Importancia del calcio en mujeres peri y posmenopáusicas ...

Importancia del calcio en mujeres peri y posmenopáusicas: consenso
de la Sociedad Norteamericana de Menopausia (North American
Menopause Society, NAMS)*
RESUMEN
Revista del climaterio 2007;10(58):138-55
Artículo de revisión
Objetivo: actualizar el consenso basada en evidencias publicada por la North American Menopause Society (NAMS) en el año 2001 con
respecto a la importancia del calcio en mujeres peri y posmenopáusicas.
Diseño: la NAMS se apegó a los principios generales de los lineamientos basados en evidencias para crear este documento. Se reclutaron
médicos e investigadores con experiencia comprobada en salud femenina y uso del calcio, con el propósito de que analizaran el consenso
previo y los datos publicados desde entonces, se copilaran las declaraciones de apoyo y aportaran recomendaciones. La junta directiva
de la NAMS tomó en cuenta sus sugerencias antes de publicar este consenso.
Resultados: el consumo adecuado de calcio y vitamina D reduce la pérdida ósea en mujeres peri y posmenopáusicas, así como las
fracturas en posmenopáusicas mayores de 60 años. Además, es básico en cualquier régimen terapéutico cuya finalidad sea la protección
ósea. Se afirma que el calcio también tiene efectos positivos en varios trastornos no esqueléticos, principalmente hipertensión, cáncer colorrectal,
obesidad y nefrolitiasis, aunque se desconoce la magnitud. Los requerimientos de este mineral aumentan durante la menopausia
y se considera que la mayoría de las mujeres posmenopáusicas deben tomar 1,200 mg/día. Para obtener beneficios, la paciente necesita
tener la concentración adecuada de vitamina D, definida como 30 ng/mL o más de 25-hidroxivitamina D sérica (lo que generalmente se
alcanza con el consumo diario de al menos 400 a 600 UI por vía oral). La mejor fuente de calcio son los alimentos, sobre todo los lácteos.
Los complementos de calcio de alta calidad (tomados en dosis divididas) son fuentes alternativas para mujeres que no pueden consumir
suficiente calcio con los alimentos. No se han reportado casos de intoxicación con calcio obtenido de fuentes alimenticias y la intoxicación
con complementos es rara (2,150 mg/día han generado incremento de 17% en los cálculos renales, según un estudio reciente). Debido
a que no existe prueba confiable para detectar la deficiencia de este mineral, los médicos deberían recomendar a las mujeres que tomen
suficiente calcio para satisfacer sus requerimientos.
Conclusiones: el calcio tiene importancia fundamental en la salud ósea de las peri y posmenopáusicas, aunque, al igual que la mayor
parte de los nutrientes, también tiene efectos positivos en muchos sistemas corporales. De acuerdo con los datos disponibles, destaca la
importancia del adecuado consumo de calcio para todas las mujeres, sobre todo las peri o posmenopáusicas.
Palabras clave: calcio, menopausia, perimenopausia, posmenopausia, masa ósea, fracturas, osteoporosis, vitamina D, hipertensión,
obesidad, nefrolitiasis, cáncer colorrectal, NAMS.
ABSTRACT
Objective: To update the evidence-based consensus opinion published by The North American Menopause Society (NAMS) in 2001 on
the role of calcium in peri- and postmenopausal women.
Design: NAMS followed the general principles established for evidence-based guidelines to create this document. A panel of clinicians and
researchers acknowledged to be experts in the field of calcium and women’s health was enlisted to review the previous position statement
and data published since then, compile supporting statements, and make recommendations. Their advice was used to assist the NAMS
Board of Trustees in publishing this position statement.
Results: Adequate calcium intake (in the presence of adequate vitamin D status) has been shown to reduce bone loss in peri- and
postmenopausal women and reduce fractures in postmenopausal women older than age 60 with low calcium intakes. Adequate calcium
is considered a key component of any bone-protective therapeutic regimen. Calcium has also been associated with beneficial effects in
several nonskeletal disorders, primarily hypertension, colorectal cancer, obesity, and nephrolithiasis, although the extent of those effects
has not been fully elucidated. The calcium requirement rises at menopause. The target calcium intake for most postmenopausal women
is 1,200 mg/day. Adequate vitamin D status, defined as 30 ng/mL or more of serum 25-hydroxyvitamin D (usually achieved with a daily
oral intake of at least 400 to 600 IU), is required to achieve the nutritional benefits of calcium. The best source of calcium is food, and the
best food source is dairy products. High-quality calcium supplements (taken in divided doses) are alternative sources for women unable
to consume enough dietary calcium. There are no reported cases of calcium intoxication from food sources, and cases associated with
supplements are rare (high intake levels of 2,150 mg/day have resulted in a 17% increase in renal calculi in one recent study, but not others).
Because no accurate test to determine calcium deficiency exists, clinicians should focus instead on encouraging women to consume
enough calcium to meet the recommended levels.
Conclusions: The most definitive role for calcium in peri- and postmenopausal women is in bone health, but, like most nutrients, calcium
has beneficial effects in many body systems. Based on the available evidence, there is strong support for the importance of ensuring
adequate calcium intake in all women, particularly those in peri- or postmenopause.
Key Words: Calcium, Menopause, Perimenopause, Postmenopause, Bone mass, Fractures, Osteoporosis, Vitamin D, Hypertension,
Obesity, Nephrolithiasis, Colorectal cancer, NAMS.
138 Revista del climaterio Volumen 10, Núm. 58, mayo-junio, 2007

El calcio, un nutriente esencial para el
cuerpo humano, es mencionado frecuentemente
por su función en la osteoporosis
y otras enfermedades crónicas.
Ante la necesidad de definir estándares de
práctica clínica, ya que se relacionan con la salud
en la menopausia, la North American Menopause
Society (NAMS) actualizó su consenso basado
en evidencias. El propósito de esta declaración
es proporcionar a los profesionales de la salud
una guía con respecto a la acción del calcio en
las mujeres peri y posmenopáusicas.
Este documento es una actualización del consenso
de NAMS publicado en el año 2001. 1 Desde
entonces, los nuevos progresos científicos han
hecho necesaria la revisión. Para ello, la NAMS
estableció la búsqueda en la bibliografía médica
publicada desde la difusión de los resultados del
consenso, en noviembre del 2000. Se hizo una
pesquisa en la base de datos Medline de revisiones
sistemáticas, metanálisis, pruebas clínicas y
lineamientos de la práctica clínica publicados
en inglés y relacionados con el calcio y la terapia
con calcio en mujeres peri y posmenopáusicas.
El encabezado de temas médicos usado para la
búsqueda fue calcio con los subencabezados de
fisiología, deficiencia, dosis, uso terapéutico y efectos
adversos. También se rastrearon los términos osteoporosis,
cáncer colorrectal, hipertensión, nefrolitiasis,
obesidad, vitamina D y magnesio. En la Biblioteca
Cochrane se buscaron revisiones sistemáticas
relevantes y en la National Guideline Clearinghouse,
lineamientos clínicos prácticos. Se dio prioridad
a los datos de pruebas controladas con asignación
al azar y a sus metanálisis, al igual que a los
datos de estudios observacionales. 2-4 También se
revisaron las sugerencias de otros criterios basados
en evidencias. Debido a que los estándares
de cuidado y los tratamientos difieren en todo
* Tomado de: The North American Menopause Society. The role
of calcium in peri- and postmenopausal women: 2006 position
statement of The North American Menopause Society. Menopause
2006;13(6):862-877.
La versión completa de este artículo también está disponible en
internet: www.revistasmedicasmexicanas.com.mx
Revista del climaterio Volumen 10, Núm. 58, mayo-junio, 2007
Importancia del calcio en mujeres peri y posmenopáusicas
el mundo, la búsqueda se centró en las opciones
disponibles en Estados Unidos.
Las recomendaciones contenidas en esta
declaración de posición basada en evidencias
están dirigidas a los profesionales de la salud
especializados en mujeres peri y posmenopáusicas,
especialmente en el ámbito de la obstetricia,
ginecología, medicina interna, cuidado primario
y geriatría.
Para auxiliar en esta revisión, la NAMS formó
un comité editorial que incluyó a cinco personas,
entre ellas endocrinólogos, epidemiólogos y nutriólogos
dedicados tanto a la práctica como a la
investigación, con experiencia en el calcio o en la
salud de las mujeres. El comité editorial revisó el
consenso previo y los últimos datos publicados,
recopiló declaraciones auxiliares y conclusiones,
además de hacer recomendaciones. Si las pruebas
eran contradictorias o inadecuadas para establecer
una conclusión, se formaba una opinión
consensuada. (Los parámetros de la práctica
relacionados con los consensos de la NAMS se
describieron en un artículo editorial. 5 ) La junta
directiva de la NAMS se encargó de la revisión
final y de la aprobación de este documento. Las
actualizaciones a este consenso revisado se publicarán
al tiempo que ocurran progresos científicos
que alteren sustancialmente las conclusiones.
FISIOLOGÍA
El calcio es el mineral más abundante en el cuerpo
humano. Aproximadamente 99% de las reservas
totales se encuentran en el esqueleto. Las restantes
están en las células de los tejidos blandos
(0.9%), en el torrente sanguíneo y en el fluido
extracelular (0.1%), donde ejercen efectos en los
sistemas cardiovascular, nervioso y muscular.
Los requerimientos de calcio para el mantenimiento
de los huesos fluctúan a lo largo de la vida
de las mujeres. Durante la adolescencia son altos,
debido al rápido crecimiento del esqueleto. En la
década de los 20 años se necesita menos calcio,
ya que el recambio óseo se estabiliza (están en
equilibrio los índices de formación y reabsorción
139

