Machaira

posiciones de servicio eficiente más que de sometimientos y obediencias
absurdas a hombres que creen que se sacaron a lotería al ser nombrados con un
papel o de viva voz para subir al púlpito y verse en primer lugar.>> - Ignacio
García.
Este conocimiento cabal de las Sagradas Escrituras y el sometimiento a la
voluntad de Dios es la fórmula que Jesús usó, para lograr la autoridad que le dio la
calidad de MAESTRO.
Su autoridad proviene de predicar con el ejemplo, haciéndose siervo para servir y
bendecir incluso a sus enemigos.
Isaías 53:7 Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al
matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió
su boca.
Esto es lo que constituye la base de la autoridad espiritual. Esto es lo que deslumbró a los
apóstoles que estuvieron con Él (con Jesús) y que le conocieron personalmente. La
humildad y mansedumbre en un hombre que, siendo Dios, se hizo hombre por amor al
hombre. Esto fue lo que los discípulos aprendieron y lo que les impulsó hasta el fin de sus
días en la tierra.
Amado lector:
Hechos 5:41 Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido
tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre.
Espiritualmente hablando, la palabra “pastor” no es un título que confiere rango o
categoría. Representa un ministerio (una función o un rol dentro de la iglesia) y los que
ofician de pastores no son autoridad. Por lo tanto, tampoco se les debe sometimiento.
Esa pretensión de autoridad nace (ya se ha dicho) de un equívoco traído desde el mundo
al interior de la iglesia. Esto es, el hecho de otorgar al pastor una “profesión” en vez de
considerar en él una vocación de servicio. Cuando el asunto eclesiástico se
profesionaliza, el hecho de la autoridad es inevitable. De esta forma, en vez de “pastor” se
tiene en casa a un “patrón”; si, en cambio, quien ejerce el pastorado lo hace por
vocación (con un salario digno, por supuesto) ese mismo sentimiento de servicio bloquea
las malas mañas de quererse auto-asignar un dejo de autoridad que nada tiene que ver
dentro del Cuerpo de Cristo, Su iglesia.
John F. Anderson H. µάχαιρα MACHAIRA 447 de 505