TODAS LAS FOTOS FALLERAS - Levante-EMV
TODAS LAS FOTOS FALLERAS - Levante-EMV
TODAS LAS FOTOS FALLERAS - Levante-EMV
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
188 | MARZO DE 2009 | EXTRA FAL<strong>LAS</strong><br />
TOROS<br />
LA TEMPORADA<br />
Diversas posturas<br />
ante la llegada de<br />
las «vacas flacas»<br />
«En tiempo de mudanzas, no hacer cambios». Esta<br />
máxima ignaciana ha sido adoptada por el conglomerado<br />
taurino como recordatorio de que vienen tiempos duros.<br />
¿Y cuándo no? Todos los empresarios han echado<br />
cuentas, especialmente los que abren el telón de la<br />
temporada. El conservadurismo en la confección de<br />
carteles es la tónica general. Así las cosas, los matadores<br />
que han intentado mejorar su situación económica<br />
tomando como base lo ganado a sangre y fuego en el<br />
ruedo, son las primeras víctimas del planteamiento de la<br />
patronal taurina. La cuestión es tan simple como injusta:<br />
quienes han congelado sus pretensiones, están en las<br />
ferias; los que no se han avenido a razones, se han<br />
quedado fuera.<br />
IGNACIO GARCÍA CAMPOS VALENCIA<br />
El caso más sangrante es el de Miguel<br />
Ángel Perera: un torero que se<br />
ha ganado el respeto y la admiración<br />
por lo cosechado en el ruedo, ve<br />
como le niegan el pan y sal a las primeras<br />
de cambio. Incluso aquellos que menos<br />
argumentos tenían, no les ha temblado<br />
el pulso a la hora de dejar al diestro<br />
extremeño compuesto y sin feria. Valencia<br />
y Sevilla son las dos primeras estaciones<br />
de penitencia del particular vía crucis<br />
que está viviendo el joven y prometedor<br />
matador en el inicio de la temporada<br />
de 2009.<br />
Razones para estas dos ausencias sonadas<br />
no faltan. Por una parte, como el<br />
propio torero y su apoderado se han encargado<br />
de recordar a los empresarios,<br />
Perera ha sido la estrella rutilante del escalafón<br />
superior durante el año pasado;<br />
quien ha tirado del carro, como gustan<br />
decir algunos. ¿De qué sirven entonces<br />
tanta lucha y talento cuando en los despachos<br />
la batalla se libra en un único frente?<br />
¿Es la económica razón suficiente para<br />
dejarse a un torero fuera de una feria?<br />
¿No deberían los empresarios hacer gala<br />
también de imaginación y esfuerzo a la<br />
hora de confeccionar los carteles?<br />
El principal escollo radica en que la<br />
mayoría de gestores taurinos funciona en<br />
este enmarañado mundo de intereses contrapuestos<br />
con una única fórmula: un torero<br />
vale tanto como la gente que consigue<br />
meter en una plaza. Parece que el extremeño,<br />
llegados a este punto, no «tira»<br />
de la taquilla como debiera. El clavo ardiendo<br />
al que se agarran con fuerza los<br />
partidarios de esta filosofía empresarial<br />
ha sido su actuación en la Monumental<br />
de Méjico. La pobre entrada que registró<br />
el coso de Insurgentes ha sido suficiente<br />
para que haya quien hable de pretensiones<br />
económicas desorbitadas, si no de estrategia<br />
equivocada a la hora de acometer<br />
su contratación en las grandes ferias<br />
del inicio de temporada.<br />
Un caso aparte<br />
José Tomás sigue siendo el número uno<br />
en expectación y, por tanto, en tirón taquillero.<br />
No sólo no ha rebajado sus honorarios,<br />
sino que los ha aumentado con-<br />
EFE<br />
FERRAN MONTENEGRO<br />
KAI FORSTERLING / EFE<br />
FERNANDO BUSTAMANTE<br />
<strong>Levante</strong> EL MERCANTIL VALENCIANO<br />
MIGUEL ÁNGEL PERERA<br />
Límite de la «paella» taurina<br />
Crecer sólo dentro del mundo de los toros<br />
es la receta menos recomendable para un<br />
diestro jovén y con proyección. En la era de<br />
las comunicación conviene salir del<br />
cascarón taurino y buscar también el favor<br />
de otros públicos más generalistas.<br />
¿Cuántos pueden conocer a Miguel Ángel<br />
Perera fuera del círculo reducido de<br />
aficionados? Urge cambiar de estrategia.<br />
siderablemente. En cuestión de exigencias,<br />
está siendo acusado de caprichoso:<br />
que si impone un torero por delante, que<br />
si sólo mata tal o cual ganadería. Los mismos<br />
que defienden a capa y espada el argumento<br />
economicista como base de las<br />
exigencias de un torero, niegan cuando<br />
les conviene que quien mete gente y dinero<br />
en las plazas pueda siquiera mostrar<br />
sus preferencias. Algo que, por otra parte,<br />
ni le han negado a las figuras de otras<br />
épocas ni tampoco a las más complacientes<br />
con el sistema establecido. Una cu-<br />
riosa forma de medir lo que realmente<br />
funciona.<br />
Eduardo Canorea, empresario de la<br />
Real Maestranza de Sevilla, lidera el capítulo<br />
de agravios contra el torero madrileño.<br />
Tras protagonizar una supuesta<br />
campaña en su contra la temporada pasada,<br />
ha vuelto a prescindir de su contratación<br />
en ésta con las maneras chuscas a<br />
las que nos tiene habituados. Tampoco se<br />
ha mordido la lengua al valorar el carro<br />
de ausencias que atesora la temporada sevillana.<br />
Y para todas ha tenido argumentos<br />
que se nos antojan tan falaces<br />
como arteros, llegando incluso al menosprecio<br />
en un caso particular.<br />
Lo que no cabe duda es que José Tomás<br />
inicia una temporada más –nunca se<br />
sabe si será la última- con el compromiso<br />
y el favor de los públicos en el esportón,<br />
dispuesto a alimentar el debate que<br />
le persigue desde su vuelta a los ruedos:<br />
¿excelencia? ¿inmolación? Elijan su opción,<br />
señores.<br />
Esperanza y realidades<br />
Luis Bolívar, así se llama la nueva espe-