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JUAN AGUIRRE RODRIGUEZ<br />
Aprenda a ser feliz<br />
cada día
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SAN PABLO-CHILE<br />
Avda. L. B. O’Higgins 1626<br />
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Avda. L. B. O’Higgins 1626, Santiago <strong>de</strong> Chile<br />
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7ª edición - 1.000 ejemplares<br />
Julio <strong>de</strong> 2005<br />
Inscripción N° 73.318<br />
I.S.B.N.: 956.256.153-4<br />
Impresor: or e g o n imPr e S o r e S<br />
San Francisco 1322, Stgo.<br />
Fono: 5569678<br />
Impreso en Chile - Printed in Chile<br />
SAN PABLO es la misión <strong>de</strong> los Sacerdotes y Hermanos <strong>de</strong> la Sociedad <strong>de</strong> San Pablo<br />
que anuncian el Evangelio con los medios <strong>de</strong> comunicación social.
APRENDA A SER FELIZ CADA DIA
Colección<br />
“DE TÚ A TÚ”<br />
Aprenda a ser feliz cada día<br />
<strong>Juan</strong> <strong>Aguirre</strong><br />
Cómo ayudarse a uno mismo<br />
Alfredo Ruiz<br />
Tus problemas: el sicólogo respon<strong>de</strong><br />
Alfredo Ruiz
Introducción<br />
¡Felicidad! ... Es el grito profundo <strong>de</strong> toda perso-<br />
na. En la ciudad o el campo, en la montaña o junto<br />
al mar, quiere ser feliz el niño y el anciano, el joven<br />
y el adulto. Quiere ser feliz la novia y la dueña <strong>de</strong><br />
casa, la mujer obrera y la joven estudiante...<br />
A lo largo <strong>de</strong> la historia, diferentes instituciones<br />
(filosóficas, religiosas, humanitarias, etc.) han salido<br />
al encuentro <strong>de</strong>l hombre ansioso <strong>de</strong> dicha, <strong>de</strong> gozo,<br />
con propósitos <strong>de</strong> ayudarle.<br />
Así, nos encontramos con que la ciencia y la tec-<br />
nología han acompañado al hombre ofreciéndole bien-<br />
estar; los políticos, filósofos y educadores se han es-<br />
forzado mostrando caminos <strong>de</strong> realización personal<br />
y/o social; el religioso, en nuestro occi<strong>de</strong>nte cristiano,<br />
ha tratado <strong>de</strong> mostrar al Hijo <strong>de</strong>l carpintero porque<br />
promete vida en abundancia.<br />
El clamor, pues, <strong>de</strong> hombres e instituciones ter-<br />
mina siendo uno e idéntico: maduración, justicia, san-<br />
tidad, es <strong>de</strong>cir, bienestar, felicidad. Desgraciadamente,<br />
<strong>de</strong> hecho, la Historia Universal muestra, en medio <strong>de</strong><br />
sus pueblos, una mayoría <strong>de</strong> hombres sufrientes, mal-<br />
tratados, disminuidos. Son legiones, hombres <strong>de</strong> dife-<br />
rentes razas y culturas, los angustiados, los reprimi-<br />
dos, los agresivos, etc. En cada uno <strong>de</strong> ellos fluye una<br />
vida enferma, <strong>de</strong> mala calidad y a través <strong>de</strong> ellos, en<br />
los grupos, naciones y en toda la sociedad, día a día,<br />
o se consolidan y multiplican pólíticas <strong>de</strong> vivienda,<br />
7
salud, educación, trabajo, etc., <strong>de</strong>sequilibradas, o se<br />
reproducen y se expan<strong>de</strong>n estructuras sociales injustas e<br />
inhumanas.<br />
A este hombre, por un lado con anhelos <strong>de</strong> feli-<br />
cidad y, por otro, que no acepta <strong>de</strong>struirse, pero que,<br />
<strong>de</strong> hecho, vive herido en su interioridad y sofocado<br />
por una convivencia <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>nte, el autor dirige este<br />
trabajo. Cada capítulo abordará algunas <strong>de</strong> las con-<br />
dicionantes <strong>de</strong> la felicidad: ser feliz, supone relacio-<br />
nes humanas sanas; sentimientos y estados <strong>de</strong> áni-<br />
mo bien administrados; ausencia <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as inútiles y<br />
torturadoras. En una palabra, para el autor, un hom-<br />
bre feliz es capaz <strong>de</strong> mirar la vida <strong>de</strong> frente, <strong>de</strong> co-<br />
mulgar con el entorno, <strong>de</strong> convivir con el prójimo.<br />
Este hombre, obviamente <strong>de</strong>ja atrás miedos, tensiones,<br />
y tristezas malsanos.<br />
8
I Parte<br />
APRENDA A SER FELIZ
1.<br />
Las relaciones humanas<br />
“Nuestras vidas son intrincados patro-<br />
nes <strong>de</strong> relaciones en los cuales nuestras<br />
motivaciones, <strong>de</strong>seos, creencias, nuestras<br />
necesida<strong>de</strong>s y nuestros sueños es-<br />
tán unidos <strong>de</strong> una manera confusa. En<br />
un amplio grado, po<strong>de</strong>mos conocernos<br />
y <strong>de</strong>finirnos como individuos, si exami-<br />
namos los patrones <strong>de</strong> nuestras relacio-<br />
nes”.<br />
(Buscaglia, L.: “Cómo amarnos los<br />
unos a los otros”, Edit. Diana, México,<br />
1987).<br />
En 1945, René Spitz hizo estudios experimentales<br />
con niños criados por sus padres y niños abandonados<br />
por ellos y criados en instituciones.<br />
Las conclusiones <strong>de</strong> estas investigaciones permiten<br />
afirmar que la privación <strong>de</strong> afecto, atención y cuidado<br />
en los lugares institucionales producen lo que Spitz<br />
llama “hospitalismo”. En los orfanatorios don<strong>de</strong> se<br />
realizaron los estudios, la mortalidad alcanzaba a un<br />
alto porcentaje, a pesar <strong>de</strong> existir buena alimentación,<br />
ambiente higiénico y saludable, etc. No menores eran<br />
los casos <strong>de</strong> daño intelectual y/o emocional.<br />
11
En 1954, Bexton, Heron y Scott hicieron experien-<br />
cias con adultos, privándolos <strong>de</strong> estimulación externa:<br />
se producen, según se comprobó, variadas y significa-<br />
tivas alteraciones <strong>de</strong>l comportamiento.<br />
Posteriormente, en diferentes centros especializa-<br />
dos en la investigación <strong>de</strong> la conducta humana, los es-<br />
tudios han confirmado las conclusiones <strong>de</strong> estos pione-<br />
ros, permitiendo científicamente establecer que el ser<br />
humano necesita <strong>de</strong> la presencia, la compañía, la in-<br />
teracción, el cariño <strong>de</strong> otros seres humanos para so-<br />
brevivir, crecer, estar bien.<br />
Frente a esta conclusión, espontáneamente surge<br />
una gran pregunta: si las personas necesitan <strong>de</strong> otras,<br />
¿por qué es tan difícil la convivencia entre ellas?...<br />
Muchas respuestas se podrían dar, diferentes entre<br />
sí, pero no excluyentes. Aquí en estas primeras líneas<br />
nos referiremos a la “relación”. La convivencia humana<br />
es difícil porque no sabemos relacionarnos. Porque<br />
interactuamos mal, por eso el convivir se ha tornado,<br />
incluso, dañino.<br />
De aquí fluye naturalmente la necesidad <strong>de</strong> apren-<br />
<strong>de</strong>r el a<strong>de</strong>cuado manejo <strong>de</strong> las relaciones humanas.<br />
El hombre mo<strong>de</strong>rno si <strong>de</strong>sea mejorar la calidad <strong>de</strong> la<br />
convivencia necesitará reapren<strong>de</strong>r a relacionarse.<br />
Relaciones humanas y contactos tempranos<br />
En la familia, lugares <strong>de</strong> trabajo, espacios <strong>de</strong> en-<br />
tretenciones, etc., para la mayoría <strong>de</strong> las personas, las<br />
relaciones humanas no resultan fáciles. Esto es una<br />
12
constatación diaria que po<strong>de</strong>mos, <strong>de</strong>sgraciadamente,<br />
hacer en nosotros mismos y en aquellos que nos ro-<br />
<strong>de</strong>an.<br />
En relación a este hecho tan cercano surge la siguiente<br />
pregunta: “¿qué factores intervienen y condi-<br />
cionan una relación personal?”.<br />
Las ciencias <strong>de</strong> la salud mental son coinci<strong>de</strong>ntes,<br />
hoy, en afirmar que la capacidad <strong>de</strong> relacionarse está<br />
<strong>de</strong>terminada, en forma significativa, por la experiencia<br />
<strong>de</strong> contacto físico <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el inicio <strong>de</strong> la vida.<br />
Son múltiples las investigaciones que permiten<br />
concluir que apren<strong>de</strong>mos la seguridad al sentir la sim-<br />
patía <strong>de</strong> un abrazo en los momentos <strong>de</strong> necesidad. En<br />
cambio, si por experiencias infelices hemos aprendido<br />
a <strong>de</strong>sconfiar o a temer la intimidad, ese aprendizaje<br />
producirá la misma reacción que las situaciones ame-<br />
nazantes y así tendremos ten<strong>de</strong>ncia a manejar las dis-<br />
tancias por el resto <strong>de</strong> nuestras vidas, a menos que<br />
reaprendamos a relacionarnos positivamente y así in-<br />
troyectemos, poco a poco, nuevos patrones <strong>de</strong> proxi-<br />
midad.<br />
En otras palabras, cuando por experiencias posi-<br />
tivas, gratas, etc., apren<strong>de</strong>mos la alegría <strong>de</strong> la intimi-<br />
dad, <strong>de</strong> la cercanía, <strong>de</strong> la presencia, tendremos ten-<br />
<strong>de</strong>ncia a buscar a los <strong>de</strong>más; por el contrario, si por<br />
experiencias negativas, hirientes, dolorosas, frustran-<br />
tes, etc., el otro nos dañó, apren<strong>de</strong>mos a temer la intimidad,<br />
a huir <strong>de</strong> la cercanía. Para ello usaremos di-<br />
versos mecanismos <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa, por ejemplo, apren<strong>de</strong>-<br />
remos a crear “distancias protectoras” y así impedir<br />
una nueva vivencia <strong>de</strong> experiencia dolorosa.<br />
Harold Voth, psiquiatra <strong>de</strong> la Fundación Mennin-<br />
ger, en Kansas, afirma: “un abrazo pue<strong>de</strong> disipar la <strong>de</strong>-<br />
13
presión...permitiendo que el sistema inmunológico <strong>de</strong>l<br />
cuerpo se ajuste. Los abrazos infun<strong>de</strong>n nueva vida a un<br />
cuerpo cansado y nos hacen sentir más jóvenes y vi-<br />
brantes. En el hogar, los abrazos cotidianos reforzarán<br />
las relaciones, reduciendo las fricciones <strong>de</strong> una ma-<br />
nera significativa”.<br />
Concluyamos, pues, diciendo que existe una estre-<br />
cha relación entre el grado y calidad <strong>de</strong> intimidad fí-<br />
sica, <strong>de</strong> presencia, <strong>de</strong> compromiso que hayamos expe-<br />
rimentado, especialmente cuando niños, y la capacidad<br />
adulta <strong>de</strong> relaciones humanas.<br />
En relación a esta variable que condiciona nuestra<br />
capacidad <strong>de</strong> relacionarnos, ¿qué hacer cuando las ex-<br />
periencias tempranas han sido negativas?<br />
Aunque parezca <strong>de</strong>masiado obvio digamos que<br />
simplemente, en un primer momento, conviene reco-<br />
nocer la real capacidad <strong>de</strong> relación <strong>de</strong> que dispon-<br />
gamos, para luego, en una postura <strong>de</strong> “sabiduría”, <strong>de</strong>dicarnos<br />
responsablemente a una buena administra-<br />
ción <strong>de</strong> ella. A través <strong>de</strong> estos dos momentos, que im-<br />
plican actitu<strong>de</strong>s valientes <strong>de</strong> cariño hacia sí mismo,<br />
valoramos a<strong>de</strong>cuadamente lo que somos, reconquis-<br />
tamos confianza en nosotros mismos, dado que nos<br />
exigiremos lo posible, y, luego, sin tensiones ni frustraciones<br />
inútiles, <strong>de</strong>sgastadoras, etc., podremos <strong>de</strong>-<br />
safiarnos, en forma realista, poniéndonos metas más<br />
altas, pero viables, factibles, etc.<br />
Que en una persona se <strong>de</strong>n más o menos capa-<br />
cida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> relaciones humanas alimentadoras, apo-<br />
yadoras, etc., si ellas son fruto <strong>de</strong> experiencias tem-<br />
pranas, no cabe cuestionar responsabilida<strong>de</strong>s indivi-<br />
duales. Lo que sí toca a cada cual es responsabilizarse<br />
<strong>de</strong> lo que realmente dispone tratando <strong>de</strong> sacarle el mejor<br />
partido posible.<br />
14
En este aspecto específico, ¿qué es actuar respon-<br />
sablemente?... Acoger y apren<strong>de</strong>r a amar el perfil pro-<br />
pio <strong>de</strong> personalidad. Somos lo que somos. Nuestros<br />
rasgos nos pertenecen, nos acompañan y maduramos<br />
y nos <strong>de</strong>sarrollamos sana y a<strong>de</strong>cuadamente en la medida<br />
que les <strong>de</strong>mos una dimensión personal y social.<br />
Amarse a sí mismo tal cual uno es... Esta relación afec-<br />
tiva, armónica consigo mismo es previa al <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> ser<br />
y sentirse amado por los <strong>de</strong>más. Aunque imperfectos,<br />
en proceso <strong>de</strong> maduración, a través <strong>de</strong> toda la vida, si<br />
nos acercamos con comprensión, aceptación y cariño<br />
a nosotros mismos, ciertamente seremos capaces <strong>de</strong> es-<br />
perar y percibir relaciones también comprensivas y<br />
cariñosas <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más. “Si tenemos miedo<br />
<strong>de</strong> revelar nuestro yo imperfecto, no po<strong>de</strong>mos esperar<br />
que los <strong>de</strong>más se sientan lo suficientemente seguros<br />
para hacerlo y seguiremos siendo extraños” (Buscaglia,<br />
L., “Cómo amarnos los unos a los otros”, Edit. Diana,<br />
México, 1987).<br />
Sólo si somos realistas respecto <strong>de</strong> nosotros mis-<br />
mos existirá una verda<strong>de</strong>ra capacidad <strong>de</strong> relación, una<br />
auténtica maduración <strong>de</strong>l yo y, como consecuencia,<br />
una leal y comprensiva aceptación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más.<br />
Todo lo anterior se pue<strong>de</strong> resumir diciendo que,<br />
antes <strong>de</strong> preocuparnos por los <strong>de</strong>más, en vista a una<br />
presencia, interacción <strong>de</strong> buena calidad, <strong>de</strong>bemos ser “responsables”<br />
con nosotros mismos.<br />
Por el contrario, si no nos amamos, con la misma<br />
fuerza <strong>de</strong>structiva con que nos trituramos a nosotros<br />
mismos, lo haremos con los <strong>de</strong>más. Por otro lado,<br />
también es un hecho que lo que cada cual siembra,<br />
eso mismo es lo que cosecha. Así nace, se consolida y<br />
se mantiene un “círculo vicioso” <strong>de</strong> relaciones huma-<br />
nas negativas.<br />
15
Pensemos un momento con calma: si culpamos,<br />
aplastamos y ridiculizamos al prójimo porque repeti-<br />
mos con los <strong>de</strong>más el estilo <strong>de</strong> relación con nosotros<br />
mismos, ¿po<strong>de</strong>mos esperar ser percibidos y tratados<br />
como personas amigas, agradables, etc.? Por fortuna<br />
lo contrario es igualmente válido. Si tratamos <strong>de</strong> ser<br />
apoyadores, comprensivos, honestos con los <strong>de</strong>más, re-<br />
pitiendo el trato que acostumbramos brindarnos a no-<br />
sotros mismos, ciertamente no po<strong>de</strong>mos temer ser rechazados.<br />
Por el contrario, entonces, nuestra presen-<br />
cia y compañía será <strong>de</strong>seada, solicitada, bien acogida.<br />
Relaciones humanas<br />
y condicionamientos históricos<br />
El estilo <strong>de</strong> las relaciones humanas está condicio-<br />
nado por las características <strong>de</strong> una sociedad <strong>de</strong>termi-<br />
nada, en un momento particular. ¡Pensemos simple-<br />
mente en el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> las modas!...<br />
Los comportamientos humanos, en una propor-<br />
ción muy importante, son fruto <strong>de</strong>l aprendizaje. Pero<br />
éste se realiza imitando el entorno más cercano. Per-<br />
tenecer, por ejemplo, a un estrato social, a una familia,<br />
a un grupo religioso, etc., implica repetición, viven-<br />
cia <strong>de</strong> ciertos hábitos, creencias, modos <strong>de</strong> conducta,<br />
etc. Pero esto no es todo. A<strong>de</strong>más, cada individuo está<br />
integrado a un hábitat más amplio: la sociedad, la cul-<br />
tura en un momento dado <strong>de</strong> la historia. Aquí también<br />
encontramos rasgos específicos. Así, un <strong>de</strong>terminado<br />
modo <strong>de</strong> ser <strong>de</strong> las personas también pue<strong>de</strong> explicarse<br />
por la pertenencia a tal o cual momento histórico y éste<br />
podrá explicar específicamente una <strong>de</strong>terminada ma-<br />
16
nera <strong>de</strong> interacción <strong>de</strong> las personas. Digamos, pues,<br />
que las personas se relacionan <strong>de</strong> una <strong>de</strong>terminada<br />
manera, en gran parte, porque así lo aprendieron. Cier-<br />
tamente que <strong>de</strong> modo implícito se trata <strong>de</strong> una “<strong>de</strong>-<br />
pen<strong>de</strong>ncia” <strong>de</strong>l ambiente y, como tal, pue<strong>de</strong> significar<br />
conflictos para las personas. Sin embargo, también es<br />
cierto que aceptar el patrón conductual vigente entrega<br />
comodidad, seguridad, etc. Se paga un precio que<br />
aparentemente es a<strong>de</strong>cuado a los sentimientos <strong>de</strong> se-<br />
guridad, autoconsi<strong>de</strong>ración y reconocimiento que en-<br />
trega la sociedad.<br />
En un corte transversal <strong>de</strong>l tiempo, la sociedad<br />
aparece estática, repetitiva. Como tal enseña, funda-<br />
mentalmente, relaciones imitativas, <strong>de</strong>pendientes. En<br />
cambio, en una visión longitudinal <strong>de</strong>l tiempo, en una<br />
apreciación temporal con perspectiva, el mundo apa-<br />
rece cambiante, la historia como una tarea que se hace<br />
y se rehace permanentemente. En este quehacer es im-<br />
posible enfrentar la interacción personal, en particular,<br />
a partir <strong>de</strong> posturas conformistas. La a<strong>de</strong>cuación a la<br />
realidad sólo como respuesta a exigencias sociales ex-<br />
ternas no tiene lugar.<br />
Una visión cambiante <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong>safía, pues, a<br />
crear una nueva concepción <strong>de</strong> la relación: ésta <strong>de</strong>be<br />
ayudar al cambio, <strong>de</strong>be apoyar el crecimiento. Dado<br />
que las relaciones son vitales no pue<strong>de</strong>n no correspon-<br />
<strong>de</strong>r a un proceso en el que cada cual recibe <strong>de</strong> los <strong>de</strong>-<br />
más el apoyo para crecer, madurar, conseguir una i<strong>de</strong>n-<br />
tidad creadora. Sin embargo, en este proceso <strong>de</strong> in-<br />
teracción cada cual también <strong>de</strong>vuelve a los <strong>de</strong>más igua-<br />
les posibilida<strong>de</strong>s.<br />
¿Qué pi<strong>de</strong> un mundo cambiante? Actores bien<br />
plantados, personas autónomas, pero integradas. Este<br />
“yo” mo<strong>de</strong>rno requerirá una nueva seguridad para<br />
17
crecer. Este hombre necesita vivir relacionando ali-<br />
mentadoramente su yo con el mundo circundante. En<br />
el mundo futuro, el estilo <strong>de</strong> relación con los <strong>de</strong>más<br />
(amigos, conciudadanos, autorida<strong>de</strong>s, i<strong>de</strong>ologías, etc.)<br />
tendrá un peso muy importante en términos <strong>de</strong> faci-<br />
litar o dificultar la existencia.<br />
Un “yo” no relacionado, no tiene sentido. La ca-<br />
lidad <strong>de</strong> relación, por su parte, condicionará el nivel<br />
<strong>de</strong> vida.<br />
En este mundo futuro sólo podremos ser, madu-<br />
rar y actuar con éxito en una relación que, permitién-<br />
donos construir la propia i<strong>de</strong>ntidad, nos integre en una<br />
participación apoyadora <strong>de</strong>l ser <strong>de</strong>l otro.<br />
El mundo cambiante mo<strong>de</strong>rno tendrá que inven-<br />
tar, promover y favorecer un nuevo tipo real <strong>de</strong> rela-<br />
ción que facilite el crecimiento mutuo <strong>de</strong> las partes involucradas.<br />
Esta certeza no basta que esté en los libros<br />
claramente expuesta. La sociedad necesitará mostrarla<br />
vivida en sus estructuras sociales, políticas, económi-<br />
cas, educacionales, etc. La cultura <strong>de</strong>l amor, <strong>de</strong> la so-<br />
lidaridad se vive o ce<strong>de</strong> su lugar a la injusticia, a la<br />
violencia.<br />
Los <strong>de</strong>rechos humanos ya no pue<strong>de</strong>n ser sólo <strong>de</strong>-<br />
claraciones importantes; necesitan ser vividos por hom-<br />
bres civilizados que se relacionan como personas adul-<br />
tas: tu vida es importante, mi vida es importante.<br />
Digamos, pues, que la característica básica <strong>de</strong> la<br />
relación <strong>de</strong> la sociedad futura consistirá en el interés<br />
y respeto equilibrado por lo tuyo y lo mío. En otras<br />
palabras, una auténtica relación, es <strong>de</strong>cir, apoyadora<br />
<strong>de</strong> crecimiento personal y colectivo, <strong>de</strong>l individuo y <strong>de</strong><br />
la sociedad, será una interacción amorosa. El amor <strong>de</strong>-<br />
berá estar impregnando la relación <strong>de</strong>l futuro, sea fa-<br />
miliar, <strong>de</strong> amistad, laboral, etc.<br />
18
Este amor obviamente no sólo será sintonía en las<br />
semejanzas. También implicará aceptación positiva <strong>de</strong><br />
las diferencias <strong>de</strong>l otro. Estas actitu<strong>de</strong>s no pue<strong>de</strong>n ser<br />
sólo pasivas; por el contrario, implican aceptar, apoyar<br />
activamente las diferencias positivas que se dan en el<br />
otro. Más aún, significan darle una valoración com-<br />
plementaria a lo personal propio.<br />
En sicología, a partir <strong>de</strong> la década <strong>de</strong>l cincuenta,<br />
vivimos los aportes <strong>de</strong> la “tercera fuerza”, es <strong>de</strong>cir,<br />
<strong>de</strong> la línea o enfoque humanista. Des<strong>de</strong> ella, cada per-<br />
sona está llamada a la autorrealización por el <strong>de</strong>sarro-<br />
llo <strong>de</strong> las potencialida<strong>de</strong>s que encierra. La madurez<br />
personal se expresaría a través <strong>de</strong> una existencia con<br />
sentido propio, una personalidad con amplios horizon-<br />
tes <strong>de</strong> conciencia, que se traducen, en la práctica, en<br />
autonomía y libertad. Este crecer personal se conjuga<br />
con un auténtico y sincero interés por el crecimiento<br />
y la madurez <strong>de</strong>l ser <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más.<br />
Así, en la línea sicológica humanista, el nuevo es-<br />
tilo <strong>de</strong> relación incluye también la valoración <strong>de</strong> lo<br />
mío y lo tuyo. Ser, crecer, posibilitando las experien-<br />
cias fundamentales <strong>de</strong> seres únicos será la tónica <strong>de</strong> las<br />
interacciones <strong>de</strong>l futuro. Estas relaciones no podrán ser<br />
“individualistas”, sino “socialistas”, es <strong>de</strong>cir, fundadas<br />
en una antropología que no <strong>de</strong>sconozca la dimensión<br />
social <strong>de</strong>l hombre. Lo social valdrá tanto como lo in-<br />
dividual. El <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las personas, <strong>de</strong> los grupos,<br />
<strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s será fruto <strong>de</strong>l respeto equilibrado<br />
por lo tuyo y lo mío. En la práctica, estas relaciones garantizarán<br />
que tu hijo y el mío no tengan hambre; que<br />
se respete tu trabajo, tu salud, etc., y mi trabajo y sa-<br />
lud... Se trata <strong>de</strong> una humanidad que interactúa en for-<br />
ma adulta; que se expresa en un interés <strong>de</strong> ayuda re-<br />
cíproca para crecer e intercambiar sentimientos since-<br />
ros.<br />
19
En esta relación <strong>de</strong> crecimiento mutuo ¿las per-<br />
sonas conservan las máscaras? No. Se llega a la inti-<br />
midad a través <strong>de</strong> la revelación <strong>de</strong> uno mismo.<br />
En la relación adulta “hay respeto por la i<strong>de</strong>ntidad,<br />
igualdad e integridad <strong>de</strong>l otro, en la que hay flexibili-<br />
dad, unidad e individualidad al mismo tiempo”. (Nena<br />
y George O’Neill, 1974).<br />
En esta interacción se manifiestan las penas y las<br />
alegrías, los éxitos y los fracasos, las cualida<strong>de</strong>s y los<br />
<strong>de</strong>fectos. Con estos comportamientos y sentimientos<br />
las personas se acercan entre sí auténticamente, par-<br />
ticipan unos y otros en el proceso recíproco <strong>de</strong> cons-<br />
trucción <strong>de</strong> las vidas y, esta experiencia vital, los hace<br />
crecer, suprime escollos, etc. En una palabra, la rela-<br />
ción adulta facilita la vida.<br />
Cambiar el rumbo <strong>de</strong> los actuales estilos <strong>de</strong> rela-<br />
ciones personales será un gran <strong>de</strong>safío para el hombre<br />
<strong>de</strong>l mañana. La necesidad <strong>de</strong> afirmación mal entendi-<br />
da <strong>de</strong>l “yo”, llevó en tiempos no lejanos, a una filo-<br />
sofía “egocentrista” <strong>de</strong> la vida. El individualismo pre-<br />
tendió olvidar la necesidad <strong>de</strong> relación e inter<strong>de</strong>pen-<br />
<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> unos con otros. Sin embargo, otra igual-<br />
mente ina<strong>de</strong>cuada concepción <strong>de</strong> la relación llevó a<br />
un tipo <strong>de</strong> “colectivismo” que dañó a las personas. En<br />
efecto, <strong>de</strong>satendiendo a ésas enarboló ban<strong>de</strong>ras <strong>de</strong> ra-<br />
zas, culturas o i<strong>de</strong>ologías.<br />
La madurez en la convivencia será cariño, respeto,<br />
apoyo por el hombre entero, en su dimensión perso-<br />
nal y social, en su necesidad <strong>de</strong> soledad y participa-<br />
ción, en su anhelo <strong>de</strong> autonomía y <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, en el<br />
<strong>de</strong>seo <strong>de</strong> ser escuchado y en su posibilidad <strong>de</strong> escu-<br />
char. Esta relación adulta ayudará a crecer a unos y a<br />
otros; ayuda a encontrar nuevos modos <strong>de</strong> acción y <strong>de</strong><br />
20
interacción para apoyar y promover el crecimiento per-<br />
sonal y colectivo.<br />
Un mundo nuevo, un estilo renovado <strong>de</strong> interac-<br />
ción, en una sociedad cambiante. En este planteamien-<br />
to está implícita una filosofía <strong>de</strong> relaciones humanas<br />
dinámicas. No hay cabida al miedo por el cambio. En<br />
efecto, en esta visión no hay crecimiento sin cambio.<br />
La solución al temor, al cambio, en una relación ma-<br />
dura, es aceptarlo, pero comprometiéndose las partes<br />
a hacer lo posible porque sea compartido. El yo que<br />
se va <strong>de</strong>scubriendo y la madurez que por eso mismo<br />
se va logrando ayudarán a compren<strong>de</strong>r mejor a los <strong>de</strong>-<br />
más y a comprometerse con más seriedad a apoyar<br />
el crecimiento <strong>de</strong>l otro.<br />
La propia experiencia refrenda el hecho <strong>de</strong> que<br />
quien se preocupa <strong>de</strong> sí mismo, quien se realiza como<br />
persona, simultáneamente se capacita para servir me-<br />
jor a los <strong>de</strong>más.<br />
En la relación, está presente el compromiso <strong>de</strong><br />
ayuda recíproca. Si no se da, se corre simplemente<br />
el riesgo <strong>de</strong> que cada parte involucrada en la relación<br />
use a la otra parte in<strong>de</strong>pendientemente, sin hacer <strong>de</strong><br />
la relación misma un espacio, una instancia <strong>de</strong> creci-<br />
miento compartido.<br />
Terminamos resumiendo y diciendo que una bue-<br />
na relación en el mundo <strong>de</strong>l mañana necesitará funda-<br />
mentarse explícitamente en una filosofía <strong>de</strong> honra<strong>de</strong>z,<br />
buena comunicación, respeto e interés por el otro.<br />
Esta relación tendrá posibilida<strong>de</strong>s ciertas <strong>de</strong> subsistir,<br />
permanecer a través <strong>de</strong>l tiempo y las distancias. El lazo<br />
será firme, apoyador, gratificante.<br />
21
Las relaciones humanas y los valores cristianos<br />
El mensaje <strong>de</strong> Jesús crea vínculos vitales... Básicamente<br />
la existencia encuentra la razón <strong>de</strong> ser en el<br />
amor <strong>de</strong> Dios, revelado como <strong>Padre</strong> universal. Como<br />
consecuencia, el vivir humano adquiere calor fraterno<br />
porque los hombres se reencuentran como hermanos.<br />
De este modo la teología <strong>de</strong> la paternidad divina fundamenta<br />
la hermandad cristiana: <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva<br />
<strong>de</strong> Dios <strong>Padre</strong>, la tierra se convierte en la mesa co-<br />
mún sin importancia <strong>de</strong> razas ni culturas... El cristia-<br />
nismo, pues, proclama la relación real, no metafórica,<br />
<strong>de</strong> amor paterno divino y la relación <strong>de</strong> amor fraterno...<br />
¿Qué consecuencias existenciales conlleva la relación<br />
filial con Dios?... La vida <strong>de</strong> cada persona adquie-<br />
re un sabor nuevo: el existir se transforma en un ca-<br />
minar alegre y confiado por los sen<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> esta tierra,<br />
tanto en “las ver<strong>de</strong>s pra<strong>de</strong>ras” como en “las oscuras<br />
quebradas” porque cada hombre siente que le acom-<br />
paña, protege, guía y levanta un <strong>Padre</strong> bondadoso.<br />
Como contrapartida, dada la relación <strong>de</strong> fraternidad,<br />
los hombres fratricidas cambian la visión <strong>de</strong>l mundo<br />
pasando <strong>de</strong>l escenario <strong>de</strong> guerra a un espacio com-<br />
partido en que la tarea <strong>de</strong> convivir se organiza solida-<br />
riamente: los mo<strong>de</strong>los económicos, políticos, sociales,<br />
morales, etc., hechos por hombres cristianos, dan pri-<br />
mera prioridad a las variables que garantizan una civi-<br />
lización <strong>de</strong> amor, una cultura solidaria, etc. Este prin-<br />
cipio básico <strong>de</strong> las relaciones humanas cristianas fue<br />
presentado magistralmente hace ya 2.000 años “ama<br />
a tu prójimo, como a ti mismo”. Las relaciones hu-<br />
manas fueron así iluminadas por el mandato divino.<br />
¿Qué po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir, hoy, <strong>de</strong> las relaciones hu<br />
manas? Hagamos la pregunta <strong>de</strong> otra manera: ¿qué<br />
22
preparación entrega a las personas nuestra cultura oc-<br />
ci<strong>de</strong>ntal que garantice el éxito <strong>de</strong> la convivencia hu-<br />
mána?... Desgraciadamente constatamos que la civili-<br />
zación ha supuesto el buen manejo <strong>de</strong> las relaciones<br />
interpersonales. Los fanatismos i<strong>de</strong>ológicos, no impor-<br />
ta el signo que tengan, nos hablan claramente <strong>de</strong> la<br />
mentalidad “blanco o negro” <strong>de</strong> nuestro mundo con-<br />
temporáneo: “porque yo quiero vivir, tú estás <strong>de</strong>más”...<br />
o bien “si tú quieres vivir, tienes que ser mi sombra”...<br />
Más aún, no sólo la sociedad civil ha dado por supues-<br />
ta la a<strong>de</strong>cuada administración <strong>de</strong> las relaciones huma-<br />
nas, sino también lo han hecho las iglesias cristianas.<br />
Obviamente han presentado la relación humana con<br />
las características propias, específicas, pero no han<br />
mostrado explícitamente, en general, una metodología<br />
ad hoc.<br />
Porque el autor <strong>de</strong> estas reflexiones no comparte<br />
tales silencios <strong>de</strong>dicará las siguientes consi<strong>de</strong>raciones<br />
a la conducta social. Básicamente planteará que la<br />
convivencia armónica, pacífica, ayudadora se apren<strong>de</strong>,<br />
<strong>de</strong>l mismo modo como se apren<strong>de</strong> la mayor parte <strong>de</strong><br />
los comportamientos. Pero, dado que la conducta so-<br />
cial se construye <strong>de</strong> <strong>de</strong>seos, emociones, conocimien-<br />
tos, recuerdos, percepciones, actitu<strong>de</strong>s, valores, etc.,<br />
aunque sea brevemente y sólo en relación a algunos<br />
<strong>de</strong> ellos, por las características <strong>de</strong> la presente obra,<br />
revisará esos materiales intermitentes en el ser y que-<br />
hacer comunitario.<br />
Principios <strong>de</strong> la conducta interpersonal<br />
Un individuo se comporta ante las personas, los<br />
acontecimientos, las cosas... La respuesta que emite<br />
frente a tales estímulos <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>, en gran medida,<br />
<strong>de</strong> los recuerdos que tenga, <strong>de</strong> los valores, la ampli-<br />
23
tud <strong>de</strong> pensamiento; la cantidad <strong>de</strong> conocimientos; la<br />
capacidad <strong>de</strong> incorporar nuevas informaciones, etc.,<br />
que posea. Todo esto po<strong>de</strong>mos llamarlo “mundo cog-<br />
nitivo” y respon<strong>de</strong>mos, entonces, diciendo que en una<br />
persona, la respuesta que ella da ante el mundo que la<br />
afecta dice relación con la manera, forma, en que apa-<br />
rece ante él, <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> su “mundo cognitivo”. Esto<br />
es algo absolutamente individual y, por lo tanto, varía<br />
<strong>de</strong> una persona a otra.<br />
Revisemos un ejemplo. ¿Qué es una casa? El concepto<br />
<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> en cada persona <strong>de</strong> la propia experien-<br />
cia <strong>de</strong> casa. Así, variará mucho en una persona que<br />
nació y creció en una población marginal y en relación<br />
a otra que lo hizo en Provi<strong>de</strong>ncia o Las Con<strong>de</strong>s. Esta<br />
simple constatación pue<strong>de</strong> indicarnos algunas <strong>de</strong> las<br />
dificulta<strong>de</strong>s que encontramos en la convivencia <strong>de</strong> cada<br />
día. En efecto, cada cual tiene ten<strong>de</strong>ncia a pensar que<br />
su “concepto”, su “cosmovisión” es la verda<strong>de</strong>ra, la<br />
única posible y <strong>de</strong> ahí a esperar o exigir que los <strong>de</strong>más<br />
piensen como uno, no hay más que un paso.<br />
En la convivencia <strong>de</strong>bemos, pues, tener presente<br />
este concepto particular <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as, <strong>de</strong>l<br />
pensamiento, <strong>de</strong> la experiencia personal particular, <strong>de</strong><br />
los juicios <strong>de</strong> valor absolutamente parciales. Toda si-<br />
tuación, cosa o persona, por el mismo hecho <strong>de</strong> entrar<br />
en el mundo cognitivo individual, se empequeñece al<br />
ser experimentado, experienciado... Es <strong>de</strong>cir, el pro-<br />
ceso mismo <strong>de</strong> conocimiento relativiza todo. La reali-<br />
dad, en sí misma, es mucho más rica y compleja.<br />
Si esto es verda<strong>de</strong>ro y tenido en cuenta, toda per-<br />
sona al relacionarse con otra podrá sentir la alegría <strong>de</strong><br />
tener la oportunidad <strong>de</strong> enriquecer su mundo: mi vi-<br />
sión, mi experiencia, mi valoración pue<strong>de</strong> recibir la particularidad<br />
exclusiva <strong>de</strong>l otro.<br />
24
En Sicología, al estudiar la percepción se presta<br />
especial atención a lo que se ha <strong>de</strong>nominado “percep-<br />
ción selectiva” y “umbrales <strong>de</strong> percepción”. La pri-<br />
mera característica perceptiva dice relación primero<br />
con los intereses, inquietu<strong>de</strong>s, necesida<strong>de</strong>s, que pueda<br />
tener un individuo y que le hacen aproximarse pecu-<br />
liarmente al campo perceptivo: si le interesan las mu-<br />
jeres rubias, verá sólo las niñas con tales caracterís-<br />
ticas; si necesita comprarse un auto y la marca que ne-<br />
cesita es tal o cual sólo prestará atención a ella. En<br />
estos casos, el individuo ha realizado una percepción<br />
selectiva, puerta <strong>de</strong> entrada <strong>de</strong> un conocimiento pos-<br />
teriormente también selectivo. En relación a la según-<br />
da característica <strong>de</strong> la percepción <strong>de</strong>bemos recordar<br />
que ella está directamente vinculada a las sensaciones,<br />
pero, a su vez, ellas <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n fisiológicamente <strong>de</strong>l sis-<br />
tema nervioso, más específicamente, <strong>de</strong> las termina-<br />
ciones nerviosas. Estas fijan los umbrales en cuyos<br />
rangos son recibidos los estímulos sensoriales. Así, por<br />
estas dos características perceptivas, las personas son<br />
diferentes en su capacidad selectiva y en sus rangos <strong>de</strong><br />
recepción <strong>de</strong> estímulos. La realidad es la misma, pero<br />
captada diferentemente por las personas. Cada per-<br />
sona se relaciona en forma parcial con la realidad. La<br />
suma <strong>de</strong> las partes hace más rica la aproximación al<br />
mundo. Sin embargo, esto que parece lógico en teoría,<br />
en la convivencia no lo es y por enfrentamientos <strong>de</strong><br />
todo tipo, <strong>de</strong> hecho, la variedad introduce tensiones y<br />
guerras en la interacción personal.<br />
¿Cómo se percibe y juzga a las personas?<br />
Concretamente nos preguntamos ahora ¿cómo nos<br />
formamos una impresión sobre los <strong>de</strong>más?...<br />
25
El primer paso para relacionarnos con otra per-<br />
sona es el <strong>de</strong> formarnos una impresión sobre ella. Esta<br />
impresión es <strong>de</strong> primera importancia porque dirige<br />
nuestras reacciones o respuestas e influye, posterior-<br />
mente, en el curso <strong>de</strong> la conducta interpersonal. Antes<br />
<strong>de</strong> formarnos una impresión <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más, damos los<br />
siguientes pasos: notamos su voz y movimientos expresivos;<br />
seguimos lo que dice y lo que hace cuando reac-<br />
ciona ante nosotros y ante otras situaciones y personas.<br />
Des<strong>de</strong> aquí damos un nuevo paso utilizando la infor-<br />
mación acumulada para juzgar las características, los<br />
rasgos <strong>de</strong>l prójimo que estamos observando: sus cono-<br />
