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JUAN AGUIRRE RODRIGUEZ<br />

Aprenda a ser feliz<br />

cada día


Distribuye<br />

SAN PABLO-CHILE<br />

Avda. L. B. O’Higgins 1626<br />

Casilla 3746, Correo 21, Santiago Centro<br />

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Avda. L. B. O’Higgins 1626, Santiago <strong>de</strong> Chile<br />

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7ª edición - 1.000 ejemplares<br />

Julio <strong>de</strong> 2005<br />

Inscripción N° 73.318<br />

I.S.B.N.: 956.256.153-4<br />

Impresor: or e g o n imPr e S o r e S<br />

San Francisco 1322, Stgo.<br />

Fono: 5569678<br />

Impreso en Chile - Printed in Chile<br />

SAN PABLO es la misión <strong>de</strong> los Sacerdotes y Hermanos <strong>de</strong> la Sociedad <strong>de</strong> San Pablo<br />

que anuncian el Evangelio con los medios <strong>de</strong> comunicación social.


APRENDA A SER FELIZ CADA DIA


Colección<br />

“DE TÚ A TÚ”<br />

Aprenda a ser feliz cada día<br />

<strong>Juan</strong> <strong>Aguirre</strong><br />

Cómo ayudarse a uno mismo<br />

Alfredo Ruiz<br />

Tus problemas: el sicólogo respon<strong>de</strong><br />

Alfredo Ruiz


Introducción<br />

¡Felicidad! ... Es el grito profundo <strong>de</strong> toda perso-<br />

na. En la ciudad o el campo, en la montaña o junto<br />

al mar, quiere ser feliz el niño y el anciano, el joven<br />

y el adulto. Quiere ser feliz la novia y la dueña <strong>de</strong><br />

casa, la mujer obrera y la joven estudiante...<br />

A lo largo <strong>de</strong> la historia, diferentes instituciones<br />

(filosóficas, religiosas, humanitarias, etc.) han salido<br />

al encuentro <strong>de</strong>l hombre ansioso <strong>de</strong> dicha, <strong>de</strong> gozo,<br />

con propósitos <strong>de</strong> ayudarle.<br />

Así, nos encontramos con que la ciencia y la tec-<br />

nología han acompañado al hombre ofreciéndole bien-<br />

estar; los políticos, filósofos y educadores se han es-<br />

forzado mostrando caminos <strong>de</strong> realización personal<br />

y/o social; el religioso, en nuestro occi<strong>de</strong>nte cristiano,<br />

ha tratado <strong>de</strong> mostrar al Hijo <strong>de</strong>l carpintero porque<br />

promete vida en abundancia.<br />

El clamor, pues, <strong>de</strong> hombres e instituciones ter-<br />

mina siendo uno e idéntico: maduración, justicia, san-<br />

tidad, es <strong>de</strong>cir, bienestar, felicidad. Desgraciadamente,<br />

<strong>de</strong> hecho, la Historia Universal muestra, en medio <strong>de</strong><br />

sus pueblos, una mayoría <strong>de</strong> hombres sufrientes, mal-<br />

tratados, disminuidos. Son legiones, hombres <strong>de</strong> dife-<br />

rentes razas y culturas, los angustiados, los reprimi-<br />

dos, los agresivos, etc. En cada uno <strong>de</strong> ellos fluye una<br />

vida enferma, <strong>de</strong> mala calidad y a través <strong>de</strong> ellos, en<br />

los grupos, naciones y en toda la sociedad, día a día,<br />

o se consolidan y multiplican pólíticas <strong>de</strong> vivienda,<br />

7


salud, educación, trabajo, etc., <strong>de</strong>sequilibradas, o se<br />

reproducen y se expan<strong>de</strong>n estructuras sociales injustas e<br />

inhumanas.<br />

A este hombre, por un lado con anhelos <strong>de</strong> feli-<br />

cidad y, por otro, que no acepta <strong>de</strong>struirse, pero que,<br />

<strong>de</strong> hecho, vive herido en su interioridad y sofocado<br />

por una convivencia <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>nte, el autor dirige este<br />

trabajo. Cada capítulo abordará algunas <strong>de</strong> las con-<br />

dicionantes <strong>de</strong> la felicidad: ser feliz, supone relacio-<br />

nes humanas sanas; sentimientos y estados <strong>de</strong> áni-<br />

mo bien administrados; ausencia <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as inútiles y<br />

torturadoras. En una palabra, para el autor, un hom-<br />

bre feliz es capaz <strong>de</strong> mirar la vida <strong>de</strong> frente, <strong>de</strong> co-<br />

mulgar con el entorno, <strong>de</strong> convivir con el prójimo.<br />

Este hombre, obviamente <strong>de</strong>ja atrás miedos, tensiones,<br />

y tristezas malsanos.<br />

8


I Parte<br />

APRENDA A SER FELIZ


1.<br />

Las relaciones humanas<br />

“Nuestras vidas son intrincados patro-<br />

nes <strong>de</strong> relaciones en los cuales nuestras<br />

motivaciones, <strong>de</strong>seos, creencias, nuestras<br />

necesida<strong>de</strong>s y nuestros sueños es-<br />

tán unidos <strong>de</strong> una manera confusa. En<br />

un amplio grado, po<strong>de</strong>mos conocernos<br />

y <strong>de</strong>finirnos como individuos, si exami-<br />

namos los patrones <strong>de</strong> nuestras relacio-<br />

nes”.<br />

(Buscaglia, L.: “Cómo amarnos los<br />

unos a los otros”, Edit. Diana, México,<br />

1987).<br />

En 1945, René Spitz hizo estudios experimentales<br />

con niños criados por sus padres y niños abandonados<br />

por ellos y criados en instituciones.<br />

Las conclusiones <strong>de</strong> estas investigaciones permiten<br />

afirmar que la privación <strong>de</strong> afecto, atención y cuidado<br />

en los lugares institucionales producen lo que Spitz<br />

llama “hospitalismo”. En los orfanatorios don<strong>de</strong> se<br />

realizaron los estudios, la mortalidad alcanzaba a un<br />

alto porcentaje, a pesar <strong>de</strong> existir buena alimentación,<br />

ambiente higiénico y saludable, etc. No menores eran<br />

los casos <strong>de</strong> daño intelectual y/o emocional.<br />

11


En 1954, Bexton, Heron y Scott hicieron experien-<br />

cias con adultos, privándolos <strong>de</strong> estimulación externa:<br />

se producen, según se comprobó, variadas y significa-<br />

tivas alteraciones <strong>de</strong>l comportamiento.<br />

Posteriormente, en diferentes centros especializa-<br />

dos en la investigación <strong>de</strong> la conducta humana, los es-<br />

tudios han confirmado las conclusiones <strong>de</strong> estos pione-<br />

ros, permitiendo científicamente establecer que el ser<br />

humano necesita <strong>de</strong> la presencia, la compañía, la in-<br />

teracción, el cariño <strong>de</strong> otros seres humanos para so-<br />

brevivir, crecer, estar bien.<br />

Frente a esta conclusión, espontáneamente surge<br />

una gran pregunta: si las personas necesitan <strong>de</strong> otras,<br />

¿por qué es tan difícil la convivencia entre ellas?...<br />

Muchas respuestas se podrían dar, diferentes entre<br />

sí, pero no excluyentes. Aquí en estas primeras líneas<br />

nos referiremos a la “relación”. La convivencia humana<br />

es difícil porque no sabemos relacionarnos. Porque<br />

interactuamos mal, por eso el convivir se ha tornado,<br />

incluso, dañino.<br />

De aquí fluye naturalmente la necesidad <strong>de</strong> apren-<br />

<strong>de</strong>r el a<strong>de</strong>cuado manejo <strong>de</strong> las relaciones humanas.<br />

El hombre mo<strong>de</strong>rno si <strong>de</strong>sea mejorar la calidad <strong>de</strong> la<br />

convivencia necesitará reapren<strong>de</strong>r a relacionarse.<br />

Relaciones humanas y contactos tempranos<br />

En la familia, lugares <strong>de</strong> trabajo, espacios <strong>de</strong> en-<br />

tretenciones, etc., para la mayoría <strong>de</strong> las personas, las<br />

relaciones humanas no resultan fáciles. Esto es una<br />

12


constatación diaria que po<strong>de</strong>mos, <strong>de</strong>sgraciadamente,<br />

hacer en nosotros mismos y en aquellos que nos ro-<br />

<strong>de</strong>an.<br />

En relación a este hecho tan cercano surge la siguiente<br />

pregunta: “¿qué factores intervienen y condi-<br />

cionan una relación personal?”.<br />

Las ciencias <strong>de</strong> la salud mental son coinci<strong>de</strong>ntes,<br />

hoy, en afirmar que la capacidad <strong>de</strong> relacionarse está<br />

<strong>de</strong>terminada, en forma significativa, por la experiencia<br />

<strong>de</strong> contacto físico <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el inicio <strong>de</strong> la vida.<br />

Son múltiples las investigaciones que permiten<br />

concluir que apren<strong>de</strong>mos la seguridad al sentir la sim-<br />

patía <strong>de</strong> un abrazo en los momentos <strong>de</strong> necesidad. En<br />

cambio, si por experiencias infelices hemos aprendido<br />

a <strong>de</strong>sconfiar o a temer la intimidad, ese aprendizaje<br />

producirá la misma reacción que las situaciones ame-<br />

nazantes y así tendremos ten<strong>de</strong>ncia a manejar las dis-<br />

tancias por el resto <strong>de</strong> nuestras vidas, a menos que<br />

reaprendamos a relacionarnos positivamente y así in-<br />

troyectemos, poco a poco, nuevos patrones <strong>de</strong> proxi-<br />

midad.<br />

En otras palabras, cuando por experiencias posi-<br />

tivas, gratas, etc., apren<strong>de</strong>mos la alegría <strong>de</strong> la intimi-<br />

dad, <strong>de</strong> la cercanía, <strong>de</strong> la presencia, tendremos ten-<br />

<strong>de</strong>ncia a buscar a los <strong>de</strong>más; por el contrario, si por<br />

experiencias negativas, hirientes, dolorosas, frustran-<br />

tes, etc., el otro nos dañó, apren<strong>de</strong>mos a temer la intimidad,<br />

a huir <strong>de</strong> la cercanía. Para ello usaremos di-<br />

versos mecanismos <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa, por ejemplo, apren<strong>de</strong>-<br />

remos a crear “distancias protectoras” y así impedir<br />

una nueva vivencia <strong>de</strong> experiencia dolorosa.<br />

Harold Voth, psiquiatra <strong>de</strong> la Fundación Mennin-<br />

ger, en Kansas, afirma: “un abrazo pue<strong>de</strong> disipar la <strong>de</strong>-<br />

13


presión...permitiendo que el sistema inmunológico <strong>de</strong>l<br />

cuerpo se ajuste. Los abrazos infun<strong>de</strong>n nueva vida a un<br />

cuerpo cansado y nos hacen sentir más jóvenes y vi-<br />

brantes. En el hogar, los abrazos cotidianos reforzarán<br />

las relaciones, reduciendo las fricciones <strong>de</strong> una ma-<br />

nera significativa”.<br />

Concluyamos, pues, diciendo que existe una estre-<br />

cha relación entre el grado y calidad <strong>de</strong> intimidad fí-<br />

sica, <strong>de</strong> presencia, <strong>de</strong> compromiso que hayamos expe-<br />

rimentado, especialmente cuando niños, y la capacidad<br />

adulta <strong>de</strong> relaciones humanas.<br />

En relación a esta variable que condiciona nuestra<br />

capacidad <strong>de</strong> relacionarnos, ¿qué hacer cuando las ex-<br />

periencias tempranas han sido negativas?<br />

Aunque parezca <strong>de</strong>masiado obvio digamos que<br />

simplemente, en un primer momento, conviene reco-<br />

nocer la real capacidad <strong>de</strong> relación <strong>de</strong> que dispon-<br />

gamos, para luego, en una postura <strong>de</strong> “sabiduría”, <strong>de</strong>dicarnos<br />

responsablemente a una buena administra-<br />

ción <strong>de</strong> ella. A través <strong>de</strong> estos dos momentos, que im-<br />

plican actitu<strong>de</strong>s valientes <strong>de</strong> cariño hacia sí mismo,<br />

valoramos a<strong>de</strong>cuadamente lo que somos, reconquis-<br />

tamos confianza en nosotros mismos, dado que nos<br />

exigiremos lo posible, y, luego, sin tensiones ni frustraciones<br />

inútiles, <strong>de</strong>sgastadoras, etc., podremos <strong>de</strong>-<br />

safiarnos, en forma realista, poniéndonos metas más<br />

altas, pero viables, factibles, etc.<br />

Que en una persona se <strong>de</strong>n más o menos capa-<br />

cida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> relaciones humanas alimentadoras, apo-<br />

yadoras, etc., si ellas son fruto <strong>de</strong> experiencias tem-<br />

pranas, no cabe cuestionar responsabilida<strong>de</strong>s indivi-<br />

duales. Lo que sí toca a cada cual es responsabilizarse<br />

<strong>de</strong> lo que realmente dispone tratando <strong>de</strong> sacarle el mejor<br />

partido posible.<br />

14


En este aspecto específico, ¿qué es actuar respon-<br />

sablemente?... Acoger y apren<strong>de</strong>r a amar el perfil pro-<br />

pio <strong>de</strong> personalidad. Somos lo que somos. Nuestros<br />

rasgos nos pertenecen, nos acompañan y maduramos<br />

y nos <strong>de</strong>sarrollamos sana y a<strong>de</strong>cuadamente en la medida<br />

que les <strong>de</strong>mos una dimensión personal y social.<br />

Amarse a sí mismo tal cual uno es... Esta relación afec-<br />

tiva, armónica consigo mismo es previa al <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> ser<br />

y sentirse amado por los <strong>de</strong>más. Aunque imperfectos,<br />

en proceso <strong>de</strong> maduración, a través <strong>de</strong> toda la vida, si<br />

nos acercamos con comprensión, aceptación y cariño<br />

a nosotros mismos, ciertamente seremos capaces <strong>de</strong> es-<br />

perar y percibir relaciones también comprensivas y<br />

cariñosas <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más. “Si tenemos miedo<br />

<strong>de</strong> revelar nuestro yo imperfecto, no po<strong>de</strong>mos esperar<br />

que los <strong>de</strong>más se sientan lo suficientemente seguros<br />

para hacerlo y seguiremos siendo extraños” (Buscaglia,<br />

L., “Cómo amarnos los unos a los otros”, Edit. Diana,<br />

México, 1987).<br />

Sólo si somos realistas respecto <strong>de</strong> nosotros mis-<br />

mos existirá una verda<strong>de</strong>ra capacidad <strong>de</strong> relación, una<br />

auténtica maduración <strong>de</strong>l yo y, como consecuencia,<br />

una leal y comprensiva aceptación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más.<br />

Todo lo anterior se pue<strong>de</strong> resumir diciendo que,<br />

antes <strong>de</strong> preocuparnos por los <strong>de</strong>más, en vista a una<br />

presencia, interacción <strong>de</strong> buena calidad, <strong>de</strong>bemos ser “responsables”<br />

con nosotros mismos.<br />

Por el contrario, si no nos amamos, con la misma<br />

fuerza <strong>de</strong>structiva con que nos trituramos a nosotros<br />

mismos, lo haremos con los <strong>de</strong>más. Por otro lado,<br />

también es un hecho que lo que cada cual siembra,<br />

eso mismo es lo que cosecha. Así nace, se consolida y<br />

se mantiene un “círculo vicioso” <strong>de</strong> relaciones huma-<br />

nas negativas.<br />

15


Pensemos un momento con calma: si culpamos,<br />

aplastamos y ridiculizamos al prójimo porque repeti-<br />

mos con los <strong>de</strong>más el estilo <strong>de</strong> relación con nosotros<br />

mismos, ¿po<strong>de</strong>mos esperar ser percibidos y tratados<br />

como personas amigas, agradables, etc.? Por fortuna<br />

lo contrario es igualmente válido. Si tratamos <strong>de</strong> ser<br />

apoyadores, comprensivos, honestos con los <strong>de</strong>más, re-<br />

pitiendo el trato que acostumbramos brindarnos a no-<br />

sotros mismos, ciertamente no po<strong>de</strong>mos temer ser rechazados.<br />

Por el contrario, entonces, nuestra presen-<br />

cia y compañía será <strong>de</strong>seada, solicitada, bien acogida.<br />

Relaciones humanas<br />

y condicionamientos históricos<br />

El estilo <strong>de</strong> las relaciones humanas está condicio-<br />

nado por las características <strong>de</strong> una sociedad <strong>de</strong>termi-<br />

nada, en un momento particular. ¡Pensemos simple-<br />

mente en el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> las modas!...<br />

Los comportamientos humanos, en una propor-<br />

ción muy importante, son fruto <strong>de</strong>l aprendizaje. Pero<br />

éste se realiza imitando el entorno más cercano. Per-<br />

tenecer, por ejemplo, a un estrato social, a una familia,<br />

a un grupo religioso, etc., implica repetición, viven-<br />

cia <strong>de</strong> ciertos hábitos, creencias, modos <strong>de</strong> conducta,<br />

etc. Pero esto no es todo. A<strong>de</strong>más, cada individuo está<br />

integrado a un hábitat más amplio: la sociedad, la cul-<br />

tura en un momento dado <strong>de</strong> la historia. Aquí también<br />

encontramos rasgos específicos. Así, un <strong>de</strong>terminado<br />

modo <strong>de</strong> ser <strong>de</strong> las personas también pue<strong>de</strong> explicarse<br />

por la pertenencia a tal o cual momento histórico y éste<br />

podrá explicar específicamente una <strong>de</strong>terminada ma-<br />

16


nera <strong>de</strong> interacción <strong>de</strong> las personas. Digamos, pues,<br />

que las personas se relacionan <strong>de</strong> una <strong>de</strong>terminada<br />

manera, en gran parte, porque así lo aprendieron. Cier-<br />

tamente que <strong>de</strong> modo implícito se trata <strong>de</strong> una “<strong>de</strong>-<br />

pen<strong>de</strong>ncia” <strong>de</strong>l ambiente y, como tal, pue<strong>de</strong> significar<br />

conflictos para las personas. Sin embargo, también es<br />

cierto que aceptar el patrón conductual vigente entrega<br />

comodidad, seguridad, etc. Se paga un precio que<br />

aparentemente es a<strong>de</strong>cuado a los sentimientos <strong>de</strong> se-<br />

guridad, autoconsi<strong>de</strong>ración y reconocimiento que en-<br />

trega la sociedad.<br />

En un corte transversal <strong>de</strong>l tiempo, la sociedad<br />

aparece estática, repetitiva. Como tal enseña, funda-<br />

mentalmente, relaciones imitativas, <strong>de</strong>pendientes. En<br />

cambio, en una visión longitudinal <strong>de</strong>l tiempo, en una<br />

apreciación temporal con perspectiva, el mundo apa-<br />

rece cambiante, la historia como una tarea que se hace<br />

y se rehace permanentemente. En este quehacer es im-<br />

posible enfrentar la interacción personal, en particular,<br />

a partir <strong>de</strong> posturas conformistas. La a<strong>de</strong>cuación a la<br />

realidad sólo como respuesta a exigencias sociales ex-<br />

ternas no tiene lugar.<br />

Una visión cambiante <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong>safía, pues, a<br />

crear una nueva concepción <strong>de</strong> la relación: ésta <strong>de</strong>be<br />

ayudar al cambio, <strong>de</strong>be apoyar el crecimiento. Dado<br />

que las relaciones son vitales no pue<strong>de</strong>n no correspon-<br />

<strong>de</strong>r a un proceso en el que cada cual recibe <strong>de</strong> los <strong>de</strong>-<br />

más el apoyo para crecer, madurar, conseguir una i<strong>de</strong>n-<br />

tidad creadora. Sin embargo, en este proceso <strong>de</strong> in-<br />

teracción cada cual también <strong>de</strong>vuelve a los <strong>de</strong>más igua-<br />

les posibilida<strong>de</strong>s.<br />

¿Qué pi<strong>de</strong> un mundo cambiante? Actores bien<br />

plantados, personas autónomas, pero integradas. Este<br />

“yo” mo<strong>de</strong>rno requerirá una nueva seguridad para<br />

17


crecer. Este hombre necesita vivir relacionando ali-<br />

mentadoramente su yo con el mundo circundante. En<br />

el mundo futuro, el estilo <strong>de</strong> relación con los <strong>de</strong>más<br />

(amigos, conciudadanos, autorida<strong>de</strong>s, i<strong>de</strong>ologías, etc.)<br />

tendrá un peso muy importante en términos <strong>de</strong> faci-<br />

litar o dificultar la existencia.<br />

Un “yo” no relacionado, no tiene sentido. La ca-<br />

lidad <strong>de</strong> relación, por su parte, condicionará el nivel<br />

<strong>de</strong> vida.<br />

En este mundo futuro sólo podremos ser, madu-<br />

rar y actuar con éxito en una relación que, permitién-<br />

donos construir la propia i<strong>de</strong>ntidad, nos integre en una<br />

participación apoyadora <strong>de</strong>l ser <strong>de</strong>l otro.<br />

El mundo cambiante mo<strong>de</strong>rno tendrá que inven-<br />

tar, promover y favorecer un nuevo tipo real <strong>de</strong> rela-<br />

ción que facilite el crecimiento mutuo <strong>de</strong> las partes involucradas.<br />

Esta certeza no basta que esté en los libros<br />

claramente expuesta. La sociedad necesitará mostrarla<br />

vivida en sus estructuras sociales, políticas, económi-<br />

cas, educacionales, etc. La cultura <strong>de</strong>l amor, <strong>de</strong> la so-<br />

lidaridad se vive o ce<strong>de</strong> su lugar a la injusticia, a la<br />

violencia.<br />

Los <strong>de</strong>rechos humanos ya no pue<strong>de</strong>n ser sólo <strong>de</strong>-<br />

claraciones importantes; necesitan ser vividos por hom-<br />

bres civilizados que se relacionan como personas adul-<br />

tas: tu vida es importante, mi vida es importante.<br />

Digamos, pues, que la característica básica <strong>de</strong> la<br />

relación <strong>de</strong> la sociedad futura consistirá en el interés<br />

y respeto equilibrado por lo tuyo y lo mío. En otras<br />

palabras, una auténtica relación, es <strong>de</strong>cir, apoyadora<br />

<strong>de</strong> crecimiento personal y colectivo, <strong>de</strong>l individuo y <strong>de</strong><br />

la sociedad, será una interacción amorosa. El amor <strong>de</strong>-<br />

berá estar impregnando la relación <strong>de</strong>l futuro, sea fa-<br />

miliar, <strong>de</strong> amistad, laboral, etc.<br />

18


Este amor obviamente no sólo será sintonía en las<br />

semejanzas. También implicará aceptación positiva <strong>de</strong><br />

las diferencias <strong>de</strong>l otro. Estas actitu<strong>de</strong>s no pue<strong>de</strong>n ser<br />

sólo pasivas; por el contrario, implican aceptar, apoyar<br />

activamente las diferencias positivas que se dan en el<br />

otro. Más aún, significan darle una valoración com-<br />

plementaria a lo personal propio.<br />

En sicología, a partir <strong>de</strong> la década <strong>de</strong>l cincuenta,<br />

vivimos los aportes <strong>de</strong> la “tercera fuerza”, es <strong>de</strong>cir,<br />

<strong>de</strong> la línea o enfoque humanista. Des<strong>de</strong> ella, cada per-<br />

sona está llamada a la autorrealización por el <strong>de</strong>sarro-<br />

llo <strong>de</strong> las potencialida<strong>de</strong>s que encierra. La madurez<br />

personal se expresaría a través <strong>de</strong> una existencia con<br />

sentido propio, una personalidad con amplios horizon-<br />

tes <strong>de</strong> conciencia, que se traducen, en la práctica, en<br />

autonomía y libertad. Este crecer personal se conjuga<br />

con un auténtico y sincero interés por el crecimiento<br />

y la madurez <strong>de</strong>l ser <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más.<br />

Así, en la línea sicológica humanista, el nuevo es-<br />

tilo <strong>de</strong> relación incluye también la valoración <strong>de</strong> lo<br />

mío y lo tuyo. Ser, crecer, posibilitando las experien-<br />

cias fundamentales <strong>de</strong> seres únicos será la tónica <strong>de</strong> las<br />

interacciones <strong>de</strong>l futuro. Estas relaciones no podrán ser<br />

“individualistas”, sino “socialistas”, es <strong>de</strong>cir, fundadas<br />

en una antropología que no <strong>de</strong>sconozca la dimensión<br />

social <strong>de</strong>l hombre. Lo social valdrá tanto como lo in-<br />

dividual. El <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las personas, <strong>de</strong> los grupos,<br />

<strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s será fruto <strong>de</strong>l respeto equilibrado<br />

por lo tuyo y lo mío. En la práctica, estas relaciones garantizarán<br />

que tu hijo y el mío no tengan hambre; que<br />

se respete tu trabajo, tu salud, etc., y mi trabajo y sa-<br />

lud... Se trata <strong>de</strong> una humanidad que interactúa en for-<br />

ma adulta; que se expresa en un interés <strong>de</strong> ayuda re-<br />

cíproca para crecer e intercambiar sentimientos since-<br />

ros.<br />

19


En esta relación <strong>de</strong> crecimiento mutuo ¿las per-<br />

sonas conservan las máscaras? No. Se llega a la inti-<br />

midad a través <strong>de</strong> la revelación <strong>de</strong> uno mismo.<br />

En la relación adulta “hay respeto por la i<strong>de</strong>ntidad,<br />

igualdad e integridad <strong>de</strong>l otro, en la que hay flexibili-<br />

dad, unidad e individualidad al mismo tiempo”. (Nena<br />

y George O’Neill, 1974).<br />

En esta interacción se manifiestan las penas y las<br />

alegrías, los éxitos y los fracasos, las cualida<strong>de</strong>s y los<br />

<strong>de</strong>fectos. Con estos comportamientos y sentimientos<br />

las personas se acercan entre sí auténticamente, par-<br />

ticipan unos y otros en el proceso recíproco <strong>de</strong> cons-<br />

trucción <strong>de</strong> las vidas y, esta experiencia vital, los hace<br />

crecer, suprime escollos, etc. En una palabra, la rela-<br />

ción adulta facilita la vida.<br />

Cambiar el rumbo <strong>de</strong> los actuales estilos <strong>de</strong> rela-<br />

ciones personales será un gran <strong>de</strong>safío para el hombre<br />

<strong>de</strong>l mañana. La necesidad <strong>de</strong> afirmación mal entendi-<br />

da <strong>de</strong>l “yo”, llevó en tiempos no lejanos, a una filo-<br />

sofía “egocentrista” <strong>de</strong> la vida. El individualismo pre-<br />

tendió olvidar la necesidad <strong>de</strong> relación e inter<strong>de</strong>pen-<br />

<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> unos con otros. Sin embargo, otra igual-<br />

mente ina<strong>de</strong>cuada concepción <strong>de</strong> la relación llevó a<br />

un tipo <strong>de</strong> “colectivismo” que dañó a las personas. En<br />

efecto, <strong>de</strong>satendiendo a ésas enarboló ban<strong>de</strong>ras <strong>de</strong> ra-<br />

zas, culturas o i<strong>de</strong>ologías.<br />

La madurez en la convivencia será cariño, respeto,<br />

apoyo por el hombre entero, en su dimensión perso-<br />

nal y social, en su necesidad <strong>de</strong> soledad y participa-<br />

ción, en su anhelo <strong>de</strong> autonomía y <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, en el<br />

<strong>de</strong>seo <strong>de</strong> ser escuchado y en su posibilidad <strong>de</strong> escu-<br />

char. Esta relación adulta ayudará a crecer a unos y a<br />

otros; ayuda a encontrar nuevos modos <strong>de</strong> acción y <strong>de</strong><br />

20


interacción para apoyar y promover el crecimiento per-<br />

sonal y colectivo.<br />

Un mundo nuevo, un estilo renovado <strong>de</strong> interac-<br />

ción, en una sociedad cambiante. En este planteamien-<br />

to está implícita una filosofía <strong>de</strong> relaciones humanas<br />

dinámicas. No hay cabida al miedo por el cambio. En<br />

efecto, en esta visión no hay crecimiento sin cambio.<br />

La solución al temor, al cambio, en una relación ma-<br />

dura, es aceptarlo, pero comprometiéndose las partes<br />

a hacer lo posible porque sea compartido. El yo que<br />

se va <strong>de</strong>scubriendo y la madurez que por eso mismo<br />

se va logrando ayudarán a compren<strong>de</strong>r mejor a los <strong>de</strong>-<br />

más y a comprometerse con más seriedad a apoyar<br />

el crecimiento <strong>de</strong>l otro.<br />

La propia experiencia refrenda el hecho <strong>de</strong> que<br />

quien se preocupa <strong>de</strong> sí mismo, quien se realiza como<br />

persona, simultáneamente se capacita para servir me-<br />

jor a los <strong>de</strong>más.<br />

En la relación, está presente el compromiso <strong>de</strong><br />

ayuda recíproca. Si no se da, se corre simplemente<br />

el riesgo <strong>de</strong> que cada parte involucrada en la relación<br />

use a la otra parte in<strong>de</strong>pendientemente, sin hacer <strong>de</strong><br />

la relación misma un espacio, una instancia <strong>de</strong> creci-<br />

miento compartido.<br />

Terminamos resumiendo y diciendo que una bue-<br />

na relación en el mundo <strong>de</strong>l mañana necesitará funda-<br />

mentarse explícitamente en una filosofía <strong>de</strong> honra<strong>de</strong>z,<br />

buena comunicación, respeto e interés por el otro.<br />

Esta relación tendrá posibilida<strong>de</strong>s ciertas <strong>de</strong> subsistir,<br />

permanecer a través <strong>de</strong>l tiempo y las distancias. El lazo<br />

será firme, apoyador, gratificante.<br />

21


Las relaciones humanas y los valores cristianos<br />

El mensaje <strong>de</strong> Jesús crea vínculos vitales... Básicamente<br />

la existencia encuentra la razón <strong>de</strong> ser en el<br />

amor <strong>de</strong> Dios, revelado como <strong>Padre</strong> universal. Como<br />

consecuencia, el vivir humano adquiere calor fraterno<br />

porque los hombres se reencuentran como hermanos.<br />

De este modo la teología <strong>de</strong> la paternidad divina fundamenta<br />

la hermandad cristiana: <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva<br />

<strong>de</strong> Dios <strong>Padre</strong>, la tierra se convierte en la mesa co-<br />

mún sin importancia <strong>de</strong> razas ni culturas... El cristia-<br />

nismo, pues, proclama la relación real, no metafórica,<br />

<strong>de</strong> amor paterno divino y la relación <strong>de</strong> amor fraterno...<br />

¿Qué consecuencias existenciales conlleva la relación<br />

filial con Dios?... La vida <strong>de</strong> cada persona adquie-<br />

re un sabor nuevo: el existir se transforma en un ca-<br />

minar alegre y confiado por los sen<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> esta tierra,<br />

tanto en “las ver<strong>de</strong>s pra<strong>de</strong>ras” como en “las oscuras<br />

quebradas” porque cada hombre siente que le acom-<br />

paña, protege, guía y levanta un <strong>Padre</strong> bondadoso.<br />

Como contrapartida, dada la relación <strong>de</strong> fraternidad,<br />

los hombres fratricidas cambian la visión <strong>de</strong>l mundo<br />

pasando <strong>de</strong>l escenario <strong>de</strong> guerra a un espacio com-<br />

partido en que la tarea <strong>de</strong> convivir se organiza solida-<br />

riamente: los mo<strong>de</strong>los económicos, políticos, sociales,<br />

morales, etc., hechos por hombres cristianos, dan pri-<br />

mera prioridad a las variables que garantizan una civi-<br />

lización <strong>de</strong> amor, una cultura solidaria, etc. Este prin-<br />

cipio básico <strong>de</strong> las relaciones humanas cristianas fue<br />

presentado magistralmente hace ya 2.000 años “ama<br />

a tu prójimo, como a ti mismo”. Las relaciones hu-<br />

manas fueron así iluminadas por el mandato divino.<br />

¿Qué po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir, hoy, <strong>de</strong> las relaciones hu<br />

manas? Hagamos la pregunta <strong>de</strong> otra manera: ¿qué<br />

22


preparación entrega a las personas nuestra cultura oc-<br />

ci<strong>de</strong>ntal que garantice el éxito <strong>de</strong> la convivencia hu-<br />

mána?... Desgraciadamente constatamos que la civili-<br />

zación ha supuesto el buen manejo <strong>de</strong> las relaciones<br />

interpersonales. Los fanatismos i<strong>de</strong>ológicos, no impor-<br />

ta el signo que tengan, nos hablan claramente <strong>de</strong> la<br />

mentalidad “blanco o negro” <strong>de</strong> nuestro mundo con-<br />

temporáneo: “porque yo quiero vivir, tú estás <strong>de</strong>más”...<br />

o bien “si tú quieres vivir, tienes que ser mi sombra”...<br />

Más aún, no sólo la sociedad civil ha dado por supues-<br />

ta la a<strong>de</strong>cuada administración <strong>de</strong> las relaciones huma-<br />

nas, sino también lo han hecho las iglesias cristianas.<br />

Obviamente han presentado la relación humana con<br />

las características propias, específicas, pero no han<br />

mostrado explícitamente, en general, una metodología<br />

ad hoc.<br />

Porque el autor <strong>de</strong> estas reflexiones no comparte<br />

tales silencios <strong>de</strong>dicará las siguientes consi<strong>de</strong>raciones<br />

a la conducta social. Básicamente planteará que la<br />

convivencia armónica, pacífica, ayudadora se apren<strong>de</strong>,<br />

<strong>de</strong>l mismo modo como se apren<strong>de</strong> la mayor parte <strong>de</strong><br />

los comportamientos. Pero, dado que la conducta so-<br />

cial se construye <strong>de</strong> <strong>de</strong>seos, emociones, conocimien-<br />

tos, recuerdos, percepciones, actitu<strong>de</strong>s, valores, etc.,<br />

aunque sea brevemente y sólo en relación a algunos<br />

<strong>de</strong> ellos, por las características <strong>de</strong> la presente obra,<br />

revisará esos materiales intermitentes en el ser y que-<br />

hacer comunitario.<br />

Principios <strong>de</strong> la conducta interpersonal<br />

Un individuo se comporta ante las personas, los<br />

acontecimientos, las cosas... La respuesta que emite<br />

frente a tales estímulos <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>, en gran medida,<br />

<strong>de</strong> los recuerdos que tenga, <strong>de</strong> los valores, la ampli-<br />

