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1 parte - Cuba Arqueológica

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ARQUEOLOGÍA<br />

la ceca, y es el que aquí nos interesa.<br />

A este tipo corresponde la mayor<br />

<strong>parte</strong> de las monedas hechas<br />

entre 1542 y 1564. Su uso comenzó<br />

hacia 1544 y terminó posiblemente<br />

alrededor de 1563. La moneda<br />

encontrada en la casa Santovenia<br />

debe de estar fechada entre 1544 y<br />

1555 porque en ella aparecen inscritos<br />

los monarcas Carlos y Juana.<br />

Al morir doña Juana en 1555, su<br />

hijo Carlos I ordenó a la ceca sustituir<br />

la leyenda que contenía ambos<br />

nombres y dejar sólo el suyo.<br />

El lugar donde se exhumó dicha<br />

moneda estaba ubicado en la<br />

primera crujía del inmueble, su hallazgo<br />

también reafirma las noticias<br />

sobre la antigüedad del emplazamiento,<br />

habitado sucesivamente<br />

desde el siglo XVI. Según los documentos<br />

históricos en 1606 existía<br />

en el sitio una casa de buena fábrica,<br />

y el estudio riguroso de los<br />

artefactos cerámicos demuestra<br />

la pertenencia del contexto a un<br />

período no posterior al siglo XVII<br />

temprano.<br />

Las excavaciones en este inmueble,<br />

llevadas a cabo por Ricardo<br />

Roselló, Daniel Vasconcellos y un<br />

equipo de la Empresa de Restauración,<br />

revelaron una secuencia<br />

estratigráfica compleja, constituida<br />

por muros y cimentaciones, huecos<br />

de postes, pavimentos construidos<br />

con ladrillos, canalizaciones, letrinas,<br />

rellenos de tierra y basura doméstica<br />

con distintos materiales<br />

cerámicos, fragmentos óseos pertenecientes<br />

a animales usados en<br />

la alimentación y otros restos, todos<br />

vinculados a diferentes momentos<br />

ocupacionales del solar<br />

urbano entre los siglos XVI y XVIII. En<br />

algunos sectores se registró una<br />

potencia estratigráfica entre seis y<br />

siete metros, lo que revela los abru-<br />

22 / Gabinete de Arqueología<br />

madores cambios en la topografía<br />

original del sitio.<br />

En el lado opuesto a dicha mansión<br />

se alza el edificio más sobresaliente<br />

de la arquitectura civil a finales<br />

del siglo XVIII, el Palacio de los Capitanes<br />

Generales, actualmente Museo<br />

de la Ciudad. Este ocupa los terrenos<br />

donde en el siglo XVI se erigió la<br />

Parroquial Mayor, demolida en 1773<br />

y trasladado el culto al templo confiscado<br />

a los jesuitas, convertida unos<br />

años después, en el propio siglo XVIII,<br />

en Catedral Metropolitana.<br />

La costumbre antigua de sepultar<br />

los cadáveres en las iglesias permitió<br />

que en 1967, al iniciarse una nueva<br />

restauración del Palacio dirigida<br />

por Eusebio Leal Spengler, Historiador<br />

de la Ciudad de La Habana y<br />

director de esa institución, se encontraran<br />

enterramientos humanos<br />

y diversos restos arqueológicos<br />

coloniales. Entre ellos apareció una<br />

moneda mexicana de ¼ real, fechada<br />

en 1774 y perforada para<br />

ser usada como colgante. Esta<br />

pieza que lleva en el anverso el<br />

busto del rey Carlos III (1759-<br />

1789) y fue recobrada de un estrato<br />

superficial, podría estar<br />

relacionada con la época en que<br />

se construyó el Palacio, culminado<br />

en 1792.<br />

Convento San Francisco de Asís<br />

Esta representativa edificación<br />

religiosa, sita en la calle Oficios,<br />

fue estudiada arqueológicamente<br />

en varias campañas desarrolladas<br />

entre los años 1980 y 1990, algunas<br />

de ellas conducidas por<br />

Ricardo Rodríguez, Jorge Brito y<br />

Roger Arrazcaeta, bajo la asesoría<br />

de Leandro Romero. Los trabajos en<br />

el área conventual resultaron muy<br />

sugestivos por los contextos del XVI<br />

y XVII presentes en el sitio. Entre las<br />

muchas piezas halladas se encuentra<br />

una moneda de cobre<br />

muy antigua, cuyo valor nominal<br />

es cuatro maravedíes, del reinado<br />

de Carlos y Juana, acuñada en<br />

Santo Domingo hacia 1544-1555,<br />

un ejemplar similar al recuperado<br />

en la casa condes de Santovenia<br />

(fig.1).<br />

Merece señalarse con respecto<br />

a la letra F, ubicada en el anverso<br />

de esta pieza, que existen<br />

diferentes criterios; algunos autores<br />

la identifican como inicial del<br />

rey don Fernando el Católico, y<br />

otros señalan su correspondencia<br />

al primer ensayador de la ceca dominicana,<br />

llamado Francisco<br />

Rodríguez. La opinión más generalizada<br />

y verosímil adjudica<br />

esta rúbrica a los Reyes Católicos<br />

(YF), estampada aún fallecidos<br />

estos.<br />

Palacio del Marqués de Arcos<br />

Situado en la Plaza de la Catedral,<br />

fue objeto hace algunos años<br />

de excavaciones arqueológicas dirigidas<br />

por Carlos A. Hernández. El<br />

objetivo era estudiar la estratigrafía<br />

precedente en el lugar, definir áreas<br />

fronterizas entre tierra firme y ciénaga,<br />

la evolución histórica del inmueble<br />

y evidencias vinculadas a<br />

actividades humanas en este. Junto<br />

a cimientos, viejos drenajes,<br />

cerámica y vidrio, se encontraron<br />

algunas monedas coloniales asociadas<br />

a contextos primarios.<br />

Específicamente, entre los estratos<br />

antrópicos depositados en<br />

una antigua letrina, se recolectaron<br />

diez monedas con las denominaciones<br />

de medio y un real,<br />

cuyas fechas abarcan desde 1772<br />

hasta 1814. Las monedas, desafor

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