cimientos, <strong>de</strong>seos, objetivos, en general, su persona-<br />
lidad.<br />
A esta altura tenemos suficientes elementos <strong>de</strong><br />
juicio para respon<strong>de</strong>r y así lo hacemos: las acciones<br />
que como respuestas dirigimos a los <strong>de</strong>más se guían<br />
por tales juicios. Una comunicación social auténtica se<br />
establece cuando los juicios son recíprocamente correc-<br />
tos.<br />
¿Hay “elementos distorsionadores” <strong>de</strong> la forma-<br />
ción <strong>de</strong> los juicios? ... Sí ... Por ejemplo, si tenemos<br />
<strong>de</strong> antemano una opinión contraria sobre otra persona<br />
que, digamos, físicamente se parece a una que nos<br />
<strong>de</strong>sagrada, hay ten<strong>de</strong>ncia a asignarle bajo puntaje en<br />
rasgos favorables y alto en los <strong>de</strong>sfavorables. Técnicamente,<br />
los sicólogos sociales hablan <strong>de</strong>l “efecto <strong>de</strong>l<br />
halo”. También po<strong>de</strong>mos prevenir la objetividad <strong>de</strong><br />
nuestros juicios sobre los <strong>de</strong>más recordando que la<br />
forma en que un individuo tien<strong>de</strong> a percibir a otro está<br />
influenciado, o por las creencias, teorías generales que<br />
tenga sobre la organización <strong>de</strong> la personalidad o por<br />
las expectativas que tiene en relación a qué rasgos <strong>de</strong><br />
personalidad <strong>de</strong>ben acompañar a otros rasgos <strong>de</strong> las<br />
26
personas. (No es raro esperar que una persona con<br />
buena presencia física también sea “buena”, digamos<br />
honrada; o que una persona honrada también sea<br />
amable, etc.). Finalmente, digamos que también pue<strong>de</strong><br />
influir en el juicio que nos formamos <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más el<br />
conocimiento que podamos tener <strong>de</strong> los grupos socia-<br />
les y que tien<strong>de</strong>n a cegarnos como para no percatar-<br />
nos <strong>de</strong> las legítimas diferencias que puedan existir<br />
entre los miembros <strong>de</strong> dichos grupos; frente a ellos<br />
nos mostramos rígidos en el raciocinio. (Consi<strong>de</strong>remos<br />
como ejemplo, la apreciación que tenemos sobre las<br />
religiosas a quienes consi<strong>de</strong>ramos amables, y por eso<br />
suponemos que la hermana Sofía es amable y “a priori”<br />
rechazamos la posibilidad <strong>de</strong> que no lo sea. Este ejem-<br />
plo se pue<strong>de</strong> aplicar a grupos políticos, <strong>de</strong> sexo, <strong>de</strong><br />
eda<strong>de</strong>s, etc.). Digamos, pues, que el efecto <strong>de</strong>l halo,<br />
la teoría <strong>de</strong> la personalidad, los estereotipos afectan<br />
la objetividad <strong>de</strong> nuestras percepciones. Estos factores<br />
afectan nuestras percepciones, pero no son los únicos.<br />
La virtud teologal <strong>de</strong> la caridad<br />
Ciertamente que la caridad es un don gratuito <strong>de</strong><br />
Dios. Una conducta, una relación podría incluso ser<br />
sicológicamente sana, pero humana, no sobrenatural.<br />
Amar al prójimo, como Dios nos ha amado, como Je-<br />
sucristo lo vivió históricamente, no es fruto <strong>de</strong> aprendi-<br />
zaje humano. Sin embargo, la semilla pue<strong>de</strong> caer en<br />
buena, mala o regular tierra. Lo que aporta la sicolo-<br />
gía social está en el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong> la tierra: que<br />
en la acción humana podamos distinguir la motivación<br />
que impulsa la conducta y la interacción misma, es <strong>de</strong>-<br />
cir, la acción <strong>de</strong> un individuo que sirve <strong>de</strong> estímulo a<br />
la <strong>de</strong> otro que actúa como respuesta no dice nada en<br />
27
elación a tener o no tener caridad; que sepamos qué<br />
necesida<strong>de</strong>s, emociones, pensamientos, recuerdos,<br />
percepciones, influyen en el tipo <strong>de</strong> relaciones inter-<br />
personales que se puedan dar, no garantiza la calidad<br />
teologal <strong>de</strong>l amor. El valor sobrenatural, teologal, <strong>de</strong><br />
la conducta humana, es fruto <strong>de</strong>l Espíritu, brota <strong>de</strong> un<br />
corazón “renacido”. Lo divino no <strong>de</strong>struye lo humano,<br />
pero lo humano no construye lo divino. Simplemente<br />
le da cabida, no impi<strong>de</strong> que Dios actúe.<br />
Conclusión<br />
Terminemos afirmando que el cristianismo es la<br />
gran invitación hecha por Dios al hombre para que<br />
construya la familia humana como pueblo <strong>de</strong> Dios.<br />
Hablar <strong>de</strong> cristianismo es, pues, hablar <strong>de</strong> relación<br />
interpersonal, <strong>de</strong> convivencia. Dado que es básico para<br />
un cristiano relacionarse positivamente, consigo mismo<br />
y con el prójimo, es importante, a modo <strong>de</strong> prepara-<br />
ción, <strong>de</strong> predisposición conocer algunos aportes <strong>de</strong> or-<br />
<strong>de</strong>n sicológico que ayudan, que no impedirán la pre-<br />
sencia <strong>de</strong> la virtud teologal <strong>de</strong> la caridad. Estamos cier-<br />
tos que es Dios quien regala el amor, y que éste es<br />
un don absolutamente gratuito, que recibimos sin mé-<br />
rito alguno <strong>de</strong> nuestra parte, pero también estamos<br />
ciertos que algunos principios fundamentales <strong>de</strong> la si-<br />
cología social son buenas herramientas para preparar<br />
la tierra... El i<strong>de</strong>al es que la semilla caiga en buena<br />
tierra, por eso conviene que cui<strong>de</strong>mos el terreno don-<br />
<strong>de</strong> quiere crecer el don <strong>de</strong> Dios.<br />
28
2.<br />
Los sentimientos<br />
En nuestras vidas, los sentimientos juegan un pa-<br />
pel <strong>de</strong> primer or<strong>de</strong>n. Obviamente que nos conectamos<br />
con la realidad a través <strong>de</strong> los sentidos. Sin embargo,<br />
los sentimientos están siempre presentes en nosotros;<br />
contribuyen a la percepción aportando siempre algo<br />
esencial que pue<strong>de</strong> ir <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un simple “tono” hasta la<br />
distorsión total. “No tener conciencia <strong>de</strong> los propios<br />
sentimientos, no compren<strong>de</strong>rlos o no saber cómo uti-<br />
lizarlos y expresarlos es peor que la ceguera, la sor-<br />
<strong>de</strong>ra o la parálisis” (Viscott, D.; “El lenguaje <strong>de</strong> los<br />
sentimientos”, Edit. Emecé, Buenos Aires, 1986).<br />
Al hablar sobre “comunicación” estamos acos-<br />
tumbrados a referirnos a i<strong>de</strong>as, conceptos, palabras.<br />
Sin embargo, previo a todos ellos están nuestras sen-<br />
saciones y percepciones. Por experiencia personal sabe-<br />
mos que, a<strong>de</strong>más y previo a tener conciencia <strong>de</strong> co-<br />
lor, sabor, placer, dolor, etc. se produce una “resonan-<br />
cia interior”. Esta connotación <strong>de</strong> acercamiento o re-<br />
chazo que conlleva la percepción pertenece básicamen-<br />
te a la capacidad <strong>de</strong> respuesta que tiene el organismo.<br />
Al nacer, todo individuo sano posee “excitabilidad”<br />
(placer, pena, ira, asco, miedo, alegría, afecto, etc.).<br />
Aquí está la base orgánica <strong>de</strong> lo que, posteriormente,<br />
irá madurando, diferenciándose, perfeccionándose y<br />
que genéricamente llamaremos “afectividad” o “sen-<br />
timientos”.<br />
29
La conducta y lo biológico<br />
La conducta es fruto <strong>de</strong> la interacción entre el organismo<br />
y el ambiente.<br />
El individuo nace con un conjunto <strong>de</strong> necesida<strong>de</strong>s<br />
básicas... Así, el recién nacido está obligado a adqui-<br />
rir conductas <strong>de</strong> satisfacción. El niño poco a poco apren-<br />
<strong>de</strong>, teniendo como base la capacidad orgánica <strong>de</strong> per-<br />
cibir, a evadir situaciones <strong>de</strong> pena o <strong>de</strong>sagrado, o a<br />
acercarse a situaciones <strong>de</strong> placer ... La conciencia <strong>de</strong><br />
este funcionamiento, primeramente reflejo, aparece<br />
“a posteriori”. Es <strong>de</strong>cir, la sensación <strong>de</strong> una necesidad<br />
y/o la satisfacción <strong>de</strong> ella es un dato primario en el<br />
niño; la conciencia <strong>de</strong> ellas es producto <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong><br />
maduración.<br />
individuo necesida<strong>de</strong>s<br />
La conducta y los reflejos<br />
30<br />
conciencia<br />
Satisfacción: agrado (emoción)<br />
No satisfacción: <strong>de</strong>sagrado (emoción)<br />
La conducta es un restablecimiento o reforzamien-<br />
to <strong>de</strong> equilibrio... Toda conducta supone movimien-<br />
tos e inteligencia, pero también móviles y valores fi-<br />
nales: sentimientos.<br />
La afectividad y la inteligencia son indisolubles y<br />
constituyen dos aspectos complementarios <strong>de</strong> toda con-<br />
ducta humana.<br />
Siguiendo los planteamientos <strong>de</strong> Piaget, en el pri-<br />
mer estadio <strong>de</strong> las técnicas reflejas están los impulsos
instintivos elementales ligados a la nutrición y aquellos<br />
afectivos que correspon<strong>de</strong>n a las emociones primarias<br />
(el miedo, por ejemplo).<br />
Al segundo estadio (percepciones y hábitos) correspon<strong>de</strong>n<br />
una serie <strong>de</strong> sentimientos elementales o afec-<br />
tos perceptivos relacionados con las modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />
la actividad propia: lo agradable y lo <strong>de</strong>sagradable, el<br />
placer y el dolor, etc. Estos estados afectivos <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n<br />
<strong>de</strong> la acción propia y no todavía <strong>de</strong> la conciencia <strong>de</strong><br />
las relaciones mantenidas con las <strong>de</strong>más personas. Este<br />
estadio elemental <strong>de</strong> afectividad no tiene conciencia<br />
personal propiamente tal.<br />
Con el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la inteligencia, con la elabo-<br />
ración <strong>de</strong> un mundo exterior, con la construcción <strong>de</strong>l<br />
esquema <strong>de</strong>l “objeto” aparece un tercer nivel <strong>de</strong> afec-<br />
tividad: “elección <strong>de</strong>l objeto”, es <strong>de</strong>cir, la objetivación<br />
<strong>de</strong> los sentimientos y su propia proyección en otras activida<strong>de</strong>s<br />
que no son sólo las <strong>de</strong>l yo. Los sentimientos<br />
relacionados con la propia actividad, gracias al progre-<br />
so <strong>de</strong> las conductas inteligentes, se diferencian y se<br />
multiplican: alegrías y tristezas relacionadas con el<br />
éxito y el fracaso <strong>de</strong> los actos intencionales, esfuerzos<br />
e intereses o cansancios y falta <strong>de</strong> interés, etc.<br />
Tenemos, pues, primeramente estados afectivos<br />
y aspectos perceptivos ligados únicamente a las accio-<br />
nes <strong>de</strong>l sujeto. Luego, las acciones y las percepciones<br />
globales e indiferenciadas dan lugar a “objetos” con-<br />
cebidos como exteriores al yo e in<strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong> él.<br />
Los sentimientos elementales, entonces, son experi-<br />
mentados en función <strong>de</strong> esta objetivación <strong>de</strong> las cosas<br />
y las personas. Así nacen los sentimientos interindivi-<br />
duales. Esta “elección <strong>de</strong>l objeto” recae, primero, en la<br />
persona <strong>de</strong> la madre, luego en la <strong>de</strong>l padre y los <strong>de</strong>más<br />
seres próximos: es el principio <strong>de</strong> las simpatías y anti-<br />
31
patías; <strong>de</strong> la aparición <strong>de</strong> los sentimientos morales in-<br />
tuitivos y las regulaciones <strong>de</strong> intereses y valores.<br />
Lo consciente y lo inconsciente <strong>de</strong> la afectividad<br />
La afectividad se caracteriza por sus composiciones<br />
energéticas: son cargas distribuidas en un objeto u otro.<br />
Todo lleva al sujeto a resultados conscientes, es <strong>de</strong>cir,<br />
los sentimientos permanecen en el sujeto más o menos<br />
claramente como datos actuales. Por el contrario, el<br />
mecanismo íntimo <strong>de</strong> ellos permanece inconsciente: el<br />
sujeto no conoce ni las razones <strong>de</strong> sus sentimientos,<br />
ni su origen, ni el porqué <strong>de</strong> su intensidad ni sus even-<br />
tuales ambivalencias, etc. ...<br />
¿ Qué es la toma <strong>de</strong> conciencia? “La toma <strong>de</strong> conciencia<br />
consiste en hacer pasar ciertos elementos <strong>de</strong> un<br />
plano inferior, inconsciente, a un plano superior, consciente,<br />
y estos dos niveles no pue<strong>de</strong>n ser idénticos...<br />
La toma <strong>de</strong> conciencia constituye una reconstrucción<br />
en el plano superior <strong>de</strong> lo que ya está organizado, pero<br />
<strong>de</strong> otra manera, en el plano inferior, y las dos cues-<br />
tiones son entonces la <strong>de</strong> la utilidad funcional <strong>de</strong> esta<br />
reconstrucción y la <strong>de</strong> su procedimiento estructural”.<br />
El mundo <strong>de</strong> los sentimientos<br />
La afectividad está siempre presente en cada uno<br />
<strong>de</strong> nosotros: o bien como respuesta inmediata a una<br />
percepción presente o como respuesta gatillada y mantenida<br />
por residuos perceptivos <strong>de</strong> tiempos pasados:<br />
Así, hablamos <strong>de</strong> emociones, sentimientos y estados<br />
afectivos.<br />
32
Al hablar <strong>de</strong> sentimientos, lo más importante es<br />
tener presente cómo éstos tiñen todo contacto con la<br />
realidad. Los sentimientos dan a la realidad un senti-<br />
do personal no sólo aquí y ahora, sino también una<br />
connotación afectiva, valórica a mediano, e incluso,<br />
largo plazo. Algo me pue<strong>de</strong> agradar o <strong>de</strong>sagradar,<br />
aquí y ahora, pero <strong>de</strong>ja en mí cierta predisposición a<br />
buscarlo o rechazarlo, al margen <strong>de</strong> sí, en otro mo-<br />
mento, pueda guardar el mismo valor positivo o ne-<br />
gativo. Esto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ya nos permite compren<strong>de</strong>r por qué<br />
un mismo mundo es buscado, apreciado y valorado<br />
<strong>de</strong> tan diferentes maneras por las personas... El mun-<br />
do corre el riesgo <strong>de</strong> no ser valorado en sí mismo,<br />
sino <strong>de</strong> acuerdo a otros parámetros externos a él mismo...<br />
Así, po<strong>de</strong>mos compren<strong>de</strong>r, en parte, el <strong>de</strong>sor-<br />
<strong>de</strong>n actual <strong>de</strong> la humanidad. Los hombres, los pue-<br />
blos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus propias perspectivas, intereses, valo-<br />
res, elaboran i<strong>de</strong>ologías, sistemas, cosmovisiones, etc.<br />
Mas, también es cierto que, a<strong>de</strong>más, las cosas<br />
pue<strong>de</strong>n no caminar por cauces normales <strong>de</strong>bido a las<br />
“pasiones”: sentimientos intensos, distorsionadores,<br />
que impi<strong>de</strong>n ver, juzgar y/o actuar a<strong>de</strong>cuadamente.<br />
Para construir una nueva sociedad, un estilo diferente<br />
<strong>de</strong> relación social, una nueva civilización con elementos<br />
solidarios, fraternos, justos, <strong>de</strong> respeto, responsabilidad,<br />
etc., es preciso también conocer, manejar,<br />
poner en or<strong>de</strong>n el mundo emocional.<br />
Invitar a poner los sentimientos positivos en dirección<br />
a una nueva civilización, en favor <strong>de</strong> relaciones<br />
personales apoyadoras, he aquí alguno <strong>de</strong> los objetivos<br />
básicos <strong>de</strong> estas líneas.<br />
Qué son nuestros sentimientos, cómo los administramos,<br />
qué convendría modificar para sanarnos emo-<br />
cionalmente, qué consecuencias producirán las afecti-<br />
33
vida<strong>de</strong>s rehabilitadas en las nuevas relaciones huma-<br />
nas, etc., serán los pasos que iremos dando al abordar<br />
nuestros objetivos.<br />
¿Qué son los sentimientos?<br />
Todo organismo vivo tiene la capacidad <strong>de</strong> reac-<br />
cionar frente a un estímulo. Es la excitabilidad orgá-<br />
nica. La tienen los vegetales, animales y el hombre...<br />
Digamos que la materia viva pue<strong>de</strong> sentir y reac-<br />
cionar en forma <strong>de</strong> acercamiento o rechazo. La percep-<br />
ción la coloca en contacto consigo misma y con el mundo<br />
que la ro<strong>de</strong>a.<br />
Esta característica orgánica básica entra en el pro-<br />
ceso <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo síquico <strong>de</strong>l individuo y se trans-<br />
forma luego en percepción consciente, diferenciada,<br />
simbolizada, comunicada, etc. Gracias al <strong>de</strong>sarrollo si-<br />
cológico <strong>de</strong>l individuo llegamos al mundo <strong>de</strong> los sentimientos<br />
claros, diferenciados, complejos, etc.<br />
¿Cómo es eso? Por nuestra capacidad <strong>de</strong> pensar<br />
po<strong>de</strong>mos formar conceptos y clasificar nuestras per-<br />
cepciones. Por nuestra capacidad <strong>de</strong> sentir reacciona-<br />
mos emocionalmente ante el mundo que nos ro<strong>de</strong>a.<br />
Parece <strong>de</strong>masiado obvia esta consi<strong>de</strong>ración. Sin<br />
embargo, es mejor partir <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquí. Los seres hu-<br />
manos pensamos y sentimos. En el área <strong>de</strong> los senti-<br />
mientos estamos en lo más propio <strong>de</strong> la persona, en<br />
la intimidad <strong>de</strong> ella. Es el mundo <strong>de</strong> las vivencias.<br />
Por el sentir, le damos un significado personal e<br />
individual a la realidad. Dado que cada persona es pe-<br />
culiar, única, etc., es lógico que el mundo <strong>de</strong> los sentimientos<br />
también sea algo privativo en cada una <strong>de</strong><br />
ellas.<br />
34
La realidad es una, pero la percepción <strong>de</strong> ella y<br />
su valoración es múltiple, dada la pluralidad <strong>de</strong> orga-<br />
nismos receptores e intérpretes <strong>de</strong> esa realidad. El<br />
hombre no está hecho para vivir aislado... Cada per-<br />
sona necesita la relación consigo misma, con el próji-<br />
mo, con su hábitat, con Dios... Por este acercamiento<br />
va logrando la percepción <strong>de</strong> ellos y ella conlleva sen-<br />
timientos <strong>de</strong> plenitud, emociones, etc.<br />
Las personas que logran tener contacto y resonancia<br />
interior afectiva <strong>de</strong>sarrollan sentimientos: esperan-<br />
za, confianza, dudas, incertidumbre, alegría, entusias-<br />
mo, rabia, dolor, etc. El contacto real, verda<strong>de</strong>ro <strong>de</strong><br />
cada cual con sus propios sentimientos es el camino<br />
i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> maduración, salud síquica, equilibrio, etc.<br />
Alejarse <strong>de</strong> los sentimientos, no compren<strong>de</strong>rlos,<br />
racionalizarlos, negarlos, es simplemente negar la rea-<br />
lidad, distorsionar el mundo. Quizá alguien pue<strong>de</strong> lle-<br />
gar a creer que, en lo inmediato, eliminó el sentimien-<br />
to. La verdad, a mediano y largo plazo es que, a pe-<br />
sar <strong>de</strong> los mecanismos que use (intento <strong>de</strong> disfrazar-<br />
los, negarlos, etc.) ellos viven, y, más temprano que<br />
tar<strong>de</strong>, exigirán ser atendidos.<br />
Que el yo personal conozca, acoja y administre<br />
a<strong>de</strong>cuadamente sus sentimientos, es la base para un<br />
<strong>de</strong>sarrollo sano <strong>de</strong> la persona.<br />
Hoy día a esta persona la sicología clínica la lla-<br />
ma “asertiva”... Este apellido implica que: “se siente<br />
libre para manifestarse”. Mediante palabras y actos<br />
hace esta <strong>de</strong>claración: “Este soy yo. Esto es lo que yo<br />
siento, pienso y quiero; pue<strong>de</strong> comunicarse con per-<br />
sonas <strong>de</strong> todos los niveles (amigos, extraños y familia-<br />
res) y esta comunicación es siempre abierta, directa,<br />
franca y a<strong>de</strong>cuada; tiene una orientación activa en la<br />
vida. Va tras lo que quiere” (Fensterheim-Baer, “No<br />
35
diga Sí cuando quiera <strong>de</strong>cir No”, cap. I, Edic. Grijal-<br />
bo, Barcelona 1976).<br />
El niño sano siente afecto-amor, alegría, pena,<br />
miedo, rabia. Sin embargo, si el ambiente no permite<br />
la expresión <strong>de</strong> las emociones auténticas, el niño co-<br />
mienza a buscar sustitutos (busca cómo sustituirlos<br />
por otros) o bien apren<strong>de</strong> a acumularlos para luego ex-<br />
presarlos fuera <strong>de</strong> momento o <strong>de</strong>sproporcionadamen-<br />
te “todos <strong>de</strong> un viaje”.<br />
En esta primera etapa <strong>de</strong> la vida, los padres en-<br />
señan por mo<strong>de</strong>laje. Si los padres nunca ríen, el niño no<br />
tiene un mo<strong>de</strong>lo a<strong>de</strong>cuado para expresar su alegría.<br />
También los padres pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>scalificar la emo-<br />
ción auténtica y refuerzan en el niño la búsqueda <strong>de</strong> otra<br />
forma <strong>de</strong> expresarla (“rebusque”). Si lloras, te pego.<br />
Los padres dicen al niño lo que <strong>de</strong>be sentir. Ej.:<br />
los hombres no lloran, los hombres nunca sienten mie-<br />
do, un niño bueno no canta, etc. Nos encontramos con<br />
sentimientos no expresados por mal ambiente.<br />
Las emociones son el pan <strong>de</strong> la vida. Si éstas no<br />
se permiten habrá sustitutos (rebusques). Ej.: en lugar<br />
<strong>de</strong> frustración, rabia, etc. Des<strong>de</strong> aquí se preparan, en<br />
muchas personas, trastornos sicosomáticos.<br />
La mala administración <strong>de</strong> los sentimientos en-<br />
cuentra no pocas veces un costo diferido en términos<br />
<strong>de</strong> salud mental: el uso <strong>de</strong> mecanismos <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa.<br />
El objetivo <strong>de</strong> las <strong>de</strong>fensas es el <strong>de</strong> protegernos en<br />
el corto plazo <strong>de</strong> daños que se proyectan más distan-<br />
tes en el tiempo.<br />
“Existen, básicamente, dos tipos <strong>de</strong> sentimientos:<br />
los positivos y los negativos. Los sentimientos positi-<br />
vos incrementan el propio sentido <strong>de</strong> fuerza y bienes-<br />
36
tar, el sentido <strong>de</strong> plenitud, <strong>de</strong> vida, <strong>de</strong> totalidad y <strong>de</strong><br />
esperanza. Los sentimientos negativos interfieren con<br />
el placer, agotan la energía y <strong>de</strong>jan al sujeto extenua-<br />
do, con un sentimiento <strong>de</strong> bloqueo, vacío y soledad.<br />
Los sentimientos positivos son regocijantes, como las<br />
expresiones sexuales entre dos seres que se aman o<br />
los que acompañan el reencuentro <strong>de</strong> un amigo, o la<br />
consecución <strong>de</strong> una meta largamente buscada. Los sen-<br />
timientos negativos acarrean todo el impacto <strong>de</strong> la pér-<br />
dida, como la percepción <strong>de</strong> pequeñas muertes por<br />
doquiera que miremos” (Viscott, D.).<br />
Que el yo personal conozca, acoja y administre<br />
a<strong>de</strong>cuadamente sus sentimientos es la base para un<br />
<strong>de</strong>sarrollo sano <strong>de</strong> la persona. El potencial energéti-<br />
co síquico estará disponible para construir una perso-<br />
nalidad creadora y productiva. En cambio, una vida<br />
sicológica enredada, bloqueada por un mal manejo <strong>de</strong><br />
sentimientos distrae fuerzas, posibilida<strong>de</strong>s para ser,<br />
crecer y relacionarse.<br />
está hecho y crece<br />
El ser → abrirse a los <strong>de</strong>más → relaciones<br />
para: a través interpersonales<br />
<strong>de</strong>: a<strong>de</strong>cuadas<br />
Los sentimientos no expresados, reprimidos, tar-<br />
<strong>de</strong> o temprano, toman su <strong>de</strong>squite tiñendo percepción<br />
y juicios <strong>de</strong>l presente con tonos no atingentes, propios<br />
<strong>de</strong>l pasado.<br />
Esto nos indica cómo los sentimientos <strong>de</strong>ben participar,<br />
fundamentalmente, en la experiencia “<strong>de</strong>l aquí<br />
37
y <strong>de</strong>l ahora” y no ser arrastrados, subterráneamente,<br />
como hechos reprimidos, acumulados y no resueltos<br />
<strong>de</strong>l pasado.<br />
“El problema, en la fase inicial <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo es<br />
la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, la meta <strong>de</strong> la fase siguiente es el do-<br />
minio y el control; la meta <strong>de</strong> la vida, alcanzar la liber-<br />
tad. En la siguiente fase existe el problema <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad,<br />
inclusive en lo sexual, y el objetivo <strong>de</strong> la vida<br />
es, simplemente, sentirnos cómodos con nosotros mis-<br />
mos y aceptar nuestros sentimientos sin fingimientos”<br />
(Viscott, D., El lenguaje <strong>de</strong> los sentimientos, Editorial<br />
Emecé, Buenos Aires, 1978).<br />
Un individuo con buen trato <strong>de</strong> sí mismo, con<br />
buenos sentimientos hacia sí mismo (entiéndase acep-<br />
tación <strong>de</strong> lo propio, valoración <strong>de</strong> lo real, es <strong>de</strong>cir, con<br />
buena autoimagen), con buena relación con el mundo<br />
que lo ro<strong>de</strong>a, tal individuo, ciertamente, será capaz <strong>de</strong><br />
iniciar, mantener y madurar relaciones personales.<br />
¿Qué nos impi<strong>de</strong> una buena relación con los <strong>de</strong>-<br />
más? Muchas cosas... Pero, aquí, en el capítulo sobre<br />
los sentimientos, digamos que quizá sentimientos mal<br />
administrados (miedos, fobias, ansieda<strong>de</strong>s negativas,<br />
timi<strong>de</strong>ces, penas, enojos, culpas, <strong>de</strong>presiones, etc...)<br />
nos impi<strong>de</strong>n relacionarnos bien con los <strong>de</strong>más.<br />
Los sentimientos que esclavizan a las personas les<br />
impi<strong>de</strong>n recibir y dar lo mejor <strong>de</strong> sí mismas.<br />
Algunos pensamientos <strong>de</strong> maestros ilustres:<br />
1. “La emoción acompaña los cambios síquicos y es<br />
la fuerza que sostiene el proceso <strong>de</strong> individuación.<br />
Es la fuente principal <strong>de</strong> la conciencia” (Jung).<br />
38
2. “La emoción da energía a todas las acciones. Las<br />
emociones son la expresión <strong>de</strong> nuestra excitación<br />
fundamental, las formas y los medios para expre-<br />
sar nuestras elecciones y satisfacer nuestras nece-<br />
sida<strong>de</strong>s” (Perls, F.).<br />
3. “Reprimir u obstruir las emociones pue<strong>de</strong> llevar<br />
a enfermeda<strong>de</strong>s emocionales” (James, W.).<br />
4. “Un individuo sano conoce sus sentimientos emo-<br />
cionales, sea que éstos se expresen o no. Los sen-<br />
timientos que se niegan al conocimiento distorsio-<br />
nan la percepción que los produjo” (Rogers, C.).<br />
5. “Las emociones positivas favorecen la autorreali-<br />
zación y animan la investigación <strong>de</strong> la felicidad,<br />
tranquilidad, alegría, diversión, <strong>de</strong>porte, juegos”<br />
(Maslow, A.).<br />
6. “Las tensiones crónicas sirven para bloquear<br />
el flujo <strong>de</strong> energía que es la base <strong>de</strong> las emociones<br />
po<strong>de</strong>rosas” (Reich, W.).<br />
7. “Los neuróticos son incapaces <strong>de</strong> vivir en el pre-<br />
sente porque siempre llevan consigo situaciones<br />
sin terminar <strong>de</strong>l pasado” (Reich, W.).<br />
Un tipo <strong>de</strong> terapia <strong>de</strong> sentimientos:<br />
“aprendizaje asertivo” (A. A.)*<br />
“En la vida síquica, las emociones son el pan nues-<br />
tro <strong>de</strong> cada día. La alegría o la rabia, el entusiasmo<br />
o la <strong>de</strong>presión son los estados pasajeros que van nu-<br />
triendo la existencia” (Opazo, R.).<br />
* Ver capítulo sobre Asertividad.<br />
39
“Los afectos predominantes en el individuo con-<br />
dicionan su mirada sobre el presente... y sobre el pa-<br />
sado. La <strong>de</strong>sdicha nos hace proclives a la melancolía,<br />
la felicidad al optimismo. El estado afectivo facilita<br />
cierto tipo <strong>de</strong> conocimientos y <strong>de</strong> recuerdos, influye<br />
en nuestros pensamientos y en el procesamiento que<br />
hacemos <strong>de</strong> la información. De aquí la importancia<br />
<strong>de</strong> saber lo que siento y por qué lo siento, <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntifi-<br />
car a<strong>de</strong>cuadamente los problemas personales” (Opazo,<br />
R.).<br />
“Que tu mente se abra a lo que tu corazón ya sa-<br />
be” (Ana María Marchetti).<br />
La alteración gruesa <strong>de</strong> los sentimientos po<strong>de</strong>mos<br />
básicamente resumirla en dos gran<strong>de</strong>s categorías. Pri-<br />
meramente están las personas “planas”, que no reac-<br />
cionan emocionalmente y, por lo mismo, no tienen vi-<br />
da afectiva significativa. Esta “castración emocional”,<br />
en muy pocos casos, es una <strong>de</strong>ficiencia orgánica, neu-<br />
rológica, propia o heredada. En la mayoría <strong>de</strong> los ca-<br />
sos estos sujetos “apáticos”, en el sentido más clásico<br />
<strong>de</strong> la palabra, llegaron a ser tales por mal aprendiza-<br />
je. Son casi insensibles a todo tipo <strong>de</strong> experiencia emocional,<br />
víctimas <strong>de</strong> una enseñanza directa. Ciertamente<br />
sus maestros eran personas mentalmente enfermas.<br />
Sin embargo, también, en condiciones <strong>de</strong> vida muy<br />
adversas, ciertas personas pue<strong>de</strong>n lograr sobrevivir<br />
usando mecanismos <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa. (Los mensajes <strong>de</strong>l inconsciente<br />
podrían traducirse <strong>de</strong> la siguiente manera:<br />
tienes que sobrevivir, pero dado que las circunstancias<br />
te son tan negativas, es preferible que no las consi<strong>de</strong>-<br />
res, no las tomes en cuenta). En segundo lugar, po-<br />
dríamos consi<strong>de</strong>rar las personas que más bien tienen<br />
cierta <strong>de</strong>ficiencia en la expresión <strong>de</strong> los sentimientos.<br />
Experimentan subjetivamente sentimientos, en cierta<br />
40
forma los manifiestan al exterior, pero no lo suficien-<br />
te. Como consecuencia, los sentimientos sólo juegan<br />
un papel parcial y secundario en sus vidas.<br />
En ambos casos se trata <strong>de</strong> personas que necesi-<br />
tan ayuda profesional. Algo hablaremos ahora <strong>de</strong> un<br />
tipo <strong>de</strong> ayuda: el “aprendizaje asertivo” (A.A.).<br />
Hasta hace 30 años, los métodos <strong>de</strong> tratamiento<br />
<strong>de</strong> la conducta humana partían <strong>de</strong> Freud y aceptaban<br />
la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que las personas son fundamentalmente im-<br />
potentes hasta que tienen conocimiento <strong>de</strong> los conflic-<br />
tos, fuerzas y fantasías que resi<strong>de</strong>n en el inconsciente<br />
y los traumas infantiles que los originaron. Sin embar-<br />
go, la Sicología Clínica conoció el nacimiento <strong>de</strong> la te-<br />
rapia <strong>de</strong> la conducta y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces la conducta en<br />
sí misma ha comenzado a tener importancia en el tra-<br />
tamiento terapéutico.<br />
La Terapia Conductual (T.C.) cambió la norma<br />
tradicional. El sicoanálisis pregunta: “¿Por qué usted<br />
está así?; la T.C. pregunta, en cambio: ¿Qué po<strong>de</strong>mos<br />
hacer para cambiarle ahora?...<br />
La Terapia Conductual toma el problema <strong>de</strong>l in-<br />
dividuo tal como existe en la actualidad, i<strong>de</strong>ntifica la<br />
conducta específica que se <strong>de</strong>sea cambiar con el fin<br />
<strong>de</strong> resolver sus dificulta<strong>de</strong>s e intenta sistemáticamente<br />
transformar esa conducta basándose sobre todo, aun-<br />
que no exclusivamente, en métodos <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> la<br />
sicología <strong>de</strong>l aprendizaje, el condicionamiento y el análisis<br />
<strong>de</strong> las conductas observables, que pue<strong>de</strong>n imitar-<br />
se y medirse, antes que en procesos, impulsos o con-<br />
flictos <strong>de</strong>l inconsciente. En la línea sicológica conduc-<br />
tual el Aprendizaje Asertivo (A.A.) es una <strong>de</strong> sus múltiples<br />
líneas terapéuticas.<br />
Digamos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un comienzo que no po<strong>de</strong>mos<br />
confundir agresión con aserción. La agresión es un ac-<br />
41
to contra los <strong>de</strong>más. La aserción es la <strong>de</strong>fensa a<strong>de</strong>cua-<br />
da <strong>de</strong> uno mismo. La aserción se apren<strong>de</strong>. Un “best<br />
seller” en esta línea está representado por el libro:<br />
“No diga Sí cuando quiere <strong>de</strong>cir No” (Fensterheim-<br />
Baer, Edit. Grijalbo, Barcelona, 1976).<br />
Esquema general:<br />
42<br />
conciencia<br />
grado <strong>de</strong> mundo<br />
Necesida<strong>de</strong>s satisfacción afectivo<br />
Esquemas básicos:<br />
1. Necesida<strong>de</strong>s frustración:<br />
sin respuestas: (incluye<br />
distintas<br />
formas <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>sajustes<br />
emocionales)<br />
2. Problema social frustración:<br />
no resuelto:<br />
—ansiedad<br />
—tristeza<br />
—rabia<br />
—inestabilidad emocional<br />
—impulsividad<br />
—hiperemotividad, etc.<br />
—ansiedad<br />
—<strong>de</strong>presión<br />
—alcoholismo<br />
—drogadicción, etc.<br />
Los sentimientos nacen, maduran, se consolidan.<br />
Este <strong>de</strong>sarrollo podrá ser bueno, regular, malo... ¿Qué<br />
hacer cuando el mundo <strong>de</strong> los sentimientos no es sa-<br />
no, sicológicamente hablando?...<br />
La rehabilitación sicológica, aun hoy día, presenta<br />
diferentes líneas <strong>de</strong> acción. Nosotros hemos presenta-<br />
do en estas líneas sólo una <strong>de</strong> ellas. No es la más<br />
conocida, tampoco po<strong>de</strong>mos asegurar que sea la más
eficiente. Sin embargo, la presentamos porque es sen-<br />
cilla, y ha resultado útil a muchos pacientes que se la<br />
han autoadministrado a partir <strong>de</strong>l excelente libro ya<br />
mencionado: “No diga Sí, cuando quiera <strong>de</strong>cir No”<br />
(Fensterheim-Baer).<br />
La Terapia Conductual (T.C.) administra el arte<br />
<strong>de</strong> relacionarse con las personas y el mundo que le<br />
ro<strong>de</strong>a. A esta área <strong>de</strong> la T.C. se la llama, como ya lo<br />
dijimos: “aprendizaje asertivo”. (Ver capítulo “Aser-<br />
tividad”).<br />
¿Qué es asertividad? Una vez más digamos que es<br />
la expresión a<strong>de</strong>cuada <strong>de</strong> cualquier emoción, que no<br />
sea la ansiedad, hacia otra persona. Una persona <strong>de</strong>be<br />
vivir en relación activa con su ambiente y respon<strong>de</strong>r a<br />
los cambios <strong>de</strong>l mundo exterior con cambios en su sis-<br />
tema nervioso. Al cambiar la situación apren<strong>de</strong>mos a<br />
cambiar.<br />
Refiriéndonos a dos nuevos conceptos necesarios<br />
en la comprensión <strong>de</strong> nuestro planteamiento digamos<br />
que: excitación es el proceso cerebral que exalta la ac-<br />
tividad y facilita la formación <strong>de</strong> nuestras respuestas<br />
condicionadas. Por el contrario, “inhibición” es un<br />
proceso <strong>de</strong>salentador que disminuye la actividad y el<br />
aprendizaje <strong>de</strong> algo nuevo.<br />
En el tratamiento <strong>de</strong>l aprendizaje asertivo (A.A.),<br />
el paciente respon<strong>de</strong> a situaciones sociales con cólera,<br />
afecto, o cualquiera otra emoción que inhibe o contras-<br />
ta la ansiedad. Por ejemplo, en las sesiones <strong>de</strong> A.A.<br />
el paciente estimula las situaciones que le provocan<br />
ansiedad mediante la interpretación <strong>de</strong> diversos pape-<br />
les externos al paciente para que exprese sentimientos<br />
que no sean <strong>de</strong> ansiedad durante la actuación.<br />
“Saber lo que uno siente no es suficiente; <strong>de</strong>be-<br />
mos expresarlo y expresarlo a<strong>de</strong>cuadamente”.<br />
43
Inventario <strong>de</strong> Aserción<br />
44<br />
1. ¿Compra cosas que no <strong>de</strong>sea realmente, sólo por-<br />
que le resulta difícil <strong>de</strong>cirle no al ven<strong>de</strong>dor?<br />
2. ¿Vacila cuando tiene que <strong>de</strong>volver algo en una<br />
tienda, incluso teniendo buenas razones para ha-<br />
cerlo?<br />
3. Si alguien habla en voz alta durante una película,<br />
obra <strong>de</strong> teatro o concierto, ¿es capaz <strong>de</strong> pedirle<br />
que se calle?<br />
4. ¿Es capaz <strong>de</strong> iniciar una conversación con un ex-<br />
traño?<br />
5. ¿Tiene problemas para mantener la conversación<br />
en los actos sociales?<br />
6. ¿Actúan los <strong>de</strong>más como si lo juzgaran a usted abu-<br />
rrido?<br />
7. ¿Está usted satisfecho <strong>de</strong> su vida social?<br />
8. Cuando un amigo le hace una petición irrazona-<br />
ble, ¿es usted capaz <strong>de</strong> negarse?<br />
9. ¿Es capaz <strong>de</strong> pedir favores, <strong>de</strong> hacer peticiones a<br />
sus amigos?<br />
10. ¿Pue<strong>de</strong> usted criticar a un amigo?<br />
11. ¿Pue<strong>de</strong> usted alabar a un amigo?<br />
12. Cuando alguien le dice un cumplido, ¿sabe usted<br />
qué respon<strong>de</strong>r?<br />
13. ¿Existe alguien con quien usted comparta sus sen-<br />
timientos íntimos?<br />
14. ¿Preferiría reprimir sus sentimientos que hacer<br />
una escena?...