23


tud <strong>de</strong> pensamiento; la cantidad <strong>de</strong> conocimientos; la<br />

capacidad <strong>de</strong> incorporar nuevas informaciones, etc.,<br />

que posea. Todo esto po<strong>de</strong>mos llamarlo “mundo cog-<br />

nitivo” y respon<strong>de</strong>mos, entonces, diciendo que en una<br />

persona, la respuesta que ella da ante el mundo que la<br />

afecta dice relación con la manera, forma, en que apa-<br />

rece ante él, <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> su “mundo cognitivo”. Esto<br />

es algo absolutamente individual y, por lo tanto, varía<br />

<strong>de</strong> una persona a otra.<br />

Revisemos un ejemplo. ¿Qué es una casa? El concepto<br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> en cada persona <strong>de</strong> la propia experien-<br />

cia <strong>de</strong> casa. Así, variará mucho en una persona que<br />

nació y creció en una población marginal y en relación<br />

a otra que lo hizo en Provi<strong>de</strong>ncia o Las Con<strong>de</strong>s. Esta<br />

simple constatación pue<strong>de</strong> indicarnos algunas <strong>de</strong> las<br />

dificulta<strong>de</strong>s que encontramos en la convivencia <strong>de</strong> cada<br />

día. En efecto, cada cual tiene ten<strong>de</strong>ncia a pensar que<br />

su “concepto”, su “cosmovisión” es la verda<strong>de</strong>ra, la<br />

única posible y <strong>de</strong> ahí a esperar o exigir que los <strong>de</strong>más<br />

piensen como uno, no hay más que un paso.<br />

En la convivencia <strong>de</strong>bemos, pues, tener presente<br />

este concepto particular <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as, <strong>de</strong>l<br />

pensamiento, <strong>de</strong> la experiencia personal particular, <strong>de</strong><br />

los juicios <strong>de</strong> valor absolutamente parciales. Toda si-<br />

tuación, cosa o persona, por el mismo hecho <strong>de</strong> entrar<br />

en el mundo cognitivo individual, se empequeñece al<br />

ser experimentado, experienciado... Es <strong>de</strong>cir, el pro-<br />

ceso mismo <strong>de</strong> conocimiento relativiza todo. La reali-<br />

dad, en sí misma, es mucho más rica y compleja.<br />

Si esto es verda<strong>de</strong>ro y tenido en cuenta, toda per-<br />

sona al relacionarse con otra podrá sentir la alegría <strong>de</strong><br />

tener la oportunidad <strong>de</strong> enriquecer su mundo: mi vi-<br />

sión, mi experiencia, mi valoración pue<strong>de</strong> recibir la particularidad<br />

exclusiva <strong>de</strong>l otro.<br />

24


En Sicología, al estudiar la percepción se presta<br />

especial atención a lo que se ha <strong>de</strong>nominado “percep-<br />

ción selectiva” y “umbrales <strong>de</strong> percepción”. La pri-<br />

mera característica perceptiva dice relación primero<br />

con los intereses, inquietu<strong>de</strong>s, necesida<strong>de</strong>s, que pueda<br />

tener un individuo y que le hacen aproximarse pecu-<br />

liarmente al campo perceptivo: si le interesan las mu-<br />

jeres rubias, verá sólo las niñas con tales caracterís-<br />

ticas; si necesita comprarse un auto y la marca que ne-<br />

cesita es tal o cual sólo prestará atención a ella. En<br />

estos casos, el individuo ha realizado una percepción<br />

selectiva, puerta <strong>de</strong> entrada <strong>de</strong> un conocimiento pos-<br />

teriormente también selectivo. En relación a la según-<br />

da característica <strong>de</strong> la percepción <strong>de</strong>bemos recordar<br />

que ella está directamente vinculada a las sensaciones,<br />

pero, a su vez, ellas <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n fisiológicamente <strong>de</strong>l sis-<br />

tema nervioso, más específicamente, <strong>de</strong> las termina-<br />

ciones nerviosas. Estas fijan los umbrales en cuyos<br />

rangos son recibidos los estímulos sensoriales. Así, por<br />

estas dos características perceptivas, las personas son<br />

diferentes en su capacidad selectiva y en sus rangos <strong>de</strong><br />

recepción <strong>de</strong> estímulos. La realidad es la misma, pero<br />

captada diferentemente por las personas. Cada per-<br />

sona se relaciona en forma parcial con la realidad. La<br />

suma <strong>de</strong> las partes hace más rica la aproximación al<br />

mundo. Sin embargo, esto que parece lógico en teoría,<br />

en la convivencia no lo es y por enfrentamientos <strong>de</strong><br />

todo tipo, <strong>de</strong> hecho, la variedad introduce tensiones y<br />

guerras en la interacción personal.<br />

¿Cómo se percibe y juzga a las personas?<br />

Concretamente nos preguntamos ahora ¿cómo nos<br />

formamos una impresión sobre los <strong>de</strong>más?...<br />

25


El primer paso para relacionarnos con otra per-<br />

sona es el <strong>de</strong> formarnos una impresión sobre ella. Esta<br />

impresión es <strong>de</strong> primera importancia porque dirige<br />

nuestras reacciones o respuestas e influye, posterior-<br />

mente, en el curso <strong>de</strong> la conducta interpersonal. Antes<br />

<strong>de</strong> formarnos una impresión <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más, damos los<br />

siguientes pasos: notamos su voz y movimientos expresivos;<br />

seguimos lo que dice y lo que hace cuando reac-<br />

ciona ante nosotros y ante otras situaciones y personas.<br />

Des<strong>de</strong> aquí damos un nuevo paso utilizando la infor-<br />

mación acumulada para juzgar las características, los<br />

rasgos <strong>de</strong>l prójimo que estamos observando: sus cono-<br />

cimientos, <strong>de</strong>seos, objetivos, en general, su persona-<br />

lidad.<br />

A esta altura tenemos suficientes elementos <strong>de</strong><br />

juicio para respon<strong>de</strong>r y así lo hacemos: las acciones<br />

que como respuestas dirigimos a los <strong>de</strong>más se guían<br />

por tales juicios. Una comunicación social auténtica se<br />

establece cuando los juicios son recíprocamente correc-<br />

tos.<br />

¿Hay “elementos distorsionadores” <strong>de</strong> la forma-<br />

ción <strong>de</strong> los juicios? ... Sí ... Por ejemplo, si tenemos<br />

<strong>de</strong> antemano una opinión contraria sobre otra persona<br />

que, digamos, físicamente se parece a una que nos<br />

<strong>de</strong>sagrada, hay ten<strong>de</strong>ncia a asignarle bajo puntaje en<br />

rasgos favorables y alto en los <strong>de</strong>sfavorables. Técnicamente,<br />

los sicólogos sociales hablan <strong>de</strong>l “efecto <strong>de</strong>l<br />

halo”. También po<strong>de</strong>mos prevenir la objetividad <strong>de</strong><br />

nuestros juicios sobre los <strong>de</strong>más recordando que la<br />

forma en que un individuo tien<strong>de</strong> a percibir a otro está<br />

influenciado, o por las creencias, teorías generales que<br />

tenga sobre la organización <strong>de</strong> la personalidad o por<br />

las expectativas que tiene en relación a qué rasgos <strong>de</strong><br />

personalidad <strong>de</strong>ben acompañar a otros rasgos <strong>de</strong> las<br />

26


personas. (No es raro esperar que una persona con<br />

buena presencia física también sea “buena”, digamos<br />

honrada; o que una persona honrada también sea<br />

amable, etc.). Finalmente, digamos que también pue<strong>de</strong><br />

influir en el juicio que nos formamos <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más el<br />

conocimiento que podamos tener <strong>de</strong> los grupos socia-<br />

les y que tien<strong>de</strong>n a cegarnos como para no percatar-<br />

nos <strong>de</strong> las legítimas diferencias que puedan existir<br />

entre los miembros <strong>de</strong> dichos grupos; frente a ellos<br />

nos mostramos rígidos en el raciocinio. (Consi<strong>de</strong>remos<br />

como ejemplo, la apreciación que tenemos sobre las<br />

religiosas a quienes consi<strong>de</strong>ramos amables, y por eso<br />

suponemos que la hermana Sofía es amable y “a priori”<br />

rechazamos la posibilidad <strong>de</strong> que no lo sea. Este ejem-<br />

plo se pue<strong>de</strong> aplicar a grupos políticos, <strong>de</strong> sexo, <strong>de</strong><br />

eda<strong>de</strong>s, etc.). Digamos, pues, que el efecto <strong>de</strong>l halo,<br />

la teoría <strong>de</strong> la personalidad, los estereotipos afectan<br />

la objetividad <strong>de</strong> nuestras percepciones. Estos factores<br />

afectan nuestras percepciones, pero no son los únicos.<br />

La virtud teologal <strong>de</strong> la caridad<br />

Ciertamente que la caridad es un don gratuito <strong>de</strong><br />

Dios. Una conducta, una relación podría incluso ser<br />

sicológicamente sana, pero humana, no sobrenatural.<br />

Amar al prójimo, como Dios nos ha amado, como Je-<br />

sucristo lo vivió históricamente, no es fruto <strong>de</strong> aprendi-<br />

zaje humano. Sin embargo, la semilla pue<strong>de</strong> caer en<br />

buena, mala o regular tierra. Lo que aporta la sicolo-<br />

gía social está en el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong> la tierra: que<br />

en la acción humana podamos distinguir la motivación<br />

que impulsa la conducta y la interacción misma, es <strong>de</strong>-<br />

cir, la acción <strong>de</strong> un individuo que sirve <strong>de</strong> estímulo a<br />

la <strong>de</strong> otro que actúa como respuesta no dice nada en<br />

27


elación a tener o no tener caridad; que sepamos qué<br />

necesida<strong>de</strong>s, emociones, pensamientos, recuerdos,<br />

percepciones, influyen en el tipo <strong>de</strong> relaciones inter-<br />

personales que se puedan dar, no garantiza la calidad<br />

teologal <strong>de</strong>l amor. El valor sobrenatural, teologal, <strong>de</strong><br />

la conducta humana, es fruto <strong>de</strong>l Espíritu, brota <strong>de</strong> un<br />

corazón “renacido”. Lo divino no <strong>de</strong>struye lo humano,<br />

pero lo humano no construye lo divino. Simplemente<br />

le da cabida, no impi<strong>de</strong> que Dios actúe.<br />

Conclusión<br />

Terminemos afirmando que el cristianismo es la<br />

gran invitación hecha por Dios al hombre para que<br />

construya la familia humana como pueblo <strong>de</strong> Dios.<br />

Hablar <strong>de</strong> cristianismo es, pues, hablar <strong>de</strong> relación<br />

interpersonal, <strong>de</strong> convivencia. Dado que es básico para<br />

un cristiano relacionarse positivamente, consigo mismo<br />

y con el prójimo, es importante, a modo <strong>de</strong> prepara-<br />

ción, <strong>de</strong> predisposición conocer algunos aportes <strong>de</strong> or-<br />

<strong>de</strong>n sicológico que ayudan, que no impedirán la pre-<br />

sencia <strong>de</strong> la virtud teologal <strong>de</strong> la caridad. Estamos cier-<br />

tos que es Dios quien regala el amor, y que éste es<br />

un don absolutamente gratuito, que recibimos sin mé-<br />

rito alguno <strong>de</strong> nuestra parte, pero también estamos<br />

ciertos que algunos principios fundamentales <strong>de</strong> la si-<br />

cología social son buenas herramientas para preparar<br />

la tierra... El i<strong>de</strong>al es que la semilla caiga en buena<br />

tierra, por eso conviene que cui<strong>de</strong>mos el terreno don-<br />

<strong>de</strong> quiere crecer el don <strong>de</strong> Dios.<br />

28


2.<br />

Los sentimientos<br />

En nuestras vidas, los sentimientos juegan un pa-<br />

pel <strong>de</strong> primer or<strong>de</strong>n. Obviamente que nos conectamos<br />

con la realidad a través <strong>de</strong> los sentidos. Sin embargo,<br />

los sentimientos están siempre presentes en nosotros;<br />

contribuyen a la percepción aportando siempre algo<br />

esencial que pue<strong>de</strong> ir <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un simple “tono” hasta la<br />

distorsión total. “No tener conciencia <strong>de</strong> los propios<br />

sentimientos, no compren<strong>de</strong>rlos o no saber cómo uti-<br />

lizarlos y expresarlos es peor que la ceguera, la sor-<br />

<strong>de</strong>ra o la parálisis” (Viscott, D.; “El lenguaje <strong>de</strong> los<br />

sentimientos”, Edit. Emecé, Buenos Aires, 1986).<br />

Al hablar sobre “comunicación” estamos acos-<br />

tumbrados a referirnos a i<strong>de</strong>as, conceptos, palabras.<br />

Sin embargo, previo a todos ellos están nuestras sen-<br />

saciones y percepciones. Por experiencia personal sabe-<br />

mos que, a<strong>de</strong>más y previo a tener conciencia <strong>de</strong> co-<br />

lor, sabor, placer, dolor, etc. se produce una “resonan-<br />

cia interior”. Esta connotación <strong>de</strong> acercamiento o re-<br />

chazo que conlleva la percepción pertenece básicamen-<br />

te a la capacidad <strong>de</strong> respuesta que tiene el organismo.<br />

Al nacer, todo individuo sano posee “excitabilidad”<br />

(placer, pena, ira, asco, miedo, alegría, afecto, etc.).<br />

Aquí está la base orgánica <strong>de</strong> lo que, posteriormente,<br />

irá madurando, diferenciándose, perfeccionándose y<br />

que genéricamente llamaremos “afectividad” o “sen-<br />

timientos”.<br />

29


La conducta y lo biológico<br />

La conducta es fruto <strong>de</strong> la interacción entre el organismo<br />

y el ambiente.<br />

El individuo nace con un conjunto <strong>de</strong> necesida<strong>de</strong>s<br />

básicas... Así, el recién nacido está obligado a adqui-<br />

rir conductas <strong>de</strong> satisfacción. El niño poco a poco apren-<br />

<strong>de</strong>, teniendo como base la capacidad orgánica <strong>de</strong> per-<br />

cibir, a evadir situaciones <strong>de</strong> pena o <strong>de</strong>sagrado, o a<br />

acercarse a situaciones <strong>de</strong> placer ... La conciencia <strong>de</strong><br />

este funcionamiento, primeramente reflejo, aparece<br />

“a posteriori”. Es <strong>de</strong>cir, la sensación <strong>de</strong> una necesidad<br />

y/o la satisfacción <strong>de</strong> ella es un dato primario en el<br />

niño; la conciencia <strong>de</strong> ellas es producto <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong><br />

maduración.<br />

individuo necesida<strong>de</strong>s<br />

La conducta y los reflejos<br />

30<br />

conciencia<br />

Satisfacción: agrado (emoción)<br />

No satisfacción: <strong>de</strong>sagrado (emoción)<br />

La conducta es un restablecimiento o reforzamien-<br />

to <strong>de</strong> equilibrio... Toda conducta supone movimien-<br />

tos e inteligencia, pero también móviles y valores fi-<br />

nales: sentimientos.<br />

La afectividad y la inteligencia son indisolubles y<br />

constituyen dos aspectos complementarios <strong>de</strong> toda con-<br />

ducta humana.<br />

Siguiendo los planteamientos <strong>de</strong> Piaget, en el pri-<br />

mer estadio <strong>de</strong> las técnicas reflejas están los impulsos


instintivos elementales ligados a la nutrición y aquellos<br />

afectivos que correspon<strong>de</strong>n a las emociones primarias<br />

(el miedo, por ejemplo).<br />

Al segundo estadio (percepciones y hábitos) correspon<strong>de</strong>n<br />

una serie <strong>de</strong> sentimientos elementales o afec-<br />

tos perceptivos relacionados con las modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

la actividad propia: lo agradable y lo <strong>de</strong>sagradable, el<br />

placer y el dolor, etc. Estos estados afectivos <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n<br />

<strong>de</strong> la acción propia y no todavía <strong>de</strong> la conciencia <strong>de</strong><br />

las relaciones mantenidas con las <strong>de</strong>más personas. Este<br />

estadio elemental <strong>de</strong> afectividad no tiene conciencia<br />

personal propiamente tal.<br />

Con el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la inteligencia, con la elabo-<br />

ración <strong>de</strong> un mundo exterior, con la construcción <strong>de</strong>l<br />

esquema <strong>de</strong>l “objeto” aparece un tercer nivel <strong>de</strong> afec-<br />

tividad: “elección <strong>de</strong>l objeto”, es <strong>de</strong>cir, la objetivación<br />

<strong>de</strong> los sentimientos y su propia proyección en otras activida<strong>de</strong>s<br />

que no son sólo las <strong>de</strong>l yo. Los sentimientos<br />

relacionados con la propia actividad, gracias al progre-<br />

so <strong>de</strong> las conductas inteligentes, se diferencian y se<br />

multiplican: alegrías y tristezas relacionadas con el<br />

éxito y el fracaso <strong>de</strong> los actos intencionales, esfuerzos<br />

e intereses o cansancios y falta <strong>de</strong> interés, etc.<br />

Tenemos, pues, primeramente estados afectivos<br />

y aspectos perceptivos ligados únicamente a las accio-<br />

nes <strong>de</strong>l sujeto. Luego, las acciones y las percepciones<br />

globales e indiferenciadas dan lugar a “objetos” con-<br />

cebidos como exteriores al yo e in<strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong> él.<br />

Los sentimientos elementales, entonces, son experi-<br />

mentados en función <strong>de</strong> esta objetivación <strong>de</strong> las cosas<br />

y las personas. Así nacen los sentimientos interindivi-<br />

duales. Esta “elección <strong>de</strong>l objeto” recae, primero, en la<br />

persona <strong>de</strong> la madre, luego en la <strong>de</strong>l padre y los <strong>de</strong>más<br />

seres próximos: es el principio <strong>de</strong> las simpatías y anti-<br />

31


patías; <strong>de</strong> la aparición <strong>de</strong> los sentimientos morales in-<br />

tuitivos y las regulaciones <strong>de</strong> intereses y valores.<br />

Lo consciente y lo inconsciente <strong>de</strong> la afectividad<br />

La afectividad se caracteriza por sus composiciones<br />

energéticas: son cargas distribuidas en un objeto u otro.<br />

Todo lleva al sujeto a resultados conscientes, es <strong>de</strong>cir,<br />

los sentimientos permanecen en el sujeto más o menos<br />

claramente como datos actuales. Por el contrario, el<br />

mecanismo íntimo <strong>de</strong> ellos permanece inconsciente: el<br />

sujeto no conoce ni las razones <strong>de</strong> sus sentimientos,<br />

ni su origen, ni el porqué <strong>de</strong> su intensidad ni sus even-<br />

tuales ambivalencias, etc. ...<br />

¿ Qué es la toma <strong>de</strong> conciencia? “La toma <strong>de</strong> conciencia<br />

consiste en hacer pasar ciertos elementos <strong>de</strong> un<br />

plano inferior, inconsciente, a un plano superior, consciente,<br />

y estos dos niveles no pue<strong>de</strong>n ser idénticos...<br />

La toma <strong>de</strong> conciencia constituye una reconstrucción<br />

en el plano superior <strong>de</strong> lo que ya está organizado, pero<br />

<strong>de</strong> otra manera, en el plano inferior, y las dos cues-<br />

tiones son entonces la <strong>de</strong> la utilidad funcional <strong>de</strong> esta<br />

reconstrucción y la <strong>de</strong> su procedimiento estructural”.<br />

El mundo <strong>de</strong> los sentimientos<br />

La afectividad está siempre presente en cada uno<br />

<strong>de</strong> nosotros: o bien como respuesta inmediata a una<br />

percepción presente o como respuesta gatillada y mantenida<br />

por residuos perceptivos <strong>de</strong> tiempos pasados:<br />

Así, hablamos <strong>de</strong> emociones, sentimientos y estados<br />

afectivos.<br />

32


Al hablar <strong>de</strong> sentimientos, lo más importante es<br />

tener presente cómo éstos tiñen todo contacto con la<br />

realidad. Los sentimientos dan a la realidad un senti-<br />

do personal no sólo aquí y ahora, sino también una<br />

connotación afectiva, valórica a mediano, e incluso,<br />

largo plazo. Algo me pue<strong>de</strong> agradar o <strong>de</strong>sagradar,<br />

aquí y ahora, pero <strong>de</strong>ja en mí cierta predisposición a<br />

buscarlo o rechazarlo, al margen <strong>de</strong> sí, en otro mo-<br />

mento, pueda guardar el mismo valor positivo o ne-<br />

gativo. Esto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ya nos permite compren<strong>de</strong>r por qué<br />

un mismo mundo es buscado, apreciado y valorado<br />

<strong>de</strong> tan diferentes maneras por las personas... El mun-<br />

do corre el riesgo <strong>de</strong> no ser valorado en sí mismo,<br />

sino <strong>de</strong> acuerdo a otros parámetros externos a él mismo...<br />

Así, po<strong>de</strong>mos compren<strong>de</strong>r, en parte, el <strong>de</strong>sor-<br />

<strong>de</strong>n actual <strong>de</strong> la humanidad. Los hombres, los pue-<br />

blos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus propias perspectivas, intereses, valo-<br />

res, elaboran i<strong>de</strong>ologías, sistemas, cosmovisiones, etc.<br />

Mas, también es cierto que, a<strong>de</strong>más, las cosas<br />

pue<strong>de</strong>n no caminar por cauces normales <strong>de</strong>bido a las<br />

“pasiones”: sentimientos intensos, distorsionadores,<br />

que impi<strong>de</strong>n ver, juzgar y/o actuar a<strong>de</strong>cuadamente.<br />

Para construir una nueva sociedad, un estilo diferente<br />

<strong>de</strong> relación social, una nueva civilización con elementos<br />

solidarios, fraternos, justos, <strong>de</strong> respeto, responsabilidad,<br />

etc., es preciso también conocer, manejar,<br />

poner en or<strong>de</strong>n el mundo emocional.<br />

Invitar a poner los sentimientos positivos en dirección<br />

a una nueva civilización, en favor <strong>de</strong> relaciones<br />

personales apoyadoras, he aquí alguno <strong>de</strong> los objetivos<br />

básicos <strong>de</strong> estas líneas.<br />

Qué son nuestros sentimientos, cómo los administramos,<br />

qué convendría modificar para sanarnos emo-<br />

cionalmente, qué consecuencias producirán las afecti-<br />

33


vida<strong>de</strong>s rehabilitadas en las nuevas relaciones huma-<br />

nas, etc., serán los pasos que iremos dando al abordar<br />

nuestros objetivos.<br />

¿Qué son los sentimientos?<br />

Todo organismo vivo tiene la capacidad <strong>de</strong> reac-<br />

cionar frente a un estímulo. Es la excitabilidad orgá-<br />

nica. La tienen los vegetales, animales y el hombre...<br />

Digamos que la materia viva pue<strong>de</strong> sentir y reac-<br />

cionar en forma <strong>de</strong> acercamiento o rechazo. La percep-<br />

ción la coloca en contacto consigo misma y con el mundo<br />

que la ro<strong>de</strong>a.<br />

Esta característica orgánica básica entra en el pro-<br />

ceso <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo síquico <strong>de</strong>l individuo y se trans-<br />

forma luego en percepción consciente, diferenciada,<br />

simbolizada, comunicada, etc. Gracias al <strong>de</strong>sarrollo si-<br />

cológico <strong>de</strong>l individuo llegamos al mundo <strong>de</strong> los sentimientos<br />

claros, diferenciados, complejos, etc.<br />

¿Cómo es eso? Por nuestra capacidad <strong>de</strong> pensar<br />

po<strong>de</strong>mos formar conceptos y clasificar nuestras per-<br />

cepciones. Por nuestra capacidad <strong>de</strong> sentir reacciona-<br />

mos emocionalmente ante el mundo que nos ro<strong>de</strong>a.<br />

Parece <strong>de</strong>masiado obvia esta consi<strong>de</strong>ración. Sin<br />

embargo, es mejor partir <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquí. Los seres hu-<br />

manos pensamos y sentimos. En el área <strong>de</strong> los senti-<br />

mientos estamos en lo más propio <strong>de</strong> la persona, en<br />

la intimidad <strong>de</strong> ella. Es el mundo <strong>de</strong> las vivencias.<br />

Por el sentir, le damos un significado personal e<br />

individual a la realidad. Dado que cada persona es pe-<br />

culiar, única, etc., es lógico que el mundo <strong>de</strong> los sentimientos<br />

también sea algo privativo en cada una <strong>de</strong><br />

ellas.<br />

34


La realidad es una, pero la percepción <strong>de</strong> ella y<br />

su valoración es múltiple, dada la pluralidad <strong>de</strong> orga-<br />

nismos receptores e intérpretes <strong>de</strong> esa realidad. El<br />

hombre no está hecho para vivir aislado... Cada per-<br />

sona necesita la relación consigo misma, con el próji-<br />

mo, con su hábitat, con Dios... Por este acercamiento<br />

va logrando la percepción <strong>de</strong> ellos y ella conlleva sen-<br />

timientos <strong>de</strong> plenitud, emociones, etc.<br />

Las personas que logran tener contacto y resonancia<br />

interior afectiva <strong>de</strong>sarrollan sentimientos: esperan-<br />

za, confianza, dudas, incertidumbre, alegría, entusias-<br />

mo, rabia, dolor, etc. El contacto real, verda<strong>de</strong>ro <strong>de</strong><br />

cada cual con sus propios sentimientos es el camino<br />

i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> maduración, salud síquica, equilibrio, etc.<br />

Alejarse <strong>de</strong> los sentimientos, no compren<strong>de</strong>rlos,<br />

racionalizarlos, negarlos, es simplemente negar la rea-<br />

lidad, distorsionar el mundo. Quizá alguien pue<strong>de</strong> lle-<br />

gar a creer que, en lo inmediato, eliminó el sentimien-<br />

to. La verdad, a mediano y largo plazo es que, a pe-<br />

sar <strong>de</strong> los mecanismos que use (intento <strong>de</strong> disfrazar-<br />

los, negarlos, etc.) ellos viven, y, más temprano que<br />

tar<strong>de</strong>, exigirán ser atendidos.<br />

Que el yo personal conozca, acoja y administre<br />

a<strong>de</strong>cuadamente sus sentimientos, es la base para un<br />

<strong>de</strong>sarrollo sano <strong>de</strong> la persona.<br />

Hoy día a esta persona la sicología clínica la lla-<br />

ma “asertiva”... Este apellido implica que: “se siente<br />

libre para manifestarse”. Mediante palabras y actos<br />

hace esta <strong>de</strong>claración: “Este soy yo. Esto es lo que yo<br />

siento, pienso y quiero; pue<strong>de</strong> comunicarse con per-<br />

sonas <strong>de</strong> todos los niveles (amigos, extraños y familia-<br />

res) y esta comunicación es siempre abierta, directa,<br />

franca y a<strong>de</strong>cuada; tiene una orientación activa en la<br />

vida. Va tras lo que quiere” (Fensterheim-Baer, “No<br />

35


diga Sí cuando quiera <strong>de</strong>cir No”, cap. I, Edic. Grijal-<br />

bo, Barcelona 1976).<br />

El niño sano siente afecto-amor, alegría, pena,<br />

miedo, rabia. Sin embargo, si el ambiente no permite<br />

la expresión <strong>de</strong> las emociones auténticas, el niño co-<br />

mienza a buscar sustitutos (busca cómo sustituirlos<br />

por otros) o bien apren<strong>de</strong> a acumularlos para luego ex-<br />

presarlos fuera <strong>de</strong> momento o <strong>de</strong>sproporcionadamen-<br />

te “todos <strong>de</strong> un viaje”.<br />

En esta primera etapa <strong>de</strong> la vida, los padres en-<br />

señan por mo<strong>de</strong>laje. Si los padres nunca ríen, el niño no<br />

tiene un mo<strong>de</strong>lo a<strong>de</strong>cuado para expresar su alegría.<br />

También los padres pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>scalificar la emo-<br />

ción auténtica y refuerzan en el niño la búsqueda <strong>de</strong> otra<br />

forma <strong>de</strong> expresarla (“rebusque”). Si lloras, te pego.<br />

Los padres dicen al niño lo que <strong>de</strong>be sentir. Ej.:<br />

los hombres no lloran, los hombres nunca sienten mie-<br />

do, un niño bueno no canta, etc. Nos encontramos con<br />

sentimientos no expresados por mal ambiente.<br />

Las emociones son el pan <strong>de</strong> la vida. Si éstas no<br />

se permiten habrá sustitutos (rebusques). Ej.: en lugar<br />

<strong>de</strong> frustración, rabia, etc. Des<strong>de</strong> aquí se preparan, en<br />

muchas personas, trastornos sicosomáticos.<br />

La mala administración <strong>de</strong> los sentimientos en-<br />

cuentra no pocas veces un costo diferido en términos<br />

<strong>de</strong> salud mental: el uso <strong>de</strong> mecanismos <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa.<br />

El objetivo <strong>de</strong> las <strong>de</strong>fensas es el <strong>de</strong> protegernos en<br />

el corto plazo <strong>de</strong> daños que se proyectan más distan-<br />

tes en el tiempo.<br />

“Existen, básicamente, dos tipos <strong>de</strong> sentimientos:<br />

los positivos y los negativos. Los sentimientos positi-<br />

vos incrementan el propio sentido <strong>de</strong> fuerza y bienes-<br />

36


tar, el sentido <strong>de</strong> plenitud, <strong>de</strong> vida, <strong>de</strong> totalidad y <strong>de</strong><br />

esperanza. Los sentimientos negativos interfieren con<br />

el placer, agotan la energía y <strong>de</strong>jan al sujeto extenua-<br />

do, con un sentimiento <strong>de</strong> bloqueo, vacío y soledad.<br />

Los sentimientos positivos son regocijantes, como las<br />

expresiones sexuales entre dos seres que se aman o<br />

los que acompañan el reencuentro <strong>de</strong> un amigo, o la<br />

consecución <strong>de</strong> una meta largamente buscada. Los sen-<br />

timientos negativos acarrean todo el impacto <strong>de</strong> la pér-<br />

dida, como la percepción <strong>de</strong> pequeñas muertes por<br />

doquiera que miremos” (Viscott, D.).<br />

Que el yo personal conozca, acoja y administre<br />

a<strong>de</strong>cuadamente sus sentimientos es la base para un<br />

<strong>de</strong>sarrollo sano <strong>de</strong> la persona. El potencial energéti-<br />

co síquico estará disponible para construir una perso-<br />

nalidad creadora y productiva. En cambio, una vida<br />

sicológica enredada, bloqueada por un mal manejo <strong>de</strong><br />

sentimientos distrae fuerzas, posibilida<strong>de</strong>s para ser,<br />

crecer y relacionarse.<br />

está hecho y crece<br />

El ser → abrirse a los <strong>de</strong>más → relaciones<br />

para: a través interpersonales<br />

<strong>de</strong>: a<strong>de</strong>cuadas<br />

Los sentimientos no expresados, reprimidos, tar-<br />

<strong>de</strong> o temprano, toman su <strong>de</strong>squite tiñendo percepción<br />

y juicios <strong>de</strong>l presente con tonos no atingentes, propios<br />

<strong>de</strong>l pasado.<br />

Esto nos indica cómo los sentimientos <strong>de</strong>ben participar,<br />

fundamentalmente, en la experiencia “<strong>de</strong>l aquí<br />

37


y <strong>de</strong>l ahora” y no ser arrastrados, subterráneamente,<br />

como hechos reprimidos, acumulados y no resueltos<br />

<strong>de</strong>l pasado.<br />

“El problema, en la fase inicial <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo es<br />

la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, la meta <strong>de</strong> la fase siguiente es el do-<br />

minio y el control; la meta <strong>de</strong> la vida, alcanzar la liber-<br />

tad. En la siguiente fase existe el problema <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad,<br />

inclusive en lo sexual, y el objetivo <strong>de</strong> la vida<br />

es, simplemente, sentirnos cómodos con nosotros mis-<br />

mos y aceptar nuestros sentimientos sin fingimientos”<br />

(Viscott, D., El lenguaje <strong>de</strong> los sentimientos, Editorial<br />

Emecé, Buenos Aires, 1978).<br />

Un individuo con buen trato <strong>de</strong> sí mismo, con<br />

buenos sentimientos hacia sí mismo (entiéndase acep-<br />

tación <strong>de</strong> lo propio, valoración <strong>de</strong> lo real, es <strong>de</strong>cir, con<br />

buena autoimagen), con buena relación con el mundo<br />

que lo ro<strong>de</strong>a, tal individuo, ciertamente, será capaz <strong>de</strong><br />

iniciar, mantener y madurar relaciones personales.<br />

¿Qué nos impi<strong>de</strong> una buena relación con los <strong>de</strong>-<br />

más? Muchas cosas... Pero, aquí, en el capítulo sobre<br />

los sentimientos, digamos que quizá sentimientos mal<br />

administrados (miedos, fobias, ansieda<strong>de</strong>s negativas,<br />

timi<strong>de</strong>ces, penas, enojos, culpas, <strong>de</strong>presiones, etc...)<br />

nos impi<strong>de</strong>n relacionarnos bien con los <strong>de</strong>más.<br />

Los sentimientos que esclavizan a las personas les<br />

impi<strong>de</strong>n recibir y dar lo mejor <strong>de</strong> sí mismas.<br />

Algunos pensamientos <strong>de</strong> maestros ilustres:<br />

1. “La emoción acompaña los cambios síquicos y es<br />

la fuerza que sostiene el proceso <strong>de</strong> individuación.<br />

Es la fuente principal <strong>de</strong> la conciencia” (Jung).<br />

38


2. “La emoción da energía a todas las acciones. Las<br />

emociones son la expresión <strong>de</strong> nuestra excitación<br />

fundamental, las formas y los medios para expre-<br />

sar nuestras elecciones y satisfacer nuestras nece-<br />

sida<strong>de</strong>s” (Perls, F.).<br />

3. “Reprimir u obstruir las emociones pue<strong>de</strong> llevar<br />

a enfermeda<strong>de</strong>s emocionales” (James, W.).<br />

4. “Un individuo sano conoce sus sentimientos emo-<br />

cionales, sea que éstos se expresen o no. Los sen-<br />

timientos que se niegan al conocimiento distorsio-<br />

nan la percepción que los produjo” (Rogers, C.).<br />

5. “Las emociones positivas favorecen la autorreali-<br />

zación y animan la investigación <strong>de</strong> la felicidad,<br />

tranquilidad, alegría, diversión, <strong>de</strong>porte, juegos”<br />

(Maslow, A.).<br />

6. “Las tensiones crónicas sirven para bloquear<br />

el flujo <strong>de</strong> energía que es la base <strong>de</strong> las emociones<br />

po<strong>de</strong>rosas” (Reich, W.).<br />

7. “Los neuróticos son incapaces <strong>de</strong> vivir en el pre-<br />

sente porque siempre llevan consigo situaciones<br />

sin terminar <strong>de</strong>l pasado” (Reich, W.).<br />

Un tipo <strong>de</strong> terapia <strong>de</strong> sentimientos:<br />

“aprendizaje asertivo” (A. A.)*<br />

“En la vida síquica, las emociones son el pan nues-<br />

tro <strong>de</strong> cada día. La alegría o la rabia, el entusiasmo<br />

o la <strong>de</strong>presión son los estados pasajeros que van nu-<br />

triendo la existencia” (Opazo, R.).<br />

* Ver capítulo sobre Asertividad.<br />

39


“Los afectos predominantes en el individuo con-<br />

dicionan su mirada sobre el presente... y sobre el pa-<br />

sado. La <strong>de</strong>sdicha nos hace proclives a la melancolía,<br />

la felicidad al optimismo. El estado afectivo facilita<br />

cierto tipo <strong>de</strong> conocimientos y <strong>de</strong> recuerdos, influye<br />

en nuestros pensamientos y en el procesamiento que<br />

hacemos <strong>de</strong> la información. De aquí la importancia<br />

<strong>de</strong> saber lo que siento y por qué lo siento, <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntifi-<br />

car a<strong>de</strong>cuadamente los problemas personales” (Opazo,<br />

R.).<br />

“Que tu mente se abra a lo que tu corazón ya sa-<br />

be” (Ana María Marchetti).<br />

La alteración gruesa <strong>de</strong> los sentimientos po<strong>de</strong>mos<br />

básicamente resumirla en dos gran<strong>de</strong>s categorías. Pri-<br />

meramente están las personas “planas”, que no reac-<br />

cionan emocionalmente y, por lo mismo, no tienen vi-<br />

da afectiva significativa. Esta “castración emocional”,<br />

en muy pocos casos, es una <strong>de</strong>ficiencia orgánica, neu-<br />

rológica, propia o heredada. En la mayoría <strong>de</strong> los ca-<br />

sos estos sujetos “apáticos”, en el sentido más clásico<br />

<strong>de</strong> la palabra, llegaron a ser tales por mal aprendiza-<br />

je. Son casi insensibles a todo tipo <strong>de</strong> experiencia emocional,<br />

víctimas <strong>de</strong> una enseñanza directa. Ciertamente<br />

sus maestros eran personas mentalmente enfermas.<br />

Sin embargo, también, en condiciones <strong>de</strong> vida muy<br />

adversas, ciertas personas pue<strong>de</strong>n lograr sobrevivir<br />

usando mecanismos <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa. (Los mensajes <strong>de</strong>l inconsciente<br />

podrían traducirse <strong>de</strong> la siguiente manera:<br />

tienes que sobrevivir, pero dado que las circunstancias<br />

te son tan negativas, es preferible que no las consi<strong>de</strong>-<br />

res, no las tomes en cuenta). En segundo lugar, po-<br />

dríamos consi<strong>de</strong>rar las personas que más bien tienen<br />

cierta <strong>de</strong>ficiencia en la expresión <strong>de</strong> los sentimientos.<br />

Experimentan subjetivamente sentimientos, en cierta<br />

40


forma los manifiestan al exterior, pero no lo suficien-<br />

te. Como consecuencia, los sentimientos sólo juegan<br />

un papel parcial y secundario en sus vidas.<br />

En ambos casos se trata <strong>de</strong> personas que necesi-<br />

tan ayuda profesional. Algo hablaremos ahora <strong>de</strong> un<br />

tipo <strong>de</strong> ayuda: el “aprendizaje asertivo” (A.A.).<br />

Hasta hace 30 años, los métodos <strong>de</strong> tratamiento<br />

<strong>de</strong> la conducta humana partían <strong>de</strong> Freud y aceptaban<br />

la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que las personas son fundamentalmente im-<br />

potentes hasta que tienen conocimiento <strong>de</strong> los conflic-<br />

tos, fuerzas y fantasías que resi<strong>de</strong>n en el inconsciente<br />

y los traumas infantiles que los originaron. Sin embar-<br />

go, la Sicología Clínica conoció el nacimiento <strong>de</strong> la te-<br />

rapia <strong>de</strong> la conducta y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces la conducta en<br />

sí misma ha comenzado a tener importancia en el tra-<br />

tamiento terapéutico.<br />

La Terapia Conductual (T.C.) cambió la norma<br />

tradicional. El sicoanálisis pregunta: “¿Por qué usted<br />

está así?; la T.C. pregunta, en cambio: ¿Qué po<strong>de</strong>mos<br />

hacer para cambiarle ahora?...<br />

La Terapia Conductual toma el problema <strong>de</strong>l in-<br />

dividuo tal como existe en la actualidad, i<strong>de</strong>ntifica la<br />

conducta específica que se <strong>de</strong>sea cambiar con el fin<br />

<strong>de</strong> resolver sus dificulta<strong>de</strong>s e intenta sistemáticamente<br />

transformar esa conducta basándose sobre todo, aun-<br />

que no exclusivamente, en métodos <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> la<br />

sicología <strong>de</strong>l aprendizaje, el condicionamiento y el análisis<br />

<strong>de</strong> las conductas observables, que pue<strong>de</strong>n imitar-<br />

se y medirse, antes que en procesos, impulsos o con-<br />

flictos <strong>de</strong>l inconsciente. En la línea sicológica conduc-<br />

tual el Aprendizaje Asertivo (A.A.) es una <strong>de</strong> sus múltiples<br />

líneas terapéuticas.<br />

Digamos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un comienzo que no po<strong>de</strong>mos<br />

confundir agresión con aserción. La agresión es un ac-<br />

41


to contra los <strong>de</strong>más. La aserción es la <strong>de</strong>fensa a<strong>de</strong>cua-<br />

da <strong>de</strong> uno mismo. La aserción se apren<strong>de</strong>. Un “best<br />

seller” en esta línea está representado por el libro:<br />

“No diga Sí cuando quiere <strong>de</strong>cir No” (Fensterheim-<br />

Baer, Edit. Grijalbo, Barcelona, 1976).<br />

Esquema general:<br />

42<br />

conciencia<br />

grado <strong>de</strong> mundo<br />

Necesida<strong>de</strong>s satisfacción afectivo<br />

Esquemas básicos:<br />

1. Necesida<strong>de</strong>s frustración:<br />

sin respuestas: (incluye<br />

distintas<br />

formas <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sajustes<br />

emocionales)<br />

2. Problema social frustración:<br />

no resuelto:<br />

—ansiedad<br />

—tristeza<br />

—rabia<br />

—inestabilidad emocional<br />

—impulsividad<br />

—hiperemotividad, etc.<br />

—ansiedad<br />

—<strong>de</strong>presión<br />

—alcoholismo<br />

—drogadicción, etc.<br />

Los sentimientos nacen, maduran, se consolidan.<br />

Este <strong>de</strong>sarrollo podrá ser bueno, regular, malo... ¿Qué<br />

hacer cuando el mundo <strong>de</strong> los sentimientos no es sa-<br />

no, sicológicamente hablando?...<br />

La rehabilitación sicológica, aun hoy día, presenta<br />

diferentes líneas <strong>de</strong> acción. Nosotros hemos presenta-<br />

do en estas líneas sólo una <strong>de</strong> ellas. No es la más<br />

conocida, tampoco po<strong>de</strong>mos asegurar que sea la más


eficiente. Sin embargo, la presentamos porque es sen-<br />

cilla, y ha resultado útil a muchos pacientes que se la<br />

han autoadministrado a partir <strong>de</strong>l excelente libro ya<br />

mencionado: “No diga Sí, cuando quiera <strong>de</strong>cir No”<br />

(Fensterheim-Baer).<br />

La Terapia Conductual (T.C.) administra el arte<br />

<strong>de</strong> relacionarse con las personas y el mundo que le<br />

ro<strong>de</strong>a. A esta área <strong>de</strong> la T.C. se la llama, como ya lo<br />

dijimos: “aprendizaje asertivo”. (Ver capítulo “Aser-<br />

tividad”).<br />

¿Qué es asertividad? Una vez más digamos que es<br />

la expresión a<strong>de</strong>cuada <strong>de</strong> cualquier emoción, que no<br />

sea la ansiedad, hacia otra persona. Una persona <strong>de</strong>be<br />

vivir en relación activa con su ambiente y respon<strong>de</strong>r a<br />

los cambios <strong>de</strong>l mundo exterior con cambios en su sis-<br />

tema nervioso. Al cambiar la situación apren<strong>de</strong>mos a<br />

cambiar.<br />

Refiriéndonos a dos nuevos conceptos necesarios<br />

en la comprensión <strong>de</strong> nuestro planteamiento digamos<br />

que: excitación es el proceso cerebral que exalta la ac-<br />

tividad y facilita la formación <strong>de</strong> nuestras respuestas<br />

condicionadas. Por el contrario, “inhibición” es un<br />

proceso <strong>de</strong>salentador que disminuye la actividad y el<br />

aprendizaje <strong>de</strong> algo nuevo.<br />

En el tratamiento <strong>de</strong>l aprendizaje asertivo (A.A.),<br />

el paciente respon<strong>de</strong> a situaciones sociales con cólera,<br />

afecto, o cualquiera otra emoción que inhibe o contras-<br />

ta la ansiedad. Por ejemplo, en las sesiones <strong>de</strong> A.A.<br />

el paciente estimula las situaciones que le provocan<br />

ansiedad mediante la interpretación <strong>de</strong> diversos pape-<br />

les externos al paciente para que exprese sentimientos<br />

que no sean <strong>de</strong> ansiedad durante la actuación.<br />

“Saber lo que uno siente no es suficiente; <strong>de</strong>be-<br />

mos expresarlo y expresarlo a<strong>de</strong>cuadamente”.<br />

43


Inventario <strong>de</strong> Aserción<br />

44<br />

1. ¿Compra cosas que no <strong>de</strong>sea realmente, sólo por-<br />

que le resulta difícil <strong>de</strong>cirle no al ven<strong>de</strong>dor?<br />

2. ¿Vacila cuando tiene que <strong>de</strong>volver algo en una<br />

tienda, incluso teniendo buenas razones para ha-<br />

cerlo?<br />

3. Si alguien habla en voz alta durante una película,<br />

obra <strong>de</strong> teatro o concierto, ¿es capaz <strong>de</strong> pedirle<br />

que se calle?<br />

4. ¿Es capaz <strong>de</strong> iniciar una conversación con un ex-<br />

traño?<br />

5. ¿Tiene problemas para mantener la conversación<br />

en los actos sociales?<br />

6. ¿Actúan los <strong>de</strong>más como si lo juzgaran a usted abu-<br />

rrido?<br />

7. ¿Está usted satisfecho <strong>de</strong> su vida social?<br />

8. Cuando un amigo le hace una petición irrazona-<br />

ble, ¿es usted capaz <strong>de</strong> negarse?<br />

9. ¿Es capaz <strong>de</strong> pedir favores, <strong>de</strong> hacer peticiones a<br />

sus amigos?<br />

10. ¿Pue<strong>de</strong> usted criticar a un amigo?<br />

11. ¿Pue<strong>de</strong> usted alabar a un amigo?<br />

12. Cuando alguien le dice un cumplido, ¿sabe usted<br />

qué respon<strong>de</strong>r?<br />

13. ¿Existe alguien con quien usted comparta sus sen-<br />

timientos íntimos?<br />

14. ¿Preferiría reprimir sus sentimientos que hacer<br />

una escena?...


