13.06.2013 Views

Joseíto, el zamorano - La Opinión de Zamora

Joseíto, el zamorano - La Opinión de Zamora

Joseíto, el zamorano - La Opinión de Zamora

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

XX / dominical LA OPINION-EL CORREO / Domingo, 30 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 2008<br />

Continuando con <strong>el</strong> capítulo anterior y la ficha<br />

<strong>de</strong> “<strong>Joseíto</strong>” por <strong>el</strong> equipo <strong>de</strong> sus amores, <strong>el</strong><br />

Real Madrid; aqu<strong>el</strong>lo fue para él lo máximo a<br />

que podía aspirar en <strong>el</strong> fútbol, pasando a pertenecer<br />

a dicho club en la temporada 1951-52. A<br />

partir <strong>de</strong> entonces, mediante sus virtu<strong>de</strong>s humanas<br />

y <strong>de</strong>portivas pronto se ganó a la afición merengue<br />

que a punto estuvo <strong>de</strong> per<strong>de</strong>rlo, pues<br />

llegaron al club importantes ofertas <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s<br />

equipos: Milán, Roma, Boca Juniors, entre<br />

otros. Pero él siempre <strong>de</strong>cía que lo más en <strong>el</strong><br />

fútbol era pertenecer al Real Madrid, d<strong>el</strong> que<br />

solía contar: «es mejor ser suplente aquí, que<br />

titular en otros equipos».<br />

Los éxitos que la vida le daba constantemente<br />

no lograron mancillar la sencillez y humildad<br />

d<strong>el</strong> <strong>zamorano</strong>, quien cada vez que finalizaba<br />

la temporada, venía a <strong>Zamora</strong> para estar<br />

unos días con los suyos. Y aquí; en este<br />

momento <strong>de</strong> su vida, que seguramente no le<br />

dio importancia, entramos aqu<strong>el</strong>los chiquillos<br />

<strong>de</strong> la plazu<strong>el</strong>a <strong>de</strong> Santa Lucía, en cuyo lugar<br />

jugábamosalbalóncuandocontábamos8ó10<br />

años: Todos los atar<strong>de</strong>ceres veraniegos <strong>el</strong> señor<br />

Salvador, padre <strong>de</strong> <strong>Joseíto</strong>, sacaba una silla<br />

para sentarse a la puerta <strong>de</strong> casa y vernos jugar<br />

al fútbol. Con alegría para nosotros, aqu<strong>el</strong>los<br />

días vacacionales había dos sillas y dos<br />

personas; la otra podéis imaginar quien era; y<br />

es que <strong>Joseíto</strong> sentía gran cariño por su padre.<br />

No hace falta <strong>de</strong>cir que dichas tar<strong>de</strong>s los críos<br />

corríamos tras la p<strong>el</strong>ota hasta casi <strong>de</strong>sfallecer;<br />

pues estaba viéndonos nuestro ídolo.<br />

Con <strong>el</strong> Real Madrid ganó cuatro ligas en los<br />

años cincuenta; dos veces la pequeña Copa d<strong>el</strong><br />

Mundo <strong>de</strong> clubes, que se c<strong>el</strong>ebraba en Venezu<strong>el</strong>a,<br />

una Copa <strong>La</strong>tina, que todos los años jugaban<br />

los campeones <strong>de</strong> sus respectivas ligas:<br />

Francia, Italia, Portugal y España. Y finalmente<br />

dos Copas <strong>de</strong> Europa con aqu<strong>el</strong> irrepetible<br />

equipo cuya d<strong>el</strong>antera fue: <strong>Joseíto</strong>, Kopa,<br />

Di Stéfano, Rial y Gento.<br />

Siempre he pensado que no sólo los hombres<br />

<strong>de</strong> letras o científicos llevan <strong>el</strong> nombre <strong>de</strong><br />