15. ¿ Es usted espontáneo(a) durante el acto sexual?<br />
16. ¿ Encuentra dificultad para llamar la atención (amonestar)<br />
a un subordinado?<br />
Cualquiera sea su problema <strong>de</strong> relaciones huma-<br />
nas, tenga presente estos principios básicos si <strong>de</strong>sea<br />
rehabilitarse:<br />
1. Revele su propio Yo todo lo posible, teniendo en<br />
cuenta sólo la situación y tipo <strong>de</strong> relación;<br />
2. Trate <strong>de</strong> expresar a<strong>de</strong>cuadamente todos sus senti-<br />
mientos, ya sean <strong>de</strong> cólera o <strong>de</strong> ternura;<br />
3. Actúe <strong>de</strong> tal modo que aumente su autoestima y<br />
el respeto por sí mismo;<br />
4. Examine su propia conducta y <strong>de</strong>fina las áreas en<br />
que le gustaría ser más asertivo.<br />
45
3.<br />
Aprenda a vivir bien<br />
Miramos al hombre que nos cruza en la calle y<br />
sospechamos la petición que lleva en su corazón: pi<strong>de</strong><br />
a Dios, al prójimo, a sí mismo, al entorno, que le rega-<br />
len sabiduría. Ha caminado mucho o poco, pero lo su-<br />
ficiente para <strong>de</strong>scubrir que muchas cosas son útiles y<br />
necesarias en la vida, pero una sola es imprescindible:<br />
saber vivir.<br />
¿Cómo se apren<strong>de</strong> a vivir?, ¿quién y dón<strong>de</strong> ense-<br />
ña a vivir?... En la contemplación <strong>de</strong> la naturaleza, en<br />
la vida sencilla <strong>de</strong>l hermano pescador, minero, campe-<br />
sino; en la palabra inspirada, proclamada en un tem-<br />
plo; en la transparencia <strong>de</strong>l dolor en los hospitales o<br />
cementerios, encontramos sabiduría...<br />
Lamentablemente son escasos los maestros que<br />
enseñan sistemáticamente el arte <strong>de</strong> vivir bien...<br />
Las personas llegan a la adultez joven, pasada la<br />
primera juventud; <strong>de</strong>ben asumir responsabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />
adultos y entonces echan <strong>de</strong> menos un padre o una<br />
madre, un profesor o un lí<strong>de</strong>r que, trascendiendo las<br />
necesida<strong>de</strong>s reales e inmediatas, hubiese compartido<br />
su sabiduría para vivir y convivir con éxito.<br />
En las personas, se acumulan fantasmas, <strong>de</strong>for-<br />
maciones, vestigios intelectuales, llámense imágenes,<br />
recuerdos, juicios, seudo valores, etc., que impi<strong>de</strong>n<br />
46
una existencia cómoda consigo mismas y con los <strong>de</strong>-<br />
más; en las personas, se acumulan sentimientos, es-<br />
tados <strong>de</strong> ánimo, llámense temores, rencores, inhibi-<br />
ciones, etc., que enredan el vivir personal y la convi-<br />
vencia social; en las personas, se acumulan estilos <strong>de</strong><br />
relaciones, modos <strong>de</strong> ser, formas <strong>de</strong> convivencia agre-<br />
sivas, <strong>de</strong>presivas, impersonales, <strong>de</strong>scomprometidas,<br />
distantes, etc., que impi<strong>de</strong>n la integración, la comu-<br />
nión y la participación comunitaria.<br />
Herida por la vida va la mayoría <strong>de</strong> la humani-<br />
dad. En muchas oportunida<strong>de</strong>s estas personas hacen<br />
sinceros propósitos <strong>de</strong> cambiar <strong>de</strong> vida, pero, muy<br />
pronto, lamentablemente, se dan cuenta <strong>de</strong> que no bas-<br />
tan los buenos <strong>de</strong>seos.<br />
Los creyentes frecuentan sus templos, asisten a<br />
sus servicios religiosos, apren<strong>de</strong>n hacia dón<strong>de</strong> ir, pero<br />
les falta el cómo... La realidad la tienen como expe-<br />
riencia personal, las metas gratificantes las acogen co-<br />
mo “buenas noticias”; sin embargo, entre el punto <strong>de</strong><br />
partida y el <strong>de</strong> llegada se les presenta un vacío, un no<br />
saber cómo hacer camino.<br />
Dios, a través <strong>de</strong> Jesucristo, nos ha mostrado el<br />
camino. Más aún, Jesús es el camino. Pero, el hom-<br />
bre <strong>de</strong> hoy exige “noveda<strong>de</strong>s”. Aunque sólo en Jesu-<br />
cristo está nuestra salvación; aunque las bienaventu-<br />
ranzas <strong>de</strong>l monte (Mt 5) garantizan ciertamente, tam-<br />
bién hoy día, el crecer sano <strong>de</strong>l hombre, en consi<strong>de</strong>-<br />
ración a la <strong>de</strong>bilidad humana, presentamos en las si-<br />
guientes consi<strong>de</strong>raciones la traducción sicológica mo-<br />
<strong>de</strong>rna <strong>de</strong> la eterna sabiduría divina. Concretamente<br />
hablaremos al hombre maltratado <strong>de</strong> estos tiempos,<br />
<strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong> sus emociones, <strong>de</strong> sus afectos.<br />
47
Nuestro mundo interior tiene una capacidad am-<br />
plia <strong>de</strong> reaccionar; la resonancia que producen en él<br />
las situaciones, las personas o las cosas van <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />
paz a la ansiedad pasando por la irritación y la tris-<br />
teza. A todos estos estados interiores los llamamos<br />
“emociones” y con ellos tejemos la trama <strong>de</strong> la felici-<br />
dad o <strong>de</strong>sdicha, en nuestras vidas.<br />
En primer lugar, digamos que esas “resonancias<br />
interiores” o emociones pue<strong>de</strong>n sernos agradables o<br />
<strong>de</strong>sagradables y, como tales, clasificarlas en nuestras<br />
nomenclaturas sicológicas. En las primeras ponemos,<br />
por ejemplo, la paz, la alegría, la serenidad, la jovia-<br />
lidad; en las segundas, por el contrario, colocamos la ansiedad,<br />
la tristeza, la irritación, etc.<br />
La vida es como es y en ella cada ser humano <strong>de</strong>-<br />
be apren<strong>de</strong>r a vivir. Es ventajosa una buena filosofía.<br />
Si es tal, preferiremos buscar positivamente las ale-<br />
grías dado que, <strong>de</strong> todas maneras, las penas llegan.<br />
Es errado preten<strong>de</strong>r cambiar las “reglas básicas <strong>de</strong>l<br />
juego” en la realidad humana personal o social. Por<br />
eso, si no es razonable esperar ser completamente fe-<br />
liz o sólo exitoso siempre, po<strong>de</strong>mos, al menos, aspirar<br />
a sacarle el mejor partido a los momentos positivos.<br />
A un hombre comprometido con la vida, a los in-<br />
dividuos encariñados con la existencia lo que les co-<br />
rrespon<strong>de</strong> es buscar maneras cómo disminuir las emo-<br />
ciones <strong>de</strong>sagradables, aumentando las agradables. En<br />
una palabra, para ser feliz como seres humanos es pre-<br />
ferible buscar positivamente las alegrías porque las pe-<br />
nas llegan solas.<br />
48
¿De dón<strong>de</strong> surgen nuestras emociones?<br />
Los estados emocionales pue<strong>de</strong>n surgir <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una<br />
triple vertiente. Las enumeramos brevemente: <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
la estimulación física externa y directa <strong>de</strong> una parte<br />
cualquiera <strong>de</strong>l organismo; <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las percepciones sensoriales<br />
<strong>de</strong> sí mismo o <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l propio<br />
organismo, y, finalmente, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el pensamiento o <strong>de</strong>-<br />
seo. Digamos claramente que esta distinción es más<br />
pedagógica que real; en efecto, <strong>de</strong> hecho, en la pro-<br />
ducción <strong>de</strong> nuestros estados emotivos contribuyen si-<br />
multáneamente las tres fuentes.<br />
Corrientemente la mayoría <strong>de</strong> las personas con-<br />
si<strong>de</strong>ra que las emociones que tienen han sido causadas<br />
por acontecimientos externos, digamos por estímulos<br />
<strong>de</strong>l entorno. Obviamente no pocas <strong>de</strong> ellas encuentran<br />
una a<strong>de</strong>cuada explicación en un “estímulo” externo.<br />
Sin embargo, también es cierto y lo sabemos, incluso,<br />
por experiencia personal, que muchas emociones <strong>de</strong>-<br />
pen<strong>de</strong>n principalmente <strong>de</strong> la interpretación que noso-<br />
tros hacemos <strong>de</strong> tales “estímulos”.<br />
¿Qué quiere <strong>de</strong>cir esto? Que los pensamientos, las<br />
frases interiores, la filosofía <strong>de</strong> la vida, la forma que<br />
tenemos <strong>de</strong> percibir, etc., son la causa, la explicación<br />
<strong>de</strong> muchos <strong>de</strong> nuestros estados emotivos.<br />
Nos encontramos, pues, con que, por un lado, están<br />
objetivamente las luchas, las personas, las cosas,<br />
pero también, por otro lado, están la visión, la valora-<br />
ción que hacemos <strong>de</strong> ellos. En la práctica, la causa <strong>de</strong><br />
nuestras emociones la encontramos preferentemente<br />
en las “frases interiores” que nos repetimos a noso-<br />
tros mismos, más que en las cosas y las personas en su<br />
significación propia, objetiva.<br />
49
¿Qué son las i<strong>de</strong>as no-realistas<br />
o irracionales?<br />
Es cierto que la realidad tiene su propia objetivi-<br />
dad. Sin embargo, también es verdad que no siempre<br />
nuestras i<strong>de</strong>as, nuestros juicios coinci<strong>de</strong>n con la reali-<br />
dad objetiva. Con frecuencia nosotros nos hacemos,<br />
por cuenta propia, nuestras particulares y personales<br />
i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> las situaciones, personas o cosas... ¿Qué pa-<br />
pel juegan estas “i<strong>de</strong>as” en nuestras resonancias emo-<br />
cionales?... Estas i<strong>de</strong>as, ¿son capaces <strong>de</strong> teñir subjeti-<br />
vamente nuestras percepciones?, ¿llegan a jugar un pa-<br />
pel importante en nuestras valoraciones?...<br />
Sin necesidad <strong>de</strong> extensos planteamientos, la vida<br />
<strong>de</strong> cada día nos muestra cuán <strong>de</strong>cisivas son las i<strong>de</strong>as,<br />
interpretaciones subjetivas (i<strong>de</strong>as no-realistas, i<strong>de</strong>as<br />
no-razonables) en nuestros comportamientos.<br />
En la presente consi<strong>de</strong>ración, nos interesa espe-<br />
cialmente subrayar el papel que juegan estas i<strong>de</strong>as no-<br />
razonables (irracionales) en la génesis, mantención y consolidación<br />
<strong>de</strong> las emociones negativas (miedo, ira, <strong>de</strong>presión,<br />
etc.).<br />
Tomemos un ejemplo <strong>de</strong> i<strong>de</strong>a no-realista. Supon-<br />
go que es a<strong>de</strong>cuado exigirme que <strong>de</strong>bo caer siempre<br />
bien a todas las personas. Si, <strong>de</strong> hecho, no agrado a<br />
un compañero <strong>de</strong> trabajo o a un pariente <strong>de</strong> mi pareja<br />
el <strong>de</strong>ber ser agradable a todos pone en juego mi segu-<br />
ridad personal, mi autoimagen. Porque pienso que<br />
siempre y a todas las personas <strong>de</strong>bo caer bien; dado<br />
que, <strong>de</strong> hecho, no soy agradable a una persona, en mi<br />
cabeza empiezan a tomar cuerpo i<strong>de</strong>as, juicios tales<br />
como: “eres <strong>de</strong>spreciable”, “no vales como toda la<br />
gente”, etc. Estas i<strong>de</strong>as o juicios errados terminan ge-<br />
nerando sentimientos <strong>de</strong> crítica, <strong>de</strong> <strong>de</strong>scontento, <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>svalorización personal.<br />
50
La educación recibida, en especial, en la familia;<br />
los mensajes que encierra la propaganda presentada<br />
por los medios <strong>de</strong> comunicación, la propia experiencia<br />
<strong>de</strong> la vida mal interpretada, etc., son algunas <strong>de</strong> las<br />
fuentes que van llenando la cabeza <strong>de</strong> las personas <strong>de</strong><br />
“i<strong>de</strong>as irracionales”.<br />
Si logramos sanar nuestra capacidad <strong>de</strong> pensar, es<br />
<strong>de</strong>cir, si nos <strong>de</strong>shacemos <strong>de</strong> aquellas i<strong>de</strong>as no-realis-<br />
tas nos libraremos <strong>de</strong> una buena cantidad <strong>de</strong> trastor-<br />
nos emocionales inútiles, más aún, dañinos: temores,<br />
insegurida<strong>de</strong>s, tristezas, etc.<br />
¿Cómo <strong>de</strong>shacernos <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as irracionales?<br />
Miremos los contenidos y los efectos <strong>de</strong> la publi-<br />
cidad televisiva. Plantean el éxito en la conquista <strong>de</strong><br />
pareja en base al uso <strong>de</strong> un <strong>de</strong>terminado producto.<br />
Tú, sin pensarlo, acogiste el mensaje y “creaste” en ti<br />
la necesidad. Ahora pue<strong>de</strong>s cuestionarte: “¿es verdad<br />
que para tener éxito con mi pareja necesito consumir<br />
o usar tal o cual producto?”. Tú tienes éxito con tu pa-<br />
reja cuando comparten, cuando se escuchan, cuando<br />
se apoyan, cuando se respetan, etc. Si comparas la rea-<br />
lidad <strong>de</strong> los buenos momentos compartidos con tu pa-<br />
reja y el uso o consumo <strong>de</strong>l producto <strong>de</strong> la propagan-<br />
da televisiva verás que la “necesidad” que te creó la<br />
propaganda no es tal; <strong>de</strong>scubrirás que la armonía <strong>de</strong><br />
tu pareja se da al margen <strong>de</strong> los productos publicita-<br />
dos.<br />
Las i<strong>de</strong>as no realistas se <strong>de</strong>struyen confrontando-<br />
las, es <strong>de</strong>cir, comparándolas con la realidad.<br />
51
Otro ejemplo. Si no le caigo bien a una persona,<br />
¿qué quiere <strong>de</strong>cir?... Que yo tengo <strong>de</strong>recho a ser como<br />
soy y que la otra persona a quien no le caigo bien tie-<br />
ne <strong>de</strong>recho a esperar, <strong>de</strong>sear <strong>de</strong> las personas cierto es-<br />
tilo, ciertas maneras <strong>de</strong> ser que yo, en verdad, no po-<br />
seo.<br />
¿Qué pasa si mis <strong>de</strong>rechos y los <strong>de</strong> esta persona<br />
no coinci<strong>de</strong>n?... La vida me <strong>de</strong>muestra que simple-<br />
mente no pasa nada catastrófico. La otra persona cier-<br />
tamente encontrará personas según sus gustos y yo en-<br />
contraré (siendo tal cual soy) otras personas con quie-<br />
nes empatizaremos... Así, la i<strong>de</strong>a no razonable <strong>de</strong> caer<br />
bien siempre a todas las personas, pier<strong>de</strong> su seudo<br />
fuerza. A través <strong>de</strong> simples reflexiones, comparacio-<br />
nes, confrontaciones con la realidad se logran trabajar<br />
las i<strong>de</strong>as irracionales. Si <strong>de</strong>scubro que no son exactas,<br />
que su firmeza y vali<strong>de</strong>z sólo eran aparentes trataré<br />
<strong>de</strong> cambiarlas y las nuevas i<strong>de</strong>as, más acor<strong>de</strong>s con la<br />
realidad no servirán <strong>de</strong> soporte <strong>de</strong> emociones negati-<br />
vas. Las i<strong>de</strong>as no realistas bloquean una mirada obje-<br />
tiva <strong>de</strong> la vida.<br />
Algunas i<strong>de</strong>as no razonables <strong>de</strong> uso común<br />
52<br />
1. Es absolutamente necesario para un adulto sentir-<br />
se amado y aprobado por todas las personas im-<br />
portantes <strong>de</strong> su medio.<br />
2. Para consi<strong>de</strong>rarse importante una persona <strong>de</strong>be ser<br />
siempre competente, a<strong>de</strong>cuada y capaz <strong>de</strong> con-<br />
seguir sus metas.<br />
3. Si las cosas no salen como uno <strong>de</strong>sea es algo es-<br />
pantoso y catastrófico.
4. Las personas malas y viciosas <strong>de</strong>ben ser siempre<br />
severamente castigadas por su maldad.<br />
5. Si algo pue<strong>de</strong> resultar peligroso o espantoso hay<br />
que preocuparse siempre terriblemente por ello y<br />
atormentarse sin cesar por tal eventualidad.<br />
6. Es más fácil rehuir las dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la vida que<br />
hacerles frente.<br />
7. Todo tiene una solución buena, precisa y perfecta<br />
y es una catástrofe no encontrarla.<br />
8. La mayor felicidad es aquella que llega sola.<br />
9. Hagas lo que hagas no tiene sentido porque todo<br />
está <strong>de</strong>terminado.<br />
10. La felicidad y el dolor <strong>de</strong>l hombre no <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n<br />
<strong>de</strong> él.<br />
53
4.<br />
Sea feliz: realícese<br />
El Sistema Nervioso Autónomo<br />
El cerebro emocional primitivo controla nuestras<br />
emociones y las <strong>de</strong>más funciones corporales acerca <strong>de</strong><br />
las cuales la naturaleza nos ha <strong>de</strong>jado poco por <strong>de</strong>ci-<br />
dir. El total <strong>de</strong> esta parte involuntaria <strong>de</strong> nuestro sis-<br />
tema nervioso (estructura <strong>de</strong>l cerebro primitivo, las<br />
huellas nerviosas, las terminaciones nerviosas, los ca-<br />
minos <strong>de</strong> realimentación) se llama Sistema Nervioso<br />
Autónomo (S.N.A.).<br />
Los estudiosos consi<strong>de</strong>ran que el S.N.A. tiene dos<br />
partes diferentes y que se encargan <strong>de</strong> funciones diver-<br />
sas <strong>de</strong> nuestro cuerpo. Una mitad, cuando está acti-<br />
va, nos hace sentimos bien; la otra mitad, cuando es-<br />
tá activa, nos hace sentirnos incómodos. La primera es<br />
el sistema <strong>de</strong> la “diversión” o parasimpático; la segun-<br />
da es el sistema <strong>de</strong> “miedo” o <strong>de</strong> “escape-lucha” o<br />
simpático.<br />
¿Qué es sentirse bien?... Son tantas las activida-<br />
<strong>de</strong>s que pue<strong>de</strong>n inspirar lo que llamamos “sentirse<br />
bien”, que la tarea <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir qué es lo que tienen<br />
en común no es fácil.<br />
Felizmente, hay una cosa bien clara: las mita<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> nuestro sistema nervioso involuntario no pue<strong>de</strong>n<br />
actuar simultáneamente. Si la mitad <strong>de</strong> miedo está ac-<br />
tiva, se inhibe la otra mitad <strong>de</strong> la diversión y viceversa.<br />
54
Así, la sicoterapia básicamente consiste en establecer<br />
condiciones en las que podamos estimular la mi-<br />
tad que correspon<strong>de</strong> a sentirnos bien.<br />
Si es cierto que, a través <strong>de</strong> la sicoterapia, no po-<br />
<strong>de</strong>mos actuar directamente sobre el sistema nervioso<br />
involuntario, sí po<strong>de</strong>mos hacerlo indirectamente.<br />
Sentirse bien es, por otro lado, permitir que nues-<br />
tro organismo satisfaga sus necesida<strong>de</strong>s. Un cuerpo sa-<br />
tisfecho se siente cómodo, distensionado, feliz; un corazón<br />
satisfecho es capaz <strong>de</strong> dar y recibir alegría,<br />
amor, comprensión, ayuda.<br />
La capacidad <strong>de</strong> oír “las voces interiores”<br />
¿Qué es lo que realmente necesita el hombre pa-<br />
ra sentirse pleno en humanidad? Son muchos los in-<br />
vestigadores sociales que, responsablemente, han in-<br />
tentado, a través <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong>l pensamiento dar<br />
una respuesta a<strong>de</strong>cuada a esta pregunta...<br />
Desgraciadamente, a través <strong>de</strong> las <strong>de</strong>ficiencias humanas,<br />
limitaciones, patologías, etc., quisieron, por lo<br />
general, entregar su aporte... Se llegó a una esencia,<br />
a una humanidad no muy clara: juntando pedazos en-<br />
fermos, mirando la otra cara <strong>de</strong> la enfermedad, y,<br />
por lo tanto suponiendo, las partes sanas se ha inten-<br />
tado trabajar con un “i<strong>de</strong>al” <strong>de</strong> hombre...<br />
Hoy, gracias a pioneros humanistas, la sicología<br />
ensayó otro camino. Uno <strong>de</strong> sus más famosos repre-<br />
sentantes, A. Maslow, estudió a los gran<strong>de</strong>s triunfado-<br />
res. ¿Qué entendió por gran<strong>de</strong>s triunfadores? Estudió<br />
a los más felices, a los que alcanzan mayores éxitos,<br />
a los individuos más creadores, más constructivos.<br />
¿Qué <strong>de</strong>scubrió en ellos? Las personas sanas, fuertes,<br />
55
<strong>de</strong>finidas exitosas, tienen en común ser capaces <strong>de</strong><br />
oír las voces <strong>de</strong> sus sentimientos internos más clara-<br />
mente que la mayoría <strong>de</strong> las personas.<br />
Según los estudios <strong>de</strong> la sicología humanista todo<br />
individuo tiene ten<strong>de</strong>ncia hacia la salud, con impulso<br />
hacia el crecimiento o hacia la realización <strong>de</strong> las po-<br />
tencialida<strong>de</strong>s humanas. Sin embargo, sólo una parte<br />
<strong>de</strong> la población humana logra la i<strong>de</strong>ntidad, individua-<br />
lidad, plenitud o autorrealización.<br />
La logran los que son capaces <strong>de</strong> escuchar las vo-<br />
ces <strong>de</strong>l impulso, <strong>de</strong> distinguir las señales internas, <strong>de</strong><br />
percibir los indicios o estímulos interiores... ¿Qué es-<br />
tá en juego en el individuo que se aleja <strong>de</strong> la plena<br />
humanidad, <strong>de</strong>l florecimiento total <strong>de</strong> la naturaleza<br />
humana?... Simplemente la disminución <strong>de</strong> humani-<br />
dad, es <strong>de</strong>cir, ser una persona disminuida, temerosa,<br />
falta <strong>de</strong> confianza en sí misma, con una pobre imagen <strong>de</strong><br />
sí misma, etc.<br />
A la larga, lo que está en juego es la pérdida o<br />
no realización <strong>de</strong> las capacida<strong>de</strong>s y posibilida<strong>de</strong>s hu-<br />
manas. En nuestros días, esto se ve expresado en per-<br />
sonas con <strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nes espirituales, sin sentido <strong>de</strong> la vi-<br />
da, afligidas y sin valor, incapaces <strong>de</strong> amar, <strong>de</strong>sespe-<br />
ranzadas, sin visión <strong>de</strong> futuro, a disgusto consigo mis-<br />
mas, con sensación y reconocimiento <strong>de</strong> estar perdien-<br />
do el tiempo, incapaces <strong>de</strong> reír...<br />
La persona que falla en su <strong>de</strong>sarrollo personal,<br />
pue<strong>de</strong> recuperarse. Esta recuperación incluye que el<br />
yo vuelva a percibir y reconocer las señales internas;<br />
sepa nuevamente qué y quién le agrada o <strong>de</strong>sagrada;<br />
escuche las voces <strong>de</strong>l impulso que le indican cuándo<br />
comer, dormir, orinar, <strong>de</strong>scansar, etc.<br />
Si todos tenemos el impulso <strong>de</strong> mejorar, realizar<br />
nuestras potencialida<strong>de</strong>s, ¿qué es lo que nos <strong>de</strong>tiene?<br />
56
La fuerza <strong>de</strong> los agentes socializadores que <strong>de</strong>sconfían<br />
<strong>de</strong> la sabiduría orgánica, <strong>de</strong> la experiencia milenaria<br />
<strong>de</strong> los impulsos y señas interiores, llámense padres,<br />
profesores, tradición, cultura, etc.<br />
Digamos, finalmente, a propósito <strong>de</strong> ser capaces<br />
<strong>de</strong> escuchar las señales interiores que, en parte, es<br />
<strong>de</strong>scubrir lo que uno es, <strong>de</strong>scubrir qué es lo que uno<br />
quiere hacer con su propia vida.<br />
Características <strong>de</strong> las personas exitosas<br />
¿Qué hacen las personas exitosas, triunfadoras?<br />
Estas personas están <strong>de</strong>dicadas a algo externo a sí mis-<br />
mas, se <strong>de</strong>dican a una causa exterior a su propio cuer-<br />
po: sienten que tienen una misión, una tarea; en ter-<br />
minología religiosa diríamos que viven su “vocación”,<br />
están en buen estado <strong>de</strong> salud física, tienen las nece-<br />
sida<strong>de</strong>s básicas satisfechas, tienen una causa en la que<br />
creen; tienen una “vocación” a la que se consagran;<br />
lo que realizan lo hacen en busca <strong>de</strong> valores últimos,<br />
finales que intrínsecamente valen la pena; esos valo-<br />
res los protegen y aman, si estos valores se ven ame-<br />
nazados se juegan por ellos: en una palabra, están mo-<br />
tivados por verda<strong>de</strong>s eternas, por los valores <strong>de</strong>l ser<br />
(verdad, belleza, justicia, etc.). En estas personas, lo<br />
que llamamos vida religiosa, platónica o racional re-<br />
sulta ser una parte importante <strong>de</strong> la naturaleza huma-<br />
na. Estas personas, en su vida, van más allá <strong>de</strong> las po-<br />
larida<strong>de</strong>s, en los opuestos tratan <strong>de</strong> captar la unicidad<br />
subyacente, tratan <strong>de</strong> integrar todo, haciendo la vida,<br />
las situaciones, la convivencia más comprensiva...<br />
Del estudio <strong>de</strong> las personas exitosas po<strong>de</strong>mos ex-<br />
traer lo que es capaz <strong>de</strong> lograr el hombre: lo que se<br />
57
da en ellos es propio <strong>de</strong> los humanos. Lo que es pro-<br />
pio <strong>de</strong> los humanos, porque yo también lo soy, <strong>de</strong>be<br />
ser mi meta, <strong>de</strong>be i<strong>de</strong>ntificarse con mis aspiraciones.<br />
A través <strong>de</strong> la selección <strong>de</strong> personas saludables, fuer-<br />
tes, creativas y virtuosas, la línea humanista postula,<br />
en la corriente sicológica americana, que: po<strong>de</strong>mos<br />
tener una verda<strong>de</strong>ra y positiva visión <strong>de</strong>l ser humano;<br />
po<strong>de</strong>mos saber cuánto pue<strong>de</strong> crecer la gente, es <strong>de</strong>cir,<br />
que pue<strong>de</strong> llegar a ser un hombre.<br />
¿Cómo pue<strong>de</strong> una persona común y corriente<br />
adiestrarse para escuchar las “voces interiores”? Abra-<br />
ham Maslow respon<strong>de</strong> con toda sencillez: “Cierra los<br />
ojos, corta los ruidos, <strong>de</strong>sconecta los pensamientos,<br />
aleja las preocupaciones, relájate <strong>de</strong> un modo recepti-<br />
vo. Espera simplemente ver qué pasa, qué viene”. Ahí<br />
sentirás, <strong>de</strong>scubrirás cuáles son tus peculiarida<strong>de</strong>s, có-<br />
mo eres tú, cuáles son tus potencialida<strong>de</strong>s, cuál es tu<br />
estilo, cuál es tu ritmo, cuáles son tus gustos, cuáles<br />
son tus valores, hacia dón<strong>de</strong> se dirige tu cuerpo, qué<br />
tan semejante eres a los <strong>de</strong>más, etc...<br />
Las características <strong>de</strong>l mundo<br />
en las “experiencias cumbres”<br />
El hombre “realizado” reconoce y satisface sus<br />
necesida<strong>de</strong>s biológicas y sus necesida<strong>de</strong>s espirituales.<br />
Al vivir sus necesida<strong>de</strong>s espirituales, que correspon-<br />
<strong>de</strong>n a los valores <strong>de</strong>l ser (belleza, justicia, bondad,<br />
etc.), las personas <strong>de</strong> calidad, autorrealizadas, etc., ex-<br />
perimentan momentos muy ricos que consi<strong>de</strong>ran los<br />
mejores momentos <strong>de</strong>l ser humano, los momentos<br />
más felices <strong>de</strong> éxtasis, <strong>de</strong> embeleso, <strong>de</strong> placer, <strong>de</strong> pro-<br />
funda alegría. En estos momentos, el mundo, la reali-<br />
58
dad se los ve como verdad, belleza, plenitud, trascen-<br />
<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> dicotomías, en proceso vital, en unicidad,<br />
perfección, justicia, or<strong>de</strong>n, sencillez, riqueza, facilidad,<br />
diversión, autosuficiencia, etc. No se trata <strong>de</strong> percibir<br />
lo que el mundo <strong>de</strong>bería o tendría que ser, sino que<br />
se percibe que el mundo es honesto, verda<strong>de</strong>ro, etc.<br />
En todas estas experiencias, que ahora conocemos<br />
con el nombre <strong>de</strong> “experiencias cumbres” se pue<strong>de</strong>n<br />
encontrar dos componentes: uno emocional, <strong>de</strong> éxta-<br />
sis (por ejemplo, la emoción que acompaña a un or-<br />
gasmo placentero); otro intelectual, <strong>de</strong> iluminación<br />
(por ejemplo, la iluminación que acompaña a una ex-<br />
periencia personal <strong>de</strong> muerte cercana). No es indis-<br />
pensable que los dos elementos estén juntos.<br />
Las características <strong>de</strong> la realidad percibidas en las<br />
“experiencias cumbres” son las mismas que ya se co-<br />
nocían como “verda<strong>de</strong>s eternas”, “valores eternos”,<br />
(verdad, belleza, bondad...).<br />
Al finalizar el siglo XX, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un siglo <strong>de</strong><br />
distancia, <strong>de</strong>sconocimiento e incluso rechazo, la mis-<br />
ma sicología halla un lugar <strong>de</strong> reencuentro con la fi-<br />
losofia y la religión: las características <strong>de</strong>l mundo en<br />
las “experiencias cumbres”.<br />
Los estudios realizados, pues, en una población<br />
seleccionada como “mejores personas” permite, hoy,<br />
afirmar que los objetivos buscados por ellos coinci<strong>de</strong>n<br />
con los objetivos <strong>de</strong> los filósofos y <strong>de</strong> las religiones.<br />
Esos mismos objetivos se traducen históricamente en<br />
las cualida<strong>de</strong>s que caracterizan y que admiramos en<br />
los gran<strong>de</strong>s hombres <strong>de</strong> la humanidad: nuestros héroes,<br />
nuestros santos, etc.<br />
Así llegamos, finalmente, a sospechar, en una pos-<br />
tura precientífica aún, que las ten<strong>de</strong>ncias básicas <strong>de</strong> la<br />
vida pue<strong>de</strong>n ser el soporte científico, racional, experi-<br />
59
mental, una posible base <strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong> valores consonantes<br />
con la naturaleza (Charlotte Buhler).<br />
Los valores que <strong>de</strong>berán guiar la acción humana<br />
estarían <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la naturaleza humana y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />
la misma realidad natural; el proceso para <strong>de</strong>scubrir<br />
tales valores también sería natural. Estos valores tie-<br />
nen que ser simplemente hallados, <strong>de</strong>stapados, <strong>de</strong>scu-<br />
biertos: no inventados, construidos o creados...<br />
Las profundida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l ser no pue<strong>de</strong>n, pues, ser<br />
consi<strong>de</strong>radas sólo como origen <strong>de</strong> neuroris (incons-<br />
ciente personal negativo), sino también fuente <strong>de</strong> sa-<br />
lud, <strong>de</strong> alegría, <strong>de</strong> creatividad, <strong>de</strong> plenitud (incons-<br />
ciente colectivo y personal positivo). En cada persona hay<br />
instintos sanos, irracionalidad sana, intuición sana.<br />
Para los creyentes cristianos este enfoque precientífico<br />
<strong>de</strong> la sicología humanista encierra inmensas es-<br />
peranzas. Des<strong>de</strong> ya pue<strong>de</strong> ser un gran espacio <strong>de</strong> diá-<br />
logo entre filósofos, sicólogos y teólogos. Para el cre-<br />
yente cristiano no sólo el hombre es capaz <strong>de</strong> abrigar<br />
gran<strong>de</strong>s añoranzas para la humanidad que pue<strong>de</strong>n<br />
transformarse en realidad en algunos escasos sujetos,<br />
en algunas cualida<strong>de</strong>s particulares <strong>de</strong> manera muy<br />
inestable. El teólogo comparte la comprensión positi-<br />
va <strong>de</strong> la naturaleza, pero pue<strong>de</strong> aportar, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su es-<br />
pecialidad, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> la información que<br />
les es propia, mucho más, todo lo que permite la “gra-<br />
cia sanante”, para luego informar <strong>de</strong> la “gracia ele-<br />
vante”.<br />
Al finalizar el siglo XX, Abraham Maslow habla<br />
<strong>de</strong> hombres “auto-actualizados”; Carl Rogers, <strong>de</strong> “in-<br />
dividuos que funcionan plenamente”; Eric Fromm, <strong>de</strong><br />
“individuo autónomo”; Carl Jung, <strong>de</strong> “persona indivi-<br />
dualizada” y los cristianos, hablan <strong>de</strong> “santos”. Feliz-<br />
mente, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> correr tanta agua bajo los puentes,<br />
60
hay más puntos importantes que nos unen que enfo-<br />
ques particulares que nos distancien.<br />
Ser feliz, elegir la vida (Deut 30, 19) implica dis-<br />
frutar <strong>de</strong> todos los elementos que constituyen la hu-<br />
manidad: cuerpo, sigue y espíritu...<br />
En las profundida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> nuestro interior hay un<br />
superviviente, un organismo capaz <strong>de</strong> funcionar con<br />
eficacia casi en cualquier medio y <strong>de</strong> alcanzar los ni-<br />
veles más elevados <strong>de</strong> perfección. En las profundida-<br />
<strong>de</strong>s <strong>de</strong> nuestro interior hay actitu<strong>de</strong>s, capacida<strong>de</strong>s y<br />
potencialida<strong>de</strong>s naturales que nos ayudan en todos los<br />
sectores operativos <strong>de</strong> nuestra vida.<br />
Tomar contacto con nuestros instintos es un her-<br />
moso camino <strong>de</strong> crecimiento. Es <strong>de</strong>cir, acercarnos a<br />
todas las cualida<strong>de</strong>s que nos permiten actuar <strong>de</strong> for-<br />
ma básica para nuestra supervivencia, sin tener que<br />
pensar previamente lo que vamos a hacer, incluyendo<br />
lo que llamamos ten<strong>de</strong>ncias, impulsos, inclinaciones o<br />
predisposiciones humanas...<br />
Tomar contacto con ellos constituye gran<strong>de</strong>s re-<br />
cursos <strong>de</strong> fortaleza humana, <strong>de</strong> paz, <strong>de</strong>sarrollo huma-<br />
no positivo.<br />
¿Podríamos equivocarnos? Ciertamente... Tam-<br />
bién han logrado introyectarse en nosotros los errores<br />
<strong>de</strong> la cultura, <strong>de</strong> la falsa educación, los mensajes da-<br />
ñinos <strong>de</strong> la publicidad; a<strong>de</strong>más, tenemos las posibili-<br />
da<strong>de</strong>s personales <strong>de</strong> errores provocados con “preme-<br />
ditación y alevosía”. Sin embargo, en lo profundo está<br />
lo más verda<strong>de</strong>ro, lo más sano: no bloquearlo, no ex-<br />
pulsarlo <strong>de</strong> nuestra mente, no discutir con ello, no re-<br />
primirlo, no menospreciarlo. En lá paciencia, en el si-<br />
lencio, en un auténtico <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> encontrar <strong>de</strong>scubri-<br />
remos la vida sana, fuerte, creadora, que late, bulle, duerme<br />
en el interior <strong>de</strong>l corazón <strong>de</strong> todo hombre.<br />
61
Qué hermoso es encontrarnos con un Maslow<br />
que reconoce que sus amigos religiosos hablan <strong>de</strong> Dios<br />
<strong>de</strong> la misma manera que él habla <strong>de</strong> los valores <strong>de</strong>l ser<br />
(belleza, justicia, bondad, etc.).<br />
Los sicólogos humanistas se encuentran con los<br />
creyentes en la búsqueda <strong>de</strong> la perfección, en la adhe-<br />
sión a los valores. Las inquietu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la sicología <strong>de</strong><br />
la corriente humanista se aproxima a la esencia <strong>de</strong> la<br />
tradición religiosa...<br />
El verda<strong>de</strong>ro yo, la persona auténtica incluye una<br />