15. ¿ Es usted espontáneo(a) durante el acto sexual?<br />

16. ¿ Encuentra dificultad para llamar la atención (amonestar)<br />

a un subordinado?<br />

Cualquiera sea su problema <strong>de</strong> relaciones huma-<br />

nas, tenga presente estos principios básicos si <strong>de</strong>sea<br />

rehabilitarse:<br />

1. Revele su propio Yo todo lo posible, teniendo en<br />

cuenta sólo la situación y tipo <strong>de</strong> relación;<br />

2. Trate <strong>de</strong> expresar a<strong>de</strong>cuadamente todos sus senti-<br />

mientos, ya sean <strong>de</strong> cólera o <strong>de</strong> ternura;<br />

3. Actúe <strong>de</strong> tal modo que aumente su autoestima y<br />

el respeto por sí mismo;<br />

4. Examine su propia conducta y <strong>de</strong>fina las áreas en<br />

que le gustaría ser más asertivo.<br />

45


3.<br />

Aprenda a vivir bien<br />

Miramos al hombre que nos cruza en la calle y<br />

sospechamos la petición que lleva en su corazón: pi<strong>de</strong><br />

a Dios, al prójimo, a sí mismo, al entorno, que le rega-<br />

len sabiduría. Ha caminado mucho o poco, pero lo su-<br />

ficiente para <strong>de</strong>scubrir que muchas cosas son útiles y<br />

necesarias en la vida, pero una sola es imprescindible:<br />

saber vivir.<br />

¿Cómo se apren<strong>de</strong> a vivir?, ¿quién y dón<strong>de</strong> ense-<br />

ña a vivir?... En la contemplación <strong>de</strong> la naturaleza, en<br />

la vida sencilla <strong>de</strong>l hermano pescador, minero, campe-<br />

sino; en la palabra inspirada, proclamada en un tem-<br />

plo; en la transparencia <strong>de</strong>l dolor en los hospitales o<br />

cementerios, encontramos sabiduría...<br />

Lamentablemente son escasos los maestros que<br />

enseñan sistemáticamente el arte <strong>de</strong> vivir bien...<br />

Las personas llegan a la adultez joven, pasada la<br />

primera juventud; <strong>de</strong>ben asumir responsabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

adultos y entonces echan <strong>de</strong> menos un padre o una<br />

madre, un profesor o un lí<strong>de</strong>r que, trascendiendo las<br />

necesida<strong>de</strong>s reales e inmediatas, hubiese compartido<br />

su sabiduría para vivir y convivir con éxito.<br />

En las personas, se acumulan fantasmas, <strong>de</strong>for-<br />

maciones, vestigios intelectuales, llámense imágenes,<br />

recuerdos, juicios, seudo valores, etc., que impi<strong>de</strong>n<br />

46


una existencia cómoda consigo mismas y con los <strong>de</strong>-<br />

más; en las personas, se acumulan sentimientos, es-<br />

tados <strong>de</strong> ánimo, llámense temores, rencores, inhibi-<br />

ciones, etc., que enredan el vivir personal y la convi-<br />

vencia social; en las personas, se acumulan estilos <strong>de</strong><br />

relaciones, modos <strong>de</strong> ser, formas <strong>de</strong> convivencia agre-<br />

sivas, <strong>de</strong>presivas, impersonales, <strong>de</strong>scomprometidas,<br />

distantes, etc., que impi<strong>de</strong>n la integración, la comu-<br />

nión y la participación comunitaria.<br />

Herida por la vida va la mayoría <strong>de</strong> la humani-<br />

dad. En muchas oportunida<strong>de</strong>s estas personas hacen<br />

sinceros propósitos <strong>de</strong> cambiar <strong>de</strong> vida, pero, muy<br />

pronto, lamentablemente, se dan cuenta <strong>de</strong> que no bas-<br />

tan los buenos <strong>de</strong>seos.<br />

Los creyentes frecuentan sus templos, asisten a<br />

sus servicios religiosos, apren<strong>de</strong>n hacia dón<strong>de</strong> ir, pero<br />

les falta el cómo... La realidad la tienen como expe-<br />

riencia personal, las metas gratificantes las acogen co-<br />

mo “buenas noticias”; sin embargo, entre el punto <strong>de</strong><br />

partida y el <strong>de</strong> llegada se les presenta un vacío, un no<br />

saber cómo hacer camino.<br />

Dios, a través <strong>de</strong> Jesucristo, nos ha mostrado el<br />

camino. Más aún, Jesús es el camino. Pero, el hom-<br />

bre <strong>de</strong> hoy exige “noveda<strong>de</strong>s”. Aunque sólo en Jesu-<br />

cristo está nuestra salvación; aunque las bienaventu-<br />

ranzas <strong>de</strong>l monte (Mt 5) garantizan ciertamente, tam-<br />

bién hoy día, el crecer sano <strong>de</strong>l hombre, en consi<strong>de</strong>-<br />

ración a la <strong>de</strong>bilidad humana, presentamos en las si-<br />

guientes consi<strong>de</strong>raciones la traducción sicológica mo-<br />

<strong>de</strong>rna <strong>de</strong> la eterna sabiduría divina. Concretamente<br />

hablaremos al hombre maltratado <strong>de</strong> estos tiempos,<br />

<strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong> sus emociones, <strong>de</strong> sus afectos.<br />

47


Nuestro mundo interior tiene una capacidad am-<br />

plia <strong>de</strong> reaccionar; la resonancia que producen en él<br />

las situaciones, las personas o las cosas van <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />

paz a la ansiedad pasando por la irritación y la tris-<br />

teza. A todos estos estados interiores los llamamos<br />

“emociones” y con ellos tejemos la trama <strong>de</strong> la felici-<br />

dad o <strong>de</strong>sdicha, en nuestras vidas.<br />

En primer lugar, digamos que esas “resonancias<br />

interiores” o emociones pue<strong>de</strong>n sernos agradables o<br />

<strong>de</strong>sagradables y, como tales, clasificarlas en nuestras<br />

nomenclaturas sicológicas. En las primeras ponemos,<br />

por ejemplo, la paz, la alegría, la serenidad, la jovia-<br />

lidad; en las segundas, por el contrario, colocamos la ansiedad,<br />

la tristeza, la irritación, etc.<br />

La vida es como es y en ella cada ser humano <strong>de</strong>-<br />

be apren<strong>de</strong>r a vivir. Es ventajosa una buena filosofía.<br />

Si es tal, preferiremos buscar positivamente las ale-<br />

grías dado que, <strong>de</strong> todas maneras, las penas llegan.<br />

Es errado preten<strong>de</strong>r cambiar las “reglas básicas <strong>de</strong>l<br />

juego” en la realidad humana personal o social. Por<br />

eso, si no es razonable esperar ser completamente fe-<br />

liz o sólo exitoso siempre, po<strong>de</strong>mos, al menos, aspirar<br />

a sacarle el mejor partido a los momentos positivos.<br />

A un hombre comprometido con la vida, a los in-<br />

dividuos encariñados con la existencia lo que les co-<br />

rrespon<strong>de</strong> es buscar maneras cómo disminuir las emo-<br />

ciones <strong>de</strong>sagradables, aumentando las agradables. En<br />

una palabra, para ser feliz como seres humanos es pre-<br />

ferible buscar positivamente las alegrías porque las pe-<br />

nas llegan solas.<br />

48


¿De dón<strong>de</strong> surgen nuestras emociones?<br />

Los estados emocionales pue<strong>de</strong>n surgir <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una<br />

triple vertiente. Las enumeramos brevemente: <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

la estimulación física externa y directa <strong>de</strong> una parte<br />

cualquiera <strong>de</strong>l organismo; <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las percepciones sensoriales<br />

<strong>de</strong> sí mismo o <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l propio<br />

organismo, y, finalmente, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el pensamiento o <strong>de</strong>-<br />

seo. Digamos claramente que esta distinción es más<br />

pedagógica que real; en efecto, <strong>de</strong> hecho, en la pro-<br />

ducción <strong>de</strong> nuestros estados emotivos contribuyen si-<br />

multáneamente las tres fuentes.<br />

Corrientemente la mayoría <strong>de</strong> las personas con-<br />

si<strong>de</strong>ra que las emociones que tienen han sido causadas<br />

por acontecimientos externos, digamos por estímulos<br />

<strong>de</strong>l entorno. Obviamente no pocas <strong>de</strong> ellas encuentran<br />

una a<strong>de</strong>cuada explicación en un “estímulo” externo.<br />

Sin embargo, también es cierto y lo sabemos, incluso,<br />

por experiencia personal, que muchas emociones <strong>de</strong>-<br />

pen<strong>de</strong>n principalmente <strong>de</strong> la interpretación que noso-<br />

tros hacemos <strong>de</strong> tales “estímulos”.<br />

¿Qué quiere <strong>de</strong>cir esto? Que los pensamientos, las<br />

frases interiores, la filosofía <strong>de</strong> la vida, la forma que<br />

tenemos <strong>de</strong> percibir, etc., son la causa, la explicación<br />

<strong>de</strong> muchos <strong>de</strong> nuestros estados emotivos.<br />

Nos encontramos, pues, con que, por un lado, están<br />

objetivamente las luchas, las personas, las cosas,<br />

pero también, por otro lado, están la visión, la valora-<br />

ción que hacemos <strong>de</strong> ellos. En la práctica, la causa <strong>de</strong><br />

nuestras emociones la encontramos preferentemente<br />

en las “frases interiores” que nos repetimos a noso-<br />

tros mismos, más que en las cosas y las personas en su<br />

significación propia, objetiva.<br />

49


¿Qué son las i<strong>de</strong>as no-realistas<br />

o irracionales?<br />

Es cierto que la realidad tiene su propia objetivi-<br />

dad. Sin embargo, también es verdad que no siempre<br />

nuestras i<strong>de</strong>as, nuestros juicios coinci<strong>de</strong>n con la reali-<br />

dad objetiva. Con frecuencia nosotros nos hacemos,<br />

por cuenta propia, nuestras particulares y personales<br />

i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> las situaciones, personas o cosas... ¿Qué pa-<br />

pel juegan estas “i<strong>de</strong>as” en nuestras resonancias emo-<br />

cionales?... Estas i<strong>de</strong>as, ¿son capaces <strong>de</strong> teñir subjeti-<br />

vamente nuestras percepciones?, ¿llegan a jugar un pa-<br />

pel importante en nuestras valoraciones?...<br />

Sin necesidad <strong>de</strong> extensos planteamientos, la vida<br />

<strong>de</strong> cada día nos muestra cuán <strong>de</strong>cisivas son las i<strong>de</strong>as,<br />

interpretaciones subjetivas (i<strong>de</strong>as no-realistas, i<strong>de</strong>as<br />

no-razonables) en nuestros comportamientos.<br />

En la presente consi<strong>de</strong>ración, nos interesa espe-<br />

cialmente subrayar el papel que juegan estas i<strong>de</strong>as no-<br />

razonables (irracionales) en la génesis, mantención y consolidación<br />

<strong>de</strong> las emociones negativas (miedo, ira, <strong>de</strong>presión,<br />

etc.).<br />

Tomemos un ejemplo <strong>de</strong> i<strong>de</strong>a no-realista. Supon-<br />

go que es a<strong>de</strong>cuado exigirme que <strong>de</strong>bo caer siempre<br />

bien a todas las personas. Si, <strong>de</strong> hecho, no agrado a<br />

un compañero <strong>de</strong> trabajo o a un pariente <strong>de</strong> mi pareja<br />

el <strong>de</strong>ber ser agradable a todos pone en juego mi segu-<br />

ridad personal, mi autoimagen. Porque pienso que<br />

siempre y a todas las personas <strong>de</strong>bo caer bien; dado<br />

que, <strong>de</strong> hecho, no soy agradable a una persona, en mi<br />

cabeza empiezan a tomar cuerpo i<strong>de</strong>as, juicios tales<br />

como: “eres <strong>de</strong>spreciable”, “no vales como toda la<br />

gente”, etc. Estas i<strong>de</strong>as o juicios errados terminan ge-<br />

nerando sentimientos <strong>de</strong> crítica, <strong>de</strong> <strong>de</strong>scontento, <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>svalorización personal.<br />

50


La educación recibida, en especial, en la familia;<br />

los mensajes que encierra la propaganda presentada<br />

por los medios <strong>de</strong> comunicación, la propia experiencia<br />

<strong>de</strong> la vida mal interpretada, etc., son algunas <strong>de</strong> las<br />

fuentes que van llenando la cabeza <strong>de</strong> las personas <strong>de</strong><br />

“i<strong>de</strong>as irracionales”.<br />

Si logramos sanar nuestra capacidad <strong>de</strong> pensar, es<br />

<strong>de</strong>cir, si nos <strong>de</strong>shacemos <strong>de</strong> aquellas i<strong>de</strong>as no-realis-<br />

tas nos libraremos <strong>de</strong> una buena cantidad <strong>de</strong> trastor-<br />

nos emocionales inútiles, más aún, dañinos: temores,<br />

insegurida<strong>de</strong>s, tristezas, etc.<br />

¿Cómo <strong>de</strong>shacernos <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as irracionales?<br />

Miremos los contenidos y los efectos <strong>de</strong> la publi-<br />

cidad televisiva. Plantean el éxito en la conquista <strong>de</strong><br />

pareja en base al uso <strong>de</strong> un <strong>de</strong>terminado producto.<br />

Tú, sin pensarlo, acogiste el mensaje y “creaste” en ti<br />

la necesidad. Ahora pue<strong>de</strong>s cuestionarte: “¿es verdad<br />

que para tener éxito con mi pareja necesito consumir<br />

o usar tal o cual producto?”. Tú tienes éxito con tu pa-<br />

reja cuando comparten, cuando se escuchan, cuando<br />

se apoyan, cuando se respetan, etc. Si comparas la rea-<br />

lidad <strong>de</strong> los buenos momentos compartidos con tu pa-<br />

reja y el uso o consumo <strong>de</strong>l producto <strong>de</strong> la propagan-<br />

da televisiva verás que la “necesidad” que te creó la<br />

propaganda no es tal; <strong>de</strong>scubrirás que la armonía <strong>de</strong><br />

tu pareja se da al margen <strong>de</strong> los productos publicita-<br />

dos.<br />

Las i<strong>de</strong>as no realistas se <strong>de</strong>struyen confrontando-<br />

las, es <strong>de</strong>cir, comparándolas con la realidad.<br />

51


Otro ejemplo. Si no le caigo bien a una persona,<br />

¿qué quiere <strong>de</strong>cir?... Que yo tengo <strong>de</strong>recho a ser como<br />

soy y que la otra persona a quien no le caigo bien tie-<br />

ne <strong>de</strong>recho a esperar, <strong>de</strong>sear <strong>de</strong> las personas cierto es-<br />

tilo, ciertas maneras <strong>de</strong> ser que yo, en verdad, no po-<br />

seo.<br />

¿Qué pasa si mis <strong>de</strong>rechos y los <strong>de</strong> esta persona<br />

no coinci<strong>de</strong>n?... La vida me <strong>de</strong>muestra que simple-<br />

mente no pasa nada catastrófico. La otra persona cier-<br />

tamente encontrará personas según sus gustos y yo en-<br />

contraré (siendo tal cual soy) otras personas con quie-<br />

nes empatizaremos... Así, la i<strong>de</strong>a no razonable <strong>de</strong> caer<br />

bien siempre a todas las personas, pier<strong>de</strong> su seudo<br />

fuerza. A través <strong>de</strong> simples reflexiones, comparacio-<br />

nes, confrontaciones con la realidad se logran trabajar<br />

las i<strong>de</strong>as irracionales. Si <strong>de</strong>scubro que no son exactas,<br />

que su firmeza y vali<strong>de</strong>z sólo eran aparentes trataré<br />

<strong>de</strong> cambiarlas y las nuevas i<strong>de</strong>as, más acor<strong>de</strong>s con la<br />

realidad no servirán <strong>de</strong> soporte <strong>de</strong> emociones negati-<br />

vas. Las i<strong>de</strong>as no realistas bloquean una mirada obje-<br />

tiva <strong>de</strong> la vida.<br />

Algunas i<strong>de</strong>as no razonables <strong>de</strong> uso común<br />

52<br />

1. Es absolutamente necesario para un adulto sentir-<br />

se amado y aprobado por todas las personas im-<br />

portantes <strong>de</strong> su medio.<br />

2. Para consi<strong>de</strong>rarse importante una persona <strong>de</strong>be ser<br />

siempre competente, a<strong>de</strong>cuada y capaz <strong>de</strong> con-<br />

seguir sus metas.<br />

3. Si las cosas no salen como uno <strong>de</strong>sea es algo es-<br />

pantoso y catastrófico.


4. Las personas malas y viciosas <strong>de</strong>ben ser siempre<br />

severamente castigadas por su maldad.<br />

5. Si algo pue<strong>de</strong> resultar peligroso o espantoso hay<br />

que preocuparse siempre terriblemente por ello y<br />

atormentarse sin cesar por tal eventualidad.<br />

6. Es más fácil rehuir las dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la vida que<br />

hacerles frente.<br />

7. Todo tiene una solución buena, precisa y perfecta<br />

y es una catástrofe no encontrarla.<br />

8. La mayor felicidad es aquella que llega sola.<br />

9. Hagas lo que hagas no tiene sentido porque todo<br />

está <strong>de</strong>terminado.<br />

10. La felicidad y el dolor <strong>de</strong>l hombre no <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n<br />

<strong>de</strong> él.<br />

53


4.<br />

Sea feliz: realícese<br />

El Sistema Nervioso Autónomo<br />

El cerebro emocional primitivo controla nuestras<br />

emociones y las <strong>de</strong>más funciones corporales acerca <strong>de</strong><br />

las cuales la naturaleza nos ha <strong>de</strong>jado poco por <strong>de</strong>ci-<br />

dir. El total <strong>de</strong> esta parte involuntaria <strong>de</strong> nuestro sis-<br />

tema nervioso (estructura <strong>de</strong>l cerebro primitivo, las<br />

huellas nerviosas, las terminaciones nerviosas, los ca-<br />

minos <strong>de</strong> realimentación) se llama Sistema Nervioso<br />

Autónomo (S.N.A.).<br />

Los estudiosos consi<strong>de</strong>ran que el S.N.A. tiene dos<br />

partes diferentes y que se encargan <strong>de</strong> funciones diver-<br />

sas <strong>de</strong> nuestro cuerpo. Una mitad, cuando está acti-<br />

va, nos hace sentimos bien; la otra mitad, cuando es-<br />

tá activa, nos hace sentirnos incómodos. La primera es<br />

el sistema <strong>de</strong> la “diversión” o parasimpático; la segun-<br />

da es el sistema <strong>de</strong> “miedo” o <strong>de</strong> “escape-lucha” o<br />

simpático.<br />

¿Qué es sentirse bien?... Son tantas las activida-<br />

<strong>de</strong>s que pue<strong>de</strong>n inspirar lo que llamamos “sentirse<br />

bien”, que la tarea <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir qué es lo que tienen<br />

en común no es fácil.<br />

Felizmente, hay una cosa bien clara: las mita<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> nuestro sistema nervioso involuntario no pue<strong>de</strong>n<br />

actuar simultáneamente. Si la mitad <strong>de</strong> miedo está ac-<br />

tiva, se inhibe la otra mitad <strong>de</strong> la diversión y viceversa.<br />

54


Así, la sicoterapia básicamente consiste en establecer<br />

condiciones en las que podamos estimular la mi-<br />

tad que correspon<strong>de</strong> a sentirnos bien.<br />

Si es cierto que, a través <strong>de</strong> la sicoterapia, no po-<br />

<strong>de</strong>mos actuar directamente sobre el sistema nervioso<br />

involuntario, sí po<strong>de</strong>mos hacerlo indirectamente.<br />

Sentirse bien es, por otro lado, permitir que nues-<br />

tro organismo satisfaga sus necesida<strong>de</strong>s. Un cuerpo sa-<br />

tisfecho se siente cómodo, distensionado, feliz; un corazón<br />

satisfecho es capaz <strong>de</strong> dar y recibir alegría,<br />

amor, comprensión, ayuda.<br />

La capacidad <strong>de</strong> oír “las voces interiores”<br />

¿Qué es lo que realmente necesita el hombre pa-<br />

ra sentirse pleno en humanidad? Son muchos los in-<br />

vestigadores sociales que, responsablemente, han in-<br />

tentado, a través <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong>l pensamiento dar<br />

una respuesta a<strong>de</strong>cuada a esta pregunta...<br />

Desgraciadamente, a través <strong>de</strong> las <strong>de</strong>ficiencias humanas,<br />

limitaciones, patologías, etc., quisieron, por lo<br />

general, entregar su aporte... Se llegó a una esencia,<br />

a una humanidad no muy clara: juntando pedazos en-<br />

fermos, mirando la otra cara <strong>de</strong> la enfermedad, y,<br />

por lo tanto suponiendo, las partes sanas se ha inten-<br />

tado trabajar con un “i<strong>de</strong>al” <strong>de</strong> hombre...<br />

Hoy, gracias a pioneros humanistas, la sicología<br />

ensayó otro camino. Uno <strong>de</strong> sus más famosos repre-<br />

sentantes, A. Maslow, estudió a los gran<strong>de</strong>s triunfado-<br />

res. ¿Qué entendió por gran<strong>de</strong>s triunfadores? Estudió<br />

a los más felices, a los que alcanzan mayores éxitos,<br />

a los individuos más creadores, más constructivos.<br />

¿Qué <strong>de</strong>scubrió en ellos? Las personas sanas, fuertes,<br />

55


<strong>de</strong>finidas exitosas, tienen en común ser capaces <strong>de</strong><br />

oír las voces <strong>de</strong> sus sentimientos internos más clara-<br />

mente que la mayoría <strong>de</strong> las personas.<br />

Según los estudios <strong>de</strong> la sicología humanista todo<br />

individuo tiene ten<strong>de</strong>ncia hacia la salud, con impulso<br />

hacia el crecimiento o hacia la realización <strong>de</strong> las po-<br />

tencialida<strong>de</strong>s humanas. Sin embargo, sólo una parte<br />

<strong>de</strong> la población humana logra la i<strong>de</strong>ntidad, individua-<br />

lidad, plenitud o autorrealización.<br />

La logran los que son capaces <strong>de</strong> escuchar las vo-<br />

ces <strong>de</strong>l impulso, <strong>de</strong> distinguir las señales internas, <strong>de</strong><br />

percibir los indicios o estímulos interiores... ¿Qué es-<br />

tá en juego en el individuo que se aleja <strong>de</strong> la plena<br />

humanidad, <strong>de</strong>l florecimiento total <strong>de</strong> la naturaleza<br />

humana?... Simplemente la disminución <strong>de</strong> humani-<br />

dad, es <strong>de</strong>cir, ser una persona disminuida, temerosa,<br />

falta <strong>de</strong> confianza en sí misma, con una pobre imagen <strong>de</strong><br />

sí misma, etc.<br />

A la larga, lo que está en juego es la pérdida o<br />

no realización <strong>de</strong> las capacida<strong>de</strong>s y posibilida<strong>de</strong>s hu-<br />

manas. En nuestros días, esto se ve expresado en per-<br />

sonas con <strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nes espirituales, sin sentido <strong>de</strong> la vi-<br />

da, afligidas y sin valor, incapaces <strong>de</strong> amar, <strong>de</strong>sespe-<br />

ranzadas, sin visión <strong>de</strong> futuro, a disgusto consigo mis-<br />

mas, con sensación y reconocimiento <strong>de</strong> estar perdien-<br />

do el tiempo, incapaces <strong>de</strong> reír...<br />

La persona que falla en su <strong>de</strong>sarrollo personal,<br />

pue<strong>de</strong> recuperarse. Esta recuperación incluye que el<br />

yo vuelva a percibir y reconocer las señales internas;<br />

sepa nuevamente qué y quién le agrada o <strong>de</strong>sagrada;<br />

escuche las voces <strong>de</strong>l impulso que le indican cuándo<br />

comer, dormir, orinar, <strong>de</strong>scansar, etc.<br />

Si todos tenemos el impulso <strong>de</strong> mejorar, realizar<br />

nuestras potencialida<strong>de</strong>s, ¿qué es lo que nos <strong>de</strong>tiene?<br />

56


La fuerza <strong>de</strong> los agentes socializadores que <strong>de</strong>sconfían<br />

<strong>de</strong> la sabiduría orgánica, <strong>de</strong> la experiencia milenaria<br />

<strong>de</strong> los impulsos y señas interiores, llámense padres,<br />

profesores, tradición, cultura, etc.<br />

Digamos, finalmente, a propósito <strong>de</strong> ser capaces<br />

<strong>de</strong> escuchar las señales interiores que, en parte, es<br />

<strong>de</strong>scubrir lo que uno es, <strong>de</strong>scubrir qué es lo que uno<br />

quiere hacer con su propia vida.<br />

Características <strong>de</strong> las personas exitosas<br />

¿Qué hacen las personas exitosas, triunfadoras?<br />

Estas personas están <strong>de</strong>dicadas a algo externo a sí mis-<br />

mas, se <strong>de</strong>dican a una causa exterior a su propio cuer-<br />

po: sienten que tienen una misión, una tarea; en ter-<br />

minología religiosa diríamos que viven su “vocación”,<br />

están en buen estado <strong>de</strong> salud física, tienen las nece-<br />

sida<strong>de</strong>s básicas satisfechas, tienen una causa en la que<br />

creen; tienen una “vocación” a la que se consagran;<br />

lo que realizan lo hacen en busca <strong>de</strong> valores últimos,<br />

finales que intrínsecamente valen la pena; esos valo-<br />

res los protegen y aman, si estos valores se ven ame-<br />

nazados se juegan por ellos: en una palabra, están mo-<br />

tivados por verda<strong>de</strong>s eternas, por los valores <strong>de</strong>l ser<br />

(verdad, belleza, justicia, etc.). En estas personas, lo<br />

que llamamos vida religiosa, platónica o racional re-<br />

sulta ser una parte importante <strong>de</strong> la naturaleza huma-<br />

na. Estas personas, en su vida, van más allá <strong>de</strong> las po-<br />

larida<strong>de</strong>s, en los opuestos tratan <strong>de</strong> captar la unicidad<br />

subyacente, tratan <strong>de</strong> integrar todo, haciendo la vida,<br />

las situaciones, la convivencia más comprensiva...<br />

Del estudio <strong>de</strong> las personas exitosas po<strong>de</strong>mos ex-<br />

traer lo que es capaz <strong>de</strong> lograr el hombre: lo que se<br />

57


da en ellos es propio <strong>de</strong> los humanos. Lo que es pro-<br />

pio <strong>de</strong> los humanos, porque yo también lo soy, <strong>de</strong>be<br />

ser mi meta, <strong>de</strong>be i<strong>de</strong>ntificarse con mis aspiraciones.<br />

A través <strong>de</strong> la selección <strong>de</strong> personas saludables, fuer-<br />

tes, creativas y virtuosas, la línea humanista postula,<br />

en la corriente sicológica americana, que: po<strong>de</strong>mos<br />

tener una verda<strong>de</strong>ra y positiva visión <strong>de</strong>l ser humano;<br />

po<strong>de</strong>mos saber cuánto pue<strong>de</strong> crecer la gente, es <strong>de</strong>cir,<br />

que pue<strong>de</strong> llegar a ser un hombre.<br />

¿Cómo pue<strong>de</strong> una persona común y corriente<br />

adiestrarse para escuchar las “voces interiores”? Abra-<br />

ham Maslow respon<strong>de</strong> con toda sencillez: “Cierra los<br />

ojos, corta los ruidos, <strong>de</strong>sconecta los pensamientos,<br />

aleja las preocupaciones, relájate <strong>de</strong> un modo recepti-<br />

vo. Espera simplemente ver qué pasa, qué viene”. Ahí<br />

sentirás, <strong>de</strong>scubrirás cuáles son tus peculiarida<strong>de</strong>s, có-<br />

mo eres tú, cuáles son tus potencialida<strong>de</strong>s, cuál es tu<br />

estilo, cuál es tu ritmo, cuáles son tus gustos, cuáles<br />

son tus valores, hacia dón<strong>de</strong> se dirige tu cuerpo, qué<br />

tan semejante eres a los <strong>de</strong>más, etc...<br />

Las características <strong>de</strong>l mundo<br />

en las “experiencias cumbres”<br />

El hombre “realizado” reconoce y satisface sus<br />

necesida<strong>de</strong>s biológicas y sus necesida<strong>de</strong>s espirituales.<br />

Al vivir sus necesida<strong>de</strong>s espirituales, que correspon-<br />

<strong>de</strong>n a los valores <strong>de</strong>l ser (belleza, justicia, bondad,<br />

etc.), las personas <strong>de</strong> calidad, autorrealizadas, etc., ex-<br />

perimentan momentos muy ricos que consi<strong>de</strong>ran los<br />

mejores momentos <strong>de</strong>l ser humano, los momentos<br />

más felices <strong>de</strong> éxtasis, <strong>de</strong> embeleso, <strong>de</strong> placer, <strong>de</strong> pro-<br />

funda alegría. En estos momentos, el mundo, la reali-<br />

58


dad se los ve como verdad, belleza, plenitud, trascen-<br />

<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> dicotomías, en proceso vital, en unicidad,<br />

perfección, justicia, or<strong>de</strong>n, sencillez, riqueza, facilidad,<br />

diversión, autosuficiencia, etc. No se trata <strong>de</strong> percibir<br />

lo que el mundo <strong>de</strong>bería o tendría que ser, sino que<br />

se percibe que el mundo es honesto, verda<strong>de</strong>ro, etc.<br />

En todas estas experiencias, que ahora conocemos<br />

con el nombre <strong>de</strong> “experiencias cumbres” se pue<strong>de</strong>n<br />

encontrar dos componentes: uno emocional, <strong>de</strong> éxta-<br />

sis (por ejemplo, la emoción que acompaña a un or-<br />

gasmo placentero); otro intelectual, <strong>de</strong> iluminación<br />

(por ejemplo, la iluminación que acompaña a una ex-<br />

periencia personal <strong>de</strong> muerte cercana). No es indis-<br />

pensable que los dos elementos estén juntos.<br />

Las características <strong>de</strong> la realidad percibidas en las<br />

“experiencias cumbres” son las mismas que ya se co-<br />

nocían como “verda<strong>de</strong>s eternas”, “valores eternos”,<br />

(verdad, belleza, bondad...).<br />

Al finalizar el siglo XX, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un siglo <strong>de</strong><br />

distancia, <strong>de</strong>sconocimiento e incluso rechazo, la mis-<br />

ma sicología halla un lugar <strong>de</strong> reencuentro con la fi-<br />

losofia y la religión: las características <strong>de</strong>l mundo en<br />

las “experiencias cumbres”.<br />

Los estudios realizados, pues, en una población<br />

seleccionada como “mejores personas” permite, hoy,<br />

afirmar que los objetivos buscados por ellos coinci<strong>de</strong>n<br />

con los objetivos <strong>de</strong> los filósofos y <strong>de</strong> las religiones.<br />

Esos mismos objetivos se traducen históricamente en<br />

las cualida<strong>de</strong>s que caracterizan y que admiramos en<br />

los gran<strong>de</strong>s hombres <strong>de</strong> la humanidad: nuestros héroes,<br />

nuestros santos, etc.<br />

Así llegamos, finalmente, a sospechar, en una pos-<br />

tura precientífica aún, que las ten<strong>de</strong>ncias básicas <strong>de</strong> la<br />

vida pue<strong>de</strong>n ser el soporte científico, racional, experi-<br />

59


mental, una posible base <strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong> valores consonantes<br />

con la naturaleza (Charlotte Buhler).<br />

Los valores que <strong>de</strong>berán guiar la acción humana<br />

estarían <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la naturaleza humana y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />

la misma realidad natural; el proceso para <strong>de</strong>scubrir<br />

tales valores también sería natural. Estos valores tie-<br />

nen que ser simplemente hallados, <strong>de</strong>stapados, <strong>de</strong>scu-<br />

biertos: no inventados, construidos o creados...<br />

Las profundida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l ser no pue<strong>de</strong>n, pues, ser<br />

consi<strong>de</strong>radas sólo como origen <strong>de</strong> neuroris (incons-<br />

ciente personal negativo), sino también fuente <strong>de</strong> sa-<br />

lud, <strong>de</strong> alegría, <strong>de</strong> creatividad, <strong>de</strong> plenitud (incons-<br />

ciente colectivo y personal positivo). En cada persona hay<br />

instintos sanos, irracionalidad sana, intuición sana.<br />

Para los creyentes cristianos este enfoque precientífico<br />

<strong>de</strong> la sicología humanista encierra inmensas es-<br />

peranzas. Des<strong>de</strong> ya pue<strong>de</strong> ser un gran espacio <strong>de</strong> diá-<br />

logo entre filósofos, sicólogos y teólogos. Para el cre-<br />

yente cristiano no sólo el hombre es capaz <strong>de</strong> abrigar<br />

gran<strong>de</strong>s añoranzas para la humanidad que pue<strong>de</strong>n<br />

transformarse en realidad en algunos escasos sujetos,<br />

en algunas cualida<strong>de</strong>s particulares <strong>de</strong> manera muy<br />

inestable. El teólogo comparte la comprensión positi-<br />

va <strong>de</strong> la naturaleza, pero pue<strong>de</strong> aportar, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su es-<br />

pecialidad, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> la información que<br />

les es propia, mucho más, todo lo que permite la “gra-<br />

cia sanante”, para luego informar <strong>de</strong> la “gracia ele-<br />

vante”.<br />

Al finalizar el siglo XX, Abraham Maslow habla<br />

<strong>de</strong> hombres “auto-actualizados”; Carl Rogers, <strong>de</strong> “in-<br />

dividuos que funcionan plenamente”; Eric Fromm, <strong>de</strong><br />

“individuo autónomo”; Carl Jung, <strong>de</strong> “persona indivi-<br />

dualizada” y los cristianos, hablan <strong>de</strong> “santos”. Feliz-<br />

mente, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> correr tanta agua bajo los puentes,<br />

