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República • Rescoldos de la Historia • El patriotismo criollo
• La Generala • Mientras llega el día • Mujeres en la
Independencia • Jonatás y Manuela • Manuela • Cartas
íntimas entre Bolívar y Manuelita • La rebelión del Marqués
• Sueños y guerras • El catecismo de los patriotas •
Oposición del clero a la Independencia • Historia de la
República • Rescoldos de la Historia • El patriotismo criollo
• La Generala • Mientras llega el día • Mujeres Mujer en la
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íntimas entre Bolívar y Manuelita • La rebelión del Marqués
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Febrero 2011 ROCINANTE 1 R

CONTENIDO
Febrero 2011
Portada
Pareja en biblioteca.
Mes del amor
Las micropasiones, una
reflexión del escritor
Abdón Ubidia.
R 2 ROCINANTE
58
ESPECIAL
Libros y manías
Entre a las bibliotecas de los escritores,
conozca sus manías y patologías librescas
NOVEDADES
Un As de alto vuelo
Biografía novelada, por Luis Zúñiga
Barrido de campo
Poemario de Juan José Rodríguez
EL LIBRO DEL MES
El poder del gran señor
La colección Luna de bolsillo edita
una novela de Iván Égüez
García Márquez al micrófono
Un libro recoge los discursos que ha
pronunciado el Nobel colombiano
Suspense de Rubem Fonseca
El seminarista es una novela sobre un
sicario que quiere salir del negocio
La maniobra de Heimlich
La novela de Miguel Antonio Chávez
parodia el mundo de la publicidad
PALABRAS DE CINE
Lo nuevo de Haneke
La cinta blanca, un film del célebre
director austriaco sobre la preguerra
www.revistarocinante.com
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ROCINANTE es una publicación de la Campaña Nacional Eugenio Espejo por el Libro y la Lectura,
que es una iniciativa ciudadana que busca mejorar el comportamiento lector de los ecuatorianos.
Se maneja mediante la autogestión y a través de la asociación con diversas entidades. Sus líneas
básicas de acción son la edición y distribución masiva de libros, la capacitación a mediadores de
lectura, la difusión de la literatura nacional en el extranjero y la reflexión teórica sobre el tema de
la lectura. u DIRECCIÓN GENERAL: Iván Égüez. u REDACCIÓN: Andrés Cadena. u DISEÑO: Luis
Ochoa. u FOTOGRAFÍA: Juan Zurita. u IMPRESIÓN: Maxigraf S.A. u © CORPORACIÓN EUGENIO
ESPEJO POR EL LIBRO Y LA CULTURA. El Heraldo 244 y Juan de Alcántara. Teléfono: 243 2980.
u DERECHOS RESERVADOS.
4
32
Febrero 2011

R
DEL DIRECTOR
El libro y el amor en febrero
Es dable que después de leer
El libro único, de Borges,
uno quede enfermo de arena,
como decir de infinito. O que al
caer seducido por la sabia sencillez
de la prosa de Nélida Piñon uno se
convenza de que el libro es un instrumento
de la voluntad y el acaso.
Pero resulta que cada ser humano,
incluso aquel que no ha visto jamás
un libro, establece una particular relación con ese objeto
paradigmático de la modernidad. Cuando Fray Vicente Valverde
le entregó la Biblia a Atahualpa y le dijo que era «la
palabra de Dios», el quiteño se lo llevó al oído y al no escuchar
nada lo zampó a los pies del clérigo como si se tratara
de una coral seca. Ese sortilegio entre el lector y el libro
llega también a benignas manías o bibliopatías extremas.
Por eso el especial de este número de ROCINANTE
recorre por algunas encarnaciones de esa secreta pareja libro-lector.
Es que el libro existe no sólo porque los autores
crean saber algo y los lectores sean inconmensurables en
su curiosidad, sino que para subvertir la soledad hay que
palpar al otro: un libro abierto o un gajo como libro abierto.
Por algo entre los mejores inventos están la cama —que
ha producido millones— y el libro que, al decir de Umberto
Eco, es como la cuchara, el martillo, la rueda, las tijeras:
una vez inventados, no se puede hacer nada mejor. De ahí
que nuestras páginas también traigan el curioso discurrir
de Abdón Ubidia acerca de esa primerísima chispa que podría
enlazar a una pareja, las micropasiones las llama él al
borde de la consumación o de lo que pudo haber sido y no
fue. Al fin y al cabo es el mes del amor, «de dos en dos las
aves buscan su tibio y amoroso alero». R
Iván Égüez
Redacción: Director: Iván Égüez • Redacción: Andrés
Cadena • Diseño: Luis Ochoa
Colaboradores de este número: Esteban Mayorga •
Fernando Tinajero • Lucía Lemos • Juan F. Jaramillo • Bruno
Sáenz • María Fernanda Espinosa • Abdón Ubidia
Febrero 2011 R
ROCINANTE 3

ESPECIAL
R 4 ROCINANTE
BIBLIOTECAS Y MANÍAS
Cómo leen
quienes escriben
Un recorrido por las bibliotecas
personales de narradores,
poetas, ensayistas…
Muchos acumulan miles de títulos, pero otros regalan
de cuando en cuando todo lo que adquieren.
Unos encuadernan tomos antiguos, otros subrayan
sin piedad. Algunos más ofrecen libros porque es
una manera de mantenerlos vivos, mientras que hay
quienes prefieren divorciarse a perder un empastado.
Las bibliotecas de los escritores son extensiones
de su personalidad…
En su relato «El lector
de Bagdad», Jabbar Yassin
Hussin describe un encuentro
fantástico cuyo motivo
central es una biblioteca
de extraños libros. La minuciosidad
de la prosa, detallista
y cadente, construye una
atmósfera que mezcla lo real
con lo posible. En ese claros-
curo, un peculiar anciano
que sostiene un libro conversa
con el narrador. Al notar
éste que el tomo del viejo tiene
las páginas en blanco, el
anciano le explica:
Está completamente vacío
de palabras. Pero esto
no tiene importancia; lo que
realmente importa es leerlo.
Febrero 2011

Cuando leas el libro podrás
llenarlo con las palabras que
desees; y así una página tras
otra. He leído este libro muchas
veces de esta manera
y siempre he visto lo mismo.
Sólo es cuestión de imaginación.
Puede que, después de
nuestro encuentro, lo lea de
otro modo.
Esta metáfora nos conduce
a la idea de Borges de que
«un libro es todos los libros»;
pero también nos hace ver
a la biblioteca como la posibilidad
infinita, original. De
eso conocen (aunque no sólo
ellos) los escritores: todos
empezaron la creación de su
obra luego de haber gozado
con la recreación que implica
la lectura.
Quizás no tengan la mágica
naturaleza que en el cuento
de Yassin Hussin, pero entrar
a esos espacios donde los
autores mantienen sus libros
—su faceta original de lectores,
en última instancia— sin
duda tiene algo de extraordinario.
«No los he contado»
El poeta y dramaturgo
ecuatoriano Bruno Sáenz,
por ejemplo, empezó lo que
luego sería su biblioteca hacia
el final de sus estudios co-
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ROCINANTE 5

ESPECIAL
legiales, por 1963. ¿Cuántos
libros tiene? «No los he contado.
No lo sé. ¿Serán unos
2000, entre los diferentes temas
y géneros?». Tampoco
los ha contado Leonardo Valencia,
autor de Luna nóma-
R 6 ROCINANTE
BIBLIOTECAS Y MANÍAS
Leonardo
Valencia, autor
de El síndrome
de Falcón
da: «Además, no sería una cifra
exacta porque no todos
los que he leído los tengo en
mi poder. Y no todos los que
tengo los he leído».
El escritor colombiano Daniel
Samper Pizano —en un
reportaje recientemente publicado
por El País, de España—
afirma tener unos 10
mil libros: «Si hubiera invertido
en bienes raíces lo que
he gastado en libros, tendría
un ático en Manhattan... pero
inútil, sin libros». Un número
similar de tomos posee
el autor ecuatoriano Francisco
Proaño Arandi, finalista
del Premio Rómulo Gallegos
de novela; dice mantener
«aproximadamente unos 10
mil libros, teniendo en cuenta
que con anterioridad he hecho
varias donaciones a ins-
Febrero 2011

tituciones y hay una cantidad
que se encuentra en Libroteca
Fundación, actualmente
en comodato en la Universidad
Andina. ¿Cuándo la inicié?
Pues en un tiempo inmemorial:
hay libros que fueron
de la biblioteca de mi padre,
un lector tenaz, y luego, los
otros, que han ido apareciendo,
ya comprándolos, ya como
obsequio de sus autores o
de amigos y familiares, o de
instituciones. Pero fue en Cuba
y en la ex Unión Soviética
donde el caudal de libros experimentó
un crecimiento notable.
Debo confesar que las
llamadas librerías de viejo
son mi perdición». El narrador
Raúl Pérez Torres califica
como «una relación afec-
Rodrigo Fresán
tiva, de amor y nostalgia» la
que mantiene con sus libros:
«Verles en sus estantes me
tranquiliza. Todo libro tiene
un espíritu particular».
Rodrigo Fresán, escritor
argentino autor de El fondo
del cielo, también demuestra
afección por sus libros: «Somos
muy felices juntos. Y seguimos
creciendo. En la salud
y en la enfermedad y hasta
que la muerte nos separe».
Pero la biblioteca no implica
sólo acumulación, sino
también organización. En el
flujo inacabable de autores y
obras, los lectores se aprovisionan
y luego deben darle
un orden al caos. Es un gesto
mítico: distribuir tierra y cielo
al gusto de uno.
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ROCINANTE 7

ESPECIAL
Contrastan, por ejemplo,
la regulada disposición de
Bruno Sáenz —que los clasifica
«por temas (letras, estudios
literarios, historia, filosofía
y religión, sociología,
psicología, música, etc.) y por
orden alfabético de autores,
dentro de cada tema»—, y la
caótica armonía de Raúl Pérez:
«Los dejo allí tirados y
ellos vienen a mí en el momento
preciso. Estoy rodeado
de libros mágicos».
El escritor chileno Rafael
Gumucio dice casi no clasificar
sus libros; «y cuando
lo hago, lo hago por el peor
criterio de todos, el color y
la forma de sus lomos para
que se vea más o menos estético».
Mientras que el peruano
Santiago Roncagliolo,
Premio Alfaguara de novela
2006, afirma: «La única parte
organizada de mi biblioteca
es la “egoteca”. Contiene
mis libros, antologías de
cuento con mis cuentos, traducciones
de mis libros, copias
pirata».
Claro que ningún orden
escapa a la silenciosa
Francisco Proaño
Arandi, autor de la
novela Tratado del
amor clandestino
R 8 ROCINANTE
BIBLIOTECAS Y MANÍAS
intervención de la cotidianidad.
Como le pasa a Proaño
Arandi (que tiene un orden
temático con una veintena
de categorías): «Un hijo mío,
diseñador gráfico, me hizo
unos señaladores magníficos,
pero mi nieta de 5 años,
cada vez que puede, los quita
y me los esconde».
Los más queridos
¿Qué implica la idea de «biblioteca
personal»? Para Leonardo
Valencia, se trata «más
que la totalidad de los libros
que se tienen, la preferencia
que se les da a algunos au-
Febrero 2011

tores, de quienes he reunido
muchos o casi todos sus
libros, en traducción y en lengua
original. De quienes más
obras tengo son: Cioran, Marguerite
Duras, Quignard, Jabès,
María Zambrano, Bernhard,
Juarroz, Ishiguro, Paz,
Borges, Onetti y Juan Montalvo.
Pero de quien tengo mucho
más todavía es de Dante,
específicamente la Divina Comedia.
Colecciono ediciones
italianas, traducciones al castellano
y a otros idiomas: las
tengo del chino, turco, checo,
japonés, vasco, entre otras».
Pérez Torres va más allá;
su biblioteca personal la constituyen
los libros que más
ama: «Yo les llamo mi familia:
Sartre, Rimbaud, Celine, Rochefort,
Vallejo, Cortázar, Pa-
lacio, Kafka; ahora Coetzee,
Bolaño, Andrés Neuman, Piglia,
César Aira, la Yourcenar,
y muchos, muchos más.
Son los libros con los que te
identificas siempre. Tus hermanos
mayores». Pero para
Bruno Sáenz es más un lugar
—y la sensación que desencadena—,
antes que una colección
de objetos: «Un ambiente
propicio para la reflexión,
el aislamiento creador, el encuentro
con los mayores y los
contemporáneos. Un estímulo
para mi pequeña vocación
de “fabricante” de libros (escritor,
claro)».
Para otros, la biblioteca
personal puede ser el testimonio
de su recorrido por el
mundo. Es el caso del escritor
boliviano Edmundo Paz Sol-
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ROCINANTE 9

ESPECIAL
dán, autor de Los vivos y los
muertos, quien enseña en la
Universidad de Cornell y vive
en Ithaca, Estados Unidos:
«Tengo varias [bibliotecas].
Una en la casa en la que vivo,
en Ithaca. Otra en mi oficina
de la universidad. Otra en la
casa de mi papá en Cochabamba,
Bolivia. Y he dejado
bibliotecas enteras. Cuando
me fui de Buenos Aires a estudiar
a Alabama dejé mi biblioteca
y nunca la fui a buscar.
En Alabama comencé
otra pero, tres años después,
al irme, también la dejé. No
tengo una relación de pose-
R 10 ROCINANTE
BIBLIOTECAS Y MANÍAS
sión con mis libros. Están hechos
para circular».
Así, ¿cuál es la manera
ideal de mantener los libros?
Para Pérez Torres, el secreto
es «la costumbre de releerlos.
Un libro está vivo cuando se
lo abre, pero también cuando
lo comentas y lo multiplicas».
Rodrigo Fresán —quien afirma
que no heredó libros, que
los ha adquirido o robado él
mismo—, «evita prestarlos y
puede montar un escándalo
si se manchan con comida.
Jamás subraya, jamás dobla
esquinas, jamás quiebra lomos.
Tiene un hijo de 4 años
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a quien sólo permite tomar
alguno “bajo estricta vigilancia”».
Parecido a lo que hace
Daniel Samper, quien subraya
y escribe en los libros,
pero se cuida de no partirles
el lomo: «He partido el lomo
de gente que se ha atrevido a
partir el lomo de un libro».
Al contrario, Leonardo
Valencia —quien acepta que
subraya mucho, «sin piedad»—
responde así al ser
preguntado por sus costumbres
para mantener los libros:
«Ninguna. Están condenados
a convertirse en polvo». A Rafael
Gumucio le gusta, después
de leer un libro, «botarlo
como un chocolate al que
se le quita el envase». Proaño
Arandi es más cuidadoso;
dice que siempre es útil «frecuentarlos,
clasificarlos y, si
es posible, mantenerlos en libreros
con vidrios». Recurre
Raúl Pérez
Torres
a la encuadernación realizada
por alguien a quien califica
como «artista», pues «hace
de los libros verdaderas
joyas: los dignifica, los ennoblece,
los transfigura y
los catapulta hacia la posteridad.
Una buena cantidad
de mis libros han pasado por
sus manos y el resultado ha
sido espléndido».
El momento del adiós
Augusto Moterroso, célebre
por sus microcuentos, relataba
una divertida anécdota
sobre una ocasión en que
debía deshacerse de 500 libros;
el final, como siempre,
era toda una sorpresa. Pero
lo que develaba el guatemalteco
es que «entre los intelectuales
es corriente oír la
queja de que los libros terminan
de sacarlos de sus casas».
¿Qué ocurre cuando,
por espacio u otra razón, deben
desprenderse de libros?
¿Les resulta fácil? Para Bruno
Sáenz no, «sobre todo de
los muy apreciados o difíciles
de encontrar. Sólo los entrego
a personas especiales o en
ocasiones especiales».
«Me he mudado muchas
veces —dice Santiago Roncagliolo—
y en cada una de ellas
he regalado mis libros. Siempre
he creído que mi vida debería
pesar menos de 32 kilos,
que es el equipaje que me
traje del Perú a España. To-
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ESPECIAL
do lo demás es innecesario y
te mantiene atado al pasado».
Leonardo Valencia establece
una diferenciación: «De los
que releo y subrayo, no puedo
desprenderme. Del resto, no
tengo problema, y me gusta
prestar libros a amigos e incluso
a mis alumnos». Proaño
Arandi explica que «se
siente un vacío grande cuando
algún libro ha desaparecido,
por causas generalmente
inextricables, casi mágicas»;
mientras que Pérez Torres
R 12 ROCINANTE
BIBLIOTECAS Y MANÍAS
acostumbra regalar y volver
a comprar los libros que ha
dado, para tenerlos a su lado:
«Me duele pensar que las
personas que amo no lean tal
o cual libro». Daniel Samper
Pizano es radical: «He regalado
una hija mía a un mercader
árabe y vendido dos
nietos a familias estériles europeas,
pero sólo un cirujano
hábil o un escuadrón del
Mosad podrían lograr que
me desprendiera de un libro,
aunque sepa que nunca lo lee-
Febrero 2011

