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M U E RTOS EN VIDA - Redesma

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<strong>EN</strong> PROFUNDIDAD<br />

10<br />

El 10 de agosto de este año, un<br />

avión del Transporte Aéreo Militar<br />

repatriaba a más de 400 individuos<br />

desde Ecuador. Sólo 200<br />

llegaron vivos y fueron inmediatamente<br />

refugiados en el Centro<br />

de Investigación Tunquini, ubicado en la población<br />

yungueña de Coroico y dependiente<br />

del Instituto de Ecología de la Universidad<br />

Mayor de San Andrés (UMSA). No se trata de<br />

emigrantes bolivianos, sino de escarabajos<br />

de las especies de las dinastías Hércules y Satanásque<br />

iban a ser enfrentados en cuadriláteros<br />

minúsculos del continente asiático...<br />

Otro personaje rescatado de las garras<br />

del tráfico de animales es un oso jucumari de<br />

cuatro meses que nació en Quime y que era<br />

ofrecido a 200 dólares en la feria semanal de<br />

la localidad. Hoy, vive transitoriamente en el<br />

refugio de Animales SOS, en La Paz. Sólo tiene<br />

la compañía de la activista Susana del<br />

Carpio y su futuro todavía es incierto...<br />

Una historia similar incumbe a un mono<br />

aullador de dos meses que habita hace<br />

poco más de 30 días en el refugio de la Comunidad<br />

Inti Wara Yasi, en la urbe paceña.<br />

No es juguetón como los demás de su<br />

edad. Se mantiene retraído, como si la tristeza<br />

se hubiese apoderado de él...<br />

Según los biólogos entrevistados, estos<br />

ejemplares salvajes se encuentran “muertos<br />

en vida”, no sólo por el trauma y el sufrimiento<br />

pasados tras ser alejados de su<br />

hábitat natural, sino también porque no<br />

podrán volver a éste. Tres ejemplos que<br />

forman parte de las más de 50 mil especies<br />

anuales que, según las estimaciones de instituciones<br />

dedicadas a la lucha contra este<br />

c o m e rcio ilícito, son extraídas de sus sitios<br />

de origen en suelo boliviano para diferentes<br />

usos, principalmente para ser mascotas.<br />

A escala mundial, de acuerdo con los<br />

datos de la WWF-UK, se trafican anualmente<br />

40 mil primates, cuatro millones de aves,<br />

640 mil reptiles y 350 millones de peces<br />

tropicales, todos animales vivos. Las cifras<br />

de los muertos igual son altas. “Se sabe que<br />

16 DE DICIEMBRE DE 2007<br />

M U E <strong>RTOS</strong> <strong>EN</strong> <strong>VIDA</strong><br />

Escarabajos, suris, monos, aves, osos...<br />

TEXTO• Miriam Telma Jemio<br />

FOTOS •Javier Paz Arteaga<br />

WILSONGIRONDA<br />

Escarabajos yungueños que<br />

son recolectados para ser<br />

trasladados ilegalmente al<br />

Asia para que peleen entre sí.<br />

Plumas de aves muertas que<br />

a d o rnan los disfraces de<br />

comparsas folklóricas. Monos<br />

que fueron rescatados de la<br />

t o rtura de su captores en la<br />

feria 16 de Julio de El Alto.<br />

Historias de “sobre v i v i e n t e s ”<br />

del tráfico ilegal de animales<br />

s i l v e s t res en el país<br />

La foto tomada por Wilson Gironda<br />

muestra los envases en los que eran<br />

transportados los escarabajos que<br />

fueron repatriados desde Ecuador,<br />

en agosto de este año.<br />

de cada 10 animales sacados de su hábitat<br />

sólo uno llega vivo hasta las ciudades”,<br />

menciona la médico veterinaria argentina e<br />

investigadora de la Wildlife Conserv a t i o n<br />

Society la Lilfe Birth, Marcela Uhart.<br />

En Bolivia, de acuerdo con el listado de<br />

la Fundación Noel Kempff de Santa Cruz y<br />

la Red Boliviana de Combate al Tráfico de<br />

Animales Silvestres, al que accedió en exclusiva<br />