North American Menopause Society
ósea) y se alcanza la cima de la masa ósea de la
etapa adulta. Permanecen estables hasta la menopausia,
cuando el índice de reabsorción ósea
aumenta en relación con la disminución de la
producción de estrógenos ováricos, y por ende
se necesita más calcio para enfrentar la reducción
en la eficiencia de la utilización del mineral
que se obtiene de los alimentos. Esto se debe, en
gran parte, a los cambios relacionados con los
estrógenos, a la absorción intestinal del calcio y
a la reabsorción renal.
La cantidad de calcio necesaria tiene que
ver también con la reducción de la absorción
intestinal provocada por el envejecimiento. La
absorción bruta de calcio es, en promedio, de
20 a 30%, con aumentos transitorios durante la
adolescencia y el embarazo. 6,7 A los 65 años de
edad, aproximadamente, es 50% menor que el
pico de absorción de la adolescencia.
Un factor que puede limitar la absorción de
calcio es la carencia de vitamina D resultante
de la reducción, causada por el envejecimiento,
de varias funciones, incluyendo la ingestión, la
síntesis cutánea de la vitamina, 8 la síntesis renal
de la forma activa (1,25-dihidroxivitamina D) 9,10
y la respuesta intestinal. 11
Los factores dietéticos que limitan la absorción
de calcio incluyen el consumo de ácido oxálico
(que se encuentra en las espinacas, el ruibarbo
y algunos otros vegetales verdes), de grandes
cantidades de granos que contienen fitatos (fibra
de trigo, aislados de proteína de soya) y posiblemente
de taninos (encontrados en el té). Las
evidencias indican que otros componentes de la
dieta, como grasa, fósforo, magnesio y cafeína,
tienen efectos insignificantes en la absorción de
calcio en los grados de consumo generalmente
aplicables. El calcio reduce el índice de absorción
de hierro en pruebas con un solo alimento; 12,13 sin
embargo, el cuerpo generalmente aumenta su absorción
de hierro, para compensar. 14 No obstante,
se aconseja que no se tomen complementos de
hierro al mismo tiempo que de calcio.
La importancia del consumo de calcio para la
salud de los huesos está bien establecida. Ade-
más, se ha relacionado con efectos positivos en
varios trastornos no óseos, principalmente cáncer
colorrectal, hipertensión, nefrolitiasis y obesidad,
aunque aún se desconoce la magnitud de estos
efectos y los mecanismos involucrados.
OSTEOPOROSIS
Afecta la fuerza ósea y predispone a los huesos a
sufrir fracturas. La fuerza de los huesos refleja la
masa ósea, su arquitectura, el tamaño y la calidad
del material. La masa ósea en las mujeres peri
y posmenopáusicas es determinada por el pico
alcanzado durante el crecimiento y la pérdida a
partir de entonces. Las técnicas densitométricas
no invasivas estándar para la evaluación de los
huesos miden el contenido mineral óseo (CMO)
o la densidad mineral ósea (DMO). El primero se
expresa en gramos de mineral y, la segunda, en
gramos de mineral por unidad de área. La calidad
ósea refleja un amplio rango de características
diferentes, incluyendo la arquitectura de los
huesos, la actividad reestructuradora y el daño
acumulado por desgaste (microfracturas).
La osteoporosis es más frecuente en posmenopáusicas
y su incidencia aumenta con el
envejecimiento. En Estados Unidos, aproximadamente
15% de las mayores de 50 años tienen
osteoporosis, de acuerdo con los criterios de
densidad ósea, y 35 a 50% tienen baja masa ósea. 15
Debido a que hay tres veces más mujeres en este
grupo de baja masa ósea, representan un mayor
índice de fracturas por osteoporosis que las que
se encuentran en la categoría de más baja masa
ósea. 16
Se calcula que más de 40% de las mujeres
mayores de 50 años, en Estados Unidos, sufrirán
alguna fractura por osteoporosis, 17 sobre todo
en vértebras, cadera, parte distal del antebrazo,
pelvis, costillas y extremidades. Más de 90% de
todas las fracturas de cadera y columna vertebral
en las ancianas se atribuyen a la osteoporosis. 18 El
hecho que provoca una fractura puede ser desde
una caída traumática de alto impacto hasta un
movimiento realizado al ponerse de pie o acos-
140 Revista del climaterio Volumen 10, Núm. 58, mayo-junio, 2007