60


hay más puntos importantes que nos unen que enfo-<br />

ques particulares que nos distancien.<br />

Ser feliz, elegir la vida (Deut 30, 19) implica dis-<br />

frutar <strong>de</strong> todos los elementos que constituyen la hu-<br />

manidad: cuerpo, sigue y espíritu...<br />

En las profundida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> nuestro interior hay un<br />

superviviente, un organismo capaz <strong>de</strong> funcionar con<br />

eficacia casi en cualquier medio y <strong>de</strong> alcanzar los ni-<br />

veles más elevados <strong>de</strong> perfección. En las profundida-<br />

<strong>de</strong>s <strong>de</strong> nuestro interior hay actitu<strong>de</strong>s, capacida<strong>de</strong>s y<br />

potencialida<strong>de</strong>s naturales que nos ayudan en todos los<br />

sectores operativos <strong>de</strong> nuestra vida.<br />

Tomar contacto con nuestros instintos es un her-<br />

moso camino <strong>de</strong> crecimiento. Es <strong>de</strong>cir, acercarnos a<br />

todas las cualida<strong>de</strong>s que nos permiten actuar <strong>de</strong> for-<br />

ma básica para nuestra supervivencia, sin tener que<br />

pensar previamente lo que vamos a hacer, incluyendo<br />

lo que llamamos ten<strong>de</strong>ncias, impulsos, inclinaciones o<br />

predisposiciones humanas...<br />

Tomar contacto con ellos constituye gran<strong>de</strong>s re-<br />

cursos <strong>de</strong> fortaleza humana, <strong>de</strong> paz, <strong>de</strong>sarrollo huma-<br />

no positivo.<br />

¿Podríamos equivocarnos? Ciertamente... Tam-<br />

bién han logrado introyectarse en nosotros los errores<br />

<strong>de</strong> la cultura, <strong>de</strong> la falsa educación, los mensajes da-<br />

ñinos <strong>de</strong> la publicidad; a<strong>de</strong>más, tenemos las posibili-<br />

da<strong>de</strong>s personales <strong>de</strong> errores provocados con “preme-<br />

ditación y alevosía”. Sin embargo, en lo profundo está<br />

lo más verda<strong>de</strong>ro, lo más sano: no bloquearlo, no ex-<br />

pulsarlo <strong>de</strong> nuestra mente, no discutir con ello, no re-<br />

primirlo, no menospreciarlo. En lá paciencia, en el si-<br />

lencio, en un auténtico <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> encontrar <strong>de</strong>scubri-<br />

remos la vida sana, fuerte, creadora, que late, bulle, duerme<br />

en el interior <strong>de</strong>l corazón <strong>de</strong> todo hombre.<br />

61


Qué hermoso es encontrarnos con un Maslow<br />

que reconoce que sus amigos religiosos hablan <strong>de</strong> Dios<br />

<strong>de</strong> la misma manera que él habla <strong>de</strong> los valores <strong>de</strong>l ser<br />

(belleza, justicia, bondad, etc.).<br />

Los sicólogos humanistas se encuentran con los<br />

creyentes en la búsqueda <strong>de</strong> la perfección, en la adhe-<br />

sión a los valores. Las inquietu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la sicología <strong>de</strong><br />

la corriente humanista se aproxima a la esencia <strong>de</strong> la<br />

tradición religiosa...<br />

El verda<strong>de</strong>ro yo, la persona auténtica incluye una<br />

constitución, un temperamento, una anatomía, una fi-<br />

siología, una neurología, una endocrinología, unas capacida<strong>de</strong>s,<br />

un estilo biológico, unas necesida<strong>de</strong>s instintoi<strong>de</strong>s,<br />

pero también valores superiores, valores <strong>de</strong>l<br />

ser. Así la vida espiritual es parte <strong>de</strong> la esencia huma-<br />

na. Es parte <strong>de</strong> la plena humanidad, <strong>de</strong> la propia i<strong>de</strong>n-<br />

tidad, <strong>de</strong>l yo verda<strong>de</strong>ro...<br />

La pobreza, la explotación, los prejuicios pue<strong>de</strong>n<br />

impedir que se logren las necesida<strong>de</strong>s superiores...<br />

Por este capítulo es obvio que la sicología no pue<strong>de</strong><br />

moverse sólo a nivel académico. Las circunstancias so-<br />

ciales, económicas, políticas, etc., hacen difícil o impo-<br />

sible el ser persona, ser humano o tener humanidad<br />

plena.<br />

Sin embargo, si las personas más sanas toman<br />

sus vidas en sus propias manos también es cierto que<br />

el movimiento hacia la salud sicológica es, simultánea-<br />

mente, movimiento hacia la paz espiritual y la armonía<br />

social. Al crecer la responsabilidad personal por la pro-<br />

pia vida, las personas también cambian la sociedad en<br />

que viven. Más aún, al <strong>de</strong>spertar y realizar los valo-<br />

res <strong>de</strong>l ser también <strong>de</strong>berá <strong>de</strong>spertar y florecer una<br />

nueva clase <strong>de</strong> civilización.<br />

62


El individuo sano se siente miembro <strong>de</strong> la huma-<br />

nidad, comprometido con la vida, amante <strong>de</strong> lo pro-<br />

pio, <strong>de</strong>fensor <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>l otro... En la persona au-<br />

torrealizada se trascien<strong>de</strong>n las competencias peque-<br />

ñas, las dicotomías excluyentes, los egoísmos empo-<br />

brecedores, etc... Lo mío y lo tuyo valen... Mis hijos<br />

y mi mujer, tanto como los tuyos y tu pareja, necesi-<br />

tan el mismo pan, el mismo techo, el mismo abrigo...<br />

Las personas sanas conviven en justicia, respeto, soli-<br />

daridad y, así, pue<strong>de</strong>n ser los cimientos <strong>de</strong> una civili-<br />

zación aún no conocida: solidaria.<br />

63


5.<br />

¿Conviene expresar<br />

lo que se piensa o se siente?<br />

El hombre está hecho para vivir en sociedad. Sin<br />

embargo, la convivencia humana, no pocas veces, re-<br />

sulta hoy francamente <strong>de</strong>sastrosa. Las personas no son<br />

capaces <strong>de</strong> convivir positivamente con sus semejantes.<br />

¿Por qué la convivencia personal es cada vez <strong>de</strong> peor<br />

calidad?... De hecho constatamos que las relaciones<br />

que mantienen los seres queridos, los amigos o los conocidos<br />

difícilmente expresan lo que sienten o piensan.<br />

Se teme la crítica, se siente vergüenza o se tiene mie-<br />

do <strong>de</strong> ser rechazado... En <strong>de</strong>finitiva, los hombres <strong>de</strong><br />

Occi<strong>de</strong>nte, en esta sociedad impersonal <strong>de</strong> poco tiem-<br />

po, <strong>de</strong> mucho consumo, etc., terminan <strong>de</strong>formados<br />

comportándose <strong>de</strong> acuerdo a pautas impuestas por es-<br />

tándares sociales, teniendo cada día menos contacto<br />

con lo que cada cual realmente quiere, siente o pien-<br />

sa...<br />

En las relaciones interpersonales, los individuos<br />

no expresan lo que piensan, sienten o necesitan en<br />

forma a<strong>de</strong>cuada y oportuna. El no expresar lo que se<br />

siente, quiere o piensa es parte <strong>de</strong>l precio <strong>de</strong> la “do-<br />

mesticación social”. En efecto, la inhibición <strong>de</strong> la “es-<br />

pontaneidad” es consecuencia <strong>de</strong> la enseñanza <strong>de</strong> la<br />

familia, escuela o, en general, <strong>de</strong> la sociedad. En es-<br />

ta sociedad enferma, inauténtica, hecha <strong>de</strong> apariencias,<br />

el comportamiento pasivo es parte <strong>de</strong>l costo que <strong>de</strong>s-<br />

64


<strong>de</strong> niño el individuo <strong>de</strong>be pagar para ser aceptado,<br />

favorecido, integrado, etc.<br />

A estas personas socialmente inhibidas y con falta<br />

<strong>de</strong> espontaneidad la sicología mo<strong>de</strong>rna las llama per-<br />

sonas “no asertivas”.<br />

El concepto <strong>de</strong> asertividad tiene su propia historia.<br />

En un principio, dice relación especialmente con la ex-<br />

presión emocional (Salter, 1949; Wolpe, 1958). Así la<br />

persona “no asertiva” es una persona inhibida; no ex-<br />

presa ni satisface sus reacciones y necesida<strong>de</strong>s verda-<br />

<strong>de</strong>ras, es prisionera <strong>de</strong> sentimientos ansiosos y <strong>de</strong> la<br />

aprobación social. Hasta 1958, asertividad dice rela-<br />

ción con la expresión <strong>de</strong> cualquiera emoción (que no<br />

sea ansiedad) hacia otra persona.<br />

Lazarus (1966) amplía el concepto <strong>de</strong> asertividad<br />

a la expresión social no sólo <strong>de</strong> emociones, sino tam-<br />

bién <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as, opiniones, etc. Este mismo sicólogo<br />

i<strong>de</strong>ntificará asertividad con “libertad emocional” (1971)<br />

entendiendo por ella: “el reconocimiento y la manifes-<br />

tación a<strong>de</strong>cuada <strong>de</strong> cada estado afectivo incluyendo los<br />

matices <strong>de</strong> amor y afecto, empatía y compasión, admi-<br />

ración y aprecio, curiosidad e interés, como también<br />

ira, dolor, remordimiento, escepticismo, temor, tris-<br />

teza”.<br />

Posteriormente, para Fensterheim y Baer (1975)<br />

la asertividad se <strong>de</strong>finirá como: “la autoafirmación <strong>de</strong><br />

uno mismo”. La persona asertiva adopta una actitud<br />

o sentimientos <strong>de</strong> respeto y estima, frente a sí mismo<br />

y a los <strong>de</strong>más”.<br />

Lange y Yakubowski (1976) proponen el concepto<br />

<strong>de</strong> “conducta asertiva responsable” que consiste en la<br />

capacidad <strong>de</strong> expresar sentimientos, opiniones y creencias,<br />

en forma a<strong>de</strong>cuada, en el momento oportuno,<br />

respetando los propios <strong>de</strong>rechos y tomando en cuenta<br />

65


los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más. La conducta asertiva res-<br />

ponsable es, pues, un acto <strong>de</strong> autoafirmación que im-<br />

plica plena conciencia <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>l otro junto<br />

a los propios, y <strong>de</strong> las responsabilida<strong>de</strong>s que suponen<br />

estos <strong>de</strong>rechos. Seligman (1979) y Kelley (1979) igual-<br />

mente insisten en el respeto por los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los<br />

<strong>de</strong>más y por los <strong>de</strong>rechos que tienen en la interacción.<br />

En estas condiciones, la asertividad busca un tipo<br />

<strong>de</strong> relaciones sociales que faciliten el respeto mutuo y<br />

la comunicación entre las personas.<br />

El individuo asertivo cree en sí mismo, es <strong>de</strong>cir,<br />

tiene una alta auto-estima y confianza. Como conse-<br />

cuencia, si es criticado, pue<strong>de</strong> respon<strong>de</strong>r sin agredir a<br />

otra persona ya que la crítica no le cuestiona su auto-<br />

valoración. La persona asertiva, entonces, respeta su<br />

individualidad, se siente libre para expresarse y mani-<br />

festar sus i<strong>de</strong>as y opiniones, se comunica abierta y<br />

francamente con las <strong>de</strong>más personas y se relaciona ac-<br />

tivamente con las personas que la ro<strong>de</strong>an, en las di-<br />

versas situaciones <strong>de</strong> la vida. Pero idéntica actitud ma-<br />

nifiesta frente a los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más.<br />

La asertividad admite, por lo menos, cuatro tipos diferentes:<br />

1. Aserción básica o expresión emocional: se expre-<br />

san los <strong>de</strong>rechos, creencias, sentimientos y opiniones<br />

personales. No implica otras habilida<strong>de</strong>s<br />

sociales como empatía, confrontación, persuasión,<br />

etc.<br />

2. Aserción empática o empatía: implica reconoci-<br />

miento <strong>de</strong> la situación <strong>de</strong> la otra persona, <strong>de</strong> sus<br />

sentimientos, etc.<br />

3. Aserción en escala o insistencia: si el otro no res-<br />

pon<strong>de</strong> a una primera expresión asertiva y conti-<br />

núa violando <strong>de</strong>rechos, el que habla insiste en au-<br />

66


mentar gradualmente (en escala) la expresión aser-<br />

tiva, sin caer en la agresividad.<br />

4. Aserción confrontativa o confrontación: si mi in-<br />

terlocutor dice una cosa y hace otra, yo puedo<br />

<strong>de</strong>scribirle objetivamente su incongruencia.<br />

¿Qué sería un comportamiento asertivo? Básicamente<br />

implica la capacidad <strong>de</strong> expresar sentimientos,<br />

pensamientos y necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> una manera honesta,<br />

directa y auténtica.<br />

La sicología clínica se ha preocupado por ayudar<br />

a los individuos para que establezcan con los <strong>de</strong>más<br />

relaciones espontáneas y libres. Para ello ha creado el<br />

método <strong>de</strong> “entrenamiento asertivo”. Este entrena-<br />

miento propone a las personas “programas” con nue-<br />

vas experiencias vitales; gracias a ellas se introducen<br />

cambios conductuales.<br />

En sicología, la terapia conductual nació a media-<br />

dos <strong>de</strong> este siglo como una corriente opuesta al sico-<br />

análisis. La terapia conductual distingue dos líneas o<br />

sistemas <strong>de</strong> tratamiento: la modificación conductual<br />

(Skinner, 1953) y la “terapia conductual” (Wolpe, 1958<br />

y Eysenk, 1959).<br />

En la terapia conductual, las conductas problemas<br />

(afectivas, cognitivas o motoras) son consi<strong>de</strong>radas co-<br />

mo respuestas a estímulos internos y externos, y los<br />

problemas sicológicos que conllevan son el resultado<br />

<strong>de</strong> aprendizajes inefectivos o <strong>de</strong>sadaptativos. Así, la<br />

teoría conductual toma el problema actual <strong>de</strong> la per-<br />

sona e i<strong>de</strong>ntifica la conducta específica que <strong>de</strong>sea cam-<br />

biar. Durante mucho tiempo esto se intentó sólo a tra-<br />

vés <strong>de</strong> técnicas <strong>de</strong>l aprendizaje; sin embargo, poste-<br />

riormente, se han consi<strong>de</strong>rado en la conducta humana<br />

variables tales como patrones cognitivos, diálogos in-<br />

67


ternos, i<strong>de</strong>as no-racionales, etc. (Lazarus, 1969, 1971;<br />

Ellis 1962, 1974; Bandura, 1969, 1977, etc.).<br />

En el tratamiento conductual los programas <strong>de</strong><br />

nuevas experiencias vitales producen cambios en las<br />

personas que garantizan un nuevo estilo <strong>de</strong> relación<br />

consigo mismas y con los <strong>de</strong>más. Si hubo entrenamien-<br />

to para ser “neurótico”, también pue<strong>de</strong> la persona<br />

adiestrarse para ser normal.<br />

Preguntémonos directamente: ¿por qué no somos<br />

“asertivos”?... Señalemos, por ahora, tres razones:<br />

1. O bien porque nos falta un <strong>de</strong>terminado reperto-<br />

rio <strong>de</strong> conductas a<strong>de</strong>cuadas en áreas o situaciones<br />

precisas.<br />

2. O bien porque un alto nivel <strong>de</strong> ansiedad impi<strong>de</strong><br />

el uso, la administración <strong>de</strong> repertorios conductua-<br />

les existentes.<br />

3. O bien porque un conjunto <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as irracionales<br />

impi<strong>de</strong>n la relación social honesta, auténtica y/o<br />

espontánea.<br />

¿Cuáles serían las características <strong>de</strong> una persona<br />

asertiva?<br />

1. En palabras y/o actos, la persona se siente libre para<br />

manifestarse;<br />

2. Con familiares, amigos y extraños pue<strong>de</strong> comuni-<br />

carse;<br />

3. Ante la vida, tiene una actitud activa, es <strong>de</strong>cir, tie-<br />

ne algo que hacer;<br />

4. Al actuar, sabe que pue<strong>de</strong> ganar o per<strong>de</strong>r, pero<br />

las empren<strong>de</strong> con ánimo ganador.<br />

68


Declaración <strong>de</strong> Derechos Asertivos<br />

I. Tienes <strong>de</strong>recho a ser juez <strong>de</strong> tus propias emo-<br />

ciones, pensamientos y comportamientos, y eres<br />

responsable <strong>de</strong> la ejecución y <strong>de</strong> las consecuen-<br />

cias <strong>de</strong> lo que sientes, piensas y haces;<br />

II. Tienes <strong>de</strong>recho a no dar a nadie razones que<br />

justifiquen tu comportamiento;<br />

III. Tienes <strong>de</strong>recho a juzgar si eres tú el responsa-<br />

ble <strong>de</strong> encontrar solución a los problemas <strong>de</strong><br />

otras personas;<br />

IV. Tienes <strong>de</strong>recho a cambiar <strong>de</strong> opinión;<br />

V. Tienes <strong>de</strong>recho a cometer errores y a ser res-<br />

ponsable <strong>de</strong> ellos;<br />

VI. Tienes <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cir que no sabes;<br />

VII. Tienes <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cidir si para estar a la altu-<br />

ra <strong>de</strong> una situación necesitas <strong>de</strong> la buena volun-<br />

tad <strong>de</strong> otros;<br />

VIII. Tienes <strong>de</strong>recho a ser ilógico cuando tomas <strong>de</strong>ci-<br />

siones;<br />

IX. Tienes <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cir: “no entiendo”;<br />

X. Tienes <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cir: “no me importa”.<br />

Como todo en la vida, la asertividad también es<br />

un proceso que sólo termina con la muerte... En efec-<br />

to, si se trata <strong>de</strong> un modo <strong>de</strong> relacionarse, <strong>de</strong> actuar<br />

o forma <strong>de</strong> <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r opiniones, la aserción <strong>de</strong>tecta el<br />

problema que <strong>de</strong>sea corregir, diseña un programa <strong>de</strong><br />

aprendizaje <strong>de</strong> la habilidad <strong>de</strong>ficitaria y luego, <strong>de</strong> por<br />

vida, queda la tarea <strong>de</strong> aplicar permanentemente la<br />

conducta adquirida.<br />

69


Inventario <strong>de</strong> Asertividad<br />

(Rathus, 1973)<br />

Instrucciones: indique en qué medida son característi-<br />

cas <strong>de</strong> su comportamiento las siguientes afirma-<br />

ciones. Conteste según los valores que se señalan:<br />

70<br />

+ 3 = muy característico;<br />

+ 2 = bastante característico;<br />

+ 1 = algo característico;<br />

1 = no muy característico;<br />

2 = bastante no característico;<br />

3 = <strong>de</strong>finitivamente no característico.<br />

1. La mayoría <strong>de</strong> las personas son más agresi-<br />

vas y <strong>de</strong>cididas que yo*.<br />

2. Yo dudo a veces en aceptar una invitación<br />

<strong>de</strong>bido a “timi<strong>de</strong>z”*.<br />

3. Cuando la comida que he pedido en un res-<br />

taurant no es satisfactoria, yo me quejo al<br />

mozo.<br />

4. Yo tengo cuidado <strong>de</strong> no herir los sentimien-<br />

tos <strong>de</strong> las otras personas, aun cuando yo me<br />

sienta herido*.<br />

5. Si un ven<strong>de</strong>dor ha pasado tiempo mostrán-<br />

dome una merca<strong>de</strong>ría que no me gusta, en-<br />

cuentro dificultad en <strong>de</strong>cirle que “no”*.<br />

6. Cuando me pi<strong>de</strong>n que haga algo, insisto en<br />

saber el “porqué”.<br />

7. Hay momentos en los cuales <strong>de</strong>seo una dis-<br />

cusión interesante y vigorizante.<br />

8. En mi posición, yo trato <strong>de</strong> salir a<strong>de</strong>lante<br />

tanto como otras personas.


9. En verdad, las personas, a veces, se aprove-<br />

chan <strong>de</strong> mí*.<br />

10. Me gusta empezar conversaciones con nue-<br />

vas amista<strong>de</strong>s o extraños.<br />

11. A veces no sé qué <strong>de</strong>cirle a una persona<br />

atractiva <strong>de</strong>l sexo opuesto*.<br />

12. Dudo en hacer llamadas telefónicas a esta-<br />

blecimientos e instituciones públicas*.<br />

13. Prefiero solicitar admisión para un trabajo<br />

o una universidad por carta, y no por medio<br />

<strong>de</strong> entrevistas personales*.<br />

14. Me avergüenza <strong>de</strong>volver un artículo com-<br />

prado*.<br />

15. Si un familiar cercano me estuviese moles-<br />

tando, preferiría quedarme callado y no ex-<br />

presar mi molestia*.<br />

16. Trato <strong>de</strong> evitar hacer preguntas para no apa-<br />

recer como un estúpido*.<br />

17. Durante una discusión, a veces tengo miedo<br />

<strong>de</strong> enojarme tanto que tiemblo*.<br />

18. Si un respetado y famoso conferencista dice<br />

algo que yo creo incorrecto, yo <strong>de</strong>seo que el<br />

blico también escuche mi punto <strong>de</strong> vista.<br />

19. Evito discutir los precios con los ven<strong>de</strong>do-<br />

res*.<br />

20. Cuando he hecho algo importante, que vale<br />

la pena, intento que otros lo sepan.<br />

21. Soy abierto y sincero en lo que respecta a<br />

mis sentimientos.<br />

22. Si alguien habla mal <strong>de</strong> mí o circulan histo-<br />

rias falsas, trato <strong>de</strong> entrevistarme con esa<br />

persona tan pronto como sea posible.<br />

71


72<br />

23. A menudo me es dificil <strong>de</strong>cir “No”*.<br />

24. Trato <strong>de</strong> contener mis emociones para no<br />

hacer una escena <strong>de</strong>sagradable*.<br />

25. Me quejo <strong>de</strong>l servicio <strong>de</strong>ficiente en un res-<br />

taurante o en cualquier otra parte.<br />

26. Cuando me hacen un cumplido, a veces no<br />

sé qué <strong>de</strong>cir*.<br />

27. Si una pareja cerca <strong>de</strong> mí en un cine o con-<br />

ferencia está hablando fuerte, les digo que<br />

se callen o que se vayan a hablar a otro lado.<br />

28. Cualquiera que trate <strong>de</strong> colocarse <strong>de</strong>lante<br />

<strong>de</strong> mí en una fila, tendrá que darme una ex-<br />

plicación.<br />

29. Expreso mi opinión rápidamente.<br />

30. Hay momentos en los que no puedo <strong>de</strong>cir<br />

nada*.<br />

(*: Invertir el signo <strong>de</strong> los ítemes. Puntaje total: sumar<br />

el puntaje <strong>de</strong> cada ítem, <strong>de</strong>spués cambiar los signos <strong>de</strong><br />

los ítemes negativos (con *)).<br />

Programas <strong>de</strong> asertividad y sus resultados<br />

Los estudios <strong>de</strong> seguimiento realizados en perso-<br />

nas que han participado en entrenamiento <strong>de</strong> asertivi-<br />

dad garantizan menos horas <strong>de</strong> hospitalizaciones, más<br />

horas <strong>de</strong> escolaridad y <strong>de</strong> trabajo, mejores rendimien-<br />

tos, mejor imagen <strong>de</strong> sí mismo. Incluso las personas<br />

entrenadas en programas <strong>de</strong> asertividad presentan pro-<br />

medios muy diferentes y favorables <strong>de</strong> drogas, alcohol<br />

o tabaco.


Tales programas básicamente tenían como objeti-<br />

vo entregar un conjunto <strong>de</strong> habilida<strong>de</strong>s sociales realis-<br />

tas y prácticas. Porque conseguían una mejor autova-<br />

loración <strong>de</strong> las personas, permitían, a la vez, a los par-<br />

ticipantes mejorar el estilo <strong>de</strong> relación con las <strong>de</strong>más<br />

personas.<br />

¿Desea un programa <strong>de</strong> asertividad para usted?<br />

Primeramente necesita <strong>de</strong>sear ser una persona<br />

adulta. Pero, ¿qué es ser sicológicamente adulto?<br />

1. Persona socialmente competente;<br />

2. De funcionamiento in<strong>de</strong>pendiente;<br />

3. Capaz <strong>de</strong> pensar por sí mismo;<br />

4. Capaz <strong>de</strong> hacer frente a los problemas <strong>de</strong> la vida;<br />

5. Capaz <strong>de</strong> cuidarse <strong>de</strong> las <strong>de</strong>cisiones diarias que<br />

toma;<br />

6. Sin <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r <strong>de</strong> nadie.<br />

¿Necesita aún algo más concreto?<br />

Por ejemplo, ¿requiere un programa para ser un<br />

“adulto socialmente competente”? Ensaye los siguien-<br />

tes pasos:<br />

1. Poco a poco permítase tener un juicio personal<br />

para <strong>de</strong>terminar cómo ha <strong>de</strong> comportarse y qué<br />

es lo a<strong>de</strong>cuado en tal o cual ocasión.<br />

2. Intente gradualmente correr riesgos y asuma las<br />

consecuencias personales.<br />

3. Dése permiso para prestar cooperación o alejarse,<br />

sin ce<strong>de</strong>r a las presiones sociales.<br />

4. Aprenda a <strong>de</strong>cir “no”, sin sentirse culpable.<br />

73


¿Necesita <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> ser “bueno”?<br />

Educamos a los niños para que sean “buenos”.<br />

¿Qué entendió la sociedad por “bueno”?... Un niño<br />

obediente, respetuoso, <strong>de</strong>pendiente, aceptador <strong>de</strong>l jui-<br />

cio <strong>de</strong> sus padres respecto <strong>de</strong> lo que está bien o está<br />

mal, etc. Este niño no producía “problemas”, permitía<br />

funcionar al sistema educacional, familiar y social apa-<br />

rentemente bien. Este tipo <strong>de</strong> educación es monstruo-<br />

so, teóricamente obsoleto, pero, <strong>de</strong> hecho, es el que<br />

propician los “formadores” no preparados para guiar<br />

o acompañar personas en su proceso <strong>de</strong> crecimiento.<br />

Felizmente muchos adolescentes logran, con pequeñas<br />

o gran<strong>de</strong>s crisis, la madurez personal y, en consecuen-<br />

cia, recuperan una autoimagen positiva. Sin embargo,<br />

también es cierto que no pocas personas quedan con<br />

la “necesidad aprendida” <strong>de</strong> ser buenas, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong><br />

ser “<strong>de</strong>pendientes”.<br />

A las personas “buenas-<strong>de</strong>pendientes”, para lo-<br />

grar una madurez a<strong>de</strong>cuada pue<strong>de</strong> servirles un pro-<br />

grama que incluya, por ejemplo, los siguientes pasos:<br />

74<br />

1. No es cierto que los <strong>de</strong>más lo saben todo o tienen<br />

todo claro;<br />

2. Tú pue<strong>de</strong>s apren<strong>de</strong>r a <strong>de</strong>cidir qué te conviene;<br />

3. Tú pue<strong>de</strong>s ser perfectamente querido o apreciado<br />

y pensar y actuar en forma distinta a los <strong>de</strong>más;<br />

4. El respeto incluye tanto la aceptación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>re-<br />

chos <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más como la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> tus propios<br />

<strong>de</strong>rechos;<br />

5. Al pensar y llevar a<strong>de</strong>lante tus juicios, enfrentarás<br />

la oposición social y eso es normal.


¿Deseas para ti un programa <strong>de</strong> asertividad?...<br />

Aceptando que la vida es una sumatoria <strong>de</strong> acier-<br />

tos y errores, intenta en tu vida, poco a poco, peque-<br />

ños cambios. Ensaya algunas <strong>de</strong> las siguientes con-<br />

ductas:<br />

1. Trata <strong>de</strong> mirar <strong>de</strong> frente, cambiar el tono <strong>de</strong> la<br />

voz, no caminar con los hombros tan caídos, etc...<br />

2. Intenta <strong>de</strong>cir “no” cuando quieras <strong>de</strong>cir “no”, pe-<br />

ro también di “sí” cuando quieras <strong>de</strong>cir “sí”. Date<br />

permiso para pedir favores, trata <strong>de</strong> comunicar,<br />

con la pru<strong>de</strong>ncia a<strong>de</strong>cuada, tus sentimientos y pen-<br />

samientos, sean positivos o negativos. Ejercítate,<br />

poco a poco, en la comunicación abierta y directa.<br />

3. No confundas agresión con aserción (la agresión<br />

es un acto contra los <strong>de</strong>más, la aserción es la <strong>de</strong>-<br />

fensa a<strong>de</strong>cuada <strong>de</strong> sí mismo). En el trabajo, tra-<br />

ta <strong>de</strong> adaptarte a las situaciones laborales; ahí<br />

procura formar y mantener un círculo social. Pe-<br />

ro, en especial en la vida, aunque sea con pocas<br />

personas, logra amista<strong>de</strong>s íntimas.<br />

4. Primero haz lo que puedas y sólo <strong>de</strong>spués pasa<br />

a tareas o <strong>de</strong>safíos más difíciles.<br />

La asertividad:<br />

— enseña a pensar por sí mismo;<br />

— enseña a sentir confianza en sí mismo;<br />

— enseña a mantener las <strong>de</strong>cisiones personales, pese<br />

a la presión <strong>de</strong>l ambiente;<br />

— en una palabra, es una técnica sicológica que en-<br />

seña cómo ser “adulto”.<br />

75


II Parte<br />

APRENDA<br />

A NO DESTRUIRSE<br />

77


1.<br />

El miedo<br />

El miedo normal es una emoción útil que <strong>de</strong>nota<br />

en un organismo un estado <strong>de</strong> alarma, tanto físico co-<br />

mo sicológico.<br />

Por experiencia personal sabemos que la sensa-<br />

ción <strong>de</strong> miedo agudiza percepciones, moviliza energía,<br />

acelera reflejos, clarifica pensamientos, incita a tomar<br />

medidas protectoras, etc...<br />

Sin embargo, también existe el miedo anormal o<br />

irracional y éste se caracteriza porque agranda <strong>de</strong>smesuradamente<br />

peligros mínimos, gatilla síntomas físicos<br />

<strong>de</strong>scontrolados, etc.<br />

La emoción <strong>de</strong> miedo, tanto normal como anor-<br />

mal, ha estado presente a lo largo <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong>l<br />

hombre.<br />

Emociones <strong>de</strong> supervivencia<br />

Los sicólogos admiten que el miedo, la ira y la<br />

<strong>de</strong>presión, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los rangos que podamos llamar<br />

“normales” (ver anexo 2) son emociones que los or-<br />

ganismos poseen como herramientas propias <strong>de</strong> sobre-<br />

vivencia <strong>de</strong> la especie. En esta postura, el cerebro con-<br />

trola automáticamente las funciones corporales y las<br />

reacciones involuntarias que nos mantienen vivos: ni-<br />

79


vel <strong>de</strong> temperatura, digestión, funciones glandulares,<br />

ritmo cardíaco, sueño y vigilia, etc... Así también las<br />

emociones negativas (miedo, ira, <strong>de</strong>presión). Digamos,<br />

pues, que cada persona, gracias al sistema nervioso,<br />

tiene capacida<strong>de</strong>s biológicas innatas para experimen-<br />

tar, por ejemplo, sensaciones y emociones.<br />

Señalemos más específicamente que, a través <strong>de</strong>l<br />

cerebro y la médula espinal, una persona pue<strong>de</strong> con-<br />

trolar sus movimientos voluntarios, como también pue-<br />

<strong>de</strong> pensar y resolver problemas. Por el contrario, gra-<br />

cias al sistema nervioso autónomo, controla sus mús-<br />

culos involuntarios, digestión, glándulas endocrinas,<br />

etc.<br />

Las emociones y sensaciones dicen relación espe-<br />

cial con el Sistema Nervioso Autónomo (S.N.A.). Sin<br />

embargo, el S.N.A. también pue<strong>de</strong> apren<strong>de</strong>r a respon-<br />

<strong>de</strong>r con miedo ante situaciones, objetos o pensamien-<br />

tos. En la línea terapéutica se pue<strong>de</strong> afirmar, felizmen-<br />

te, que lo que se apren<strong>de</strong>, también se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sapren-<br />

<strong>de</strong>r.<br />

¿Qué es el miedo?<br />

La i<strong>de</strong>a o enfrentamiento <strong>de</strong> “peligro” es la causa<br />

<strong>de</strong>l miedo o temor. Existe o creemos que existe un<br />

obstáculo para ser feliz y pensamos que éste es insu-<br />

perable.<br />

Para las personas que experimentan el miedo se<br />

trata simplemente <strong>de</strong> un estado <strong>de</strong> alarma. General-<br />

mente, el miedo prepara a las personas para el esca-<br />

pe, la lucha o la inmovilidad.<br />

80


Por experiencia, todos sabemos que existe una ga-<br />

ma <strong>de</strong> miedos... Así, tenemos el miedo “normal” que<br />

consi<strong>de</strong>ramos una emoción útil. Si una persona enfren-<br />

ta un peligro, digamos que la amenaza un asaltante,<br />

toma medidas útiles. Por el contrario, el miedo irra-<br />

cional nos <strong>de</strong>sequilibra torpemente. Es una emoción<br />

<strong>de</strong>sproporcionada e inmanejable. Pensemos en la se-<br />

ñora que frente a una pequeña araña no pue<strong>de</strong> con-<br />

trolarse. También existe la ansiedad y se caracteriza<br />

por ser un miedo continuo. Detrás <strong>de</strong> él hay una sen-<br />

sación <strong>de</strong> amenaza “difusa”; no hay algo explícito que<br />

lo produzca. Finalmente, señalemos las fobias. Son<br />

miedos persistentes a un objeto o i<strong>de</strong>a. El sujeto es-<br />

tá consciente que es algo ridículo, pero no pue<strong>de</strong> evi-<br />

tarlo ni sobreponerse.<br />

Aunque sea <strong>de</strong> paso, no po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> men-<br />

cionar el pánico o terror repentino.<br />

Concluimos, entonces, diciendo que el miedo pue-<br />

<strong>de</strong> ser tanto una buena herramienta <strong>de</strong> sobrevivencia<br />

como una pesada patología...<br />

Los miedos anormales<br />

(Ver anexo 2)<br />

Enten<strong>de</strong>mos aquí por miedos anormales:<br />

a) miedos sin razón a cosas y lugares;<br />

b) miedos sin razón interpersonales y sociales;<br />

c) miedos sin razón a pensamientos.<br />

Si bien los miedos anormales han existido siempre,<br />

sólo en el siglo XX se inició el estudio científico <strong>de</strong><br />

81


ellos. Freud inició el estudio <strong>de</strong> las “fobias”. Lo mo-<br />

tivó su interés clínico y, tras serios estudios <strong>de</strong> casos<br />

que atendía, propuso su teoría acerca <strong>de</strong> las, “fobias”<br />

como una <strong>de</strong>fensa personal. Des<strong>de</strong> entonces hasta aho-<br />

ra, existen básicamente dos teorías sobre los miedos:<br />

82<br />

a) Según la teoría sicoanalítica: la fobia no es más<br />

que el síntoma <strong>de</strong> un conflicto personal subyacen-<br />

te. En otras palabras, el miedo para los sicoanalis-<br />

tas es producto <strong>de</strong> un conflicto síquico oculto, es-<br />

tablecido entre la naturaleza animal <strong>de</strong>l individuo<br />

y su educación civilizada. Probablemente este con-<br />

flicto es <strong>de</strong> naturaleza sexual, iniciado durante la<br />

infancia, antes <strong>de</strong> los 6 años. En la línea <strong>de</strong> un<br />

analista ortodoxo respon<strong>de</strong> a <strong>de</strong>seos infantiles <strong>de</strong><br />

tener relaciones sexuales con la madre, con el<br />

padre o con ambos. Para el tratamiento se echa<br />

mano especialmente <strong>de</strong> la “asociación libre” y la<br />

interpretación <strong>de</strong> sueños.<br />

b) Para la teoría conductual: los miedos irraciona-<br />

les son miedos aprendidos. Dado que son fuentes<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>sadaptación los afectados pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>sapren-<br />

<strong>de</strong>rlos en un tratamiento que enseña a ello. Así,<br />

en el tratamiento conductual, po<strong>de</strong>mos voluntaria-<br />

mente ponernos en la situación <strong>de</strong> miedo, pero<br />

introduciendo pensamientos, circunstancias favo-<br />

rables que ayu<strong>de</strong>n a reemplazar las sensaciones<br />

<strong>de</strong> miedo por otras más positivas.<br />

En el fondo, en el tratamiento conductual se trata<br />

<strong>de</strong> un “reacondicionamiento”, dado que el miedo es<br />

consi<strong>de</strong>rado como una respuesta emocional condicio-<br />

nada.<br />

Al margen <strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s líneas terapéuticas <strong>de</strong><br />

los enfoques teóricos básicos, digamos que el miedo


patológico po<strong>de</strong>mos tratar <strong>de</strong> sanarlo cada cual por<br />

los caminos que nos resulten más eficaces. Entre estos<br />

caminos po<strong>de</strong>mos indicar los siguientes:<br />

1. Si el miedo nos impi<strong>de</strong> actuar, si es como una or-<br />

<strong>de</strong>n <strong>de</strong> no actuar, la curación consistirá precisa-<br />

mente en actuar. Porque tememos, nos impone-<br />

mos la inhibición, el no comportarnos. De hecho<br />

nos arrinconamos, no hablamos, no queremos sa-<br />

lir, etc. Para sanarnos <strong>de</strong> estos miedos démonos<br />

permiso para actuar, para equivocarnos, para ha-<br />

cer el ridículo, etc. Al comportarnos, al actuar, lo<br />

más probable es que lo hagamos bien y estos éxi-<br />

tos nos reforzarán para que sigamos actuando.<br />

Incluso, en el peor <strong>de</strong> los casos, si somos torpes,<br />

<strong>de</strong>scubriremos algo positivo: que no es tan tre-<br />

mendo que nos equivoquemos.<br />

2. Si el miedo se nos presenta como algo vago, sin<br />

rostro <strong>de</strong>finido, la sanación consistirá en buscarle<br />

voluntaria y directamente una i<strong>de</strong>ntidad: ¿por qué<br />

tengo miedo? Al precisar lo que tememos <strong>de</strong>scu-<br />

briremos que es algo que po<strong>de</strong>mos manejar.<br />

3. Por el contrario, si el miedo es un temor frente<br />

a una posibilidad: “quizá no pueda”, “a lo mejor<br />

me va mal”, etc. Al analizar el alto costo que es-<br />

tamos pagando por una mera posibilidad estamos<br />

iniciando el proceso <strong>de</strong> terapia.<br />

4. Si los miedos se relacionan con situaciones socia-<br />

les e interpersonales tales como “no me atrevo a<br />

salir a bailar”, o bien “me da miedo expresarme<br />

en grupo”, etc. Para tales casos, la sicología mo-<br />

<strong>de</strong>rna ofrece una técnica muy exitosa: el “Entre-<br />

namiento Asertivo”. (Ver capítulo sobre Asertivi-<br />

dad). La persona que tiene dificultad para expre-<br />

83


84<br />

sar sus i<strong>de</strong>as o sentimientos y, en consecuencia,<br />

tiene miedo a po<strong>de</strong>r funcionar <strong>de</strong> modo apropia-<br />

do en situaciones sociales o interpersonales, la<br />

llamamos “no-asertiva”. La persona no asertiva<br />

se siente insegura en la interrelación, no es es-<br />

pontánea para expresar emociones y sentimientos,<br />

por ejemplo; a<strong>de</strong>más, con frecuencia se nota ten-<br />

sa y nerviosa en situaciones sociales y, no es in-<br />

frecuente, prefiere que los <strong>de</strong>más tomen <strong>de</strong>cisio-<br />

nes por ella.<br />

5. Dado que el miedo y la ansiedad caminan juntos<br />

la mayoría <strong>de</strong> las veces, si los separamos, lo <strong>de</strong>s-<br />

truimos. Porque las técnicas <strong>de</strong> relajación, nor-<br />

malmente, logran disminuir o neutralizar la ansie-<br />

dad y sus concomitantes fisiológicos; son, excelen-<br />

tes herramientas para combatir los temores. Di-<br />

cho esto en la forma más sencilla posible suena<br />

así: “cuando tengas miedo, respira profundo va-<br />

rias veces”.<br />

Escala para medir el miedo<br />

Los ítemes <strong>de</strong> este cuestionario se refieren a obje-<br />

tos y experiencias que pue<strong>de</strong>n causarle temor u otros<br />

sentimientos <strong>de</strong>sagradables. Escriba el número <strong>de</strong> cada<br />

ítem en la columna que mejor <strong>de</strong>scriba cuánto le mo-<br />

lesta dicho ítem en la actualidad.


