CONGREGACION DE YHWH – YAHRUSHALAYIM

a YHWH y el cumplimiento de sus mitzvot/mandamientos; si hayom no
lo hacemos; hagámoslo cuando venga Mashiaj.
Moshéh ha hecho t´filah/o-ración e hizo peticiones por la Kahal Yisrael
y por si mismo en varias ocasiones de su haim/v-ida y de su travesía
como líder y navy/profeta de la Kahal Yisrael.
Una de las enseñanzas de nuestros abot está en las t´filot de Moshéh , no
sólo las dichas hasta este momento de la Parashát, sino incluso las que
expresará ante su muerte en la Parashat Vaielej.
En nuestras clases en Yeshivah hemos hablado sobre nuestras t´filot,
formas, posiciones y contenido; en donde hemos concluido que para la
Casa de Efraim tenemos la seguridad que YaHWeH oye, y nos mira; por
lo tanto nuestra t´filah es a cada momento en el lew con nuestra mente;
además de nuestras t´filot normales de cuando vamos a dormir, nos
levantamos, salimos o llegamos de nuestra b´it/casa, al momento de
nuestros alimentos, es pues el Ruaj HaKodesh nuestro t´filim para la
Casa de Efraim.
Pero hay algo más que podemos aprender de las tefilot de Moshéh.
Una de las cosas que debemos aprender es que no importa lo que
hagamos en este mundo, o cuántas cosas hagamos por la Obra de
YHWH, nunca podremos darnos cuenta de lo que YHWH ha estado
haciendo cada yom por nosotros. Jamás podremos llegar a estar
equiparados, siempre estaremos en déuda con El, su Poder, su Mano
derecha, su tzedaka y su rajamin/b-ondad, así como por su Ruaj
Hakodesh y su Ben Yahuwshua Hamashiaj.
Moshéh , siendo siervo de emet de YHWH no se enojó por haber
solicitado pasar el Yardén e ingresar a Eretz Yisrael lo cual se le fue
denegado. En lugar de ello, se volcó a presentar sus t´filot en forma de
petición y súplicas. El más humilde de los hombres de esa generación,
Moshéh (B´midbar 12:3), tenía claro que no importa cuanto una persona
se esfuerce por YHWH, siempre estará en deuda con el Altísimo, baruj
Sea El.
Muchas personas se caracterizan por solicitar acciones rápidas y hasta
instantáneas de parte de YHWH. Se ha escuchado a multitud de
creyentes, "ordenándole" a YHWH e indicándole qué hacer, cómo y
cuándo hacerlo; esta forma tan equivocada y absurda no sólo ha traído
confusiones entre los menos experimentados en la t´filah o nuevos
efraimitas, pensando que esa es la forma correcta de hacer las cosas.