Santiago Roncagliolo
mantiene una
«egoteca» con libros
suyos o donde
aparece antologado
o traducido
ré. Siempre flota la duda:
“¿Y si llego a necesitarlo?”»,
confiesa.
Pero suele ocurrir
que, involuntariamente,
se le debe decir
adiós a algún libro
con que se contaba —o
se creía contar— y que
de repente no aparece más
en su lugar. ¿Hay algún libro
que hayan perdido y que extraña
especialmente? Todos
responden afirmativamente.
Para Leonardo Valencia es
«uno de Eudora Welty, titulado
One Writer’s Beginnings,
que presté y no recuerdo a
quién. Espero que le haya sido
útil». Para Bruno Sáenz es
«un libro sobre música, Ravel
et nous, escrito por alguno
(o alguna) de sus amigos.
Lo presté a alguien hace mucho
tiempo (¿a quién?) que
nunca lo devolvió».
Raúl Pérez Torres es más
indulgente: él extraña El Reposo
del Guerrero, de Chris-
tiane Rochefort. «También lo
tengo en película. La interpretaron
Brigitte Bardot y
Robert Hossein. Nunca pude
quedarme con ese libro. Apenas
lo compraba, aparecía
alguien que tenía que leerlo.
No era un libro sino un mapa
del corazón. Más subrayado
que un grafiti». ¿Y hay algún
libro que ha buscado pero que
aún no logra hacer parte de
su biblioteca? «Sí —responde
el mismo Pérez Torres, autor
de Teoría del desencanto—.
La novela que Borges nunca
escribió».
Nuevamente Borges. Nuevamente
la posibilidad infinita
vertida en el texto. R
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ROCINANTE 13

ESPECIAL
Patologías librescas
Anécdotas y lados curiosos de la lectura
n Sergio C. Fanjul
HHay gente que se vuelve
chiflada con los libros. Algunos
sufren de bibliofilia,
el amor desaforado por los libros.
Los coleccionan, los almacenan
en inmensas bibliotecas,
persiguen de forma
enfermiza incunables, ejemplares
raros o primeras ediciones
durante años en librerías
de viejo escondidas por
toda la faz del planeta. A la
inversa, otros sufren de bibliofobia,
no los pueden ver
delante, hasta el extremo de
caer en la biblioclastia, o destrucción
de libros (en hogueras,
por ejemplo, perpetrada
por nazis e inquisidores). Hay
muchos que caen irremisiblemente
en la bibliocleptomanía,
el robo de libros, tanto
en librerías, grandes superficies
o casas de amigos...
¿Cuántos libros prestados de
buena fe no llegan a ser devueltos?
Los más raros llegan
hasta, literalmente, comérselos:
son los terribles bibliófagos.
Cuídense de ellos.
De todas estas patologías
librescas trata Enfermos del
libro. Breviario personal de
R 14 ROCINANTE
BIBLIOTECAS Y MANÍAS
bibliopatías propias y ajenas
(Universidad de Sevilla),
del diplomático, y bibliófilo a
la sazón, Miguel Albero. Por
lo detallado y exhaustivo de
su tratamiento, bien podría
usarse como libro de texto
para una hipotética asignatura
universitaria sobre bibliopatías
(si no existe, desde
aquí recomendamos su creación).
Albero hace un recorrido
por todas estas aproximaciones
perversas al libro
Febrero 2011

con estilo depurado, una dosis
elevada de humor, ironía
y muchas y ricas anécdotas.
Como complemento ideal
a esta especie de tratado, podría
recomendarse Bibliofrenia
(Melusina), de Joaquín
Rodríguez, una galería
que ahonda en la biografía
de 25 de estos curiosos especímenes.
Ejemplos: el historiador
prusiano Theodor
Mommsen, que escribió 1500
obras y murió cuando, utilizando
una vela para leer un
libro encaramado a una escalera
de su extensa biblioteca,
su cabellera prendió en
llamas. O Richard Heber, que
recopiló una biblioteca tan
fabulosa (tenía tres copias de
cada libro) que necesitó ocho
casas para albergarla. O Aa-
ron Lansky, que recorrió
el mundo de punta a punta
hasta reunir una colección
de más de 11 000 libros escritos
en yídish, lo que es hoy el
National Yiddish Book Center
estadounidense.
Alrededor del bibliómano,
los libros se reproducen silenciosamente
y, como musgo,
van colonizando lo que tienen
alrededor, las mesas, las
estanterías, el suelo, los armarios,
quitando espacio al
resto de la vida cotidiana. En
Tocar los libros (Fórcola), que
nació como una conferencia,
el periodista Jesús Marchamalo
empieza tratando
de averiguar cuántos volúmenes
forman su biblioteca
y acaba firmando una obra
personal y sencilla, cargada
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ROCINANTE 15

ESPECIAL
R 16 ROCINANTE
BIBLIOTECAS Y MANÍAS
de humor y de sincero amor por
los libros y la literatura.
Siguiendo el hilo, Jacques
Bonnet continúa dándole vueltas
a las bibliotecas en el ensayo
Bibliotecas llenas de fantasmas
(Anagrama). En este caso, los
fantasmas no son terroríficos
espectros venidos del más allá,
sino los huecos que quedan en
una estantería cuando falta un
volumen. Además de por los libros
desaparecidos, Bonnet
también se pregunta de dónde
vienen esos libros que aparecen
en sus anaqueles, qué casualidades,
encuentros y vicisitudes
les ha llevado a su poder.
Y ahora llegan los libros electrónicos
y todo cambiará o no,
pero antes de ellos la lectura
ya había cambiado mucho a lo
largo de su larga historia. Es lo
que cuenta Román Gubern, catedrático
emérito de Comunicación
Audiovisual de la Universidad
Autónoma de Barcelona,
en Metamorfosis de la lectura
(Anagrama). Gubern hace
un recorrido panorámico y cristalino
que empieza muy por el
principio: «En el principio era
el Verbo», comienza el libro de
los libros, el best-seller eterno:
la Biblia, hasta llegar a la actual
escritura en las pantallas
de los dispositivos electrónicos.
¿Qué opina Gubern del tema del
momento? Pues que el libro tradicional
y electrónico convivirán.
Eso sí, aquellos que se han
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criado y crecido en la cultura
del libro impreso mantienen
una fuerte dependencia emocional
con él; a juicio del autor,
el empastado reúne unas
condiciones que no tiene el
electrónico: capacidad de ser
fetiche, objeto de diseño gráfico,
valor sentimental, comodidad
para ojear y hojear... y
hasta se puede leer en una
bañera o en una piscina.
Sobre este particular trata
en gran parte Nadie acabará
con los libros (Lumen), una
recopilación de charlas entre
Umberto Eco y Jean-Claude
Carrière, dos bibliófilos preocupados
por el futuro del libro,
la llegada del soporte digital,
la conservación de la
memoria almacenada... aunque
menos por los contenidos.
Porque, como dice Eco
en la cita que resume este tí-
tulo, «el libro es como la cuchara,
el martillo, la rueda,
las tijeras. Una vez se han inventado,
no se puede hacer
nada mejor». R
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ESPECIAL
LEER
con los sentidos
R
18 ROCINANTE
BIBLIOTECAS Y MANÍAS
Febrero 2011

Dante, Mark Twain, Rimbaud, Neruda,
Orwell, Borges o Kafka… todos son
susceptibles de convertirse en autores
de libros ilustrados
n Nuria Barros
La oscuridad alimenta
las pequeñas luces. Cuando el
mundo de la edición en papel
tiembla ante la amenaza exterminadora
del libro digital, un
pequeño sector está viviendo un
crecimiento inesperado: la literatura
ilustrada para adultos.
Numerosos editores, ilustradores
y libreros coinciden en que
el futuro del papel está ahí, en
esa edición que aúna dos lenguajes,
el texto y la imagen,
para crear una obra distinta y,
frente a la asepsia de la pantalla,
fuertemente sensorial. La
situación es sorprendente: ¿a
quién se le ocurre con la que
está cayendo abrir una editorial
de libros ilustrados? ¿Los libros
con ilustraciones no estaban
destinados a los niños? ¿Cómo
es posible que tengan ahora tan
buena acogida entre los mayores?
¿Qué es exactamente un libro
ilustrado?
A veces para describir algo
cuya definición no resulta sencilla
es muy útil empezar enumerando
lo que no es. Un libro
ilustrado no es una fotonovela;
no es un texto clásico adornado
con dibujos; no es un objeto decorativo
para la mesa de cen-
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ROCINANTE 19

ESPECIAL
R 20 ROCINANTE
BIBLIOTECAS Y MANÍAS
tro del salón o la sala de espera
del dentista; no está destinado a
quienes tienen dificultades con
la lectura; no tiene una misión
educadora.
Para describir algo cuya definición
no resulta sencilla también
es muy útil recurrir a las
personas que gustan de ese objeto.
¿Cómo son los compradores
de libros ilustrados?
Personas con los sentidos
siempre hambrientos. Con un
apetito voraz para la belleza, el
conocimiento, el placer, las emociones.
Que esperan sorpresas
al abrir un libro. Que no tienen
miedo a las aventuras intelectuales
y sensoriales. Que no ponen
el grito en el cielo porque
la ilustración les lleva, en una
lectura conocida, hacia caminos
desconocidos. Que se ríen de
los encasillamientos en género,
edades, lenguaje... Que adoran
la felicidad indescriptible que
produce un descubrimiento. En
fin, personas tan libres que podrían
parecer locas. Para ellas
son los libros ilustrados.
El número de esos lectores
que también son espectadores
ha crecido en los últimos tiempos.
¿Cómo es posible semejante
entusiasmo en tiempos tan frágiles
para la edición? Editores,
ilustradores y libreros coinciden
en varios puntos: la pasión por el
libro como objeto; la convicción
de que la ilustración ofrece nuevas
posibilidades de lectura; la
unanimidad en que lo único im-
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portante es un texto
y una ilustración
potentes, lo llamen
como lo llamen: novela
gráfica, novela
ilustrada para adultos
o álbum. Nadie,
sea pequeño o
grande, leería un
libro idiota. Todos,
sean niños o viejos,
se lo pasan de maravilla
con un buen
libro. ¿Es El pato y
la muerte, de Wolf
Erlbruch, un álbum
sólo para niños?
¿Es Rebelión en la
granja, de George
Orwell, un libro sólo
para adultos?
«Hay que inventarse
los libros que
no existen para que la gente
que no existe exista», dice
Vicente Ferrer, editor del sello
español Media Vaca. «Inventamos
libros muy ilustrados
dirigidos a lectores de todas
las edades. No me interesa
editar un libro que ya
existe si no es para hacer con
él algo distinto». Diego Moreno,
responsable de la editorial
Nórdica, habla con entusiasmo
de uno de sus últimos
trabajos: una edición de tres
cuentos de Borges junto a
La Metamorfosis, de Kafka,
ilustrada por Verónica Moretta.
Ensayos visuales que
convierten la lectura en una
La ilustración ofrece nuevas
posibilidades de lectura,
sea cual sea la denominación
que se emplee: novela gráfica,
novela ilustrada
para adultos o álbum
serie de mapas que conducen
al mundo de ambos autores.
«María Kodama nos regaló
los derechos porque el sueño
de Borges era estar en un
mismo volumen que Kafka.
En tres días se agotó».
Zabala, artista español
que ha recibido el premio
Nacional de Ilustración, entre
otros galardones, ha ilustrado
libros para niños, para
jóvenes y para adultos. «No
creo en las fronteras. La ilustración
es un arte y el ilustrador
crea ambientes, sugiere...
La diferencia con la
pintura no es de técnica ni de
libertad creativa, sino que se
Febrero 2011 R
ROCINANTE 21

ESPECIAL
halla en la carga narrativa.
Yo soy muy intuitivo: leo el libro
y realizo el storyboard,
que es como un mapa de la
historia, un GPS para el trabajo.
Luego intento olvidar el
texto para que no pese sobre
mí como una losa. Parto de
una falta de respeto al texto
bien entendida, sin traicionarlo
ni pisarlo, pero me
gusta que el dibujo me lleve
por otros derroteros y que
sea el lector quien dé la última
pincelada».
Los ilustrados se han instalado
tan cómodamente en
las entregas de premios
R 22 ROCINANTE
BIBLIOTECAS Y MANÍAS
como en lugares tan insospechados
como las librerías de
cómics. Jesús Moreno, dueño
del espacio y de la editorial
Sins Entido, en Madrid, es
testigo de la demanda creciente.
«Los géneros ya no
tienen sentido. Una de las
claves del éxito del libro ilustrado
es la calidad de la edición.
La muerte del papel
sólo afectará a los productos
de consumo rápido, de usar y
tirar. Creo que el concepto de
“novela gráfica” englobará
en el futuro el ilustrado».
Vicente Ferrer,
que además de
editor es ilustrador,
ve el panorama
con el escepticismo
y
la pasión del
r e s i s t e n t e :
«Dedicarse
a esto no es
negocio, se
hace por vocación.
Resistir
es vencer, y nosotros
estamos venciendo
cada día», dice.
Y se ríe. R
Los editores y los lectores-espectadores
de libros ilustrados aumentan cada
año animados por la pasión por el libro
como objeto
Febrero 2011