constitución, un temperamento, una anatomía, una fi-<br />
siología, una neurología, una endocrinología, unas capacida<strong>de</strong>s,<br />
un estilo biológico, unas necesida<strong>de</strong>s instintoi<strong>de</strong>s,<br />
pero también valores superiores, valores <strong>de</strong>l<br />
ser. Así la vida espiritual es parte <strong>de</strong> la esencia huma-<br />
na. Es parte <strong>de</strong> la plena humanidad, <strong>de</strong> la propia i<strong>de</strong>n-<br />
tidad, <strong>de</strong>l yo verda<strong>de</strong>ro...<br />
La pobreza, la explotación, los prejuicios pue<strong>de</strong>n<br />
impedir que se logren las necesida<strong>de</strong>s superiores...<br />
Por este capítulo es obvio que la sicología no pue<strong>de</strong><br />
moverse sólo a nivel académico. Las circunstancias so-<br />
ciales, económicas, políticas, etc., hacen difícil o impo-<br />
sible el ser persona, ser humano o tener humanidad<br />
plena.<br />
Sin embargo, si las personas más sanas toman<br />
sus vidas en sus propias manos también es cierto que<br />
el movimiento hacia la salud sicológica es, simultánea-<br />
mente, movimiento hacia la paz espiritual y la armonía<br />
social. Al crecer la responsabilidad personal por la pro-<br />
pia vida, las personas también cambian la sociedad en<br />
que viven. Más aún, al <strong>de</strong>spertar y realizar los valo-<br />
res <strong>de</strong>l ser también <strong>de</strong>berá <strong>de</strong>spertar y florecer una<br />
nueva clase <strong>de</strong> civilización.<br />
62
El individuo sano se siente miembro <strong>de</strong> la huma-<br />
nidad, comprometido con la vida, amante <strong>de</strong> lo pro-<br />
pio, <strong>de</strong>fensor <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>l otro... En la persona au-<br />
torrealizada se trascien<strong>de</strong>n las competencias peque-<br />
ñas, las dicotomías excluyentes, los egoísmos empo-<br />
brecedores, etc... Lo mío y lo tuyo valen... Mis hijos<br />
y mi mujer, tanto como los tuyos y tu pareja, necesi-<br />
tan el mismo pan, el mismo techo, el mismo abrigo...<br />
Las personas sanas conviven en justicia, respeto, soli-<br />
daridad y, así, pue<strong>de</strong>n ser los cimientos <strong>de</strong> una civili-<br />
zación aún no conocida: solidaria.<br />
63
5.<br />
¿Conviene expresar<br />
lo que se piensa o se siente?<br />
El hombre está hecho para vivir en sociedad. Sin<br />
embargo, la convivencia humana, no pocas veces, re-<br />
sulta hoy francamente <strong>de</strong>sastrosa. Las personas no son<br />
capaces <strong>de</strong> convivir positivamente con sus semejantes.<br />
¿Por qué la convivencia personal es cada vez <strong>de</strong> peor<br />
calidad?... De hecho constatamos que las relaciones<br />
que mantienen los seres queridos, los amigos o los conocidos<br />
difícilmente expresan lo que sienten o piensan.<br />
Se teme la crítica, se siente vergüenza o se tiene mie-<br />
do <strong>de</strong> ser rechazado... En <strong>de</strong>finitiva, los hombres <strong>de</strong><br />
Occi<strong>de</strong>nte, en esta sociedad impersonal <strong>de</strong> poco tiem-<br />
po, <strong>de</strong> mucho consumo, etc., terminan <strong>de</strong>formados<br />
comportándose <strong>de</strong> acuerdo a pautas impuestas por es-<br />
tándares sociales, teniendo cada día menos contacto<br />
con lo que cada cual realmente quiere, siente o pien-<br />
sa...<br />
En las relaciones interpersonales, los individuos<br />
no expresan lo que piensan, sienten o necesitan en<br />
forma a<strong>de</strong>cuada y oportuna. El no expresar lo que se<br />
siente, quiere o piensa es parte <strong>de</strong>l precio <strong>de</strong> la “do-<br />
mesticación social”. En efecto, la inhibición <strong>de</strong> la “es-<br />
pontaneidad” es consecuencia <strong>de</strong> la enseñanza <strong>de</strong> la<br />
familia, escuela o, en general, <strong>de</strong> la sociedad. En es-<br />
ta sociedad enferma, inauténtica, hecha <strong>de</strong> apariencias,<br />
el comportamiento pasivo es parte <strong>de</strong>l costo que <strong>de</strong>s-<br />
64
<strong>de</strong> niño el individuo <strong>de</strong>be pagar para ser aceptado,<br />
favorecido, integrado, etc.<br />
A estas personas socialmente inhibidas y con falta<br />
<strong>de</strong> espontaneidad la sicología mo<strong>de</strong>rna las llama per-<br />
sonas “no asertivas”.<br />
El concepto <strong>de</strong> asertividad tiene su propia historia.<br />
En un principio, dice relación especialmente con la ex-<br />
presión emocional (Salter, 1949; Wolpe, 1958). Así la<br />
persona “no asertiva” es una persona inhibida; no ex-<br />
presa ni satisface sus reacciones y necesida<strong>de</strong>s verda-<br />
<strong>de</strong>ras, es prisionera <strong>de</strong> sentimientos ansiosos y <strong>de</strong> la<br />
aprobación social. Hasta 1958, asertividad dice rela-<br />
ción con la expresión <strong>de</strong> cualquiera emoción (que no<br />
sea ansiedad) hacia otra persona.<br />
Lazarus (1966) amplía el concepto <strong>de</strong> asertividad<br />
a la expresión social no sólo <strong>de</strong> emociones, sino tam-<br />
bién <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as, opiniones, etc. Este mismo sicólogo<br />
i<strong>de</strong>ntificará asertividad con “libertad emocional” (1971)<br />
entendiendo por ella: “el reconocimiento y la manifes-<br />
tación a<strong>de</strong>cuada <strong>de</strong> cada estado afectivo incluyendo los<br />
matices <strong>de</strong> amor y afecto, empatía y compasión, admi-<br />
ración y aprecio, curiosidad e interés, como también<br />
ira, dolor, remordimiento, escepticismo, temor, tris-<br />
teza”.<br />
Posteriormente, para Fensterheim y Baer (1975)<br />
la asertividad se <strong>de</strong>finirá como: “la autoafirmación <strong>de</strong><br />
uno mismo”. La persona asertiva adopta una actitud<br />
o sentimientos <strong>de</strong> respeto y estima, frente a sí mismo<br />
y a los <strong>de</strong>más”.<br />
Lange y Yakubowski (1976) proponen el concepto<br />
<strong>de</strong> “conducta asertiva responsable” que consiste en la<br />
capacidad <strong>de</strong> expresar sentimientos, opiniones y creencias,<br />
en forma a<strong>de</strong>cuada, en el momento oportuno,<br />
respetando los propios <strong>de</strong>rechos y tomando en cuenta<br />
65
los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más. La conducta asertiva res-<br />
ponsable es, pues, un acto <strong>de</strong> autoafirmación que im-<br />
plica plena conciencia <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>l otro junto<br />
a los propios, y <strong>de</strong> las responsabilida<strong>de</strong>s que suponen<br />
estos <strong>de</strong>rechos. Seligman (1979) y Kelley (1979) igual-<br />
mente insisten en el respeto por los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los<br />
<strong>de</strong>más y por los <strong>de</strong>rechos que tienen en la interacción.<br />
En estas condiciones, la asertividad busca un tipo<br />
<strong>de</strong> relaciones sociales que faciliten el respeto mutuo y<br />
la comunicación entre las personas.<br />
El individuo asertivo cree en sí mismo, es <strong>de</strong>cir,<br />
tiene una alta auto-estima y confianza. Como conse-<br />
cuencia, si es criticado, pue<strong>de</strong> respon<strong>de</strong>r sin agredir a<br />
otra persona ya que la crítica no le cuestiona su auto-<br />
valoración. La persona asertiva, entonces, respeta su<br />
individualidad, se siente libre para expresarse y mani-<br />
festar sus i<strong>de</strong>as y opiniones, se comunica abierta y<br />
francamente con las <strong>de</strong>más personas y se relaciona ac-<br />
tivamente con las personas que la ro<strong>de</strong>an, en las di-<br />
versas situaciones <strong>de</strong> la vida. Pero idéntica actitud ma-<br />
nifiesta frente a los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más.<br />
La asertividad admite, por lo menos, cuatro tipos diferentes:<br />
1. Aserción básica o expresión emocional: se expre-<br />
san los <strong>de</strong>rechos, creencias, sentimientos y opiniones<br />
personales. No implica otras habilida<strong>de</strong>s<br />
sociales como empatía, confrontación, persuasión,<br />
etc.<br />
2. Aserción empática o empatía: implica reconoci-<br />
miento <strong>de</strong> la situación <strong>de</strong> la otra persona, <strong>de</strong> sus<br />
sentimientos, etc.<br />
3. Aserción en escala o insistencia: si el otro no res-<br />
pon<strong>de</strong> a una primera expresión asertiva y conti-<br />
núa violando <strong>de</strong>rechos, el que habla insiste en au-<br />
66
mentar gradualmente (en escala) la expresión aser-<br />
tiva, sin caer en la agresividad.<br />
4. Aserción confrontativa o confrontación: si mi in-<br />
terlocutor dice una cosa y hace otra, yo puedo<br />
<strong>de</strong>scribirle objetivamente su incongruencia.<br />
¿Qué sería un comportamiento asertivo? Básicamente<br />
implica la capacidad <strong>de</strong> expresar sentimientos,<br />
pensamientos y necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> una manera honesta,<br />
directa y auténtica.<br />
La sicología clínica se ha preocupado por ayudar<br />
a los individuos para que establezcan con los <strong>de</strong>más<br />
relaciones espontáneas y libres. Para ello ha creado el<br />
método <strong>de</strong> “entrenamiento asertivo”. Este entrena-<br />
miento propone a las personas “programas” con nue-<br />
vas experiencias vitales; gracias a ellas se introducen<br />
cambios conductuales.<br />
En sicología, la terapia conductual nació a media-<br />
dos <strong>de</strong> este siglo como una corriente opuesta al sico-<br />
análisis. La terapia conductual distingue dos líneas o<br />
sistemas <strong>de</strong> tratamiento: la modificación conductual<br />
(Skinner, 1953) y la “terapia conductual” (Wolpe, 1958<br />
y Eysenk, 1959).<br />
En la terapia conductual, las conductas problemas<br />
(afectivas, cognitivas o motoras) son consi<strong>de</strong>radas co-<br />
mo respuestas a estímulos internos y externos, y los<br />
problemas sicológicos que conllevan son el resultado<br />
<strong>de</strong> aprendizajes inefectivos o <strong>de</strong>sadaptativos. Así, la<br />
teoría conductual toma el problema actual <strong>de</strong> la per-<br />
sona e i<strong>de</strong>ntifica la conducta específica que <strong>de</strong>sea cam-<br />
biar. Durante mucho tiempo esto se intentó sólo a tra-<br />
vés <strong>de</strong> técnicas <strong>de</strong>l aprendizaje; sin embargo, poste-<br />
riormente, se han consi<strong>de</strong>rado en la conducta humana<br />
variables tales como patrones cognitivos, diálogos in-<br />
67
ternos, i<strong>de</strong>as no-racionales, etc. (Lazarus, 1969, 1971;<br />
Ellis 1962, 1974; Bandura, 1969, 1977, etc.).<br />
En el tratamiento conductual los programas <strong>de</strong><br />
nuevas experiencias vitales producen cambios en las<br />
personas que garantizan un nuevo estilo <strong>de</strong> relación<br />
consigo mismas y con los <strong>de</strong>más. Si hubo entrenamien-<br />
to para ser “neurótico”, también pue<strong>de</strong> la persona<br />
adiestrarse para ser normal.<br />
Preguntémonos directamente: ¿por qué no somos<br />
“asertivos”?... Señalemos, por ahora, tres razones:<br />
1. O bien porque nos falta un <strong>de</strong>terminado reperto-<br />
rio <strong>de</strong> conductas a<strong>de</strong>cuadas en áreas o situaciones<br />
precisas.<br />
2. O bien porque un alto nivel <strong>de</strong> ansiedad impi<strong>de</strong><br />
el uso, la administración <strong>de</strong> repertorios conductua-<br />
les existentes.<br />
3. O bien porque un conjunto <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as irracionales<br />
impi<strong>de</strong>n la relación social honesta, auténtica y/o<br />
espontánea.<br />
¿Cuáles serían las características <strong>de</strong> una persona<br />
asertiva?<br />
1. En palabras y/o actos, la persona se siente libre para<br />
manifestarse;<br />
2. Con familiares, amigos y extraños pue<strong>de</strong> comuni-<br />
carse;<br />
3. Ante la vida, tiene una actitud activa, es <strong>de</strong>cir, tie-<br />
ne algo que hacer;<br />
4. Al actuar, sabe que pue<strong>de</strong> ganar o per<strong>de</strong>r, pero<br />
las empren<strong>de</strong> con ánimo ganador.<br />
68
Declaración <strong>de</strong> Derechos Asertivos<br />
I. Tienes <strong>de</strong>recho a ser juez <strong>de</strong> tus propias emo-<br />
ciones, pensamientos y comportamientos, y eres<br />
responsable <strong>de</strong> la ejecución y <strong>de</strong> las consecuen-<br />
cias <strong>de</strong> lo que sientes, piensas y haces;<br />
II. Tienes <strong>de</strong>recho a no dar a nadie razones que<br />
justifiquen tu comportamiento;<br />
III. Tienes <strong>de</strong>recho a juzgar si eres tú el responsa-<br />
ble <strong>de</strong> encontrar solución a los problemas <strong>de</strong><br />
otras personas;<br />
IV. Tienes <strong>de</strong>recho a cambiar <strong>de</strong> opinión;<br />
V. Tienes <strong>de</strong>recho a cometer errores y a ser res-<br />
ponsable <strong>de</strong> ellos;<br />
VI. Tienes <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cir que no sabes;<br />
VII. Tienes <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cidir si para estar a la altu-<br />
ra <strong>de</strong> una situación necesitas <strong>de</strong> la buena volun-<br />
tad <strong>de</strong> otros;<br />
VIII. Tienes <strong>de</strong>recho a ser ilógico cuando tomas <strong>de</strong>ci-<br />
siones;<br />
IX. Tienes <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cir: “no entiendo”;<br />
X. Tienes <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cir: “no me importa”.<br />
Como todo en la vida, la asertividad también es<br />
un proceso que sólo termina con la muerte... En efec-<br />
to, si se trata <strong>de</strong> un modo <strong>de</strong> relacionarse, <strong>de</strong> actuar<br />
o forma <strong>de</strong> <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r opiniones, la aserción <strong>de</strong>tecta el<br />
problema que <strong>de</strong>sea corregir, diseña un programa <strong>de</strong><br />
aprendizaje <strong>de</strong> la habilidad <strong>de</strong>ficitaria y luego, <strong>de</strong> por<br />
vida, queda la tarea <strong>de</strong> aplicar permanentemente la<br />
conducta adquirida.<br />
69
Inventario <strong>de</strong> Asertividad<br />
(Rathus, 1973)<br />
Instrucciones: indique en qué medida son característi-<br />
cas <strong>de</strong> su comportamiento las siguientes afirma-<br />
ciones. Conteste según los valores que se señalan:<br />
70<br />
+ 3 = muy característico;<br />
+ 2 = bastante característico;<br />
+ 1 = algo característico;<br />
1 = no muy característico;<br />
2 = bastante no característico;<br />
3 = <strong>de</strong>finitivamente no característico.<br />
1. La mayoría <strong>de</strong> las personas son más agresi-<br />
vas y <strong>de</strong>cididas que yo*.<br />
2. Yo dudo a veces en aceptar una invitación<br />
<strong>de</strong>bido a “timi<strong>de</strong>z”*.<br />
3. Cuando la comida que he pedido en un res-<br />
taurant no es satisfactoria, yo me quejo al<br />
mozo.<br />
4. Yo tengo cuidado <strong>de</strong> no herir los sentimien-<br />
tos <strong>de</strong> las otras personas, aun cuando yo me<br />
sienta herido*.<br />
5. Si un ven<strong>de</strong>dor ha pasado tiempo mostrán-<br />
dome una merca<strong>de</strong>ría que no me gusta, en-<br />
cuentro dificultad en <strong>de</strong>cirle que “no”*.<br />
6. Cuando me pi<strong>de</strong>n que haga algo, insisto en<br />
saber el “porqué”.<br />
7. Hay momentos en los cuales <strong>de</strong>seo una dis-<br />
cusión interesante y vigorizante.<br />
8. En mi posición, yo trato <strong>de</strong> salir a<strong>de</strong>lante<br />
tanto como otras personas.
9. En verdad, las personas, a veces, se aprove-<br />
chan <strong>de</strong> mí*.<br />
10. Me gusta empezar conversaciones con nue-<br />
vas amista<strong>de</strong>s o extraños.<br />
11. A veces no sé qué <strong>de</strong>cirle a una persona<br />
atractiva <strong>de</strong>l sexo opuesto*.<br />
12. Dudo en hacer llamadas telefónicas a esta-<br />
blecimientos e instituciones públicas*.<br />
13. Prefiero solicitar admisión para un trabajo<br />
o una universidad por carta, y no por medio<br />
<strong>de</strong> entrevistas personales*.<br />
14. Me avergüenza <strong>de</strong>volver un artículo com-<br />
prado*.<br />
15. Si un familiar cercano me estuviese moles-<br />
tando, preferiría quedarme callado y no ex-<br />
presar mi molestia*.<br />
16. Trato <strong>de</strong> evitar hacer preguntas para no apa-<br />
recer como un estúpido*.<br />
17. Durante una discusión, a veces tengo miedo<br />
<strong>de</strong> enojarme tanto que tiemblo*.<br />
18. Si un respetado y famoso conferencista dice<br />
algo que yo creo incorrecto, yo <strong>de</strong>seo que el<br />
blico también escuche mi punto <strong>de</strong> vista.<br />
19. Evito discutir los precios con los ven<strong>de</strong>do-<br />
res*.<br />
20. Cuando he hecho algo importante, que vale<br />
la pena, intento que otros lo sepan.<br />
21. Soy abierto y sincero en lo que respecta a<br />
mis sentimientos.<br />
22. Si alguien habla mal <strong>de</strong> mí o circulan histo-<br />
rias falsas, trato <strong>de</strong> entrevistarme con esa<br />
persona tan pronto como sea posible.<br />
71
72<br />
23. A menudo me es dificil <strong>de</strong>cir “No”*.<br />
24. Trato <strong>de</strong> contener mis emociones para no<br />
hacer una escena <strong>de</strong>sagradable*.<br />
25. Me quejo <strong>de</strong>l servicio <strong>de</strong>ficiente en un res-<br />
taurante o en cualquier otra parte.<br />
26. Cuando me hacen un cumplido, a veces no<br />
sé qué <strong>de</strong>cir*.<br />
27. Si una pareja cerca <strong>de</strong> mí en un cine o con-<br />
ferencia está hablando fuerte, les digo que<br />
se callen o que se vayan a hablar a otro lado.<br />
28. Cualquiera que trate <strong>de</strong> colocarse <strong>de</strong>lante<br />
<strong>de</strong> mí en una fila, tendrá que darme una ex-<br />
plicación.<br />
29. Expreso mi opinión rápidamente.<br />
30. Hay momentos en los que no puedo <strong>de</strong>cir<br />
nada*.<br />
(*: Invertir el signo <strong>de</strong> los ítemes. Puntaje total: sumar<br />
el puntaje <strong>de</strong> cada ítem, <strong>de</strong>spués cambiar los signos <strong>de</strong><br />
los ítemes negativos (con *)).<br />
Programas <strong>de</strong> asertividad y sus resultados<br />
Los estudios <strong>de</strong> seguimiento realizados en perso-<br />
nas que han participado en entrenamiento <strong>de</strong> asertivi-<br />
dad garantizan menos horas <strong>de</strong> hospitalizaciones, más<br />
horas <strong>de</strong> escolaridad y <strong>de</strong> trabajo, mejores rendimien-<br />
tos, mejor imagen <strong>de</strong> sí mismo. Incluso las personas<br />
entrenadas en programas <strong>de</strong> asertividad presentan pro-<br />
medios muy diferentes y favorables <strong>de</strong> drogas, alcohol<br />
o tabaco.
Tales programas básicamente tenían como objeti-<br />
vo entregar un conjunto <strong>de</strong> habilida<strong>de</strong>s sociales realis-<br />
tas y prácticas. Porque conseguían una mejor autova-<br />
loración <strong>de</strong> las personas, permitían, a la vez, a los par-<br />
ticipantes mejorar el estilo <strong>de</strong> relación con las <strong>de</strong>más<br />
personas.<br />
¿Desea un programa <strong>de</strong> asertividad para usted?<br />
Primeramente necesita <strong>de</strong>sear ser una persona<br />
adulta. Pero, ¿qué es ser sicológicamente adulto?<br />
1. Persona socialmente competente;<br />
2. De funcionamiento in<strong>de</strong>pendiente;<br />
3. Capaz <strong>de</strong> pensar por sí mismo;<br />
4. Capaz <strong>de</strong> hacer frente a los problemas <strong>de</strong> la vida;<br />
5. Capaz <strong>de</strong> cuidarse <strong>de</strong> las <strong>de</strong>cisiones diarias que<br />
toma;<br />
6. Sin <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r <strong>de</strong> nadie.<br />
¿Necesita aún algo más concreto?<br />
Por ejemplo, ¿requiere un programa para ser un<br />
“adulto socialmente competente”? Ensaye los siguien-<br />
tes pasos:<br />
1. Poco a poco permítase tener un juicio personal<br />
para <strong>de</strong>terminar cómo ha <strong>de</strong> comportarse y qué<br />
es lo a<strong>de</strong>cuado en tal o cual ocasión.<br />
2. Intente gradualmente correr riesgos y asuma las<br />
consecuencias personales.<br />
3. Dése permiso para prestar cooperación o alejarse,<br />
sin ce<strong>de</strong>r a las presiones sociales.<br />
4. Aprenda a <strong>de</strong>cir “no”, sin sentirse culpable.<br />
73
¿Necesita <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> ser “bueno”?<br />
Educamos a los niños para que sean “buenos”.<br />
¿Qué entendió la sociedad por “bueno”?... Un niño<br />
obediente, respetuoso, <strong>de</strong>pendiente, aceptador <strong>de</strong>l jui-<br />
cio <strong>de</strong> sus padres respecto <strong>de</strong> lo que está bien o está<br />
mal, etc. Este niño no producía “problemas”, permitía<br />
funcionar al sistema educacional, familiar y social apa-<br />
rentemente bien. Este tipo <strong>de</strong> educación es monstruo-<br />
so, teóricamente obsoleto, pero, <strong>de</strong> hecho, es el que<br />
propician los “formadores” no preparados para guiar<br />
o acompañar personas en su proceso <strong>de</strong> crecimiento.<br />
Felizmente muchos adolescentes logran, con pequeñas<br />
o gran<strong>de</strong>s crisis, la madurez personal y, en consecuen-<br />
cia, recuperan una autoimagen positiva. Sin embargo,<br />
también es cierto que no pocas personas quedan con<br />
la “necesidad aprendida” <strong>de</strong> ser buenas, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong><br />
ser “<strong>de</strong>pendientes”.<br />
A las personas “buenas-<strong>de</strong>pendientes”, para lo-<br />
grar una madurez a<strong>de</strong>cuada pue<strong>de</strong> servirles un pro-<br />
grama que incluya, por ejemplo, los siguientes pasos:<br />
74<br />
1. No es cierto que los <strong>de</strong>más lo saben todo o tienen<br />
todo claro;<br />
2. Tú pue<strong>de</strong>s apren<strong>de</strong>r a <strong>de</strong>cidir qué te conviene;<br />
3. Tú pue<strong>de</strong>s ser perfectamente querido o apreciado<br />
y pensar y actuar en forma distinta a los <strong>de</strong>más;<br />
4. El respeto incluye tanto la aceptación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>re-<br />
chos <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más como la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> tus propios<br />
<strong>de</strong>rechos;<br />
5. Al pensar y llevar a<strong>de</strong>lante tus juicios, enfrentarás<br />
la oposición social y eso es normal.
¿Deseas para ti un programa <strong>de</strong> asertividad?...<br />
Aceptando que la vida es una sumatoria <strong>de</strong> acier-<br />
tos y errores, intenta en tu vida, poco a poco, peque-<br />
ños cambios. Ensaya algunas <strong>de</strong> las siguientes con-<br />
ductas:<br />
1. Trata <strong>de</strong> mirar <strong>de</strong> frente, cambiar el tono <strong>de</strong> la<br />
voz, no caminar con los hombros tan caídos, etc...<br />
2. Intenta <strong>de</strong>cir “no” cuando quieras <strong>de</strong>cir “no”, pe-<br />
ro también di “sí” cuando quieras <strong>de</strong>cir “sí”. Date<br />
permiso para pedir favores, trata <strong>de</strong> comunicar,<br />
con la pru<strong>de</strong>ncia a<strong>de</strong>cuada, tus sentimientos y pen-<br />
samientos, sean positivos o negativos. Ejercítate,<br />
poco a poco, en la comunicación abierta y directa.<br />
3. No confundas agresión con aserción (la agresión<br />
es un acto contra los <strong>de</strong>más, la aserción es la <strong>de</strong>-<br />
fensa a<strong>de</strong>cuada <strong>de</strong> sí mismo). En el trabajo, tra-<br />
ta <strong>de</strong> adaptarte a las situaciones laborales; ahí<br />
procura formar y mantener un círculo social. Pe-<br />
ro, en especial en la vida, aunque sea con pocas<br />
personas, logra amista<strong>de</strong>s íntimas.<br />
4. Primero haz lo que puedas y sólo <strong>de</strong>spués pasa<br />
a tareas o <strong>de</strong>safíos más difíciles.<br />
La asertividad:<br />
— enseña a pensar por sí mismo;<br />
— enseña a sentir confianza en sí mismo;<br />
— enseña a mantener las <strong>de</strong>cisiones personales, pese<br />
a la presión <strong>de</strong>l ambiente;<br />
— en una palabra, es una técnica sicológica que en-<br />
seña cómo ser “adulto”.<br />
75
II Parte<br />
APRENDA<br />
A NO DESTRUIRSE<br />
77
1.<br />
El miedo<br />
El miedo normal es una emoción útil que <strong>de</strong>nota<br />
en un organismo un estado <strong>de</strong> alarma, tanto físico co-<br />
mo sicológico.<br />
Por experiencia personal sabemos que la sensa-<br />
ción <strong>de</strong> miedo agudiza percepciones, moviliza energía,<br />
acelera reflejos, clarifica pensamientos, incita a tomar<br />
medidas protectoras, etc...<br />
Sin embargo, también existe el miedo anormal o<br />
irracional y éste se caracteriza porque agranda <strong>de</strong>smesuradamente<br />
peligros mínimos, gatilla síntomas físicos<br />
<strong>de</strong>scontrolados, etc.<br />
La emoción <strong>de</strong> miedo, tanto normal como anor-<br />
mal, ha estado presente a lo largo <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong>l<br />
hombre.<br />
Emociones <strong>de</strong> supervivencia<br />
Los sicólogos admiten que el miedo, la ira y la<br />
<strong>de</strong>presión, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los rangos que podamos llamar<br />
“normales” (ver anexo 2) son emociones que los or-<br />
ganismos poseen como herramientas propias <strong>de</strong> sobre-<br />
vivencia <strong>de</strong> la especie. En esta postura, el cerebro con-<br />
trola automáticamente las funciones corporales y las<br />
reacciones involuntarias que nos mantienen vivos: ni-<br />
79
vel <strong>de</strong> temperatura, digestión, funciones glandulares,<br />
ritmo cardíaco, sueño y vigilia, etc... Así también las<br />
emociones negativas (miedo, ira, <strong>de</strong>presión). Digamos,<br />
pues, que cada persona, gracias al sistema nervioso,<br />
tiene capacida<strong>de</strong>s biológicas innatas para experimen-<br />
tar, por ejemplo, sensaciones y emociones.<br />
Señalemos más específicamente que, a través <strong>de</strong>l<br />
cerebro y la médula espinal, una persona pue<strong>de</strong> con-<br />
trolar sus movimientos voluntarios, como también pue-<br />
<strong>de</strong> pensar y resolver problemas. Por el contrario, gra-<br />
cias al sistema nervioso autónomo, controla sus mús-<br />
culos involuntarios, digestión, glándulas endocrinas,<br />
etc.<br />
Las emociones y sensaciones dicen relación espe-<br />
cial con el Sistema Nervioso Autónomo (S.N.A.). Sin<br />
embargo, el S.N.A. también pue<strong>de</strong> apren<strong>de</strong>r a respon-<br />
<strong>de</strong>r con miedo ante situaciones, objetos o pensamien-<br />
tos. En la línea terapéutica se pue<strong>de</strong> afirmar, felizmen-<br />
te, que lo que se apren<strong>de</strong>, también se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sapren-<br />
<strong>de</strong>r.<br />
¿Qué es el miedo?<br />
La i<strong>de</strong>a o enfrentamiento <strong>de</strong> “peligro” es la causa<br />
<strong>de</strong>l miedo o temor. Existe o creemos que existe un<br />
obstáculo para ser feliz y pensamos que éste es insu-<br />
perable.<br />
Para las personas que experimentan el miedo se<br />
trata simplemente <strong>de</strong> un estado <strong>de</strong> alarma. General-<br />
mente, el miedo prepara a las personas para el esca-<br />
pe, la lucha o la inmovilidad.<br />
80
Por experiencia, todos sabemos que existe una ga-<br />
ma <strong>de</strong> miedos... Así, tenemos el miedo “normal” que<br />
consi<strong>de</strong>ramos una emoción útil. Si una persona enfren-<br />
ta un peligro, digamos que la amenaza un asaltante,<br />
toma medidas útiles. Por el contrario, el miedo irra-<br />
cional nos <strong>de</strong>sequilibra torpemente. Es una emoción<br />
<strong>de</strong>sproporcionada e inmanejable. Pensemos en la se-<br />
ñora que frente a una pequeña araña no pue<strong>de</strong> con-<br />
trolarse. También existe la ansiedad y se caracteriza<br />
por ser un miedo continuo. Detrás <strong>de</strong> él hay una sen-<br />
sación <strong>de</strong> amenaza “difusa”; no hay algo explícito que<br />
lo produzca. Finalmente, señalemos las fobias. Son<br />
miedos persistentes a un objeto o i<strong>de</strong>a. El sujeto es-<br />
tá consciente que es algo ridículo, pero no pue<strong>de</strong> evi-<br />
tarlo ni sobreponerse.<br />
Aunque sea <strong>de</strong> paso, no po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> men-<br />
cionar el pánico o terror repentino.<br />
Concluimos, entonces, diciendo que el miedo pue-<br />
<strong>de</strong> ser tanto una buena herramienta <strong>de</strong> sobrevivencia<br />
como una pesada patología...<br />
Los miedos anormales<br />
(Ver anexo 2)<br />
Enten<strong>de</strong>mos aquí por miedos anormales:<br />
a) miedos sin razón a cosas y lugares;<br />
b) miedos sin razón interpersonales y sociales;<br />
c) miedos sin razón a pensamientos.<br />
Si bien los miedos anormales han existido siempre,<br />
sólo en el siglo XX se inició el estudio científico <strong>de</strong><br />
81
ellos. Freud inició el estudio <strong>de</strong> las “fobias”. Lo mo-<br />
tivó su interés clínico y, tras serios estudios <strong>de</strong> casos<br />
que atendía, propuso su teoría acerca <strong>de</strong> las, “fobias”<br />
como una <strong>de</strong>fensa personal. Des<strong>de</strong> entonces hasta aho-<br />
ra, existen básicamente dos teorías sobre los miedos:<br />
82<br />
a) Según la teoría sicoanalítica: la fobia no es más<br />
que el síntoma <strong>de</strong> un conflicto personal subyacen-<br />
te. En otras palabras, el miedo para los sicoanalis-<br />
tas es producto <strong>de</strong> un conflicto síquico oculto, es-<br />
tablecido entre la naturaleza animal <strong>de</strong>l individuo<br />
y su educación civilizada. Probablemente este con-<br />
flicto es <strong>de</strong> naturaleza sexual, iniciado durante la<br />
infancia, antes <strong>de</strong> los 6 años. En la línea <strong>de</strong> un<br />
analista ortodoxo respon<strong>de</strong> a <strong>de</strong>seos infantiles <strong>de</strong><br />
tener relaciones sexuales con la madre, con el<br />
padre o con ambos. Para el tratamiento se echa<br />
mano especialmente <strong>de</strong> la “asociación libre” y la<br />
interpretación <strong>de</strong> sueños.<br />
b) Para la teoría conductual: los miedos irraciona-<br />
les son miedos aprendidos. Dado que son fuentes<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>sadaptación los afectados pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>sapren-<br />
<strong>de</strong>rlos en un tratamiento que enseña a ello. Así,<br />
en el tratamiento conductual, po<strong>de</strong>mos voluntaria-<br />
mente ponernos en la situación <strong>de</strong> miedo, pero<br />
introduciendo pensamientos, circunstancias favo-<br />
rables que ayu<strong>de</strong>n a reemplazar las sensaciones<br />
<strong>de</strong> miedo por otras más positivas.<br />
En el fondo, en el tratamiento conductual se trata<br />
<strong>de</strong> un “reacondicionamiento”, dado que el miedo es<br />
consi<strong>de</strong>rado como una respuesta emocional condicio-<br />
nada.<br />
Al margen <strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s líneas terapéuticas <strong>de</strong><br />
los enfoques teóricos básicos, digamos que el miedo
patológico po<strong>de</strong>mos tratar <strong>de</strong> sanarlo cada cual por<br />
los caminos que nos resulten más eficaces. Entre estos<br />
caminos po<strong>de</strong>mos indicar los siguientes:<br />
1. Si el miedo nos impi<strong>de</strong> actuar, si es como una or-<br />
<strong>de</strong>n <strong>de</strong> no actuar, la curación consistirá precisa-<br />
mente en actuar. Porque tememos, nos impone-<br />
mos la inhibición, el no comportarnos. De hecho<br />
nos arrinconamos, no hablamos, no queremos sa-<br />
lir, etc. Para sanarnos <strong>de</strong> estos miedos démonos<br />
permiso para actuar, para equivocarnos, para ha-<br />
cer el ridículo, etc. Al comportarnos, al actuar, lo<br />
más probable es que lo hagamos bien y estos éxi-<br />
tos nos reforzarán para que sigamos actuando.<br />
Incluso, en el peor <strong>de</strong> los casos, si somos torpes,<br />
<strong>de</strong>scubriremos algo positivo: que no es tan tre-<br />
mendo que nos equivoquemos.<br />
2. Si el miedo se nos presenta como algo vago, sin<br />
rostro <strong>de</strong>finido, la sanación consistirá en buscarle<br />
voluntaria y directamente una i<strong>de</strong>ntidad: ¿por qué<br />
tengo miedo? Al precisar lo que tememos <strong>de</strong>scu-<br />
briremos que es algo que po<strong>de</strong>mos manejar.<br />
3. Por el contrario, si el miedo es un temor frente<br />
a una posibilidad: “quizá no pueda”, “a lo mejor<br />
me va mal”, etc. Al analizar el alto costo que es-<br />
tamos pagando por una mera posibilidad estamos<br />
iniciando el proceso <strong>de</strong> terapia.<br />
4. Si los miedos se relacionan con situaciones socia-<br />
les e interpersonales tales como “no me atrevo a<br />
salir a bailar”, o bien “me da miedo expresarme<br />
en grupo”, etc. Para tales casos, la sicología mo-<br />
<strong>de</strong>rna ofrece una técnica muy exitosa: el “Entre-<br />
namiento Asertivo”. (Ver capítulo sobre Asertivi-<br />
dad). La persona que tiene dificultad para expre-<br />
83
84<br />
sar sus i<strong>de</strong>as o sentimientos y, en consecuencia,<br />
tiene miedo a po<strong>de</strong>r funcionar <strong>de</strong> modo apropia-<br />
do en situaciones sociales o interpersonales, la<br />
llamamos “no-asertiva”. La persona no asertiva<br />
se siente insegura en la interrelación, no es es-<br />
pontánea para expresar emociones y sentimientos,<br />
por ejemplo; a<strong>de</strong>más, con frecuencia se nota ten-<br />
sa y nerviosa en situaciones sociales y, no es in-<br />
frecuente, prefiere que los <strong>de</strong>más tomen <strong>de</strong>cisio-<br />
nes por ella.<br />
5. Dado que el miedo y la ansiedad caminan juntos<br />
la mayoría <strong>de</strong> las veces, si los separamos, lo <strong>de</strong>s-<br />
truimos. Porque las técnicas <strong>de</strong> relajación, nor-<br />
malmente, logran disminuir o neutralizar la ansie-<br />
dad y sus concomitantes fisiológicos; son, excelen-<br />
tes herramientas para combatir los temores. Di-<br />
cho esto en la forma más sencilla posible suena<br />
así: “cuando tengas miedo, respira profundo va-<br />
rias veces”.<br />
Escala para medir el miedo<br />
Los ítemes <strong>de</strong> este cuestionario se refieren a obje-<br />
tos y experiencias que pue<strong>de</strong>n causarle temor u otros<br />
sentimientos <strong>de</strong>sagradables. Escriba el número <strong>de</strong> cada<br />
ítem en la columna que mejor <strong>de</strong>scriba cuánto le mo-<br />
lesta dicho ítem en la actualidad.