tarse. Las caídas parecen ser la causa más común
de fracturas en todos los sitios (muñeca, columna
vertebral y cadera) y generan cifras de mortalidad
y morbilidad significativas. Las fracturas de
cadera incrementan 25% la mortalidad del año
en que ocurren. Aproximadamente 50% de las
supervivientes tendrán pérdida duradera de la
movilidad. 18 Las fracturas clínicas de compresión
de columna (para distinguirlas de las silentes)
originan una mortalidad 15 a 20% mayor, además
de que afectan la calidad de vida. 19
La reducción de las concentraciones circulantes
de estradiol es el factor que influye predominantemente
en la pérdida acelerada de hueso y en la
elevada actividad reestructuradora que suceden
en la menopausia. 20,21 La pérdida ósea en la columna
empieza aproximadamente 1.5 años antes
del último periodo menstrual y ocurre a un índice
aproximado de 3% anual durante cinco años, más
o menos, hasta alcanzar 15%. La masa ósea de la
cadera disminuye a un índice de casi 0.5% anual
antes y después de la menopausia y mantiene una
pérdida adicional de 5 a 7% a lo largo del periodo
de transición a la menopausia. 22 Los índices de
reestructuración ósea, de acuerdo con la biopsia
percutánea transilíaca, se duplican al año de la
menopausia y aumentan a casi tres veces el grado
premenopáusico 13 años después. 21
El objetivo principal en el abordaje de la osteoporosis
es prevenir fracturas al reducir o evitar la
pérdida ósea disminuyendo la reconformación no
estructural y minimizando o eliminando factores
que contribuyan a las caídas. (Para más información
acerca del tratamiento de la osteoporosis
posmenopáusica, ver la declaración de posición
2006 de la NAMS. 23 ) Las evidencias de las pruebas
clínicas con asignación al azar en las que se evalúa
la importancia del consumo de calcio (y vitamina
D) en la salud ósea son tan contundentes, que
se considera un componente clave de cualquier
régimen terapéutico para las mujeres peri y posmenopáusicas.
Virtualmente todas las pruebas
clínicas con agentes óseos antirresortivos o anabólicos
incluyen calcio más vitamina D, tanto en la
rama de tratamiento como en la de placebo.
Revista del climaterio Volumen 10, Núm. 58, mayo-junio, 2007
Importancia del calcio en mujeres peri y posmenopáusicas
Calcio o calcio más vitamina D
En las pruebas clínicas con asignación al azar,
controladas con placebo, se ha comprobado que
el calcio más vitamina D reducen o detienen la
pérdida ósea en posmenopáusicas sanas y en
posmenopáusicas con pérdida ósea sustancial o
con fractura previa, especialmente en quienes la
menopausia ocurrió más de cinco años antes. 24-33
En una revisión de más de 20 estudios se encontró
que las mujeres posmenopáusicas que tomaban
complementos de calcio tuvieron pérdidas óseas de
0.014% al año, en comparación con 1.0% anual de
las mujeres no tratadas. 11 En pruebas a plazos más
largos, los efectos positivos de los complementos de
calcio se mantuvieron durante cuatro años. 33-35
En estudios más antiguos se encontró que el
calcio, junto con una concentración adecuada
de vitamina D, también redujo la incidencia de
fracturas en columna vertebral, cadera y otras
partes. 25,27,36 En una gran prueba controlada (n =
3,270) con ancianas francesas saludables (edad
promedio: 84 años) que consumían poco calcio
y tenían bajas concentraciones de vitamina D,
las que recibieron complementos de calcio (1,200
mg/día) y de vitamina D (800 UI/día) durante
18 meses tuvieron significativamente menos
fracturas no vertebrales (32%) y de cadera (43%)
que las que tomaron placebo. 36 En otra prueba
bien controlada (a tres años, doble ciego, controlada
con placebo) con mujeres posmenopáusicas
mayores de 65 años, se encontró que 500 mg/día
de calcio más 700 UI/día de vitamina D durante
tres años redujeron significativamente el riesgo
relativo (RR) de sufrir por primera vez cualquier
fractura no vertebral (RR, 0.4; 95% IC, 0.2-0.8). 27
También se observó reducción en el índice de
fracturas vertebrales en un estudio con 93 mujeres
con concentraciones óptimas de vitamina D
(media de edad: 72.1 años) a quienes se les dio
complemento de calcio (800 mg/día). 25
Algunas pruebas grandes, recientes, con
asignación al azar, no demostraron eficacia significativa
de los complementos orales de calcio
diarios para prevenir las fracturas. Tres estudios
sobre calcio y vitamina D 37-39 y uno de calcio solo 40
141

North American Menopause Society
apoyaron la conclusión de que no había reducción
del riesgo de fractura, por medio de un análisis
de intención de tratamiento preespecificado; sin
embargo, en dos de los estudios, el consumo
inicial de calcio estaba cerca o en el umbral de
respuesta, y en los otros no se reportó. Debido
a que el calcio es un nutriente umbral (como el
hierro), no tendría que esperarse respuesta al consumo
elevado si la mayoría de los individuos que
toman complementos tuvieran concentraciones
en o arriba del nivel que genera efectos en los huesos.
Adicionalmente, la adherencia al tratamiento
fue pobre (en el rango de 35 a 55%) en dos de los
estudios, pero cuando el análisis se confinó a las
mujeres que sí cumplieron con él, se encontraron
reducciones en el riesgo de fractura.
La recientemente publicada declaración de
posición de la NAMS sobre la osteoporosis, 23 en
la que se llegó a la conclusión de que el análisis
primario (intento de tratamiento) del consumo
de calcio en las fracturas no demostró ser eficaz,
determinó que la evidencia secundaria (cumplimiento
de la paciente) sí reveló ventajas.
El calcio parece potenciar el efecto del ejercicio
en la densidad mineral ósea en mujeres posmenopáusicas.
En una revisión de 17 pruebas en
las que se evaluaron las ventajas del ejercicio
(entrenamiento de resistencia, ejercicios de bajo
a alto impacto) y del consumo de calcio en los
huesos, 41 la adición de complementos de calcio
a los grupos que practicaban ejercicios mejoró
significativamente la densidad mineral. Los beneficios
del ejercicio se observaron principalmente
en las mujeres que consumían diariamente más
de 1,000 mg de calcio.
Calcio más agentes óseos antirresortivos o
anabólicos
El calcio, ya sea solo o con vitamina D, no es tan
efectivo como la farmacoterapia con estrógenos
solos (E) o combinados con progestógeno (EP),
calcitonina, un modulador selectivo del receptor de
estrógeno (SERM) o un bisfosfonato; 23 sin embargo,
los complementos de calcio aumentan sustancialmente
la eficacia de estos agentes para reducir la
pérdida ósea provocada por la menopausia.
En una revisión de 31 pruebas realizada en
1998 42 se encontró que el calcio potencia la conservación
del hueso y la eficacia antifractura de los
estrógenos/progestógeno y la calcitonina nasal.
El aumento anual de la densidad mineral ósea de
la cadera fue significativamente mayor con los estrógenos
más calcio (2.4%) que con los estrógenos
solos (0.9%). Se observaron resultados similares
en las pruebas que evaluaron los efectos de los
complementos de calcitonina. En estos estudios,
la DMO de la columna vertebral se incrementó
2.1% con la calcitonina (200 UI/día) más calcio
(1,466 mg/día), en comparación con una disminución
de 0.2% con la calcitonina sin calcio.
Debido a la necesidad indiscutible de consumir
calcio, en todas las pruebas clínicas clave en
las que se administró un SERM o un bisfosfonato,
se dieron también complementos de calcio tanto
a la rama de tratamiento como a la de placebo. 43-
51 Es probable que el calcio potencie los efectos
positivos en la DMO de los SERM y los bisfosfonatos,
al igual que el estrógeno/progestógeno,
pero esto sólo es una conjetura.
CÁNCER COLORRECTAL
Es la tercera causa de cáncer más común en las
mujeres en Estados Unidos y su frecuencia aumenta
con el envejecimiento. La incidencia es 4.4
veces más alta en mujeres mayores de 65 años de
edad que en las de 40 a 64. 52
Consumir poco calcio es uno de los factores
de riesgo vinculados con este padecimiento.
El origen parece tener relación con el calcio no
absorbido de las sustancias cancerígenas en los
contenidos del colon (ácidos grasos y biliares
no absorbidos). Se requiere un alto consumo de
calcio para neutralizar estos residuos nocivos del
proceso digestivo.
Una revisión de estudios epidemiológicos
publicada en el 2000 reveló que el alto consumo
de calcio parece disminuir la proliferación de
células epiteliales colorrectales (que en los estudios
animales mostraron estar vinculadas con la
142 Revista del climaterio Volumen 10, Núm. 58, mayo-junio, 2007

