A contracorriente - IVAC
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distracciones… pues eso, que me<br />
distraen.<br />
Roberto se aleja hasta la puerta.<br />
ROBERTO<br />
Piénsatelo. Hay cosas que se te dan<br />
mejor que hablar en público.<br />
Juana sonríe. Roberto sale.<br />
Juana recoge algunos informes que han quedado dispersos y los<br />
rompe.<br />
JUANA<br />
Seh, no se me da nada mal perder mi<br />
tiempo con imbéciles, si tienen seguro<br />
de vida, claro.<br />
Juana se deja caer en la silla del director. Se incorpora y<br />
se sienta con una postura perfecta llena de dignidad.<br />
JUANA<br />
Pero estoy bien. Estoy genial. Todo va<br />
sobre ruedas. Nunca me faltan cretinos<br />
con los que salir y puedo llegar donde<br />
quiera. Estoy en la cima de mi carrera,<br />
en lo más alto, en la cúspide.<br />
La silla cede hacia abajo. Juana se queda quieta, expectante.<br />
La silla cede un poco más. Juana se aferra a los brazos. La<br />
silla da un último golpe hacia abajo.<br />
Juana, hundida en la silla se echa a llorar.<br />
INT. PISCINA – DÍA<br />
VEMOS una piscina. El fondo se ve perfectamente a través del<br />
agua.<br />
OÍMOS LOS LATIDOS DE UN CORAZÓN RÁPIDOS.<br />
DE PRONTO, GRITOS DE NIÑOS. Unos niños empujan a Juan a su<br />
paso y se lanzan a la piscina, salpicando a Juan, que se<br />
aparta.<br />
Juan está equipado con bañador, manguitos, gorro y gafas. Es<br />
difícil reconocerlo. Sigue mirando al agua, paralizado.<br />
Una niña desde el agua lo mira.<br />
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