1. Heridas abiertas<br />
2. Citarse con alguien<br />
3. Estar solo<br />
4. Estar en un lugar extraño<br />
5. Voces estri<strong>de</strong>ntes<br />
6. Personas muertas<br />
7. Hablar en público<br />
8. Cruzar las calles<br />
9. Personas que pa<strong>de</strong>cen enfermeda<strong>de</strong>s<br />
mentales<br />
10. Caerse<br />
11. Los automóviles<br />
12. Que le molesten<br />
13. Los <strong>de</strong>ntistas<br />
14. Truenos<br />
15. Sirenas<br />
16. Fracasar<br />
17. Entrar en una habitación<br />
don<strong>de</strong> ya están sentadas<br />
otras personas<br />
18. Los lugares altos<br />
19. Mirar hacia abajo <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
edificios altos<br />
20. Los gusanos<br />
21. Criaturas imaginarias<br />
22. Personas <strong>de</strong>sconocidas<br />
23. Que le pongan inyecciones<br />
24. Los murciélagos<br />
25. Los viajes en tren<br />
26. Los viajes en autobús<br />
27. Los viajes en auto(coche)<br />
28. Enfadarse<br />
En Un<br />
absoluto Poco<br />
Ligeramente<br />
Mucho<br />
Muchí-<br />
simo<br />
85
29. Los insectos voladores<br />
30. Ver cómo le ponen una inyección<br />
a otra persona<br />
31. Ruidos inesperados<br />
32. Las cucarachas<br />
33. Las multitu<strong>de</strong>s<br />
34. Gran<strong>de</strong>s espacios abiertos<br />
35. Los gatos<br />
36. Ver cómo una persona intimida<br />
a otra<br />
37. Las personas <strong>de</strong> aspecto<br />
rudo<br />
38. Los pájaros<br />
39. Mirar aguas profundas<br />
40. Que le observen mientras<br />
trabaja<br />
41. Animales muertos<br />
42. Armas<br />
43. La suciedad<br />
44. Insectos que se arrastran<br />
45. Presenciar una pelea<br />
46. Personas feas<br />
47. El fuego<br />
48. Personas enfermas<br />
49. Los perros<br />
50. Que le critiquen<br />
51. Caminar solo por una calle<br />
52. Estar en ascensor<br />
53. Presenciar operaciones<br />
quirúrgicas<br />
54. Las personas coléricas<br />
55. Los ratones<br />
86<br />
En Un<br />
absoluto Poco<br />
Ligeramente<br />
Mucho<br />
Muchí-<br />
simo
56. La sangre<br />
57. Despedirse <strong>de</strong> los amigos<br />
58. Lugares cerrados<br />
59. La posibilidad <strong>de</strong> ser sometido<br />
a operación quirúrgica<br />
60. Sentirse rechazado por los<br />
<strong>de</strong>más<br />
61. Los aviones<br />
62. Olores <strong>de</strong> medicinas y hospitales<br />
63. Sentirse censurado<br />
64. Serpientes no venenosas<br />
65. Los cementerios<br />
66. Sentirse ignorado<br />
67. La oscuridad<br />
68. Percibir la ausencia <strong>de</strong> algún<br />
latido <strong>de</strong>l corazón<br />
(arritmia)<br />
69. Cuerpo <strong>de</strong>snudo<br />
70. Médicos<br />
71. Personas con <strong>de</strong>formaciones<br />
72. Sentirse ridículo<br />
73. Per<strong>de</strong>r el control<br />
74. Relámpagos<br />
75. Desmayarse<br />
76. Sentir náuseas<br />
77. Arañas<br />
78. Estar encargado o ser responsable<br />
<strong>de</strong> tomar <strong>de</strong>cisiones<br />
79. Ver cuchillos u otros objetos<br />
afilados<br />
En Un<br />
absoluto Poco<br />
Ligeramente<br />
Mucho<br />
Muchí-<br />
simo<br />
87
80. La posibilidad <strong>de</strong> enfermar<br />
mentalmente<br />
81. Estar con una persona <strong>de</strong>l<br />
otro sexo<br />
82. Rendir exámenes escritos<br />
83. Que otros le toquen<br />
84. Sentirse diferente a los <strong>de</strong>más<br />
85. Un silencio en la conversación<br />
86. Hacer cualquier tipo <strong>de</strong><br />
prueba<br />
87. Las ratas <strong>de</strong> laboratorio<br />
88. Hablar frente a otras personas.<br />
88<br />
En Un<br />
absoluto Poco<br />
Ligeramente<br />
Mucho<br />
Muchí-<br />
simo<br />
(Adaptado <strong>de</strong> Wolpe, J., The practice of behavior therapy ,(2ª<br />
ed.), Pergamon Press, New York, 1973).
2.<br />
La timi<strong>de</strong>z<br />
Al tímido, en general, le da miedo la gente. Sin<br />
embargo, agreguemos algunas precisiones. Es abso-<br />
lutamente normal experimentar algún tipo <strong>de</strong> dificul-<br />
ta<strong>de</strong>s para integrarse en sociedad. Pero, también es<br />
posible esperar que, a través <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> éxitos y<br />
fracasos, cada cual logre, poco a poco, un aprendizaje<br />
a<strong>de</strong>cuado <strong>de</strong> participación social.<br />
Digamos, pues, que un adolescente sea tímido es<br />
lo esperado; pero también se espera que la timi<strong>de</strong>z<br />
<strong>de</strong>saparezca a medida que una persona se encamina a<br />
la adultez...<br />
Desgraciadamente, son muchos los adultos tími-<br />
dos. Entre éstos no son pocos los que prefieren dis-<br />
frazar su enfermedad y se hacen pasar por “reser-<br />
vados”, “mo<strong>de</strong>stos” o “in<strong>de</strong>pendientes”. Las conse-<br />
cuencias, sin embargo, no tardan en aparecer: sole-<br />
dad, sentimientos <strong>de</strong> exclusión, hastío <strong>de</strong> la vida...<br />
Hay personas que se sienten tímidas en ciertos lu-<br />
gares; otras, en ciertos momentos; y otras, frente a<br />
ciertas personas...<br />
¿Qué es la timi<strong>de</strong>z?<br />
En la timi<strong>de</strong>z po<strong>de</strong>mos encontrar, en general, al-<br />
guno o algunos <strong>de</strong> los siguientes factores:<br />
89
1. Escasa habilidad social. Al tímido le resulta difí-<br />
cil hablar con una persona <strong>de</strong>sconocida, o bien le<br />
cuesta relacionarse con una persona <strong>de</strong>l sexo opuesto,<br />
o bien le resulta <strong>de</strong>masiado difícil integrarse y parti-<br />
cipar en grupo, etc.<br />
2. Angustia ante contactos o compromisos sociales.<br />
Es normal sentir cierto temor ante situaciones <strong>de</strong><br />
participación pública <strong>de</strong>safiantes (exposición <strong>de</strong> Seminarios,<br />
conducción <strong>de</strong> reuniones, etc.). Sin embargo,<br />
el tímido agranda la dificultad hasta la angustia. Lo<br />
que está en la base <strong>de</strong> sus exageraciones es el temor a<br />
la valoración personal negativa por parte <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más.<br />
Entre otras cosas, el tímido tiene una mala imagen <strong>de</strong><br />
sí mismo.<br />
3. Prejuicios contra sí mismo. El tímido piensa nega-<br />
tivamente respecto <strong>de</strong> sí mismo. Evi<strong>de</strong>ntemente<br />
que, si en alguna oportunidad algo anduvo mal, no es<br />
capaz <strong>de</strong> darse una nueva oportunidad. A<strong>de</strong>más, por<br />
lo mismo, es incapaz <strong>de</strong> mirar y evaluar objetivamente<br />
una participación personal cuando el interlocutor o<br />
grupo social son, en verdad, <strong>de</strong> mala clase y han tra-<br />
tado injustamente <strong>de</strong> <strong>de</strong>svalorizarlo. Por lo general,<br />
el tímido no es capaz <strong>de</strong> plantearse la participación<br />
social como una tarea en la que todos los resultados<br />
obtenidos sean buenos, regulares o malos, tienen un<br />
sentido positivo, sirven en términos <strong>de</strong> aprendizaje fi-<br />
nal, logro <strong>de</strong> habilida<strong>de</strong>s o <strong>de</strong>senvoltura.<br />
Digamos, pues, que las principales características<br />
<strong>de</strong>l tímido son:<br />
a) falta <strong>de</strong> habilida<strong>de</strong>s en el trato social;<br />
b) falta <strong>de</strong> confianza en sí mismo;<br />
c) ausencia <strong>de</strong> valor para iniciar contactos sociales.<br />
90
La timi<strong>de</strong>z pue<strong>de</strong> llevar a dos tipos <strong>de</strong> soledad:<br />
soledad social y soledad emocional.<br />
La soledad social es una simple consecuencia <strong>de</strong><br />
la timi<strong>de</strong>z. Hoy son numerosos los estudios que confir-<br />
man la necesidad <strong>de</strong>l contacto social, la presencia <strong>de</strong><br />
otros para garantizar la salud física y mental tanto en<br />
niños como en adultos. Ya en 1945, René Spitz <strong>de</strong>mos-<br />
tró los efectos negativos que producen la ausencia <strong>de</strong><br />
abrazos cariñosos, contactos físicos y emocionales en<br />
los niños. Luego, otros experimentos realizados con<br />
adultos, en una situación <strong>de</strong> “aislamiento” han permi-<br />
tido afirmar que la privación <strong>de</strong> toda estimulación ex-<br />
terna altera, en una medida significativa, el comporta-<br />
miento <strong>de</strong> las personas (Bexton, Heron y Scott, 1954).<br />
La soledad y el aislamiento son dañinos al ser humano.<br />
En el aislamiento empezamos a distanciarnos<br />
<strong>de</strong> los <strong>de</strong>más; con la soledad, terminamos solitarios.<br />
La vida nos enseña que las personas necesitan a otras<br />
personas... No <strong>de</strong>be avergonzar a nadie el reconocer<br />
que necesita calor humano y contacto social, a<strong>de</strong>más<br />
<strong>de</strong> pareja, relaciones familiares, laborales, etc... Tener<br />
amigos y mantener contactos sociales es simplemente<br />
una necesidad.<br />
La soledad emocional es totalmente distinta a la<br />
soledad social. La persona emocionalmente sola es in-<br />
capaz <strong>de</strong> mantener una relación íntima con alguien.<br />
Caminos <strong>de</strong> solución para el tímido<br />
El tímido en situaciones sociales, teme ser consi-<br />
<strong>de</strong>rado torpe, incapaz, etc. Pero no es sólo miedo. Le<br />
acompaña una buena dosis <strong>de</strong> preocupación y <strong>de</strong> an-<br />
91
gustia. Si mediante un ejercicio <strong>de</strong> imaginación le in-<br />
yectamos “seguridad en sí mismo”, el tímido <strong>de</strong>ja <strong>de</strong><br />
serlo y po<strong>de</strong>mos verlo participar socialmente.<br />
He aquí algunas pautas terapéuticas:<br />
1. Apren<strong>de</strong> a valorarte y aumentará tu seguridad.<br />
Para eso revisa prejuicios, temores exagerados,<br />
creencias irracionales, etc.<br />
2. Date siempre una nueva oportunidad. Si evitas<br />
cualquier contacto social porque fuiste realmente<br />
torpe en una ocasión, date una nueva oportunidad,<br />
vuelve a intentar tu participación. ¿Por qué? Porque un<br />
éxito producirá cambios en tu conducta, pensamientos,<br />
estados <strong>de</strong> ánimo, etc. Des<strong>de</strong> una actuación exitosa renacerá<br />
la esperanza, ésta te motivará a asumir nuevos<br />
<strong>de</strong>safíos y te dará confianza para afrontarlos con se-<br />
renidad. Des<strong>de</strong> pequeños logros, nacerán nuevas acti-<br />
tu<strong>de</strong>s...<br />
3. No te sientas obligado a ser perfecto; nadie es<br />
perfecto. El tímido no cree en el valor <strong>de</strong> las eta-<br />
pas, el ir haciendo camino poco a poco. Se exige ser<br />
perfecto. Por lo mismo, cree que los <strong>de</strong>más esperan<br />
<strong>de</strong> él que sea perfecto... Acéptate humano, es <strong>de</strong>cir,<br />
a<strong>de</strong>lantando por pasos, con posibilidad <strong>de</strong> tropiezos e<br />
incluso caídas. Si el tímido se permite cometer erro-<br />
res, verá claramente que también los <strong>de</strong>más lo com-<br />
pren<strong>de</strong>n. El prejuicio irracional <strong>de</strong> perfección, en este<br />
caso <strong>de</strong> participación social perfecta está a la base <strong>de</strong><br />
la mala auto-imagen.<br />
4. No es necesario que seas agradable siempre a to<br />
das las personas. La vida social se entreteje <strong>de</strong> gustos,<br />
intereses personales, etc. No es posible que todas<br />
las personas opinen lo mismo, gusten lo mismo,<br />
etc. En la relación social se dan enfoques, gustos, inte-<br />
92
eses diferentes y, sin embargo, las personas pue<strong>de</strong>n<br />
ser igualmente amigas y valiosas.<br />
Antes <strong>de</strong> terminar con estas pautas <strong>de</strong> tratamiento<br />
para tímidos digamos francamente que no existen re-<br />
cetas rígidas para apren<strong>de</strong>r el contacto social exitoso.<br />
La participación social básicamente se adquiere apren-<br />
diendo a apren<strong>de</strong>r habilida<strong>de</strong>s sociales. Así, la timi<strong>de</strong>z<br />
se vence <strong>de</strong>sarrollando, poco a poco, entre aciertos y<br />
errores, la capacidad <strong>de</strong> trato social.<br />
Por el contrario, la soledad emocional es una situación<br />
muy distinta y se “compensa” simplemente con<br />
“intimidad”. La intimidad permite a la persona sentir-<br />
se completa, es <strong>de</strong>cir, le da sensación <strong>de</strong> satisfacción.<br />
¿Qué implica la intimidad?... Tener con quien<br />
compartir lo propio, aquello que vivimos cada día. La<br />
intimidad no es sólo cercanía <strong>de</strong> compañero <strong>de</strong> traba-<br />
jo, <strong>de</strong> amistad, <strong>de</strong> amor <strong>de</strong> pareja o <strong>de</strong> padres o <strong>de</strong> hi-<br />
jos... La intimidad se da cuando se encuentra a otra<br />
persona y se tiene la sensación <strong>de</strong> que la otra persona<br />
es parte <strong>de</strong> uno mismo. No importa lo económico, cul-<br />
tural, etc... En estas condiciones -en la intimidad-<br />
se comparte todo: penas o alegrías; culpa o caída; ex-<br />
periencias profundas o superficiales...<br />
La terapia para el solitario emocional dice relación<br />
con la seguridad y <strong>de</strong>senvoltura personal que permitan<br />
el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> nuevas relaciones íntimas. Toda téc-<br />
nica sicológica que ayu<strong>de</strong> a las personas a mostrarse<br />
tal cual son, indirectamente, va orientada a solucionar<br />
la timi<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l solitario emocional. (Ver capítulo sobre<br />
Asertividad).<br />
Para concluir este capítulo digamos que:<br />
1. La participación en diversas activida<strong>de</strong>s sociales<br />
origina una sensación <strong>de</strong> adaptación emocional,<br />
93
una buena salud física y una actitud positiva ante<br />
la vida;<br />
2. Des<strong>de</strong> nuestra más tierna infancia, apren<strong>de</strong>mos<br />
ritos y hábitos sociales simples y fáciles que, a<br />
través <strong>de</strong> la vida, nos permiten relacionarnos fá-<br />
cilmente;<br />
3. La timi<strong>de</strong>z se vence <strong>de</strong>sarrollando capacidad <strong>de</strong><br />
trato social, repertorio conductual.<br />
94
3.<br />
El “estrés”<br />
Hoy hablamos comúnmente <strong>de</strong> “estrés”. La socie-<br />
dad mo<strong>de</strong>rna, sometida a migraciones, cambios políti-<br />
cos serios, a tiempos excesivos <strong>de</strong> trabajo, a intensa<br />
competencia, con problemas <strong>de</strong> rol en las personas,<br />
con resonancias afectivas <strong>de</strong> enojo, <strong>de</strong> ansiedad, etc.,<br />
con relativa frecuencia llega a límites extremos...<br />
En estas condiciones negativas, las personas enferman.<br />
Queda a la <strong>de</strong>riva la integridad física o mental.<br />
Está arriesgándose la calidad <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> los individuos.<br />
Por todo esto y muchas otras razones, también vá-<br />
lidas, cualquier intento <strong>de</strong> aproximación al estudio <strong>de</strong>l<br />
“estrés” se justifica ampliamente.<br />
¿Qué es el “estrés”?<br />
Vamos a mirar el “estrés” fundamentalmente co-<br />
mo un proceso: hay un inicio, un <strong>de</strong>sarrollo y un tér-<br />
mino o resultante. Más específicamente diremos que<br />
el “estrés” como respuesta orgánica se <strong>de</strong>sarrolla fun-<br />
damentalmente en tres etapas:<br />
a) reacción <strong>de</strong> alarma;<br />
b) estado <strong>de</strong> resistencia;<br />
c) estado <strong>de</strong> agotamiento.<br />
95
No podremos olvidar que el “síndrome <strong>de</strong> estrés”<br />
afecta al organismo en su totalidad.<br />
El agotamiento selectivo <strong>de</strong> algún órgano repre-<br />
senta la última fase, la etapa <strong>de</strong> agotamiento.<br />
Las principales variables que <strong>de</strong>ben consi<strong>de</strong>rarse<br />
dicen relación con la persona y/o el ambiente.<br />
Lazarus (1977) y Ursini (1978) han estudiado tam-<br />
bién los procesos sicológicos que median entre el es-<br />
tímulo o agente agresor y la respuesta <strong>de</strong>l organismo.<br />
Finalmente, estos estudiosos llegan también a pos-<br />
tular que mediante los procesos cognitivos una perso-<br />
na pue<strong>de</strong> llegar a modificar y controlar la secuencia<br />
<strong>de</strong>l “Síndrome General <strong>de</strong> Adaptación” (S.G.A.). Así,<br />
muestran cuán importante es, en último término, co-<br />
nocer cómo el individuo enfrenta el estímulo estre-<br />
sante.<br />
96<br />
Revisemos algunas <strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong> “estrés”:<br />
1. La palabra “estrés” <strong>de</strong>riva <strong>de</strong>l latín “stringere” y<br />
significa “apretar”. Así, pue<strong>de</strong> significar una fuer-<br />
za constrictora que actúa sobre las personas. Se<br />
usan como sinónimos las palabras: esfuerzo, ten-<br />
sión, presión.<br />
2. Cualquier fuerza externa constrictora que produ-<br />
ce tensión.<br />
3. El “estrés” es una respuesta a un agente agresor<br />
que prepara al organismo para la lucha o la hui-<br />
da (síndrome general <strong>de</strong> adaptación).<br />
4. El “estrés”, precio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sgaste <strong>de</strong>l organismo,<br />
provoca ciertos cambios en la estructura y compo-<br />
sición química <strong>de</strong> éste.
5. Fenómeno perceptual que surge <strong>de</strong> la compara-<br />
ción entre la <strong>de</strong>manda que percibe una persona y<br />
su capacidad para enfrentarla, comparación que<br />
pue<strong>de</strong> terminar en un <strong>de</strong>sequilibrio, lo cual da lu-<br />
gar a la experiencia <strong>de</strong> “estrés”, que es tanto fisio-<br />
lógica como sicológica.<br />
6. Si las respuestas <strong>de</strong>fensivas, exigidas por el agente<br />
agresor, son severas y/o prolongadas pue<strong>de</strong>n o<br />
agotar los recursos <strong>de</strong>l sistema fisiológico o ser<br />
excesivas para él. El costo que pagan las <strong>de</strong>fensas<br />
o el sistema mismo, en estos casos, son los esta-<br />
dos <strong>de</strong> enfermedad, llamadas “enfermeda<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />
adaptación”.<br />
Cualquiera sea la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> “estrés” que prefiramos,<br />
durante él, el sistema nervioso y el sistema en-<br />
docrino u hormonal juegan un papel importante en<br />
la mantención <strong>de</strong> la resistencia.<br />
La capacidad normal que tiene todo organismo<br />
para mantener su a<strong>de</strong>cuado equilibrio interno y que le<br />
permite el enfrentamiento a los diversos agentes agre-<br />
sores se conoce como capacidad homeostática.<br />
Agreguemos, finalmente, a modo <strong>de</strong> recapitula-<br />
ción que el “estrés” pue<strong>de</strong> darse en el plano sicológi-<br />
co (insatisfacción, ansiedad, baja autoestima), fisioló-<br />
gico (alta presión sanguínea, niveles elevados <strong>de</strong> coles-<br />
terol) y conductual (fumar, beber).<br />
Situaciones <strong>de</strong> “estrés”<br />
y funcionamiento orgánico<br />
Todo organismo está naturalmente equipado para<br />
manejar situaciones adversas: temor, tensión, angustia,<br />
97
agresiones, etc. El comando general <strong>de</strong> la <strong>de</strong>fensa es-<br />
tá a cargo <strong>de</strong>l Sistema Nervioso Autónomo (S.N.A.).<br />
El S.N.A. es visto, comúnmente, como el conjun-<br />
to <strong>de</strong> los sistemas simpáticos y parasimpáticos. La gran<br />
mayoría <strong>de</strong> los órganos efectores están enervados por<br />
ambos sitemas. Los efectos producidos por cada uno<br />
<strong>de</strong> ellos, generalmente, son antagónicos. Por ejemplo,<br />
el sistema parasimpático reduce el pulso y el simpático<br />
lo eleva.<br />
a) El Sistema Nervioso Simpático (S.N.S.). Las ac-<br />
ciones <strong>de</strong>l S.N.S., tomadas en su conjunto, pare-<br />
cen orientadas al reforzamiento <strong>de</strong> las <strong>de</strong>fensas <strong>de</strong>l<br />
cuerpo contra los peligros que pue<strong>de</strong>n amenazarlo. El<br />
aumento <strong>de</strong> la actividad simpática moviliza los recur-<br />
sos <strong>de</strong>l cuerpo para la acción inmediata. El S.N.S. es-<br />
timula la secreción <strong>de</strong> catecolaminas <strong>de</strong> la médula<br />
adrenal, altera el proceso metabólico, produce rápi-<br />
dos cambios en la función cardiovascular, etc. Todos<br />
estos cambios han sido llamados “reacción <strong>de</strong> emer-<br />
gencia” (Gray, 1971 y 1975).<br />
b) El Sistema Nervioso Parasimpático (S.N.P.). Las<br />
acciones <strong>de</strong>l S.N.P. parecen estar orientadas hacia<br />
situaciones propias <strong>de</strong> la relajación o recuperación.<br />
Así comanda las maniobras necesarias para que el or-<br />
ganismo vuelva a su funcionamiento normal, don<strong>de</strong> no<br />
son necesarios ya los recursos que moviliza el sistema<br />
nervioso en una situación <strong>de</strong> alarma: disminuye la ve-<br />
locidad <strong>de</strong>l pulso cardíaco, la respiración se torna po-<br />
co profunda y más silenciosa, caen los niveles <strong>de</strong> glu-<br />
cosa en la sangre, etc.<br />
Todo organismo, humano o animal, está, pues,<br />
equipado para reaccionar frente a las <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong>l<br />
ambiente. Estas reacciones son la lucha o la huida.<br />
98
c) Las glándulas adrenales (o suprarrenales). Con-<br />
sisten en dos áreas funcionalmente separadas: la<br />
médula interna y la corteza externa.<br />
La actividad en la médula es regulada por el sis-<br />
tema nervioso simpático (S.N.S.). De él <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> la li-<br />
beración tanto <strong>de</strong> adrenalina como <strong>de</strong> noradrenalina<br />
<strong>de</strong> las células <strong>de</strong> la médula adrenal. Este sistema sim-<br />
pático-adrenomedular parece dominar en la etapa <strong>de</strong><br />
reacción <strong>de</strong> alarma <strong>de</strong>l “síndrome general <strong>de</strong> adapta-<br />
ción” (S.G.A.). La función <strong>de</strong> la corteza adrenal pare-<br />
ce ser regulada, en parte importante, por el nivel <strong>de</strong><br />
la hormona corticotrofina (ACTH) en la sangre. El<br />
S.G.A. pareciera participar especialmente en la etapa<br />
<strong>de</strong> resistencia.<br />
(Sebye al hacer el estudio <strong>de</strong>l S.G.A. estableció tres<br />
etapas que lo conformarían: 1) Etapa inicial o reacción<br />
<strong>de</strong> alarma. Implica un primer llamado a todas las <strong>de</strong>-<br />
fensas <strong>de</strong>l organismo. 2) Etapa <strong>de</strong> la máxima adapta-<br />
ción o etapa <strong>de</strong> resistencia. Si el estresor continúa por<br />
<strong>de</strong>masiado tiempo, si es muy agudo, o si las <strong>de</strong>fensas<br />
no son efectivas, el organismo evoluciona hacia la si-<br />
guiente etapa. 3) Etapa <strong>de</strong> agotamiento: todos los me-<br />
canismos <strong>de</strong> adaptación se colapsan).<br />
Los cambios <strong>de</strong> vida<br />
en las personas y el “estrés”<br />
Todo inci<strong>de</strong>nte nuevo en la vida <strong>de</strong> una persona<br />
rompe con el esquema habitual <strong>de</strong> situaciones en que<br />
ésta acostumbra a manejarse. A esta realidad vital, experiencial<br />
la llamamos “cambio <strong>de</strong> vida”.<br />
99
Como es fácil compren<strong>de</strong>r, un cambio <strong>de</strong> vida re-<br />
quiere <strong>de</strong> una mayor actividad <strong>de</strong> adaptación <strong>de</strong> parte<br />
<strong>de</strong>l individuo para po<strong>de</strong>r asimilarlo.<br />
En esta perspectiva, tanto los cambios positivos<br />
como los negativos en la vida <strong>de</strong>l sujeto son consi<strong>de</strong>ra-<br />
dos como estresantes dado que <strong>de</strong>mandan numerosos<br />
ajustes <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> las personas a un nuevo estilo o<br />
patrón <strong>de</strong> vida (por ejemplo, matrimonio o divorcio).<br />
Cabe mencionar como pioneros y estudiosos <strong>de</strong><br />
este tema a H. Rahe (1967), T. Holmes (1967), Scha-<br />
fer (1978), Levi (1972), A. Hamilton (1976), Mc. Grath<br />
(1976), Caplan, Cobb, Van Harrison (1975). En espe-<br />
cial, sus investigaciones impactaron al poner en evi<strong>de</strong>n-<br />
cia una significativa correlación entre cambios ambientales<br />
y enfermeda<strong>de</strong>s sicosomáticas (o <strong>de</strong>sajuste <strong>de</strong> las<br />
personas).<br />
Resumiendo digamos que “en poquísimas generaciones,<br />
a partir <strong>de</strong> la Revolución Industrial, con prác-<br />
ticamente ningún tiempo ni oportunidad para la introducción<br />
<strong>de</strong> cambios en el equipo biológico <strong>de</strong>l hom-<br />
bre, e incluso sin tiempo para cambiar sus costumbres,<br />
el ambiente humano ha sufrido una drástica transfor-<br />
mación. Esta transformación le ha implicado al indi-<br />
viduo una cada vez mayor y más específica adaptación<br />
al ambiente lo que implica una movilización acelera-<br />
da <strong>de</strong> los múltiples mecanismos que componen esta<br />
reacción. Esto lleva a un continuo <strong>de</strong>sgaste <strong>de</strong> las re-<br />
servas energéticas, y el hombre se torna más vulnera-<br />
ble a ser afectado negativamente por las <strong>de</strong>mandas<br />
externas que se ejercen sobre él. No tiene tiempo ni<br />
oportunidad <strong>de</strong> ajustarse a estos nuevos cambios, lo<br />
que, a<strong>de</strong>más, influye para que los perciba como más<br />
nocivos” (Concha, I. y col., 1982).<br />
100
Cuando se constata que un cambio vital <strong>de</strong>termi-<br />
nado daña a una persona y no a otra, cabe inmedia-<br />
tamente la pregunta: ¿por qué?<br />
En la línea <strong>de</strong> investigación <strong>de</strong> Cox y Mac Kay<br />
(1976) como también <strong>de</strong> Lazarus (1976) y Mc Grath<br />
(1970), hay que mirar el “estrés” como un fenómeno<br />
perceptual que surge <strong>de</strong> la comparación entre la exi-<br />
gencia o presión ejercida sobre la persona y su habili-<br />
dad para enfrentar dicha exigencia. Hay ciertamente,<br />
una exigencia, pero es <strong>de</strong> primera importancia consi-<br />
<strong>de</strong>rar la percepción que el sujeto tiene <strong>de</strong> esta exigen-<br />
cia. También está, simultáneamente, la percepción <strong>de</strong><br />
la capacidad personal para enfrentar dicha exigencia.<br />
Si existe disonancia en el sujeto que percibe entre la<br />
exigencia y la capacidad para enfrentarla se configura<br />
el <strong>de</strong>sequilibrio. La percepción <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sequilibrio gati-<br />
lla (origina) la experiencia subjetiva, emocional <strong>de</strong>l es-<br />
trés (a nivel sicológico y fisiológico).<br />
Vemos así cuán importantes son los sistemas <strong>de</strong><br />
creencias en el individuo (juicios, valores, actitu<strong>de</strong>s,<br />
interpretaciones, opiniones acerca <strong>de</strong> quiénes somos,<br />
quiénes y cómo son las otras personas, qué es impor-<br />
tante en la vida y cómo <strong>de</strong>biéramos funcionar para<br />
“pertenecer”, tener una posición). ¡Qué importante ser<br />
capaz <strong>de</strong> mirar y experimentar objetivamente la vida!;<br />
¡ojalá aprendiéramos a mirar preferentemente el lado<br />
positivo! Igualmente importante, en el manejo <strong>de</strong> situaciones<br />
estresantes, son los umbrales <strong>de</strong> tolerancia que<br />
tiene cada persona (Monat y Lazaras, 1977).<br />
101
Los costos fisiológicos<br />
y sicológicos <strong>de</strong>l “estrés”<br />
(Dr. R. Van Amberg, 1976).<br />
I. El estrés leve. Generalmente va acompañado <strong>de</strong><br />
un gran impulso para actuar; la percepción es excepcionalmente<br />
aguda; se presenta una energía ner-<br />
viosa excesiva y una capacidad <strong>de</strong> realizar más traba-<br />
jo que el habitual. Es una etapa agradable, pero tam-<br />
bién <strong>de</strong>be ser consi<strong>de</strong>rada como la primera etapa <strong>de</strong><br />
señales <strong>de</strong> advertencia porque se están consumiendo<br />
las reservas <strong>de</strong> energía.<br />
II. Primeros efectos <strong>de</strong>sagradables <strong>de</strong>l estrés. Las re-<br />
servas <strong>de</strong> energía ya no alcanzan para todo el día:<br />
cansancio al levantarse o en las primeras horas <strong>de</strong> la<br />
tar<strong>de</strong>; trastornos ocasionales <strong>de</strong> las funciones estoma-<br />
cales e intestinales; tensión muscular en la espalda y<br />
alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l cráneo; sensación <strong>de</strong> no po<strong>de</strong>r relajarse.<br />
III. La fatiga se acentúa: mayores perturbaciones <strong>de</strong><br />
las funciones intestinales; problemas estomacales;<br />
músculos tiesos; sensación <strong>de</strong> tensión en aumento;<br />
trastornos en el sueño.<br />
IV. Gran dificultad para trabajar en la tar<strong>de</strong>. Activi<br />
da<strong>de</strong>s antes agradables resultan ahora penosas;<br />
las conversaciones con los amigos y las situaciones so-<br />
ciales se vuelven molestas; sentimientos negativos; imposibilidad<br />
<strong>de</strong> concentrarse; temores sin causa aparen-<br />
te; los trastornos <strong>de</strong>l sueño son mayores.<br />
V. Los síntomas se intenscan. Fatiga extrema; difi-<br />
cultad para realizar tareas sencillas; trastornos in-<br />
tensos <strong>de</strong> las funciones estomacales e intestinales; sen-<br />
saciones <strong>de</strong> temores agudos.<br />
VI. Síntomas muy intensos. Violentos latidos <strong>de</strong>l co-<br />
razón; respiración anhelante, temblores; escalo-<br />
102
fríos; transpiración; manos y pies entumecidos y con<br />
sensación <strong>de</strong> hormigueo. Energía apenas suficiente pa-<br />
ra efectuar las tareas más sencillas.<br />
En este menoscabo <strong>de</strong> la salud, cabe preguntarse:<br />
¿se afectan las estructuras fisiológicas o síquicas?... No<br />
es fácil respon<strong>de</strong>r. La experiencia muestra que las<br />
personas utilizan los mecanismos fisiológicos y sicológicos<br />
para adaptarse. Sin embargo, si bien los indivi-<br />
duos adoptan preferentemente una <strong>de</strong> estas vías, por<br />
qué respon<strong>de</strong>n como respon<strong>de</strong>n es un asunto comple-<br />
jo.<br />
Para terminar recor<strong>de</strong>mos que si bien el estrés,<br />
consi<strong>de</strong>rado como mecanismo <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa frente a un<br />
agresor, es algo normal en todo organismo y, por lo<br />
mismo, todo organismo, animal y humano, está capaci-<br />
tado para adaptarse naturalmente al medio ambiente<br />
cambiante.<br />
Sin embargo, por razones cognitivas o <strong>de</strong> situacio-<br />
nes extremas y/o muy prolongadas, los individuos pue-<br />
<strong>de</strong>n llegar a <strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nes crónicos. Así llegamos a lo<br />
que los especialistas llaman “enfermeda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> adap-<br />
tación” (enfermedad coronaria, diabetes mellitus, úl-<br />
cera péptica, hipertensión arterial, colon irritable, dis-<br />
funciones sexuales, artritis reumatoi<strong>de</strong>, alergias y al-<br />
gunas formas <strong>de</strong> asma, propensión a las infecciones<br />
y al cáncer, enfermeda<strong>de</strong>s neurosiquiátricas, alcoholis-<br />
mo y otras adicciones, etc.).<br />
“El tipo <strong>de</strong> enfermedad es producto <strong>de</strong> la acción<br />
<strong>de</strong> factores condicionantes <strong>de</strong> la persona (programa<br />
sicobiológico, factores cognitivos, vulnerabilidad somá-<br />
tica). Estos factores <strong>de</strong>terminan qué vías y cuáles sis-<br />
temas orgánicos serán más sensibles y, se verán afec-<br />
tados en una situación <strong>de</strong> estrés”(Concha I., y col.,<br />
1982).<br />
103
4.<br />
La <strong>de</strong>presión<br />
Para bien o para mal, las emociones controlan<br />
nuestra vida... Por esto, si queremos apren<strong>de</strong>r a vivir<br />
bien, es <strong>de</strong> gran importancia conocer todo cuanto di-<br />
ce relación con las emociones: su origen, su adminis-<br />
tración, etc.<br />
Si la alegría o el entusiasmo vitalizan nuestro cuer-<br />
po, las emociones negativas lo <strong>de</strong>struyen y <strong>de</strong>primen<br />
las fuerzas vitales <strong>de</strong>l organismo. Los estudios experimentales<br />
realizados al respecto son numerosos y ya en-<br />
tregan claras conclusiones. Por ejemplo, son significa-<br />
tivamente más numerosas las personas que enferman<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> un ser querido.<br />
Si la relación salud-emociones es tan importante,<br />
¿qué hacer para administrar nuestros sentimientos en<br />
forma constructiva y armoniosa?... Son miles las res-<br />
puestas a esta pregunta. Toda la sicología, en particu-<br />
lar, a través <strong>de</strong> las diferentes corrientes terapéuticas<br />
tratan <strong>de</strong> hacerse cargo <strong>de</strong> esta interrogante. En estos<br />
momentos, diremos aquí sólo algo obvio: un buen ca-<br />
mino, un fácil camino para gobernar y controlar las<br />
emociones consiste en mantener control sobre los pensamientos<br />
e imágenes mentales. Así, si el hombre se<br />
hace cargo <strong>de</strong> sus pensamientos pue<strong>de</strong> sustituir el te-<br />
mor por el amor, la mala por buena voluntad, la tris-<br />
teza por la alegría, la cólera por la paz, etc.<br />
104
Todos po<strong>de</strong>mos cuidar nuestra salud, prevenir<br />
las enfermeda<strong>de</strong>s, etc., a través <strong>de</strong> la mente: pensa-<br />
mientos <strong>de</strong> paz y armonía, juicios <strong>de</strong> comprensión y<br />
perdón, valoración personal, organización pru<strong>de</strong>nte<br />
<strong>de</strong>l tiempo, etc.<br />
¿Qué es la <strong>de</strong>presión?<br />
En la vida, lo normal es que nos encontremos con<br />
penas y alegrías, que tengamos experiencias <strong>de</strong> en-<br />
cuentro y <strong>de</strong> <strong>de</strong>spedida, que nos hallemos en situacio-<br />
nes <strong>de</strong> éxito y <strong>de</strong> fracaso...<br />
¿Son enfermizos los sentimientos <strong>de</strong> pérdida, <strong>de</strong><br />
tristeza, <strong>de</strong> añoranzas?... Que el triunfo produzca ale-<br />
gría y que el fracaso produzca tristeza es lo normal,<br />
lo sano. Entonces, ¿qué es la <strong>de</strong>presión?, ¿cuándo se<br />
habla <strong>de</strong> <strong>de</strong>presión como enfermedad?... En la <strong>de</strong>pre-<br />
sión normal, contrariamente a lo que pasa en la <strong>de</strong>-<br />
presión patológica, se sabe por qué se sufre; a<strong>de</strong>más<br />
la respuesta personal es a<strong>de</strong>cuada y en proporción al estímulo.<br />
En general, digamos que la <strong>de</strong>presión se caracte-<br />
riza por un sentimiento <strong>de</strong> tristeza. La persona <strong>de</strong>pri-<br />
mida percibe la vida en forma opaca, siente que nada<br />
merece la pena. Sobreviene una sensación <strong>de</strong> <strong>de</strong>sespe-<br />
ranza. No hay posibilida<strong>de</strong>s y no vale la pena ni siquie-<br />
ra intentar algo porque las cosas no mejorarán.<br />
Por otro lado, las personas viven a medias, sólo<br />
tienen fuerzas para realizar las tareas más elementa-<br />
les. Por lo general, <strong>de</strong>saparece, en primer lugar, el<br />
interés por las activida<strong>de</strong>s sociales; luego, se pier<strong>de</strong><br />
el interés por las aficiones y proyectos personales. La<br />
105
lectura, por ejemplo, se hace <strong>de</strong>sagradable y se trans-<br />
forma en trabajo, en parte porque están afectadas la<br />
memoria y la concentración.<br />
Algunos <strong>de</strong>presivos agregan estados angustiosos<br />
que se expresan en llantos frecuentes.<br />
El individuo con <strong>de</strong>presión pier<strong>de</strong> autoestima,<br />
amor propio, llega a creer que no agrada a nadie o<br />
tener la sensación <strong>de</strong> que todo el mundo se ríe a sus espaldas.<br />
Fácilmente llega por estos caminos a la con-<br />