formación de tumores) y el riesgo de adenoma
colorrectal. 53 El calcio (1,200 mg/día, ya sea de
alimentos o complementos) redujo el recambio
de la mucosa colorrectal en los grupos con altos
consumos. 54-56 En la prueba más grande (n = 193),
se encontró que la complementación con calcio
(1,000 o 2,000 mg/día) normalizó la distribución
de las células proliferantes en la mucosa colorrectal
sin afectar el índice de proliferación; 57 sin
embargo, en dos pruebas con asignación al azar
en las que se administraron 1,200 mg/día de calcio,
no se constató reducción en la proliferación
de células epiteliales. 58,59
En estudios sobre calcio y desarrollo de adenoma
colorrectal, la mayor parte de los hallazgos
sugiere una relación inversa entre el alto consumo
de calcio y el riesgo de padecer cáncer, aunque
en pocas ocasiones se ha alcanzado significancia
estadística. 53 En el estudio controlado más grande
(930 hombres y mujeres con historia reciente
de adenomas colorrectales), 60 una dosis de 1,200
mg/día de calcio redujo significativamente el
riesgo de adenomas colorrectales recurrentes
(RR, 0.85; 95% IC, 0.74-0.98). Un efecto positivo
similar, aunque no estadísticamente significativo,
se observó en otras pruebas prospectivas. 61-63 En
un estudio prospectivo de cohorte de aproximadamente
90,000 mujeres sin cáncer colorrectal al
inicio, también se halló asociación igualmente
no significativa entre el consumo de calcio y la
disminución del riesgo de cáncer colorrectal. 64
La investigación en animales ha establecido
claramente la función protectora del calcio ante
la carcinogénesis del colon. 65 Aunque los estudios
en humanos no han sido todos positivos, sus
hallazgos son consistentes con los datos de los
animales.
En pruebas controladas sobre el complemento
de calcio y el cáncer colorrectal en humanos, por
lo general se ha usado carbonato de calcio como
fuente del mineral, con base en la suposición de
que una fuente es igual a otra; sin embargo, el
fosfato de calcio se une a los ácidos biliares de
manera más eficaz que el carbonato de calcio y
funciona mejor en los modelos animales que la sal
Revista del climaterio Volumen 10, Núm. 58, mayo-junio, 2007
Importancia del calcio en mujeres peri y posmenopáusicas
de carbonato. Además, las dietas altas en lácteos,
cuya fuente de calcio es efectivamente el fosfato
de calcio, producen un residuo colónico menos
irritante a las células mucosas que las dietas que
incluyen complementos de sal de carbonato. 66
Se requiere mayor investigación para aclarar
la diferencia, si es que existe, entre las diversas
sales de calcio y su función en la prevención del
cáncer colorrectal.
Un hallazgo aparentemente negativo del estudio
WHI con respecto a la prevención del cáncer
de colon es mejor explicado por el hecho de que
no hubo un grupo control de bajo consumo de
calcio. Una vez que la cantidad de calcio en el residuo
digestivo se une a las sustancias remanentes
de la digestión, consumir más no produciría un
mayor beneficio. El consumo medio en el llamado
grupo control del WHI era cercano o incluso
superior al umbral de respuesta. 67
HIPERTENSIÓN
Se calcula que, en total, 37.8% de las mujeres tiene
hipertensión. La prevalencia aumenta con la
edad, ya que se sabe que antes de los 45 años el
porcentaje de hombres con hipertensión es mayor
que el de mujeres. Entre los 45 y los 55 años de
edad, las cifras de tensión arterial en mujeres se
elevan para, después de los 55 años, ser sustancialmente
mayores. 68
Aunque los datos sobre la asociación entre el
calcio y la hipertensión son inconsistentes, hay
considerables indicios, tanto epidemiológicos
como provenientes de pruebas clínicas, de que
un alto consumo de calcio tiende a disminuir la
tensión sanguínea.
Los análisis del universo de datos de las
pruebas de intervención con calcio en mujeres
hipertensas 69-72 revelan que el consumo de complementos
de calcio reduce significativamente
la tensión sanguínea (sistólica, -0.15 mmHg por
cada 100 mg/día de calcio; diastólica, -0.051
mmHg por 100 mg/día de calcio). 70 Debido a
la heterogeneidad de la hipertensión, el calcio
no ejerció efectos en ninguna cohorte de trata-
143

North American Menopause Society
miento activo, aunque en algunos subgrupos
se demostró su eficacia.
En las pruebas realizadas tanto en mujeres
y hombres hipertensos como en normotensos,
se encontró que un alto consumo de calcio mediante
complementos produce disminuciones
pequeñas (2-5 mmHg) pero estadísticamente significativas
de la tensión sanguínea. Las fuentes
dietéticas de calcio producen resultados similares.
En una dieta de las Dietetic Approaches to
Stop Hypertension (DASH, propuestas dietéticas
para detener la hipertensión), 73 en la que se incluyeron
productos lácteos bajos en grasa como
fuente principal de calcio, además de frutas y
vegetales, se observó reducción en la tensión
sanguínea de 3.0 mmHg (diastólica) y 5.5 mmHg
(sistólica). En un análisis de la relación entre el
consumo de lácteos y la hipertensión en 4,797
personas incluidas en el National Heart, Lung,
and Blood Institute Family Heart Study (estudio
familiar del corazón del instituto nacional para
el corazón, los pulmones y la sangre), 74 en Estados
Unidos, el consumo de lácteos con 1,200 mg
de calcio/día produjo disminución sistólica pero
no diastólica, principalmente entre individuos
que ingerían menos grasa saturada.
En una declaración sobre las propuestas dietéticas
para tratar la hipertensión, 75 la American
Heart Association (asociación estadounidense
para el corazón) sostuvo que los datos que
corroboraban el efecto de los complementos
de calcio en la hipertensión son limitados pero
equívocos.
Una revisión de Cochrane 76 de 13 pruebas
controladas (n = 485) con un seguimiento de
ocho a 15 semanas reveló que los complementos
de calcio generaron reducción estadísticamente
significativa de la tensión sanguínea sistólica (diferencia
media, -2.5 mmHg; 95% IC, -4.5 a -0.6)
pero no de la diastólica. La revisión concluyó,
sin embargo, que la mayor parte de las pruebas
eran de mala calidad, por lo que sus resultados
no eran confiables.
Se requieren pruebas más grandes, prolongadas
y de mejor calidad para saber si los
complementos de calcio pueden reducir la
tensión sanguínea.
NEFROLITIASIS
Es otro padecimiento relativamente común entre
hombres y mujeres. Aunque se ha expresado la
preocupación de que el alto consumo de calcio
puede aumentar la probabilidad de desarrollar
cálculos renales, varias líneas de evidencia
sugieren que incrementar el consumo incluso
más allá de 1,500 mg/día realmente reduce el
riesgo; sin embargo, en el reciente estudio de la
WHI sobre calcio más vitamina D, 39 en el cual el
consumo diario de calcio promedió 2,150 mg, se
observó elevación de 17% en los cálculos renales;
los factores que contribuyen a esto están bajo
investigación.
La prueba más convincente de que el consumo
de calcio disminuye el riesgo de padecer
cálculos renales proviene del uso estándar de
carbonato de calcio para tratar el síndrome de
hiperoxalosis intestinal. El bajo consumo de
este mineral predispone a hombres y mujeres a
mayor riesgo de cálculos, principalmente debido
a que hay insuficiente calcio no absorbido en el
intestino para que se una al ácido oxálico y evite
su absorción. El ácido oxálico es un factor de
riesgo más potente para la formación de piedras
que el calcio.
Las evidencias también provienen de una
prueba controlada con asignación al azar 77 en la
que se observó reducción de 50% en la recurrencia
de cálculos de oxalato de calcio e hipercalciuria
en hombres que consumieron aproximadamente
1,200 mg/día de calcio en alimentos, en comparación
con los que ingirieron cerca de 400 mg/día.
A los cinco años, el RR ajustado de la recurrencia
de cálculos fue de 0.49 (95% IC, 0.24-0.98) para
la dieta más alta en calcio.
Los datos del NHS, un estudio observacional
con 91,731 mujeres seguidas durante 12 años, 78
muestran que las mujeres con consumo de calcio
proveniente de los alimentos mayor a 1,000 mg/
día tuvieron menor riesgo de desarrollar cálculo
144 Revista del climaterio Volumen 10, Núm. 58, mayo-junio, 2007