NOVELA
COMENTARIO
Una maniobra de
Heimlich al lector
La primera novela de Miguel Antonio Chávez
(Guayaquil, 1979) recrea con cinismo paródico el
mundo de la publicidad creativa
n Esteban Mayorga
Siempre es sano para el
encéfalo leer una novela difícil
no por su prosa, que es
una koiné diáfana, sino por
su contenido secreto y provocador,
cosa que parece que
va a explotar el rato menos
pensado. Saltarina y aparentemente
rota es la senda por
la cual circulan las tres partes
de la primera novela de
Chávez a la cual se le riegan,
entre algunas fotos del
hemiciclo de la rotonda de
Guayaquil y dibujos de sombreros
mexicanos, los intertextos
publicitarios y literarios
(incluido un poema del
mismo autor publicado anteriormente)
así como los tocantes
al cine, la música y la
televisión.
La novela es sobre un guayaquileño
que viaja a Buenos
Aires para asistir ingenuamente
a un taller de creatividad
publicitaria, pero una
vez allí se da cuenta de que
en su viaje «nada es casual»,
porque el joven guayasense
descubre allí el Secreto concerniente
a Guayaquil, el
cuento de Borges, que no les
voy a contar para que se enteren
ustedes mismos al leer
Febrero 2011 R
ROCINANTE 23

NOVELA
R
24 ROCINANTE
COMENTARIO
la novela editada en Perú por
Altazor, editorial valiente que
incluyó una gira del escritor
por ese país.
Mi lectura de la novela,
acaso prejuiciada por lo del
mercado, aquello del best-seller,
eso del texto fácil y vacío,
me recuerda a lo que
dijo Adorno con respecto a
«la inmediatez del mundo de
la mercancía». Si no soy tan
mal lector, indudablemente
válida es una interpretación
en la cual Chávez quiere
arremeter precisamentecon-
tra esa maquinaria
que todos los
escritores satanizamos
porque es
mala para la literatura
y tiene
mucho poder, por
lo cual vendría a
ser algo así como
el demonio; y
este joven autor
lo hace muy bien
al utilizar una estructura
fragmentada, pliegues
lúdicos intertextuales,
trampas y chistes finos para
el lector formado, manuales
del editor literario de hoy en
día (genial), y buena prosa,
entre muchas otras cosas:
Eso sí, Mathilda no conocía
de la existencia de la otra
Mathilda, ni esta de la otra,
ni esta de la siguiente; peor
de mi extraña suerte que
Chávez ironiza
sobre las propagandas
y
sus vaciedades
desde una narración
que juega
con lo dicho
y lo no dicho
solo haber conocido Mathildas
en una ciudad como esta,
infame pañuelo o bola de estambre
donde un extremo se
junta a otro, donde en nombre
del azar se cumplen las
lógicas de los vórtices pueblerinos
coincidentes, que
tornan todo tan impredecible
y predecible a la vez.
Chávez narra con el clásico
cinismo paródico, que ya
se atisba en su libro de relatos
Círculo vicioso para principiantes,
lo que está alrededor,
no lo importante;
es decir, las
propagandas creativas
y sus vaciedades
burlándose del
énfasis que se da
en ellas a lo marginal
y no a lo esencial,
y deja significados
velados sólo
asequibles por medio
de una lectura
profunda que remite
a una serie de
otros textos, entre
ellos el principal es el cuento
ya mencionado de Jorge Luis
Borges. Hay que decir que la
novela se pasea por los linderos
y arrabales de la literatura
fantástica saltándose a
momentos el tiempo y el lugar,
donde aparece de pronto
al estilo de los «Sueños» quevedianos
nada más y nada
menos que Ricardo Montalbán
con su enano de la Isla de
Febrero 2011

El mundo de la publicidad creativa busca llamar la atención saliéndose de lo común
la fantasía; a la vez que juega
con las múltiples interpretaciones
de cara a la célebre reunión
entre San Martín y Bolívar
(¿hacia dónde está dirigida
la mano de San Martín
al estrechar la de Bolívar?).
Pero también es forzoso
mencionar que el nivel de
name-dropping —inclusiones
fugaces de nombres famosos—
es excesivo, e igual
cosa sucede con la inclusión
de hechos historiográficos
nimios a lo Chuck Palahniuk
(la epígrafe no es gratuita), a
la vez que sorprende un poco
que entre tanto nombre de
publicitarios-escritores no se
mencione a los brasileños de
Noigandres —Décio Pignatari
y su ya clásico poema «Beba
Coca-Cola», por ejemplo— y
la poesía concreta donde se
explicita que el producto final
no es lo importante sino
el proceso y el concepto de
su creación (algo que Chávez
ejemplifica excelentemente).
Pero ésa a lo mejor no es la
intención del autor y el resultado
de la lectura es distinta
para cada lector como ya sabemos;
pero lo que es innegable
es que esta novela le
hace al lector su propia «maniobra
de Heimlich» e intenta
quitar los escombros que obstruyen
la experimentación
en la literatura ecuatoriana,
experimentación por la cual
Chávez deambula con absoluta
libertad y firmeza. Recomendado.
R
Febrero 2011 R
ROCINANTE 25

EL LIBRO
R 26 ROCINANTE
DEL MES
El poder del
gran señor
El nuevo título de colección Luna de bolsillo:
la novela de Iván Égüez, una obra
alegórica y realista a la vez
n Fernando Tinajero
Para cualquier persona
que haya vivido las convulsiones
políticas y sociales
que caracterizaron la década
de los sesenta, pero también
para cualquiera que se haya
preocupado por estudiarla
en detalle, las experiencias
vividas o los hechos identificados
por la decantación
histórica aparecen con meridiana
claridad en El poder
del gran señor, apenas
deformadas por la exageración
que es propia de la caricatura.
No hay episodio, por
insólito que parezca, que no
corresponda a un hecho real
de nuestra desventurada historia
que, como la historia
macondiana, supera con creces
a la fantasía. Solamente
la peripecia de los dos jóve-
nes que renegaban de todo,
menos del amor, resulta fraguada
por el novelista. Lo
demás es literalmente exacto
y corresponde a la realidad
de un país cuyo doloroso perfil
se ve desdibujado por las
nieblas de una ideología deformante.
(…)
En efecto, la referencia a
los contextos reales se hace
necesaria para entender a
cabalidad la novela; (…) pero
también es verdad que la literatura,
por ser un universo
de palabras, crea sus propios
referentes sin necesidad de
ajustarse a la verdad (es decir,
sin necesidad de buscar
ninguna concordancia con
los objetos reales de los que
habla), puesto que se basta
a sí misma con la verosimi-
Febrero 2011

litud. Hay, pues, o parece haberla,
una contradicción en
mis afirmaciones: o es que
la literatura sí necesita ajustarse
a la verdad, o es que
para comprenderla no son
necesarios los contextos.
Probablemente el problema
que acabo de plantear
sea uno de los más difíciles
de la teoría literaria; probablemente
sea más bien un
falso problema. (…) Me limito
a declarar que no veo contradicción
real entre mis afirmaciones,
por la sencilla ra-
El poder del gran
señor, con un
dibujo de Pavel
Égüez en
portada,
circula en
la Campaña
de Lectura
zón de que se mueven en planos
diferentes: la verosimilitud
como requisito único de
la validez literaria corresponde
a un plano estético, en
el cual el universo de las palabras
se basta a sí mismo y
crea su propia lógica; y la necesidad
de los contextos para
la cabal comprensión de esta
novela se ubica en un plano
ontológico-existencial, o sea,
toma la obra literaria como
una parte del mundo real
de los hombres, en conexión
con él, y con él articulada
Febrero 2011 R
ROCINANTE 27

EL LIBRO
por múltiples determinaciones.
Confundir el plano estético
con el plano ontológico
sería un despropósito; separarlos
absolutamente como
si fuesen los dos planos autónomos,
sería una aberración.
Considerada cada cual en su
propio plano, las dos afirmaciones
siguen siendo válidas.
Si me dedico a ponerlas en
relación mutua, encuentro
un nuevo carácter de esta
obra: la alegoría.
La alegoría es el resultado
de una operación mental
(y más propiamente,
de la
i m a g i n a c i ó n )
que consiste en
juntar un objeto
imaginario con
un significado
real. Es, por lo
mismo, un modo
de hablar indirectamente
de
lo real, como si
se hablara de lo
imaginario. Lo
imaginario, por exigencia de
la verosimilitud, se gobierna
por sus propias reglas y sigue
su propia lógica, cuya
existencia se puede comprobar
con rigor incluso en los
casos más desaforados, como
puede ser, por ejemplo, la narración
de las aventuras de
Alicia en el país de las maravillas.
Lo real, por su parte,
está gobernado por la lógica
R 28 ROCINANTE
DEL MES
En la novela, una
imagen de Cristo
atestigua y narra
los avatares de
una nación
donde el poder
resquebraja
a la sociedad
de la veracidad. Juntar ambas
lógicas y lograr que la
una no contradiga a la otra
no es tarea fácil; es, sin embargo,
una de las tareas que
a los artistas les gusta practicar.
El poder del gran señor
es nuestro ejemplo ahora.
Con un sentido evidentemente
alegórico, Iván Égüez
ha presentado en esta novela
un momento de la historia tal
como se dio en el caso ecuatoriano.
Lo ha desligado, sin
embargo, de toda sujeción objetiva
a la lógica
real, mediante la
construcción de
un mundo alegórico,
en el cual todos
los personajes
o elementos imaginarios
son capaces
de un funcionamientoautónomo
en el plano
estético, sin caer
nunca en lo inverosímil,
mientras
los personajes y elementos
reales, falsamente ocultados
por la caricatura y la farsa,
corresponden exactamente a
la verdad objetiva de los hechos.
Que un cardenal, un
militar, un gringo y un encopetado
se hayan reunido
para desempolvar una imagen
que les oye, es algo evidentemente
imaginario; que
la Embajada de los EEUU y
Febrero 2011

Escena de la plaza de toros de Quito, en la década del setenta. Foto de César Moreno
sus agentes hayan logrado
un tácito acuerdo de la burguesía,
las fuerzas armadas y
la Iglesia jerárquica, para llevar
a cabo una campaña anticomunista
en los primeros
años de la década de los sesenta,
es algo rigurosamente
cierto. Y lo es también que, en
asombrosa coincidencia, los
franciscanos hayan inventado
el culto al Señor del Gran Poder,
que resultó ser (deliberadamente
o no) un buen instrumento
ideológico de carácter
místico para contrarrestar la
no menos mística imagen de
Fidel. (…)
Alegórica y realista a la
vez, fruto de la imaginación
del artista y de la fidelidad
a lo real de un hombre comprometido
de verdad con la
causa de la justicia, El poder
del gran señor es por lo
mismo una obra que merece
un sitio destacado entre las
manifestaciones de esa conciencia
social que hoy tenemos
los ecuatorianos y que
nos lleva a buscar nuestro
ser posible. R
(Extractos del estudio introductorio
de la edición de 1992)
Febrero 2011 R
ROCINANTE 29

EL LIBRO
R 30 ROCINANTE
NOVEDAD
El SEMINARISTA,
de Rubem Fonseca
La más reciente novela del conocido escritor
brasileño trata sobre un lector sicario…
n Lucía Lemos
Para hablar de thriller
en la actualidad, no podemos
dejar de mencionar a Rubem
Fonseca, escritor brasileño
referente en el género, y
que, a sus 84 años, presenta
su decimoprimera novela, El
seminarista.
Fonseca es conocido por
su prosa concisa, depurada,
un maestro de la narrativa,
al que se lo considera continuador
de Machado de Assis
y Lima Barreto, autores
insignes de la literatura
brasileña. Nació en el estado
de Minas Gerais pero desde
niño vive en Río de Janeiro,
por lo que se ha identificado
con la cultura carioca y en
su obra retrata los personajes
de ese entorno, sobre todo
los marginales, los asesinos,
la violencia humana, el alma
humana.
¿A quién puede representar
un personaje que cita en
latín y ha leído a Horacio, Cicerón,
Virgilio, Séneca, Petrarca?
Fonseca nos desafía.
No es un intelectual ni un
erudito, todo lo contrario, es
un asesino a sueldo, a quien
no le interesa saber si su víctima
es hombre o mujer; y es
considerado como el mejor
en su campo.
Zé, (José) es el «especialista».
Recibe los encargos de
«el despachante», quien se
encarga de hacer los contactos
con los interesados en eliminar
a alguna persona. Al
especialista sólo le llega la
descripción de la víctima y
no le interesa nada más. «El
despachante me dice quién
es el cliente, me da las coordenadas
y yo hago el trabajo»,
es su máxima de vida.
Con toda la sangre fría, en
primera persona, el protagonista
de la historia va narrando
cada uno de los «encargos»
y cómo los resolvió.
En un determinado momento,
cansado de este trabajo,
a los 40 años de edad,
decide jubilarse y dedicarse
a lo que más le gusta: la música,
las películas y las mujeres.
El personaje, que se describe
a sí mismo como «pe-
Febrero 2011

queño, flacuchento y feo»,
estuvo interno en un seminario
preparándose para ser
sacerdote y cumplir el sueño
de su madre. «Últimamente,
las frases en latín acudían a
mi cabeza, frases que había
borrado de mi conciencia al
salir del seminario. Ésta es
de Séneca, como todos saben.
Pero siempre me gustó
leer, antes del seminario, durante
el seminario, y después
del seminario. Creo que debí
seguir en el seminario y hacerme
sacerdote. Mi madre
quería que fuera sacerdote,
era su sueño».
Cuando decide dejar el si-
cariato, regala toda su
ropa y cambia de personalidad.
En esta circunstancia
conoce a
Kirsten, una joven alemana,
traductora, con
quien inicia una relación
de amor y comparte
sus intereses.
Leen juntos poesía de
Rilke, Clarice Lispector,
Lima Barreto, Pessoa.
«Leerle poemas terminó
por ser un ritual».
Sin embargo, cuando
cree que su vida anterior
está lejos de él, aparecen,
como fantasmas,
quienes fueron sus víctimas
y sus clientes.
Debe volver a su pistola
preferida y trata de descubrir
a sus perseguidores antes
de que ellos lo maten.
Con la prosa conocida de
Fonseca, la trama se va enredando.
Los dos únicos amigos
que tuvo en el Seminario
aparecen en su vida y se involucran
en las secuelas de
su vida anterior.
En toda la narración aparecen
elementos de humor
negro, ironía, referencias a
la gastronomía brasileña,
música, historia. La tensión
se mantiene hasta el final,
que, como siempre en Fonseca,
es sorprendente. R
Febrero 2011 R
ROCINANTE 31