1. Heridas abiertas<br />

2. Citarse con alguien<br />

3. Estar solo<br />

4. Estar en un lugar extraño<br />

5. Voces estri<strong>de</strong>ntes<br />

6. Personas muertas<br />

7. Hablar en público<br />

8. Cruzar las calles<br />

9. Personas que pa<strong>de</strong>cen enfermeda<strong>de</strong>s<br />

mentales<br />

10. Caerse<br />

11. Los automóviles<br />

12. Que le molesten<br />

13. Los <strong>de</strong>ntistas<br />

14. Truenos<br />

15. Sirenas<br />

16. Fracasar<br />

17. Entrar en una habitación<br />

don<strong>de</strong> ya están sentadas<br />

otras personas<br />

18. Los lugares altos<br />

19. Mirar hacia abajo <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

edificios altos<br />

20. Los gusanos<br />

21. Criaturas imaginarias<br />

22. Personas <strong>de</strong>sconocidas<br />

23. Que le pongan inyecciones<br />

24. Los murciélagos<br />

25. Los viajes en tren<br />

26. Los viajes en autobús<br />

27. Los viajes en auto(coche)<br />

28. Enfadarse<br />

En Un<br />

absoluto Poco<br />

Ligeramente<br />

Mucho<br />

Muchí-<br />

simo<br />

85


29. Los insectos voladores<br />

30. Ver cómo le ponen una inyección<br />

a otra persona<br />

31. Ruidos inesperados<br />

32. Las cucarachas<br />

33. Las multitu<strong>de</strong>s<br />

34. Gran<strong>de</strong>s espacios abiertos<br />

35. Los gatos<br />

36. Ver cómo una persona intimida<br />

a otra<br />

37. Las personas <strong>de</strong> aspecto<br />

rudo<br />

38. Los pájaros<br />

39. Mirar aguas profundas<br />

40. Que le observen mientras<br />

trabaja<br />

41. Animales muertos<br />

42. Armas<br />

43. La suciedad<br />

44. Insectos que se arrastran<br />

45. Presenciar una pelea<br />

46. Personas feas<br />

47. El fuego<br />

48. Personas enfermas<br />

49. Los perros<br />

50. Que le critiquen<br />

51. Caminar solo por una calle<br />

52. Estar en ascensor<br />

53. Presenciar operaciones<br />

quirúrgicas<br />

54. Las personas coléricas<br />

55. Los ratones<br />

86<br />

En Un<br />

absoluto Poco<br />

Ligeramente<br />

Mucho<br />

Muchí-<br />

simo


56. La sangre<br />

57. Despedirse <strong>de</strong> los amigos<br />

58. Lugares cerrados<br />

59. La posibilidad <strong>de</strong> ser sometido<br />

a operación quirúrgica<br />

60. Sentirse rechazado por los<br />

<strong>de</strong>más<br />

61. Los aviones<br />

62. Olores <strong>de</strong> medicinas y hospitales<br />

63. Sentirse censurado<br />

64. Serpientes no venenosas<br />

65. Los cementerios<br />

66. Sentirse ignorado<br />

67. La oscuridad<br />

68. Percibir la ausencia <strong>de</strong> algún<br />

latido <strong>de</strong>l corazón<br />

(arritmia)<br />

69. Cuerpo <strong>de</strong>snudo<br />

70. Médicos<br />

71. Personas con <strong>de</strong>formaciones<br />

72. Sentirse ridículo<br />

73. Per<strong>de</strong>r el control<br />

74. Relámpagos<br />

75. Desmayarse<br />

76. Sentir náuseas<br />

77. Arañas<br />

78. Estar encargado o ser responsable<br />

<strong>de</strong> tomar <strong>de</strong>cisiones<br />

79. Ver cuchillos u otros objetos<br />

afilados<br />

En Un<br />

absoluto Poco<br />

Ligeramente<br />

Mucho<br />

Muchí-<br />

simo<br />

87


80. La posibilidad <strong>de</strong> enfermar<br />

mentalmente<br />

81. Estar con una persona <strong>de</strong>l<br />

otro sexo<br />

82. Rendir exámenes escritos<br />

83. Que otros le toquen<br />

84. Sentirse diferente a los <strong>de</strong>más<br />

85. Un silencio en la conversación<br />

86. Hacer cualquier tipo <strong>de</strong><br />

prueba<br />

87. Las ratas <strong>de</strong> laboratorio<br />

88. Hablar frente a otras personas.<br />

88<br />

En Un<br />

absoluto Poco<br />

Ligeramente<br />

Mucho<br />

Muchí-<br />

simo<br />

(Adaptado <strong>de</strong> Wolpe, J., The practice of behavior therapy ,(2ª<br />

ed.), Pergamon Press, New York, 1973).


2.<br />

La timi<strong>de</strong>z<br />

Al tímido, en general, le da miedo la gente. Sin<br />

embargo, agreguemos algunas precisiones. Es abso-<br />

lutamente normal experimentar algún tipo <strong>de</strong> dificul-<br />

ta<strong>de</strong>s para integrarse en sociedad. Pero, también es<br />

posible esperar que, a través <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> éxitos y<br />

fracasos, cada cual logre, poco a poco, un aprendizaje<br />

a<strong>de</strong>cuado <strong>de</strong> participación social.<br />

Digamos, pues, que un adolescente sea tímido es<br />

lo esperado; pero también se espera que la timi<strong>de</strong>z<br />

<strong>de</strong>saparezca a medida que una persona se encamina a<br />

la adultez...<br />

Desgraciadamente, son muchos los adultos tími-<br />

dos. Entre éstos no son pocos los que prefieren dis-<br />

frazar su enfermedad y se hacen pasar por “reser-<br />

vados”, “mo<strong>de</strong>stos” o “in<strong>de</strong>pendientes”. Las conse-<br />

cuencias, sin embargo, no tardan en aparecer: sole-<br />

dad, sentimientos <strong>de</strong> exclusión, hastío <strong>de</strong> la vida...<br />

Hay personas que se sienten tímidas en ciertos lu-<br />

gares; otras, en ciertos momentos; y otras, frente a<br />

ciertas personas...<br />

¿Qué es la timi<strong>de</strong>z?<br />

En la timi<strong>de</strong>z po<strong>de</strong>mos encontrar, en general, al-<br />

guno o algunos <strong>de</strong> los siguientes factores:<br />

89


1. Escasa habilidad social. Al tímido le resulta difí-<br />

cil hablar con una persona <strong>de</strong>sconocida, o bien le<br />

cuesta relacionarse con una persona <strong>de</strong>l sexo opuesto,<br />

o bien le resulta <strong>de</strong>masiado difícil integrarse y parti-<br />

cipar en grupo, etc.<br />

2. Angustia ante contactos o compromisos sociales.<br />

Es normal sentir cierto temor ante situaciones <strong>de</strong><br />

participación pública <strong>de</strong>safiantes (exposición <strong>de</strong> Seminarios,<br />

conducción <strong>de</strong> reuniones, etc.). Sin embargo,<br />

el tímido agranda la dificultad hasta la angustia. Lo<br />

que está en la base <strong>de</strong> sus exageraciones es el temor a<br />

la valoración personal negativa por parte <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más.<br />

Entre otras cosas, el tímido tiene una mala imagen <strong>de</strong><br />

sí mismo.<br />

3. Prejuicios contra sí mismo. El tímido piensa nega-<br />

tivamente respecto <strong>de</strong> sí mismo. Evi<strong>de</strong>ntemente<br />

que, si en alguna oportunidad algo anduvo mal, no es<br />

capaz <strong>de</strong> darse una nueva oportunidad. A<strong>de</strong>más, por<br />

lo mismo, es incapaz <strong>de</strong> mirar y evaluar objetivamente<br />

una participación personal cuando el interlocutor o<br />

grupo social son, en verdad, <strong>de</strong> mala clase y han tra-<br />

tado injustamente <strong>de</strong> <strong>de</strong>svalorizarlo. Por lo general,<br />

el tímido no es capaz <strong>de</strong> plantearse la participación<br />

social como una tarea en la que todos los resultados<br />

obtenidos sean buenos, regulares o malos, tienen un<br />

sentido positivo, sirven en términos <strong>de</strong> aprendizaje fi-<br />

nal, logro <strong>de</strong> habilida<strong>de</strong>s o <strong>de</strong>senvoltura.<br />

Digamos, pues, que las principales características<br />

<strong>de</strong>l tímido son:<br />

a) falta <strong>de</strong> habilida<strong>de</strong>s en el trato social;<br />

b) falta <strong>de</strong> confianza en sí mismo;<br />

c) ausencia <strong>de</strong> valor para iniciar contactos sociales.<br />

90


La timi<strong>de</strong>z pue<strong>de</strong> llevar a dos tipos <strong>de</strong> soledad:<br />

soledad social y soledad emocional.<br />

La soledad social es una simple consecuencia <strong>de</strong><br />

la timi<strong>de</strong>z. Hoy son numerosos los estudios que confir-<br />

man la necesidad <strong>de</strong>l contacto social, la presencia <strong>de</strong><br />

otros para garantizar la salud física y mental tanto en<br />

niños como en adultos. Ya en 1945, René Spitz <strong>de</strong>mos-<br />

tró los efectos negativos que producen la ausencia <strong>de</strong><br />

abrazos cariñosos, contactos físicos y emocionales en<br />

los niños. Luego, otros experimentos realizados con<br />

adultos, en una situación <strong>de</strong> “aislamiento” han permi-<br />

tido afirmar que la privación <strong>de</strong> toda estimulación ex-<br />

terna altera, en una medida significativa, el comporta-<br />

miento <strong>de</strong> las personas (Bexton, Heron y Scott, 1954).<br />

La soledad y el aislamiento son dañinos al ser humano.<br />

En el aislamiento empezamos a distanciarnos<br />

<strong>de</strong> los <strong>de</strong>más; con la soledad, terminamos solitarios.<br />

La vida nos enseña que las personas necesitan a otras<br />

personas... No <strong>de</strong>be avergonzar a nadie el reconocer<br />

que necesita calor humano y contacto social, a<strong>de</strong>más<br />

<strong>de</strong> pareja, relaciones familiares, laborales, etc... Tener<br />

amigos y mantener contactos sociales es simplemente<br />

una necesidad.<br />

La soledad emocional es totalmente distinta a la<br />

soledad social. La persona emocionalmente sola es in-<br />

capaz <strong>de</strong> mantener una relación íntima con alguien.<br />

Caminos <strong>de</strong> solución para el tímido<br />

El tímido en situaciones sociales, teme ser consi-<br />

<strong>de</strong>rado torpe, incapaz, etc. Pero no es sólo miedo. Le<br />

acompaña una buena dosis <strong>de</strong> preocupación y <strong>de</strong> an-<br />

91


gustia. Si mediante un ejercicio <strong>de</strong> imaginación le in-<br />

yectamos “seguridad en sí mismo”, el tímido <strong>de</strong>ja <strong>de</strong><br />

serlo y po<strong>de</strong>mos verlo participar socialmente.<br />

He aquí algunas pautas terapéuticas:<br />

1. Apren<strong>de</strong> a valorarte y aumentará tu seguridad.<br />

Para eso revisa prejuicios, temores exagerados,<br />

creencias irracionales, etc.<br />

2. Date siempre una nueva oportunidad. Si evitas<br />

cualquier contacto social porque fuiste realmente<br />

torpe en una ocasión, date una nueva oportunidad,<br />

vuelve a intentar tu participación. ¿Por qué? Porque un<br />

éxito producirá cambios en tu conducta, pensamientos,<br />

estados <strong>de</strong> ánimo, etc. Des<strong>de</strong> una actuación exitosa renacerá<br />

la esperanza, ésta te motivará a asumir nuevos<br />

<strong>de</strong>safíos y te dará confianza para afrontarlos con se-<br />

renidad. Des<strong>de</strong> pequeños logros, nacerán nuevas acti-<br />

tu<strong>de</strong>s...<br />

3. No te sientas obligado a ser perfecto; nadie es<br />

perfecto. El tímido no cree en el valor <strong>de</strong> las eta-<br />

pas, el ir haciendo camino poco a poco. Se exige ser<br />

perfecto. Por lo mismo, cree que los <strong>de</strong>más esperan<br />

<strong>de</strong> él que sea perfecto... Acéptate humano, es <strong>de</strong>cir,<br />

a<strong>de</strong>lantando por pasos, con posibilidad <strong>de</strong> tropiezos e<br />

incluso caídas. Si el tímido se permite cometer erro-<br />

res, verá claramente que también los <strong>de</strong>más lo com-<br />

pren<strong>de</strong>n. El prejuicio irracional <strong>de</strong> perfección, en este<br />

caso <strong>de</strong> participación social perfecta está a la base <strong>de</strong><br />

la mala auto-imagen.<br />

4. No es necesario que seas agradable siempre a to<br />

das las personas. La vida social se entreteje <strong>de</strong> gustos,<br />

intereses personales, etc. No es posible que todas<br />

las personas opinen lo mismo, gusten lo mismo,<br />

etc. En la relación social se dan enfoques, gustos, inte-<br />

92


eses diferentes y, sin embargo, las personas pue<strong>de</strong>n<br />

ser igualmente amigas y valiosas.<br />

Antes <strong>de</strong> terminar con estas pautas <strong>de</strong> tratamiento<br />

para tímidos digamos francamente que no existen re-<br />

cetas rígidas para apren<strong>de</strong>r el contacto social exitoso.<br />

La participación social básicamente se adquiere apren-<br />

diendo a apren<strong>de</strong>r habilida<strong>de</strong>s sociales. Así, la timi<strong>de</strong>z<br />

se vence <strong>de</strong>sarrollando, poco a poco, entre aciertos y<br />

errores, la capacidad <strong>de</strong> trato social.<br />

Por el contrario, la soledad emocional es una situación<br />

muy distinta y se “compensa” simplemente con<br />

“intimidad”. La intimidad permite a la persona sentir-<br />

se completa, es <strong>de</strong>cir, le da sensación <strong>de</strong> satisfacción.<br />

¿Qué implica la intimidad?... Tener con quien<br />

compartir lo propio, aquello que vivimos cada día. La<br />

intimidad no es sólo cercanía <strong>de</strong> compañero <strong>de</strong> traba-<br />

jo, <strong>de</strong> amistad, <strong>de</strong> amor <strong>de</strong> pareja o <strong>de</strong> padres o <strong>de</strong> hi-<br />

jos... La intimidad se da cuando se encuentra a otra<br />

persona y se tiene la sensación <strong>de</strong> que la otra persona<br />

es parte <strong>de</strong> uno mismo. No importa lo económico, cul-<br />

tural, etc... En estas condiciones -en la intimidad-<br />

se comparte todo: penas o alegrías; culpa o caída; ex-<br />

periencias profundas o superficiales...<br />

La terapia para el solitario emocional dice relación<br />

con la seguridad y <strong>de</strong>senvoltura personal que permitan<br />

el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> nuevas relaciones íntimas. Toda téc-<br />

nica sicológica que ayu<strong>de</strong> a las personas a mostrarse<br />

tal cual son, indirectamente, va orientada a solucionar<br />

la timi<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l solitario emocional. (Ver capítulo sobre<br />

Asertividad).<br />

Para concluir este capítulo digamos que:<br />

1. La participación en diversas activida<strong>de</strong>s sociales<br />

origina una sensación <strong>de</strong> adaptación emocional,<br />

93


una buena salud física y una actitud positiva ante<br />

la vida;<br />

2. Des<strong>de</strong> nuestra más tierna infancia, apren<strong>de</strong>mos<br />

ritos y hábitos sociales simples y fáciles que, a<br />

través <strong>de</strong> la vida, nos permiten relacionarnos fá-<br />

cilmente;<br />

3. La timi<strong>de</strong>z se vence <strong>de</strong>sarrollando capacidad <strong>de</strong><br />

trato social, repertorio conductual.<br />

94


3.<br />

El “estrés”<br />

Hoy hablamos comúnmente <strong>de</strong> “estrés”. La socie-<br />

dad mo<strong>de</strong>rna, sometida a migraciones, cambios políti-<br />

cos serios, a tiempos excesivos <strong>de</strong> trabajo, a intensa<br />

competencia, con problemas <strong>de</strong> rol en las personas,<br />

con resonancias afectivas <strong>de</strong> enojo, <strong>de</strong> ansiedad, etc.,<br />

con relativa frecuencia llega a límites extremos...<br />

En estas condiciones negativas, las personas enferman.<br />

Queda a la <strong>de</strong>riva la integridad física o mental.<br />

Está arriesgándose la calidad <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> los individuos.<br />

Por todo esto y muchas otras razones, también vá-<br />

lidas, cualquier intento <strong>de</strong> aproximación al estudio <strong>de</strong>l<br />

“estrés” se justifica ampliamente.<br />

¿Qué es el “estrés”?<br />

Vamos a mirar el “estrés” fundamentalmente co-<br />

mo un proceso: hay un inicio, un <strong>de</strong>sarrollo y un tér-<br />

mino o resultante. Más específicamente diremos que<br />

el “estrés” como respuesta orgánica se <strong>de</strong>sarrolla fun-<br />

damentalmente en tres etapas:<br />

a) reacción <strong>de</strong> alarma;<br />

b) estado <strong>de</strong> resistencia;<br />

c) estado <strong>de</strong> agotamiento.<br />

95


No podremos olvidar que el “síndrome <strong>de</strong> estrés”<br />

afecta al organismo en su totalidad.<br />

El agotamiento selectivo <strong>de</strong> algún órgano repre-<br />

senta la última fase, la etapa <strong>de</strong> agotamiento.<br />

Las principales variables que <strong>de</strong>ben consi<strong>de</strong>rarse<br />

dicen relación con la persona y/o el ambiente.<br />

Lazarus (1977) y Ursini (1978) han estudiado tam-<br />

bién los procesos sicológicos que median entre el es-<br />

tímulo o agente agresor y la respuesta <strong>de</strong>l organismo.<br />

Finalmente, estos estudiosos llegan también a pos-<br />

tular que mediante los procesos cognitivos una perso-<br />

na pue<strong>de</strong> llegar a modificar y controlar la secuencia<br />

<strong>de</strong>l “Síndrome General <strong>de</strong> Adaptación” (S.G.A.). Así,<br />

muestran cuán importante es, en último término, co-<br />

nocer cómo el individuo enfrenta el estímulo estre-<br />

sante.<br />

96<br />

Revisemos algunas <strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong> “estrés”:<br />

1. La palabra “estrés” <strong>de</strong>riva <strong>de</strong>l latín “stringere” y<br />

significa “apretar”. Así, pue<strong>de</strong> significar una fuer-<br />

za constrictora que actúa sobre las personas. Se<br />

usan como sinónimos las palabras: esfuerzo, ten-<br />

sión, presión.<br />

2. Cualquier fuerza externa constrictora que produ-<br />

ce tensión.<br />

3. El “estrés” es una respuesta a un agente agresor<br />

que prepara al organismo para la lucha o la hui-<br />

da (síndrome general <strong>de</strong> adaptación).<br />

4. El “estrés”, precio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sgaste <strong>de</strong>l organismo,<br />

provoca ciertos cambios en la estructura y compo-<br />

sición química <strong>de</strong> éste.


5. Fenómeno perceptual que surge <strong>de</strong> la compara-<br />

ción entre la <strong>de</strong>manda que percibe una persona y<br />

su capacidad para enfrentarla, comparación que<br />

pue<strong>de</strong> terminar en un <strong>de</strong>sequilibrio, lo cual da lu-<br />

gar a la experiencia <strong>de</strong> “estrés”, que es tanto fisio-<br />

lógica como sicológica.<br />

6. Si las respuestas <strong>de</strong>fensivas, exigidas por el agente<br />

agresor, son severas y/o prolongadas pue<strong>de</strong>n o<br />

agotar los recursos <strong>de</strong>l sistema fisiológico o ser<br />

excesivas para él. El costo que pagan las <strong>de</strong>fensas<br />

o el sistema mismo, en estos casos, son los esta-<br />

dos <strong>de</strong> enfermedad, llamadas “enfermeda<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

adaptación”.<br />

Cualquiera sea la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> “estrés” que prefiramos,<br />

durante él, el sistema nervioso y el sistema en-<br />

docrino u hormonal juegan un papel importante en<br />

la mantención <strong>de</strong> la resistencia.<br />

La capacidad normal que tiene todo organismo<br />

para mantener su a<strong>de</strong>cuado equilibrio interno y que le<br />

permite el enfrentamiento a los diversos agentes agre-<br />

sores se conoce como capacidad homeostática.<br />

Agreguemos, finalmente, a modo <strong>de</strong> recapitula-<br />

ción que el “estrés” pue<strong>de</strong> darse en el plano sicológi-<br />

co (insatisfacción, ansiedad, baja autoestima), fisioló-<br />

gico (alta presión sanguínea, niveles elevados <strong>de</strong> coles-<br />

terol) y conductual (fumar, beber).<br />

Situaciones <strong>de</strong> “estrés”<br />

y funcionamiento orgánico<br />

Todo organismo está naturalmente equipado para<br />

manejar situaciones adversas: temor, tensión, angustia,<br />

97


agresiones, etc. El comando general <strong>de</strong> la <strong>de</strong>fensa es-<br />

tá a cargo <strong>de</strong>l Sistema Nervioso Autónomo (S.N.A.).<br />

El S.N.A. es visto, comúnmente, como el conjun-<br />

to <strong>de</strong> los sistemas simpáticos y parasimpáticos. La gran<br />

mayoría <strong>de</strong> los órganos efectores están enervados por<br />

ambos sitemas. Los efectos producidos por cada uno<br />

<strong>de</strong> ellos, generalmente, son antagónicos. Por ejemplo,<br />

el sistema parasimpático reduce el pulso y el simpático<br />

lo eleva.<br />

a) El Sistema Nervioso Simpático (S.N.S.). Las ac-<br />

ciones <strong>de</strong>l S.N.S., tomadas en su conjunto, pare-<br />

cen orientadas al reforzamiento <strong>de</strong> las <strong>de</strong>fensas <strong>de</strong>l<br />

cuerpo contra los peligros que pue<strong>de</strong>n amenazarlo. El<br />

aumento <strong>de</strong> la actividad simpática moviliza los recur-<br />

sos <strong>de</strong>l cuerpo para la acción inmediata. El S.N.S. es-<br />

timula la secreción <strong>de</strong> catecolaminas <strong>de</strong> la médula<br />

adrenal, altera el proceso metabólico, produce rápi-<br />

dos cambios en la función cardiovascular, etc. Todos<br />

estos cambios han sido llamados “reacción <strong>de</strong> emer-<br />

gencia” (Gray, 1971 y 1975).<br />

b) El Sistema Nervioso Parasimpático (S.N.P.). Las<br />

acciones <strong>de</strong>l S.N.P. parecen estar orientadas hacia<br />

situaciones propias <strong>de</strong> la relajación o recuperación.<br />

Así comanda las maniobras necesarias para que el or-<br />

ganismo vuelva a su funcionamiento normal, don<strong>de</strong> no<br />

son necesarios ya los recursos que moviliza el sistema<br />

nervioso en una situación <strong>de</strong> alarma: disminuye la ve-<br />

locidad <strong>de</strong>l pulso cardíaco, la respiración se torna po-<br />

co profunda y más silenciosa, caen los niveles <strong>de</strong> glu-<br />

cosa en la sangre, etc.<br />

Todo organismo, humano o animal, está, pues,<br />

equipado para reaccionar frente a las <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong>l<br />

ambiente. Estas reacciones son la lucha o la huida.<br />

98


c) Las glándulas adrenales (o suprarrenales). Con-<br />

sisten en dos áreas funcionalmente separadas: la<br />

médula interna y la corteza externa.<br />

La actividad en la médula es regulada por el sis-<br />

tema nervioso simpático (S.N.S.). De él <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> la li-<br />

beración tanto <strong>de</strong> adrenalina como <strong>de</strong> noradrenalina<br />

<strong>de</strong> las células <strong>de</strong> la médula adrenal. Este sistema sim-<br />

pático-adrenomedular parece dominar en la etapa <strong>de</strong><br />

reacción <strong>de</strong> alarma <strong>de</strong>l “síndrome general <strong>de</strong> adapta-<br />

ción” (S.G.A.). La función <strong>de</strong> la corteza adrenal pare-<br />

ce ser regulada, en parte importante, por el nivel <strong>de</strong><br />

la hormona corticotrofina (ACTH) en la sangre. El<br />

S.G.A. pareciera participar especialmente en la etapa<br />

<strong>de</strong> resistencia.<br />

(Sebye al hacer el estudio <strong>de</strong>l S.G.A. estableció tres<br />

etapas que lo conformarían: 1) Etapa inicial o reacción<br />

<strong>de</strong> alarma. Implica un primer llamado a todas las <strong>de</strong>-<br />

fensas <strong>de</strong>l organismo. 2) Etapa <strong>de</strong> la máxima adapta-<br />

ción o etapa <strong>de</strong> resistencia. Si el estresor continúa por<br />

<strong>de</strong>masiado tiempo, si es muy agudo, o si las <strong>de</strong>fensas<br />

no son efectivas, el organismo evoluciona hacia la si-<br />

guiente etapa. 3) Etapa <strong>de</strong> agotamiento: todos los me-<br />

canismos <strong>de</strong> adaptación se colapsan).<br />

Los cambios <strong>de</strong> vida<br />

en las personas y el “estrés”<br />

Todo inci<strong>de</strong>nte nuevo en la vida <strong>de</strong> una persona<br />

rompe con el esquema habitual <strong>de</strong> situaciones en que<br />

ésta acostumbra a manejarse. A esta realidad vital, experiencial<br />

la llamamos “cambio <strong>de</strong> vida”.<br />

99


Como es fácil compren<strong>de</strong>r, un cambio <strong>de</strong> vida re-<br />

quiere <strong>de</strong> una mayor actividad <strong>de</strong> adaptación <strong>de</strong> parte<br />

<strong>de</strong>l individuo para po<strong>de</strong>r asimilarlo.<br />

En esta perspectiva, tanto los cambios positivos<br />

como los negativos en la vida <strong>de</strong>l sujeto son consi<strong>de</strong>ra-<br />

dos como estresantes dado que <strong>de</strong>mandan numerosos<br />

ajustes <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> las personas a un nuevo estilo o<br />

patrón <strong>de</strong> vida (por ejemplo, matrimonio o divorcio).<br />

Cabe mencionar como pioneros y estudiosos <strong>de</strong><br />

este tema a H. Rahe (1967), T. Holmes (1967), Scha-<br />

fer (1978), Levi (1972), A. Hamilton (1976), Mc. Grath<br />

(1976), Caplan, Cobb, Van Harrison (1975). En espe-<br />

cial, sus investigaciones impactaron al poner en evi<strong>de</strong>n-<br />

cia una significativa correlación entre cambios ambientales<br />

y enfermeda<strong>de</strong>s sicosomáticas (o <strong>de</strong>sajuste <strong>de</strong> las<br />

personas).<br />

Resumiendo digamos que “en poquísimas generaciones,<br />

a partir <strong>de</strong> la Revolución Industrial, con prác-<br />

ticamente ningún tiempo ni oportunidad para la introducción<br />

<strong>de</strong> cambios en el equipo biológico <strong>de</strong>l hom-<br />

bre, e incluso sin tiempo para cambiar sus costumbres,<br />

el ambiente humano ha sufrido una drástica transfor-<br />

mación. Esta transformación le ha implicado al indi-<br />

viduo una cada vez mayor y más específica adaptación<br />

al ambiente lo que implica una movilización acelera-<br />

da <strong>de</strong> los múltiples mecanismos que componen esta<br />

reacción. Esto lleva a un continuo <strong>de</strong>sgaste <strong>de</strong> las re-<br />

servas energéticas, y el hombre se torna más vulnera-<br />

ble a ser afectado negativamente por las <strong>de</strong>mandas<br />

externas que se ejercen sobre él. No tiene tiempo ni<br />

oportunidad <strong>de</strong> ajustarse a estos nuevos cambios, lo<br />

que, a<strong>de</strong>más, influye para que los perciba como más<br />

nocivos” (Concha, I. y col., 1982).<br />

100


Cuando se constata que un cambio vital <strong>de</strong>termi-<br />

nado daña a una persona y no a otra, cabe inmedia-<br />

tamente la pregunta: ¿por qué?<br />

En la línea <strong>de</strong> investigación <strong>de</strong> Cox y Mac Kay<br />

(1976) como también <strong>de</strong> Lazarus (1976) y Mc Grath<br />

(1970), hay que mirar el “estrés” como un fenómeno<br />

perceptual que surge <strong>de</strong> la comparación entre la exi-<br />

gencia o presión ejercida sobre la persona y su habili-<br />

dad para enfrentar dicha exigencia. Hay ciertamente,<br />

una exigencia, pero es <strong>de</strong> primera importancia consi-<br />

<strong>de</strong>rar la percepción que el sujeto tiene <strong>de</strong> esta exigen-<br />

cia. También está, simultáneamente, la percepción <strong>de</strong><br />

la capacidad personal para enfrentar dicha exigencia.<br />

Si existe disonancia en el sujeto que percibe entre la<br />

exigencia y la capacidad para enfrentarla se configura<br />

el <strong>de</strong>sequilibrio. La percepción <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sequilibrio gati-<br />

lla (origina) la experiencia subjetiva, emocional <strong>de</strong>l es-<br />

trés (a nivel sicológico y fisiológico).<br />

Vemos así cuán importantes son los sistemas <strong>de</strong><br />

creencias en el individuo (juicios, valores, actitu<strong>de</strong>s,<br />

interpretaciones, opiniones acerca <strong>de</strong> quiénes somos,<br />

quiénes y cómo son las otras personas, qué es impor-<br />

tante en la vida y cómo <strong>de</strong>biéramos funcionar para<br />

“pertenecer”, tener una posición). ¡Qué importante ser<br />

capaz <strong>de</strong> mirar y experimentar objetivamente la vida!;<br />

¡ojalá aprendiéramos a mirar preferentemente el lado<br />

positivo! Igualmente importante, en el manejo <strong>de</strong> situaciones<br />

estresantes, son los umbrales <strong>de</strong> tolerancia que<br />

tiene cada persona (Monat y Lazaras, 1977).<br />

101


Los costos fisiológicos<br />

y sicológicos <strong>de</strong>l “estrés”<br />

(Dr. R. Van Amberg, 1976).<br />

I. El estrés leve. Generalmente va acompañado <strong>de</strong><br />

un gran impulso para actuar; la percepción es excepcionalmente<br />

aguda; se presenta una energía ner-<br />

viosa excesiva y una capacidad <strong>de</strong> realizar más traba-<br />

jo que el habitual. Es una etapa agradable, pero tam-<br />

bién <strong>de</strong>be ser consi<strong>de</strong>rada como la primera etapa <strong>de</strong><br />

señales <strong>de</strong> advertencia porque se están consumiendo<br />

las reservas <strong>de</strong> energía.<br />

II. Primeros efectos <strong>de</strong>sagradables <strong>de</strong>l estrés. Las re-<br />

servas <strong>de</strong> energía ya no alcanzan para todo el día:<br />

cansancio al levantarse o en las primeras horas <strong>de</strong> la<br />

tar<strong>de</strong>; trastornos ocasionales <strong>de</strong> las funciones estoma-<br />

cales e intestinales; tensión muscular en la espalda y<br />

alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l cráneo; sensación <strong>de</strong> no po<strong>de</strong>r relajarse.<br />

III. La fatiga se acentúa: mayores perturbaciones <strong>de</strong><br />

las funciones intestinales; problemas estomacales;<br />

músculos tiesos; sensación <strong>de</strong> tensión en aumento;<br />

trastornos en el sueño.<br />

IV. Gran dificultad para trabajar en la tar<strong>de</strong>. Activi<br />

da<strong>de</strong>s antes agradables resultan ahora penosas;<br />

las conversaciones con los amigos y las situaciones so-<br />

ciales se vuelven molestas; sentimientos negativos; imposibilidad<br />

<strong>de</strong> concentrarse; temores sin causa aparen-<br />

te; los trastornos <strong>de</strong>l sueño son mayores.<br />

V. Los síntomas se intenscan. Fatiga extrema; difi-<br />

cultad para realizar tareas sencillas; trastornos in-<br />

tensos <strong>de</strong> las funciones estomacales e intestinales; sen-<br />

saciones <strong>de</strong> temores agudos.<br />

VI. Síntomas muy intensos. Violentos latidos <strong>de</strong>l co-<br />

razón; respiración anhelante, temblores; escalo-<br />

102


fríos; transpiración; manos y pies entumecidos y con<br />

sensación <strong>de</strong> hormigueo. Energía apenas suficiente pa-<br />

ra efectuar las tareas más sencillas.<br />

En este menoscabo <strong>de</strong> la salud, cabe preguntarse:<br />

¿se afectan las estructuras fisiológicas o síquicas?... No<br />

es fácil respon<strong>de</strong>r. La experiencia muestra que las<br />

personas utilizan los mecanismos fisiológicos y sicológicos<br />

para adaptarse. Sin embargo, si bien los indivi-<br />

duos adoptan preferentemente una <strong>de</strong> estas vías, por<br />

qué respon<strong>de</strong>n como respon<strong>de</strong>n es un asunto comple-<br />

jo.<br />

Para terminar recor<strong>de</strong>mos que si bien el estrés,<br />

consi<strong>de</strong>rado como mecanismo <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa frente a un<br />

agresor, es algo normal en todo organismo y, por lo<br />

mismo, todo organismo, animal y humano, está capaci-<br />

tado para adaptarse naturalmente al medio ambiente<br />

cambiante.<br />

Sin embargo, por razones cognitivas o <strong>de</strong> situacio-<br />

nes extremas y/o muy prolongadas, los individuos pue-<br />

<strong>de</strong>n llegar a <strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nes crónicos. Así llegamos a lo<br />

que los especialistas llaman “enfermeda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> adap-<br />

tación” (enfermedad coronaria, diabetes mellitus, úl-<br />

cera péptica, hipertensión arterial, colon irritable, dis-<br />

funciones sexuales, artritis reumatoi<strong>de</strong>, alergias y al-<br />

gunas formas <strong>de</strong> asma, propensión a las infecciones<br />

y al cáncer, enfermeda<strong>de</strong>s neurosiquiátricas, alcoholis-<br />

mo y otras adicciones, etc.).<br />

“El tipo <strong>de</strong> enfermedad es producto <strong>de</strong> la acción<br />