enal por primera vez que las que tomaron menos
de 500 mg/día (RR, 0.65; 95% IC, 0.50-0.83).
Las mujeres con cálculos o enfermedad renales
deberían ingerir una cantidad adecuada de calcio,
pero no exceder las recomendaciones diarias
establecidas para su edad, al menos hasta que se
descubra el origen de sus cálculos. Además, las
pacientes con alto riesgo de sufrir cálculos renales
deberían evitar la deshidratación y los alimentos
que tienen grandes cantidades de oxalato, especialmente
las espinacas.
OBESIDAD
De acuerdo con datos de la National Health and
Nutrition Examination Survey (NHANES III, tercera
encuesta nacional sobre examinación en salud y
nutrición), en Estados Unidos, aproximadamente
65% de las mujeres entre 40 y 59 años de edad tienen
sobrepeso o son obesas; este porcentaje aumenta a
casi 68% en las mayores 60 años. 79
El potencial vínculo entre el elevado riesgo de obesidad
y el bajo consumo de calcio se ha evidenciado
recientemente. Este vínculo se basa principalmente
en datos observacionales que muestran que los
niños y los adolescentes con alto consumo de leche
pesan menos y tienen menos grasa corporal que los
que toman poca leche. 80 Esta conclusión es apoyada
por un análisis de la base de datos del NHANES III,
en el que se encontró una relación inversa paulatina
y altamente significativa entre el consumo de calcio
proveniente de alimentos y el riesgo de obesidad. 81
Otras bases de datos, incluidas la de la Continuing
Survey of Food Intakes by Individuals (encuesta continua
de consumo de alimentos por persona) 82 y el
Quebec Family Study (estudio familiar de Québec), 83
revelaron una relación inversa similar entre el consumo
de calcio y el índice de masa corporal (IMC)
con el riesgo de obesidad. En un reanálisis de tres
pruebas de consumo de calcio, 84 los investigadores
encontraron relación inversa semejante entre el IMC
y el calcio en dos estudios con mujeres perimenopáusicas,
así como pérdida de peso significativa en
una prueba controlada en la que se complementó
calcio en ancianas.
Revista del climaterio Volumen 10, Núm. 58, mayo-junio, 2007
Importancia del calcio en mujeres peri y posmenopáusicas
CONSUMO ÓPTIMO
El principal factor que influye en la cantidad de
calcio absorbido es la cantidad de calcio ingerido.
La vitamina D también es esencial.
Calcio
El US Institute of Medicine (IOM, instituto estadounidense
de medicina) publicó en 1997 los
requerimientos de calcio para habitantes de ese
país. 85 Los National Institutes of Health (institutos nacionales
de salud) y la Osteoporosis Society of Canada
(sociedad canadiense para la osteoporosis) también
publicaron lineamientos al respecto. 20,86 Las recomendaciones
para las mujeres peri y posmenopáusicas
se muestran en el cuadro 1. El reporte del Dietary
Guidelines Advisory Commitee (comité asesor sobre
lineamientos dietéticos) del año 2005 estableció que
dos o tres vasos de leche o de productos lácteos, las
principales fuentes de calcio en las dietas norteamericanas,
satisfacen las necesidades diarias de este
mineral en adultos. 87
Cuadro 1. Recomendaciones de consumo diario de calcio elemental
para mujeres peri y posmenopáusicas
Instituto de medicina
Edad: 31-50 años
Edad: 51 años y mayores
Institutos nacionales de salud
Mujeres premenopáusicas de 25-50 años
Mujeres posmenopáusicas menores de 65 años en
tratamiento con estrógenos
Mujeres posmenopáusicas que no toman estrógenos
Todas las mujeres de 65 años o más
Sociedad canadiense para la osteoporosis
Mujeres menopáusicas
1,000 mg
1,200 mg
1,000 mg
1,000 mg
1,500 mg
1,500 mg
1,500 mg
Adaptado del Institute of Medicine (instituto de medicina, Canadá)
85 y los National Institutes of Health (institutos nacionales de
salud,Canadá) 20 y la Osteoporosis Society of Canada (sociedad
para la osteoporosis de Canadá). 86
El consumo de calcio se basa en el contenido total
de calcio de los alimentos ingeridos. Para lograr la
absorción máxima del mineral, la selección de alimentos
debería basarse en su biodisponibilidad y la
ingestión de productos que inhiben su absorción.
145

North American Menopause Society
En general, las posmenopáusicas de Estados
Unidos y Canadá consumen poco calcio (mediana
aproximadamente 600 mg/día). 88 La probabilidad
de adecuación del calcio en la dieta norteamericana
es aproximadamente de 46% para el sexo femenino. 89
Las poblaciones específicas de mujeres posmenopáusicas
con mayor riesgo de consumo inadecuado
de calcio incluyen a las intolerantes a la lactosa, las
vegetarianas puras y las que tienen malos hábitos
alimenticios. Esta baja probabilidad de adecuación
condujo a que el Dietary Guidelines Advisory Committee
clasificara en el 2005 al calcio como un nutriente “en
déficit”. 87
El perfil de efectos secundarios del consumo recomendado
de calcio es insignificante. Las pruebas
de intervención con calcio no reportan ningún episodio
adverso grave. No obstante, algunas mujeres
tienen dificultad en tragar la tableta o experimentan
malestares gastrointestinales (gases, estreñimiento).
Puede enfrentarse este problema de tolerancia
satisfaciendo la mayor parte del requerimiento a
partir de alimentos, cambiando el tipo de calcio o
reduciendo la dosis. Los efectos gastrointestinales
adversos se deben frecuentemente a que una mujer
toma más calcio del necesario, no divide las dosis o
tal vez confunde la ingestión de complementos con
el consumo diario total.
El consumo de calcio mayor a las recomendaciones
de IOM no produce efecto positivo reconocido
en la salud; por el contrario, es probable que ocurran
episodios adversos. Consumir más de 2,500 mg/día
(límite superior para adultos establecido por IOM)
puede incrementar el riesgo de padecer hipercalcemia,
que en casos extremos generaría daño renal.
No es necesario medir la excreción urinaria de calcio
antes de aumentar el consumo del mineral a los niveles
recomendados en mujeres que no han tenido
cálculos renales; pero una mujer con cálculos renales
no debería consumir complementos con contenido de
calcio mayor al recomendado para su edad, hasta que
se haya determinado el origen del padecimiento.
Vitamina D
Es esencial para la eficiente absorción intestinal
del calcio. En mujeres con gran carencia de esta
vitamina, no se absorbe más de 10 a 15% del calcio
proveniente de alimentos.
El consumo recomendado de vitamina D es de
400 UI/día para mujeres de 51 a 70 años de edad y
de 600 UI/día para las mayores de 70. 85 La NAMS
y la National Osteoporosis Foundation (fundación nacional
para la osteoporosis) recomiendan incluso
una dosis de 800 UI/día a mujeres que están en
riesgo de deficiencia debido a insuficiente exposición
a la luz solar, como las muy ancianas, las
enfermas crónicas, las recluidas en casa, las internas
y las que viven en latitudes muy al norte. 90,91 En
Canadá, el consumo recomendado de vitamina D
para mujeres menores de 50 años es de 400 UI/día
y de 800 UI/día para las mayores de 50 años. 86
El límite superior seguro de vitamina D es
2,000 UI/día. 85 Dosis más altas pueden causar intoxicación
y aumentar el riesgo de hipercalciuria
e hipercalcemia. Deben evitarse dosis por arriba
de 10,000 UI/día. 92
Las fuentes de vitamina D incluyen la exposición
a la luz solar, alimentos fortificados
(leche, algunos yogures y quesos, algunos jugos
de naranja, algunos panes, aceite de pescado) y
complementos. 93
La exposición a la luz solar es la mayor fuente de
vitamina D. El tiempo de exposición varía, dependiendo
de la hora del día, la estación, la latitud y la
pigmentación de la piel. Para el individuo blanco
típico que viven en el noreste, se recomienda una
exposición de cinco a 15 minutos de piernas y brazos
entre las 10 de la mañana y las tres de la tarde,
dos o tres veces por semana. 94 Las mujeres con piel
oscura pueden requerir un tiempo cinco a 10 veces
mayor de exposición, debido a que su pigmento
reduce marcadamente la producción de vitamina
D a partir de la luz solar. Usar filtro con factor de
protección solar de ocho o más también minimiza
la capacidad de la piel para generar vitamina D
en 95%. 95 A falta de luz solar, la mayoría de los
expertos están de acuerdo en que se requieren al
menos 800 UI y de preferencia 1,000 UI de vitamina
D al día para mantener la concentración sérica saludable
de 25-hidroxivitamina D [25(OH)D] de al
menos 30 ng/mL. 96 Los lineamientos canadienses
146 Revista del climaterio Volumen 10, Núm. 58, mayo-junio, 2007

