Madrid 19661212 - Home. Fundación Diario Madrid

Página 10 12 de diciembre de 1966 MAOFtlD
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LAVILLA,
EIISOYUIEMIS...
PROPAGANDA
CUANDO usted vaya a abrir la
puerta de su buzón, tenga cuidado.
Puede perecer en un
alud de octavillas y folletos.
Antes la echaban por debajo de la
puerta; pero ahora, desde que Correos
ordenó aquello de los buzones,
todo va a parar a esa boca inexpresiva
que todo lo acepta y de
nada protesta. Todas las recomendaciones
habidas y por haber se las
dan ahora por escrito. Los representantes
se evitan tener que subir
las escaleras, y el que más lo sien^
te es el propio cartero, que viene
cargado con el doble de peso. Parece
que se han propuesto que usted
no tenga más remedio que acordarse
siempre del analgésico Tal o del
tónico Cual. Nada tenemx>s contra
el avance de la ciencia. Muy al contrario,
nos alegramos de que velen
por nuestra salud. Pero resulta que
ya se está convirtlendo en un au^
tantico lavado de cerebro eso de
que utilice usted la pomada "Pum",
que ha sido probada con enorme
éxito en los laboratorios "Pérez".
Entre otras razones, porque usted,
en cuanto sienta el dolor de muelas,
o a su revoltoso apéndice, ya no se
acordará a qué fármaco acudir. Y
llamará al doctor para que él se lo
recomiende. Por mucho don de persuasión
que quieran darle a esas
octavillas.
Son varios los médicos que ya se
han dirigido a "Felipe" para dé­
CRUCE 5S CON LUZ VERDE
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los representantes y de la prollfica ss
nunciar esta especie de invasión de ^ ^
propaganda que depositan en los ss
buzones domiciliarios. A veces, no ss
ss
queda lugar ni siquiera para la co­ ^
rrespondencia particular. Esto, que ss
pudiera parecer una simple anéc­ ss
dota sin importancia, tiene otra ss
ss
vertiente bastante más complicada. ^
Me refiero al tanto por dentó que ss
dicha propaganda incide sobre el
producto. Siempre que se habla del SS
problema de los m,edicamentos se
insiste tercamente en tres concep­ SS
SS
tos: precio del laboratorio, comisión SS
del almacenista y el tanto por cien­ SS
to del farmacéutico. Pero, ¿hasta SS
qué punto puede elevar el precio SS
§S
de coste del laboratorio una propa­ SS
ganda desmesurada? Si sumamos SS
los folletos y las octavillas deposi­ SS
tadas en los buzones, y a eso añadimos,
por ejemplo, las treinta o cuarenta
mil pesetas de una cuña te­ ss
levisada, uno se asitsta de que en ss
una pastilla contra el dolor pue­ ss
dan estar concentrados tantos por­ ss
ss
centajes publicitarios. ¿Qué les pa­ ss
recería si los médicos se anunciaran ss
ran así?: "Doctor Fulado tiene "eso"' ^
con el bisturí", o "Saboree la vida
con el doctor Zutano." Demasiado ss
saben los médicos, y asi lo aceptan
en su probada ética profesional, que kS
toda la propaganda que se les con­ ss
siente es una placa en la puerta ss
con su nombre. Porque la salud, por ss
ss
ahorn, no ha salido a concurso público
de propaganda. Pues bien,
ellos, muchos de los galenos, pien­ ss
san lo mismo de los produxstos far­ ss
ss
macéuticos, cuya única difusión de­ ss
bería estar condicionada a la receta ss
del médico, que es el que debe decir ss
"purgúese con esto", o "quítese el ss
ss
dolor de cabeza con lo otro". Y, de ss
paso, el producto costaría bastante ss
menos dinero al bolsillo del pacien­ ss
te, porque se tiabrfa evitado un ca­ ss
ss
pitulo muy 'mportante en los gastos. ss
Yo no me cansaré nunca de afirmar ss
que el trabajo en equipos de inves­ ss
tigación, tal y como se desarrolla ss
^
actualmente en los laboratorios, es ss
necesario y significa un avance en
la conquista del mundo. Pero no
podemos pensar que una fórmula
química exige el mismo despliegue I
que un caramelo con un palo. Has­ ^^
ta los niños que ven esas imágenes ss
se están convenciendo de que da lo ss
mismo tomarse un fármaco que una ss
ss
pastilla de chocolate. En el rostro ss
del artista que se toma la medicina ss
parece leerse: "\Qué bueno está, y ss
qué bien me siento!"