PALABRAS
R 32 ROCINANTE
DE CINE
La cinta blanca
examina el pasado culposo
Michael Haneke
(Funny games,
Caché) se sume en
dramas familiares
en la época de la
preguerra
Mn Juan F. Jaramillo
Michael Haneke sabe
cómo apretar los hilos de la
historia. En La cinta blanca,
el cineasta austriaco examina
el pasado de su país a
través de una pequeña comunidad
rural en los meses
Febrero 2011

previos a la Primera Guerra
Mundial.
No lo hace con una artificial
discusión política de los
albores del fascismo, sino
que se sumerge en la relaciones
de familia, en la inocencia/crueldad
de los niños y
en pequeños sucesos que sobrecogen
a este poblado.
Entre ellos: un caballo tropieza
con un cable colocado
entre los árboles y deja malherido
al médico del pueblo;
el hijo del barón (el principal
empleador de la comunidad)
es torturado con crueldad
luego de permanecer desaparecido
varias horas; una
mujer muere cuando cede un
Febrero 2011 R
ROCINANTE 33

PALABRAS
piso de madera podrida.
Los sucesos son investigados
por el profesor de la escuela
(Christian Friedel),
quien es el narrador de la película
(la voz de Ernst Jacobi).
No obstante, es la cámara de
Haneke la que revela los detalles:
el pastor castiga a sus
hijos con violencia, un padre
abusa de su hija, el médico es
cruel con su amante.
Los sucesos del pueblo en
manos de este cineasta alemán,
acaso el mejor direc-
Michael Haneke
R 34 ROCINANTE
DE CINE
tor de cine europeo del momento,
al mismo tiempo que
generan el suspenso de una
novela de crimen, invitan a
la reflexión de una sociedad.
Fotografiada en un glorioso
blanco y negro —el cinematógrafo
Christian Berger
que fabrica obras de
arte en cada encuadre merece
una mención aparte—,
La cinta blanca hace alusión
a uno de los castigos que el
pastor (Burghart Klaussner)
inflige a sus hijos al colocar
una cinta blanca
en sus brazos como un
símbolo de su desconfianza.
¿Es el lazo blanco
una alusión a la manera
en que los nazis
identificaban a los judíos?
¿Los métodos de
educación de los padres
de la preguerra
determinaron la crueldad
de sus hijos en la
Segunda Guerra Mundial?
¿Hasta qué punto son
inocentes los niños?
Son preguntas abiertas
y sin respuesta, que
surgen con esta película.
A Haneke le interesa
más la discusión
que buscar una respuesta
sencilla y digerible.
Febrero 2011

En uno de sus filmes anteriores,
Caché (2005), Haneke
examina a la sociedad francesa
y su sentido de culpa
histórico, a través de un misterioso
video.
La cinta blanca está definitivamente
hermanada con
este filme: es una daga en
una sociedad que ha cubierto
sus cicatrices.
En el libro Cine como catarsis
(Francesco Bono, editor),
el propio Haneke escribe:
«Mis películas son argumentos
polémicos en
contra del cine americano
predigerido y del espectador
pasivo. Es un alegato por un
cine de preguntas insistentes
en lugar de falsas (y muy rápidas)
respuestas».
Haneke no impone ideas,
ni manipula a la audiencia,
deja que la discusión surja
por sí sola, con los créditos. R
FICHA TÉCNICA
La cinta blanca
Director: Michael Haneke
Protagonistas: Christian
Friedel, Ernst Jacobi, Leonie
Benesch, Burghart Klaussner
Guion: Michael Haneke
Febrero 2011 R
ROCINANTE 35

EL LIBRO
R 36 ROCINANTE
DE POESÍA
BARRIDO DE CAMPO
Nuevo libro de Juan José Rodríguez
n Bruno Sáenz Andrade
La Editorial Cascahuesos
de Arequipa, Perú, ha
acogido en los últimos tiempos,
en su catálogo, las obras
de varios poetas ecuatorianos,
y se ha de reconocer que
se trata de voces que representan
con sobrada dignidad
la muy respetable tradición
de la poesía del país, lamentablemente
apenas difundida
más allá de sus límites geográficos.
En esta oportunidad,
se trata de un libro del
ambateño Juan José Rodríguez,
una de la voces más serias,
más acabadas de nuestra
literatura reciente.
Barrido de campo, sólo por
la singularidad de los títulos
de sus partes y de sus diferentes
textos, con frecuencia
repetidos (a veces, todos con
la indicación «versión única,
final») aunque amparen diversos
contenidos, daría lugar
a un análisis o a una especulación
que estarían aquí
fuera de lugar. Me atrevería,
sí, a aventurar, que la visión
dominante es la de una recolección
fragmentada del
mundo, de las experiencias,
de un yo que se repite o dobla
en la elección, habitualmente
acertada, de las imágenes,
que cumplen a la vez la función
de recuperación a retazos,
como tomas de cinematógrafo,
del mundo circundante,
y de su dispersión en
la conciencia, la vista, la palabra.
La aparente arbitrariedad
de las relaciones, de las
yuxtaposiciones disimuladas
por el discurso (y sugeridas
por cierto automatismo verbal,
verdadero o simulado),
toma así uno de sus posibles
sentidos. En buena parte de
los poemas (en prosa, seguidos
ocasionalmente por breves
estrofas versificadas), el
propio «yo» se identifica con
la disgregación, tarea casi
imposible desde el momento
en el que el escritor-espectador
se vuelve no sólo testigo,
no sólo receptáculo de la percepción
y de sus mismas reacciones,
sino sujeto unificador
de la creación, emisor de
una palabra que en sí es construcción,
reconstrucción:
Abrí el libro de las fabricaciones
y este nombre se duplicó
en cada rostro mío. En
cada ganglio. Me llamo igual,
Febrero 2011

cuerpo lacrado, bolsa de químicos.
Mi mente se vacía y es
una médula trasvasada por
las partículas de sangre que
poseen un cromosoma de mi
ánima. Y es un objeto rígido
que sueña una habitación del
Hospital del Viento. Y una
garganta donde la pastilla se
desliza como un trazo. Trepa
mi nombre por el estuario de
mielina entre mis músculos
para fundirse sobre el ojo del
señor. Tanta gente se llama
como yo en este parámetro
extranjero. Trepa mi nombre
sin zarpas, cristos, continuidades.
Mi nombre como duplicación
de un nombre de agua
para llamar a los que no deberían
llamarse o duplicarse
y aquí estamos musicalizando
el nombre de la duplicación
de las desolaciones. Escinde,
para otro lado, esta versión
intencional de nadie. («Etiqueta
de identidad»)
Como otros autores de su
generación, Juan José Rodríguez
alimenta la poesía
con las referencias a otras
artes (la pintura, por ejemplo,
cuya anécdota deja de
serlo, se convierte en una
excusa para la libre pintura
verbal), a la problemática social,
a la fisiología (la enfermedad,
la caducidad), enfocadas
con frecuencia como
a través de un vidrio, de un
marco de aluminio en torno
al cristal, con voces aceradas,
bruñidas, ajenas no a
la desolación, sino a la debilidad
y a la autocompasión.
Hay algo parecido a la preeminencia
de la palabra, de
la precisión y del acierto de
la expresión por encima de
la vibración simpática, nerviosa
del asunto, de sus derivaciones.
La continencia sentimental,
un cierto ascetismo
de la emoción caracterizan e
individualizan al libro, a la
opción lírica del autor:
La inflamación de mis
nervios es como un pingüino
arrodillado bajo un
buril. Así afirma el predicador
del aire. Un buril que
desguaza los canales de la
mente hasta hacerla ilegible.
Para mí. (De «Residuos
de mi cerebro»). R
Febrero 2011 R
ROCINANTE 37

LIBROS
Escribir / filmar
El Cineclub de la CCE organiza un ciclo de
literatura y cine, hasta julio de este año
El pasado 10 de enero, con
la proyección de la película
¡Qué bello es vivir! (1946),
de Frank Capra, adaptación
de la Canción de Navidad de
Dickens, se dio inicio al ciclo
«Literatura y cine: escribir
/ filmar», organizado por
el Cineclub de la Casa de la
Cultura Ecuatoriana (CCE).
La propuesta es reflexionar
sobre el diálogo entre pala-
R 38 ROCINANTE
EN LA PANTALLA
bra escrita e imagen en movimiento.
Hasta el 25 de julio,
en la sala Alfredo Pareja
Diezcanseco de la CCE matriz
se proyectarán 15 películas
que se basan en obras literarias.
En las sesiones, no se buscará
establecer si el libro es
mejor que el filme o viceversa.
Para lo cual la propuesta
se funda en una pre-
Escena de la película Precious, adaptada de una obra de Sapphire
Febrero 2011

Blindness fue una exitosa adaptación de Ensayo sobre la ceguera, de Saramago
misa: «El cine funciona extrayendo
el pensamiento de
la imagen, mientras que la
literatura logra extraer la
imagen del pensamiento».
En palabras de Rita Rojas,
directora del Cineclub:
«Cuando leemos, uno es director,
actor, quien ambienta
el texto. En cambio, el cine
nos da la visión de una persona
o de un grupo sobre
una historia; ellos sintetizan
y cuentan su lectura».
Si bien comparten elementos
y recursos, se trata de dos
lenguajes distintos y como tales
deben ser valorados no en
su competencia sino desde el
resultado estético que alcanzan.
Así, el proceso de adaptación
supone una reescritura
del texto, «demoler la obra literaria
para luego ser reconstruida
por el cineasta». Para
no hablar de una falta de originalidad
entre los guionistas,
Rita Rojas explica que el
guión en sí es un género híbrido,
pues se hace entre la
literatura y el cine. El trabajo
parte de un guión literario
donde se esboza la historia,
las acciones y los personajes;
pero debe luego transformarse
en un guión técnico
donde entran otros recursos
que completan el lenguaje audiovisual:
el sonido, el encuadre,
los movimientos de cámara.
Febrero 2011 R
ROCINANTE 39

EL LIBRO
Cartelera
R 40 ROCINANTE
JUVENIL
Las sesiones se inician con
la lectura de las obras (en
muchos casos, fragmentos),
para luego dar paso a la proyección
de la película. Hay
diferencia de precio para estudiantes
con carné y adultos
mayores.
Matar a un ruiseñor
(enero 24): la novela de Harper
Lee fue llevada al cine
en 1961. Le valió un Oscar
a su protagonista, Gregory
Peck, en el papel de Atticus
Finch.
Extraños en un tren (febrero
7): la cinta lleva la firma
de Hitchcock, pero el libro es
El beso de la mujer araña, novela de Manuel Puig llevada al cine
de Patricia Highsmith. En el
guión colaboró el escritor Raymond
Chandler.
Preciosa (febrero 21): Clarise
«Precious» Jones nació
de la pluma de Sapphire y en
2009 su adaptación fílmica
se alzó con varios premios.
Las horas (marzo 7): la
vida y obra de Virginia
Woolf es el eje de Las horas,
tanto en el filme como en la
novela escrita por Michael
Cunnigham.
Arráncame la vida
(marzo 21): la escritora mexicana
Ángeles Mastretta participó
en la escritura del
Febrero 2011

Extraños en un tren, film de Hitchcock basado en una obra de Patricia Highsmith
guión de esta cinta, basada
en su novela homónima.
El beso de la mujer araña
(abril ): la novela de Manuel
Puig llegó al cine con la colaboración
del autor y un gran
reparto: William Hurt, Raúl
Julia y Sonia Braga.
Las amistades peligrosas
(abril 18): el drama histórico
de Chordelos de Laclos presentó
su dimensión fílmica
bajo la dirección de Stephen
Frears en 1988.
El secreto de sus ojos
(mayo 2): escritor y director
mantuvieron largas sesiones
de roces, celos, renuncias y
ansias creativas, hasta llegar
al guión final.
Titus (mayo 30): Anthony
Hopkins es el protagonista de
esta cinta, adaptación con estilo
propio de la pieza shakespereana
Tito Andrónico.
Así es la vida (junio 13):
la mítica hechicera Medea se
muestra en su versión cinematográfica
dentro de una
conflictiva situación social.
Ceguera (junio 27): con
el beneplácito del portugués
José Saramago, Fernando
Meirelles filmó la adaptación
de Ensayo sobre la ceguera.
Además, se proyectarán
adaptaciones de El mercader
de Venecia, Hamlet y El
lector. R
(De El Comercio, de Quito)
Febrero 2011 R
ROCINANTE 41

E
PREMIOS
R 42 ROCINANTE
CASA
Se publican los
premios Casa 2010
En poesía fue ganador Bruno Di Benedetto;
mientras que en literatura brasileña, en el
género de ensayo, lo fue Nélida Piñon
Crónicas de muertes dudosas
sucedidas en Patagonia y otros desiertos
En la línea contra el Alzheimer
histórico y político
que inaugurara Juan Gelman
con sus poemas de Sidney
West, donde se da vida
poética a seres anónimos que
podrían encarnarse en cualquiera
de sus lectores, Bruno
di Benedetto recrea contra
el olvido quince historias basadas
en hechos reales o ficcionados
a partir de sucesos
velados o incomprendidos,
todo con una marcada intención
de mezclar el lenguaje
culto con el popular para llegar
al tuétano del lector. Así
comienza un poema largo de
alguien que murió en Puerto
Madyn, Chubut, el 25 de
mayo de 1953:
María Delfina Alvarado
viuda de Bianchiotta cami-
naba pegadita a su sombra
todas las mañanas de otoño
en que había sol.
Otro comienza así su discurrir
por la vida de quien
falleciera el 17 de septiembre
de 1973:
Elías Alipio Barrantes
Oyarzún / medio argentino
/ medio chileno / medio
oficial pintor / medio
viejo para andar subiendo
/ el espinazo del barrio de
la loma, / un día se cansó
entero y / al pie de los tachos
/ se negó a trabajar.
/ Por la cuesta del barrio /
iban como subiendo las casitas
/ que él pintó: / la de
doña Sonia / rosada como
la panza de los flamencos
/ la del plomero Raymapo,
verde agua / la de la viuda
Febrero 2011

El jurado para poesía
estuvo compuesto
por los argentinos
Graciela Aráoz y José
María Memet, el colombiano
Jotamario
Arbeláez y el cubano
Marino Wilson Jay
Hinostroza, / la que un día
se soltó el pelo y lo homenajeó
como hombre / (aunque
una sola vez).
Un aire de humor popular
se respira en estos poemas
fruto de la investigación y el
lirismo, que atrapa por una
Aprendiz de Homero
El quehacer narrativo
de la brasileña Nélida Piñon
(también premio Príncipe
de Asturias y Premio de
literatura latinoamericana y
del Caribe Juan Rulfo) rige
este personalísimo repaso
en torno a la ficción literaria
mediante una prosa vivificante,
cuyo esplendor está
suerte de innovación en el
género, como si cada uno de
los nombrados —con fechas
y lugares— hubiera dejado
su propio testimonio, un códice
para el lector secreto.
dado por la claridad de las
ideas y su formulación ecuménica.
Comprometidos con
el enigma de la creación, los
ensayos de Aprendiz de Homero
apuestan por descifrar
la escritura que deriva de la
imaginación en un continente
marcado por el mestizaje y
la pluralidad cultural. Todos
Febrero 2011 R
ROCINANTE 43