sugieren el consumo de vitamina D 3 , sin importar
la exposición a la luz solar. 86
Hay pocos alimentos que contienen vitamina
D, entre ellos están los pescados grasos como el
salmón, la caballa y el arenque, así como hongos
secados al sol. La leche y el jugo de naranja
fortificados proporcionan 100 UI de vitamina D
por cada ocho onzas. Una porción fortificada de
yogur puede contener 100 UI de vitamina D. Algunos
cereales y panes también están fortificados
con esta vitamina.
Los requerimientos diarios actuales pueden
satisfacerse con un multivitamínico oral además
de una exposición moderada a la luz solar; sin
embargo, las mujeres mayores de 65 años que no
se exponen al sol o dependen sólo de los alimentos
pueden tener concentraciones insuficientes de
25(OH)D. 97 Debido a que la vitamina D debe ser
metabolizada antes de que sea biológicamente
activa, no es necesario tomarla al mismo tiempo
que el complemento de calcio; sin embargo,
algunos complementos que contienen vitamina
D brindan la ventaja de proporcionar concentraciones
adecuadas de ambos nutrientes.
Un multivitamínico típico contiene 400 UI de
vitamina D, aunque muchos contienen vitamina
D 2 (ergocalciferol), cuya efectividad es de una
tercera a una novena parte de la de la vitamina D 3
(colecalciferol) para mantener las concentraciones
séricas de 25(OH)D; así, si un multivitamínico
contiene 400 UI de vitamina D 2 , es equivalente
a tomar 130 UI de vitamina D 3 . También existen
complementos de 400, 800 y 1,000 UI de vitamina
D, ya sea D 2 o D 3 .
EVALUACIÓN DE LA DEFICIENCIA
No existe ninguna prueba que por sí sola detecte
de manera precisa la deficiencia de calcio. Se han
usado pruebas del calcio sérico y urinario, así
como la medición de densidad ósea; sin embargo,
todas tienen utilidad clínica limitada. Las concentraciones
séricas de calcio se mantienen en rangos
normales aun cuando haya deficiencia extrema
de calcio proveniente de alimentos; el uso del
Revista del climaterio Volumen 10, Núm. 58, mayo-junio, 2007
Importancia del calcio en mujeres peri y posmenopáusicas
calcio urinario es limitado por el gran rango de
valores normales y la densidad ósea es influida
por muchos otros factores además de la dieta.
Ante la falta de pruebas de laboratorio específicas
para la deficiencia de calcio, se utiliza con
frecuencia una evaluación del consumo de calcio
proveniente de los alimentos; sin embargo, ésta
depende de que las mujeres recuerden los alimentos
que ingirieron y en qué porciones, lo que pocas
veces es exacto. Además, ésta es sólo una faceta de
la insuficiencia de calcio. Otros aspectos incluyen
una absorción ineficiente y pérdidas excesivas o
forzosas, ninguna de las cuales se puede medir
fácilmente en la práctica clínica. Es poco probable
que las mujeres con bajas concentraciones de
25(OH)D absorban de manera óptima el calcio. 98
Dada esta inferencia de que las bajas concentraciones
séricas de vitamina D están vinculadas
con la deficiencia de calcio, se usan cada vez con
mayor frecuencia pruebas de laboratorio en lugar
de pruebas específicas para la deficiencia de calcio.
Cuando se investiga el estado de la vitamina D, es
más útil la medición de 25(OH)D, en tanto que el
cálculo de la forma activa (1,25-dihidroxivitamina
D) es de poco valor. Como parte de un examen
exhaustivo para la osteoporosis, debería determinarse
la concentración de 25(OH)D.
En la actualidad no hay un consenso mundial
sobre los valores séricos aceptables de 25(OH)D;
sin embargo, se sabe que concentraciones por
debajo de 20 ng/mL indican deficiencia de vitamina
D y que cifras por arriba de 30 ng/mL son
el umbral medio necesario para reducir el riesgo
de fracturas. 99 La concentración de hormona paratiroide
tiende a relacionarse de manera inversa
con la de 25(OH)D. También se observa que si
una concentración de 25(OH)D es mayor que 32
ng/mL, entonces la absorción intestinal del calcio
proveniente de los alimentos es completa. 98
FUENTES DE CALCIO
Hay tres categorías de fuentes de calcio: alimentos,
alimentos fortificados con calcio y
complementos.
147

North American Menopause Society
Alimentos y alimentos fortificados
Los alimentos son el medio preferido para obtener
calcio en la cantidad adecuada, debido
a que en ellos se encuentran otros nutrientes
esenciales. Para casi todos los residentes de
Estados Unidos, los productos lácteos (leche,
queso, yogur, helado) aportan la mayor cantidad
de calcio: aproximadamente 70% del consumo
diario de las posmenopáusicas mayores de 60
años. 100 Los lácteos ofrecen los beneficios de un
alto contenido de calcio, alta biodisponibilidad
y costo relativamente bajo. Los productos bajos
en grasa contienen al menos tanto calcio por
porción como los que tienen altas cantidades de
grasa (cuadro 2), y ofrecen una alternativa para
las mujeres interesadas en su peso y sus perfiles
de lípidos.
Las fuentes de calcio de alimentos no lácteos
son los vegetales de hojas verdes, algunos tipos
de nueces, almendras y frijoles; sin embargo, su
contenido es menor que el de los lácteos, y el calcio
de algunos alimentos (como las espinacas) no
se absorbe bien. Otros alimentos que contienen
altas concentraciones de calcio son el salmón y
las sardinas enlatadas, pero sólo si se comen las
espinas.
Existen muchos alimentos fortificados con
calcio, como jugos de naranja y de otras frutas,
cereales, pan, barras y productos de soya seleccionados
(que si son líquidos deben agitarse para
redistribuir el calcio asentado). Aunque algunos
de estos alimentos ofrecen buena biodisponibilidad
del calcio agregado, no se ha probado
formalmente.
Se calcula que 25% de la población de Estados
Unidos y 70% de la población mundial tienen algún
grado de intolerancia a la lactosa (incapacidad
para metabolizar los productos lácteos), 102 lo que
en algunos individuos puede provocar diarrea,
hinchazón y gases. La intolerancia a la lactosa es
más común entre los descendientes de asiáticos,
africanos y sudamericanos. Otros problemas gastrointestinales
(p.e., enfermedad celíaca, síndrome
de colon irritable, enfermedad de Crohn, infección
gastrointestinal) o su tratamiento con antibióticos
Cuadro 2. Contenido de calcio de los alimentos
Alimento Tamaño de
porción
Calcio aproximado
por porción (mg)
Leche
Entera o descremada 1 taza (8 oz) 290-315
Chocolate, entera, baja en
grasa
1 taza 280-285
En polvo, sin grasa 1 cucharadita 50
Helado suave o duro
Queso
½ taza 90-100
Americano 1 oz 175
Cheddar 1 oz 200
Cottage ½ taza 70
Crema 2 cucharaditas 20-40
Mozzarella parcialmente descremado
1 oz 210
Parmesano 1 cucharadita 70
Ricotta parcialmente descremado
4 oz 335
Yogur a
Leche entera, natural 1 taza 295
Bajo en grasa, natural o con
fruta
1 taza 340-450
Congelado de sabores
Pescados y mariscos
1 taza 160-240
Sardinas en aceite (con espinas)
3 oz 370
Salmón enlatado (con espinas)
Vegetales y nueces
3 oz 170-210
Almendras, tostadas ¼ taza 100
Frijoles 1 taza 50
Frijoles cocinados o enlatados 1 taza 130
Frijoles refritos enlatados 1 taza 190
Col china cruda 1 taza 160-250
Brócoli fresco, cocido 1 taza 120-180
Col fresca, cocinada 1 taza 50
Berza fresca, cocinada 1 taza 300-350
Higos secos 10 higos 270
Frijol de soya cocinado 1 taza 175
Tofu b 4 oz 30-155
Nabos verdes 1 taza 200
Alimentos fortificadosc Leche fortificada con calcio 1 taza 500
Leche de soya fortificada con
calcio
1 taza 80-300
Cereal con calcio (sin leche) 1 taza 100-1,000
Jugo de fruta con calcio
Barras de desayuno
1 taza
1 barra
225-300
200-500
a El yogur varía en tamaño de la porción, grasa y contenido de calcio.
Revisar etiquetas respecto al contenido de calcio y calorías.
b El contenido de calcio del tofu procesado con sales de calcio
puede ser de 300 mg/4 oz. La etiqueta debe tener información
específica.
c Los panes y cereales no fortificados son fuentes de calcio relativamente
bajas, pero continúan contribuyendo sustancialmente al
consumo total debido a que forman parte de la dieta.
Adaptado de la USDA National Nutrient Database for Standard
Reference, 2002. 101
148 Revista del climaterio Volumen 10, Núm. 58, mayo-junio, 2007

