A contracorriente - IVAC
A contracorriente - IVAC
A contracorriente - IVAC
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Lo que la señorita Álvarez quiere decir,<br />
lo va a decir la señorita Álvarez.<br />
Busca su bolso, se pone los manguitos de cocina, ante la<br />
mirada más que sorprendida de los presentes.<br />
Juana se dirige entonces hacia un mueble. El director no<br />
quiere mirar.<br />
SR. CAMPOS<br />
Ay, las copas de bohemia…<br />
Juana, con extrema seguridad e impecables movimientos saca<br />
exquisitas copas de cristal y una botella de Vodka.<br />
Sirve al ucraniano y también se sirve ella.<br />
Mira a Lunacharsky a los ojos.<br />
JUANA<br />
Ha dicho una verdad como un templo,<br />
Lunacharsky. Usted es una simple<br />
sardinilla ucraniana que no le importa<br />
a nadie.<br />
Roberto hace ademán de hablar, pero el ruso lo detiene con un<br />
gesto firme y seco.<br />
JUANA<br />
y por eso, no ha de lanzarse a un<br />
mercado de tiburones como el ruso… sin<br />
seguridad. Fabrica usted plástico de<br />
polietileno y nadie le conoce fuera de<br />
su país… es un don nadie… y se va a<br />
pegar un castañazo de los que hacen<br />
época con el gasoducto.<br />
El director se hunde en su silla. Lunacharsky aprieta la<br />
copa.<br />
Juana se dirige a su portátil. Apaga las luces. Tras ella hay<br />
una pantalla.<br />
JUANA<br />
Pero tenemos un plan. Necesita usted un<br />
escudo. Un símbolo, fuerte, grande,<br />
lleno de connotaciones en el mercado que<br />
quiere conquistar. Desde Moscú hasta<br />
Vladivostok.<br />
64