su patria chica allén <strong>de</strong> las fronteras. Hay otros,<br />

como los <strong>de</strong>portistas, en este caso futbolista,<br />

que también lo hicieron; y <strong>Joseíto</strong> paseó su zamoranismo<br />

con orgullo por gran parte d<strong>el</strong><br />

mundo.<br />

En su día fue muy conocida la anécdota <strong>de</strong><br />

las sandalias nuevas cuando la contaba recordando<br />

su pasión por <strong>el</strong> fútbol siendo todavía<br />

casi un niño. Entonces su padre no quería ni<br />

CXV<br />

Aqu<strong>el</strong> primario <strong>de</strong>porte en nuestra ciudad<br />

<strong>Joseíto</strong>,<br />

«enamora» al Real Madrid<br />

Con <strong>el</strong> equipo merengue<br />

ganó cuatro Ligas, dos<br />

veces la pequeña Copa<br />

d<strong>el</strong> Mundo, que se<br />

c<strong>el</strong>ebraba en Venezu<strong>el</strong>a,<br />

y una Copa <strong>La</strong>tina, que<br />

todos los años jugaban<br />

los campeones <strong>de</strong> sus<br />

respectivas ligas:<br />

Francia, Italia, Portugal<br />

y España<br />

JOSE MANUEL GARCIA RUBIO<br />

oír hablar <strong>de</strong> dicho <strong>de</strong>porte, pues lo consi<strong>de</strong>raba<br />

<strong>de</strong>masiado fuerte; motivo por <strong>el</strong> que no le<br />

<strong>de</strong>jaba jugar; hasta tal punto que un día lo encerró<br />

en una habitación <strong>de</strong> la parte alta <strong>de</strong> su<br />

casa. Pero aqu<strong>el</strong>, saltando por una ventana al<br />

tejado <strong>de</strong> al lado, se las arregló para llegar a la<br />

casa <strong>de</strong> un amigo vecino y marchar al partido.<br />

Claro que se enteró su padre, pues una vez<br />

finalizado, cuando fue a <strong>de</strong>scalzarse las botas<br />

<strong>de</strong> fútbol, vio que allí no estaban las nuevas<br />

sandalias; se las habían robado, así que apareció<br />

en casa con las botas puestas, teniendo que<br />

contar toda la peripecia.<br />

<strong>La</strong> siguiente anécdota, más bien hecho importante,<br />

le ocurrió durante sus f<strong>el</strong>ices años<br />

santan<strong>de</strong>rinos en que conoció a la que había <strong>de</strong><br />

ser su esposa; hija d<strong>el</strong> industrial francés Luis<br />

Disputando un balón al <strong>de</strong>fensa d<strong>el</strong> Atlético <strong>de</strong> Madrid Callejo<br />

Lepine, con la que se casó en Madrid, junio <strong>de</strong><br />

1955. A partir <strong>de</strong> entonces su vida privada,<br />

a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> a la familia se la <strong>de</strong>dicó al negocio<br />

d<strong>el</strong> transporte, <strong>el</strong> cual mantenía juntamente<br />

con su suegro.<br />

A pesar <strong>de</strong> tan intensa vida, todavía le quedaba<br />

tiempo para alguna afición, especialmente<br />

la <strong>de</strong> or<strong>de</strong>nar y clasificar en álbumes su<br />

amplia colección <strong>de</strong> vitolas <strong>de</strong> cigarros puros,<br />

que llegó a hacerla famoso entre sus conocidos;<br />

algo curioso en una persona que no fumaba.<br />

Se daba <strong>el</strong> caso curioso que su suegro, <strong>de</strong><br />

nacionalidad francesa al igual que la esposa <strong>de</strong><br />

<strong>Joseíto</strong>, ambos eran tan aficionados a los toros<br />

que, incluso cuando jugaba <strong>el</strong> futbolista, preferían<br />

ir a la corrida <strong>de</strong> turno si la había. Todo<br />

lo contrario sucedía con su suegra, que a pesar<br />

<strong>de</strong> ser española prefería ir al fútbol para ver jugar<br />

al hijo político. Tan poco le gustaba la profesión<br />

<strong>de</strong> su marido a la esposa <strong>de</strong> <strong>Joseíto</strong>, que<br />

siendo ambos espectadores en <strong>el</strong> partido clasificatorio<br />

para los mundiales <strong>de</strong> 1954, España-Turquía,<br />

cuando mediaba <strong>el</strong> primer tiempo<br />

<strong>el</strong>la le dice: “¿Sabes una cosa?”. <strong>Joseíto</strong> pensando<br />

en que le iba a afirmar algo positivo referente<br />

al fútbol, la miró todo ilusionado, esperando<br />

cual sería dicha cosa. Fue que en ese<br />

ratito había estado contando los guardias que<br />

había alre<strong>de</strong>dor d<strong>el</strong> campo: 114.<br />

Aquí doy por finalizada esta rápida biografía<br />

y alguna <strong>de</strong> sus anécdotas d<strong>el</strong> <strong>de</strong>portista <strong>zamorano</strong><br />

más internacional d<strong>el</strong> pasado siglo<br />

XX.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!