PREMIOS
R 44 ROCINANTE
CASA
El jurado para
literatura brasileña
estuvo conformado
por Neide Esterci,
Antonio Carlos
Mazzeo y Carlos Walter
Porto-Goncalves
los ensayos con la misma sabiduría
y la misma voz diáfana,
como una amiga que
habla y te enseña al oído.
Acumulo una casa abarrotada,
un palacio falsamente
reluciente y una miseria
avergonzada. Tengo,
entre los dientes, un repertorio
caótico frente al cual me
rindo entregada al desorden
de mi instinto narrativo. La
selección que hago de la vida
es arbitraria. Me faltan criterios
para saber lo que conviene
guardar para los años
venideros. ¿Cómo seleccionar
lo que sea, si la propia
existencia es una apología de
lo vanal? Aguardo, pues, un
tiempo futuro que me facilite
alcanzar la médula de la materia
donde la pasión zozobra
y se ilumina a la vez. Soy
un ser comprometido con el
enigma de la pasión. El arte
es mi razón de ser. Su sustancia
es inicialmente incómoda,
pero mi oficio no conoce
tabúes. Me temo que escribo
para ampliar el sentido
de la vida. Y que, al crear en
actitud rebelde ciertas metá-
foras, sirvo al misterio que
reina en mi tierra, me comunico
con la intimidad de mi
cuerpo. Y pronto entendí que,
entre una historia y otra, lo
ideal es agotar lo que inicialmente
se encuentra bajo mi
dominio, hasta capturar de
nuevo lo singular.
En su peregrinar transitan
aedas, amautas, shamanes,
las repúblicas de sueños
de Lezama Lima, Rulfo, García
Márquez, Fuentes, pero
también Homero, Cervantes,
Shakespeare, Borges, Camoes,
Montero Lobato, Machado
de Assis, Guimaraes.
Ellos prueban que el drama
humano es perdurable. R
Febrero 2011

AUTOR
BEST-SELLER
Murakami dialoga
con Orwell
El novelista japonés busca con su obra «mirar
al pasado sin dejar de ver el futuro»
La última obra del escritor
japonés Haruki Murakami,
1Q84, llegaría al
Ecuador a mediados de febrero.
En realidad, se trata
de una novela publicada
como trilogía. El tercer número
ya circula en Japón.
El título de esta publicación
es un claro guiño a la antiutopía
de Georges Orwell,
1984, más aún cuando la Q
en japonés suena igual que
el nueve. Esa variación en
la grafía refleja la alteración
del mundo en que habitan
los personajes de esta
novela. En un mundo aparentemente
normal se mueven
Aomame, una instructora
de gimnasio, y Tengo,
un profesor de matemáticas.
Ambos rondan los 30, llevan
vidas solitarias y perciben a
su modo desajustes en su entorno,
que los conducirán de
manera inexorable a un destino
común. Cada uno tiene
una faceta oculta que complica
la trama.
Sobre esta novela, Haruki
Murakami ha dicho: «Orwell
escribió 1984 mirando al futuro,
y yo, con mi novela,
quiero hacer lo contrario, mirar
al pasado, pero sin dejar
de ver el futuro».
Murakami es un autor que
ha logrado grandes ventas
—su Tokio Blues ha vendido
más de 3 millones de ejemplares—
y asimismo un popularidad
aureolada. El crítico
estadounidense Stephen
Armstrong lo calificó en el
New York Times como el escritor
más cool en el mundo
actual. El mismo diario lo sugiere
como «la lectura requerida
para todo adolescente
angustiado».
Febrero 2011 R
R
ROCINANTE 45

EL AUTOR
El inventor de la
novela negra
Hace poco se cumplieron 50 años de la muerte de
Dashiell Hammett, creador del detective
Sam Spade, que renovó el género
y amplió su alcance como testimonio de las
alcantarillas de la sociedad
Una gabardina, tabaco,
alcohol, desencanto y un inquebrantable
código moral,
que no necesariamente coincide
con el de la sociedad,
son los atributos con los que
Dashiell Hammett, de cuya
R 46 ROCINANTE
CLÁSICO
muerte se acaban de cumplir
50 años, vistió al detective
Sam Spade en El halcón
maltés e inventó de paso la
novela negra. El 10 de enero
de 1961, Hammett moría en
su Estados Unidos natal.
Febrero 2011

En su haber tenía dos guerras,
un valiente compromiso
con la izquierda política
a pesar de su paso por
la mítica agencia de detectives
Pinkerton —germen del
FBI— y una salud de hierro
macerada en alcohol pero,
sobre todo, cinco novelas y
dos libros de relatos con los
que sentó las bases de un
nuevo género. Antes de Hammet,
existía la novela policíaca,
aquella que cultivaron
Edgar Allan Poe o Agatha
Christie, de detectives desdeñosos
con ayudante algo bo-
balicón que desprecian a la
policía y cuya mente prodigiosa
se revela capaz de desentrañar
los más retorcidos
crímenes.
«En cambio, el detective
de novela negra suele ser un
tipo solitario, desengañado,
y ese modelo lo inventó Hammett
con Sam Spade. Le metió
músculo a la novela policiaca
y la convirtió en un
testimonio social», afirma el
escritor David Torres, merecedor
en 2008 del premio
Dashiell Hammett que otorga
la Asociación Internacional
Dashiell Hammett cuenta con
innumerables ediciones, la mayoría
de ellas son en inglés
Febrero 2011 R
ROCINANTE 47

EL AUTOR
de Escritores de Novela Policíaca.
Para Torres, Spade es
el detective por excelencia, y
el resto, «variaciones más o
menos afortunadas» de este
personaje «más filósofo que
policía», que se mueve en las
tinieblas, que ha de decidir
constantemente entre el bien
y el mal hasta el punto de entregar
a la justicia a la mujer
que ama.
Un código moral de caballero
andante, quizás espejo
del propio Hammett, a
quien su negativa de delatar
a supuestos militantes
comunistas le valió unos
meses de cárcel en 1951.
Humphrey Bogart,
interpretando a
Sam Spade
R 48 ROCINANTE
CLÁSICO
«Un hombre debe mantener
su palabra», dijo la noche antes
de ocupar su celda, según
relata Diane Johnson en su
biografía del autor.
Spade llega al cine con
la cara de Bogart
La aparición de semejante
personalidad no escapó al
séptimo arte, y en 1941 Humphrey
Bogart
R
Febrero 2011

se enfundó la gabardina de
Spade en El Halcón Maltés,
bajo las órdenes de John
Houston. Si Hammett fue el
padre de la novela negra, con
esta película Houston fue, sin
duda, el del cine negro. Hammett
inventó también un
nuevo lenguaje: diálogos que
son todo aristas, cortantes y
secos —«echan chispas», dice
Torres—, mientras su protagonista
patea las calles a
trompicones, de charco en
charco, para encontrar a un
criminal a la vez que descubre
«que en realidad es la sociedad
la que está podrida».
Y es que fue el escritor
quien, como recuerda Torres,
inició una «larga y compleja
estirpe de escritores que usaron
el género negro no tanto
para resolver un misterio
como para descubrir la podredumbre
del entramado
social y las miserias del alma
humana». Porque Dashiell
Hammet desconfiaba de su
sociedad, como escribió en
su panegírico la dramaturga
Lillian Hellmann, con la que
mantuvo una relación extramatrimonial
de varias décadas:
«No pensaba bien, tal
como ya saben, de la sociedad
en que vivimos, pero incluso
cuando ella lo castigó
no se quejó, y no le tenía
miedo al castigo».
«Nunca mintió,
nunca fingió,
nunca se rebajó»
«Creía en el derecho del
hombre a la dignidad y jamás,
durante toda su vida,
jugó a otro juego que al suyo
propio: nunca mintió, nunca
fingió, nunca se rebajó», leyó
Hellmann en el funeral de
«Dash». Además, pese a que
despreciaba profundamente
la violencia, fue quien la introdujo
explícitamente en la
literatura criminal, donde
hasta entonces aparecía velada,
sugerida.
Hammett dejó un legado
que va mucho más allá de
El Halcón Maltés: creó al
«agente de la Continental»,
protagonista de Cosecha
Roja y de varios relatos, a
la pareja formada por Nick
y Nora Charles (El hombre
delgado) y al detective Ned
Beaumont de La llave de
cristal.
Desde 1934 a su muerte no
volvió a publicar nada memorable.
O, como diría Josephine
Hammett en la biografía
que escribió sobre su padre,
«no dejó de escribir, no
hasta el final de su vida, lo
que dejó de hacer fue acabar
lo que escribía». R
(De El País)
Febrero 2011 R
ROCINANTE 49

NOVEDAD NOVELA
Un As de alto vuelo
R 50 ROCINANTE
Una biografía novelada de Elía Liut,
el primer piloto en volar
sobre los Andes ecuatorianos,
a bordo del legendario Telégrafo I
n María Fernanda Espinosa
El 4 de noviembre de
2010 se conmemoraron 90
años de la hazaña del primer
vuelo de un aeroplano
sobre los Andes ecuatorianos
(Telégrafo I), realizado por
el piloto italiano Elía Liut en
1920.
Esta aventura, pionera sobre
nuestras montañas, nació
auspiciada en esa época
por el joven periódico El Telégrafo,
que inauguró el primer
vuelo postal en el Ecuador.
Este hecho histórico tuvo
también un significado trascendental
para otra institución
ecuatoriana como es Correos
del Ecuador, y, al mismo
tiempo, permitió dar el primer
paso para la creación de
la Escuela de Aviación en el
país, que más tarde daría origen
a la Fuerza Aérea Ecuatoriana
(FAE), que es otra de
nuestras instituciones patrimoniales
y emblemáticas.
Los temas históricos, como
el referido, tienen una es-
pecial importancia para el
Ecuador y el Ministerio Coordinador
de Patrimonio. En el
marco de sus Proyectos Conmemorativos,
que en este
año incluyeron la celebración
del Bicentenario de la
Independencia y el Centenario
del nacimiento de Monseñor
Leonidas Proaño, este
Ministerio considera un compromiso
nacional rendir un
homenaje a la hazaña del
primer vuelo sobre los Andes
ecuatorianos.
Para esta ocasión propuso
la conformación de un comité
de celebración binacional e
interinstitucional (Ecuador-
Italia), a fin de coordinar varios
eventos conmemorativos
—entre ellos la investigación
y publicación de la biografía
novelada del piloto italiano
Elía Liut—, con la finalidad
de aportar a la recuperación
de una parte de la memoria
histórica y patrimonial del
Ecuador.
Febrero 2011

Como aparece en varios
documentos históricos
y publicaciones poco
difundidas a nivel nacional,
la historia de la aviación
ecuatoriana se remonta
inicialmente al período
situado entre 1910 y
1925, en el cual aparecen
los pioneros de la aviación
en el Ecuador; entre
ellos el teniente Cosme
Renella, quien obtuvo en
Italia su licencia como piloto
aeronáutico, y trajo
en 1913 el primer avión
de propiedad nacional, que
fue bautizado con el nombre
de Patria I. Otro precursor de
la aviación ecuatoriana fue
el teniente Pedro Traversari,
graduado como aviador militar
en Chile en 1917.
La cooperación italiana con
el Ecuador —dentro del tema
de la aviación—, formó parte
de otro fenómeno que se había
iniciado a finales del siglo
XIX e inicios del XX, y que se
relaciona con la presencia de
la inmigración italiana en el
Ecuador, especialmente concentrada
en la ciudad de Guayaquil,
y que trajo consigo la
inversión de capitales en la
economía nacional.
Es acertado pensar que el
comienzo de la aviación ecuatoriana
permitió también la
apertura de espacios y relaciones
nuevas entre Italia y
Ecuador; por una parte, la
inversión económica, y por
otra, el establecimiento de
familias italianas inmigrantes
en nuestro país.
Los temas históricos mencionados
son fundamentales
y merecen ser estudiados con
mayor detenimiento y profundidad
y, al mismo tiempo,
necesitan ser difundidos en
los dos países, para contribuir
a la comprensión de la
historia de las relaciones bilaterales
Ecuador-Italia, especial
y simbólicamente en-
Febrero 2011 R
ROCINANTE 51

NOVEDAD NOVELA
Réplica a escala del Telégrafo I, el aeroplano que voló hace 90 años Elía Liut
marcadas en la conmemoración
de los 90 años de la hazaña
del primer vuelo sobre
los Andes ecuatorianos, que
se cumplen en noviembre de
2010.
En nuestro país, desde
1910 hasta 1920, todos los
vuelos de aeroplanos realizados
en Guayaquil no habían
llegado más allá de los 1000
metros de altura sobre el nivel
del mar, cuando las acrobacias
sobre el río Guayas
eran para el público la distracción
dominical que intentaba
despertar el interés en
la creación de una escuela de
aviación en el Ecuador. Sin
embargo, el gran reto siempre
fue subir y atravesar las
montañas andinas. ¿Era eso
posible con las máquinas voladoras
de aquella época?
R 52 ROCINANTE
Elía Liut, el primero en
volar sobre los Andes en el
Ecuador, es ahora el personaje
para la biografía novelada
Un As de alto vuelo, escrita
por el prestigioso novelista
y poeta ecuatoriano
Luis Zúñiga, en la cual suceden
episodios tan intensos
que el lector no tiene un momento
de respiro. La narración,
sin perder la inmediatez
de lo real, posee una ágil
y depurada técnica literaria,
para recrear la información
obtenida de primera mano
y construir los episodios con
nombres reales. La obra está
basada en testimonios, documentos
y en todo dato o indicio
que resulta útil en la reconstrucción
del personaje y
su época —no de otra forma
se elabora una biografía—;
Febrero 2011

pero también en la certeza
del procedimiento aplicado
en la cimentación del objeto
de narración.
Un As de alto vuelo es un
homenaje literario a aquella
hazaña histórica que tuvo lugar
hace noventa años. Sus
páginas revelan al lector la
vida del audaz piloto italiano
y combatiente de la Primera
Guerra Mundial. La ruta aérea
que recorrió —rodeado
de aventuras, juegos de azar
y decisiones temerarias—,
lo llevó a un lugar que ni él
DE PERFIL
Luis Zúñiga (Quito,
1955), escritor y antropólogo.
Ha publicado
tres poemarios: Ruidos
intercostales (1982), Del
barrio a la ciudad (1985)
y Versiones (1996). En
narrativa, su novela Manuela
(1991), premio
nacional Joaquín Gallegos
Lara del Municipio
de Quito, tiene hoy 12
ediciones nacionales e
internacionales (la más
reciente, la de la Campaña
de Lectura, en la
Colección Bicenteneria).
Su segunda novela, Rayo (1997),
obtuvo la primera mención en
la IV Bienal de Novela Ecuatoriana;
y su tercera novela, Extasia
mismo había sospechado alcanzar.
El Ministerio Coordinador
de Patrimonio pone a consideración
del público esta
obra cuyo protagonista, de
la vida real y de la ficción,
desde algún ángulo del cielo
o de un vértice del suelo parecería
repetir las palabras
de su coterráneo Leonardo
da Vinci: «Una vez que consigues
volar caminas por la
tierra con la mirada elevada
al cielo, porque ya has estado
allí y deseas volver». R
(2007), recibió la primera mención
del Joaquín Gallegos Lara
de ese año.
Un As de alto vuelo es su
cuarta obra narrativa.
Febrero 2011 R
ROCINANTE 53