clusión <strong>de</strong> que la sociedad, la familia o sus amigos es-<br />
tarían mejor sin él. Dado, pues, que tiene poco cari-<br />
ño a la propia existencia, que se siente culpable <strong>de</strong><br />
errores reales o imaginarios, cercanos o lejanos a él,<br />
empieza a pensar en el suicidio. Es <strong>de</strong>cir, porque el <strong>de</strong>presivo<br />
siente que no vale y que su existencia mo-<br />
lesta a los <strong>de</strong>más se convence <strong>de</strong> que no merece vivir.<br />
En relación a las apetencias, en el <strong>de</strong>presivo pue-<br />
<strong>de</strong>n aparecer disminuidos el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> comida, <strong>de</strong> se-<br />
xo, <strong>de</strong> contacto social y, finalmente, como ya hemos expresado,<br />
el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> la misma vida.<br />
También pue<strong>de</strong>n presentarse síntomas físicos: sen-<br />
sación <strong>de</strong> opresión en el pecho, dolor <strong>de</strong> cabeza, peso<br />
en el estómago; a veces, dificultad <strong>de</strong> tragar, seque-<br />
dad en la boca. (Sólo en casos excepcionales, pue<strong>de</strong><br />
aparecer aumento <strong>de</strong> la necesidad sexual y <strong>de</strong>l apetito<br />
<strong>de</strong> comer).<br />
Clases <strong>de</strong> <strong>de</strong>presión<br />
(Esta clasificación es absolutamente discrecional y subjetiva)<br />
1. Depresión endógena: En ella no hay causa exter-<br />
na aparente. Se supone, como causa interna, un<br />
mal funcionamiento <strong>de</strong>l sistema nervioso central. Este<br />
106
produciría un <strong>de</strong>sequilibrio, una alteración en la pro-<br />
ducción <strong>de</strong> las substancias químicas (hormonas) que<br />
se utilizan en la función cerebral. La mayoría <strong>de</strong> los<br />
individuos que sufren una <strong>de</strong>presión tienen o han te-<br />
nido problemas emocionales. Por eso, queda aún hoy<br />
día, en pie la siguiente interrogante: ¿los problemas<br />
emocionales y físicos están causados por los <strong>de</strong>sequili-<br />
brios hormonales o más bien aquéllos se responsabi-<br />
lizan <strong>de</strong> éstos?... Sicólogos y siquiatras, cada uno <strong>de</strong>s-<br />
<strong>de</strong> su perspectiva propia, buscan la etiología <strong>de</strong> la <strong>de</strong>-<br />
presión y parecen abordar el eterno problema <strong>de</strong>l ori-<br />
gen <strong>de</strong>l huevo y la gallina.<br />
2. Depresión reactiva: En ella la causa externa es<br />
evi<strong>de</strong>nte (pérdida <strong>de</strong> un ser querido, <strong>de</strong> un traba-<br />
jo, <strong>de</strong> una fortuna, etc.).<br />
En sí, la <strong>de</strong>presión reactiva es sana ante un con-<br />
tratiempo personal grave, ante un estado <strong>de</strong> cansancio<br />
prolongado, etc. Sin embargo, si se perdura <strong>de</strong>masia-<br />
do en el tiempo po<strong>de</strong>mos llegar a una <strong>de</strong>presión cró-<br />
nica. Ante un hecho externo <strong>de</strong>safortunado, la <strong>de</strong>pre-<br />
sión reactiva aparece <strong>de</strong> modo casi instantáneo: es una<br />
reacción.<br />
En la <strong>de</strong>presión reactiva sólo aparecen algunos<br />
síntomas <strong>de</strong> la <strong>de</strong>presión endógena: sentimientos <strong>de</strong><br />
tristeza, períodos <strong>de</strong> angustia. El individuo se pone<br />
algo más pasivo, pero sigue viviendo. En cuanto al<br />
sueño, ambas <strong>de</strong>presiones se diferencian claramente:<br />
la <strong>de</strong>presión endógena se acompaña con insomnio a<br />
partir <strong>de</strong> las primeras horas <strong>de</strong> la madrugada; en la<br />
<strong>de</strong>presión reactiva, en cambio, resulta difícil dormir-<br />
se, pero una vez que el individuo <strong>de</strong>presivo se queda<br />
dormido ya no se <strong>de</strong>spierta hasta la mañana y al <strong>de</strong>s-<br />
pertar la persona se siente recuperada, lo que no su-<br />
ce<strong>de</strong> en la <strong>de</strong>presión endógena.<br />
107
En cuanto al suicidio, en ambas <strong>de</strong>presiones es<br />
un riesgo real. Sin embargo, en la <strong>de</strong>presión reactiva<br />
el riesgo está principalmente al comienzo <strong>de</strong>l período<br />
<strong>de</strong>presivo; por el contrario, en la endógena está al fi-<br />
nal <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>terioro.<br />
3. Depresión tóxica (o secundaria): el origen es ex-<br />
terno, pero específico: fármacos, alcohol o infec-<br />
ción viral. Esta <strong>de</strong>presión pue<strong>de</strong> sobrevenir, por ejem-<br />
plo, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una influenza, una hepatitis, etc., o<br />
bien <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> ingerir fármacos tipo barbitúricos, o<br />
sedantes, o cortisona, o medicamentos usados para<br />
bajar la presión sanguínea (por ejemplo, reserpina).<br />
También <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> algunas enfermeda<strong>de</strong>s como dia-<br />
betes, trastornos a la tiroi<strong>de</strong>s, etc.<br />
4. Depresión sicótica: su origen habría que buscarlo<br />
en un agotamiento excesivo o en una enfermedad<br />
cerebral. También pue<strong>de</strong> correspon<strong>de</strong>r a un momen-<br />
to <strong>de</strong> la sicosis maníaco-<strong>de</strong>presiva. En este tipo <strong>de</strong> <strong>de</strong>-<br />
presión son frecuentes las alucinaciones, la pérdida<br />
<strong>de</strong>l contacto con la realidad. La autoestima pue<strong>de</strong> va-<br />
riar <strong>de</strong> un día para otro.<br />
5. Depresión enmascarada: el individuo funciona<br />
normalmente, pero en forma superficial. La per-<br />
sona vive retraída y remota; su cara expresa muy po-<br />
ca emoción. Se comunica con los <strong>de</strong>más, pero nunca<br />
se confía profundamente.<br />
Cualquier tipo <strong>de</strong> <strong>de</strong>presión si no es cuidada a<br />
tiempo pue<strong>de</strong> llegar a ser “endógena”. Para ayudar al<br />
<strong>de</strong>presivo endógeno, en forma rápida, existe, en si-<br />
quiatría, una amplia gama <strong>de</strong> fármacos especializados<br />
(los anti<strong>de</strong>presivos). Sin embargo, también existen, en<br />
sicoterapia, diversos y eficaces tratamientos.<br />
108
Tensión y Depresión<br />
(Ver capítulo sobre “estrés”)<br />
En la ciencia suce<strong>de</strong>n cosas paradójicas y no <strong>de</strong>-<br />
bemos extrañarnos. Por ejemplo, en medicina se pue-<br />
<strong>de</strong> saber cómo curar una enfermedad <strong>de</strong>sconociendo<br />
la causa.<br />
Con la <strong>de</strong>presión suce<strong>de</strong> algo parecido. Hay teo-<br />
rías sobre las causas <strong>de</strong> la <strong>de</strong>presión, hay tratamien-<br />
tos, más o menos, eficaces; sin embargo, no conoce-<br />
mos a ciencia cierta su origen.<br />
A pesar <strong>de</strong> lo anterior, po<strong>de</strong>mos afirmar que, en-<br />
tre los especialistas, hay ciertos acuerdos:<br />
— hay relación entre tensión, fatiga y <strong>de</strong>presión;<br />
— hay relación entre tensión y enfermeda<strong>de</strong>s.<br />
Algún intento <strong>de</strong> comprensión <strong>de</strong> la <strong>de</strong>presión<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> un enfoque biológico al alcance <strong>de</strong> todo públi-<br />
co, exigiría, como mínimo, tener presente:<br />
a) frente a un pensamiento o acontecimiento que<br />
produce tensión:<br />
b) reaccionan las glándulas suprarrenales, produ-<br />
ciendo niveles <strong>de</strong>:<br />
c) adrenalina, hormona que regula el metabolismo<br />
orgánico y que es responsable <strong>de</strong>l:<br />
d) metabolismo, que dice relación con la rapi<strong>de</strong>z y<br />
eficacia con que el organismo realiza sus funcio-<br />
nes vitales.<br />
Los cuatro momentos señalados en este esquema<br />
expresémoslos <strong>de</strong> esta otra forma: Un organismo, so-<br />
metido a tensión, funciona a más velocidad, esto es,<br />
gastando más energía. (La energía ciertamente no pue-<br />
<strong>de</strong> existir sin una fuente; en nuestro caso esta fuente<br />
109
está representada por los nutrientes <strong>de</strong>l organismo).<br />
La energía necesita una “planta transformadora” para<br />
respon<strong>de</strong>r a las <strong>de</strong>mandas físicas y síquicas <strong>de</strong> un or-<br />
ganismo. Pero, si una pieza <strong>de</strong>l sistema, en el proceso<br />
transformador, está en malas condiciones, simplemen-<br />
te disminuye o no se da la fuerza energética.<br />
Las tensiones prolongadas, digamos, gastan las<br />
piezas... El organismo no pue<strong>de</strong> reponerse. En una si-<br />
tuación <strong>de</strong> <strong>de</strong>sgaste prolongado, el organismo avisa:<br />
flato, estreñimiento, diarrea, etc... Si no se escuchan<br />
los avisos orgánicos, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l período <strong>de</strong> tensión<br />
prolongado, sobreviene a la persona una sensación <strong>de</strong><br />
estar aplastada “por las presiones, <strong>de</strong>mandas y cosas<br />
que hay que hacer. Finalmente, sobreviene la sensa-<br />
ción <strong>de</strong> impotencia.<br />
¿Hay muchas tensiones en tú vida?<br />
Holmes construyó una Escala para medir tensio-<br />
nes. La base teórica supone que toda experiencia, en<br />
cuanto implica cambio y adaptación, significa tensión.<br />
Así, cada hecho o acontecimiento, positivo o negativo,<br />
tiene un coeficiente tensional.<br />
La escala <strong>de</strong> Holmes predice que quien acumule<br />
un total elevado <strong>de</strong> puntos presentará una enfermedad<br />
grave, en un período <strong>de</strong> dos años. Si bien Holmes no<br />
utilizó su escala para pre<strong>de</strong>cir <strong>de</strong>presión, los indivi-<br />
duos que acusan <strong>de</strong>presión señalan, en la consulta clí-<br />
nica, como propias, varias <strong>de</strong> las experiencias que contiene<br />
la escala.<br />
Los puntajes totales pue<strong>de</strong>n acumularse en un período<br />
anual. El gráfico que obtengamos será bastante<br />
confiable. Según esta escala, si acumulamos sólo 150<br />
puntos, hay pocas posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> enfermarnos. Has-<br />
110
ta 200 puntos, las posibilida<strong>de</strong>s son bajas. De 225 a<br />
300, ya pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse que son medianas (50%). De 300<br />
y más, son altas. (Hay que tener presente, sin embar-<br />
go, que no es fácil medir tensiones. Estas son algo muy<br />
propio en cada individuo. Lo que es mucho para uno,<br />
no lo es para otro).<br />
Escala <strong>de</strong> tensión <strong>de</strong> Holmes<br />
1. Muerte <strong>de</strong>l cónyuge 100<br />
2. Divorcio 73<br />
3. Separación matrimonial 65<br />
4. Período <strong>de</strong> cárcel 63<br />
5. Muerte <strong>de</strong> un pariente cercano 63<br />
6. Lesión o enfermedad personal 53<br />
7. Matrimonio 50<br />
8. Despido <strong>de</strong>l trabajo 47<br />
9. Reconciliación matrimonial 45<br />
10. Jubilación 45<br />
11. Enfermedad <strong>de</strong> un miembro <strong>de</strong> la familia 44<br />
12. Embarazo 44<br />
13. Dificulta<strong>de</strong>s sexuales 39<br />
14. Un nuevo miembro en la familia 39<br />
15. Reajuste profesional 39<br />
16. Cambio financiero 39<br />
17. Muerte <strong>de</strong> un amigo íntimo 39<br />
18. Cambio a un tipo distinto <strong>de</strong> trabajo 36<br />
19. Cambio en el número <strong>de</strong> discusiones<br />
con la pareja 35<br />
20. Hipoteca <strong>de</strong> más <strong>de</strong> 5 millones <strong>de</strong> pesos 31<br />
21. Cobro judicial <strong>de</strong> hipoteca o préstamo 30<br />
22. Cambio <strong>de</strong> las responsabilida<strong>de</strong>s laborales 29<br />
111
23. Salida <strong>de</strong> casa <strong>de</strong> un hijo 29<br />
24. Problemas con los parientes políticos 29<br />
25. Gran éxito personal 28<br />
26. La pareja empieza o <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> trabajar 26<br />
27. <strong>Inicio</strong> o fin <strong>de</strong> curso escolar 26<br />
28. Cambio en las condiciones <strong>de</strong> vida 25<br />
29. Cambio en los hábitos personales 24<br />
30. Problemas con el jefe 23<br />
31. Cambio <strong>de</strong> horario o condiciones <strong>de</strong> trabajo 20<br />
32. Cambio <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia 20<br />
33. Cambio <strong>de</strong> lugar <strong>de</strong> estudios 20<br />
34. Cambio <strong>de</strong> actividad recreativa 19<br />
35. Cambio <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s religiosas 19<br />
36. Cambio <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s sociales 18<br />
37. Hipoteca o préstamo <strong>de</strong> menos<br />
<strong>de</strong> 5 millones <strong>de</strong> pesos 17<br />
38. Cambio <strong>de</strong> hábitos <strong>de</strong> sueño 16<br />
39. Cambio <strong>de</strong> número <strong>de</strong> reuniones <strong>de</strong> familia 14<br />
40. Cambio <strong>de</strong> dieta o <strong>de</strong> hábitos alimenticios 15<br />
41. Vacaciones 13<br />
42. Navida<strong>de</strong>s 12<br />
43. Pequeñas infracciones a la ley 11<br />
¿Cómo impedir la <strong>de</strong>presión?<br />
Partamos diciendo que, si bien los malos hábitos<br />
<strong>de</strong> vida no producen la enfermedad, por lo menos,<br />
predisponen a ella. Así, en esta perspectiva, para pre-<br />
venir la <strong>de</strong>presión, sería conveniente:<br />
1. Reconocer las limitaciones personales; no poner-<br />
se metas inalcanzables;<br />
112
2. No arrastrar por mucho tiempo la sensación <strong>de</strong><br />
tensión y agotamiento. Al levantarse cada mañana<br />
no sentir que nos espera una montaña <strong>de</strong> trabajo<br />
y obligaciones; que el tiempo nos será muy corto<br />
y no tendremos ningún momento agradable para<br />
nosotros;<br />
3. Procurar tener la sensación <strong>de</strong> dominar la situa-<br />
ción: control y dominio <strong>de</strong> la propia vida y <strong>de</strong>l<br />
ambiente;<br />
4. Aceptar compromisos y exigencias razonables y que<br />
podamos manejar con cierta facilidad;<br />
5. Tratar <strong>de</strong> no sentirse solo, sin importancia para<br />
nadie;<br />
6. Que nuestro “yo” esté contento, satisfechos <strong>de</strong><br />
quiénes somos y <strong>de</strong> lo que hacemos con nuestra<br />
vida;<br />
7. Cuidar la salud: sueño, comidas, <strong>de</strong>scanso...<br />
8. Cultivar relaciones sociales en el trabajo, en el<br />
barrio, en algún club, en la familia, etc.<br />
9. En los aciertos y triunfos <strong>de</strong> la vida, compartir<br />
las alegrías; en los errores y fracasos, darse sien-<br />
pre una nueva oportunidad;<br />
10. En los momentos duros <strong>de</strong> la vida, darse permiso<br />
para estar triste; sin embargo, cuidando que haya<br />
proporción y que, finalmente, con el tiempo, la<br />
tristeza ceda lugar a una nostalgia serena que per-<br />
mita que renazcan nuevas ilusiones.<br />
113
5.<br />
Cambios y enfermedad<br />
El mundo actual, en general, implica situaciones<br />
<strong>de</strong> cambio a todo nivel: internacional, nacional, fami-<br />
liar, personal; cultural, político, social; religioso, labo-<br />
ral, educacional, <strong>de</strong>portivo, humorístico, musical, etc<br />
Todos po<strong>de</strong>mos constatar cómo, en la sociedad<br />
mo<strong>de</strong>rna, las migraciones, los cambios políticos, las<br />
jornadas excesivas <strong>de</strong> trabajo, la intensa competencia,<br />
la falta <strong>de</strong> claridad en los roles <strong>de</strong> las personas, las<br />
resonancias afectivas <strong>de</strong> enojo, ansiedad, etc., con rela-<br />
tiva frecuencia, ponen en situaciones límites a las per-<br />
sonas. El mundo mo<strong>de</strong>rno arriesga la calidad <strong>de</strong> vida<br />
<strong>de</strong> los individuos.<br />
En estas condiciones, las personas pue<strong>de</strong>n enfer-<br />
mar dado que queda a la <strong>de</strong>riva la integridad física o<br />
mental.<br />
En el mundo cristiano, en particular, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>Juan</strong><br />
Bautista hasta <strong>Juan</strong> Pablo II, hablar <strong>de</strong> cambio es re-<br />
ferirse a algo consubstancial al hombre espiritual: “me-<br />
tanoia”, conversión, cambio <strong>de</strong>l corazón, paso <strong>de</strong>l hom-<br />
bre viejo al hombre nuevo, etc. <strong>Juan</strong>, el Apóstol, lle-<br />
gará incluso a hablar <strong>de</strong> nuevo nacimiento (Jn 5) al<br />
referirse al programa <strong>de</strong> vida <strong>de</strong>l cristiano.<br />
A través <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong>l cristianismo, todas las<br />
escuelas espirituales, usando la visión y el vocabulario<br />
propios <strong>de</strong>l momento, han presentado “el cambio” co-<br />
mo inherente al proceso <strong>de</strong> “santificación”. El hombre<br />
114
al entrar en el discipulado <strong>de</strong> Jesús opta por el cam-<br />
bio, por la “metanoia”.<br />
Este cambio al cual se refiere el cristianismo su-<br />
pone un individuo histórico, viviendo un aquí y un<br />
ahora, en relación con las cosas, los lugares, las per-<br />
sonas, las organizaciones, las i<strong>de</strong>as, etc. Así el hom-<br />
bre es un sujeto en relación y como tal está llamado<br />
al cambio.<br />
Hoy, porque la vida, en general, es cambio; por-<br />
que la vida cristiana, en particular, es cambio, no po-<br />
<strong>de</strong>mos no hablar <strong>de</strong> cambio.<br />
Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista sicológico, ¿qué es el cam-<br />
bio?, ¿qué exigencias biológicas significan los procesos<br />
<strong>de</strong> cambio?, ¿cuánto pue<strong>de</strong>n cambiar las personas sin<br />
enfermarse?, ¿con qué ritmo <strong>de</strong>ben darse los cambios<br />
para que sean enriquecedores y permanentes?, etc.<br />
Estos y muchos otros aspectos es necesario que<br />
vaya conociendo bien, en general, el hombre <strong>de</strong> hoy;<br />
pero, también, en forma especial, todo dirigente, maes-<br />
tro, etc.<br />
Si es verdad que el cambio en sí <strong>de</strong>bemos acoger-<br />
lo como algo positivo porque es propio <strong>de</strong> la vida, tam-<br />
bién es cierto que mal administrado es un enemigo peligroso.<br />
La a<strong>de</strong>cuada intensidad, frecuencia y persis-<br />
tencia <strong>de</strong> las situaciones <strong>de</strong> cambio <strong>de</strong>berán ser masi-<br />
vamente conocidas por la población contemporánea.<br />
El cambio mal administrado pue<strong>de</strong> poner a las<br />
personas en situaciones límites. En estas condiciones<br />
las personas pue<strong>de</strong>n enfermar...<br />
Los siguientes apuntes son un primer intento <strong>de</strong><br />
acercamiento al fenómeno <strong>de</strong>l cambio. En efecto, por-<br />
que bien administrado hace crecer a las personas, va-<br />
le la pena cualquier aporte, por mo<strong>de</strong>sto que sea.<br />
115
La vida y el cambio<br />
Nos guste o no nos guste, el cambio es parte im-<br />
portante <strong>de</strong> nuestras vidas...<br />
A veces no queremos cambiar; otras veces quere-<br />
mos cambiar. Queramos o no queramos cambiar, el<br />
cambio nos acompaña a todos a través <strong>de</strong> toda nues-<br />
tra vida.<br />
A través <strong>de</strong>l cambio el futuro inva<strong>de</strong> nuestras vi-<br />
das y se transforma el pasado.<br />
Ciertamente que una situación permanente en<br />
que sabemos qué nos espera cada día es muy cómoda. Pe-<br />
ro también significa, a mediano o largo plazo, una vi-<br />
da monótona, rutinaria.<br />
Por el contrario, llegar a una situación <strong>de</strong> vida en<br />
la que podamos contar con un marco estable, con una<br />
dosis saludable <strong>de</strong> seguridad y, por otra parte, con la<br />
posibilidad <strong>de</strong> novedad y cambio, es mirar la vida con<br />
significado y contenido.<br />
El cambio es un hecho en nuestras vidas; el cam-<br />
bio acompañó a los hombres <strong>de</strong> ayer, nos acompaña<br />
hoy y acompañará a los hombres <strong>de</strong>l mañana.<br />
Sin embargo, para que el cambio sea algo positi-<br />
vo en nuestras vidas se necesitan muchas cosas. Lo primero<br />
que supone el cambio en las personas, para que<br />
en sus vidas tenga signo positivo, es que se lo acoja,<br />
se lo integre, se le dé una dirección, un sentido.<br />
Acoger el cambio...<br />
La persona insegura, que duda <strong>de</strong> sí misma y se<br />
pregunta cada vez si será capaz <strong>de</strong> resolver cualquier<br />
problema nuevo que se plantee, esa persona evita el<br />
cambio.<br />
116
Para acoger el cambio la persona tiene que sentir-<br />
se cómoda consigo misma. La persona que tolera e in-<br />
cluso que agra<strong>de</strong>ce el cambio se asegura la sensación<br />
<strong>de</strong> objetivos y propósitos renovados casi todos los días<br />
<strong>de</strong> su vida.<br />
Tratar <strong>de</strong> sentirse cómodo en un mundo <strong>de</strong> cam-<br />
bios es lo mínimo <strong>de</strong>seable. Después se pue<strong>de</strong>n aña-<br />
dir <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> aventuras, <strong>de</strong> exploración <strong>de</strong> lo <strong>de</strong>scono-<br />
cido, gratitud por la presencia <strong>de</strong> lo misterioso, etc.<br />
Si estamos preparados para acoger el cambio, es-<br />
tamos en mejores condiciones para darle la dirección<br />
que <strong>de</strong>seamos.<br />
La adaptación al cambio<br />
Si hablar <strong>de</strong> cambio es una <strong>de</strong> las caras <strong>de</strong> la rea-<br />
lidad que acompaña permanentemente a las personas,<br />
la otra cara es la adaptación que implica.<br />
Pasamos <strong>de</strong> una situación A a una situación B. Te-<br />
nemos que vivir el proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>spedida, <strong>de</strong> abandono<br />
<strong>de</strong> la situación A y luego tenemos que vivir el encuen-<br />
tro <strong>de</strong> la situación B. En estos procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>spedi-<br />
da y encuentro juega un papel importante la “adapta-<br />
ción”.<br />
Así, po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que si el cambio es algo natu-<br />
ral en la vida <strong>de</strong>l hombre, también es algo natural la<br />
capacidad <strong>de</strong> adaptación. Sin embargo, el ritmo mismo<br />
<strong>de</strong>l cambio no es algo indiferente a la capacidad <strong>de</strong><br />
adaptación <strong>de</strong> las personas. Un organismo no tiene<br />
necesariamente capacidad <strong>de</strong> adaptación para cual-<br />
quier tipo o cualquier ritmo <strong>de</strong> cambio.<br />
117
El ritmo <strong>de</strong>l cambio<br />
¿Qué es el tiempo? Podríamos <strong>de</strong>finirlo <strong>de</strong> mu-<br />
chas maneras. En relación a lo que aquí nos interesa<br />
digamos que el tiempo dice relación con los interva-<br />
los durante los cuales ocurren los acontecimientos.<br />
El tiempo es la moneda que hace posible compa-<br />
rar la rapi<strong>de</strong>z con que se <strong>de</strong>sarrollan procesos muy di-<br />
ferentes.<br />
En economía pensemos los 10.000 años <strong>de</strong> agri-<br />
cultura <strong>de</strong> la humanidad; los cien o doscientos años <strong>de</strong><br />
industria; los años <strong>de</strong> servicios.<br />
En evolución biológica-cultural pensemos en los<br />
millones <strong>de</strong> años <strong>de</strong>l lento caminar <strong>de</strong> las especies;<br />
en la rápida evolución comparativamente <strong>de</strong> las cultu-<br />
ras y <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s.<br />
Hoy, la sociedad tiene nuevos índices para acer-<br />
carse a la evaluación <strong>de</strong>l fenómeno <strong>de</strong>l crecimiento,<br />
<strong>de</strong>l fenómeno <strong>de</strong>l cambio: índice <strong>de</strong> construcción, <strong>de</strong><br />
consumo <strong>de</strong> energía, <strong>de</strong> progresos en los transportes,<br />
etc.<br />
El cambiar es una cosa; el ritmo <strong>de</strong>l cambio es otra<br />
cosa.<br />
Si el cambio pue<strong>de</strong> ser integrado positivamente<br />
en las vidas <strong>de</strong> las personas, hay que tener presente<br />
que cualquier ritmo <strong>de</strong> cambio no es conveniente. La<br />
adaptación al cambio es posible sólo si las personas lo-<br />
gran dominar el ritmo <strong>de</strong> cambio: cada persona para<br />
“reprogramarse” necesita una a<strong>de</strong>cuada cantidad <strong>de</strong><br />
“información” en una <strong>de</strong>terminada cantidad <strong>de</strong> tiem-<br />
po.<br />
Se ha llamado “shock <strong>de</strong>l futuro” la tensión y la<br />
<strong>de</strong>sorientación que sufre un individuo obligado a un<br />
118
cambio excesivo en un tiempo <strong>de</strong>masiado breve (Toffler,<br />
A.).<br />
Límites <strong>de</strong> la adaptabilidad<br />
Todos los organismos vivos tienen una capacidad<br />
natural <strong>de</strong> adaptación. Esta capacidad es la otra cara<br />
<strong>de</strong> la supervivencia: porque fueron capaces <strong>de</strong> adap-<br />
tarse, por eso, las especies, los organismos han sobre-<br />
vivido.<br />
El hombre también tiene una capacidad natural <strong>de</strong><br />
adaptación. Sin embargo, esta capacidad no es infini-<br />
ta. El hombre es un organismo biológico, un organis-<br />
mo sicológico y todo organismo tiene sus límites.<br />
La sicología, la neurología, la teoría <strong>de</strong> las comu-<br />
nicaciones, la endocrinología, etc., como ciencias, algo<br />
tienen que <strong>de</strong>cirnos cada una <strong>de</strong> ellas, sobre la adap-<br />
tación humana.<br />
¿Qué les ocurre profundamente a las personas<br />
cuando les pedimos que cambien una y otra vez?...<br />
Los diferentes cambios <strong>de</strong> vida sacu<strong>de</strong>n a las personas<br />
con fuerzas distintas: un divorcio, una boda, un<br />
cambio <strong>de</strong> domicilio, unas vacaciones, etc., afectan <strong>de</strong><br />
un modo diferente a los organismos.<br />
Las investigaciones <strong>de</strong> Thomas Holmes y Richard<br />
Rahe (1967) han <strong>de</strong>mostrado esta afirmación. Ellos,<br />
a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> clasificar los cambios y graduar el impac-<br />
to respectivo en las personas, pudieron ir mucho más<br />
lejos y estudiaron y <strong>de</strong>mostraron experimentalmente<br />
la relación entre cambio y salud.<br />
Ellos pudieron <strong>de</strong>mostrar, por primera vez, que el grado<br />
<strong>de</strong> cambio en la vida <strong>de</strong> una persona guarda estrecha<br />
relación con su estado <strong>de</strong> salud.<br />
119
(Al hablar <strong>de</strong> cambio no importa el signo que po-<br />
dríamos interpretar como “bueno” o “malo”, sino,<br />
simplemente, que es cambio).<br />
Detrás <strong>de</strong> estos pioneros en la investigación <strong>de</strong><br />
los efectos <strong>de</strong>l cambio en las personas han seguido mu-<br />
chas otras investigaciones. De todas ellas lo que po<strong>de</strong>-<br />
mos <strong>de</strong>cir hoy es que el cambio tiene un precio en el<br />
organismo. Si no lo tenemos presente estamos po-<br />
niendo a las personas en situaciones tensionales peli-<br />
grosas.<br />
El precio fisiológico <strong>de</strong>l cambio<br />
La vida implica una interacción constante entre<br />
el organismo y el medio ambiente.<br />
¿ Qué suce<strong>de</strong> cuando se altera algo <strong>de</strong> nuestro medio?<br />
Todos estamos constantemente sometidos a una<br />
lluvia <strong>de</strong> señales <strong>de</strong> nuestro medio: visuales, auditivas,<br />
táctiles, etc. Cuando algo cambia <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l alcance<br />
<strong>de</strong> nuestros sentidos, se modifica el esquema <strong>de</strong> seña-<br />
les que los canales sensoriales envían al sistema ner-<br />
vioso.<br />
El cambio <strong>de</strong>l estímulo provoca lo que los sicólo-<br />
gos experimentales llaman una “respuesta <strong>de</strong> orien-<br />
tación” (R. O.).<br />
La respuesta <strong>de</strong> orientación es una operación compleja:<br />
involuntariamente empleamos nuestros múscu-<br />
los para dirigir los órganos sensoriales hacia el punto<br />
<strong>de</strong> origen <strong>de</strong>l estímulo; se eleva el tono muscular ge-<br />
neral; se producen cambios en la disposición <strong>de</strong> nues-<br />
120
tras ondas cerebrales; al encogerse las arterias, se en-<br />
frían los <strong>de</strong>dos <strong>de</strong> las manos y <strong>de</strong> los pies; las palmas<br />
<strong>de</strong> las manos empiezan a sudar; la sangre acu<strong>de</strong> a la<br />
cabeza; se altera el ritmo <strong>de</strong> respiración y <strong>de</strong> los la-<br />
tidos cardíacos. (Si todo esto es ostensible, estamos<br />
frente a lo conocido como “reacción <strong>de</strong> susto”).<br />
Todo esto es una dura carga para el cuerpo.<br />
La Respuesta <strong>de</strong> Orientación (R.O.) no es acci-<br />
<strong>de</strong>ntal. Es uno <strong>de</strong> los principales mecanismos <strong>de</strong> adap-<br />
tación.<br />
En pocas palabras, la R.O. dispone al organismo<br />
para la lucha o para la huida. Así, uno <strong>de</strong> los resulta-<br />
dos <strong>de</strong> la R.O. es enviar una oleada <strong>de</strong> energía pre-<br />
ventiva a todo el cuerpo.<br />
Al vibrar el sistema nervioso, en respuesta a la<br />
novedad en el campo sensorial, sus vesículas sinápti-<br />
cas <strong>de</strong>scargan pequeñas cantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> adrenalina y<br />
noradrenalina. Estas, a su vez, provocan una <strong>de</strong>scar-<br />
ga parcial <strong>de</strong> la energía almacenada.<br />
Hay que añadir que la R.O. no sólo se produce<br />
como reacción a estímulos sensoriales, sino también<br />
cuando nos enriquecemos con nuevas i<strong>de</strong>as o infor-<br />
maciones.<br />
La reacción <strong>de</strong> adaptación<br />
Frente a un hecho nuevo, el organismo respon<strong>de</strong><br />
con una respuesta <strong>de</strong> orientación (R.O.).<br />
Pero, ¿qué pasa si no se trata <strong>de</strong> un hecho, sino<br />
<strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> hechos nuevos?... Pensemos, por ejem-<br />
121
plo, que a alguien se le murió la esposa, que luego lo<br />
<strong>de</strong>spi<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l trabajo, que un hijo sufre un serio acci-<br />
<strong>de</strong>nte, etc.<br />
La R.O. no resuelve la necesidad <strong>de</strong> enfrenta-<br />
miento. Se necesita lo que se ha llamado una “reac-<br />
ción <strong>de</strong> adaptación”.<br />
La R.O. se funda principalmente en el sistema<br />
nervioso; la reacción <strong>de</strong> adaptación <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>, en gran<br />
parte, <strong>de</strong> las glándulas endocrinas y <strong>de</strong> las hormo-<br />
nas vertidas en el torrente sanguíneo.<br />
La R.O. y la reacción <strong>de</strong> adaptación ocurren nor-<br />
malmente innumerables veces en el día: es el organis-<br />
mo sabiamente preparado para respon<strong>de</strong>r a cambios<br />
en nuestro medio físico y social. La reacción <strong>de</strong> adap-<br />
tación se la conoce también como “tensión” y, última-<br />
mente, se habla mucho <strong>de</strong>l “estrés”. De él hablamos<br />
directamente (Capítulo 3, II parte).<br />
Es importante establecer que al propiciar el cam-<br />
bio científico, tecnológico, religioso, social, etc., <strong>de</strong> las<br />
personas, estamos entrando en la química y en la es-<br />
tabilidad sicobiológica <strong>de</strong> las personas.<br />
La RO. y las tensiones <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> límites a<strong>de</strong>cua-<br />
dos son naturales en todo organismo: dirigen todo<br />
proceso <strong>de</strong> crecimiento, <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo, <strong>de</strong> maduración.<br />
Digamos, finalmente, resumiendo este capítulo,<br />
que la vida es cambio, el cambio es adaptación y to-<br />
da adaptación implica R.O. y tensiones.<br />
Sin embargo, así como la adaptabilidad tiene sus<br />
límites, también <strong>de</strong>bemos <strong>de</strong>cir lo mismo <strong>de</strong> la capa-<br />
cidad <strong>de</strong> cambios en los organismos, en general, y en<br />
las personas, en particular.<br />
122
Los cambios y lo sicológico<br />
Así como el cuerpo siente el impacto <strong>de</strong> los cam-<br />
bios, también la “mente” paga el costo <strong>de</strong> los proce-<br />
sos <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión que implican los cambios.<br />
Los estudios sicofisiológicos han <strong>de</strong>mostrado que<br />
una buena adaptación se logra cuando el nivel <strong>de</strong>l estí-<br />
mulo que significa el cambio no es ni <strong>de</strong>masiado alto<br />
ni <strong>de</strong>masiado bajo.<br />
Las investigaciones al respecto permiten afirmar<br />
hoy que existe un “nivel <strong>de</strong> adaptación”: la capacidad<br />
<strong>de</strong> adaptación se da en un <strong>de</strong>terminado rango. Por <strong>de</strong>-<br />
bajo y por encima <strong>de</strong> este rango, la capacidad <strong>de</strong> adap-<br />
tación simplemente falla.<br />
Pensemos en las situaciones <strong>de</strong> guerra, incendios,<br />
inundaciones, terremotos... las personas se ven enfren-<br />
tadas al impacto <strong>de</strong> superestímulos.<br />
En tales casos, el <strong>de</strong>terioro mental empieza con<br />
una sensación <strong>de</strong> fatiga, seguida <strong>de</strong> confusión e irrita-<br />
bilidad nerviosa. El hombre se vuelve hipersensible al<br />
menor estímulo <strong>de</strong>l medio.<br />
Finalmente viene el agotamiento emocional: pare-<br />
ce <strong>de</strong>saparecer todo <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> vivir.<br />
Lo mismo hay que afirmar en relación al pensa-<br />
miento y las <strong>de</strong>cisiones. El estímulo excesivo pue<strong>de</strong><br />
conducir a comportamientos extraños y contrarios a la<br />
adaptación.<br />
Los experimentos sobre privación sensorial mues-<br />
tran los efectos sicológicos <strong>de</strong>l estímulo que está bajo<br />
“el nivel <strong>de</strong> adaptación”. El estímulo <strong>de</strong>ficiente se co-<br />
rrelaciona con una disminución <strong>de</strong> las faculta<strong>de</strong>s men-<br />
tales y físicas.<br />
123
La capacidad <strong>de</strong>l organismo para hacer frente a<br />
los estímulos sensoriales <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> su estructura fi-<br />
siológica.<br />
La naturaleza <strong>de</strong> sus órganos sensoriales y la ra-<br />
pi<strong>de</strong>z con que los impulsos fluyen por su sistema ner-<br />
vioso levantan barreras biológicas a la cantidad <strong>de</strong> da-<br />
tos sensoriales que pue<strong>de</strong> admitir.<br />
Las limitaciones <strong>de</strong> los órganos <strong>de</strong> los sentidos y<br />
<strong>de</strong>l sistema nervioso significan que muchos sucesos <strong>de</strong>l<br />
medio se producen a <strong>de</strong>masiada velocidad para que<br />
podamos seguirlos, por lo cual, en el mejor <strong>de</strong> los ca-<br />
sos, nuestra experiencia es parcial. Cuando las señales<br />
que llegan hasta nosotros son regulares y or<strong>de</strong>nadas,<br />
po<strong>de</strong>mos conseguir una representación mental <strong>de</strong> la<br />
realidad bastante buena. Pero cuando las señales <strong>de</strong> la<br />
realidad están <strong>de</strong>sorganizadas, cuando son nuevas e<br />
imprevistas, la exactitud <strong>de</strong> la imagen disminuye.<br />
El organismo se <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> <strong>de</strong> diversas maneras<br />
frente al exceso <strong>de</strong> estímulos físicos, información o<br />
<strong>de</strong>cisiones.<br />
A veces, simplemente se niega a recibir; otras ve-<br />
ces elige el camino <strong>de</strong> la especialización: quiere man-<br />
tenerse a la altura <strong>de</strong>l cambio; otras veces, quiere<br />
adaptarse con técnicas eficaces en otras situaciones,<br />
etc.<br />