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JOSÉ MABIA CASTAÑO ss
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CALIDAD
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La Alameda de Osuna, espléndida
posesión del siglo XVIII
PALACIO, TEMPLETES, ESTATUAS DE MARMOL, ESTANOUES Y JARDINES
SE ENCIERRAN EN SU DILATADA SUPERFICIE
EL AYUNTAMIENTO HA AUTORIZADO U CONSTRUCCIÓN EN TERRENOS
SITUADOS JUNTO A ESTA FINCA, PERO QUE ESTÁN SUJETOS A DISTINTA
ORDENANZA
Con motivo de un acuerdo del Ayuntamiento
en la sesión oidinaña del mes
pasado, ha saltado a las páginas de la
Prensa el nombre de la alameda de Osuna.
Se pensó que la Corporación había
autorizado la construcción de un edificio
en aquel histórico lugar y ello originó
la justa—que luego resultó infundada—cólera
de algunos.
Como creemos que tanto el nombre
de la finca como el equívoco suscitado
por el acuerdo municipal pueden incitar
la curiosidad del lector, queremos satisfacerla
doblemente explicando la importancia
de la famosa Alameda de Osuna
y el alcance del acuerdo del Ayuntamiento.
UNA GRAN FINCA DEL
SIGLO xvm
De todas las fincas que rodeaban Madrid,
la mejor conservada, según las
crónicas, era la Alameda de Osuna, situada
a ocho kilómetros de la capital,
entre la carretera de Aragón y el camino
de Ajalvir a Vicálvaro. Se empezó a
formar esta finca en el año 1783, cuando
don Pedro de Alcántara Téllez-Girón,
IX duque de Osuna, compró unos
terrenos y una casa al conde de Priego.
La casa se reconstruyó, se le puso fachada
nueva y se le añadieron cuatro torreón^
en sus esquinas. El jardín se
amplió y adornó, según el gusto de la
época, con templetes neoclásicos, con
estatuas de Venus y de Baco, con columnas
corintias, con estanques y fuentes.
El ^tanque grande, la glorieta de
los Emperadores, llamada así por tener
diez bustos de Emperadores romanos;
las viviendas del Étmilaño y de la Vieja,
el abejero, son lugares destacados de la
alameda.
El IX duque de Osuna es el que figura
en el famoso cuadro de Goya del
Museo del Prado con su familia, compuesta
por su esposa y cinco hijos. Al
producirse la invasión francesa, la esplémiida
finca fue regalada por el Rey
José al general francés Beliard. Esto
tuvo como consecuencia que fuera respetada
por los invasores. Consta que el
Rey intruso estuvo varias veces en esta
gran mansión. El palacio propiamente
dicho tiene una superficie de 14.574 pies
CQINTRA.ROB UNA VIDA MAS FÁCIL
y se compone de un cuerpo bajo que
por la fachada principal del jardín sirve
de zócalo a un peristilo de ocho coltimnas
separadas de orden corintio, con un
cornisamento coronado de una barandilla
de hierro con esculturas de niños.
Cuatro torreones en las esquinas dan
esbeltez al edificio. La finca fue adquirida
por los famosos banqueros Bauer.
En la actualidad ignoramos el destino
que se da al palacio y a los demás edificios
de la misma.
