Machaira

Después me enteré, de boca del pastor de mi iglesia, que JC se había comunicado con él
diciéndole que este libro era satánico y que sus planteamientos eran altamente peligrosos
para la congregación, y le aconsejaba que me expulsara de la iglesia. Sin embargo, JC no se
atrevió a decírmelo.
¿Qué yo necesitaba pastoreo? ...¿Para qué?
Si lo que él pretendía era una conversación para analizar y responder a mis inquietudes, tal
vez hubiera estado de acuerdo con él; pero, ¿acaso pretendía hacerme un “lavado de
cerebro” para que yo le cediera mí derecho en Cristo a declarar la verdad?. Aún si se
tratara del mismísimo apóstol Pablo en persona, seguiría yo consultando a la Palabra de
Dios para corroborar cada palabra que saliera de la boda de él, antes de aceptar como iluso
lo que ellos declaran.
Estos individuos están acostumbrados a tratar con personas débiles, muy sensibles
emocionalmente, con una gran necesidad de ayuda espiritual, y por lo mismo, personas
muy confiadas en la supuesta idoneidad y honestidad del supuesto “pastor”.
Por lo mismo, a lo que estos modernos “abusadores espirituales” le temen, es a lo que
la gente les hará cuando las personas descubran que han estado siendo víctimas del más
grande engaño de sus vidas.
No existe nada más dañino, para el alma de una persona quebrantada por el dolor de las
pruebas y la aflicción, que la decepción. Estos “falsos pastores” lo saben y aún así,
persisten en el riesgo de ser descubiertos, sin importarles las consecuencias que acarrean
para la vida de aquellos débiles en la fe.
Estos personajes están dañando el cuerpo de Cristo. Las personas decepcionadas
están en riesgo de perder la poca fe que les sostiene y a ellos (los “falsos pastores”), eso
parece no importarles.
Realmente, este tipo de individuos cree que todo el resto de las personas que amamos a
Dios y servimos a sus propósitos, debemos estar sometidos humildemente a los deseos y
necedades de ellos, “falsos profetas” y “falsos pastores”. Es increíble ver como se
protegen unos a otros cuando se ven atacados y acorralados por la Verdad de la Palabra
de Dios.
Desde el martes 5 de julio hasta el viernes 8 de julio de 2005, estuvimos en jornadas de
supuesta “Predicación Profética” con JC. Durante el desarrollo de cada uno de los cultos,
me ha embargado una profunda tristeza, al ver a muchos de mis hermanos, miembros de la
congregación, caminar sumisos siguiendo los mandatos de este singular y falso
“predicador profético”.
John F. Anderson H. µάχαιρα MACHAIRA 129 de 505