br />

<strong>de</strong> la mevalonato cinasa, enzima que interviene en la síntesis <strong>de</strong><br />

colesterol y con <strong>las</strong> <strong>de</strong>l gen <strong>de</strong>l receptor <strong>de</strong>l factor <strong>de</strong> necrosis<br />

tumoral (TNF) <strong>de</strong> tipo 1, que participa en <strong>las</strong> respuestas inflamatorias.<br />

Sin embargo, se <strong>de</strong>sconoce el mecanismo por el cual<br />

los tres productos génicos mutantes originan fiebre.<br />

HIPOTERMIA<br />

En mamíferos que hibernan, la temperatura corporal disminuye<br />

a cifras bajas sin causar efectos nocivos <strong>de</strong>mostrables, cuando<br />

están en la fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>spertamiento ulterior; dicha observación<br />

fue el punto <strong>de</strong> partida <strong>de</strong> experimentos sobre la hipotermia inducida.<br />

Si la piel o la sangre son enfriadas a un nivel suficiente<br />

para disminuir la temperatura corporal en animales que no hibernan<br />

y, en seres humanos, se lentifican los fenómenos metabólicos<br />

y fisiológicos. Son muy lentas <strong>las</strong> frecuencias <strong>de</strong> la respiración<br />

y el corazón; se reduce la presión arterial y el sujeto cae en<br />

inconsciencia. Si la temperatura rectal se acerca a 28°C, se pier<strong>de</strong><br />

la habilidad <strong>de</strong> recuperar <strong>de</strong> manera espontánea la temperatura<br />

normal, pero el sujeto todavía vive y si se calienta con una fuente<br />

externa, recupera su estado normal. Cuando se toman medidas<br />

para evitar la formación <strong>de</strong> cristales <strong>de</strong> hielo en los tejidos, en los<br />

animales <strong>de</strong> experimentación pue<strong>de</strong> disminuirse la temperatura<br />

corporal por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la congelación, sin ocasionar daño <strong>de</strong>tectable<br />

cuando el animal es calentado más a<strong>de</strong>lante.<br />

Los seres humanos toleran temperaturas corporales <strong>de</strong> 21 a<br />

24°C (70 a 75°F) sin mostrar efectos lesivos permanentes y la hipotermia<br />

inducida se ha utilizado en cirugía. Por otra parte, la<br />

hipotermia acci<strong>de</strong>ntal por exposición dura<strong>de</strong>ra al aire o al agua<br />

fríos es un trastorno grave que obliga a vigilancia cuidadosa y<br />

calentamiento rápido.<br />

RESUMEN DEL CAPÍTULO<br />

■ Entre el hipotálamo y la neurohipófisis, existen conexiones nerviosas<br />

y hay otras <strong>de</strong> tipo vascular entre el hipotálamo y la a<strong>de</strong>nohipófisis.<br />

■ En muchos animales, <strong>las</strong> hormonas secretadas por la neurohipófisis<br />

son la vasopresina y la oxitocina. La primera incrementa la permeabilidad<br />

<strong>de</strong> los conductos recolectores <strong>de</strong> los riñones, al agua y,<br />

con ello, se concentra la orina. La segunda actúa en <strong>las</strong> glándu<strong>las</strong><br />

mamarias (lactancia) y en el útero (contracción).


■ La a<strong>de</strong>nohipófisis secreta seis hormonas: adrenocorticotrópica<br />

(ACTH, corticotropina), hormona estimulante <strong>de</strong> tiroi<strong>de</strong>s (TSH,<br />

tirotropina), <strong>de</strong>l crecimiento o somatotropina, estimulante <strong>de</strong> los<br />

folículos (FSH), luteinizante (LH) y prolactina (PRL).<br />

■ En el hipotálamo están integrados otros mecanismos complejos <strong>de</strong>l<br />

sistema autónomo que conservan la constancia química y térmica<br />

<strong>de</strong>l medio interno.<br />

PREGUNTAS DE OPCIÓN MÚLTIPLE<br />

Para todas <strong>las</strong> preguntas elija una sola respuesta, a menos que se indique<br />

lo contrario.<br />

1. La sed es estimulada por<br />

A) incrementos <strong>de</strong> la osmolalidad y el volumen p<strong>las</strong>máticos<br />

B) incremento <strong>de</strong> la osmolalidad p<strong>las</strong>mática y disminución <strong>de</strong>l<br />

volumen p<strong>las</strong>mático<br />

C) disminución <strong>de</strong> la osmolalidad p<strong>las</strong>mática y aumento <strong>de</strong>l volumen<br />

p<strong>las</strong>mático<br />

D) reducción <strong>de</strong> la osmolalidad y el volumen p<strong>las</strong>mático<br />

E) inyección <strong>de</strong> vasopresina en el hipotálamo<br />

2. Cuando una persona está <strong>de</strong>snuda en una estancia don<strong>de</strong> la temperatura<br />

<strong>de</strong>l aire es <strong>de</strong> 21°C (69.8°F) y la humedad <strong>de</strong> 80%, el cuerpo<br />

pier<strong>de</strong> la mayor cantidad <strong>de</strong> calor por<br />

A) intensificación <strong>de</strong>l metabolismo<br />

B) respiración<br />

C) micción<br />

D) vaporización <strong>de</strong>l sudor<br />

E) radiación y conducción<br />

CAPÍTULO 18 Regulación hipotalámica <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>funciones</strong> <strong>hormonales</strong> 287<br />

En <strong>las</strong> preguntas 3 a 8, elija la letra A si el tema está vinculado<br />

con (a) <strong>de</strong>l renglón inferior; B si el punto está relacionado con<br />

(b) <strong>de</strong>l renglón inferior, C si el tema esta vinculado con (a) y (b)<br />

y D si (a) y (b) no están relacionados.<br />

(a) Receptores V 1A <strong>de</strong> vasopresina<br />

(b) Receptores V 2 <strong>de</strong> vasopresina<br />

3. Activación <strong>de</strong> G S<br />

4. Vasoconstricción<br />

5. Incremento en el nivel intracelular <strong>de</strong> trifosfato <strong>de</strong> inositol<br />

6. Desplazamiento <strong>de</strong> la acuaporina<br />

7. Proteinuria<br />

8. Expulsión <strong>de</strong> leche<br />

RECURSOS DEL CAPÍTULO<br />

Brunton PJ, Russell JA, Doug<strong>las</strong> AJ: Adaptive responses of the maternal<br />

hypothalamic-pituitary-adrenal axis during pregnancy and lactation.<br />

J Neuroendocrinol. 2008;20:764.<br />

Lamberts SWJ, Hofland LJ, Nobels FRE: Neuroendocrine tumor markers.<br />

Front Neuroendocrinol 2001;22:309.<br />

Loh JA, Verbalis JG: Disor<strong>de</strong>rs of water and salt metabolism associated<br />

with pituitary disease. Endocrinol Metab Clin 2008;37:213.<br />

McKinley MS, Johnson AK: The physiologic regulation of thirst and<br />

fluid intake. News Physiol Sci 2004;19:1.


288 SECCIÓN III Neurofi siología central y periférica

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