D o m i n g o, las especies más solicitadas<br />

entre los reptiles son el peni y su pariente<br />

colorado, el lagarto, la peta de monte<br />

y el sicurí. También los peces ornamentales<br />

de las familias Belontiidae, Ciclido, Cypri -<br />

n i d a e y P o e c i i l i d a e, entre cuyas variedades<br />

están los guppy, espada lira, molly, goldfish,<br />

platty, bardos, escalada y betta.<br />

De los mamíferos, el tapir; el jaguar; los<br />

jochis colorado y pintado; el pecarie o taitetú;<br />

el gama; el huaso; el ciervo de los pantanos;<br />

la londra; la vicuña; el tatú o carechi; el<br />

pejichi; los monos amarillo, martín y tití; el<br />

tejón; el melero, y el borochi. Entre las aves,<br />

las parabas frente roja, azul, leari y militar;<br />

los loros pinero, cara amarilla, hablador, pe-


16 DE DICIEMBRE DE 2007<br />

cho plomo; las cotorritas; el tarechi y el matico.<br />

Los escarabajos de las dinastías Hérc u l e s<br />

y Satanás. Y las mariposas como la P re p o n a<br />

x e n á g o r a s, cuya hembra puede valer hasta<br />

dos mil dólares en Europa; la Morpho godart i<br />

g o d a rti; la A g r i a; la Epiphile boliviana; la P re p o -<br />

na buckleyana; la Catastieta spp; la P i e rc o l i a s<br />

h u a n a c o, y la Daedalma dinias boliviana.<br />

LOS ESCARABAJOS LUCHADORES<br />

Su tamaño, sus cuernos y su color convierte<br />

a los escarabajos en un “trofeo” apetecido<br />

por los aficionados a las mascotas, sobre<br />

todo, a los de las especies Dynastes Hérc u l e s<br />

y Dynastes Satanás, este último habitante<br />

exclusivo de los Yungas paceños.<br />

El biólogo Wilson Gironda explica<br />

que estos animales son demandados en<br />

los mercados de Asia, Europa y Estados<br />

Unidos particularmente por coleccionistas<br />

personales y para fines científicos.<br />

No obstante, en Japón son requeridos<br />

para el entretenimiento, puesto que allí existe<br />

la costumbre popular de organizar peleas<br />

de escarabajos. “Un encuentro donde éstos<br />

miden sus fuerzas valiéndose de sus cuernos”;<br />

aunque igual son requeridos como<br />

mascotas por los niños, que los prefieren porque<br />

no hacen ruidos, no producen olores y<br />

no tienen una alimentación complicada.<br />

Estas peculiaridades hacen crecer su demanda<br />

y tráfico internacional, tal como sucedió<br />

con los más de 400 “repatriados” del<br />

inicio de esta nota, que eran trasladados por<br />

un ciudadano japonés que fue detenido en<br />

suelo ecuatoriano, en junio de este año. El<br />

viceministro de Biodiversidad, Juan Pablo<br />

Ramos, recuerda los pormenores del hecho.<br />

“ N o s llamaron de Ecuador para preguntar si<br />

existía autorización para exportar estos animales.<br />

Como no lo había, se los decomisó y<br />

se detuvo al japonés que los transportaba”.<br />

La extracción de estas especies es constante<br />

en la localidad yungueña de Coroico. El 24<br />

de octubre de 2007, el alemán Peter Marx, de<br />

50 años, y el peruano Arturo Albutar, de 47<br />

años, se alojaron en el hospedaje Sol y Luna<br />

Ecolodge. El primero se presentó como científico<br />

estudioso de insectos, empero, llamaron<br />

la atención de la administradora del lugar,<br />

Xiomara Sainz Salinas, porque en el registro<br />

de la columna de profesión/ocupación ambos<br />

personajes habían escrito “comerciantes”. No<br />

obstante, lo que le extrañó más fue ver ingresar<br />

constantemente al cuarto de la pareja a<br />

pobladores que portaban escarabajos.<br />

“Me informaron —relata Sainz— que<br />

varios avisos fueron emitidos por la radio<br />

Uchumachi, invitando a<br />

los coroiqueños a vender<br />

insectos disecados, entre<br />