Es posible encontrarse con gente que eligió la es-<br />
pecialización como <strong>de</strong>fensa frente al cambio. ¿Cómo<br />
saberlo? La gente especializada pue<strong>de</strong> presentar ten-<br />
<strong>de</strong>ncias contrarias al cambio; sin embargo, estas mis-<br />
mas personas, en su especialidad manejan las últimas<br />
innovaciones <strong>de</strong> su profesión. Si este es el caso <strong>de</strong> una<br />
persona, la respuesta es que nos encontramos frente<br />
a alguien que ocultó su resistencia al cambio tras una especialización.<br />
124
Pero no siempre el organismo logra respon<strong>de</strong>r<br />
con éxito, real o aparente, a los cambios.<br />
¿Cómo adaptarnos al cambio?<br />
Tratando <strong>de</strong> ser concisos revisemos algunas consi<strong>de</strong>raciones<br />
prácticas:<br />
1. Estudiar nuestras propias reacciones corporales y<br />
sicológicas frente a una situación <strong>de</strong> cambio es la<br />
primera tentativa <strong>de</strong> adaptación consciente.<br />
Las palpitaciones, los temblores, el insomnio o<br />
una fatiga inmotivada pue<strong>de</strong>n ser síntomas <strong>de</strong> una es-<br />
timulación excesiva; <strong>de</strong> la misma manera la confusión,<br />
la irritabilidad <strong>de</strong>sacostumbrada, la profunda laxitud<br />
y la impresión <strong>de</strong> que las cosas escapan a nuestro con-<br />
trol, son indicaciones sicológicas en un sujeto que se<br />
siente estimulado y la estimulación está fuera <strong>de</strong>l ran-<br />
go <strong>de</strong> adaptación (bajo o sobre la tolerancia <strong>de</strong>l sujeto).<br />
Al estudiar nuestras propias reacciones corporales<br />
y sicológicas, en un momento dado, po<strong>de</strong>mos fijar<br />
conscientemente nuestro propio ritmo vital, nuestro<br />
propio ritmo <strong>de</strong> estimulación, <strong>de</strong> cambio. Es nuestra<br />
contribución consciente a la adaptación.<br />
2. Emplear tácticas para mitigar los estímulos: baja-<br />
mos el volumen <strong>de</strong> la radio o <strong>de</strong> la T.V., bajamos<br />
la persiana para oscurecer la habitación cuando busca-<br />
nos un lugar <strong>de</strong> silencio; cerramos puertas, nos pone-<br />
mos lentes <strong>de</strong> sol; en una clase, si estamos cansados,<br />
empezamos a mirar por la ventana, etc...<br />
Con el empleo <strong>de</strong> estas tácticas preten<strong>de</strong>mos con-<br />
trolar la cantidad y/o la intensidad <strong>de</strong> los estímulos<br />
125
que nos da el medio ambiente. Es otra forma <strong>de</strong> co-<br />
laborar en el proceso <strong>de</strong> adaptación.<br />
3. Voluntariamente tratemos <strong>de</strong> manejar la frecuen<br />
cia <strong>de</strong>l cambio y la estimulación, manteniendo<br />
conscientemente relaciones a largo plazo con los di-<br />
versos elementos <strong>de</strong> nuestro medio físico. Cuántas ve-<br />
ces rehusamos invitaciones porque nos sentimos sin<br />
<strong>de</strong>seos <strong>de</strong> “experimentar” cosas nuevas. Es la partici-<br />
pación inconsciente <strong>de</strong>l organismo.<br />
4. El cambio, lo hemos repetido ya numerosas veces,<br />
es parte <strong>de</strong> la vida. Hay cambios que po<strong>de</strong>mos<br />
manejar, pero también hay muchos otros que no po-<br />
<strong>de</strong>mos manejar ni en su frecuencia ni en su intensi-<br />
dad. Frente a esta realidad, lo importante es enfrentar<br />
los cambios no manejables en las mejores condiciones<br />
posibles.<br />
La vida agitada <strong>de</strong> hoy po<strong>de</strong>mos enfrentarla con<br />
éxito si hemos tenido lugares, momentos o personas<br />
don<strong>de</strong> rehacernos, don<strong>de</strong> realimentarnos. A estos lu-<br />
gares, momentos o personas llamémoslos “zonas <strong>de</strong><br />
estabilidad”. Son ciertas relaciones dura<strong>de</strong>ras, cuida-<br />
dosamente mantenidas a pesar <strong>de</strong> todos los otros cam-<br />
bios. Cui<strong>de</strong>mos y multipliquemos las “zonas <strong>de</strong> esta-<br />
bilidad”.<br />
5. El problema <strong>de</strong>l cambio, en muchas oportunida-<br />
<strong>de</strong>s, no significará impedir el cambio, sino en po-<br />
<strong>de</strong>r integrarlo a nuestro mundo personal.<br />
En la mayoría <strong>de</strong> las situaciones problemáticas,<br />
se soluciona el problema <strong>de</strong>l cambio en un sector <strong>de</strong><br />
la vida, intentando conscientemente, crear estabilidad<br />
en otras zonas. La adaptación resulta más viable en<br />
un mundo <strong>de</strong> cambios planificados.<br />
126
6. Finalmente, si son muchos los cambios y muchas<br />
las personas que lo experimentan, quizá disminu-<br />
ya el costo <strong>de</strong>l cambio si, en lugar <strong>de</strong> vivirlo cada cual<br />
en forma aislada, en solitario, se intenta vivirlo con<br />
otras personas, con otras personas que se encuentren<br />
simultáneamente en situaciones parecidas <strong>de</strong> cambio.<br />
Ej.: personas que van, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mes, a cambiar <strong>de</strong><br />
domicilio, personas que hace menos <strong>de</strong> un mes per-<br />
dieron esposo(a), hijo(a); persona que va a casarse,<br />
etc. Allí las personas verán sus problemas con mayor<br />
objetividad, intercambiarán i<strong>de</strong>as y opiniones útiles;<br />
se sugerirán mutuamente futuras alternativas, etc. De<br />
esta participación se obtendrá que cada cual pagará un<br />
costo menor al cambio.<br />
Los pastores espirituales y el cambio<br />
El cambio es una realidad que acompaña a las<br />
personas a través <strong>de</strong> toda la vida. El cambio tiene un<br />
costo a nivel biológico y a nivel sicológico que <strong>de</strong>ben<br />
pagar los individuos. Cada persona, para vivir con<br />
éxito los momentos <strong>de</strong> cambio, necesita estar atenta<br />
para ver cuán estabilizada está física y síquicamente<br />
y ver cuánto es el costo <strong>de</strong>l cambio que <strong>de</strong>be, quiere<br />
o pue<strong>de</strong> experimentar. (En una escala <strong>de</strong> 1 a 100, se<br />
han podido graduar ciertos cambios: fallecimiento <strong>de</strong><br />
un ser querido 100; cambio <strong>de</strong> domicilio, 20; vacacio-<br />
nes, 13; etc. Al respecto, ver capítulo sobre “Depre-<br />
sión”).<br />
El cambio <strong>de</strong> vida que significa la opción por los<br />
caminos <strong>de</strong> Jesús; el cambio permanente que acompa-<br />
ña el pensar, el sentir, el actuar <strong>de</strong> la persona que<br />
127
usca un crecer espiritual es una realidad que está pre-<br />
sente en la vida <strong>de</strong>l cristiano. El cambio personal mo-<br />
tivado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la opción religiosa, como todo cambio,<br />
porque se inserta en un sustrato humano, tiene su cos-<br />
to fisiológico y sicológico.<br />
Un cambio, para que sea positivo, permanente,<br />
enriquecedor, supone ciertas condiciones: que el suje-<br />
to que experimenta el cambio quiera acogerlo; que el<br />
sujeto esté en condiciones <strong>de</strong> darle una dirección, un<br />
sentido; que el sujeto sea capaz <strong>de</strong> adaptarse al cam-<br />
bio, para eso el cambio no pue<strong>de</strong> darse en cualquier<br />
ritmo, etc.<br />
El sujeto pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sear el cambio, pero pue<strong>de</strong> no<br />
estar en condiciones para pagar el costo fisiológico o<br />
síquico que involucra. El sujeto necesita una estabili-<br />
dad general mínima para vivir el cambio espiritual y<br />
no poner en peligro, sin ningún provecho ulterior, la<br />
estabilidad general <strong>de</strong> la persona. (Un paciente con<br />
tres días <strong>de</strong> insomnio no es sujeto apto para una hora<br />
<strong>de</strong> lectura espiritual).<br />
El cambio acogido, integrado, vivido y gustado da-<br />
rá paso a su <strong>de</strong>bido tiempo a otro cambio. Por el con-<br />
trario, estar continuamente iniciando cambios sin con-<br />
solidarlos bien es peligroso. Necesitamos un tiempo,<br />
una frecuencia óptima para que los procesos <strong>de</strong> cam-<br />
bios maduren convenientemente y, logrado el cambio,<br />
la persona crezca, se enriquezca. (No po<strong>de</strong>mos tomar<br />
las bienaventuranzas y cada día iniciar un proceso se-<br />
rio <strong>de</strong> cambio teniendo por referente una <strong>de</strong> ellas. Si<br />
estamos trabajando con seriedad cada día iniciaremos<br />
una remoción profunda sin <strong>de</strong>jar nada bien cimenta-<br />
do).<br />
Es posible encontrar cristianos que han intentado<br />
honestamente iniciar un camino <strong>de</strong> crecimiento. Los<br />
128
cambios que <strong>de</strong>searon realizar en sus vidas, objetiva-<br />
mente hablando, quizá eran acertados, pero porque no<br />
fueron sabia y pru<strong>de</strong>ntemente programados y realiza-<br />
dos, terminaron, subjetivamente, produciendo efectos<br />
negativos.<br />
La situación general <strong>de</strong> estabilidad, en el sujeto;<br />
el ritmo <strong>de</strong> los cambios, la capacidad <strong>de</strong> adaptación<br />
<strong>de</strong> cada persona, etc., son aspectos importantes en el<br />
caminar espiritual. (Qué bueno sería que el contenido<br />
<strong>de</strong> estas reflexiones estuviese presente en las metodo-<br />
logías evangelizadoras <strong>de</strong> los movimientos <strong>de</strong> renova-<br />
ción aceptados hoy en la Iglesia: carismáticos, neoca-<br />
tecúmenos, etc.).<br />
Estas pequeñas reflexiones quieren ser el inicio<br />
<strong>de</strong> otras que <strong>de</strong>berán enriquecer y profundizar este<br />
tema <strong>de</strong> urgente necesidad para los laicos y los encar-<br />
gados <strong>de</strong> grupos espirituales.<br />
El Señor es el dueño <strong>de</strong> la vida; el Señor no es-<br />
tá obligado a seguir las leyes naturales; el Señor es el<br />
Señor. Sin embargo, porque se somete a las leyes que<br />
él mismo ha establecido no pier<strong>de</strong> nada <strong>de</strong> su gloria.<br />
El mismo quiere estar presente en la creación respe-<br />
tando, ordinariamente, las leyes que él ha establecido.<br />
Esto <strong>de</strong>bemos tenerlo presente en el mundo espi-<br />
ritual.<br />
Los pastores espirituales al acompañar el caminar<br />
<strong>de</strong> sus fieles necesitan actitu<strong>de</strong>s, líneas <strong>de</strong> pensamien-<br />
to maduras: cambios integrados a una historia; cam-<br />
bios integrados a una tradición que evoluciona; cam-<br />
bios que son la continuidad natural <strong>de</strong> un caminar po-<br />
sitivo acumulado <strong>de</strong> muchas generaciones <strong>de</strong> cristianos<br />
y <strong>de</strong> una presencia permanente <strong>de</strong> Dios (Is 43, 16-21).<br />
Los predicadores, los confesores, los directores<br />
espirituales son necesarios en el acompañamiento <strong>de</strong><br />
129
la vida espiritual; pero también hay que <strong>de</strong>cirlo, son<br />
peligrosos los predicadores, confesores o directores espirituales<br />
improvisadores e improvisados.<br />
La vida espiritual necesita buenos predicadores,<br />
buenos confesores, buenos directores espirituales y al<br />
<strong>de</strong>cir “buenos” enten<strong>de</strong>mos hombres con experiencia<br />
personal en las cosas <strong>de</strong> Dios y hombres con conoci-<br />
miento real <strong>de</strong> las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los hombres. Esto<br />
es, hombres expertos en humanidad.<br />
130
Conclusión<br />
El hombre común tiene su visión <strong>de</strong> la vida y la<br />
expresa con claridad en su propio lenguaje; el hom-<br />
bre <strong>de</strong> ciencia trata <strong>de</strong> lograr una visión <strong>de</strong>l hombre<br />
y <strong>de</strong>l mundo, maneja la nomenclatura <strong>de</strong> su especiali-<br />
dad y se comunica, <strong>de</strong>sgraciadamente, con frecuencia,<br />
con dificultad con el grueso público. El hombre reli-<br />
gioso también tiene una interpretación <strong>de</strong>l universo y<br />
las personas, propone objetivos y metas a la humani-<br />
dad y termina, en general, comunicándose con sus hermanos.<br />
Sin embargo, hoy, el hombre religioso, en gene-<br />
ral, no inspira confianza. Las comunida<strong>de</strong>s religiosas<br />
han disociado el <strong>de</strong>cir y el actuar. Pastores y fieles<br />
muestran, no pocas veces, una <strong>de</strong>sconcertante incongruencia<br />
existencial en relación a lo que predican.<br />
Si lo anterior es verdad, toca a la ciencia y a la re-<br />
ligión volver al sentido común <strong>de</strong>l hombre, volver a<br />
lo obvio <strong>de</strong> la gente sencilla. Que la filosofía vuelva a<br />
hablar <strong>de</strong> la vida; que la biología se reencuentre con<br />
su primera intención <strong>de</strong> servir al hombre; que las re-<br />
ligiones, sirviendo al hombre histórico, no olvi<strong>de</strong>n los<br />
anhelos <strong>de</strong> trascen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> las personas; que el cris-<br />
tianismo, y el catolicismo, en particular, se replanteen<br />
su servicio preferente, <strong>de</strong> hecho, a las estructuras y a<br />
lo institucional y con valentía privilegien a las perso-<br />
nas.<br />
El mundo científico y tecnológico <strong>de</strong>l hombre mo-<br />
<strong>de</strong>rno; la religión occi<strong>de</strong>ntal y oriental <strong>de</strong>l siglo XX<br />
han dado pasos agigantados en su <strong>de</strong>venir teórico<br />
y académico. Desgraciadamente han perdido al hombre<br />
131
eal, concreto porque el mismo hombre se les ha <strong>de</strong>s-<br />
dibujado, empañado o perdido.<br />
El sentido común grita, a través <strong>de</strong>l hombre sen-<br />
cillo, <strong>de</strong>l poblador, <strong>de</strong>l enfermo, <strong>de</strong>l estudiante, <strong>de</strong>l<br />
muchacho o muchacha cesante y que quiere formar ya<br />
un hogar, <strong>de</strong>l hombre y <strong>de</strong> la mujer que tienen más o<br />
menos, cincuenta años, <strong>de</strong>l jubilado, <strong>de</strong>l anciano, etc.,<br />
que la vida parte <strong>de</strong> ellos, que la vida se concreta en ellos,<br />
que a la vida se la respeta o se la hiere en ellos.<br />
Legítimas discusiones, pero, no pocas veces inúti-<br />
les en términos <strong>de</strong> provecho para las masas populares<br />
marginadas <strong>de</strong> la salud, la vivienda, la educación, ocu-<br />
pan las aulas académicas. Arbitrarieda<strong>de</strong>s, mezquin-<br />
da<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l jefe <strong>de</strong> turno, etc., hacen <strong>de</strong> los templos y<br />
las religiones los centros <strong>de</strong> escandalosas incongruen-<br />
cias. Predican la justicia, el amor, el respeto a los <strong>de</strong>-<br />
rechos humanos, pero al interior <strong>de</strong> ellos, envueltos<br />
en su manto triste <strong>de</strong> caridad, obediencia, acatamien-<br />
to a la voluntad divina con frecuencia se cometen las<br />
peores injusticias, dobleces, hipocresías, etc...<br />
¿Qué pi<strong>de</strong> el hombre sencillo <strong>de</strong> hoy? A través<br />
<strong>de</strong>l sentido común, <strong>de</strong>sea crecer como persona, ser<br />
<strong>de</strong>cente en sus sentimientos, honrado en sus relacio-<br />
nes personales, etc... Los hombres <strong>de</strong> ciencia le entre-<br />
gan, principalmente, palabras, discursos que pregonan<br />
verda<strong>de</strong>s totales y <strong>de</strong>finitivas.<br />
Apenas pasan algunos años, el viento <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as<br />
empieza a soplar hacia otros lados y estos mismos sa-<br />
bios cambian el lenguaje y olímpicamente comienzan<br />
a enseñar lo contrario, una vez más, como única y <strong>de</strong>-<br />
finitiva verdad. La gente sencilla <strong>de</strong> hoy, sólo a través<br />
<strong>de</strong>l sentido común, <strong>de</strong>scubre que la charlatanería no<br />
les sirve... Así nace la <strong>de</strong>sconfianza hacia los que sa-<br />
ben... Ciertamente que el lí<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l mañana tendrá que<br />
132
eplantear las cosas obvias y, a través <strong>de</strong> ellas, simple-<br />
mente enfocadas, podrá esperar recuperar la credibi-<br />
lidad...<br />
Pero también el hombre sencillo, guiado por el<br />
sentido común, perdió la confianza en sus guías espi-<br />
rituales... No pocas veces, los guías espirituales le pa-<br />
recen niños que repiten “la canción <strong>de</strong> moda”. Pasa<br />
la euforia <strong>de</strong>l ritmo o la letra <strong>de</strong> la canción y empie-<br />
zan a entonar otra que está “pegando”. El hombre<br />
sencillo no espera <strong>de</strong> sus pastores espirituales sólo que<br />
lo entretengan... Acu<strong>de</strong> a sus pastores para apren<strong>de</strong>r<br />
a leer lo profundo, escrito en los acontecimientos <strong>de</strong><br />
la vida; va con <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> enriquecer su forma <strong>de</strong> vi-<br />
vir; le importa que su guía espiritual muestre el ver-<br />
da<strong>de</strong>ro amor, la justicia solidaria, la experiencia <strong>de</strong> la<br />
muerte, etc...<br />
El hombre quiere apren<strong>de</strong>r a vivir, anhela encon-<br />
trar una auténtica metodología que le garantice la feli-<br />
cidad. Para este hombre, ¿tiene futuro lo religioso? No<br />
es fácil respon<strong>de</strong>r esta pregunta. Sin embargo, la ex-<br />
periencia vivida por los chilenos, con ocasión <strong>de</strong> la vi-<br />
sita <strong>de</strong>l Jefe <strong>de</strong> los Católicos, el papa <strong>Juan</strong> Pablo II,<br />
el año 1987, ofrece algunas pistas:<br />
1. Un hombre honrado se hace creíble y respetable.<br />
Que el Papa tenga planteamientos que puedan<br />
agradar más a unos que a otros no es ningún miste-<br />
rio. Sin embargo, el sentido común <strong>de</strong> todo un pue-<br />
blo <strong>de</strong>scubrió que lo importante <strong>de</strong> la fe católica era<br />
presentado con sinceridad y honestidad. Este pueblo<br />
escuchó, se conmovió... Así todo un pueblo sintió su<br />
magnetismo y acogió con alegría a este Hermano <strong>de</strong> buena<br />
calidad.<br />
2. El hombre <strong>de</strong> oración tiene mucho que compartir.<br />
En sus discursos, no hay largas exposiciones so-<br />
133
e metodología y estilos <strong>de</strong> oración. Pero, el Papa<br />
oró, todos lo vieron (en Santiago, en Antofagasta, etc.)<br />
y esa experiencia llegó a las multitu<strong>de</strong>s y hay muchos<br />
que han vuelto a la oración. La ciencia, los <strong>de</strong>safíos,<br />
los cansancios <strong>de</strong>l mundo mo<strong>de</strong>rno, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la visita <strong>de</strong>l<br />
Papa, han abierto espacios a la oración.<br />
3. Todo se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir cuando se tiene una forma<br />
conveniente <strong>de</strong> expresarlo. <strong>Juan</strong> Pablo II habló<br />
<strong>de</strong> todo, con todos... A la tortura, la llamó por su nom-<br />
bre; a la pobreza la <strong>de</strong>fendió con valentía; <strong>de</strong>nunció<br />
a los falsos ídolos <strong>de</strong>l sexo, <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r y <strong>de</strong>l dinero;<br />
a la violencia la <strong>de</strong>senmascaró con valentía. Les habló<br />
a los jóvenes, a los esposos, a los políticos, a los inte-<br />
lectuales, a los ancianos, a los enfermos, a los pobla-<br />
dores, a los consagrados, a los encarcelados, etc... Na-<br />
die se sintió engañado, muchos interpelados y todos<br />
queridos, acogidos, acompañados...<br />
<strong>Juan</strong> Pablo II, símbolo <strong>de</strong> una vida religiosa au-<br />
téntica, quizá, nos permita pronosticar el mundo reli-<br />
gioso <strong>de</strong>l mañana:<br />
1. Sólo la religión auténtica y verda<strong>de</strong>ra, tendrá fu-<br />
turo;<br />
2. Sólo los guías espirituales maduros y honrados,<br />
tendrán algo que <strong>de</strong>cir;<br />
3. El hombre busca simultáneamente su plenitud hu-<br />
mana histórica y trascen<strong>de</strong>nte;<br />
4. La institución religiosa, dada la realidad <strong>de</strong>l hom-<br />
bre y la voluntad explícita <strong>de</strong> Jesús, específica-<br />
mente en el cristianismo, es necesaria; sin embar-<br />
go, no pue<strong>de</strong> seguir sofocando, sacrificando a las per<br />
sonas;<br />
134
5. Los “administradores” <strong>de</strong> las religiones <strong>de</strong>berán<br />
re<strong>de</strong>scubrir el sentido <strong>de</strong> sus vidas para transfor-<br />
marse en “pastores” y ser creídos; <strong>de</strong> lo contrario,<br />
las poblaciones creyentes, intuyendo que es un<br />
mal, pero mal menor, preferirán una vivencia re-<br />
ligiosa al margen <strong>de</strong> lo institucional.<br />
Lo religioso y la felicidad<br />
(Mt 5, 1-12)<br />
Por ahora, el cristianismo ofrece mayoritariamen-<br />
te al mundo occi<strong>de</strong>ntal una forma <strong>de</strong> expresión <strong>de</strong> lo<br />
religioso. En los creyentes cristianos están dispersos,<br />
pero vivos y llenos <strong>de</strong> vitalidad, elementos básicos que<br />
garantizan al hombre su plenitud humana, el mejor<br />
<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> sus potencialida<strong>de</strong>s, etc. El mañana pue-<br />
<strong>de</strong> mostrar la expansión <strong>de</strong> todas esas semillas <strong>de</strong> vida.<br />
En el libro sagrado <strong>de</strong> los cristianos está la pala-<br />
bra inspirada que permite a todas las generaciones<br />
escuchar <strong>de</strong> boca <strong>de</strong>l mismo Hijo <strong>de</strong> Dios, enviado en<br />
la plenitud <strong>de</strong> los tiempos (Heb 1, 1), los caminos <strong>de</strong><br />
felicidad, garantizados por Dios al hombre (Mt 5,<br />
1-12).<br />
El éxito, según el Sermón <strong>de</strong>l Monte<br />
1. ¿Quieres ser feliz? ¿Quieres crecer como hombre,<br />
como grupo social y como concierto <strong>de</strong> nacio-<br />
nes?... Dios, a través <strong>de</strong> Jesús, respon<strong>de</strong>: vive simple-<br />
mente; acoge, cuida, haz crecer la vida en ti y en los<br />
que te ro<strong>de</strong>an. “Felices los que tienen espíritu <strong>de</strong> po-<br />
bre, porque <strong>de</strong> ellos es el Reino <strong>de</strong> los Cielos”. No<br />
135
creas en la prepotencia; no es verdad que las aparien-<br />
cias terminen imponiéndose; no te fíes en lo super-<br />
fluo aunque la publicidad se empeñe en crearte falsas<br />
necesida<strong>de</strong>s. ¡Qué hermosa es la vida! Sencilla como<br />
la primavera que llega; tranquila como la mañana que<br />
amanece; variada como las flores <strong>de</strong>l campo, diferente<br />
como la multitud <strong>de</strong> plantas, pájaros y peces; tibia co-<br />
mo la noche <strong>de</strong> invierno junto a la chimenea; tierna<br />
como el amor <strong>de</strong> los jóvenes esposos; bulliciosa como<br />
el patio <strong>de</strong> un colegio o la cancha <strong>de</strong> población, en<br />
un fin <strong>de</strong> semana.<br />
2. ¿Quieres ser feliz?, ¿quieres crecer como persona,<br />
grupo social o concierto <strong>de</strong> naciones?... No pidas<br />
a la vida lo que no pue<strong>de</strong> darte... La vida tiene noches<br />
y días, inviernos y veranos; en la vida se nace y se<br />
muere; los momentos <strong>de</strong> cada jornada se entretejen<br />
entre triunfos y <strong>de</strong>rrotas. Cuando quieras reír, ríe fuer-<br />
te y sinceramente; pero cuando quieras llorar, llora,<br />
porque el hombre es hombre cuando ríe y cuando llo-<br />
ra. Expresa tus sentimientos, date permiso para com-<br />
partir tus emociones. “Felices los que lloran, porque<br />
recibirán consuelo”.<br />
3. ¿Quieres ser feliz?, ¿quieres crecer como perso-<br />
na, como grupo, como concierto <strong>de</strong> naciones?...<br />
Adquiere para tu vida la perspectiva <strong>de</strong>l tiempo. Lo<br />
que hoy es, mañana, quizá, ya no exista; lo que hoy se<br />
cree como <strong>de</strong>finitivo, no es extraño que mañana que-<br />
<strong>de</strong> también atrás; lo que hoy todos llaman fracaso, no<br />
<strong>de</strong>berá extrañarnos si mañana lo interpretan como<br />
fortuna. “Nada te turbe, nada te espante”... En la vi-<br />
sión integrada <strong>de</strong>l ayer, <strong>de</strong>l hoy y <strong>de</strong>l mañana, la vida<br />
se ve <strong>de</strong> otra manera, ¡la vida da tantas vueltas!: “fe-<br />
lices los pacientes, los mansos, los misericordiosos,<br />
etc., porque recibirán la tierra en herencia”.<br />
136
4. ¿Quieres ser feliz?, ¿quieres crecer como persona,<br />
como grupo, como concierto <strong>de</strong> naciones?... Jué-<br />
gate por lo justo, por lo que es tuyo y por lo que per-<br />
tenece a tu hermano; lo tuyo merece respeto y tam-<br />
bién lo <strong>de</strong> tu hermano; tus hijos valen y también los<br />
hijos <strong>de</strong> todos; tú y tu mujer necesitan salud, pero tam-<br />
bién la merecen todas las mujeres y todos los traba-<br />
jadores. Para ser realmente personas todos tienen <strong>de</strong>-<br />
recho a tener oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> educación, <strong>de</strong> vivien-<br />
da, <strong>de</strong> trabajo: “felices los que tienen hambre y sed<br />
<strong>de</strong> justicia, porque serán saciados”.<br />
5. ¿Quieres ser feliz?, ¿quieres crecer como persona,<br />
como grupo, como concierto <strong>de</strong> naciones?... ¡Qué<br />
hermoso es ofrecer a los <strong>de</strong>más lo mismo que espe-<br />
ramos que los <strong>de</strong>más nos entreguen a nosotros! La vi-<br />
da no es fácil; caminamos entre aciertos y errores.<br />
Después <strong>de</strong> una caída, todos <strong>de</strong>seamos que se nos<br />
brin<strong>de</strong> una nueva oportunidad. No creas que “el que<br />
pega primero, pega dos veces”. Empéñate más en compren<strong>de</strong>r<br />
que en ser comprendido: “felices los compasivos,<br />
porque obtendrán misericordia”.<br />
6. ¿Quieres ser feliz?, ¿quieres crecer como persona,<br />
como grupo, como concierto <strong>de</strong> naciones?... Cree<br />
en el amor, respeta tus sentimientos, cuida tu cariño.<br />
Faltan personas que reconozcan sus <strong>de</strong>sencantos y con-<br />
fiesen con valentía que el amor comprado no tiene<br />
buen gusto, que la sexualidad <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nada, no educa-<br />
da, <strong>de</strong>ja profundos vacíos.<br />
El cuerpo <strong>de</strong>l hombre y <strong>de</strong> la mujer son hermo-<br />
sos; todo organismo sano, dirigido por fuerzas hor-<br />
monales, es atraído por el sexo opuesto. Sin embargo,<br />
en los seres humanos para cuidar el amor hay que pa-<br />
gar un precio: con creatividad abrir y mantener espa-<br />
cios alimentadores <strong>de</strong> fi<strong>de</strong>lidad, situaciones <strong>de</strong> creci-<br />
137
miento en pareja, momentos <strong>de</strong> encuentro, <strong>de</strong> apoyo,<br />
<strong>de</strong> locuras compartidos... El amor porque te encontró<br />
digno vino a ti, ahora te toca a ti ser digno <strong>de</strong>l amor.<br />
El fracasado en el amor es aquél que no estuvo a la<br />
altura <strong>de</strong>l amor: “felices los <strong>de</strong> corazón limpio porque<br />
ellos verán a Dios”.<br />
7. ¿Quieres ser feliz?, ¿quieres crecer como persona,<br />
como grupo, como concierto <strong>de</strong> naciones?... No<br />
te sientas enemigo <strong>de</strong> nadie. Cada cual va por la vida<br />
tratando <strong>de</strong> encontrar un espacio para respirar, amar,<br />
vivir y morir... Tu agresividad oriéntala a construir,<br />
encáuzala para vencer los obstáculos que se te presen-<br />
ten en tu camino... Las divergencias con los <strong>de</strong>más,<br />
los distintos puntos <strong>de</strong> vista no los <strong>de</strong>sprecies; las dife-<br />
rencias positivas que existan entre tú y tus adversarios<br />
súmalas, así habrá más verdad, más justicia, mejor<br />
convivencia... El enfrentamiento físico, la violencia nun-<br />
ca te servirán, por ningún motivo, para ninguna causa.<br />
La violencia es muerte, genera rencores, alimenta con-<br />
traataques, etc... La violencia sólo engendra más vio-<br />
lencia. En cambio, tus manos, tu mente, tu corazón<br />
están ansiosos <strong>de</strong> ser puente, <strong>de</strong> unir, <strong>de</strong> construir<br />
progreso. En una palabra tú estás hecho y <strong>de</strong>seas cons-<br />
truir la paz: “felices los que trabajan por la paz, por-<br />
que serán reconocidos como hijos <strong>de</strong> Dios”.<br />
8. ¿Quieres ser feliz?, ¿quieres crecer como persona,<br />
como grupo, como concierto <strong>de</strong> naciones?... En la<br />
calle, en tu trabajo, en la cancha <strong>de</strong> fútbol; pero tam-<br />
bién con tus amigos, tus contrincantes, o tus seres que-<br />
ridos no te canses <strong>de</strong> ser bueno. Esa palabra <strong>de</strong> ami-<br />
go, ese saludo <strong>de</strong> reconciliación, ese “por favor”, etc.,<br />
son tan necesarios en el mundo <strong>de</strong> hoy. Aun cuando<br />
no signifiquen utilida<strong>de</strong>s económicas, anda a ver al<br />
compañero enfermo, al pariente anciano o encarcela-<br />
138
do. Todos te esperan y, a través <strong>de</strong> ti, se reencontra-<br />
rán con la vida. Hacer el bien, en una sociedad <strong>de</strong><br />
rentabilida<strong>de</strong>s, consumismo y apariencias, parece pro-<br />
fundamente obsoleto. Sin embargo, ¿quieres escuchar<br />
la verdad?... Yo y tú queremos ser buenos gratuita-<br />
mente... Ser bueno es una necesidad <strong>de</strong>l cuerpo y <strong>de</strong>l<br />
alma. Ser positivo, ser útil, ser santo es una necesi-<br />
dad más profunda que las modas, los prejuicios, los<br />
antivalores <strong>de</strong> una <strong>de</strong>terminada cultura. Así como el<br />
pájaro necesita volar y la planta crecer, <strong>de</strong>l mismo<br />
modo el hombre necesita ser bueno, es <strong>de</strong>cir, acompa-<br />
ñar, compartir, etc. Trata <strong>de</strong> ser bueno: buen alumno,<br />
buen hijo, buen padre, buen vecino, buen ciudadano,<br />
buena persona... Si estudias, hazlo bien; si siembras<br />
los campos, hazlo con amor; si eres ejecutivo, sirve<br />
con alegría; si eres religioso, alaba al Señor y sé soli-<br />
dario <strong>de</strong>l prójimo: “felices los que son perseguidos por<br />
causa <strong>de</strong>l bien, porque <strong>de</strong> ellos es el Reino <strong>de</strong> los cie-<br />
los”.<br />
Cuando al llegar el 1 <strong>de</strong> enero celebramos el año<br />
nuevo ¿qué estamos haciendo? Simplemente estamos<br />
participando en una alegría colectiva. Esta celebración<br />
es ciertamente convencional, pero no hay ninguna du-<br />
da que también es necesaria. En efecto, el hombre ne-<br />
cesita celebrar la vida que se expresa y se construye en<br />
el tiempo. Lo que nosotros llamamos vida se “opera-<br />
cionaliza”, <strong>de</strong> hecho, en lo que llamamos día o noche;<br />
en el niño, el joven, el adulto y el anciano.<br />
El tiempo es la vida traducida a momentos, situa-<br />
ciones, a antes, ahora y <strong>de</strong>spués... Intuitivamente, los<br />
hombres valoran positivamente la vida y el tiempo y,<br />
por eso, celebran “AÑO NUEVO”.<br />
Pero, aún queda una pregunta más <strong>de</strong> fondo:<br />
¿por qué el tiempo es consi<strong>de</strong>rado como algo positi-<br />
139
vo?... Porque le da al hombre la posibilidad <strong>de</strong> tener<br />
personalmente sentido. ¿Qué significa, en realidad, ser<br />
juez, esposo, chofer, alumno, campesino, pescador,<br />
etc...? Simplemente que en estas diferentes situaciones<br />
<strong>de</strong> vida, que se dan en el tiempo, yo puedo hacer el<br />
bien, puedo amar, puedo apoyar y apoyarme en el<br />
otro...<br />
Las circunstancias <strong>de</strong> cada día, en las diferentes<br />
áreas <strong>de</strong> la actividad humana, (económica, educacio-<br />
nal, familiar, política, etc.) me dan la oportunidad <strong>de</strong><br />
participar integrando personalmente elementos <strong>de</strong><br />
equilibrio, <strong>de</strong> organización, <strong>de</strong> comprensión, <strong>de</strong> distri-<br />
bución justa y solidaria, etc... La vida, en cada mo-<br />
mento, me invita a estar presente en la historia para<br />
hacer crecer el amor. Amor es la síntesis <strong>de</strong> todo lo<br />
justo, lo bello, lo verda<strong>de</strong>ro, lo sincero, lo fraterno,<br />
etc. Amor es la totalidad <strong>de</strong> lo positivo. El amor es Dios.<br />
La vida, para los creyentes, es la oportunidad <strong>de</strong><br />
poner a Dios en el centro <strong>de</strong> la materia, <strong>de</strong> las estruc-<br />
turas, <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s a partir <strong>de</strong> la presencia <strong>de</strong><br />
Dios en el corazon <strong>de</strong>l hombre (1 Jn 4, 7-10).<br />
El hombre bueno es el hombre que tiene amor,<br />
es <strong>de</strong>cir, que ha dado cabida a Dios en su vida. El<br />
hombre bueno es el hombre sagrado que construye<br />
una sociedad sagrada. “Felices los que son persegui-<br />
dos por causa <strong>de</strong>l bien, porque <strong>de</strong> ellos es el Reino<br />
<strong>de</strong> los Cielos”.<br />
La presencia <strong>de</strong> hombres que vivan el espíritu <strong>de</strong><br />
Jesucristo, sintetizado en el Sermón <strong>de</strong>l Monte, cier-<br />
tamente que la acogerán con interés y gratitud las ge-<br />
neraciones futuras. Más aún, a hombres cristianos au-<br />
ténticos, honestos, que tratan <strong>de</strong> vivir, en verdad, lo<br />
que dicen que creen, los tiempos veni<strong>de</strong>ros los nece-<br />
sitarán.<br />
140
El cristianismo no se agota en miradas humanis-<br />
tas, planteamientos horizontales, razones humanas...<br />
El auténtico cristianismo es trascen<strong>de</strong>nte, a la vez que<br />
toma y se juega por todo lo que es auténticamente<br />
humano. En los vitrales <strong>de</strong> las catedrales o en las imá-<br />
genes <strong>de</strong> las capillas, este cristianismo genuino no<br />
sólo expresó el cielo, lo que vendrá, sino que reflejó<br />
la alegría, la sinceridad, el compañerismo, la justicia,<br />
el <strong>de</strong>sinterés, etc., hechos vida, en hombres, mujeres,<br />
niños, adultos, jóvenes, etc., que lograron alta calidad<br />
humana y que llamamos “santos”. En los vitrales o en<br />
las imágenes digamos que están representados los éxi-<br />
tos <strong>de</strong> la humanidad. Estos miembros <strong>de</strong> la raza hu-<br />
mana caminaron en el tiempo buscando, acogiendo,<br />
entrando en el tiempo <strong>de</strong> Dios, en la eternidad. Fue-<br />
ron hombres <strong>de</strong> calidad excepcional... También la<br />
nueva civilización espera hombres excepcionales para<br />
los tiempos nuevos y, el mundo occi<strong>de</strong>ntal, pone su<br />
confianza especialmente en el cristianismo. Ojalá que<br />
los cristianos no <strong>de</strong>frau<strong>de</strong>n a la historia...<br />
141
1.<br />
142<br />
APENDICE<br />
Una semana positiva<br />
Levántate cada día como una persona nueva. Para<br />
ello sólo requieres darte, al inicio <strong>de</strong> la jornada, unos<br />
minutos tranquilos para ti: <strong>de</strong>ja atrás los cansancios,<br />
<strong>de</strong>spierta tus ilusiones, confía en la humanidad.<br />
Sé sabio, es <strong>de</strong>cir, i<strong>de</strong>ntifica cada día una razón<br />
para vivir que te signifique un <strong>de</strong>safio, pero que sea<br />
alcanzable para que no te aplaste.<br />
El esquema común para cada día es el siguiente:<br />
1. Invitaciones: lee atentamente cada uno <strong>de</strong> los pen-<br />
mientos <strong>de</strong>l día.<br />
2. Silencio: queda en silencio algunos minutos escu-<br />
chando sólo las sugerencias y sentimientos que se<br />
hayan <strong>de</strong>spertado en ti.<br />
3. Reflexión: si tienes tiempo, medita durante algu-<br />
nos minutos las reflexiones que se te ofrecen cada<br />
día. Si no tienes tiempo al levantarte, esta medi-<br />
tación la pue<strong>de</strong>s reservar para algún momento <strong>de</strong>l<br />
día que te resulte más cómodo.<br />
4. Oración: elige un Salmo y saboréalo leyéndolo<br />
pausadamente.