EL LIBRO
Un pequeño
gran libro
R 54 ROCINANTE
NOVEDAD
Un nuevo título de García Márquez reúne los
discursos que ha dado a lo largo de su vida, desde el
de estudiante de 17 años hasta el octogenario que
habla frente a las Academias de la Lengua...
Yo no vengo a decir un
discurso, de Gabriel García
Márquez (Mondadori), es una
pequeña joya de libro. Quien
siempre consideró hablar
frente al público como «el
más terrorífico de los compromisos
humanos» y recibir
un premio una de las cosas
«que me había prometido no
hacer jamás», finalizó reconciliándose
con ambas actividades:
«Leyendo estos discursos
redescubro cómo he ido
cambiando y evolucionando
como escritor». En efecto, en
ellos se encuentran no sólo
los temas centrales de su literatura,
sino también rastros
que ayudan a comprender
más profundamente su
vida. Cristóbal Pera, editor
de esta recopilación, contó
con la colaboración del propio
García Márquez; de la es-
posa, Mercedes Barcha, y de
los hijos, Rodrigo y Gonzalo.
La empresa familiar se tradujo
en un texto rico, gracias
a unos pocos cambios indispensables
y a la nueva titulación
de las piezas, sugerida
por el autor colombiano o sus
parientes directos. Pero, sobre
todo, Yo no vengo... surgió
en virtud del apasionado
interés de cuantos participaron
en el proyecto por lograr
algo que, sin duda, será un
legado para las futuras generaciones
de admiradores
del novelista colombiano.
El ejemplar comienza con
«La academia del deber», primera
intervención de García
Márquez ante un auditorio, a
los 17 años, cuando en 1944
despidió a los egresados del
Liceo Nacional de Varones
de Zipaquirá, Colombia; y
Febrero 2011

culmina en «Un alma abierta
para ser llenada con mensajes
en castellano» (2007), en
Cartagena de Indias, ante
las Academias de la Lengua
y los Reyes de España, a propósito
de los 40 años de la publicación
de Cien años de soledad
y los 25 del Nobel.
Mientras las palabras del
niño ya anuncian el futuro
esplendor del maestro y algunos
tics que nunca abandonará
—por ejemplo, el rechazo
total al uso de adverbios
terminados en mente—,
la última participación del
prosista, realizada cuando
cumplió 80 años, revela su
plena madurez expresiva
combinada con modestia:
«Los lectores de Cien años de
soledad son una comunidad
que, si viviera en un mismo
pedazo de tierra, sería uno
de los 20 países más poblados
del mundo. No se trata de
una afirmación jactanciosa.
Al contrario. Quiero apenas
mostrar que ahí está una
cantidad de seres humanos
que han demostrado con su
hábito de lectura que tienen
un alma abierta para ser llenada
con mensajes en castellano.
El desafío es para todos
los escritores, todos los poetas,
narradores y educadores
de nuestra lengua, para
alimentar esa sed y multiplicar
esta muchedumbre, verdadera
razón de ser de nues-
tro oficio y por supuesto de
nosotros mismos».
Entre la vasta amplitud de
temas reunidos en un tomo
tan parvo, la vocación del escritor
y el porvenir del idioma
podrían ser los más relevantes
para quienes sienten inclinaciones
por la literatura. El
narrador ha repetido siempre
que su profesión no es la de
un iluminado, sino una tan
valiosa como la de albañil,
zapatero o trabajador de fábrica.
Respecto de la lengua
española, y haciendo la salvedad
de sus discutibles proposiciones
para suprimir la ortografía
—curiosamente, ellas
lo acercan a la fracasada gramática
del insigne Andrés Bello—,
«Gabo» expone un fenómeno
único de nuestra época:
la acelerada e irresistible ex-
Febrero 2011 R
ROCINANTE 55

EL LIBRO
pansión del castellano en el
mundo. Tal desarrollo no se
debe a la prepotencia económica
de otros lenguajes, sino
a la vitalidad, la dinámica
creativa, la fuerza y, en especial,
la capacidad de manifestar
lo poético en nuestra vida
doméstica, mediante giros
empleados por personas de
todas las clases sociales en todos
los países donde se habla
el idioma de Cervantes.
Yo no vengo... es una cantera
para conocer la trayectoria
de un creador capital
R 56 ROCINANTE
NOVEDAD
Aunque no se
siente cómodo
al hablar en
público, García
Márquez es
muy requerido
en eventos
populares
del siglo XX y compartir sus
intensas preocupaciones: la
amenaza nuclear, el flagelo
del narcotráfico, el desastre
ecológico, el cine latinoamericano,
el periodismo, el pasado
común de nuestras naciones.
Resulta extraño que
la famosa alocución frente a
la Academia Sueca sea hoy
menos atractiva que ayer: enrostrarles
a los europeos una
historia milenaria plagada de
guerras, frente a la cual palidecen
los terribles conflictos
locales, parece desfasado si
Febrero 2011

consideramos el tono apocalíptico
que van tomando los
sucesivos alegatos de García
Márquez.
Otro inconveniente tangencial
está en la audiencia
que lo escuchó: monarcas,
presidentes, altos mandos,
dignatarios, académicos y
muchos más que nada harán
por cambiar el statu quo vi-
gente. En todo caso, se trata
de reparos insignificantes
ante la clarividencia y el lujo
verbal de García Márquez.
Yo no vengo a decir un discurso,
de García Márquez, es
una cantera para conocer la
trayectoria de un creador capital
del siglo XX. R
(De El Mercurio, de Chile)
Sueños de papel
Una cita con la literatura desde los sentidos
Con
Juana
Neira
De lunes
a viernes
17h00 a 18h00
www.radiovision.com.ec
91.7 Quito
107.7 Guayaquil
Febrero 2011 R
ROCINANTE 57

R
58 ROCINANTE
MES DEL AMOR
MICROPASIONES
cuando la luna
tiembla en el agua
En la fracción de tiempo que duran, nos
muestran la contingencia en vivo y en directo:
lo que puede ser. Lo que pudo ser.
Son lo posible, lo que sufrimos, como
un diminuto trastorno del corazón»
Febrero 2011

n Abdón Ubidia
Toda aventura amorosa
es un juego de posibilidades
inciertas. Empieza con
un clamor interno que rastrea
el mundo; un deseo leve
o fuerte que, consciente o inconscientemente,
busca una
presa en la muchedumbre
humana. «Pasan todos los labios
/ el hastío despunta en
una arruga su ya no», escribía
César Vallejo. Pasan todos
los cuerpos y alguno de
ellos vence nuestro hastío.
Entonces fabulamos, inventamos
historias. Qué buena
sería una aproximación, una
conversación casual al menos.
La casualidad se produce.
Y cruzamos unas palabras
con un ser desconocido
que se abre como una
flor ante nuestro ímpetu. El
escenario puede ser un aeropuerto
o una sala de espera.
Los desconocidos simpatizan.
Quizá haya un aura de endorfinas
y feromonas que propicia
el acercamiento. Quizá
sólo es un momento de soledad
o de libertad compartida.
De pronto, aquel que busca
amar, que quizá no sabe que
quiere ser un Amante, un ensueño,
un conquistador presentido;
que acaso no sabe
que ya empieza a tomar posesión
de ese papel, siempre
vacante, que ofrece el mundo
a todas las almas aquejadas
de asfixia, aunque sea
momentánea, empieza a seducir
y ser seducido. Una
voz, unos ojos, un estilo, un
cuerpo, una cara bonita (y en
el instante del embrujo, todas
lo son o tienen algún atractivo)
le hablan directamente
al corazón y lo estremecen.
Los desconocidos se interesan:
hay un feeling, una simpatía,
un aire amable que los
acerca: los dos o uno de ellos,
saben bien que ese encuentro
casual podrá no repetirse
a pesar de que intercambien
direcciones. Que el mundo infinito
los perderá para siempre.
Se trata de una breve colisión
de partículas que luego
tomarán rumbos distintos.
Pero ocurre que ese momento,
esos minutos, ese encuentro
en una estación de
paso que, con suerte, puede
prolongarse por unos pocos
días y nada más, se vuelve
eterno en la imaginación de
quien busca amar. Puede ser
en un evento, una fiesta, un
seminario, o en un grupo de
amigos que van de excursión;
no importa, la pareja virtual
se ha formado. Imaginemos
un escenario difícil: los cónyuges,
novios o pretendientes
de cada quien están allí.
Otro escenario: la Amada se
Febrero 2011 R
ROCINANTE 59

va del país. No importa, durante
el breve acercamiento,
todos los hechos de una aventura
amorosa se agolpan en
aquella mínima proximidad:
seducción, conquista, euforia,
afán de posesión, un intruso
que interrumpe; acaso
un Rival en plan de disputa,
que provoca celos. O un esposo
que no deja de vigilar.
La micropasión ha nacido
como esas partículas subatómicas
que tienen vida efímera.
Que aparecen y desaparecen
en el juego del mundo,
para perderse luego, sin dejar
rastro, sin que cumplan
otro papel que el de justificar
el equilibrio de ese mundo
que apenas les permite ser.
Así, una micropasión es perentoria.
Se deshace en platonismo
o ensueño. Pronto en
olvido. Nunca más será. Pero
la fracción de tiempo que
dura, nos muestra la contingencia
en vivo y en directo:
La micropasión nace
como esas partículas
subatómicas de vida
efímera
R
60 ROCINANTE
MES DEL AMOR
lo que puede ser. Lo que pudo
ser. Es lo posible, lo que sufrimos,
como un diminuto trastorno
del corazón. Un trastorno
imaginario y furtivo
que saca a luz nuestra ansiedad
ontológica. Nuestro
eterno deseo de lo que no tenemos.
Ni tendremos jamás
acaso. Deseo químicamente
puro, en el deseo se hundirá.
El «amor a primera vista»
es, en el súbito descubrimiento
de una mirada deslumbrada,
una micropasión.
Si se disuelve en deseo, no pasará
de allí. Si progresa, por
el contrario, devendrá aventura,
Aventura amorosa.
En los grupos de parejas
amigas que se alían para divertirse
en bailes y paseos,
suelen ocurrir flirteos, coqueteos
ingenuos, miradas
pícaras, histriónicas a veces,
que alojan esos gérmenes
volátiles: las micropasiones.
Sólo que, en estos ca-
Febrero 2011

sos, cada encuentro
las reaviva.
«No desearás a la
mujer de tu prójimo»,
advierte la
Biblia. Pudo decir:
no flirtearás
con ella.
El mundo prodiga
siempre, incesante,
como el
polen en el aire,
de modo real o
platónico, como si
fuesen las moléculas primordiales
del deseo, o los reflejos
de un sol esplendoroso
que vuelven visibles las partículas
de polvo, ahora doradas,
que vagan en una habitación
oscura; o mejor, como
la danza febril, que en realidad
es, de hormonas que se
buscan, la danza feliz, juguetona,
de las micropasiones.
Así, una micropasión es
una microaventura amorosa.
Pero ella guarda, en sí
misma, en ese aleteo fugaz
del corazón, la posibilidad
cierta de que si encuentra
condiciones favorables, se
convierta luego en una real,
«seria», Aventura amorosa.
Y si prosigue, en un vendaval,
en una auténtica pasión.
O termine en matrimonio.
El «efecto mariposa», también
se cumple en ella, pues
tal como en la fría física del
mundo, cada tornado o hura-
cán, debió empezar siempre,
en algún punto, acaso lejano,
como un soplo minúsculo,
como una breve perturbación
del aire del otro lado del
mundo, la micropasión es el
soplo inicial, el fractal originario,
en este caso, del aire
travieso, lúdico, del corazón.
Termine en matrimonio
o termine en amor «apasionado
y loco», toda Aventura
amorosa empieza como una
micropasión. Ella es el paso
alfa de todo discurso amoroso.
Lo más bello del amor
que empieza.
Cabría preguntar, comparando
el Arte de amar
de Ovidio, con el de Fromm
y con casi todos los grandes
libros que sobre el amor
se han escrito, 2000 años
después, en nuestros días,
¿cuándo fue que el amor se
volvió triste? ¿Por qué El
amor en Occidente de Denis
Febrero 2011 R
ROCINANTE 61

R 62 ROCINANTE
MES DEL AMOR
de Rougemont, Estudios sobre
el amor de Ortega y Gasset,
El arte de amar de Erich
Fromm, Historias de amor
de Julia Kristeva, Fragmentos
de un discurso amoroso
de Roland Barthes, La separación
de los amantes de
Igor Caruso, tantos más, son,
en el fondo, libros tristes?
Una de las respuestas posibles,
más allá de los conflictos
que la modernidad impone,
sería la de que estos
libros, indudablemente bellos
y lúcidos, olvidaron las
lecciones del maestro latino,
quitaron el acento al amor
que empieza y lo cargaron a
sus finales, en donde, como
en todo final, reina la figura
de la muerte.
Dicho de otro modo: olvidaron
la fiesta «superficial»
del amor lúdico y, con él, el
juego inquieto y necesario
de las micropasiones. O de
las Aventuras amorosas que
pudieron acabarse, antes de
que el gran dolor o el gran
aburrimiento empiecen.
Si alguien inició su flirteo
soltando, de pronto, de modo
intempestivo, una frase profunda,
el verso único de un
poeta, por decir algo, uno de
Pavese: «Vino la muerte y tenía
tus ojos»; o esa línea de
Cortázar: «Y yo la sentí temblar
contra mí como una
luna en el agua»; o cualquier
fragmento de una balada
cualquiera, el corazón
del otro, del que quiere amar,
lo recibe como una clave ardiente
que lo embruja, lo confunde,
lo trastorna, el borde
del abismo empieza, con su
fascinación y su amenaza: la
lujuria de la vida o el miedo
a la muerte, mezclados en un
mismo deslumbramiento.
Febrero 2011

El Amante que puede ser
elegirá entonces su camino: o
la micropasión sostenida, insistente,
agrandada, con furor
sexual incluido, hasta volverla
duradera pasión; o la vía rápida
de optar por el miedo de
amar y dejarlo todo allí, como
una postal feliz de un amor
que pudo ser y no fue.
Es cuestión de edad también:
los jóvenes y los que
nunca quieren perder la juventud,
optarán con más facilidad
por el primer camino;
aquellos que transitan la madurez,
que quizás ya han sido
muy heridos y viven a la de-
fensiva, elegirán el segundo.
«Pero tuve miedo de amar
con locura / de abrir mis heridas
que suelen sangrar / y
no obstante toda mi sed de
ternura / cerrando los ojos, la
dejé pasar», escribió Amado
Nervo y, como un eco, Guillén
repitió: «¿Cuándo fue /
no lo sé / agua del recuerdo
voy a navegar / Pasó una
mulata de oro y yo la miré al
pasar»...
Dejar que el amor pase
configuraría una perfecta
micropasión. Retenerlo, perseguirlo,
abriría las puertas
a la Aventura amorosa.
Amor en verso
Glosa sobre las palabras
Ya toda me entregué y di
y de tal suerte he trocado,
que mi Amado es para mí
y yo soy para mi amado.
Cuando el dulce Cazador
me tiró y dejó rendida,
en los brazos del amor
mi alma quedó caída,
y cobrando nueva vida
de tal manera he trocado,
que mi Amado es para mí
y yo soy para mi Amado.
SANTA TERESA DE JESÚS
Tirome con una flecha
enarbolada de amor
y mi alma quedó hecha
una con su Creador.
Ya no quiero otro amor
pues a mi Dios me he
/entregado,
que mi Amado es para mí,
y yo soy para mi Amado.
Febrero 2011 R
R
ROCINANTE 63