<strong>de</strong> factores condicionantes <strong>de</strong> la persona (programa<br />

sicobiológico, factores cognitivos, vulnerabilidad somá-<br />

tica). Estos factores <strong>de</strong>terminan qué vías y cuáles sis-<br />

temas orgánicos serán más sensibles y, se verán afec-<br />

tados en una situación <strong>de</strong> estrés”(Concha I., y col.,<br />

1982).<br />

103


4.<br />

La <strong>de</strong>presión<br />

Para bien o para mal, las emociones controlan<br />

nuestra vida... Por esto, si queremos apren<strong>de</strong>r a vivir<br />

bien, es <strong>de</strong> gran importancia conocer todo cuanto di-<br />

ce relación con las emociones: su origen, su adminis-<br />

tración, etc.<br />

Si la alegría o el entusiasmo vitalizan nuestro cuer-<br />

po, las emociones negativas lo <strong>de</strong>struyen y <strong>de</strong>primen<br />

las fuerzas vitales <strong>de</strong>l organismo. Los estudios experimentales<br />

realizados al respecto son numerosos y ya en-<br />

tregan claras conclusiones. Por ejemplo, son significa-<br />

tivamente más numerosas las personas que enferman<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> un ser querido.<br />

Si la relación salud-emociones es tan importante,<br />

¿qué hacer para administrar nuestros sentimientos en<br />

forma constructiva y armoniosa?... Son miles las res-<br />

puestas a esta pregunta. Toda la sicología, en particu-<br />

lar, a través <strong>de</strong> las diferentes corrientes terapéuticas<br />

tratan <strong>de</strong> hacerse cargo <strong>de</strong> esta interrogante. En estos<br />

momentos, diremos aquí sólo algo obvio: un buen ca-<br />

mino, un fácil camino para gobernar y controlar las<br />

emociones consiste en mantener control sobre los pensamientos<br />

e imágenes mentales. Así, si el hombre se<br />

hace cargo <strong>de</strong> sus pensamientos pue<strong>de</strong> sustituir el te-<br />

mor por el amor, la mala por buena voluntad, la tris-<br />

teza por la alegría, la cólera por la paz, etc.<br />

104


Todos po<strong>de</strong>mos cuidar nuestra salud, prevenir<br />

las enfermeda<strong>de</strong>s, etc., a través <strong>de</strong> la mente: pensa-<br />

mientos <strong>de</strong> paz y armonía, juicios <strong>de</strong> comprensión y<br />

perdón, valoración personal, organización pru<strong>de</strong>nte<br />

<strong>de</strong>l tiempo, etc.<br />

¿Qué es la <strong>de</strong>presión?<br />

En la vida, lo normal es que nos encontremos con<br />

penas y alegrías, que tengamos experiencias <strong>de</strong> en-<br />

cuentro y <strong>de</strong> <strong>de</strong>spedida, que nos hallemos en situacio-<br />

nes <strong>de</strong> éxito y <strong>de</strong> fracaso...<br />

¿Son enfermizos los sentimientos <strong>de</strong> pérdida, <strong>de</strong><br />

tristeza, <strong>de</strong> añoranzas?... Que el triunfo produzca ale-<br />

gría y que el fracaso produzca tristeza es lo normal,<br />

lo sano. Entonces, ¿qué es la <strong>de</strong>presión?, ¿cuándo se<br />

habla <strong>de</strong> <strong>de</strong>presión como enfermedad?... En la <strong>de</strong>pre-<br />

sión normal, contrariamente a lo que pasa en la <strong>de</strong>-<br />

presión patológica, se sabe por qué se sufre; a<strong>de</strong>más<br />

la respuesta personal es a<strong>de</strong>cuada y en proporción al estímulo.<br />

En general, digamos que la <strong>de</strong>presión se caracte-<br />

riza por un sentimiento <strong>de</strong> tristeza. La persona <strong>de</strong>pri-<br />

mida percibe la vida en forma opaca, siente que nada<br />

merece la pena. Sobreviene una sensación <strong>de</strong> <strong>de</strong>sespe-<br />

ranza. No hay posibilida<strong>de</strong>s y no vale la pena ni siquie-<br />

ra intentar algo porque las cosas no mejorarán.<br />

Por otro lado, las personas viven a medias, sólo<br />

tienen fuerzas para realizar las tareas más elementa-<br />

les. Por lo general, <strong>de</strong>saparece, en primer lugar, el<br />

interés por las activida<strong>de</strong>s sociales; luego, se pier<strong>de</strong><br />

el interés por las aficiones y proyectos personales. La<br />

105


lectura, por ejemplo, se hace <strong>de</strong>sagradable y se trans-<br />

forma en trabajo, en parte porque están afectadas la<br />

memoria y la concentración.<br />

Algunos <strong>de</strong>presivos agregan estados angustiosos<br />

que se expresan en llantos frecuentes.<br />

El individuo con <strong>de</strong>presión pier<strong>de</strong> autoestima,<br />

amor propio, llega a creer que no agrada a nadie o<br />

tener la sensación <strong>de</strong> que todo el mundo se ríe a sus espaldas.<br />

Fácilmente llega por estos caminos a la con-<br />

clusión <strong>de</strong> que la sociedad, la familia o sus amigos es-<br />

tarían mejor sin él. Dado, pues, que tiene poco cari-<br />

ño a la propia existencia, que se siente culpable <strong>de</strong><br />

errores reales o imaginarios, cercanos o lejanos a él,<br />

empieza a pensar en el suicidio. Es <strong>de</strong>cir, porque el <strong>de</strong>presivo<br />

siente que no vale y que su existencia mo-<br />

lesta a los <strong>de</strong>más se convence <strong>de</strong> que no merece vivir.<br />

En relación a las apetencias, en el <strong>de</strong>presivo pue-<br />

<strong>de</strong>n aparecer disminuidos el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> comida, <strong>de</strong> se-<br />

xo, <strong>de</strong> contacto social y, finalmente, como ya hemos expresado,<br />

el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> la misma vida.<br />

También pue<strong>de</strong>n presentarse síntomas físicos: sen-<br />

sación <strong>de</strong> opresión en el pecho, dolor <strong>de</strong> cabeza, peso<br />

en el estómago; a veces, dificultad <strong>de</strong> tragar, seque-<br />

dad en la boca. (Sólo en casos excepcionales, pue<strong>de</strong><br />

aparecer aumento <strong>de</strong> la necesidad sexual y <strong>de</strong>l apetito<br />

<strong>de</strong> comer).<br />

Clases <strong>de</strong> <strong>de</strong>presión<br />

(Esta clasificación es absolutamente discrecional y subjetiva)<br />

1. Depresión endógena: En ella no hay causa exter-<br />

na aparente. Se supone, como causa interna, un<br />

mal funcionamiento <strong>de</strong>l sistema nervioso central. Este<br />

106


produciría un <strong>de</strong>sequilibrio, una alteración en la pro-<br />

ducción <strong>de</strong> las substancias químicas (hormonas) que<br />

se utilizan en la función cerebral. La mayoría <strong>de</strong> los<br />

individuos que sufren una <strong>de</strong>presión tienen o han te-<br />

nido problemas emocionales. Por eso, queda aún hoy<br />

día, en pie la siguiente interrogante: ¿los problemas<br />

emocionales y físicos están causados por los <strong>de</strong>sequili-<br />

brios hormonales o más bien aquéllos se responsabi-<br />

lizan <strong>de</strong> éstos?... Sicólogos y siquiatras, cada uno <strong>de</strong>s-<br />

<strong>de</strong> su perspectiva propia, buscan la etiología <strong>de</strong> la <strong>de</strong>-<br />

presión y parecen abordar el eterno problema <strong>de</strong>l ori-<br />

gen <strong>de</strong>l huevo y la gallina.<br />

2. Depresión reactiva: En ella la causa externa es<br />

evi<strong>de</strong>nte (pérdida <strong>de</strong> un ser querido, <strong>de</strong> un traba-<br />

jo, <strong>de</strong> una fortuna, etc.).<br />

En sí, la <strong>de</strong>presión reactiva es sana ante un con-<br />

tratiempo personal grave, ante un estado <strong>de</strong> cansancio<br />

prolongado, etc. Sin embargo, si se perdura <strong>de</strong>masia-<br />

do en el tiempo po<strong>de</strong>mos llegar a una <strong>de</strong>presión cró-<br />

nica. Ante un hecho externo <strong>de</strong>safortunado, la <strong>de</strong>pre-<br />

sión reactiva aparece <strong>de</strong> modo casi instantáneo: es una<br />

reacción.<br />

En la <strong>de</strong>presión reactiva sólo aparecen algunos<br />

síntomas <strong>de</strong> la <strong>de</strong>presión endógena: sentimientos <strong>de</strong><br />

tristeza, períodos <strong>de</strong> angustia. El individuo se pone<br />

algo más pasivo, pero sigue viviendo. En cuanto al<br />

sueño, ambas <strong>de</strong>presiones se diferencian claramente:<br />

la <strong>de</strong>presión endógena se acompaña con insomnio a<br />

partir <strong>de</strong> las primeras horas <strong>de</strong> la madrugada; en la<br />

<strong>de</strong>presión reactiva, en cambio, resulta difícil dormir-<br />

se, pero una vez que el individuo <strong>de</strong>presivo se queda<br />

dormido ya no se <strong>de</strong>spierta hasta la mañana y al <strong>de</strong>s-<br />

pertar la persona se siente recuperada, lo que no su-<br />

ce<strong>de</strong> en la <strong>de</strong>presión endógena.<br />

107


En cuanto al suicidio, en ambas <strong>de</strong>presiones es<br />

un riesgo real. Sin embargo, en la <strong>de</strong>presión reactiva<br />

el riesgo está principalmente al comienzo <strong>de</strong>l período<br />

<strong>de</strong>presivo; por el contrario, en la endógena está al fi-<br />

nal <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>terioro.<br />

3. Depresión tóxica (o secundaria): el origen es ex-<br />

terno, pero específico: fármacos, alcohol o infec-<br />

ción viral. Esta <strong>de</strong>presión pue<strong>de</strong> sobrevenir, por ejem-<br />

plo, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una influenza, una hepatitis, etc., o<br />

bien <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> ingerir fármacos tipo barbitúricos, o<br />

sedantes, o cortisona, o medicamentos usados para<br />

bajar la presión sanguínea (por ejemplo, reserpina).<br />

También <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> algunas enfermeda<strong>de</strong>s como dia-<br />

betes, trastornos a la tiroi<strong>de</strong>s, etc.<br />

4. Depresión sicótica: su origen habría que buscarlo<br />

en un agotamiento excesivo o en una enfermedad<br />

cerebral. También pue<strong>de</strong> correspon<strong>de</strong>r a un momen-<br />

to <strong>de</strong> la sicosis maníaco-<strong>de</strong>presiva. En este tipo <strong>de</strong> <strong>de</strong>-<br />

presión son frecuentes las alucinaciones, la pérdida<br />

<strong>de</strong>l contacto con la realidad. La autoestima pue<strong>de</strong> va-<br />

riar <strong>de</strong> un día para otro.<br />

5. Depresión enmascarada: el individuo funciona<br />

normalmente, pero en forma superficial. La per-<br />

sona vive retraída y remota; su cara expresa muy po-<br />

ca emoción. Se comunica con los <strong>de</strong>más, pero nunca<br />

se confía profundamente.<br />

Cualquier tipo <strong>de</strong> <strong>de</strong>presión si no es cuidada a<br />

tiempo pue<strong>de</strong> llegar a ser “endógena”. Para ayudar al<br />

<strong>de</strong>presivo endógeno, en forma rápida, existe, en si-<br />

quiatría, una amplia gama <strong>de</strong> fármacos especializados<br />

(los anti<strong>de</strong>presivos). Sin embargo, también existen, en<br />

sicoterapia, diversos y eficaces tratamientos.<br />

108


Tensión y Depresión<br />

(Ver capítulo sobre “estrés”)<br />

En la ciencia suce<strong>de</strong>n cosas paradójicas y no <strong>de</strong>-<br />

bemos extrañarnos. Por ejemplo, en medicina se pue-<br />

<strong>de</strong> saber cómo curar una enfermedad <strong>de</strong>sconociendo<br />

la causa.<br />

Con la <strong>de</strong>presión suce<strong>de</strong> algo parecido. Hay teo-<br />

rías sobre las causas <strong>de</strong> la <strong>de</strong>presión, hay tratamien-<br />

tos, más o menos, eficaces; sin embargo, no conoce-<br />

mos a ciencia cierta su origen.<br />

A pesar <strong>de</strong> lo anterior, po<strong>de</strong>mos afirmar que, en-<br />

tre los especialistas, hay ciertos acuerdos:<br />

— hay relación entre tensión, fatiga y <strong>de</strong>presión;<br />

— hay relación entre tensión y enfermeda<strong>de</strong>s.<br />

Algún intento <strong>de</strong> comprensión <strong>de</strong> la <strong>de</strong>presión<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> un enfoque biológico al alcance <strong>de</strong> todo públi-<br />

co, exigiría, como mínimo, tener presente:<br />

a) frente a un pensamiento o acontecimiento que<br />

produce tensión:<br />

b) reaccionan las glándulas suprarrenales, produ-<br />

ciendo niveles <strong>de</strong>:<br />

c) adrenalina, hormona que regula el metabolismo<br />

orgánico y que es responsable <strong>de</strong>l:<br />

d) metabolismo, que dice relación con la rapi<strong>de</strong>z y<br />

eficacia con que el organismo realiza sus funcio-<br />

nes vitales.<br />

Los cuatro momentos señalados en este esquema<br />

expresémoslos <strong>de</strong> esta otra forma: Un organismo, so-<br />

metido a tensión, funciona a más velocidad, esto es,<br />

gastando más energía. (La energía ciertamente no pue-<br />

<strong>de</strong> existir sin una fuente; en nuestro caso esta fuente<br />

109


está representada por los nutrientes <strong>de</strong>l organismo).<br />

La energía necesita una “planta transformadora” para<br />

respon<strong>de</strong>r a las <strong>de</strong>mandas físicas y síquicas <strong>de</strong> un or-<br />

ganismo. Pero, si una pieza <strong>de</strong>l sistema, en el proceso<br />

transformador, está en malas condiciones, simplemen-<br />

te disminuye o no se da la fuerza energética.<br />

Las tensiones prolongadas, digamos, gastan las<br />

piezas... El organismo no pue<strong>de</strong> reponerse. En una si-<br />

tuación <strong>de</strong> <strong>de</strong>sgaste prolongado, el organismo avisa:<br />

flato, estreñimiento, diarrea, etc... Si no se escuchan<br />

los avisos orgánicos, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l período <strong>de</strong> tensión<br />

prolongado, sobreviene a la persona una sensación <strong>de</strong><br />

estar aplastada “por las presiones, <strong>de</strong>mandas y cosas<br />

que hay que hacer. Finalmente, sobreviene la sensa-<br />

ción <strong>de</strong> impotencia.<br />

¿Hay muchas tensiones en tú vida?<br />

Holmes construyó una Escala para medir tensio-<br />

nes. La base teórica supone que toda experiencia, en<br />

cuanto implica cambio y adaptación, significa tensión.<br />

Así, cada hecho o acontecimiento, positivo o negativo,<br />

tiene un coeficiente tensional.<br />

La escala <strong>de</strong> Holmes predice que quien acumule<br />

un total elevado <strong>de</strong> puntos presentará una enfermedad<br />

grave, en un período <strong>de</strong> dos años. Si bien Holmes no<br />

utilizó su escala para pre<strong>de</strong>cir <strong>de</strong>presión, los indivi-<br />

duos que acusan <strong>de</strong>presión señalan, en la consulta clí-<br />

nica, como propias, varias <strong>de</strong> las experiencias que contiene<br />

la escala.<br />

Los puntajes totales pue<strong>de</strong>n acumularse en un período<br />

anual. El gráfico que obtengamos será bastante<br />

confiable. Según esta escala, si acumulamos sólo 150<br />

puntos, hay pocas posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> enfermarnos. Has-<br />

110


ta 200 puntos, las posibilida<strong>de</strong>s son bajas. De 225 a<br />

300, ya pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse que son medianas (50%). De 300<br />

y más, son altas. (Hay que tener presente, sin embar-<br />

go, que no es fácil medir tensiones. Estas son algo muy<br />

propio en cada individuo. Lo que es mucho para uno,<br />

no lo es para otro).<br />

Escala <strong>de</strong> tensión <strong>de</strong> Holmes<br />

1. Muerte <strong>de</strong>l cónyuge 100<br />

2. Divorcio 73<br />

3. Separación matrimonial 65<br />

4. Período <strong>de</strong> cárcel 63<br />

5. Muerte <strong>de</strong> un pariente cercano 63<br />

6. Lesión o enfermedad personal 53<br />

7. Matrimonio 50<br />

8. Despido <strong>de</strong>l trabajo 47<br />

9. Reconciliación matrimonial 45<br />

10. Jubilación 45<br />

11. Enfermedad <strong>de</strong> un miembro <strong>de</strong> la familia 44<br />

12. Embarazo 44<br />

13. Dificulta<strong>de</strong>s sexuales 39<br />

14. Un nuevo miembro en la familia 39<br />

15. Reajuste profesional 39<br />

16. Cambio financiero 39<br />

17. Muerte <strong>de</strong> un amigo íntimo 39<br />

18. Cambio a un tipo distinto <strong>de</strong> trabajo 36<br />

19. Cambio en el número <strong>de</strong> discusiones<br />

con la pareja 35<br />

20. Hipoteca <strong>de</strong> más <strong>de</strong> 5 millones <strong>de</strong> pesos 31<br />

21. Cobro judicial <strong>de</strong> hipoteca o préstamo 30<br />

22. Cambio <strong>de</strong> las responsabilida<strong>de</strong>s laborales 29<br />

111


23. Salida <strong>de</strong> casa <strong>de</strong> un hijo 29<br />

24. Problemas con los parientes políticos 29<br />

25. Gran éxito personal 28<br />

26. La pareja empieza o <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> trabajar 26<br />

27. <strong>Inicio</strong> o fin <strong>de</strong> curso escolar 26<br />

28. Cambio en las condiciones <strong>de</strong> vida 25<br />

29. Cambio en los hábitos personales 24<br />

30. Problemas con el jefe 23<br />

31. Cambio <strong>de</strong> horario o condiciones <strong>de</strong> trabajo 20<br />

32. Cambio <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia 20<br />

33. Cambio <strong>de</strong> lugar <strong>de</strong> estudios 20<br />

34. Cambio <strong>de</strong> actividad recreativa 19<br />

35. Cambio <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s religiosas 19<br />

36. Cambio <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s sociales 18<br />

37. Hipoteca o préstamo <strong>de</strong> menos<br />

<strong>de</strong> 5 millones <strong>de</strong> pesos 17<br />

38. Cambio <strong>de</strong> hábitos <strong>de</strong> sueño 16<br />

39. Cambio <strong>de</strong> número <strong>de</strong> reuniones <strong>de</strong> familia 14<br />

40. Cambio <strong>de</strong> dieta o <strong>de</strong> hábitos alimenticios 15<br />

41. Vacaciones 13<br />

42. Navida<strong>de</strong>s 12<br />

43. Pequeñas infracciones a la ley 11<br />

¿Cómo impedir la <strong>de</strong>presión?<br />

Partamos diciendo que, si bien los malos hábitos<br />

<strong>de</strong> vida no producen la enfermedad, por lo menos,<br />

predisponen a ella. Así, en esta perspectiva, para pre-<br />

venir la <strong>de</strong>presión, sería conveniente:<br />

1. Reconocer las limitaciones personales; no poner-<br />

se metas inalcanzables;<br />

112


2. No arrastrar por mucho tiempo la sensación <strong>de</strong><br />

tensión y agotamiento. Al levantarse cada mañana<br />

no sentir que nos espera una montaña <strong>de</strong> trabajo<br />

y obligaciones; que el tiempo nos será muy corto<br />

y no tendremos ningún momento agradable para<br />

nosotros;<br />

3. Procurar tener la sensación <strong>de</strong> dominar la situa-<br />

ción: control y dominio <strong>de</strong> la propia vida y <strong>de</strong>l<br />

ambiente;<br />

4. Aceptar compromisos y exigencias razonables y que<br />

podamos manejar con cierta facilidad;<br />

5. Tratar <strong>de</strong> no sentirse solo, sin importancia para<br />

nadie;<br />

6. Que nuestro “yo” esté contento, satisfechos <strong>de</strong><br />

quiénes somos y <strong>de</strong> lo que hacemos con nuestra<br />

vida;<br />

7. Cuidar la salud: sueño, comidas, <strong>de</strong>scanso...<br />

8. Cultivar relaciones sociales en el trabajo, en el<br />

barrio, en algún club, en la familia, etc.<br />

9. En los aciertos y triunfos <strong>de</strong> la vida, compartir<br />

las alegrías; en los errores y fracasos, darse sien-<br />

pre una nueva oportunidad;<br />

10. En los momentos duros <strong>de</strong> la vida, darse permiso<br />

para estar triste; sin embargo, cuidando que haya<br />

proporción y que, finalmente, con el tiempo, la<br />

tristeza ceda lugar a una nostalgia serena que per-<br />

mita que renazcan nuevas ilusiones.<br />

113


5.<br />

Cambios y enfermedad<br />

El mundo actual, en general, implica situaciones<br />

<strong>de</strong> cambio a todo nivel: internacional, nacional, fami-<br />

liar, personal; cultural, político, social; religioso, labo-<br />

ral, educacional, <strong>de</strong>portivo, humorístico, musical, etc<br />

Todos po<strong>de</strong>mos constatar cómo, en la sociedad<br />

mo<strong>de</strong>rna, las migraciones, los cambios políticos, las<br />

jornadas excesivas <strong>de</strong> trabajo, la intensa competencia,<br />

la falta <strong>de</strong> claridad en los roles <strong>de</strong> las personas, las<br />

resonancias afectivas <strong>de</strong> enojo, ansiedad, etc., con rela-<br />

tiva frecuencia, ponen en situaciones límites a las per-<br />

sonas. El mundo mo<strong>de</strong>rno arriesga la calidad <strong>de</strong> vida<br />

<strong>de</strong> los individuos.<br />

En estas condiciones, las personas pue<strong>de</strong>n enfer-<br />

mar dado que queda a la <strong>de</strong>riva la integridad física o<br />

mental.<br />

En el mundo cristiano, en particular, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>Juan</strong><br />

Bautista hasta <strong>Juan</strong> Pablo II, hablar <strong>de</strong> cambio es re-<br />

ferirse a algo consubstancial al hombre espiritual: “me-<br />

tanoia”, conversión, cambio <strong>de</strong>l corazón, paso <strong>de</strong>l hom-<br />

bre viejo al hombre nuevo, etc. <strong>Juan</strong>, el Apóstol, lle-<br />

gará incluso a hablar <strong>de</strong> nuevo nacimiento (Jn 5) al<br />

referirse al programa <strong>de</strong> vida <strong>de</strong>l cristiano.<br />

A través <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong>l cristianismo, todas las<br />

escuelas espirituales, usando la visión y el vocabulario<br />

propios <strong>de</strong>l momento, han presentado “el cambio” co-<br />

mo inherente al proceso <strong>de</strong> “santificación”. El hombre<br />

114


al entrar en el discipulado <strong>de</strong> Jesús opta por el cam-<br />

bio, por la “metanoia”.<br />

Este cambio al cual se refiere el cristianismo su-<br />

pone un individuo histórico, viviendo un aquí y un<br />

ahora, en relación con las cosas, los lugares, las per-<br />

sonas, las organizaciones, las i<strong>de</strong>as, etc. Así el hom-<br />

bre es un sujeto en relación y como tal está llamado<br />

al cambio.<br />

Hoy, porque la vida, en general, es cambio; por-<br />

que la vida cristiana, en particular, es cambio, no po-<br />

<strong>de</strong>mos no hablar <strong>de</strong> cambio.<br />

Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista sicológico, ¿qué es el cam-<br />

bio?, ¿qué exigencias biológicas significan los procesos<br />

<strong>de</strong> cambio?, ¿cuánto pue<strong>de</strong>n cambiar las personas sin<br />

enfermarse?, ¿con qué ritmo <strong>de</strong>ben darse los cambios<br />

para que sean enriquecedores y permanentes?, etc.<br />

Estos y muchos otros aspectos es necesario que<br />

vaya conociendo bien, en general, el hombre <strong>de</strong> hoy;<br />

pero, también, en forma especial, todo dirigente, maes-<br />

tro, etc.<br />

Si es verdad que el cambio en sí <strong>de</strong>bemos acoger-<br />

lo como algo positivo porque es propio <strong>de</strong> la vida, tam-<br />

bién es cierto que mal administrado es un enemigo peligroso.<br />

La a<strong>de</strong>cuada intensidad, frecuencia y persis-<br />

tencia <strong>de</strong> las situaciones <strong>de</strong> cambio <strong>de</strong>berán ser masi-<br />

vamente conocidas por la población contemporánea.<br />

El cambio mal administrado pue<strong>de</strong> poner a las<br />

personas en situaciones límites. En estas condiciones<br />

las personas pue<strong>de</strong>n enfermar...<br />

Los siguientes apuntes son un primer intento <strong>de</strong><br />

acercamiento al fenómeno <strong>de</strong>l cambio. En efecto, por-<br />

que bien administrado hace crecer a las personas, va-<br />

le la pena cualquier aporte, por mo<strong>de</strong>sto que sea.<br />

115


La vida y el cambio<br />

Nos guste o no nos guste, el cambio es parte im-<br />

portante <strong>de</strong> nuestras vidas...<br />

A veces no queremos cambiar; otras veces quere-<br />

mos cambiar. Queramos o no queramos cambiar, el<br />

cambio nos acompaña a todos a través <strong>de</strong> toda nues-<br />

tra vida.<br />

A través <strong>de</strong>l cambio el futuro inva<strong>de</strong> nuestras vi-<br />

das y se transforma el pasado.<br />

Ciertamente que una situación permanente en<br />

que sabemos qué nos espera cada día es muy cómoda. Pe-<br />

ro también significa, a mediano o largo plazo, una vi-<br />

da monótona, rutinaria.<br />

Por el contrario, llegar a una situación <strong>de</strong> vida en<br />

la que podamos contar con un marco estable, con una<br />

dosis saludable <strong>de</strong> seguridad y, por otra parte, con la<br />

posibilidad <strong>de</strong> novedad y cambio, es mirar la vida con<br />

significado y contenido.<br />

El cambio es un hecho en nuestras vidas; el cam-<br />

bio acompañó a los hombres <strong>de</strong> ayer, nos acompaña<br />

hoy y acompañará a los hombres <strong>de</strong>l mañana.<br />

Sin embargo, para que el cambio sea algo positi-<br />

vo en nuestras vidas se necesitan muchas cosas. Lo primero<br />

que supone el cambio en las personas, para que<br />

en sus vidas tenga signo positivo, es que se lo acoja,<br />

se lo integre, se le dé una dirección, un sentido.<br />

Acoger el cambio...<br />

La persona insegura, que duda <strong>de</strong> sí misma y se<br />

pregunta cada vez si será capaz <strong>de</strong> resolver cualquier<br />

problema nuevo que se plantee, esa persona evita el<br />

cambio.<br />

116


Para acoger el cambio la persona tiene que sentir-<br />

se cómoda consigo misma. La persona que tolera e in-<br />

cluso que agra<strong>de</strong>ce el cambio se asegura la sensación<br />

<strong>de</strong> objetivos y propósitos renovados casi todos los días<br />

<strong>de</strong> su vida.<br />

Tratar <strong>de</strong> sentirse cómodo en un mundo <strong>de</strong> cam-<br />

bios es lo mínimo <strong>de</strong>seable. Después se pue<strong>de</strong>n aña-<br />

dir <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> aventuras, <strong>de</strong> exploración <strong>de</strong> lo <strong>de</strong>scono-<br />

cido, gratitud por la presencia <strong>de</strong> lo misterioso, etc.<br />

Si estamos preparados para acoger el cambio, es-<br />

tamos en mejores condiciones para darle la dirección<br />

que <strong>de</strong>seamos.<br />

La adaptación al cambio<br />

Si hablar <strong>de</strong> cambio es una <strong>de</strong> las caras <strong>de</strong> la rea-<br />

lidad que acompaña permanentemente a las personas,<br />

la otra cara es la adaptación que implica.<br />

Pasamos <strong>de</strong> una situación A a una situación B. Te-<br />

nemos que vivir el proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>spedida, <strong>de</strong> abandono<br />

<strong>de</strong> la situación A y luego tenemos que vivir el encuen-<br />

tro <strong>de</strong> la situación B. En estos procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>spedi-<br />

da y encuentro juega un papel importante la “adapta-<br />

ción”.<br />

Así, po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que si el cambio es algo natu-<br />

ral en la vida <strong>de</strong>l hombre, también es algo natural la<br />

capacidad <strong>de</strong> adaptación. Sin embargo, el ritmo mismo<br />

<strong>de</strong>l cambio no es algo indiferente a la capacidad <strong>de</strong><br />

adaptación <strong>de</strong> las personas. Un organismo no tiene<br />

necesariamente capacidad <strong>de</strong> adaptación para cual-<br />

quier tipo o cualquier ritmo <strong>de</strong> cambio.<br />

117


El ritmo <strong>de</strong>l cambio<br />

¿Qué es el tiempo? Podríamos <strong>de</strong>finirlo <strong>de</strong> mu-<br />

chas maneras. En relación a lo que aquí nos interesa<br />

digamos que el tiempo dice relación con los interva-<br />

los durante los cuales ocurren los acontecimientos.<br />

El tiempo es la moneda que hace posible compa-<br />

rar la rapi<strong>de</strong>z con que se <strong>de</strong>sarrollan procesos muy di-<br />

ferentes.<br />

En economía pensemos los 10.000 años <strong>de</strong> agri-<br />

cultura <strong>de</strong> la humanidad; los cien o doscientos años <strong>de</strong><br />

industria; los años <strong>de</strong> servicios.<br />

En evolución biológica-cultural pensemos en los<br />

millones <strong>de</strong> años <strong>de</strong>l lento caminar <strong>de</strong> las especies;<br />

en la rápida evolución comparativamente <strong>de</strong> las cultu-<br />

ras y <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s.<br />

Hoy, la sociedad tiene nuevos índices para acer-<br />

carse a la evaluación <strong>de</strong>l fenómeno <strong>de</strong>l crecimiento,<br />

<strong>de</strong>l fenómeno <strong>de</strong>l cambio: índice <strong>de</strong> construcción, <strong>de</strong><br />

consumo <strong>de</strong> energía, <strong>de</strong> progresos en los transportes,<br />

etc.<br />

El cambiar es una cosa; el ritmo <strong>de</strong>l cambio es otra<br />

cosa.<br />

Si el cambio pue<strong>de</strong> ser integrado positivamente<br />

en las vidas <strong>de</strong> las personas, hay que tener presente<br />

que cualquier ritmo <strong>de</strong> cambio no es conveniente. La<br />

adaptación al cambio es posible sólo si las personas lo-<br />

gran dominar el ritmo <strong>de</strong> cambio: cada persona para<br />

“reprogramarse” necesita una a<strong>de</strong>cuada cantidad <strong>de</strong><br />

“información” en una <strong>de</strong>terminada cantidad <strong>de</strong> tiem-<br />

po.<br />

Se ha llamado “shock <strong>de</strong>l futuro” la tensión y la<br />

<strong>de</strong>sorientación que sufre un individuo obligado a un<br />

118


cambio excesivo en un tiempo <strong>de</strong>masiado breve (Toffler,<br />

A.).<br />

Límites <strong>de</strong> la adaptabilidad<br />

Todos los organismos vivos tienen una capacidad<br />

natural <strong>de</strong> adaptación. Esta capacidad es la otra cara<br />

<strong>de</strong> la supervivencia: porque fueron capaces <strong>de</strong> adap-<br />

tarse, por eso, las especies, los organismos han sobre-<br />

vivido.<br />

El hombre también tiene una capacidad natural <strong>de</strong><br />

adaptación. Sin embargo, esta capacidad no es infini-<br />

ta. El hombre es un organismo biológico, un organis-<br />

mo sicológico y todo organismo tiene sus límites.<br />

La sicología, la neurología, la teoría <strong>de</strong> las comu-<br />

nicaciones, la endocrinología, etc., como ciencias, algo<br />

tienen que <strong>de</strong>cirnos cada una <strong>de</strong> ellas, sobre la adap-<br />

tación humana.<br />

¿Qué les ocurre profundamente a las personas<br />

cuando les pedimos que cambien una y otra vez?...<br />

Los diferentes cambios <strong>de</strong> vida sacu<strong>de</strong>n a las personas<br />

con fuerzas distintas: un divorcio, una boda, un<br />

cambio <strong>de</strong> domicilio, unas vacaciones, etc., afectan <strong>de</strong><br />

un modo diferente a los organismos.<br />

Las investigaciones <strong>de</strong> Thomas Holmes y Richard<br />

Rahe (1967) han <strong>de</strong>mostrado esta afirmación. Ellos,<br />

a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> clasificar los cambios y graduar el impac-<br />

to respectivo en las personas, pudieron ir mucho más<br />

lejos y estudiaron y <strong>de</strong>mostraron experimentalmente<br />

la relación entre cambio y salud.<br />

Ellos pudieron <strong>de</strong>mostrar, por primera vez, que el grado<br />

<strong>de</strong> cambio en la vida <strong>de</strong> una persona guarda estrecha<br />

relación con su estado <strong>de</strong> salud.<br />

119


(Al hablar <strong>de</strong> cambio no importa el signo que po-<br />

dríamos interpretar como “bueno” o “malo”, sino,<br />

simplemente, que es cambio).<br />

Detrás <strong>de</strong> estos pioneros en la investigación <strong>de</strong><br />

los efectos <strong>de</strong>l cambio en las personas han seguido mu-<br />

chas otras investigaciones. De todas ellas lo que po<strong>de</strong>-<br />

mos <strong>de</strong>cir hoy es que el cambio tiene un precio en el<br />

organismo. Si no lo tenemos presente estamos po-<br />

niendo a las personas en situaciones tensionales peli-<br />

grosas.<br />

El precio fisiológico <strong>de</strong>l cambio<br />

La vida implica una interacción constante entre<br />

el organismo y el medio ambiente.<br />

¿ Qué suce<strong>de</strong> cuando se altera algo <strong>de</strong> nuestro medio?<br />

Todos estamos constantemente sometidos a una<br />

lluvia <strong>de</strong> señales <strong>de</strong> nuestro medio: visuales, auditivas,<br />

táctiles, etc. Cuando algo cambia <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l alcance<br />

<strong>de</strong> nuestros sentidos, se modifica el esquema <strong>de</strong> seña-<br />

les que los canales sensoriales envían al sistema ner-<br />

vioso.<br />

El cambio <strong>de</strong>l estímulo provoca lo que los sicólo-<br />

gos experimentales llaman una “respuesta <strong>de</strong> orien-<br />

tación” (R. O.).<br />

La respuesta <strong>de</strong> orientación es una operación compleja:<br />

involuntariamente empleamos nuestros múscu-<br />

los para dirigir los órganos sensoriales hacia el punto<br />

<strong>de</strong> origen <strong>de</strong>l estímulo; se eleva el tono muscular ge-<br />

neral; se producen cambios en la disposición <strong>de</strong> nues-<br />

120


tras ondas cerebrales; al encogerse las arterias, se en-<br />

frían los <strong>de</strong>dos <strong>de</strong> las manos y <strong>de</strong> los pies; las palmas<br />

<strong>de</strong> las manos empiezan a sudar; la sangre acu<strong>de</strong> a la<br />

cabeza; se altera el ritmo <strong>de</strong> respiración y <strong>de</strong> los la-<br />

tidos cardíacos. (Si todo esto es ostensible, estamos<br />

frente a lo conocido como “reacción <strong>de</strong> susto”).<br />

Todo esto es una dura carga para el cuerpo.<br />

La Respuesta <strong>de</strong> Orientación (R.O.) no es acci-<br />

<strong>de</strong>ntal. Es uno <strong>de</strong> los principales mecanismos <strong>de</strong> adap-<br />

tación.<br />

En pocas palabras, la R.O. dispone al organismo<br />

para la lucha o para la huida. Así, uno <strong>de</strong> los resulta-<br />

dos <strong>de</strong> la R.O. es enviar una oleada <strong>de</strong> energía pre-<br />

ventiva a todo el cuerpo.<br />

Al vibrar el sistema nervioso, en respuesta a la<br />

novedad en el campo sensorial, sus vesículas sinápti-<br />

cas <strong>de</strong>scargan pequeñas cantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> adrenalina y<br />

noradrenalina. Estas, a su vez, provocan una <strong>de</strong>scar-<br />

ga parcial <strong>de</strong> la energía almacenada.<br />

Hay que añadir que la R.O. no sólo se produce<br />

como reacción a estímulos sensoriales, sino también<br />

cuando nos enriquecemos con nuevas i<strong>de</strong>as o infor-<br />

maciones.<br />

La reacción <strong>de</strong> adaptación<br />

Frente a un hecho nuevo, el organismo respon<strong>de</strong><br />

con una respuesta <strong>de</strong> orientación (R.O.).<br />

Pero, ¿qué pasa si no se trata <strong>de</strong> un hecho, sino<br />

<strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> hechos nuevos?... Pensemos, por ejem-<br />

