La Farmacodependencia y el Suicidio Por: Víctor Hugo Cano ...

La Farmacodependencia y el suicidio
siempre se le implicó con la moral y la religión, sin tenerlo en cuenta como un acto
libre, y con frecuencia expresión de desesperanza.
En el año 1889, el autor español Jesús Sarabia Pardo, en su obra "Suicidio como
enfermedad Social", interpreta el fenómeno señalando: 1) Las relaciones entre
pauperismo y suicidio, 2) La influencia de los cambios políticos y de las guerras, y
3) Especialmente los actos derivados de la progresiva industrialización, (como el
aumento demográfico), como razones que llevan a la masificación y a la
insolidaridad.
A principios del siglo XIX y comienzos del XX se perfilan dos líneas de estudio en
relación al tema del suicidio: la sociológica (Durkheim) y la psicoanalítica (Freud).
En otro aparte del artículo, "los teóricos dicen", se dará una mirada general a los
planteamientos teóricos sobre el suicidio.
Tomando como referencia a Rodríguez Juan, E (1998) se ha visto al suicidio,
desde varias formas distintas.
• En una primera etapa: se prohíbe al individuo matarse por su propia cuenta:
es el Estado el que autoriza hacerlo, siendo un acto inmoral cuando se
particulariza y no intervienen los órganos colectivos. El suicidio es una
expresión estoica de la muerte voluntaria, acentuando su carácter
deliberado, reflexivo, que está dentro de las libertades humanas.
• En un segundo período se produce una condenada total, sin excepciones:
se insiste en la idea de crimen y homicidio, como un acto sacrílego que se
relaciona con el mal, la salvación y el castigo. Esta prohibición se va
haciendo cada vez más radical, aunque poco después desaparece la
penalización y el castigo, pero limitándose a silenciarlo.
• Le sigue un período de confusión entre los primeros estudios científicos y el
lastre religioso, para pasar a una fase de estudios científicos en diferentes
campos.
En todo caso, el suicidio es la última expresión de libertad en una persona; en
niveles no populares, se habla de él como un acto de cobardía o valor, libertad o
sometimiento, sino como algo voluntario o no, pero ante el cual las leyes y la
opinión popular, dejan una especie de “libertad vergonzosa”, vigilada por médicos,
psicólogos, policías, etc.
Y lejos de quedar en el olvido, aún cobra vigencia el fenómeno, por que todavía se
presentan hechos como los bonzos budistas que se queman vivos en son de
protesta, presos que mueren en las cárceles por huelgas de hambre, suicidios
colectivos religiosos, fundamentalistas islámicos, patriotas palestinos, etc.
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