Machaira

Con el sacrificio de Cristo en la cruz, Dios reconstruyó Su templo en el corazón del
hombre. De esta forma, nos convirtió en sacerdotes de nuestros templos vivientes,
haciéndonos responsables de la predicación del evangelio de salvación a todo el
mundo decadente.
Mateo 13:38 El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la
cizaña son los hijos del malo.
No estamos autorizados para juzgar (ni para discriminar) quién es trigo o quién es cizaña, y
la Palabra de Dios nos advierte que deberemos convivir con aquellos que el Señor mandará
a quemar en aquel día
Mateo 13:30 Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de
la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y
atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi
granero.
Sin embargo, SÍ estamos autorizados a declarar la verdad, a todos aquellos que
probadamente realizan prácticas en contra de la Palabra de Dios y de su sana y santa
doctrina.
Sin tener el valor para mantener la verdad que les ha sido revelada, muchas personas se
acostumbran a ir por la vida cristiana de huída en huída (de iglesia en iglesia), aún
sabiendo que la Palabra de Dios enseña que deben resistir el influjo de las tinieblas.
Influjo: Acción y efecto de influir. – Diccionario R.A.E.
Este actuar tan simplista, es consecuencia de la escasa fe en Dios, al vivir una vida sin
espíritu crítico, sin consagración en busca de la excelencia que agrada al Señor,
considerando las cosas de Dios como cosas sin importancia.