121


plo, que a alguien se le murió la esposa, que luego lo<br />

<strong>de</strong>spi<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l trabajo, que un hijo sufre un serio acci-<br />

<strong>de</strong>nte, etc.<br />

La R.O. no resuelve la necesidad <strong>de</strong> enfrenta-<br />

miento. Se necesita lo que se ha llamado una “reac-<br />

ción <strong>de</strong> adaptación”.<br />

La R.O. se funda principalmente en el sistema<br />

nervioso; la reacción <strong>de</strong> adaptación <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>, en gran<br />

parte, <strong>de</strong> las glándulas endocrinas y <strong>de</strong> las hormo-<br />

nas vertidas en el torrente sanguíneo.<br />

La R.O. y la reacción <strong>de</strong> adaptación ocurren nor-<br />

malmente innumerables veces en el día: es el organis-<br />

mo sabiamente preparado para respon<strong>de</strong>r a cambios<br />

en nuestro medio físico y social. La reacción <strong>de</strong> adap-<br />

tación se la conoce también como “tensión” y, última-<br />

mente, se habla mucho <strong>de</strong>l “estrés”. De él hablamos<br />

directamente (Capítulo 3, II parte).<br />

Es importante establecer que al propiciar el cam-<br />

bio científico, tecnológico, religioso, social, etc., <strong>de</strong> las<br />

personas, estamos entrando en la química y en la es-<br />

tabilidad sicobiológica <strong>de</strong> las personas.<br />

La RO. y las tensiones <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> límites a<strong>de</strong>cua-<br />

dos son naturales en todo organismo: dirigen todo<br />

proceso <strong>de</strong> crecimiento, <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo, <strong>de</strong> maduración.<br />

Digamos, finalmente, resumiendo este capítulo,<br />

que la vida es cambio, el cambio es adaptación y to-<br />

da adaptación implica R.O. y tensiones.<br />

Sin embargo, así como la adaptabilidad tiene sus<br />

límites, también <strong>de</strong>bemos <strong>de</strong>cir lo mismo <strong>de</strong> la capa-<br />

cidad <strong>de</strong> cambios en los organismos, en general, y en<br />

las personas, en particular.<br />

122


Los cambios y lo sicológico<br />

Así como el cuerpo siente el impacto <strong>de</strong> los cam-<br />

bios, también la “mente” paga el costo <strong>de</strong> los proce-<br />

sos <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión que implican los cambios.<br />

Los estudios sicofisiológicos han <strong>de</strong>mostrado que<br />

una buena adaptación se logra cuando el nivel <strong>de</strong>l estí-<br />

mulo que significa el cambio no es ni <strong>de</strong>masiado alto<br />

ni <strong>de</strong>masiado bajo.<br />

Las investigaciones al respecto permiten afirmar<br />

hoy que existe un “nivel <strong>de</strong> adaptación”: la capacidad<br />

<strong>de</strong> adaptación se da en un <strong>de</strong>terminado rango. Por <strong>de</strong>-<br />

bajo y por encima <strong>de</strong> este rango, la capacidad <strong>de</strong> adap-<br />

tación simplemente falla.<br />

Pensemos en las situaciones <strong>de</strong> guerra, incendios,<br />

inundaciones, terremotos... las personas se ven enfren-<br />

tadas al impacto <strong>de</strong> superestímulos.<br />

En tales casos, el <strong>de</strong>terioro mental empieza con<br />

una sensación <strong>de</strong> fatiga, seguida <strong>de</strong> confusión e irrita-<br />

bilidad nerviosa. El hombre se vuelve hipersensible al<br />

menor estímulo <strong>de</strong>l medio.<br />

Finalmente viene el agotamiento emocional: pare-<br />

ce <strong>de</strong>saparecer todo <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> vivir.<br />

Lo mismo hay que afirmar en relación al pensa-<br />

miento y las <strong>de</strong>cisiones. El estímulo excesivo pue<strong>de</strong><br />

conducir a comportamientos extraños y contrarios a la<br />

adaptación.<br />

Los experimentos sobre privación sensorial mues-<br />

tran los efectos sicológicos <strong>de</strong>l estímulo que está bajo<br />

“el nivel <strong>de</strong> adaptación”. El estímulo <strong>de</strong>ficiente se co-<br />

rrelaciona con una disminución <strong>de</strong> las faculta<strong>de</strong>s men-<br />

tales y físicas.<br />

123


La capacidad <strong>de</strong>l organismo para hacer frente a<br />

los estímulos sensoriales <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> su estructura fi-<br />

siológica.<br />

La naturaleza <strong>de</strong> sus órganos sensoriales y la ra-<br />

pi<strong>de</strong>z con que los impulsos fluyen por su sistema ner-<br />

vioso levantan barreras biológicas a la cantidad <strong>de</strong> da-<br />

tos sensoriales que pue<strong>de</strong> admitir.<br />

Las limitaciones <strong>de</strong> los órganos <strong>de</strong> los sentidos y<br />

<strong>de</strong>l sistema nervioso significan que muchos sucesos <strong>de</strong>l<br />

medio se producen a <strong>de</strong>masiada velocidad para que<br />

podamos seguirlos, por lo cual, en el mejor <strong>de</strong> los ca-<br />

sos, nuestra experiencia es parcial. Cuando las señales<br />

que llegan hasta nosotros son regulares y or<strong>de</strong>nadas,<br />

po<strong>de</strong>mos conseguir una representación mental <strong>de</strong> la<br />

realidad bastante buena. Pero cuando las señales <strong>de</strong> la<br />

realidad están <strong>de</strong>sorganizadas, cuando son nuevas e<br />

imprevistas, la exactitud <strong>de</strong> la imagen disminuye.<br />

El organismo se <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> <strong>de</strong> diversas maneras<br />

frente al exceso <strong>de</strong> estímulos físicos, información o<br />

<strong>de</strong>cisiones.<br />

A veces, simplemente se niega a recibir; otras ve-<br />

ces elige el camino <strong>de</strong> la especialización: quiere man-<br />

tenerse a la altura <strong>de</strong>l cambio; otras veces, quiere<br />

adaptarse con técnicas eficaces en otras situaciones,<br />

etc.<br />

Es posible encontrarse con gente que eligió la es-<br />

pecialización como <strong>de</strong>fensa frente al cambio. ¿Cómo<br />

saberlo? La gente especializada pue<strong>de</strong> presentar ten-<br />

<strong>de</strong>ncias contrarias al cambio; sin embargo, estas mis-<br />

mas personas, en su especialidad manejan las últimas<br />

innovaciones <strong>de</strong> su profesión. Si este es el caso <strong>de</strong> una<br />

persona, la respuesta es que nos encontramos frente<br />

a alguien que ocultó su resistencia al cambio tras una especialización.<br />

124


Pero no siempre el organismo logra respon<strong>de</strong>r<br />

con éxito, real o aparente, a los cambios.<br />

¿Cómo adaptarnos al cambio?<br />

Tratando <strong>de</strong> ser concisos revisemos algunas consi<strong>de</strong>raciones<br />

prácticas:<br />

1. Estudiar nuestras propias reacciones corporales y<br />

sicológicas frente a una situación <strong>de</strong> cambio es la<br />

primera tentativa <strong>de</strong> adaptación consciente.<br />

Las palpitaciones, los temblores, el insomnio o<br />

una fatiga inmotivada pue<strong>de</strong>n ser síntomas <strong>de</strong> una es-<br />

timulación excesiva; <strong>de</strong> la misma manera la confusión,<br />

la irritabilidad <strong>de</strong>sacostumbrada, la profunda laxitud<br />

y la impresión <strong>de</strong> que las cosas escapan a nuestro con-<br />

trol, son indicaciones sicológicas en un sujeto que se<br />

siente estimulado y la estimulación está fuera <strong>de</strong>l ran-<br />

go <strong>de</strong> adaptación (bajo o sobre la tolerancia <strong>de</strong>l sujeto).<br />

Al estudiar nuestras propias reacciones corporales<br />

y sicológicas, en un momento dado, po<strong>de</strong>mos fijar<br />

conscientemente nuestro propio ritmo vital, nuestro<br />

propio ritmo <strong>de</strong> estimulación, <strong>de</strong> cambio. Es nuestra<br />

contribución consciente a la adaptación.<br />

2. Emplear tácticas para mitigar los estímulos: baja-<br />

mos el volumen <strong>de</strong> la radio o <strong>de</strong> la T.V., bajamos<br />

la persiana para oscurecer la habitación cuando busca-<br />

nos un lugar <strong>de</strong> silencio; cerramos puertas, nos pone-<br />

mos lentes <strong>de</strong> sol; en una clase, si estamos cansados,<br />

empezamos a mirar por la ventana, etc...<br />

Con el empleo <strong>de</strong> estas tácticas preten<strong>de</strong>mos con-<br />

trolar la cantidad y/o la intensidad <strong>de</strong> los estímulos<br />

125


que nos da el medio ambiente. Es otra forma <strong>de</strong> co-<br />

laborar en el proceso <strong>de</strong> adaptación.<br />

3. Voluntariamente tratemos <strong>de</strong> manejar la frecuen<br />

cia <strong>de</strong>l cambio y la estimulación, manteniendo<br />

conscientemente relaciones a largo plazo con los di-<br />

versos elementos <strong>de</strong> nuestro medio físico. Cuántas ve-<br />

ces rehusamos invitaciones porque nos sentimos sin<br />

<strong>de</strong>seos <strong>de</strong> “experimentar” cosas nuevas. Es la partici-<br />

pación inconsciente <strong>de</strong>l organismo.<br />

4. El cambio, lo hemos repetido ya numerosas veces,<br />

es parte <strong>de</strong> la vida. Hay cambios que po<strong>de</strong>mos<br />

manejar, pero también hay muchos otros que no po-<br />

<strong>de</strong>mos manejar ni en su frecuencia ni en su intensi-<br />

dad. Frente a esta realidad, lo importante es enfrentar<br />

los cambios no manejables en las mejores condiciones<br />

posibles.<br />

La vida agitada <strong>de</strong> hoy po<strong>de</strong>mos enfrentarla con<br />

éxito si hemos tenido lugares, momentos o personas<br />

don<strong>de</strong> rehacernos, don<strong>de</strong> realimentarnos. A estos lu-<br />

gares, momentos o personas llamémoslos “zonas <strong>de</strong><br />

estabilidad”. Son ciertas relaciones dura<strong>de</strong>ras, cuida-<br />

dosamente mantenidas a pesar <strong>de</strong> todos los otros cam-<br />

bios. Cui<strong>de</strong>mos y multipliquemos las “zonas <strong>de</strong> esta-<br />

bilidad”.<br />

5. El problema <strong>de</strong>l cambio, en muchas oportunida-<br />

<strong>de</strong>s, no significará impedir el cambio, sino en po-<br />

<strong>de</strong>r integrarlo a nuestro mundo personal.<br />

En la mayoría <strong>de</strong> las situaciones problemáticas,<br />

se soluciona el problema <strong>de</strong>l cambio en un sector <strong>de</strong><br />

la vida, intentando conscientemente, crear estabilidad<br />

en otras zonas. La adaptación resulta más viable en<br />

un mundo <strong>de</strong> cambios planificados.<br />

126


6. Finalmente, si son muchos los cambios y muchas<br />

las personas que lo experimentan, quizá disminu-<br />

ya el costo <strong>de</strong>l cambio si, en lugar <strong>de</strong> vivirlo cada cual<br />

en forma aislada, en solitario, se intenta vivirlo con<br />

otras personas, con otras personas que se encuentren<br />

simultáneamente en situaciones parecidas <strong>de</strong> cambio.<br />

Ej.: personas que van, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mes, a cambiar <strong>de</strong><br />

domicilio, personas que hace menos <strong>de</strong> un mes per-<br />

dieron esposo(a), hijo(a); persona que va a casarse,<br />

etc. Allí las personas verán sus problemas con mayor<br />

objetividad, intercambiarán i<strong>de</strong>as y opiniones útiles;<br />

se sugerirán mutuamente futuras alternativas, etc. De<br />

esta participación se obtendrá que cada cual pagará un<br />

costo menor al cambio.<br />

Los pastores espirituales y el cambio<br />

El cambio es una realidad que acompaña a las<br />

personas a través <strong>de</strong> toda la vida. El cambio tiene un<br />

costo a nivel biológico y a nivel sicológico que <strong>de</strong>ben<br />

pagar los individuos. Cada persona, para vivir con<br />

éxito los momentos <strong>de</strong> cambio, necesita estar atenta<br />

para ver cuán estabilizada está física y síquicamente<br />

y ver cuánto es el costo <strong>de</strong>l cambio que <strong>de</strong>be, quiere<br />

o pue<strong>de</strong> experimentar. (En una escala <strong>de</strong> 1 a 100, se<br />

han podido graduar ciertos cambios: fallecimiento <strong>de</strong><br />

un ser querido 100; cambio <strong>de</strong> domicilio, 20; vacacio-<br />

nes, 13; etc. Al respecto, ver capítulo sobre “Depre-<br />

sión”).<br />

El cambio <strong>de</strong> vida que significa la opción por los<br />

caminos <strong>de</strong> Jesús; el cambio permanente que acompa-<br />

ña el pensar, el sentir, el actuar <strong>de</strong> la persona que<br />

127


usca un crecer espiritual es una realidad que está pre-<br />

sente en la vida <strong>de</strong>l cristiano. El cambio personal mo-<br />

tivado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la opción religiosa, como todo cambio,<br />

porque se inserta en un sustrato humano, tiene su cos-<br />

to fisiológico y sicológico.<br />

Un cambio, para que sea positivo, permanente,<br />

enriquecedor, supone ciertas condiciones: que el suje-<br />

to que experimenta el cambio quiera acogerlo; que el<br />

sujeto esté en condiciones <strong>de</strong> darle una dirección, un<br />

sentido; que el sujeto sea capaz <strong>de</strong> adaptarse al cam-<br />

bio, para eso el cambio no pue<strong>de</strong> darse en cualquier<br />

ritmo, etc.<br />

El sujeto pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sear el cambio, pero pue<strong>de</strong> no<br />

estar en condiciones para pagar el costo fisiológico o<br />

síquico que involucra. El sujeto necesita una estabili-<br />

dad general mínima para vivir el cambio espiritual y<br />

no poner en peligro, sin ningún provecho ulterior, la<br />

estabilidad general <strong>de</strong> la persona. (Un paciente con<br />

tres días <strong>de</strong> insomnio no es sujeto apto para una hora<br />

<strong>de</strong> lectura espiritual).<br />

El cambio acogido, integrado, vivido y gustado da-<br />

rá paso a su <strong>de</strong>bido tiempo a otro cambio. Por el con-<br />

trario, estar continuamente iniciando cambios sin con-<br />

solidarlos bien es peligroso. Necesitamos un tiempo,<br />

una frecuencia óptima para que los procesos <strong>de</strong> cam-<br />

bios maduren convenientemente y, logrado el cambio,<br />

la persona crezca, se enriquezca. (No po<strong>de</strong>mos tomar<br />

las bienaventuranzas y cada día iniciar un proceso se-<br />

rio <strong>de</strong> cambio teniendo por referente una <strong>de</strong> ellas. Si<br />

estamos trabajando con seriedad cada día iniciaremos<br />

una remoción profunda sin <strong>de</strong>jar nada bien cimenta-<br />

do).<br />

Es posible encontrar cristianos que han intentado<br />

honestamente iniciar un camino <strong>de</strong> crecimiento. Los<br />

128


cambios que <strong>de</strong>searon realizar en sus vidas, objetiva-<br />

mente hablando, quizá eran acertados, pero porque no<br />

fueron sabia y pru<strong>de</strong>ntemente programados y realiza-<br />

dos, terminaron, subjetivamente, produciendo efectos<br />

negativos.<br />

La situación general <strong>de</strong> estabilidad, en el sujeto;<br />

el ritmo <strong>de</strong> los cambios, la capacidad <strong>de</strong> adaptación<br />

<strong>de</strong> cada persona, etc., son aspectos importantes en el<br />

caminar espiritual. (Qué bueno sería que el contenido<br />

<strong>de</strong> estas reflexiones estuviese presente en las metodo-<br />

logías evangelizadoras <strong>de</strong> los movimientos <strong>de</strong> renova-<br />

ción aceptados hoy en la Iglesia: carismáticos, neoca-<br />

tecúmenos, etc.).<br />

Estas pequeñas reflexiones quieren ser el inicio<br />

<strong>de</strong> otras que <strong>de</strong>berán enriquecer y profundizar este<br />

tema <strong>de</strong> urgente necesidad para los laicos y los encar-<br />

gados <strong>de</strong> grupos espirituales.<br />

El Señor es el dueño <strong>de</strong> la vida; el Señor no es-<br />

tá obligado a seguir las leyes naturales; el Señor es el<br />

Señor. Sin embargo, porque se somete a las leyes que<br />

él mismo ha establecido no pier<strong>de</strong> nada <strong>de</strong> su gloria.<br />

El mismo quiere estar presente en la creación respe-<br />

tando, ordinariamente, las leyes que él ha establecido.<br />

Esto <strong>de</strong>bemos tenerlo presente en el mundo espi-<br />

ritual.<br />

Los pastores espirituales al acompañar el caminar<br />

<strong>de</strong> sus fieles necesitan actitu<strong>de</strong>s, líneas <strong>de</strong> pensamien-<br />

to maduras: cambios integrados a una historia; cam-<br />

bios integrados a una tradición que evoluciona; cam-<br />

bios que son la continuidad natural <strong>de</strong> un caminar po-<br />

sitivo acumulado <strong>de</strong> muchas generaciones <strong>de</strong> cristianos<br />

y <strong>de</strong> una presencia permanente <strong>de</strong> Dios (Is 43, 16-21).<br />

Los predicadores, los confesores, los directores<br />

espirituales son necesarios en el acompañamiento <strong>de</strong><br />

129


la vida espiritual; pero también hay que <strong>de</strong>cirlo, son<br />

peligrosos los predicadores, confesores o directores espirituales<br />

improvisadores e improvisados.<br />

La vida espiritual necesita buenos predicadores,<br />

buenos confesores, buenos directores espirituales y al<br />

<strong>de</strong>cir “buenos” enten<strong>de</strong>mos hombres con experiencia<br />

personal en las cosas <strong>de</strong> Dios y hombres con conoci-<br />

miento real <strong>de</strong> las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los hombres. Esto<br />

es, hombres expertos en humanidad.<br />

130


Conclusión<br />

El hombre común tiene su visión <strong>de</strong> la vida y la<br />

expresa con claridad en su propio lenguaje; el hom-<br />

bre <strong>de</strong> ciencia trata <strong>de</strong> lograr una visión <strong>de</strong>l hombre<br />

y <strong>de</strong>l mundo, maneja la nomenclatura <strong>de</strong> su especiali-<br />

dad y se comunica, <strong>de</strong>sgraciadamente, con frecuencia,<br />

con dificultad con el grueso público. El hombre reli-<br />

gioso también tiene una interpretación <strong>de</strong>l universo y<br />

las personas, propone objetivos y metas a la humani-<br />

dad y termina, en general, comunicándose con sus hermanos.<br />

Sin embargo, hoy, el hombre religioso, en gene-<br />

ral, no inspira confianza. Las comunida<strong>de</strong>s religiosas<br />

han disociado el <strong>de</strong>cir y el actuar. Pastores y fieles<br />

muestran, no pocas veces, una <strong>de</strong>sconcertante incongruencia<br />

existencial en relación a lo que predican.<br />

Si lo anterior es verdad, toca a la ciencia y a la re-<br />

ligión volver al sentido común <strong>de</strong>l hombre, volver a<br />

lo obvio <strong>de</strong> la gente sencilla. Que la filosofía vuelva a<br />

hablar <strong>de</strong> la vida; que la biología se reencuentre con<br />

su primera intención <strong>de</strong> servir al hombre; que las re-<br />

ligiones, sirviendo al hombre histórico, no olvi<strong>de</strong>n los<br />

anhelos <strong>de</strong> trascen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> las personas; que el cris-<br />

tianismo, y el catolicismo, en particular, se replanteen<br />

su servicio preferente, <strong>de</strong> hecho, a las estructuras y a<br />

lo institucional y con valentía privilegien a las perso-<br />

nas.<br />

El mundo científico y tecnológico <strong>de</strong>l hombre mo-<br />

<strong>de</strong>rno; la religión occi<strong>de</strong>ntal y oriental <strong>de</strong>l siglo XX<br />

han dado pasos agigantados en su <strong>de</strong>venir teórico<br />

y académico. Desgraciadamente han perdido al hombre<br />

131


eal, concreto porque el mismo hombre se les ha <strong>de</strong>s-<br />

dibujado, empañado o perdido.<br />

El sentido común grita, a través <strong>de</strong>l hombre sen-<br />

cillo, <strong>de</strong>l poblador, <strong>de</strong>l enfermo, <strong>de</strong>l estudiante, <strong>de</strong>l<br />

muchacho o muchacha cesante y que quiere formar ya<br />

un hogar, <strong>de</strong>l hombre y <strong>de</strong> la mujer que tienen más o<br />

menos, cincuenta años, <strong>de</strong>l jubilado, <strong>de</strong>l anciano, etc.,<br />

que la vida parte <strong>de</strong> ellos, que la vida se concreta en ellos,<br />

que a la vida se la respeta o se la hiere en ellos.<br />

Legítimas discusiones, pero, no pocas veces inúti-<br />

les en términos <strong>de</strong> provecho para las masas populares<br />

marginadas <strong>de</strong> la salud, la vivienda, la educación, ocu-<br />

pan las aulas académicas. Arbitrarieda<strong>de</strong>s, mezquin-<br />

da<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l jefe <strong>de</strong> turno, etc., hacen <strong>de</strong> los templos y<br />

las religiones los centros <strong>de</strong> escandalosas incongruen-<br />

cias. Predican la justicia, el amor, el respeto a los <strong>de</strong>-<br />

rechos humanos, pero al interior <strong>de</strong> ellos, envueltos<br />

en su manto triste <strong>de</strong> caridad, obediencia, acatamien-<br />

to a la voluntad divina con frecuencia se cometen las<br />

peores injusticias, dobleces, hipocresías, etc...<br />

¿Qué pi<strong>de</strong> el hombre sencillo <strong>de</strong> hoy? A través<br />

<strong>de</strong>l sentido común, <strong>de</strong>sea crecer como persona, ser<br />

<strong>de</strong>cente en sus sentimientos, honrado en sus relacio-<br />

nes personales, etc... Los hombres <strong>de</strong> ciencia le entre-<br />

gan, principalmente, palabras, discursos que pregonan<br />

verda<strong>de</strong>s totales y <strong>de</strong>finitivas.<br />

Apenas pasan algunos años, el viento <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as<br />

empieza a soplar hacia otros lados y estos mismos sa-<br />

bios cambian el lenguaje y olímpicamente comienzan<br />

a enseñar lo contrario, una vez más, como única y <strong>de</strong>-<br />

finitiva verdad. La gente sencilla <strong>de</strong> hoy, sólo a través<br />

<strong>de</strong>l sentido común, <strong>de</strong>scubre que la charlatanería no<br />

les sirve... Así nace la <strong>de</strong>sconfianza hacia los que sa-<br />

ben... Ciertamente que el lí<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l mañana tendrá que<br />

132


eplantear las cosas obvias y, a través <strong>de</strong> ellas, simple-<br />

mente enfocadas, podrá esperar recuperar la credibi-<br />

lidad...<br />

Pero también el hombre sencillo, guiado por el<br />

sentido común, perdió la confianza en sus guías espi-<br />

rituales... No pocas veces, los guías espirituales le pa-<br />

recen niños que repiten “la canción <strong>de</strong> moda”. Pasa<br />

la euforia <strong>de</strong>l ritmo o la letra <strong>de</strong> la canción y empie-<br />

zan a entonar otra que está “pegando”. El hombre<br />

sencillo no espera <strong>de</strong> sus pastores espirituales sólo que<br />

lo entretengan... Acu<strong>de</strong> a sus pastores para apren<strong>de</strong>r<br />

a leer lo profundo, escrito en los acontecimientos <strong>de</strong><br />

la vida; va con <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> enriquecer su forma <strong>de</strong> vi-<br />

vir; le importa que su guía espiritual muestre el ver-<br />

da<strong>de</strong>ro amor, la justicia solidaria, la experiencia <strong>de</strong> la<br />

muerte, etc...<br />

El hombre quiere apren<strong>de</strong>r a vivir, anhela encon-<br />

trar una auténtica metodología que le garantice la feli-<br />

cidad. Para este hombre, ¿tiene futuro lo religioso? No<br />

es fácil respon<strong>de</strong>r esta pregunta. Sin embargo, la ex-<br />

periencia vivida por los chilenos, con ocasión <strong>de</strong> la vi-<br />

sita <strong>de</strong>l Jefe <strong>de</strong> los Católicos, el papa <strong>Juan</strong> Pablo II,<br />

el año 1987, ofrece algunas pistas:<br />

1. Un hombre honrado se hace creíble y respetable.<br />

Que el Papa tenga planteamientos que puedan<br />

agradar más a unos que a otros no es ningún miste-<br />

rio. Sin embargo, el sentido común <strong>de</strong> todo un pue-<br />

blo <strong>de</strong>scubrió que lo importante <strong>de</strong> la fe católica era<br />

presentado con sinceridad y honestidad. Este pueblo<br />

escuchó, se conmovió... Así todo un pueblo sintió su<br />

magnetismo y acogió con alegría a este Hermano <strong>de</strong> buena<br />

calidad.<br />

2. El hombre <strong>de</strong> oración tiene mucho que compartir.<br />

En sus discursos, no hay largas exposiciones so-<br />

133


e metodología y estilos <strong>de</strong> oración. Pero, el Papa<br />

oró, todos lo vieron (en Santiago, en Antofagasta, etc.)<br />

y esa experiencia llegó a las multitu<strong>de</strong>s y hay muchos<br />

que han vuelto a la oración. La ciencia, los <strong>de</strong>safíos,<br />

los cansancios <strong>de</strong>l mundo mo<strong>de</strong>rno, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la visita <strong>de</strong>l<br />

Papa, han abierto espacios a la oración.<br />

3. Todo se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir cuando se tiene una forma<br />

conveniente <strong>de</strong> expresarlo. <strong>Juan</strong> Pablo II habló<br />

<strong>de</strong> todo, con todos... A la tortura, la llamó por su nom-<br />

bre; a la pobreza la <strong>de</strong>fendió con valentía; <strong>de</strong>nunció<br />

a los falsos ídolos <strong>de</strong>l sexo, <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r y <strong>de</strong>l dinero;<br />

a la violencia la <strong>de</strong>senmascaró con valentía. Les habló<br />

a los jóvenes, a los esposos, a los políticos, a los inte-<br />

lectuales, a los ancianos, a los enfermos, a los pobla-<br />

dores, a los consagrados, a los encarcelados, etc... Na-<br />

die se sintió engañado, muchos interpelados y todos<br />

queridos, acogidos, acompañados...<br />

<strong>Juan</strong> Pablo II, símbolo <strong>de</strong> una vida religiosa au-<br />

téntica, quizá, nos permita pronosticar el mundo reli-<br />

gioso <strong>de</strong>l mañana:<br />

1. Sólo la religión auténtica y verda<strong>de</strong>ra, tendrá fu-<br />

turo;<br />

2. Sólo los guías espirituales maduros y honrados,<br />

tendrán algo que <strong>de</strong>cir;<br />

3. El hombre busca simultáneamente su plenitud hu-<br />

mana histórica y trascen<strong>de</strong>nte;<br />

4. La institución religiosa, dada la realidad <strong>de</strong>l hom-<br />

bre y la voluntad explícita <strong>de</strong> Jesús, específica-<br />

mente en el cristianismo, es necesaria; sin embar-<br />

go, no pue<strong>de</strong> seguir sofocando, sacrificando a las per<br />

sonas;<br />

134


5. Los “administradores” <strong>de</strong> las religiones <strong>de</strong>berán<br />

re<strong>de</strong>scubrir el sentido <strong>de</strong> sus vidas para transfor-<br />

marse en “pastores” y ser creídos; <strong>de</strong> lo contrario,<br />

las poblaciones creyentes, intuyendo que es un<br />

mal, pero mal menor, preferirán una vivencia re-<br />

ligiosa al margen <strong>de</strong> lo institucional.<br />

Lo religioso y la felicidad<br />

(Mt 5, 1-12)<br />

Por ahora, el cristianismo ofrece mayoritariamen-<br />

te al mundo occi<strong>de</strong>ntal una forma <strong>de</strong> expresión <strong>de</strong> lo<br />

religioso. En los creyentes cristianos están dispersos,<br />

pero vivos y llenos <strong>de</strong> vitalidad, elementos básicos que<br />

garantizan al hombre su plenitud humana, el mejor<br />

<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> sus potencialida<strong>de</strong>s, etc. El mañana pue-<br />

<strong>de</strong> mostrar la expansión <strong>de</strong> todas esas semillas <strong>de</strong> vida.<br />

En el libro sagrado <strong>de</strong> los cristianos está la pala-<br />

bra inspirada que permite a todas las generaciones<br />

escuchar <strong>de</strong> boca <strong>de</strong>l mismo Hijo <strong>de</strong> Dios, enviado en<br />

la plenitud <strong>de</strong> los tiempos (Heb 1, 1), los caminos <strong>de</strong><br />

felicidad, garantizados por Dios al hombre (Mt 5,<br />

1-12).<br />

El éxito, según el Sermón <strong>de</strong>l Monte<br />

1. ¿Quieres ser feliz? ¿Quieres crecer como hombre,<br />

como grupo social y como concierto <strong>de</strong> nacio-<br />

nes?... Dios, a través <strong>de</strong> Jesús, respon<strong>de</strong>: vive simple-<br />

mente; acoge, cuida, haz crecer la vida en ti y en los<br />

que te ro<strong>de</strong>an. “Felices los que tienen espíritu <strong>de</strong> po-<br />

bre, porque <strong>de</strong> ellos es el Reino <strong>de</strong> los Cielos”. No<br />

135


creas en la prepotencia; no es verdad que las aparien-<br />

cias terminen imponiéndose; no te fíes en lo super-<br />

fluo aunque la publicidad se empeñe en crearte falsas<br />

necesida<strong>de</strong>s. ¡Qué hermosa es la vida! Sencilla como<br />

la primavera que llega; tranquila como la mañana que<br />

amanece; variada como las flores <strong>de</strong>l campo, diferente<br />

como la multitud <strong>de</strong> plantas, pájaros y peces; tibia co-<br />

mo la noche <strong>de</strong> invierno junto a la chimenea; tierna<br />

como el amor <strong>de</strong> los jóvenes esposos; bulliciosa como<br />

el patio <strong>de</strong> un colegio o la cancha <strong>de</strong> población, en<br />

un fin <strong>de</strong> semana.<br />

2. ¿Quieres ser feliz?, ¿quieres crecer como persona,<br />

grupo social o concierto <strong>de</strong> naciones?... No pidas<br />

a la vida lo que no pue<strong>de</strong> darte... La vida tiene noches<br />

y días, inviernos y veranos; en la vida se nace y se<br />

muere; los momentos <strong>de</strong> cada jornada se entretejen<br />

entre triunfos y <strong>de</strong>rrotas. Cuando quieras reír, ríe fuer-<br />

te y sinceramente; pero cuando quieras llorar, llora,<br />

porque el hombre es hombre cuando ríe y cuando llo-<br />

ra. Expresa tus sentimientos, date permiso para com-<br />

partir tus emociones. “Felices los que lloran, porque<br />

recibirán consuelo”.<br />

3. ¿Quieres ser feliz?, ¿quieres crecer como perso-<br />

na, como grupo, como concierto <strong>de</strong> naciones?...<br />

Adquiere para tu vida la perspectiva <strong>de</strong>l tiempo. Lo<br />

que hoy es, mañana, quizá, ya no exista; lo que hoy se<br />

cree como <strong>de</strong>finitivo, no es extraño que mañana que-<br />

<strong>de</strong> también atrás; lo que hoy todos llaman fracaso, no<br />

<strong>de</strong>berá extrañarnos si mañana lo interpretan como<br />

fortuna. “Nada te turbe, nada te espante”... En la vi-<br />

sión integrada <strong>de</strong>l ayer, <strong>de</strong>l hoy y <strong>de</strong>l mañana, la vida<br />

se ve <strong>de</strong> otra manera, ¡la vida da tantas vueltas!: “fe-<br />

lices los pacientes, los mansos, los misericordiosos,<br />

etc., porque recibirán la tierra en herencia”.<br />

136


4. ¿Quieres ser feliz?, ¿quieres crecer como persona,<br />

como grupo, como concierto <strong>de</strong> naciones?... Jué-<br />

gate por lo justo, por lo que es tuyo y por lo que per-<br />

tenece a tu hermano; lo tuyo merece respeto y tam-<br />

bién lo <strong>de</strong> tu hermano; tus hijos valen y también los<br />

hijos <strong>de</strong> todos; tú y tu mujer necesitan salud, pero tam-<br />

bién la merecen todas las mujeres y todos los traba-<br />

jadores. Para ser realmente personas todos tienen <strong>de</strong>-<br />

recho a tener oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> educación, <strong>de</strong> vivien-<br />

da, <strong>de</strong> trabajo: “felices los que tienen hambre y sed<br />

<strong>de</strong> justicia, porque serán saciados”.<br />

5. ¿Quieres ser feliz?, ¿quieres crecer como persona,<br />

como grupo, como concierto <strong>de</strong> naciones?... ¡Qué<br />

hermoso es ofrecer a los <strong>de</strong>más lo mismo que espe-<br />

ramos que los <strong>de</strong>más nos entreguen a nosotros! La vi-<br />

da no es fácil; caminamos entre aciertos y errores.<br />

Después <strong>de</strong> una caída, todos <strong>de</strong>seamos que se nos<br />

brin<strong>de</strong> una nueva oportunidad. No creas que “el que<br />

pega primero, pega dos veces”. Empéñate más en compren<strong>de</strong>r<br />

que en ser comprendido: “felices los compasivos,<br />

porque obtendrán misericordia”.<br />

6. ¿Quieres ser feliz?, ¿quieres crecer como persona,<br />

como grupo, como concierto <strong>de</strong> naciones?... Cree<br />

en el amor, respeta tus sentimientos, cuida tu cariño.<br />

Faltan personas que reconozcan sus <strong>de</strong>sencantos y con-<br />

fiesen con valentía que el amor comprado no tiene<br />

buen gusto, que la sexualidad <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nada, no educa-<br />

da, <strong>de</strong>ja profundos vacíos.<br />

El cuerpo <strong>de</strong>l hombre y <strong>de</strong> la mujer son hermo-<br />

sos; todo organismo sano, dirigido por fuerzas hor-<br />

monales, es atraído por el sexo opuesto. Sin embargo,<br />

en los seres humanos para cuidar el amor hay que pa-<br />

gar un precio: con creatividad abrir y mantener espa-<br />

cios alimentadores <strong>de</strong> fi<strong>de</strong>lidad, situaciones <strong>de</strong> creci-<br />

137


miento en pareja, momentos <strong>de</strong> encuentro, <strong>de</strong> apoyo,<br />

