La Farmacodependencia y el Suicidio Por: Víctor Hugo Cano ...

La Farmacodependencia y el suicidio
Las bebidas de mayor graduación alcohólica están más relacionadas con
tentativas de autolisis que las de baja, siendo los sujetos jóvenes más vulnerables
a este tipo de bebidas.
El consumo de alcohol también se ha relacionado con determinadas formas de
suicidio; así, suicidas con alcoholemia positiva usan con mayor frecuencia armas
de fuego; incluso el nivel de alcoholemia aumenta la probabilidad de suicidio por
este método (Brent y cols. 1988).
Tomando los planteamientos de investigadores como Murphy y Wetzel 1990 y Roy
y cols. 1990, el alcoholismo es un factor de riesgo de suicidio tan importante, como
la depresión, con tasas entre 60 y 120 veces más que en la población en general.
Las personas alcohólicas que intentan suicidarse pueden tener más problemas
con el alcohol y mayor comorbilidad que aquéllos que no intentan suicidarse.
Entre los pacientes alcohólicos se han identificado varios factores de riesgo de
suicidio como son el hecho de continuar bebiendo, la depresión mayor, las
tendencias suicidas, un apoyo social pobre, las enfermedades graves, el
desempleo y el vivir solos (Murphy y cols. 1992).
Existe una serie de rasgos comunes en aquellas personas con drogodependencia
y que consuman el suicidio: tienden a ser varones jóvenes que consumen alcohol
y otras sustancias; tienen antecedentes de sobredosis y trastornos psiquiátricos
concomitantes, especialmente de tipo depresivo.
El trastorno depresivo y la drogodependencia constituyen una combinación
especial de riesgo que obliga a ser cuidadosos para diagnosticar un trastorno
depresivo en un paciente alcohólico. Los síntomas depresivos pueden ser el
resultado de un trastorno afectivo subyacente, pero también pueden ser el
resultado de los efectos tóxicos del alcohol o de otras alteraciones orgánicas
secundarias.
Con lo que respecta al consumo de otras SPA diferentes al alcohol, y su relación
con el suicidio, en un estudio de Ohberg y cols. 1996, la benzodiacepina fue la
sustancia más detectada (38%) en todas las víctimas de suicidio y en segundo
lugar se encontró que las personas habían tomado antidepresivos o neurolépticos
(20%).
El abuso de varias drogas se relaciona todavía más estrechamente con el suicidio:
en el “Estudio de Suicidio de San Diego”, se identificó un abuso mixto de
sustancias en el 67% de los suicidios consumados de los adultos jóvenes, y en el
46% de los suicidios en los adultos mayores de 30 años. En otro estudio, (Marzuk
y cols. 1992) realizado en la ciudad de Nueva York, uno de cada cinco individuos
había consumido cocaína en los días previos al suicidio.
Si se tienen en cuenta los aspectos orgánicos del consumo de sustancias
psicoactivas, la ingesta continuada de alcohol provoca un déficit de serotonina,
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