198 | MARZO DE 2009 | EXTRA FAL<strong>LAS</strong> TOROS REPORTAJE VIENE DE LA PÁGINA 196 A continuación saltaron a la arena los encierros de Antonio Arribas, Salvador Domecq, Guateles y Álvaro Domecq. De ellas acabaría por lidiarse una sola corrida completa. Y según se hizo público por el gobierno civil de Valencia tras la feria, se tuvieron que reconocer hasta 49 toros para que se declarasen aptos para la lidia 24. La feria fallera comenzó el día 11 de marzo con un festejo de rejones, cuyo anuncio hizo que se cubriera la mitad del aforo en tarde muy fría. En el mismo, frente a un encierro de Pablo Romero, actuaron Angel Peralta, quien fue silenciado, Antonio Ignacio Vargas y Álvaro Domecq, que dieron sendas vueltas al ruedo y Joao Moura, que fue ovacionado. Frío polar El 14 de marzo se lidió la primera novillada del abono, con poca gente en las gradas y un frío polar. En ella se lidiaron seis utreros de Arauz de Robles, de correcta presentación aunque desigual juego, sobresaliendo por su calidad 4º y 5º. Encabezó la terna Luis Miguel Campano, novillero ya veterano y sobrado de oficio, quien no terminó de pisar el acelerador, conformándose con pasear el anillo tras despenar al 4º. El menudo espada de Algemesí César Miguel Moreno lució por su continuo bullir y su entusiasmo en los tres tercios, aunque no logró especiales laureles. Completó la terna el madrileño José Luis Bote, quien puso de manifiesto su buen corte de torero, pero dejó entrever asimismo una más que acusada frialdad. Aun así, se le pidió con fuerza la oreja tras pasaportar al tercero, teniendo que dar dos vueltas al ruedo. Victorino hijo Al día siguiente, con muy escaso ambiente en los tendidos y en una tarde lluviosa, fría y desapacible, debutó como novillero en Valencia el hijo del carismático ganadero Victorino Martín. El hombre puso de manifiesto oficio y conocimiento de la profesión, aunque sus dos trabajos dijeron muy poco a la escasa concurrencia. Encabezó el cartel Antonio Ruiz Soro II, quien cumplió con discreción y se presentó en esta plaza el riojano Blas Fernández Gallito de Alfaro, acompañado de un nutrido grupo de partidarios. El chaval fue aparatosamente volteado nada más abrirse de capa y en el resto de su actuación no terminó de cruzar la raya de la prudencia. Se lidiaron cuatro astados de Cebada Gago, que resultaron dificultosos, y dos de Soto de la Fuente, lidiados en 4º y 5º lugar, que dieron buen juego. El ciclo siguió el 16 de marzo con la primera corrida de toros del serial. Con medio aforo cubierto, mucho frío y las cámaras de televisión española en directo, se lidiaron reses de los hierros de Antonio Arribas y otras tres de la divisa de Torrealta (4º, 5º y 6º), que dieron buen juego. Salieron a oreja por coleta Julio Robles y José Antonio Campuzano, en tanto que Niño de la Capea se fue de vacío, si bien su tesón fue recompensado con una vuelta al ruedo tras pasaportar al cuarto. El salmantino Robles hizo al segundo de la tarde una sentida faena, en la que sobresalió su toreo al natural, que mereció mayor premio, galardón que se quedó reducido a un cartílago al matar de Paquirri toreó su última corrida en Valencia la tarde del 17 de marzo de 1984. Niño de la Capea cortó una oreja el día 19. Manzanares mostró empaque y buen gusto. una estocada desprendida y delantera. Así lo determinó Jacinto López Acosta, presidente de la plaza por aquel entonces. Papel acabado Al día siguiente se llenó la plaza hasta la bandera, poniéndose el cartel de “no hay billetes” para ver las evoluciones del cartel de banderilleros, terna que cada vez iba adquiriendo una mayor carta de naturaleza. En ella se lidiaron cuatro toros de El Torero y dos remiendos de Los Guateles (1º) y Torrealta (5º). En esta ocasión tocaron pelo Luis Francisco Esplá, tras matar al quinto, en el que se había tirado un espontáneo, y un entregado y vibrante Vicente Ruiz El Soro, en tanto que Francisco Rivera Paquirri, tras haber estado ausente la pasada temporada, fue ovacionado, siendo