R 64 ROCINANTE
MES DEL AMOR
Amor constante más allá de la muerte
FRANCISCO DE QUEVEDO
Cerrar no podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevar al blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera;
mas no, de esotra parte, en la ribera,
dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama el agua fría,
y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
médulas que han gloriosamente ardido,
su cuerpo dejarán, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.
El poeta pide a su amor que le escriba
FEDERICO GARCÍA LORCA
Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.
El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
Corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.
Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.
Llena, pues, de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.
Febrero 2011

Poema 12
Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, despiertan, se iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se menean,
se retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangulan, se aprietan, se estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se acribillan,
se remachan, se injertan, se atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
se rehúyen, se evaden y se entregan.
El amor que calla
OLIVERIO GIRONDO
GABRIELA MISTRAL
Si yo te odiara, mi odio te daría
en las palabras, rotundo y seguro;
pero te amo y mi amor no se confía
a este hablar de los hombres, tan oscuro.
Tú lo quisieras vuelto en alarido,
y viene de tan hondo que ha deshecho
su quemante raudal, desfallecido,
antes de la garganta, antes del pecho.
Estoy lo mismo que estanque colmado
y te parezco un surtidor inerte.
¡Todo por mi callar atribulado
que es más atroz que el entrar en la muerte!
Febrero 2011 R
R
ROCINANTE 65

EL LIBRO DE MÚSICA
Vida y tiempo de un compositor
Aunque la actividad
musicológica profesional
y semiprofesional
sigue siendo escasa
en el país, comienza a
adquirir un cierto carácter
de permanencia,
así sea sólo por las
publicaciones que, de
tiempo, en tiempo, rompen
la monotonía del silencio.
La obra de Luis
Humberto Salgado, el
grande y solitario creador
desaparecido en
1977, se ha vuelto objeto
de reivindicaciones
tanto en las salas
de concierto (al menos, sino
antes, desde la interpretación
de algunas de sus obras
de piano y de cámara, y de
varias de sus sinfonías por la
Orquesta Sinfónica Nacional,
R 66 ROCINANTE
Melodía
inevitable
Un libro que se une a la reivindicación
de la obra de Luis Humberto Salgado,
grande y solitario creador
desaparecido en 1977
dirigida por Álvaro Manzano,
durante uno de los tres
festivales dedicados a los músicos
ecuatorianos por la Cámara
de Comercio, gracias a
la iniciativa de quien fuera
Febrero 2011

encargada del área de cultura,
Cecilia Sáenz Aguirre),
como en el área de los estudios.
Puedo citar, al azar de
la memoria, Luis Humberto
Salgado, un quijote de la música,
de Ketty Wong; un sustancioso,
análisis, es verdad
que sucinto, de las sinfonías,
publicado por Diego Grijalva
y Olga Dobrovolskaya en la
revista Letras del Ecuador
de la CCE; y una microbiografía,
Luis Humberto Salgado,
el hombre, debida a la
pluma de Claudio Aizaga.
En esta ocasión, tanto el
FONSAL como la autora, Ce-
cilia Miño Grijalva, y el pianista
Eduardo Florencia, han
tomado la responsabilidad de
unirse a la breve guirnalda
de homenajes a través de un
bien editado volumen que
lleva por título Melodía inevitable,
vida y tiempo del
compositor Luis Humberto
Salgado. No se trata propiamente
de una aproximación
analítica, sino de una visión
casi caleidoscópica, a lo largo
de quince capítulos, no necesariamente
concatenados
por la sucesión de los temas
o el orden cronólogico. A pesar
de la denominación de
La revista bonsái de los lectores
Ahora Ah
en internet:
* Toda la información
* Toda la publicidad
* Todos los meses
www.revistarocinante.com
Febrero 2011 R
ROCINANTE 67

EL LIBRO DE MÚSICA
cada uno de ellos, el contenido
abandona pronto los límites
que aquélla le impone,
para rozar una y otra vez la
época, los nombres de quienes
influyeron sobre el compositor
—de su Cayambe natal
a la Viena de Schönberg,
que nunca visitó, como ningún
otro centro musical del
mundo, salvo con su curiosidad
y su inteligencia—, a la
política musical de algún gobierno;
a la música de Salgado,
a la vez nacionalista y
de vanguardia, ecléctica en
suma y única entre nosotros,
todo ello matizado con evocaciones
de la figura protagónica
y de otros actores del
siglo XX musical, especialmente
hacia el final, al tratarse
de la muerte inesperada
del compositor.
Cabe, pues, afirmar que
Melodía inevitable no se
muestra avara cuando de
proporcionar informaciones
se trata. Tampoco escatima
la visión personal de la autora
ni sus sentimientos de
discípula del maestro.
El aporte de Eduardo Florencia
es especialmente significativo:
interpreta, en el
CD que oculta un bolsillo al
R 68 ROCINANTE
cabo del volumen, algunas
creaciones de Luis Humberto
Salgado, correspondientes a
su época básicamente «nacionalista»
(si podemos llamar
«moderna» o «vanguardista»
a la que le sucede, enriquecida
con rasgos derivados
del conocimiento de la
dodecafonía de Schönberg
y en general de las tendencias
contemporáneas, y por
la maduración de su personalidad,
pero nunca ajena
a ciertos rasgos fundamentales
de su orientación original,
según opinaba Álvaro
Manzano, a propósito del ya
mencionado festival de la Cámara
de Comercio).
Las obras interpetadas son
Estampas serraniegas, Mosaico
de aires nativos —dos
suites o series de piezas cortas—
y las Rapsodias 2 y 3,
especialmente interesantes,
bellamente elaboradas, que
no se han de confundir con
las Seis fases rapsódicas de
sus últimos años. Completa
el CD la Suite ecuatoriana,
ejecutada por la Orquesta Filarmónica
de Berlín, hasta
ahora relegada a los archivos
sonoros de esa institución.
R
El libro, editado por Fonsal, contiene un CD
con algunas creaciones de Salgado interpretadas
por el pianista Eduardo Florencia
Febrero 2011

LECTURA CRÍTICA
La retórica de la herida
En Latinoamérica, la política y la literatura son
correlatos que narran la figura del «desgarre corporal»
Más que el cuerpo como
una envoltura total, lo que
ha captado el imaginario de
la crítica son sus rupturas y
fragmentos. Este libro, La retórica
de la herida: figuraciones
del desgarre en la literatura
y política latinoamericana
—del puertorriqueño
Luis Maldonado—, parte de la
noción de que el cuerpo está
asociado a una retórica del
desgarre y que, por lo tanto, lo
fundamental es la marca corporal
y los registros interpretativos
que la producen, codifican
y descodifican. El cuerpo
es lo ausente, lo imposible. Parafraseando
a Derrida —que
afirma que «no hay naturaleza,
sólo los efectos de la naturaleza:
la naturalización o
desnaturalización»—, no hay
cuerpo, sino procesos de articulación
y desarticulación de
lo corporal.
De ahí que este
trabajo se enfoque
en las diversas figuraciones
de la
herida como el locus
crítico en el
que se inscriben
narrativas de fragmentación
política
en un contexto latinoamericano.
Por
medio de perspec-
tivas teóricas de la representación,
el libro examina instancias
de rupturas corporales
en textos literarios y mediáticos
en cinco coyunturas
políticas, cada una encarnada
por un personaje emblemático.
Pedro Páramo representa
el cacique de las comunidades
rurales al margen
del Estado; pero es también el
arquetipo del poder local que
produjo las inconsistencias
de la modernidad latinoamericana.
Artemio Cruz es el político
empresario que se hace
en la ilegalidad con las políticas
desarrollistas del Estado
moderno. Juan Domingo Perón
representa un nuevo modelo
de desarrollo basado en
el populismo autoritario. Augusto
Pinochet es la figura
paradigmática del poder dictatorial
de corte neoliberal, y
Fidel Castro la del Estado benefactor
del socialismo
dogmático.
El libro se articula
en las representaciones
y problemáticas
de la herida
particulares a estos
marcos políticos,
lo que propicia
la lectura autónoma
de los capítulos.
R
Febrero 2011 R
ROCINANTE 69

EDITORIAL
Bolívar
Echeverría
será publicado por el
nuevo sello Rayuela Editores
D: R ¿De dónde nace el proyecto
de Rayuela Editores?
Mónica Varea: El proyecto
nace de la necesidad de
divulgar el pensamiento de
autores importantes que pocos
conocen acá, y hacer llegar
buenos libros y bien editados
a un precio asequible,
especialmente para los estudiantes
de las universidades.
En principio publicaremos
sólo ensayo, estaremos
dentro de la línea comercial
seria de la librería Rayuela.
Preferimos textos de filosofía,
estética, psicoanálisis y
hermenéutica.
R 70 ROCINANTE
NOVEDAD
La colección de obras del filósofo
ecuatoriano empieza con una
traducción de Walter Benjamin.
Mónica Varea habla sobre esta
nueva línea de trabajo
R
: ¿Quién o quiénes están
a cargo del trabajo de selección
de obras; y quiénes
en el de edición propiamente?
MV: En cuanto al tema
a editarse, Jaime Izurieta-Varea
y yo somos los que
aceptamos las propuestas.
En cuanto al contenido de
las obras que vayamos recibiendo,
tendremos adicionalmente
lectores calificados.
Algunos clientes de la Librería
Rayuela, algunos amigos
e incluso dos editores argentinos
que también colaborarán
con nosotros.
Febrero 2011

R : ¿Cómo resolverán el
reto de hacer de la Editorial
un proyecto sostenible
económicamente, habiendo
tantos sellos que
aparecen y que no llegan
a consolidarse por falta de
medios?
MV: Nosotros partimos de
la necesidad. Nuestro trabajo
es al revés, no pensamos editar
y lanzar libros a ciegas,
a la espera de que aparezcan
los interesados, sino que
el momento que sepamos a
ciencia cierta que hay lectores
para tal o cual tema, que
hay la carencia en el mercado
de tal o cual autor, ese
momento nos ponemos a trabajar.
También iremos haciendo
alianzas y coediciones
con libros esperados por
los lectores. A través de la Librería
Rayuela conocemos a
los buenos lectores, conocemos
sus necesidades y eso es
de gran ayuda.
R
: ¿Cómo respalda a la
Editorial la experiencia de
la Librería?
MV: Creo que durante estos
casi 15 años de Servicios
Libreros y casi 4 de Librería
Rayuela hemos sido muy serios,
tanto como compradores
y vendedores de libros.
Febrero 2011 R
ROCINANTE 71

EDITORIAL
Somos gente de confianza
para los lectores y para las
editoriales… ¡eso no tiene
precio!
R : Hablemos del primer
título, La obra de arte
en la época de su reproductibilidad
técnica…
MV: Nuestro sueño inicial
es poder realizar un
primer proyecto: la «Biblioteca
Bolívar Echeverría»,
que constaría de todos los
textos escritos, traducidos
o comentados por este gran
filósofo. Es el caso de esta
obra de Walter Benjamin.
R : ¿Cómo empezó su relación
con Bolívar Echeverría?
MV: Hace unos 15 años
llegó a mis manos un ejemplar
del libro Definición de
la Cultura, de Bolívar Echeverría
y me interesé por conocer
la obra de este pensador
latinoamericano, nacido
en Riobamba. Desde ese primer
libro sentí un profundo
respeto por este autor que recién
descubría.
En el oficio de librera se
tiene contacto con grandes
obras, grandes hombres
y grandes vanidades. Recuerdo
con nitidez el día en
que Julio Echeverría llegó a
mi pequeña oficina de Servicios
Libreros y me dijo: «Te
quiero presentar a mi her-
R 72 ROCINANTE
NOVEDAD
Mónica Varea
mano Bolívar». Yo me quedé
helada, sentí miedo y emoción
al ver frente a mí a un
filósofo de verdad, de carne
y hueso. Tuve la intención de
poner cara de inteligente, decir
cosas inteligentes y portarme
muy solemne, pero no
hizo falta: la enorme calidez
de Bolívar inundó el espacio,
su sencillez, propia de los
grandes seres humanos, me
encantó y no tuve que «parecer»
inteligente. Ese día Bolívar
traía una maleta con sus
libros para que yo los vendiera.
Cuando pregunté por
el precio y el descuento, él
contestó «el que te parezca,
Febrero 2011

por mí está bien». Esta visita
de Bolívar Echeverría se repitió
año tras año, siempre
llegaba con su maleta de libros,
su pelo desordenado y
su calidez infinita.
R : ¿Y la edición del libro?
MV: Hace más o menos
dos años le propuse editar
sus libros y los libros traducidos
por él. Aceptó y demostró
una vez más su grandeza
cuando yo le pregunté cuál
sería el pago de sus derechos
de autor, ya que mi única experiencia
al respecto era la
de mi propio libro, Margarita
Peripecias; y él me respondió:
«Yo cobro lo mismo
que Margarita Peripecias».
En junio pasado, cuando
estábamos afinando detalles
para la edición de este pri-
Librería Rayuela
mer libro de Rayuela Editores,
Bolívar murió.
A poco tiempo murieron
Saramago y Monsiváis, y en
la Librería hicimos homenajes
a sus memorias; más de
una persona nos reclamó por
qué nos olvidábamos de Bolívar
Echeverría. Pero no era
olvido, era dolor y tristeza.
Pasado un tiempo retomé
contacto con su hermano Julio
y con Raquel, su esposa, y
les conté el proyecto de editar
en el Ecuador la «Biblioteca
Bolívar Echeverría». Ellos,
igualmente generosos, aceptaron
y aquí está en carne y
hueso el primer libro de Rayuela
Editores, en coedición
con Diagonal: La obra de
arte en la época de su reproductibilidad
técnica, de Walter
Benjamin. R
Febrero 2011 R
ROCINANTE 73