escarabajos y mariposas. A<br />

través de ellos, estas dos<br />

personas dieron sus nombres<br />

y el número de sus celulares<br />

(René, 72506853 y<br />

Arturo, 70551317), señalando<br />

que los interesados<br />

podían contactarlos en el<br />

hostal Sol y Luna”.<br />

La administradora llamó<br />

a la radio para solicitar<br />

la suspensión de la publicidad<br />

porque no había autorizado<br />

el uso de su inmueble<br />

<strong>EN</strong> PROFUNDIDAD<br />

11<br />

WILSONGIRONDA<br />

Un primer plano del<br />

escarabajo de la especie<br />

Dynastes Hércules que<br />

habita en la localidad<br />

yungueña de Coroico.<br />

Los huevos de los suris son<br />

recolectados por los<br />

l u g a reños que mero d e a n<br />

sus nidos, que pueden<br />

contener entre 20 y 30<br />

piezas. Cada una es<br />

cotizado en 25 bolivianos<br />

y tienen demanda en la<br />

época de Todos los Santos


<strong>EN</strong> PROFUNDIDAD<br />

12<br />

Según la WWF-UK,<br />

anualmente se trafican a<br />

escala mundial 40 mil<br />

primates, cuatro millones<br />

de aves, 640 mil reptiles y<br />

350 millones de peces<br />

t ropicales. Se calcula que<br />

de cada 10 animales<br />

cazados, sólo uno llega<br />

vivo a las ciudades<br />

como lugar de compraventa.<br />

“El señor Juan Loza, de la<br />

radio, me dijo que ya se había<br />

emitido el último aviso y<br />

que no habrían otros más.<br />

Le informé que la actividad<br />

de estos extranjeros estaba<br />

en contra de la ley boliviana”.<br />

Posteriormente, Sainz<br />

averiguó con unos biólogos<br />

conocidos que la venta de<br />

escarabajos estaba prohibida<br />

en el país y que existía un<br />

decreto de veda general indefinida<br />

contra el comerc i o<br />

de cualquier especie.<br />

Ella intentó contactarse<br />

de inmediato con el<br />

Subprefecto de la región y<br />

el Viceministerio de Biodiversidad.<br />

No logró su cometido, empero,<br />

los biólogos sí. De esa manera, las autoridades<br />

gubernamentales junto con<br />

un fiscal realizaron un allanamiento en<br />

un hotel de La Paz para detener a los com<br />

e rciantes foráneos. “Lamentablemente<br />

—explica Ramos—, sólo hallamos las<br />

trampas y no así a los animales”.<br />

Por la pareja de estos insectos, revela Gironda,<br />

los traficantes pagan hasta 300 bolivianos<br />

a los pobladores. Los machos son<br />

más cotizados que la hembra y son fáciles<br />

de distinguir por sus cuernos voluminosos.<br />

Este investigador del Instituto de Ecología<br />

de la UMSA culminó en octubre la cría experimental<br />

de escarabajos, cuyo objetivo es<br />

establecer criaderos para evitar que la extracción<br />

ilegal afecte a las poblaciones silvestres.<br />

En el extranjero, una de estas especies<br />

se cotiza hasta en 100 dólares, de acuerdo<br />

con las ofertas en la red internet.<br />

LA DANZA MORTAL DE LOS SURIS<br />

El suri, ñandú pequeño o avestruz cordillerana<br />

es una especie rara y en peligro de<br />

extinción en Bolivia debido a que actualmente<br />

sus poblaciones están siendo diezmadas<br />

por la masiva recolección de sus<br />

huevos y la utilización de sus plumas para<br />

ritos tradicionales y actividades folklóricas.<br />

La bióloga Carmen Quiroga Oropeza<br />

advierte que la comercialización del plumaje<br />

de estas aves es alta y tiene como<br />

principal destino la confección de trajes típicos<br />

para los bailes de los suri sicuris y los<br />

tobas. Las plumas de un suri muerto alcanzan,<br />

a lo mucho, para la elaboración<br />

de un disfraz, principalmente el sombrero.<br />

“Saque la cuenta: ¿cuántos bailarines<br />