intestinales pueden causar intolerancia a la lactosa,
ya sea temporal o crónica. 103
Muchas mujeres con intolerancia a la lactosa
pueden tolerar la leche normalmente si nunca han
dejado de beberla desde la infancia o si aumentan
su consumo de manera gradual, lo que adapta su
flora intestinal para producir lactasa. 104 Las pocas
que continúan siendo intolerantes pueden sustituirla
por yogur y leche tratada. La verdadera
intolerancia o alergia a la leche es rara. Debería
considerarse la inclusión de complementos o alimentos
fortificados con calcio si las preferencias
o la no persistencia de lactasa imposibilitan el
consumo de alimentos lácteos.
Complementos
Los complementos de calcio son una alternativa
conveniente para mujeres que no pueden satisfacer
sus requerimientos del mineral únicamente
con alimentos. Existe variedad de sales de calcio
(y por ende del contenido del elemento), fórmula,
precio y facilidad de absorción.
Los dos tipos usados con mayor frecuencia
contienen carbonato de calcio o citrato de calcio,
pero se encuentra una amplia variedad de sales de
calcio en los complementos, como acetato, citrato
malato, gluconato, lactato, lactogluconato y fosfato
de calcio (un término colectivo que describe los
complementos que consisten de sal de calcio monobásica,
dibásica o tribásica). El calcio también está
disponible en los huesos comestibles (básicamente
fosfato de calcio), así como en los complementos
de dolomita o concha de ostiones (sobre todo
carbonato de calcio). Algunos contenían tóxicos,
especialmente plomo; 105 sin embargo, un estudio
reciente de las ramas más usadas no reveló concentraciones
tóxicas de contaminantes. 106
Las recomendaciones de calcio (ya sea como
valores de referencia o consumos sugeridos) se
refieren al “calcio elemental”. Las diferentes sales
de calcio pueden contener distintos porcentajes
de calcio elemental. El carbonato de calcio proporciona
el porcentaje más alto (40%); de esta
manera, 1,250 mg de carbonato de calcio aportan
500 mg de calcio elemental; el citrato de calcio
Revista del climaterio Volumen 10, Núm. 58, mayo-junio, 2007
Importancia del calcio en mujeres peri y posmenopáusicas
(forma tetrahidratada) contiene 21%; en tanto
que 2,385 mg de citrato de calcio proporcionan
500 mg. Todos los complementos comerciales
enlistan su contenido de calcio elemental.
Están disponibles varias fórmulas de complementos
de calcio, incluyendo tabletas orales,
masticables, que se disuelven y en líquido. Otra
presentación para personas con dificultad para
tragar es un complemento de calcio efervescente,
típicamente de carbonato de calcio combinado
con excipientes como ácido cítrico, que facilitan
su disolución en agua o jugo de naranja.
Los complementos también varían en precio.
Los productos de carbonato de calcio son menos
caros que los demás.
En cuanto a la absorción, el carbonato de
calcio y el citrato de calcio son igualmente bien
absorbidos si se toman con los alimentos, que es la
forma normal de asimilar cualquier nutriente. 107
El citrato malato de calcio es altamente biodisponible,
ya que es un complemento que contiene
calcio quelado a un aminoácido (p.e., bisglicinocalcio).
Estos complementos menos usados son
más caros que el carbonato de calcio. En estudios
que compararon varios compuestos de calcio
comúnmente utilizados, se encontraron pocas
diferencias en la biodisponibilidad cuando se
tomaron con los alimentos. 108 Para maximizar la
absorción, los complementos deberían ingerirse
en dosis de 500 mg de calcio elemental o menos a
lo largo del día y generalmente con los alimentos.
El consumo de complementos de calcio con los
alimentos puede minimizar los efectos gastrointestinales
adversos.
La fórmula farmacéutica del complemento
(los otros ingredientes de la tableta y la forma
de empaque) distingue más la absorción que
la naturaleza química de la sal de calcio. Los
complementos de laboratorios reconocidos son
mejores que los productos de marca libre.
TRATAMIENTO
Es claro que el consumo adecuado de calcio tiene
gran importancia para las mujeres, particularmen-
149

North American Menopause Society
te las peri y posmenopáusicas. De acuerdo con el
reporte de los US Surgeon General’s sobre la salud
ósea en ese país, 109 el consumo de calcio es un
asunto principal de salud pública, debido a que
las concentraciones promedio están debajo de la
cantidad recomendada para una óptima salud de
los huesos. Además, en un estudio de tendencias
en el tratamiento de la osteoporosis 110 se encontró
que la gran mayoría del personal médico de Estados
Unidos no recomienda los complementos
de calcio como parte del tratamiento. Entre 1988
y 2003, el porcentaje de prescripción de medicamentos
para la osteoporosis que incluían calcio
cayó de 39 a 24%.
Fomentar el consumo adecuado de calcio
debería ser un propósito de todos los planes de
salud para las mujeres peri y posmenopáusicas.
Esto empieza con la determinación del requerimiento
diario.
Cuando es necesario aumentar el consumo
de calcio, la mayoría de los expertos sugiere tomar
500 mg de calcio o menos en una dosis para
maximizar la absorción. Una forma simple de
ingerir cantidades adecuadas de calcio es incluir
alimentos que contengan calcio en cada comida
o bocadillo. Debería destacarse que las fuentes
alimenticias son la mejor forma de asegurar un
aporte suficiente de calcio, debido a que los alimentos
ricos en este mineral proporcionan una
variedad de nutrientes esenciales que pueden no
estar presentes en los complementos. Si la mujer
es alérgica a la leche o si sigue una estricta dieta
vegetariana, puede obtener suficiente calcio al
elegir bebidas no lácteas adicionadas con calcio
–aunque la fortificación puede ser inconsistente–
o al comer alimentos no lácteos ricos en calcio.
Muchas mujeres tendrán preguntas que hacer
y buscarán asesoría para modificar sus dietas. Por
ejemplo, a algunas les preocupa tomar mucho
calcio; se les puede aclarar que es seguro que
todas las personas saludables consuman hasta
2,500 mg/día de calcio provenientes de alimentos
o complementos. Los efectos adversos del consumo
crónico de calcio que exceda 2,500 mg/día
son altas concentraciones sanguíneas de calcio,
complicaciones de la función renal y formación
de cálculos. No se han registrado casos de intoxicación
por calcio obtenido de alimentos.
Si una mujer no puede o elije no modificar su
dieta, debería prescribírsele un complemento que
satisfaga los requerimientos dictados por la IOM.
Es importante que las pacientes sepan el contenido
de calcio de cada porción de los complementos
y cuántas tabletas o cápsulas proporcionan
la cantidad necesaria de calcio elemental. El
complemento de calcio debería tomarse con los
alimentos para estimular su biodisponibilidad
(sobre todo si se trata de carbonato de calcio) y
como ayuda para la adherencia.
La recomendación para las mujeres es seguir una
dieta bien equilibrada que incluya la cantidad adecuada
de calcio, que las ayudará a lograr y mantener
una óptima salud ósea. Con frecuencia es necesario
tomar complementos (como magnesio, boro, vitamina
K, selenio u otros) para tener huesos sanos,
pero la mayoría de las personas saludables no los
necesita. De hecho, muchos de estos nutrientes se
obtienen en una dieta sana que incluya cinco o más
porciones de frutas y vegetales por día.
Es muy importante recordar a las mujeres la
importancia de la vitamina D. Muy pocos alimentos
naturales la contienen, por lo que también
puede obtenerse de multivitamínicos (casi siempre
aportan 400 UI) en combinación con algunos
complementos de calcio, o de manera separada.
Los médicos deberían monitorear a las mujeres
en alto riesgo de sufrir deficiencia de vitamina D,
como son las mayores de 70 años, las confinadas en
casa, las que tienen síndromes de mala absorción,
enfermedad del hígado o del riñón, obesidad, elevada
pigmentación de la piel o que siempre usan
protección contra el sol en exteriores.
Fomentar la adherencia al tratamiento es tal
vez la medida de seguimiento más importante
para los médicos. En la asesoría a las mujeres
sobre cómo incorporar más calcio y vitamina D
a su dieta, hay métodos efectivos para modificar
su conducta. En estudios separados, calcular el
consumo individual de calcio ayuda a la persona
a modificar su consumo futuro. 111-113 En una prueba
150 Revista del climaterio Volumen 10, Núm. 58, mayo-junio, 2007