obligado a dar la vuelta al anillo tras pedírsele la oreja del cuarto. Los tres, eso sí, protagonizaron aclamados tercios de banderillas tanto en solitario como conjuntamente Fue esta la última tarde en la que el de Barbate haría el paseíllo en Valencia, ya que a finales de campaña, el 26 de septiembre, caería herido mortalmente en la plaza de Pozoblanco, en la que era su corrida número 50 y última de la temporada. Y El Soro cortó la oreja del sexto, cuya <strong>Levante</strong> EL MERCANTIL VALENCIANO muerte había brindado a su compañero Ricardo de Fabra. Volvió a tocar pelo Luis Francisco Esplá al día siguiente, en un festejo en el que los tendidos del coso valenciano se llenaron en sus tres cuartas partes. Valencia se había convertido en una plaza talismán para él desde su célebre faena al no menos célebre toro Dadito, de Miura, y tras haber triunfado el la feria del pasado año frente al toro Forastero de Celestino Cuadri. En esta ocasión se lidió un encierro de Los Guateles y también se llevó un trofeo Emilio Muñoz, empacado y desgarrado toda la tarde, en tanto que José María Manzanares, quien encabezaba la terna, no pasó de la discreción, obteniendo como balance silencio y pitos. Su primer toro pesó cerca de 600 kilos. El banderillero Félix Saugar Pirri sufrió un puntazo de pronóstico leve al apuntillar al segundo. El Soro arrolla Ese mismo día, por la mañana, se celebró un festejo de rejones con un modesto cartel. En el mismo se anunció la lidia de un encierro de José Luis Sánchez y Sánchez para los portugueses Manuel Jorge Oliveira, Alfonso Lopes, el sevillano Luis Valdenebro y el francés Luc Jalabert, que fue el único que obtuvo un trofeo. También hicieron pegas en los cuatro pri- BALANCE DISCRETO Momentos aislados <strong>FOTOS</strong>: LEVANTE-<strong>EMV</strong> Junto al triunfo de Vicente Ruiz El Soro, se vieron ciertas cosas de interés en el marco de una feria de no más que discreto balance. Paquirri, en la que fue su última actuación en la plaza de toros de Valencia, dio una vuelta al ruedo tras lidiar con profesionalidad un ejemplar de El Torero. Por su parte El Niño de la Capea, quien hizo doblete, actuó con las cámaras de televisión española en directo, también paseó el anillo tras una actuación tesonera y entonada y se llevó un trofeo el día 19. Lo cierto es que otros de los matadores más destacados de la feria fueron el alicantino Luis Francisco Esplá, quien parecía vivir un idilio con la afición valenciana tras su actuación con el toro Dadito de Miura, así como el también alicantino José María Manzanares, que cortó un trofeo la tarde del día de San José. Idéntico premio al que obtuvo el sevillano Emilio Muñoz. meros toros los forçados da Moita. Lo cierto es que los caballeros en plaza no estuvieron acertados, ni montando ni matando, ya que el sobresaliente, el novillero cordobés, afincado en Valencia, Valentín Pedradas, tuvo que estoquear cinco de los seis astados lidiados. La feria concluyó el día de san José con triunfo de Vicente Ruiz El Soro, quien cortó dos orejas del sexto de la tarde, al que toreó con templanza y hondura con la mano izquierda. Resultó aparatosamente volteado en el epílogo de su labor y pasó a la enfermería, por lo que, a pesar de tener derecho a ello, no pudo salir por la puerta grande en medio del fervor de sus paisanos, tal como se había merecido. También se llevaron sendas orejas Niño de la Capea y José María Manzanares. Se lidiaron tres toros de Torrestrella y otros tres del Marqués de Domecq. Aquel mismo día por la mañana en la plaza de toros de Xàtiva se celebró una novillada en la que hizo su debut con picadores el novillero de dinastía Juan Carlos Vera. Alternó con El Fundi y Alberto Ballester en la lidia de un encierro de Joaquín Buendía, cortando dos orejas. Al final de la feria, la Diputación concedió el trofeo al triunfador de la misma al torero de Foios Vicente Ruiz El Soro, dejando desiertos el resto de los galardones.
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