<strong>de</strong> locuras compartidos... El amor porque te encontró<br />

digno vino a ti, ahora te toca a ti ser digno <strong>de</strong>l amor.<br />

El fracasado en el amor es aquél que no estuvo a la<br />

altura <strong>de</strong>l amor: “felices los <strong>de</strong> corazón limpio porque<br />

ellos verán a Dios”.<br />

7. ¿Quieres ser feliz?, ¿quieres crecer como persona,<br />

como grupo, como concierto <strong>de</strong> naciones?... No<br />

te sientas enemigo <strong>de</strong> nadie. Cada cual va por la vida<br />

tratando <strong>de</strong> encontrar un espacio para respirar, amar,<br />

vivir y morir... Tu agresividad oriéntala a construir,<br />

encáuzala para vencer los obstáculos que se te presen-<br />

ten en tu camino... Las divergencias con los <strong>de</strong>más,<br />

los distintos puntos <strong>de</strong> vista no los <strong>de</strong>sprecies; las dife-<br />

rencias positivas que existan entre tú y tus adversarios<br />

súmalas, así habrá más verdad, más justicia, mejor<br />

convivencia... El enfrentamiento físico, la violencia nun-<br />

ca te servirán, por ningún motivo, para ninguna causa.<br />

La violencia es muerte, genera rencores, alimenta con-<br />

traataques, etc... La violencia sólo engendra más vio-<br />

lencia. En cambio, tus manos, tu mente, tu corazón<br />

están ansiosos <strong>de</strong> ser puente, <strong>de</strong> unir, <strong>de</strong> construir<br />

progreso. En una palabra tú estás hecho y <strong>de</strong>seas cons-<br />

truir la paz: “felices los que trabajan por la paz, por-<br />

que serán reconocidos como hijos <strong>de</strong> Dios”.<br />

8. ¿Quieres ser feliz?, ¿quieres crecer como persona,<br />

como grupo, como concierto <strong>de</strong> naciones?... En la<br />

calle, en tu trabajo, en la cancha <strong>de</strong> fútbol; pero tam-<br />

bién con tus amigos, tus contrincantes, o tus seres que-<br />

ridos no te canses <strong>de</strong> ser bueno. Esa palabra <strong>de</strong> ami-<br />

go, ese saludo <strong>de</strong> reconciliación, ese “por favor”, etc.,<br />

son tan necesarios en el mundo <strong>de</strong> hoy. Aun cuando<br />

no signifiquen utilida<strong>de</strong>s económicas, anda a ver al<br />

compañero enfermo, al pariente anciano o encarcela-<br />

138


do. Todos te esperan y, a través <strong>de</strong> ti, se reencontra-<br />

rán con la vida. Hacer el bien, en una sociedad <strong>de</strong><br />

rentabilida<strong>de</strong>s, consumismo y apariencias, parece pro-<br />

fundamente obsoleto. Sin embargo, ¿quieres escuchar<br />

la verdad?... Yo y tú queremos ser buenos gratuita-<br />

mente... Ser bueno es una necesidad <strong>de</strong>l cuerpo y <strong>de</strong>l<br />

alma. Ser positivo, ser útil, ser santo es una necesi-<br />

dad más profunda que las modas, los prejuicios, los<br />

antivalores <strong>de</strong> una <strong>de</strong>terminada cultura. Así como el<br />

pájaro necesita volar y la planta crecer, <strong>de</strong>l mismo<br />

modo el hombre necesita ser bueno, es <strong>de</strong>cir, acompa-<br />

ñar, compartir, etc. Trata <strong>de</strong> ser bueno: buen alumno,<br />

buen hijo, buen padre, buen vecino, buen ciudadano,<br />

buena persona... Si estudias, hazlo bien; si siembras<br />

los campos, hazlo con amor; si eres ejecutivo, sirve<br />

con alegría; si eres religioso, alaba al Señor y sé soli-<br />

dario <strong>de</strong>l prójimo: “felices los que son perseguidos por<br />

causa <strong>de</strong>l bien, porque <strong>de</strong> ellos es el Reino <strong>de</strong> los cie-<br />

los”.<br />

Cuando al llegar el 1 <strong>de</strong> enero celebramos el año<br />

nuevo ¿qué estamos haciendo? Simplemente estamos<br />

participando en una alegría colectiva. Esta celebración<br />

es ciertamente convencional, pero no hay ninguna du-<br />

da que también es necesaria. En efecto, el hombre ne-<br />

cesita celebrar la vida que se expresa y se construye en<br />

el tiempo. Lo que nosotros llamamos vida se “opera-<br />

cionaliza”, <strong>de</strong> hecho, en lo que llamamos día o noche;<br />

en el niño, el joven, el adulto y el anciano.<br />

El tiempo es la vida traducida a momentos, situa-<br />

ciones, a antes, ahora y <strong>de</strong>spués... Intuitivamente, los<br />

hombres valoran positivamente la vida y el tiempo y,<br />

por eso, celebran “AÑO NUEVO”.<br />

Pero, aún queda una pregunta más <strong>de</strong> fondo:<br />

¿por qué el tiempo es consi<strong>de</strong>rado como algo positi-<br />

139


vo?... Porque le da al hombre la posibilidad <strong>de</strong> tener<br />

personalmente sentido. ¿Qué significa, en realidad, ser<br />

juez, esposo, chofer, alumno, campesino, pescador,<br />

etc...? Simplemente que en estas diferentes situaciones<br />

<strong>de</strong> vida, que se dan en el tiempo, yo puedo hacer el<br />

bien, puedo amar, puedo apoyar y apoyarme en el<br />

otro...<br />

Las circunstancias <strong>de</strong> cada día, en las diferentes<br />

áreas <strong>de</strong> la actividad humana, (económica, educacio-<br />

nal, familiar, política, etc.) me dan la oportunidad <strong>de</strong><br />

participar integrando personalmente elementos <strong>de</strong><br />

equilibrio, <strong>de</strong> organización, <strong>de</strong> comprensión, <strong>de</strong> distri-<br />

bución justa y solidaria, etc... La vida, en cada mo-<br />

mento, me invita a estar presente en la historia para<br />

hacer crecer el amor. Amor es la síntesis <strong>de</strong> todo lo<br />

justo, lo bello, lo verda<strong>de</strong>ro, lo sincero, lo fraterno,<br />

etc. Amor es la totalidad <strong>de</strong> lo positivo. El amor es Dios.<br />

La vida, para los creyentes, es la oportunidad <strong>de</strong><br />

poner a Dios en el centro <strong>de</strong> la materia, <strong>de</strong> las estruc-<br />

turas, <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s a partir <strong>de</strong> la presencia <strong>de</strong><br />

Dios en el corazon <strong>de</strong>l hombre (1 Jn 4, 7-10).<br />

El hombre bueno es el hombre que tiene amor,<br />

es <strong>de</strong>cir, que ha dado cabida a Dios en su vida. El<br />

hombre bueno es el hombre sagrado que construye<br />

una sociedad sagrada. “Felices los que son persegui-<br />

dos por causa <strong>de</strong>l bien, porque <strong>de</strong> ellos es el Reino<br />

<strong>de</strong> los Cielos”.<br />

La presencia <strong>de</strong> hombres que vivan el espíritu <strong>de</strong><br />

Jesucristo, sintetizado en el Sermón <strong>de</strong>l Monte, cier-<br />

tamente que la acogerán con interés y gratitud las ge-<br />

neraciones futuras. Más aún, a hombres cristianos au-<br />

ténticos, honestos, que tratan <strong>de</strong> vivir, en verdad, lo<br />

que dicen que creen, los tiempos veni<strong>de</strong>ros los nece-<br />

sitarán.<br />

140


El cristianismo no se agota en miradas humanis-<br />

tas, planteamientos horizontales, razones humanas...<br />

El auténtico cristianismo es trascen<strong>de</strong>nte, a la vez que<br />

toma y se juega por todo lo que es auténticamente<br />

humano. En los vitrales <strong>de</strong> las catedrales o en las imá-<br />

genes <strong>de</strong> las capillas, este cristianismo genuino no<br />

sólo expresó el cielo, lo que vendrá, sino que reflejó<br />

la alegría, la sinceridad, el compañerismo, la justicia,<br />

el <strong>de</strong>sinterés, etc., hechos vida, en hombres, mujeres,<br />

niños, adultos, jóvenes, etc., que lograron alta calidad<br />

humana y que llamamos “santos”. En los vitrales o en<br />

las imágenes digamos que están representados los éxi-<br />

tos <strong>de</strong> la humanidad. Estos miembros <strong>de</strong> la raza hu-<br />

mana caminaron en el tiempo buscando, acogiendo,<br />

entrando en el tiempo <strong>de</strong> Dios, en la eternidad. Fue-<br />

ron hombres <strong>de</strong> calidad excepcional... También la<br />

nueva civilización espera hombres excepcionales para<br />

los tiempos nuevos y, el mundo occi<strong>de</strong>ntal, pone su<br />

confianza especialmente en el cristianismo. Ojalá que<br />

los cristianos no <strong>de</strong>frau<strong>de</strong>n a la historia...<br />

141


1.<br />

142<br />

APENDICE<br />

Una semana positiva<br />

Levántate cada día como una persona nueva. Para<br />

ello sólo requieres darte, al inicio <strong>de</strong> la jornada, unos<br />

minutos tranquilos para ti: <strong>de</strong>ja atrás los cansancios,<br />

<strong>de</strong>spierta tus ilusiones, confía en la humanidad.<br />

Sé sabio, es <strong>de</strong>cir, i<strong>de</strong>ntifica cada día una razón<br />

para vivir que te signifique un <strong>de</strong>safio, pero que sea<br />

alcanzable para que no te aplaste.<br />

El esquema común para cada día es el siguiente:<br />

1. Invitaciones: lee atentamente cada uno <strong>de</strong> los pen-<br />

mientos <strong>de</strong>l día.<br />

2. Silencio: queda en silencio algunos minutos escu-<br />

chando sólo las sugerencias y sentimientos que se<br />

hayan <strong>de</strong>spertado en ti.<br />

3. Reflexión: si tienes tiempo, medita durante algu-<br />

nos minutos las reflexiones que se te ofrecen cada<br />

día. Si no tienes tiempo al levantarte, esta medi-<br />

tación la pue<strong>de</strong>s reservar para algún momento <strong>de</strong>l<br />

día que te resulte más cómodo.<br />

4. Oración: elige un Salmo y saboréalo leyéndolo<br />

pausadamente.


Si sigues cada día el programa que te presento<br />

para esta próxima semana, pue<strong>de</strong>s estar seguro que tus<br />

ojos verán más luz, tu corazón sentirá más calor, tus<br />

manos estarán más abiertas, tu vida entera encontra-<br />

rá un nuevo sentido. A<strong>de</strong>lante...<br />

Una semana positiva<br />

LUNES<br />

1. Invitaciones<br />

—Cree en la gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> la humanidad.<br />

—Trata <strong>de</strong> ser feliz en las cosas simples <strong>de</strong>l día.<br />

—Entrégate a una tarea que le dé sentido a tu vida.<br />

—Relaciónate con cariño contigo mismo, con los <strong>de</strong>-<br />

más y con la sociedad.<br />

2. Silencio<br />

(Después <strong>de</strong> leer estas “invitaciones”, guarda un<br />

rato <strong>de</strong> silencio y trata <strong>de</strong> escuchar las “resonan-<br />

cias” que han hecho en ti).<br />

3. Reflexión<br />

Inicias un nuevo día... Lo más probable es que,<br />

en relación al día <strong>de</strong> ayer, no cambien mucho las<br />

cosas... Sin embargo, empieza este nuevo día co-<br />

mo si todo fuera diferente. En verdad, tienes<br />

en tus manos la posibilidad <strong>de</strong> cambiarlo todo.<br />

¿Cómo?... Simplemente cambia el cristal con el<br />

que has mirado hasta ahora... Mira el lado posi-<br />

tivo <strong>de</strong> las cosas. Así té convencerás y comunica-<br />

143


144<br />

rás que la vida es hermosa, que la vida vale la pe-<br />

na vivirla...<br />

Empiezas una nueva jornada. Asúmela como una<br />

bonita tarea y, a través <strong>de</strong> ella, dale sentido a to-<br />

das las horas, a todos los momentos <strong>de</strong> este día:<br />

tu ida al trabajo, la convivencia con tus semejan-<br />

tes, el cansancio <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>, el regreso a tu ho-<br />

gar, el reencuentro con los tuyos, los momentos<br />

<strong>de</strong> oración, etc.<br />

También hoy, lo más probable es que tus respon-<br />

sabilida<strong>de</strong>s, los nuevos <strong>de</strong>safíos que puedan sur-<br />

gir se concreten en cosas pequeñas, en hechos<br />

simples: acoge el milagro <strong>de</strong> la vida en las peque-<br />

ñas situaciones, en los gestos cotidianos...<br />

Hoy olvidarás rencores, incomprensiones, erro-<br />

res... Usa este único secreto: ama. Amate a ti, ama<br />

a tu prójimo, ama la vida.<br />

4. Oración<br />

En tu Biblia, ubica y lee lentamente alguno <strong>de</strong> los<br />

siguientes Salmos:<br />

26(25): Oración <strong>de</strong>l hombre cumplidor.<br />

27(26): Junto a Dios no hay temor.<br />

23(22): El Señor es mi pastor.<br />

11(10): El justo no se asusta.<br />

71(70): Oración <strong>de</strong> un anciano.<br />

90(89): Nuestros días pasan como suspiros.


MARTES<br />

1. Invitaciones<br />

—Date permiso para cambiar, sin sentirte avergon-<br />

zado.<br />

—Resérvate tiempo <strong>de</strong> buena calidad para disfrutar<br />

<strong>de</strong> la vida.<br />

—Preocúpate por satisfacer tus inquietu<strong>de</strong>s internas<br />

más que por adquirir posesiones o estatus social.<br />

—Vive plenamente el instante presente.<br />

—Disfruta <strong>de</strong> todos los elementos que constituyen<br />

la humanidad: cuerpo, sique y espíritu.<br />

2. Silencio<br />

(Después <strong>de</strong> leer estas “invitaciones”, guarda un<br />

rato <strong>de</strong> silencio y trata <strong>de</strong> escuchar la “resonan-<br />

cia” que han hecho en ti).<br />

3. Reflexión<br />

El ayer quedó atrás, hoy es otro día... Más clara-<br />

mente, hoy tienes en tus manos nuevas oportuni-<br />

da<strong>de</strong>s...<br />

Todo pue<strong>de</strong> cambiar. Lo negativo, tras un proceso<br />

<strong>de</strong> transformación, pue<strong>de</strong> llegar a ser positivo; lo<br />

estancado, fluido, etc...<br />

Sin embargo, en medio <strong>de</strong> los quehaceres <strong>de</strong> esta<br />

jornada, no te olvi<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ti mismo(a): <strong>de</strong> tu <strong>de</strong>s-<br />

canso, <strong>de</strong> tu cuidado. Concé<strong>de</strong>te algún tiempo<br />

“ocioso”, simplemente para disfrutar <strong>de</strong> la vida...<br />

Lucha por las necesida<strong>de</strong>s básicas propias y aje-<br />

nas: por tu pan, techo y abrigo y por el <strong>de</strong> tu pró-<br />

jimo. Pero, una vez asegurados estos bienes, no<br />

145


146<br />

olvi<strong>de</strong>s que todo ser humano necesita también<br />

conocer y crecer en lo bello, lo bueno, lo justo...<br />

Las necesida<strong>de</strong>s espirituales no son un simple<br />

adorno; son auténticos requerimientos humanos.<br />

Entre el ayer, el hoy y el mañana se <strong>de</strong>slizará sua-<br />

vemente tu existencia. No obstante, lo que te per-<br />

tenece realmente es el hoy. En el aquí y el ahora<br />

<strong>de</strong> cada instante trata que se sientan acogidos,<br />

queridos y cuidados tu cuerpo, tu sique y tu espí-<br />

ritu.<br />

4. Oración<br />

En tu Biblia, ubica y lee lentamente alguno <strong>de</strong> los<br />

siguientes Salmos:<br />

92(91): El hombre santo crecerá como palmera.<br />

98(97): Entonen al Señor un canto nuevo.<br />

112(111): Así es el “justo”.<br />

118(117): No moriré, !viviré!<br />

121(120): Dios no te faltará.<br />

MIERCOLES<br />

1. Invitaciones<br />

—Mira el lado bueno <strong>de</strong> las cosas.<br />

—Busca expresamente buenos momentos. (Busca<br />

las alegrías, porque las penas llegan solas).<br />

—Un cuerpo tenso, una mente negativa, un corazón<br />

airado no te sirven; cámbialos por relajación, son-<br />

risas, paz interna y paz social, i<strong>de</strong>as y actos posi-<br />

tivos.<br />

—Interésate por el éxito <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más.


—Pensar bien <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más, saber sonreírles, mul-<br />

tiplica amigos.<br />

2. Silencio<br />

(Después <strong>de</strong> leer estas “invitaciones”, guardar un<br />

rato <strong>de</strong> silencio y tratar <strong>de</strong> escuchar la “resonan-<br />

cia” que han hecho en ti).<br />

3. Reflexión<br />

El tiempo pasa rápidamente. Hoy, también, parte<br />

<strong>de</strong> la vida se te irá sin darte cuenta. ¿Cómo vivir,<br />

entonces, con sabiduría?... Actúa “como si”: “como<br />

si” todos te quisieran; “como si” todo te agradara;<br />

“como si” todos te entendieran... Con esta filoso-<br />

fía <strong>de</strong> “como si” caminarás relajado, sonreirás<br />

sin dificultad; no habrá agresividad en tu mirada,<br />

te comunicarás con un tono <strong>de</strong> voz amistoso. Así,<br />

sentirás, hoy, que el mundo te quiere; que, en un<br />

posible error, la gente te compren<strong>de</strong>; que, si es<br />

necesario, para levantarte <strong>de</strong> una caída hay mu-<br />

chas manos solidarias para ayudarte... Más aún,<br />

viviendo sinceramente “como si”, te interesarás<br />

favorablemente por los <strong>de</strong>más; pensarás bien <strong>de</strong><br />

ellos, serás amable en las relaciones; en una pa-<br />

labra, hoy multiplicarás los amigos. Antes, duran-<br />

te y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> tu presencia irradiarás paz.<br />

4. Oración<br />

En tu Biblia, ubica y lee lentamente alguno <strong>de</strong> los<br />

siguientes Salmos:<br />

95(94): Vengan, cantemos al Señor.<br />

93(92): El Señor reina vestido <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>za.<br />

98(97): Entonen al Señor un canto nuevo.<br />

147


JUEVES<br />

148<br />

103(102): El Señor te colma <strong>de</strong> bendición.<br />

104(103): El universo alaba a su Creador.<br />

1. Invitaciones<br />

Si te imaginas a ti mismo tranquilo, optimista y<br />

seguro, tu comportamiento será igualmente tran-<br />

quilo, optimista y seguro.<br />

—Elige i<strong>de</strong>as positivas; se transformarán en ten<strong>de</strong>n-<br />

cia, inclinación, <strong>de</strong>seo positivo permanentes.<br />

—El i<strong>de</strong>al da unidad, armonía, vigor y plenitud a la<br />

vida.<br />

—El i<strong>de</strong>al es el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> toda la persona en<br />

provecho <strong>de</strong> sí mismo, <strong>de</strong>l prójimo y <strong>de</strong> Dios.<br />

—No existe la suerte; nosotros construimos nuestra<br />

fortuna, nuestra dicha.<br />

2. Silencio<br />

(Después <strong>de</strong> leer estas “invitaciones”, guarda un<br />

rato <strong>de</strong> silencio y trata <strong>de</strong> escuchar la “resonancia”<br />

que han hecho en ti).<br />

3. Reflexión<br />

Hoy también pue<strong>de</strong>s construir tu vida... ¿La quie-<br />

res triste y opaca o radiante y esperanzada?... De<br />

ti <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>... Si te llenas la cabeza con i<strong>de</strong>as <strong>de</strong><br />

fracaso, incapacidad y temores, no du<strong>de</strong>s que, al<br />

final <strong>de</strong> la jornada, serás un <strong>de</strong>rrotado. Pero,<br />

¡no!... Convéncete que usando bien las oportuni-<br />

da<strong>de</strong>s favorables que tengas (no importa que sean<br />

muchas o pocas) saldrás a<strong>de</strong>lante, darás unos po-<br />

cos nuevos pasos...


Apóyate en estas i<strong>de</strong>as: me irá bien, sé salir a<strong>de</strong>-<br />

lante, me he preparado para tener éxito hoy día...<br />

Serás ganador porque usarás en una sola direc-<br />

ción todas tus energías: todo el potencial orienta-<br />

do a lo que vale. En el día sentirás unidad, armo-<br />

nía, vigor y plenitud porque estarás realmente, con<br />

cuerpo y alma, en tu i<strong>de</strong>al, en tus esperanzas, en<br />

tus proyectos.<br />

4. Oración<br />

En tu Biblia, ubica y lee lentamente alguno <strong>de</strong> los<br />

siguientes Salmos:<br />

111(110): Dios nos crea, salva y dirige.<br />

112(111): Así es el “justo”.<br />

118(117): No moriré, ¡viviré!<br />

122(121): Iremos a la casa <strong>de</strong>l Señor.<br />

123(122): Salmo <strong>de</strong> esperanza.<br />

VIERNES<br />

1. Invitaciones<br />

—Si sabes <strong>de</strong> verdad lo que quieres y te <strong>de</strong>ci<strong>de</strong>s a<br />

trabajar por ello, estás seguro <strong>de</strong>l éxito.<br />

—La felicidad es un resultado, no es un objetivo en<br />

sí.<br />

—El dinero es un instrumento, no un fin.<br />

—Antes <strong>de</strong> <strong>de</strong>cidir qué hacer con tu vida, es prefe-<br />

rible que <strong>de</strong>scubras la vida.<br />

—Busca un i<strong>de</strong>al tal que conseguirlo te represente<br />

un <strong>de</strong>safío, pero que no sea tan alto, para que no<br />

sea algo inalcanzable... Si logras i<strong>de</strong>ntificarlo eres<br />

un hombre hecho para triunfar.<br />

149


2. Silencio<br />

150<br />

(Después <strong>de</strong> leer estas “invitaciones”, guarda un<br />

rato <strong>de</strong> silencio y trata <strong>de</strong> escuchar la “resonan-<br />

cia” que han hecho en ti).<br />

3. Reflexión<br />

No le pidas a la vida lo que no pue<strong>de</strong> darte... En<br />

la vida necesariamente hay soledad, llanto, incom-<br />

prensión... ¡En un año, todos los días no pue<strong>de</strong>n<br />

ser primavera!... Hoy, en tu camino, encontrarás<br />

la vida tal cual es: luz y oscuridad; trabajo y <strong>de</strong>s-<br />

canso; comprensión y alegrías, pero también so-<br />

ledad y dolor. ¡No importa! Toma con <strong>de</strong>cisión to-<br />

do el material que te ofrezca esta nueva jornada<br />

<strong>de</strong> trabajo y encárgate tú <strong>de</strong> darle sentido... Sáca-<br />

le partido a todo; nada te pue<strong>de</strong> doblegar o ven-<br />

cer si eres capaz <strong>de</strong> asumir, dar perspectiva, en-<br />

contrar la a<strong>de</strong>cuada ubicación <strong>de</strong> cada cosa... Si<br />

lo consigues, ¿qué lograrás?... Simplemente ser<br />

feliz... La felicidad es lo que resulta <strong>de</strong> un buen<br />

manejo <strong>de</strong> la vida. Trata <strong>de</strong> que no te falte dine-<br />

ro y lo que te sobrevenga “por añadidura” com-<br />

pártelo con sencillez...<br />

4. Oración<br />

En tu Biblia, ubica y lee lentamente alguno <strong>de</strong> los<br />

siguientes Salmos:<br />

127(126): Lo que se construye sin Dios, fracasa.<br />

126(125): Se van llorando y vuelven con las gavillas.<br />

125(124): Confianza en el Señor.<br />

128(127): La bendición <strong>de</strong>l hogar.<br />

130(129): Des<strong>de</strong> el abismo clamo a ti, Señor.


SABADO<br />

1. Invitaciones<br />

—Evita la compañía <strong>de</strong> los mentirosos.<br />

—Trata <strong>de</strong> vivir este día con un sentido porque eso<br />

te hará feliz, eficiente y un ser humano más satis-<br />

fecho.<br />

—El cambio es la base misma <strong>de</strong> la vida...Una do-<br />

sis <strong>de</strong> previsión y estabilidad con la posibilidad<br />

añadida <strong>de</strong> novedad y cambio es lo i<strong>de</strong>al.<br />

—El hombre exitoso explora territorios nuevos, va-<br />

ga por lo <strong>de</strong>sconocido, maneja i<strong>de</strong>as y actitu<strong>de</strong>s<br />

nuevas.<br />

—No temas ser gran<strong>de</strong>... ¡No basta con trabajar pa-<br />

ra vivir!... A<strong>de</strong>más, siéntete activo, interesado, ilu-<br />

sionado, entusiasmado.<br />

2. Silencio<br />

(Después <strong>de</strong> leer estas “invitaciones”, guarda un<br />

rato <strong>de</strong> silencio y trata <strong>de</strong> escuchar la “reso-<br />

nancia” que han hecho en ti).<br />

3. Reflexión<br />

Hoy, ya pue<strong>de</strong>s ser tú mismo... No necesitas ir a<br />

ganarte el pan con un trabajo remunerado... ¿Qué<br />

quieres hacer? ¿Deseas <strong>de</strong>scansar? ¿Prefieres sa-<br />

lir a trotar? ¿Te resulta más placentero visitar a<br />

un amigo(a)? ¿Cuánto tiempo que no organizas un<br />

momento <strong>de</strong> diversión familiar?... Hoy, ya pue-<br />

<strong>de</strong>s ser tú mismo...<br />

Este cambio <strong>de</strong> vida, en fin <strong>de</strong> semana, te viene<br />

<strong>de</strong> “perillas”... Es también la oportunidad <strong>de</strong> mi-<br />

rar diferente, <strong>de</strong> leer algo entretenido, <strong>de</strong> relacio-<br />

151


152<br />

narte, quizá, en un estilo más cercano y personal.<br />

La semana <strong>de</strong> trabajo quedó atrás... Desilusio-<br />

nes, cansancios, tensiones... ¡Por favor!... No se te ocu-<br />

rra agregarle a tu vida nuevas preocupaciones...<br />

Sería, en verdad, algo <strong>de</strong> muy mal gusto... Hoy,<br />

es el tiempo preciso <strong>de</strong>dicado a la “mantención”;<br />

es la oportunidad <strong>de</strong> volver a “cargar pilas”; hoy<br />

<strong>de</strong>ben <strong>de</strong>spertarse tus intereses personales, tus ilu-<br />

siones...<br />

4. Oración<br />

En tu Biblia, ubica y lee lentamente alguno <strong>de</strong> los<br />

siguientes Salmos:<br />

131(130): Confianza filial en Dios.<br />

141(140): “No nos <strong>de</strong>jes caer en la tentación”.<br />

146(145): El Señor libera a los oprimidos.<br />

138(137): Himno <strong>de</strong> alabanza.<br />

124(123): Escapamos <strong>de</strong> la trampa <strong>de</strong>l cazador.<br />

DOMINGO<br />

1. Invitaciones<br />

—Toda la vida tiene algo <strong>de</strong> sagrado.<br />

—El hombre maduro es capaz <strong>de</strong> emocionarse.<br />

—Nadie es mejor que otro más que unos pocos mi-<br />

nutos.<br />

—Trata que en tu vida no existan per<strong>de</strong>dores... Que<br />

sólo haya personas que tienen habilida<strong>de</strong>s e inte-<br />

reses diferentes.<br />

—Tu verdad más la verdad <strong>de</strong> tu hermano son más<br />

verdad.


—Tú eres importante, él es importante, todos so-<br />

mos importantes.<br />

2. Silencio<br />

(Después <strong>de</strong> leer estas “invitaciones”, guarda un<br />

rato <strong>de</strong> silencio y trata <strong>de</strong> escuchar la “resonan-<br />

cia” que han hecho en ti).<br />

3. Reflexión<br />

Todo es sagrado en esta vida porque todo viene<br />

<strong>de</strong> Dios... La creación entera es el gran templo<br />

<strong>de</strong>l Dios vivo y verda<strong>de</strong>ro...<br />

El tiempo, la tierra, las montañas, el mar... Es di-<br />

vino el aire y el pájaro que vuela; el hombre, la<br />

mujer, la pareja y el niño que nace...<br />

Todo es sagrado... El que nace, el que crece, el<br />

que vive y el que muere... Sagrada es la mesa <strong>de</strong>l<br />

hogar, el escritorio <strong>de</strong>l estudiante, <strong>de</strong>l oficinista,<br />

<strong>de</strong>l ingeniero o arquitecto...<br />

La vida es el gran templo... En el templo <strong>de</strong> la<br />

vida se encuentran en oración y en comunión to-<br />

dos los hombres <strong>de</strong> buena voluntad: los limpios,<br />

los comprensivos, los justos, los solidarios...<br />

En el templo <strong>de</strong> cada día se siembran los campos,<br />

avanza la ciencia, la madre alimenta a su hijo; el<br />

<strong>de</strong>portista compite con hidalguía; el cartero repar-<br />

te noticias; el consagrado señala al Dios vivo y ver-<br />

da<strong>de</strong>ro, la chimenea <strong>de</strong> la fábrica indica produc-<br />

ción, el transporte moviliza productos y produc-<br />

tores...<br />

Toda la vida es sagrada, tú eres sagrado, tu her-<br />

mano es sagrado... Si sientes que te cuesta la tras-<br />

cen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> lo rutinario, <strong>de</strong> lo inmediato; si per-<br />

153


154<br />

cibes que tu mirada sólo llega a la superficie en-<br />

tona himnos, ora en y con tu Iglesia, escucha la<br />

Palabra Santa porque ahí reencontrarás lo divino<br />

<strong>de</strong>l corazón <strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong>l universo, participa en tu<br />

Iglesia y, como pueblo, alaba al Señor.<br />

4. Oración<br />

En tu Biblia, ubica y lee lentamente alguno <strong>de</strong> los<br />

siguientes Salmos:<br />

1: Los dos caminos.<br />

5: Oración al <strong>de</strong>spertar.<br />

8: Gloria <strong>de</strong> Dios y gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong>l hombre.<br />

19(18): El Señor, sol <strong>de</strong> justicia.<br />

23(22): El Señor es mi pastor.<br />

27(26): Junto a Dios no hay temor.<br />

31(30): Señor, busco refugio en ti.<br />

33(32): La Provi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Dios cuida el mundo.


2.<br />

¿Qué es lo normal?<br />

En las ciencias sociales, al hablar <strong>de</strong>l hombre nos<br />

expresamos, con frecuencia, en términos <strong>de</strong> “normal”<br />

o “anormal”. ¿Qué enten<strong>de</strong>mos realmente por norma-<br />

lidad?... Lo normal es una convención... Nos ponemos<br />

<strong>de</strong> acuerdo para consi<strong>de</strong>rar esto en relación a esto otro<br />

y así luego <strong>de</strong>cimos si algo es normal o anormal. Es-<br />

to “otro”, este “referente”, en los fenómenos menta-<br />

les, dice relación a tres posibles mo<strong>de</strong>los: mo<strong>de</strong>lo mé-<br />

dico, el estadístico y el <strong>de</strong> solución. Brevemente:<br />

a) El mo<strong>de</strong>lo médico: se basa en la hipotésis <strong>de</strong> que<br />

hay un estado i<strong>de</strong>al para la condición humana,<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> unos límites muy estrechos y conocidos,<br />

y que cualquier <strong>de</strong>sviación fuera <strong>de</strong> estos límites<br />

es, por <strong>de</strong>finición, anormal.<br />

b) El mo<strong>de</strong>lo estadístico: sólo examina la frecuencia<br />

<strong>de</strong> una condición específica, un suceso o un comportamiento<br />

para toda la población.<br />

c) El mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> la solución <strong>de</strong> la anormalidad: ana-<br />

liza cómo la persona trata <strong>de</strong> solucionar sus pro-<br />

blemas cada día. Por ejemplo, si usted tiene una<br />

sola pierna ¿es normal o anormal?... El mo<strong>de</strong>lo<br />

<strong>de</strong> la solución plantea que tener una sola pierna<br />

es un problema posible. Pero pregunta al pacien-<br />

te y si el paciente dice que no tiene ningún pro-<br />

blema, entonces no existe anormalidad. Si, por el<br />

contrario, el paciente se queja <strong>de</strong> <strong>de</strong>presión y <strong>de</strong><br />

155


156<br />

otras dificulta<strong>de</strong>s causadas por la falta <strong>de</strong> una pier-<br />

na, entonces se le diagnostica como “anormal”,<br />

es <strong>de</strong>cir, que requiere cierto tipo <strong>de</strong> tratamiento.<br />

En la literatura sicológica es conveniente, pues, te-<br />

ner presente cuál es el mo<strong>de</strong>lo que se usa <strong>de</strong> referen-<br />

te cuando se consi<strong>de</strong>ra algo “normal” o “anormal”.


Bibliografía<br />

ANGER, L., Ayudarse a sí mismo. Sal Terrae, Santan<strong>de</strong>r 1987.<br />

BECK, A. y col., Terapia cognitiva <strong>de</strong> la <strong>de</strong>presión. Edit. Desclée<br />

<strong>de</strong> B., S.A., Bilbao 1987.<br />

BROTHERS, J. Cómo alcanzar sus objetivos con éxito. Edit. Gri-<br />

jalbo, Barcelona 1980.<br />

BUSCAGLIA, L., Vivir, amar y apren<strong>de</strong>r. Edit. Diana, México,<br />

1984.<br />

BUSCAGLIA, L., Cómo amarnos los unos a los otros. Edit. Dia-<br />

na, México 1986.<br />

DYER, W., El cielo es el límite. Edit. Grijalbo, Barcelona 1981.<br />

FENSTERHEIM, H. y Col., No diga Sí cuando quiera <strong>de</strong>cir No.<br />

Edit. Grijalbo, Barcelona 1976.<br />

FENSTERHEIM, H. y Col., Viva sin temores. Edit. Grijalbo, Bar-<br />

celona 1979.<br />

GIRODO, M., Cómo vencer la timi<strong>de</strong>z. Edit. Grijalbo, Barcelona<br />

1980.<br />

IRALA, N., Control cerebral y emocional. Edic. Mensajero, Bil-<br />

bao 1978.<br />

MASLOW, A., La amplitud potencial <strong>de</strong> la naturaleza humana.<br />

Edit. Trillas, México 1982.<br />

MOORE, J., Sexualidad y espiritualidad. Edit. Cuatro Vientos,<br />

Santiago 1980.<br />

SMITH, M., Libérese <strong>de</strong> sus miedos. Edit. Grijalbo, Barcelona<br />

1979.<br />

SMITH, M., Cuando digo No me siento culpable. Edit.Grijalbo,<br />

Barcelona 1977.<br />

SMITH, M., Sí, puedo <strong>de</strong>cir No. Edit. Grijalbo, Barcelona 1988.<br />

STURGEON, W., Depresión. Edit. Grijalbo, Barcelona 1981.<br />

VISCOTT, D., El lenguaje <strong>de</strong> los sentimientos. Edit. EMECE, Buenos<br />

Aires 1978.<br />

157


Indice<br />

Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7<br />

I PARTE<br />

APRENDA A SER FELIZ<br />

1. Las relaciones humanas ............... 11<br />

Relaciones humanas y contactos tempranos . . . . . 12<br />

Relaciones humanas<br />

y condicionamientos históricos . . . . . . . . . . . 16<br />

Las relaciones humanas y los valores cristianos . . 22<br />

2. Los sentimientos ................... 29<br />

La conducta y lo biológico . . . . . . . . . . . . . 30<br />

La conducta y los reflejos . . . . . . . . . . . . . . 30<br />

Lo consciente y lo inconsciente<br />

<strong>de</strong> la afectividad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32<br />

El mundo <strong>de</strong> los sentimientos . . . . . . . . . . . . 32<br />

Algunos pensamientos <strong>de</strong> maestros ilustres . . . . . 38<br />

Esquema general . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42<br />

Esquemas básicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42<br />

Inventario <strong>de</strong> Aserción . . . . . . . . . . . . . . . . 44<br />

3. Aprenda a vivir bien ................. 46<br />

¿De dón<strong>de</strong> surgen nuestras emociones? . . . . . . . 49<br />

¿Qué son las i<strong>de</strong>as no-realistas o irracionales? . . . . 50<br />

¿Cómo <strong>de</strong>shacernos <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as irracionales? . . . . 51<br />

Algunas i<strong>de</strong>as no-razonables comunes . . . . . . . 52<br />

4. Sea feliz: realícese . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54<br />

El Sistema Nervioso Autónomo . . . . . . . . . . . 54<br />

Características <strong>de</strong> las personas exitosas . . . . . . 57<br />

Las características <strong>de</strong>l mundo<br />

en las “experiencias cumbres” . . . . . . . . . . . 58<br />

159


5. ¿Conviene expresar lo que se piensa o se siente? . 64<br />

Declaración <strong>de</strong> Derechos Asertivos . . . . . . . . 69<br />

Inventario <strong>de</strong> Asertividad . . . . . . . . . . . . . 70<br />

Programas <strong>de</strong> Asertividad y sus resultados . . . . 72<br />

La asertividad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75<br />

160<br />

II PARTE<br />

APRENDA A NO DESTRUIRSE<br />

1. El miedo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79<br />

Emociones <strong>de</strong> supervivencia . . . . . . . . . . . . 79<br />

¿Qué es el miedo? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80<br />

Los miedos anormales . . . . . . . . . . . . . . . . 81<br />

Escala para medir el miedo . . . . . . . . . . . . . . 84<br />

2. La timi<strong>de</strong>z . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89<br />

¿Qué es la timi<strong>de</strong>z? . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89<br />

Caminos <strong>de</strong> solución para el tímido . . . . . . . . . . 91<br />

3. El “estrés” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95<br />

¿Qué es el “estrés”? . . . . . . . . . . . . . . . . . 95<br />

Situaciones <strong>de</strong> estrés y funcionamiento orgánico . 97<br />

Los cambios <strong>de</strong> vida en las personas y el estrés . . 99<br />

Los costos fisiológicos y sicológicos <strong>de</strong>l estrés . . . . 102<br />

4. La <strong>de</strong>presión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 104<br />

¿Qué es la <strong>de</strong>presión? . . . . . . . . . . . . . . . . 105<br />

Clases <strong>de</strong> <strong>de</strong>presión . . . . . . . . . . . . . . . . 106<br />

Tensión y <strong>de</strong>presión . . . . . . . . . . . . . . . 109<br />

Escala <strong>de</strong> tensión <strong>de</strong> Holmes . . . . . . . . . . . 111<br />

¿Cómo impedir la <strong>de</strong>presión? . . . . . . . . . . . . . 112<br />

5. Cambios y enfermedad . . . . . . . . . . . . . . . 114<br />

La vida y el cambio . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116<br />

La adaptación al cambio . . . . . . . . . . . . . . . 117<br />

El ritmo <strong>de</strong>l cambio . . . . . . . . . . . . . . . . . 118<br />

Límites <strong>de</strong> la adaptabilidad . . . . . . . . . . . 119<br />

El precio fisiológico <strong>de</strong>l cambio . . . . . . . . . . 120


La “reacción <strong>de</strong> adaptación” . . . . . . . . . . . . . 121<br />

Los cambios y lo sicológico . . . . . . . . . . . . . 123<br />

¿Cómo adaptarnos al cambio? . . . . . . . . . . . 125<br />

Los pastores espirituales y el cambio . . . . . . . . 127<br />

CONCLUSION ...................... 131<br />

Lo religioso y la felicidad ............. 135<br />

APENDICE<br />

1. Una semana positiva ............... 142<br />

2. ¿Qué es lo normal? ................ 155<br />

Bibliografía ........................ 157<br />

Indice ............................ 159<br />

161

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