con asignación al azar, 113 en la que se le dio a las
mujeres un folleto informativo sobre el cálculo del
consumo de calcio, éstas pudieron determinar el
propio de manera exacta. En algunas investigaciones
se ha comprobado que dar a conocer a una
mujer el vínculo osteoporosis-calcio es importante
para que cambie su dieta. 71,114 También se encontró
que 25% de las pacientes incrementaron su conocimiento
y su consumo de calcio y vitamina D tras
ver un video relativo al tema en el consultorio. 115
Los programas educativos sobre las conductas de
salud ósea acompañados de la evaluación personalizada
del riesgo, como la prueba de densidad
mineral ósea o mediciones de consumo de calcio,
parecen motivar cambios más significativos en la
ingestión del mineral. 114,116 La asesoría constante
ha aumentado el consumo de calcio en mujeres
después de sufrir fractura por osteoporosis. 117
Deberían diseñarse materiales didácticos para
audiencias específicas, de acuerdo con el género,
la edad, el grupo racial y el nivel educativo.
Usar una propuesta multidisciplinaria que
incluya a otros profesionales (nutriólogos, enfermeras,
dietistas) para ayudar a educar y reforzar
los mensajes de salud ósea puede ser un medio
valioso para aumentar el consumo de calcio y
brindar información acerca de las estrategias de
nutrición para optimizar la salud de los huesos.
RESUMEN
• El calcio (si la concentración de vitamina
D es adecuado) reduce la pérdida ósea y el
peligro de que las perimenopáusicas, posmenopáusicas
y mujeres mayores de 60 años
sufran fracturas. Estimula fuertemente los
efectos protectores de los estrógenos y progestógenos
en posmenopáusicas. Reservas
de calcio adecuadas son básicas en cualquier
tratamiento para pacientes con diagnóstico de
osteoporosis.
• El requerimiento femenino de calcio aumenta
en la menopausia (o siempre que haya
pérdida de estrógenos), ya que la eficiencia en
la absorción de calcio y la conservación renal
Revista del climaterio Volumen 10, Núm. 58, mayo-junio, 2007
Importancia del calcio en mujeres peri y posmenopáusicas
dependen del estrógeno y se deterioran cuando
hay insuficiencia.
• El consumo suficiente de calcio para la
mayoría de las posmenopáusicas es de 1,200
mg/día.
• Para obtener los beneficios del calcio, se
requiere una concentración adecuada de vitamina
D, definida como 30 ng/mL o más de
25(OH)D sérica. Esta cantidad generalmente
se alcanza mediante consumo oral diario de
al menos 400 a 600 UI.
• Los alimentos deben ser la principal fuente
de calcio. Los productos lácteos están entre las
mejores fuentes de este mineral con base en su
contenido, absorción, otros nutrientes esenciales
y su bajo costo relativo al valor nutricional.
Aproximadamente tres tazas de productos
lácteos al día proporcionan 1,200 mg.
• Los complementos y alimentos fortificados
son fuente alternativa para las mujeres
que no pueden consumir suficiente calcio
proveniente de los alimentos para satisfacer
sus requerimientos diarios. Es mejor tomar los
complementos junto con la comida y en dosis
divididas (500 mg o menos en cada toma), para
maximizar la absorción. Debido a que la biodisponibilidad
del calcio varía de un producto
a otro, se recomiendan los complementos de
laboratorios reconocidos.
• No se han reportado casos de intoxicación
por calcio proveniente de alimentos, y es raro
que ocurra con los complementos.
• El calcio, como la mayor parte de los
nutrientes, tiene efectos positivos en otros
sistemas. Además de proteger la masa ósea y
disminuir la excesiva reestructuración de los
huesos, se vincula con pequeñas reducciones
en el riesgo de padecer cáncer colorrectal, hipertensión,
cálculos renales y obesidad.
• De acuerdo con datos consistentes en animales
y humanos, el consumo de calcio mayor
o igual al recomendado tiene efectos quimioprotectores
contra el cáncer colorrectal.
• Algunas pruebas demuestran que el consumo
de al menos 1,200 mg de calcio por día tiene
151

North American Menopause Society
efecto positivo en la presión sanguínea sistólica;
sin embargo, se requiere mayor investigación.
• El consumo de 1,500 mg/día de calcio reduce
el riesgo de desarrollar cálculos renales, aunque una
dosis de 2,159 mg/día lo incrementa en 17%. Para
las mujeres con altas probabilidades de padecer
cálculos renales, los alimentos pueden ser la mejor
fuente de calcio. Si se requieren complementos de
calcio, las dosis no deben exceder lo permitido de
acuerdo con la edad y deberán tomarse con un
vaso grande de agua, ya que es necesario que las
pacientes eviten la deshidratación.
• Aunque escasos datos sugieren una relación
inversa estadísticamente fuerte entre el riesgo de
obesidad y el consumo de calcio, los estudios disponibles
indican que este mineral explica sólo una
pequeña porción de la variabilidad del peso corporal
en las posmenopáusicas. No obstante, el adecuado
consumo de calcio con el propósito de cuidar el
esqueleto tiene también pequeñas ventajas en el
control de peso.
• Debido a que no existen pruebas precisas para
determinar la deficiencia de calcio, los médicos deberían
inducir a las pacientes a consumir alimentos
ricos en calcio y que, cuando sea necesario, tomen
complementos. Las pruebas de laboratorio para
medir la vitamina D en el suero deberían ser para
25(OH)D, lo que ayuda a identificar a mujeres con
deficiencia de esta vitamina y, en consecuencia, de
calcio, aun cuando ingieran cantidades suficientes
del mineral proveniente de los alimentos y de
complementos.
• El consumo promedio de calcio está muy por
debajo de las recomendaciones para la óptima salud
de los huesos; además, la mayoría de los médicos no
prescribe los complementos de calcio como parte del
tratamiento farmacológico. Fomentar el consumo
suficiente de calcio debe ser un propósito en el tratamiento
de mujeres peri y posmenopáusicas.
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Traducción: Anabell García Sánchez
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