La economía - Conevyt
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LA ECONOMÍA<br />
lugar de los pasajeros era un<br />
cuarto en el castillo de popa, la parte<br />
trasera del barco donde estaba el<br />
timón y no había mucho espacio ni<br />
luz. Con poco más de dinero se podía<br />
encontrar lugar en la parte superior<br />
del castillo, que correspondía al<br />
capitán. Lo más incomodo era viajar<br />
en cubierta, donde había siempre<br />
marineros trabajando.<br />
En el castillo de proa, la parte<br />
delantera, se guardaban cuerdas,<br />
velas y herramientas. Allí se<br />
acomodaba la tripulación. Pronto<br />
comenzaron a versa en esos barcos<br />
las hamacas caribeñas, más<br />
cómodas, limpias y frescas que las<br />
mantas en que al principio dormían<br />
marinos y viajeros.<br />
67<br />
Puerto de Veracruz y San Juan de Ulúa.<br />
Litografía de J.M. Rugendas, 1855.<br />
<strong>La</strong>s naves hacían escala en las<br />
Islas Canarias, tras unos seis días de<br />
travesía. Allí se rebastesía el barco,<br />
todos se bañaban, y se preparaban<br />
para aguantar de cuarenta a<br />
cincuenta días de navegación.<br />
Para conocer el rumbo se<br />
utilizaban brújulas. Cada media hora<br />
se señalaba la posición del barco se<br />
calculaba observando la Estrella<br />
Polar.<br />
El conocimiento de los vientos y<br />
de las corrientes marinas fue<br />
desarrollándose a lo largo del siglo<br />
XVII. A mediados de ese siglo, los<br />
mapas habían alcanzado ya una<br />
notable precisión.<br />
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