PARA GENTE DE MENTE
Literatura universal: ¿cuánto la conoce?
1Herman Melville, autor
de Las Encantadas,
nació en
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Los ríos profundos es
una obra de
El libro de Vargas
Llosa El pez en el agua
El mexicano Alí
Chumacero publicó en
toda su vida
El autor de Los viajes
de Gulliver fue
Ana María Machado
es una autora
La caída es una novela
del francés
La obra del
mexicano Federico
Gamboa
El poeta español
Jorge Guillén es
autor de
El francés Jean
de La Fontaine es
conocido por
R 74 ROCINANTE
a) Inglaterra
b) Estados Unidos
c) Irlanda
a) José María Arguedas
b) Miguel Ángel Asturias
c) José Lezama Lima
a) es un ensayo autobiográfico
b) reúne varias entrevistas al autor
c) es una obra de teatro
a) más de una veintena de libros
b) trece poemarios
c) tres poemarios
a) Mark Twain
b) Daniel Defoe
c) Jonathan Swift
a) brasileña
b) mexicana
c) española
a) André Gide
b) Albert Camus
c) Jean-Paul Sartre
a) se desarrolló en novela y teatro.
b) es considerada dentro del estilo naturalista.
c) ambas respuestas.
a) Que van a dar a la mar
b) Homenaje
c) ambas obras
a) sus fábulas en verso
b) su poesía épica
c) su poesía mística
Soluciones: 1, b; 2, a; 3, a; 4, c; 5, c; 6, a; 7, b; 8, c; 9, c; 10, a.
Febrero 2011

Solapas
noVela
El país, en clave
de humor
La popular colección Luna de bolsillo
continúa poniendo en manos de los
lectores obras de la literatura universal
y ecuatoriana ya conocidas pero que
no gozan de ediciones recientes.
Es el caso de la novela El poder del
gran señor, de Iván Égüez, que relata,
con varios registros de humor —desde
la ironía a la caricatura—, la zozobra de
pequeño país sudamericano cuyos círculos
de poder son el juego de unos
pocos. Los pobladores de Villaltar se
entretienen en ritos religiosos, taurinos
y boxísticos, mientras en una bodega
escondida un gringo, un chapetón,
un militar y un sacerdote se reparten
la mejor parte. Pero no saben que una
escultura de Cristo será testigo y narrador
de esta tragicómica realidad.
campaña
Otros títulos
Tres nuevos libros están al alcance
de los lectores:
Las alcobas negras /
Eugenia Viteri / Colección
Luna de bolsillo
Las cruces sobre el agua
/ Joaquín Gallegos Lara /
Colección Luna Libre
El poder del gran señor / Iván Égüez
/ Colección Luna de bolsillo
Las Encantadas / Herman
Melville / Colección
Luna de bolsillo
Febrero 2011 R
ROCINANTE 75

Solapas
poesía
Un canto hacia las cimas andinas
En la obra de Marcelo Andocilla «la
piedad y la rebeldía se transmutan en
poesía», dice el escritor Iván Oñate en
su introducción al libro Cóndores, seremos,
poemario publicado por Andocilla
en 2010. El autor ha recibido en tres
ocasiones el Premio Universidad Central
del Ecuador en obra literaria.
El libro de Andocilla es un canto
de admiración al ave andina, construido
desde una voz poemática ubicada
en tierra, que no cesa de sentirse sobrecogida
al saberse sin la majestuosidad
del cóndor: «Antes que las pestañas
de musgos se cierren en horror
/ al ver caer los centinelas de la selva,
entonces, todos / al morir seríamos
cóndores. Antes de la asfixia colectiva».
Así discurre, en un tono de loa, la
historia del hombre paralela a la historia
del cóndor: «Un sueño de vísperas
y de miedos / va contando los últimos
días de la moribunda casta /
entre silencios cruzados por hemistiquios».
La piedad y la rebeldía son
entonces puentes de conexión entre
el hablante y el ave admirada, matices
del canto: la rebeldía que le inspira
a emular al cóndor, y la piedad
que siente al saber que comparten
narratiVa
Todo es silencio / Manuel Rivas /
Alfaguara / 280 páginas / $26,60
R
76 ROCINANTE
Cóndores, seremos / Marcelo Andocilla
/ 134 páginas
una misma, melancólica fugacidad: «Un
millón de hombres, diez o cien millones
de hombres y mujeres / seremos cóndores
para levantarnos a morir / entre
los riscos y los gritos del viento».
Los textos de Andocilla (médico, director
de la Escuela de Biología de la
UCE) están acompañados de una muy
literal traducción al francés realizada
por Sarah y Stéphane Martin Solano.
Todo es silencio
En la costa atlántica, hubo un tiempo en que las
redes del contrabando, reconvertidas al narcotráfico, alcanzaron
tanta influencia que estuvieron muy cerca de
controlarlo todo. Fins, Leda y Brinco exploran la costa a
la búsqueda de lo que el mar arroja tras algún naufragio.
El mar es un espacio de continuo descubrimiento.
El destino de estos jóvenes estará marcado por la sombra
odiosa y fascinante a un tiempo pasado.
Manuel Rivas, autor también de Los libros arden
mal, da forma a los protagonistas a través de sus silencios.
Una novela que relata cómo los círculos del cri-
men rodean y corrompen, no siempre con éxito, el
extraño duende de la condición humana.
Febrero 2011

infantil
Un recorrido por el
pasado de Quito
En Quito, a esa hora de la mañana,
la plaza de Santo Domingo todavía
permanece vacía. Sólo unos pasos se
dejan escuchar sobre el cemento. Tienen
un ritmo lento, como el de la ciudad,
que no acaba de despertarse. Sin
embargo, alguien a la distancia reconoce
al dueño de aquellos pasos, e insistentemente
pronuncia un nombre:
Caperuso.
Así empieza el cuento de Susana
Freire Caperuso y el violinista, ganador
del tercer premio en el VII Concurso
de Literatura Infantil Alicia Yánez Cossío,
del Gobierno de la provincia de
Pichincha.
El violinista es un personaje que
aparentemente vive al margen de la
sociedad, pero mágicamente, a través
de la música, se transporta —y
lleva al perro Caperuso con él— al
pasado de la vida de Quito, a diferen-
ensayo
José Saramago en sus
palabras / Fernando
Gómez Aguilera /
Alfaguara
Caperuso y el violinista / Susana
Freire / Gobierno de Pichincha
tes momentos de la ciudad andina,
para echar un vistazo a las diversas
etapas del desarrollo cultural y social
de la urbe: los incas, el tiempo de Legarda,
un carnaval en el siglo XIX…
todo lo recorren los dos viajeros, asimilando
directamente el peso histórico
de la capital.
El libro está bellamente ilustrado
por Mauricio Jácome.
Saramago, en sus palabras
La intervención de José Saramago en la esfera pública
se convirtió en una referencia global, particularmente
identificada con el pensamiento crítico, la defensa
de los excluidos y la reivindicación de los derechos
humanos. Este libro constituye un repertorio
de declaraciones del autor recogidas en prensa escrita
desde la segunda mitad de los años setenta hasta
marzo de 2009. Su vertiente de creador de opinión
pública queda bien patente en estas páginas, que
ahondan en la identidad de José Saramago como
persona, como escritor y como ciudadano comprometido.
Controvertido y racionalista, sentencioso e imaginativo,
original y provocador, político y combativo,
Saramago observa, analiza y saca conclusiones poderosas
formuladas mediante frases robustas y sugerentes.
«En el fondo, todos tenemos necesidad de
decir quiénes somos y qué es lo que estamos haciendo»,
decía Saramago.
Febrero 2011 R
ROCINANTE 77 R

Solapas
noVela
Virus del sentimentalismo
Esta novela pone en diálogo a dos
historias paralelas: una sucede en la lóbrega
aldea de Placidville, en los Estados
Unidos; y la otra se desencadena
en una emisora de radio quiteña, amparada
siempre por la presencia del Pichincha.
Las escenas transcurren lentamente
entre los personajes, pues la voz
que relata viaja constantemente al pasado
y a la psiquis de los protagonistas
para construir minuciosamente su
densidad. El tono de la narración es un
abigarrado y laberíntico recorrido, similar
a las vidas de los personajes:
La luz lateral de la Parca nos sorprendió
en nuestra panorámica retirada de
la aldea exánime. Venimos pasibles, a
cuatro ojos, merced al ponderado talante
de la ilustre carroñera que apagó
cualquier resquemor irracional del cesante
gotoso, lejos estaba en su ánimo
infringirnos tortuosa agonía, quedando
atrás eso de experimentar un lento fin
en las tinieblas del dolor. Para regocijo
particular del Saqueador, el preámbulo
del fin empató con la primavera septentrional.
Recatada luz del amanecer
se funde con el aullido de la manada
druida festejando el advenimiento de
una saludable camada, renovando el
noVela
R
78 ROCINANTE
Virus del Sentimentalismo / Juan
Arias / Bípedos Depredadores
cuadro lobuno de la llanura.
El autor, Juan Fernando Arias
(Loja, 1959), ha publicado otras novelas
en su sello, Bípedos depredadores,
y mantiene el blog www.lovochancho.com.
Una mujer devela Vietnam
Una mujer viaja a través del desorden de sus recuerdos:
la infancia de niña rica en su jaula dorada de Saigón,
la llegada del comunismo, la huida familiar en un bote a
través del golfo de Siam, el internamiento en un campo
de refugiados malayo y, por fin, la llegada a Canadá y el
comienzo de una nueva vida. Es una narración que devela
al Vietnam de ayer y de hoy.
Ru, que en francés significa «arroyo» o, de forma figurada,
«flujo» (de lágrimas, de sangre, de dinero), quiere
decir en vietnamita «canción de cuna». Ambas características
atesora esta historia, que aborda la guerra y la
paz, el horror y la belleza, con lograda sensibilidad.
Ru / Kim Thúy / Alfaguara / 152 páginas / $25
Febrero 2011

iografía
José Donoso, en
palabras de su hija
Publicar su diario de escritor fue un
proyecto que José Donoso pensó más de
una vez, pero nunca concretó. También
habló con algunos amigos escritores y familiares
para que escribieran su biografía;
sin embargo, lo que realmente quedó
fueron sus 64 cuadernos, que luego vendió
a las universidades de Iowa y Princeton.
Su hija Pilar optó por tomar estas
miles de páginas y enfrentar lo oculto;
descubrir al padre que creía conocer
y que no era tal, leer los juicios crueles,
pero también el amor que Donoso
dejó por escrito respecto a ella y a todos
quienes lo rodearon. Inevitablemente,
esto le significó pasar por el doloroso
proceso de reevaluar su vida y su identidad.
Correr el tupido velo, biografía de José Donoso, escrita
por su única hija Pilar —en un trabajo que le
tomó casi siete años—, expone brutalmente el sentir
más profundo de este gran novelista chileno.
noVela
¿Quién mató a Palomino Molero? /
Mario Vargas Llosa / Alfaguara / 176
páginas / $25,80
Correr el tupido
velo / Pilar Donoso
/ Alfaguara / 440
páginas / $28
Suspense de Vargas Llosa
«Escribí ¿Quién mató a Palomino Molero? Por la
indignación que me produjo el asesinato de un
joven avionero de la base aérea militar de Talara
que quedó misteriosamente silenciado por la burocracia
oficial», ha declarado el Nobel peruano
Mario Vargas Llosa. Se trata de una intensa novela
policial donde el suspense y la tensión recorren
toda la historia. En un escenario dominado por la
corrupción, y donde los prejuicios y desigualdades
conforman la realidad social del país, la verdad
acaba convertida en verdades diversas que
se confunden la una con la otra en un alucinante
juego de espejos. A través de una atmósfera que
deslumbra y atrapa, este libro refleja
fielmente el clima de una época y
denuncia los excesos del poder.
Febrero 2011 R
ROCINANTE 79

CONCURSOS
R 80 ROCINANTE
PRÓXIMOS MESES
ENVÍE SU OBRA
entre marzo y abril próximos se terminan
los plazos de entrega de manuscritos para
varios certámenes. participe en poesía,
cuento y relato erótico
XVI Premio
internacional
de poesía Luys
Santa Marinaciudad
de Cieza
XXXIII Concurso
de cuentos
Aller
Certamen de
relatos eróticos
de Berrioplano
VIII Premio
de poesía César
Simón
Plazo de admisión: 31 de marzo de 2011
Extensión: de 600 y 1000 versos
Premio: €750 y edición
Más información:
edulopas1@hotmail.com
Plazo de admisión: 31 de marzo de 2011
Extensión: entre 3 y 5 páginas
Fallo: junio de 2011
Premio: €1000
Más información:
www.escritores.org
Plazo de admisión: 31 de marzo de 2011
Extensión: máximo 15 000 caracteres
Fallo: antes de diciembre de 2011
Premio: €1500
Más información:
cultura@berrioplano.es
Plazo de admisión: 1.º de abril de 2011
Extensión: entre 30 y 60 poemas
Premios: €3 000
Más información:
http://premiocesarsimon.blogspot.com
Presagios / Freddy Peñafiel /
Ediitorail El Conejo
Febrero 2011

RHUMOR
Monólogo sobre la
paz interior
Un doctor comentó esta mañana en
la televisión que el único modo de
conseguir la verdadera paz interior es
finalizar todos los asuntos que tengas
pendientes. Así que eché un vistazo
por mi casa y encontré varias cosas
que había comenzado pero que no
había finalizado. Terminé por completo
una botella de Rioja, una botella
de Ribera, una bodella de Baileys,
una bodeya de grron, un baquettte
de batatas britas, una gajjja de vallllliiiiiuuum,
el resdo de unas yyogoladinas.
Do dienes di idea de lo ingedibemende
ffffabulodo gue me diendo
agora midmo. Fod favod güenda
ezdo a dodoz loh gue ziendaz gue
nededidan bazz inderiozz.
Planes futuros
Una gallina pone un huevo de medio
kilogramo. Prensa, televisión, entrevistas...,
todos detrás de la gallina.
—¿Cómo ha logrado esa hazaña, Sra.
Gallina?
—Secreto de familia...
—¿Planes para el futuro?
—Poner un huevo de un kilo.
Los flashes de las cámaras se ensañan
también con el gallo...
—¿Cómo han logrado semejante hazaña,
Sr. Gallo?
—Secreto de familia...
—¿Planes futuros?
—¡Moler a palos al avestruz...!
Doctor Chiricuto
Le dice un médico a otro:
—A este señor hay que operarlo enseguida.
—¿Qué tiene?
—Plata.
En el consultorio, el paciente le
muestra a su médico el resultado de
unos exámenes de laboratorio.
El médico los analiza con cara de preocupación
y le dice al paciente:
—Vamos a tener que mandarle a hacer
una plaquita.
—¿De tórax, doctor?
—No: de mármol.
Pastusos
Una pareja de pastusos está preparando
el divorcio, y dice ella:
—Yo me quedo con el nene, Manolo...
—¡Alita! ¿Y eso por qué?
—Pues porque es mío, no tuyo...
—dice ella.
—¡Pero si tampoco es tuyo! —contesta
el pastuso.
—¿¡Cómo que no!? ¿Y quién lo parió?
—pregunta ella.
—No sé... ¿Tú te acuerdas el día que
nació, estando en la maternidad, que
se ensució y me dijiste que lo cambiara?
—Sí...
—Pues... ¡lo cambié!
Febrero 2011 R
ROCINANTE 81

R 82 ROCINANTE
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Febrero 2011

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