Si sigues cada día el programa que te presento<br />
para esta próxima semana, pue<strong>de</strong>s estar seguro que tus<br />
ojos verán más luz, tu corazón sentirá más calor, tus<br />
manos estarán más abiertas, tu vida entera encontra-<br />
rá un nuevo sentido. A<strong>de</strong>lante...<br />
Una semana positiva<br />
LUNES<br />
1. Invitaciones<br />
—Cree en la gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> la humanidad.<br />
—Trata <strong>de</strong> ser feliz en las cosas simples <strong>de</strong>l día.<br />
—Entrégate a una tarea que le dé sentido a tu vida.<br />
—Relaciónate con cariño contigo mismo, con los <strong>de</strong>-<br />
más y con la sociedad.<br />
2. Silencio<br />
(Después <strong>de</strong> leer estas “invitaciones”, guarda un<br />
rato <strong>de</strong> silencio y trata <strong>de</strong> escuchar las “resonan-<br />
cias” que han hecho en ti).<br />
3. Reflexión<br />
Inicias un nuevo día... Lo más probable es que,<br />
en relación al día <strong>de</strong> ayer, no cambien mucho las<br />
cosas... Sin embargo, empieza este nuevo día co-<br />
mo si todo fuera diferente. En verdad, tienes<br />
en tus manos la posibilidad <strong>de</strong> cambiarlo todo.<br />
¿Cómo?... Simplemente cambia el cristal con el<br />
que has mirado hasta ahora... Mira el lado posi-<br />
tivo <strong>de</strong> las cosas. Así té convencerás y comunica-<br />
143
144<br />
rás que la vida es hermosa, que la vida vale la pe-<br />
na vivirla...<br />
Empiezas una nueva jornada. Asúmela como una<br />
bonita tarea y, a través <strong>de</strong> ella, dale sentido a to-<br />
das las horas, a todos los momentos <strong>de</strong> este día:<br />
tu ida al trabajo, la convivencia con tus semejan-<br />
tes, el cansancio <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>, el regreso a tu ho-<br />
gar, el reencuentro con los tuyos, los momentos<br />
<strong>de</strong> oración, etc.<br />
También hoy, lo más probable es que tus respon-<br />
sabilida<strong>de</strong>s, los nuevos <strong>de</strong>safíos que puedan sur-<br />
gir se concreten en cosas pequeñas, en hechos<br />
simples: acoge el milagro <strong>de</strong> la vida en las peque-<br />
ñas situaciones, en los gestos cotidianos...<br />
Hoy olvidarás rencores, incomprensiones, erro-<br />
res... Usa este único secreto: ama. Amate a ti, ama<br />
a tu prójimo, ama la vida.<br />
4. Oración<br />
En tu Biblia, ubica y lee lentamente alguno <strong>de</strong> los<br />
siguientes Salmos:<br />
26(25): Oración <strong>de</strong>l hombre cumplidor.<br />
27(26): Junto a Dios no hay temor.<br />
23(22): El Señor es mi pastor.<br />
11(10): El justo no se asusta.<br />
71(70): Oración <strong>de</strong> un anciano.<br />
90(89): Nuestros días pasan como suspiros.
MARTES<br />
1. Invitaciones<br />
—Date permiso para cambiar, sin sentirte avergon-<br />
zado.<br />
—Resérvate tiempo <strong>de</strong> buena calidad para disfrutar<br />
<strong>de</strong> la vida.<br />
—Preocúpate por satisfacer tus inquietu<strong>de</strong>s internas<br />
más que por adquirir posesiones o estatus social.<br />
—Vive plenamente el instante presente.<br />
—Disfruta <strong>de</strong> todos los elementos que constituyen<br />
la humanidad: cuerpo, sique y espíritu.<br />
2. Silencio<br />
(Después <strong>de</strong> leer estas “invitaciones”, guarda un<br />
rato <strong>de</strong> silencio y trata <strong>de</strong> escuchar la “resonan-<br />
cia” que han hecho en ti).<br />
3. Reflexión<br />
El ayer quedó atrás, hoy es otro día... Más clara-<br />
mente, hoy tienes en tus manos nuevas oportuni-<br />
da<strong>de</strong>s...<br />
Todo pue<strong>de</strong> cambiar. Lo negativo, tras un proceso<br />
<strong>de</strong> transformación, pue<strong>de</strong> llegar a ser positivo; lo<br />
estancado, fluido, etc...<br />
Sin embargo, en medio <strong>de</strong> los quehaceres <strong>de</strong> esta<br />
jornada, no te olvi<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ti mismo(a): <strong>de</strong> tu <strong>de</strong>s-<br />
canso, <strong>de</strong> tu cuidado. Concé<strong>de</strong>te algún tiempo<br />
“ocioso”, simplemente para disfrutar <strong>de</strong> la vida...<br />
Lucha por las necesida<strong>de</strong>s básicas propias y aje-<br />
nas: por tu pan, techo y abrigo y por el <strong>de</strong> tu pró-<br />
jimo. Pero, una vez asegurados estos bienes, no<br />
145
146<br />
olvi<strong>de</strong>s que todo ser humano necesita también<br />
conocer y crecer en lo bello, lo bueno, lo justo...<br />
Las necesida<strong>de</strong>s espirituales no son un simple<br />
adorno; son auténticos requerimientos humanos.<br />
Entre el ayer, el hoy y el mañana se <strong>de</strong>slizará sua-<br />
vemente tu existencia. No obstante, lo que te per-<br />
tenece realmente es el hoy. En el aquí y el ahora<br />
<strong>de</strong> cada instante trata que se sientan acogidos,<br />
queridos y cuidados tu cuerpo, tu sique y tu espí-<br />
ritu.<br />
4. Oración<br />
En tu Biblia, ubica y lee lentamente alguno <strong>de</strong> los<br />
siguientes Salmos:<br />
92(91): El hombre santo crecerá como palmera.<br />
98(97): Entonen al Señor un canto nuevo.<br />
112(111): Así es el “justo”.<br />
118(117): No moriré, !viviré!<br />
121(120): Dios no te faltará.<br />
MIERCOLES<br />
1. Invitaciones<br />
—Mira el lado bueno <strong>de</strong> las cosas.<br />
—Busca expresamente buenos momentos. (Busca<br />
las alegrías, porque las penas llegan solas).<br />
—Un cuerpo tenso, una mente negativa, un corazón<br />
airado no te sirven; cámbialos por relajación, son-<br />
risas, paz interna y paz social, i<strong>de</strong>as y actos posi-<br />
tivos.<br />
—Interésate por el éxito <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más.
—Pensar bien <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más, saber sonreírles, mul-<br />
tiplica amigos.<br />
2. Silencio<br />
(Después <strong>de</strong> leer estas “invitaciones”, guardar un<br />
rato <strong>de</strong> silencio y tratar <strong>de</strong> escuchar la “resonan-<br />
cia” que han hecho en ti).<br />
3. Reflexión<br />
El tiempo pasa rápidamente. Hoy, también, parte<br />
<strong>de</strong> la vida se te irá sin darte cuenta. ¿Cómo vivir,<br />
entonces, con sabiduría?... Actúa “como si”: “como<br />
si” todos te quisieran; “como si” todo te agradara;<br />
“como si” todos te entendieran... Con esta filoso-<br />
fía <strong>de</strong> “como si” caminarás relajado, sonreirás<br />
sin dificultad; no habrá agresividad en tu mirada,<br />
te comunicarás con un tono <strong>de</strong> voz amistoso. Así,<br />
sentirás, hoy, que el mundo te quiere; que, en un<br />
posible error, la gente te compren<strong>de</strong>; que, si es<br />
necesario, para levantarte <strong>de</strong> una caída hay mu-<br />
chas manos solidarias para ayudarte... Más aún,<br />
viviendo sinceramente “como si”, te interesarás<br />
favorablemente por los <strong>de</strong>más; pensarás bien <strong>de</strong><br />
ellos, serás amable en las relaciones; en una pa-<br />
labra, hoy multiplicarás los amigos. Antes, duran-<br />
te y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> tu presencia irradiarás paz.<br />
4. Oración<br />
En tu Biblia, ubica y lee lentamente alguno <strong>de</strong> los<br />
siguientes Salmos:<br />
95(94): Vengan, cantemos al Señor.<br />
93(92): El Señor reina vestido <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>za.<br />
98(97): Entonen al Señor un canto nuevo.<br />
147
JUEVES<br />
148<br />
103(102): El Señor te colma <strong>de</strong> bendición.<br />
104(103): El universo alaba a su Creador.<br />
1. Invitaciones<br />
Si te imaginas a ti mismo tranquilo, optimista y<br />
seguro, tu comportamiento será igualmente tran-<br />
quilo, optimista y seguro.<br />
—Elige i<strong>de</strong>as positivas; se transformarán en ten<strong>de</strong>n-<br />
cia, inclinación, <strong>de</strong>seo positivo permanentes.<br />
—El i<strong>de</strong>al da unidad, armonía, vigor y plenitud a la<br />
vida.<br />
—El i<strong>de</strong>al es el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> toda la persona en<br />
provecho <strong>de</strong> sí mismo, <strong>de</strong>l prójimo y <strong>de</strong> Dios.<br />
—No existe la suerte; nosotros construimos nuestra<br />
fortuna, nuestra dicha.<br />
2. Silencio<br />
(Después <strong>de</strong> leer estas “invitaciones”, guarda un<br />
rato <strong>de</strong> silencio y trata <strong>de</strong> escuchar la “resonancia”<br />
que han hecho en ti).<br />
3. Reflexión<br />
Hoy también pue<strong>de</strong>s construir tu vida... ¿La quie-<br />
res triste y opaca o radiante y esperanzada?... De<br />
ti <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>... Si te llenas la cabeza con i<strong>de</strong>as <strong>de</strong><br />
fracaso, incapacidad y temores, no du<strong>de</strong>s que, al<br />
final <strong>de</strong> la jornada, serás un <strong>de</strong>rrotado. Pero,<br />
¡no!... Convéncete que usando bien las oportuni-<br />
da<strong>de</strong>s favorables que tengas (no importa que sean<br />
muchas o pocas) saldrás a<strong>de</strong>lante, darás unos po-<br />
cos nuevos pasos...
Apóyate en estas i<strong>de</strong>as: me irá bien, sé salir a<strong>de</strong>-<br />
lante, me he preparado para tener éxito hoy día...<br />
Serás ganador porque usarás en una sola direc-<br />
ción todas tus energías: todo el potencial orienta-<br />
do a lo que vale. En el día sentirás unidad, armo-<br />
nía, vigor y plenitud porque estarás realmente, con<br />
cuerpo y alma, en tu i<strong>de</strong>al, en tus esperanzas, en<br />
tus proyectos.<br />
4. Oración<br />
En tu Biblia, ubica y lee lentamente alguno <strong>de</strong> los<br />
siguientes Salmos:<br />
111(110): Dios nos crea, salva y dirige.<br />
112(111): Así es el “justo”.<br />
118(117): No moriré, ¡viviré!<br />
122(121): Iremos a la casa <strong>de</strong>l Señor.<br />
123(122): Salmo <strong>de</strong> esperanza.<br />
VIERNES<br />
1. Invitaciones<br />
—Si sabes <strong>de</strong> verdad lo que quieres y te <strong>de</strong>ci<strong>de</strong>s a<br />
trabajar por ello, estás seguro <strong>de</strong>l éxito.<br />
—La felicidad es un resultado, no es un objetivo en<br />
sí.<br />
—El dinero es un instrumento, no un fin.<br />
—Antes <strong>de</strong> <strong>de</strong>cidir qué hacer con tu vida, es prefe-<br />
rible que <strong>de</strong>scubras la vida.<br />
—Busca un i<strong>de</strong>al tal que conseguirlo te represente<br />
un <strong>de</strong>safío, pero que no sea tan alto, para que no<br />
sea algo inalcanzable... Si logras i<strong>de</strong>ntificarlo eres<br />
un hombre hecho para triunfar.<br />
149
2. Silencio<br />
150<br />
(Después <strong>de</strong> leer estas “invitaciones”, guarda un<br />
rato <strong>de</strong> silencio y trata <strong>de</strong> escuchar la “resonan-<br />
cia” que han hecho en ti).<br />
3. Reflexión<br />
No le pidas a la vida lo que no pue<strong>de</strong> darte... En<br />
la vida necesariamente hay soledad, llanto, incom-<br />
prensión... ¡En un año, todos los días no pue<strong>de</strong>n<br />
ser primavera!... Hoy, en tu camino, encontrarás<br />
la vida tal cual es: luz y oscuridad; trabajo y <strong>de</strong>s-<br />
canso; comprensión y alegrías, pero también so-<br />
ledad y dolor. ¡No importa! Toma con <strong>de</strong>cisión to-<br />
do el material que te ofrezca esta nueva jornada<br />
<strong>de</strong> trabajo y encárgate tú <strong>de</strong> darle sentido... Sáca-<br />
le partido a todo; nada te pue<strong>de</strong> doblegar o ven-<br />
cer si eres capaz <strong>de</strong> asumir, dar perspectiva, en-<br />
contrar la a<strong>de</strong>cuada ubicación <strong>de</strong> cada cosa... Si<br />
lo consigues, ¿qué lograrás?... Simplemente ser<br />
feliz... La felicidad es lo que resulta <strong>de</strong> un buen<br />
manejo <strong>de</strong> la vida. Trata <strong>de</strong> que no te falte dine-<br />
ro y lo que te sobrevenga “por añadidura” com-<br />
pártelo con sencillez...<br />
4. Oración<br />
En tu Biblia, ubica y lee lentamente alguno <strong>de</strong> los<br />
siguientes Salmos:<br />
127(126): Lo que se construye sin Dios, fracasa.<br />
126(125): Se van llorando y vuelven con las gavillas.<br />
125(124): Confianza en el Señor.<br />
128(127): La bendición <strong>de</strong>l hogar.<br />
130(129): Des<strong>de</strong> el abismo clamo a ti, Señor.
SABADO<br />
1. Invitaciones<br />
—Evita la compañía <strong>de</strong> los mentirosos.<br />
—Trata <strong>de</strong> vivir este día con un sentido porque eso<br />
te hará feliz, eficiente y un ser humano más satis-<br />
fecho.<br />
—El cambio es la base misma <strong>de</strong> la vida...Una do-<br />
sis <strong>de</strong> previsión y estabilidad con la posibilidad<br />
añadida <strong>de</strong> novedad y cambio es lo i<strong>de</strong>al.<br />
—El hombre exitoso explora territorios nuevos, va-<br />
ga por lo <strong>de</strong>sconocido, maneja i<strong>de</strong>as y actitu<strong>de</strong>s<br />
nuevas.<br />
—No temas ser gran<strong>de</strong>... ¡No basta con trabajar pa-<br />
ra vivir!... A<strong>de</strong>más, siéntete activo, interesado, ilu-<br />
sionado, entusiasmado.<br />
2. Silencio<br />
(Después <strong>de</strong> leer estas “invitaciones”, guarda un<br />
rato <strong>de</strong> silencio y trata <strong>de</strong> escuchar la “reso-<br />
nancia” que han hecho en ti).<br />
3. Reflexión<br />
Hoy, ya pue<strong>de</strong>s ser tú mismo... No necesitas ir a<br />
ganarte el pan con un trabajo remunerado... ¿Qué<br />
quieres hacer? ¿Deseas <strong>de</strong>scansar? ¿Prefieres sa-<br />
lir a trotar? ¿Te resulta más placentero visitar a<br />
un amigo(a)? ¿Cuánto tiempo que no organizas un<br />
momento <strong>de</strong> diversión familiar?... Hoy, ya pue-<br />
<strong>de</strong>s ser tú mismo...<br />
Este cambio <strong>de</strong> vida, en fin <strong>de</strong> semana, te viene<br />
<strong>de</strong> “perillas”... Es también la oportunidad <strong>de</strong> mi-<br />
rar diferente, <strong>de</strong> leer algo entretenido, <strong>de</strong> relacio-<br />
151
152<br />
narte, quizá, en un estilo más cercano y personal.<br />
La semana <strong>de</strong> trabajo quedó atrás... Desilusio-<br />
nes, cansancios, tensiones... ¡Por favor!... No se te ocu-<br />
rra agregarle a tu vida nuevas preocupaciones...<br />
Sería, en verdad, algo <strong>de</strong> muy mal gusto... Hoy,<br />
es el tiempo preciso <strong>de</strong>dicado a la “mantención”;<br />
es la oportunidad <strong>de</strong> volver a “cargar pilas”; hoy<br />
<strong>de</strong>ben <strong>de</strong>spertarse tus intereses personales, tus ilu-<br />
siones...<br />
4. Oración<br />
En tu Biblia, ubica y lee lentamente alguno <strong>de</strong> los<br />
siguientes Salmos:<br />
131(130): Confianza filial en Dios.<br />
141(140): “No nos <strong>de</strong>jes caer en la tentación”.<br />
146(145): El Señor libera a los oprimidos.<br />
138(137): Himno <strong>de</strong> alabanza.<br />
124(123): Escapamos <strong>de</strong> la trampa <strong>de</strong>l cazador.<br />
DOMINGO<br />
1. Invitaciones<br />
—Toda la vida tiene algo <strong>de</strong> sagrado.<br />
—El hombre maduro es capaz <strong>de</strong> emocionarse.<br />
—Nadie es mejor que otro más que unos pocos mi-<br />
nutos.<br />
—Trata que en tu vida no existan per<strong>de</strong>dores... Que<br />
sólo haya personas que tienen habilida<strong>de</strong>s e inte-<br />
reses diferentes.<br />
—Tu verdad más la verdad <strong>de</strong> tu hermano son más<br />
verdad.
—Tú eres importante, él es importante, todos so-<br />
mos importantes.<br />
2. Silencio<br />
(Después <strong>de</strong> leer estas “invitaciones”, guarda un<br />
rato <strong>de</strong> silencio y trata <strong>de</strong> escuchar la “resonan-<br />
cia” que han hecho en ti).<br />
3. Reflexión<br />
Todo es sagrado en esta vida porque todo viene<br />
<strong>de</strong> Dios... La creación entera es el gran templo<br />
<strong>de</strong>l Dios vivo y verda<strong>de</strong>ro...<br />
El tiempo, la tierra, las montañas, el mar... Es di-<br />
vino el aire y el pájaro que vuela; el hombre, la<br />
mujer, la pareja y el niño que nace...<br />
Todo es sagrado... El que nace, el que crece, el<br />
que vive y el que muere... Sagrada es la mesa <strong>de</strong>l<br />
hogar, el escritorio <strong>de</strong>l estudiante, <strong>de</strong>l oficinista,<br />
<strong>de</strong>l ingeniero o arquitecto...<br />
La vida es el gran templo... En el templo <strong>de</strong> la<br />
vida se encuentran en oración y en comunión to-<br />
dos los hombres <strong>de</strong> buena voluntad: los limpios,<br />
los comprensivos, los justos, los solidarios...<br />
En el templo <strong>de</strong> cada día se siembran los campos,<br />
avanza la ciencia, la madre alimenta a su hijo; el<br />
<strong>de</strong>portista compite con hidalguía; el cartero repar-<br />
te noticias; el consagrado señala al Dios vivo y ver-<br />
da<strong>de</strong>ro, la chimenea <strong>de</strong> la fábrica indica produc-<br />
ción, el transporte moviliza productos y produc-<br />
tores...<br />
Toda la vida es sagrada, tú eres sagrado, tu her-<br />
mano es sagrado... Si sientes que te cuesta la tras-<br />
cen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> lo rutinario, <strong>de</strong> lo inmediato; si per-<br />
153
154<br />
cibes que tu mirada sólo llega a la superficie en-<br />
tona himnos, ora en y con tu Iglesia, escucha la<br />
Palabra Santa porque ahí reencontrarás lo divino<br />
<strong>de</strong>l corazón <strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong>l universo, participa en tu<br />
Iglesia y, como pueblo, alaba al Señor.<br />
4. Oración<br />
En tu Biblia, ubica y lee lentamente alguno <strong>de</strong> los<br />
siguientes Salmos:<br />
1: Los dos caminos.<br />
5: Oración al <strong>de</strong>spertar.<br />
8: Gloria <strong>de</strong> Dios y gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong>l hombre.<br />
19(18): El Señor, sol <strong>de</strong> justicia.<br />
23(22): El Señor es mi pastor.<br />
27(26): Junto a Dios no hay temor.<br />
31(30): Señor, busco refugio en ti.<br />
33(32): La Provi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Dios cuida el mundo.
2.<br />
¿Qué es lo normal?<br />
En las ciencias sociales, al hablar <strong>de</strong>l hombre nos<br />
expresamos, con frecuencia, en términos <strong>de</strong> “normal”<br />
o “anormal”. ¿Qué enten<strong>de</strong>mos realmente por norma-<br />
lidad?... Lo normal es una convención... Nos ponemos<br />
<strong>de</strong> acuerdo para consi<strong>de</strong>rar esto en relación a esto otro<br />
y así luego <strong>de</strong>cimos si algo es normal o anormal. Es-<br />
to “otro”, este “referente”, en los fenómenos menta-<br />
les, dice relación a tres posibles mo<strong>de</strong>los: mo<strong>de</strong>lo mé-<br />
dico, el estadístico y el <strong>de</strong> solución. Brevemente:<br />
a) El mo<strong>de</strong>lo médico: se basa en la hipotésis <strong>de</strong> que<br />
hay un estado i<strong>de</strong>al para la condición humana,<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> unos límites muy estrechos y conocidos,<br />
y que cualquier <strong>de</strong>sviación fuera <strong>de</strong> estos límites<br />
es, por <strong>de</strong>finición, anormal.<br />
b) El mo<strong>de</strong>lo estadístico: sólo examina la frecuencia<br />
<strong>de</strong> una condición específica, un suceso o un comportamiento<br />
para toda la población.<br />
c) El mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> la solución <strong>de</strong> la anormalidad: ana-<br />
liza cómo la persona trata <strong>de</strong> solucionar sus pro-<br />
blemas cada día. Por ejemplo, si usted tiene una<br />
sola pierna ¿es normal o anormal?... El mo<strong>de</strong>lo<br />
<strong>de</strong> la solución plantea que tener una sola pierna<br />
es un problema posible. Pero pregunta al pacien-<br />
te y si el paciente dice que no tiene ningún pro-<br />
blema, entonces no existe anormalidad. Si, por el<br />
contrario, el paciente se queja <strong>de</strong> <strong>de</strong>presión y <strong>de</strong><br />
155
156<br />
otras dificulta<strong>de</strong>s causadas por la falta <strong>de</strong> una pier-<br />
na, entonces se le diagnostica como “anormal”,<br />
es <strong>de</strong>cir, que requiere cierto tipo <strong>de</strong> tratamiento.<br />
En la literatura sicológica es conveniente, pues, te-<br />
ner presente cuál es el mo<strong>de</strong>lo que se usa <strong>de</strong> referen-<br />
te cuando se consi<strong>de</strong>ra algo “normal” o “anormal”.
Bibliografía<br />
ANGER, L., Ayudarse a sí mismo. Sal Terrae, Santan<strong>de</strong>r 1987.<br />
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<strong>de</strong> B., S.A., Bilbao 1987.<br />
BROTHERS, J. Cómo alcanzar sus objetivos con éxito. Edit. Gri-<br />
jalbo, Barcelona 1980.<br />
BUSCAGLIA, L., Vivir, amar y apren<strong>de</strong>r. Edit. Diana, México,<br />
1984.<br />
BUSCAGLIA, L., Cómo amarnos los unos a los otros. Edit. Dia-<br />
na, México 1986.<br />
DYER, W., El cielo es el límite. Edit. Grijalbo, Barcelona 1981.<br />
FENSTERHEIM, H. y Col., No diga Sí cuando quiera <strong>de</strong>cir No.<br />
Edit. Grijalbo, Barcelona 1976.<br />
FENSTERHEIM, H. y Col., Viva sin temores. Edit. Grijalbo, Bar-<br />
celona 1979.<br />
GIRODO, M., Cómo vencer la timi<strong>de</strong>z. Edit. Grijalbo, Barcelona<br />
1980.<br />
IRALA, N., Control cerebral y emocional. Edic. Mensajero, Bil-<br />
bao 1978.<br />
MASLOW, A., La amplitud potencial <strong>de</strong> la naturaleza humana.<br />
Edit. Trillas, México 1982.<br />
MOORE, J., Sexualidad y espiritualidad. Edit. Cuatro Vientos,<br />
Santiago 1980.<br />
SMITH, M., Libérese <strong>de</strong> sus miedos. Edit. Grijalbo, Barcelona<br />
1979.<br />
SMITH, M., Cuando digo No me siento culpable. Edit.Grijalbo,<br />
Barcelona 1977.<br />
SMITH, M., Sí, puedo <strong>de</strong>cir No. Edit. Grijalbo, Barcelona 1988.<br />
STURGEON, W., Depresión. Edit. Grijalbo, Barcelona 1981.<br />
VISCOTT, D., El lenguaje <strong>de</strong> los sentimientos. Edit. EMECE, Buenos<br />
Aires 1978.<br />
157
Indice<br />
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7<br />
I PARTE<br />
APRENDA A SER FELIZ<br />
1. Las relaciones humanas ............... 11<br />
Relaciones humanas y contactos tempranos . . . . . 12<br />
Relaciones humanas<br />
y condicionamientos históricos . . . . . . . . . . . 16<br />
Las relaciones humanas y los valores cristianos . . 22<br />
2. Los sentimientos ................... 29<br />
La conducta y lo biológico . . . . . . . . . . . . . 30<br />
La conducta y los reflejos . . . . . . . . . . . . . . 30<br />
Lo consciente y lo inconsciente<br />
<strong>de</strong> la afectividad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32<br />
El mundo <strong>de</strong> los sentimientos . . . . . . . . . . . . 32<br />
Algunos pensamientos <strong>de</strong> maestros ilustres . . . . . 38<br />
Esquema general . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42<br />
Esquemas básicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42<br />
Inventario <strong>de</strong> Aserción . . . . . . . . . . . . . . . . 44<br />
3. Aprenda a vivir bien ................. 46<br />
¿De dón<strong>de</strong> surgen nuestras emociones? . . . . . . . 49<br />
¿Qué son las i<strong>de</strong>as no-realistas o irracionales? . . . . 50<br />
¿Cómo <strong>de</strong>shacernos <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as irracionales? . . . . 51<br />
Algunas i<strong>de</strong>as no-razonables comunes . . . . . . . 52<br />
4. Sea feliz: realícese . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54<br />
El Sistema Nervioso Autónomo . . . . . . . . . . . 54<br />
Características <strong>de</strong> las personas exitosas . . . . . . 57<br />
Las características <strong>de</strong>l mundo<br />
en las “experiencias cumbres” . . . . . . . . . . . 58<br />
159
5. ¿Conviene expresar lo que se piensa o se siente? . 64<br />
Declaración <strong>de</strong> Derechos Asertivos . . . . . . . . 69<br />
Inventario <strong>de</strong> Asertividad . . . . . . . . . . . . . 70<br />
Programas <strong>de</strong> Asertividad y sus resultados . . . . 72<br />
La asertividad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75<br />
160<br />
II PARTE<br />
APRENDA A NO DESTRUIRSE<br />
1. El miedo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79<br />
Emociones <strong>de</strong> supervivencia . . . . . . . . . . . . 79<br />
¿Qué es el miedo? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80<br />
Los miedos anormales . . . . . . . . . . . . . . . . 81<br />
Escala para medir el miedo . . . . . . . . . . . . . . 84<br />
2. La timi<strong>de</strong>z . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89<br />
¿Qué es la timi<strong>de</strong>z? . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89<br />
Caminos <strong>de</strong> solución para el tímido . . . . . . . . . . 91<br />
3. El “estrés” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95<br />
¿Qué es el “estrés”? . . . . . . . . . . . . . . . . . 95<br />
Situaciones <strong>de</strong> estrés y funcionamiento orgánico . 97<br />
Los cambios <strong>de</strong> vida en las personas y el estrés . . 99<br />
Los costos fisiológicos y sicológicos <strong>de</strong>l estrés . . . . 102<br />
4. La <strong>de</strong>presión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 104<br />
¿Qué es la <strong>de</strong>presión? . . . . . . . . . . . . . . . . 105<br />
Clases <strong>de</strong> <strong>de</strong>presión . . . . . . . . . . . . . . . . 106<br />
Tensión y <strong>de</strong>presión . . . . . . . . . . . . . . . 109<br />
Escala <strong>de</strong> tensión <strong>de</strong> Holmes . . . . . . . . . . . 111<br />
¿Cómo impedir la <strong>de</strong>presión? . . . . . . . . . . . . . 112<br />
5. Cambios y enfermedad . . . . . . . . . . . . . . . 114<br />
La vida y el cambio . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116<br />
La adaptación al cambio . . . . . . . . . . . . . . . 117<br />
El ritmo <strong>de</strong>l cambio . . . . . . . . . . . . . . . . . 118<br />
Límites <strong>de</strong> la adaptabilidad . . . . . . . . . . . 119<br />
El precio fisiológico <strong>de</strong>l cambio . . . . . . . . . . 120
La “reacción <strong>de</strong> adaptación” . . . . . . . . . . . . . 121<br />
Los cambios y lo sicológico . . . . . . . . . . . . . 123<br />
¿Cómo adaptarnos al cambio? . . . . . . . . . . . 125<br />
Los pastores espirituales y el cambio . . . . . . . . 127<br />
CONCLUSION ...................... 131<br />
Lo religioso y la felicidad ............. 135<br />
APENDICE<br />
1. Una semana positiva ............... 142<br />
2. ¿Qué es lo normal? ................ 155<br />
Bibliografía ........................ 157<br />
Indice ............................ 159<br />
161