componen una comparsa de suri sicuris sólo<br />

en la Entrada Universitaria de La Paz?<br />

¿Cuántos suris deben morir para satifacer esa<br />

demanda anual?”. Y para reponer la pérdida<br />

de una pluma del traje, una “chiflera” asentada<br />

en la intersección de las calles Santa<br />

Cruz e Illampu que fue abordada por Domingo<br />

ofrece un ejemplar pequeño por un<br />

boliviano y uno grande a dos bolivianos.<br />

“Los comerciantes no pierden nada, las plumas<br />

más pequeñitas las usan hasta para fabricar<br />

plumeros que se venden en las calles y<br />

mercados populares de La Paz, obviando la<br />

veda indefinida que rige desde 1990”.<br />

Eso no es todo. Los huevos de estos animales<br />

también son cotizados y recolectados<br />

por lugareños que merodean su hábitat. Un<br />

suri, dice Oropeza, copula con tres o cuatro<br />

hembras, las cuales ponen sus huevos en nidos<br />

comunales donde se encuentran entre<br />

20 y 30 piezas. “Toda una fortuna, si se toma<br />

en cuenta que cada una se vende en 25<br />

bolivianos, particularmente en la época de<br />

Todos los Santos”. Las ferias de Challapata y<br />

Viacha son los principales centros de expendio<br />

de estos huevos que también se ofertan<br />

en los puestos de las “chifleras”, quienes<br />

atribuyen a las cáscaras un poder medicinal.<br />

“Las amenazas a la existencia de estas<br />

aves también provienen de la alteración de<br />

su hábitat, de las actividades mineras, la<br />

FREDD RAMOS<br />

16 DE DICIEMBRE DE 2007<br />

construcción de infraestructura carretera, la<br />

excesiva extracción de thola y paja brava<br />

para emplearlas como combustibles”.<br />

En Bolivia, el Parque Nacional Sajama<br />

de Oruro ha iniciado investigaciones sobre<br />

la densidad poblacional y el hogar natural<br />

de esta especie. Quiroga espera que<br />

el próximo año se realice un censo de suris<br />

a escala nacional. Antes, según los comunarios<br />

entrevistados por la especialista,<br />

se veían 30 aves en un grupo, ahora no<br />

pasan de 10. “Y más grave aún es que con<br />

la extracción de sus huevos se está impidiendo<br />

que los suris se reproduzcan”.<br />

EL MONO QUE QUEDÓ HUÉRFANO<br />

El año pasado, un mono araña fue entregado<br />

por la institución Qanasa Animales a la<br />

Comunidad Inti Wara Yasi (CIWI) de La Paz.<br />

El primate estaba atado en un rincón lleno<br />

de escombros de la feria 16 de Julio alteña y<br />

se cubría con las manos de los insoportables<br />

rayos del sol. Lucio —nombre que le dieron<br />

en Qanasa— tenía el vientre, su genital y la<br />

cara hinchados, y sus ojos pequeños y rasgados<br />

llenos de dolor, recuerda Justina Poma.<br />

Una mujer entregó al animal a Zoonosis<br />

de El Alto porque estaba enfermo, asegurando<br />

que lo tuvo por dos semanas en<br />

su poder. Esta entidad transfirió a Lucio a<br />

Qanasa y ésta a su vez a CIWY La Paz de<br />

donde posteriormente fue trasladado al<br />

Parque Machía de Cochabamba. “Nos enteramos<br />

que era hembra —dice Poma—.<br />

Ahora se llama Bibi y está mucho mejor;<br />

aunque aún tiene que vivir atada a una<br />

cuerda porque no es muy sociable”. Estos<br />

mamíferos, dice la coordinadora de CIWI,<br />

Claudia Figueroa, son cotizados por los<br />

aficionados a las mascotas especialmente<br />

cuando son bebés, y a medida que crecen<br />

las personas no saben cómo deshacerse de<br />

ellos porque se tornan agresivos.<br />

Los últimos protegidos de Figueroa son<br />

cuatro quirquinchos que gustan del pláta-<br />

El oso jucumari que fue rescatado de Quime y que vive en el refugio de Animales SOS. Los huevos de suri que son cotizados en el mercado a 25 bolivianos.<br />

CARM<strong>EN</strong> QUIROGA


16 DE DICIEMBRE DE 2007<br />

Los mamíferos más re q u e r i d o s<br />

por los traficantes en Bolivia<br />

son el tapir; el jaguar; los<br />

jochis colorado y pintado; el<br />

pecarie o taitetú; el gama; el<br />

huaso; el ciervo de los<br />

pantanos; la londra; la vicuña;<br />

el tatú o carechi; el pejichi; los<br />

monos amarillo, martín y tití<br />

no y un mono capuchino de seis meses<br />

que luce una mirada triste. Este último fue<br />

capturado en Ixiamas luego de que un cazador<br />

matara a su madre y cobrara por éste<br />

200 bolivianos a un señor que lo entregó a<br />

C I W Y. “Antes, él nos dio otros dos primates<br />

de su propiedad porque comprendió<br />

que era mejor que estén en un ambiente<br />

natural”. Este comprador anónimo fue<br />

abordado por los traficantes por ser conocido<br />

por su preferencia hacia estos animales.<br />

En tanto, la tristeza invade a Poma<br />

cuando describe cómo los vendedores del<br />

mercado popular de la 16 de Julio mantienen<br />

a estos mamíferos. “Los monitos permanecían<br />

todo el día enjaulados, en más<br />

de una ocasión uno de los voluntarios vio<br />

cómo una mujer los sopapeaba para que<br />

despertaran de su sueño, ignorando que<br />

estaban enfermos. Otros, para tranquilizar<br />

a los monos más grandes, los sumergían<br />

en agua fría, y si se defendían, les<br />

cortaban los colmillos sin utilizar ningún<br />

fármaco para minimizar el dolor”.<br />

DE LOROS, OSOS Y TORTUGAS...<br />

Entre 2003 y 2005, Qanasa Animales determinó<br />

que la venta de loros, monos,<br />

tortugas y otras especies en centros de<br />

abasto fijos y ambulantes tenían como radio<br />

de acción a las calles Fournier y Arturo<br />

Valle de la zona 16 de Julio de El Alto.<br />

“Nadie hacía nada, ni las autoridades nacionales,<br />

prefecturales y municipales”.<br />

Esta activista califica de “espantosa e<br />

indignante” la condición en que se hallan<br />

los animales expuestos a este comercio ilegal.<br />

Las jaulas están llenas de loros, algunos<br />

agonizantes y otros desesperados<br />

cuando les cortan sus alas; y las tortugas<br />

igual hacinadas en estas jaulas. Poma considera<br />

que con las redadas y decomisos en<br />

esta feria, la oferta de animales silvestres se<br />

ha reducido en los puestos fijos hasta en<br />

95 por ciento. En esto también incidió la<br />

entrega voluntaria de estas especies.<br />

Susana del Carpio, directora de Animales<br />

SOS, entidad protectora en particular de<br />

las especies caninas, maneja infinidad de<br />

historias de crueldad y maltrato en el tráfico<br />

de animales. Para ella, este comercio en<br />

El Alto está disfrazado y encubierto por los<br />

vendedores que se han organizado en dos<br />

asociaciones. “Se sobreavisan entre ellos.<br />

Las señoras de pollera de un sopetón meten<br />

bajo sus prendas las jaulas de loros o monos,<br />

con el riesgo de sofocarlos y matarlos”.<br />

Los activistas del rubro, además, no<br />

tienen pisada en la feria alteña. “Estamos<br />

amenazados”, asegura Figueroa; mientras<br />

Del Carpio lamenta que las leyes sigan<br />

siendo vulneradas, mientras las autoridades<br />

están detrás de sus escritorios.<br />

“Como a ellas no les cuesta mantener a<br />

los animales que envían a los refugios”.<br />

Para la presidenta de la Fundación Noel<br />

Kempff, Lorena Kempff, lo que se divulga sobre<br />

el tráfico de flora y fauna en el país es<br />

apenas la punta del iceberg. “Es una necesidad<br />

apremiante avanzar en procesos continuos<br />

de manejo, monitoreo y control”. Las<br />

autoridades tienen la palabra sobre el flagelo<br />

que sufren estos animales silvestres.<br />

<strong>EN</strong> PROFUNDIDAD<br />

13<br />

Este mono capuchino de seis meses fue capturado en Ixiamas.<br />

Este quinquincho es uno de los cuatro albergados por CIWY desde agosto de este año. La paraba azul, una especie en peligro de extinción en Bolivia.<br />

CLAUDIOMARIGO

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