LO QUE SE VA A CONSTRUIR
JUNTO A LA ALAMEDA DE
OSUNA
La Alameda de Osuna, según el Plan
del Área Metropolitana, es zona verde
y no sabemos si también conjunto histórico
artístico. Por consiguiente, es inedi.
ficable y el Ayuntamiento no puede conceder
autorización alguna que cambie
su ordenación. Ahora bien, junto a los
límites de la finca, el terreno ya no es
zona verde, sino que está sujeto a la
ordenanza 16, o sea edificación aislada,
que impone unas fuertes limitaciones a
la construcción y obliga a la cesión de
terrenos para zonas verdes. Aquí es
donde la Empresa Dragados y Construcdones
pretende edificar, y para este lugar
le concedió el Ayuntamiento su
aprobación en principio. De estos detalles
nos informa amablemente don Jorge
Dahnau, jefe de organización y métodos
de la Empresa.
Nos dice nuestro comunicante que al
tratar de buscar un emplazamiento para
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MÚSICA
la nueva sede social y oficinas centrales
de la Empresa se vio que lo más
conveniente era un lugar alejado de la
urbe, donde la ampUtud del terreno
permitiese edificación de poca altura y
profusión de zonas verdes.
—¿Qué superficie tiene el terreno propiedad
de esa entidad junto a la Alameda
de Osuna?
—Unos setenta y cinco mil metros
cuadrados. De éstos se reserva para
construir viviendas unifamiliares unos
cuarenta mil y la parcela que se destina
a las oficinas y anexos es de algo más
de treinta y cinco mil metros cuadrados.
—¿Qué superficie tendrs en planta
el edificio de oficinas?
—Exactamene, tres mil doscientos
metros cuadrados. El edificio constará
de tres plantas y media sobre la rasante.
El coeficiente de edificabilidad es
inferior a lo que autoriza la ordenanza
dieciséis.
Nuestro comunicante nos dice que en
el nuevo edificio habrá estacionamiento
para casi doscientos automóviles, que su
disposición interior será con arreglo a
los sistemas más modernos y racionales
de distribución de oficinas, con salas
diáfanas adaptables a las necesidades del
momento.
Aprobada en principio la ordenación
por el Ayuntamiento, el proyecto está
pendiente de la información pública por
espacio de un mes, transcurrido el cual
será el momento de que se apruebe definitivamente
o se estudien las reclamaciones,
si las hubiere.—M. G. M,
La Orquesta Nacional,
en el Teatro Real
PRESENTACIÓN DEL PIANISTA ASHKENAZY
Y EL DIRECTOR EHRLING
Aún caldeaban el ambiente del teatro
Real los enardecidos aplausos de
los madrileños dedicados a Arturo
Bublnstein, cuando estallaron de nuevo
para saludar entusiésticainente la
presentación de otro pianista, también
ruso, pero en los comienzos de una
fulgurante carrera; Vladlmir Ashkenazy.
La obra escogida para su debut en
España, el concierto «EJmperador», de
Beethoven, fue especialmente Idónea
para hacemos apreciar la categoría
excepcional del joven solista. De manera
singular admiramos su técnica
fabulosa, clara, poderosa, indefectible,
aunque en el tiempo central, el soñador
«andante», hubiéramos deseado
un más hondo y elocuente lirismo.
Su actuación constituyó un éxito
total, ratificado con grandes y prolongados
aplausos, en los que quizá
estaba contenido el deseo de escucharle
de nuevo en un recital...
También la figura del director correspondió
dignamente a lo que de
su noble ejecutoria se esperaba: director
titular de la Orquesta de Detroit
y antes director de música del
Palacio Real y de la Opera de Estocotaio,
gran planista, traductor especializado
en obras de Stravlnsky.
Bartok, Hindemith...
Tanto su acompañamiento de Beethoven
como su versión de la "Cuarta
sinfonía", de Tsohaikowsky, tuvieron
calidades y méritos evidentes, acreditativos
de un maestro en el auténtico
sentido de la palabra; preparación,
conocimiento, estilo, magisterio,
en stima. Fue vivamente aplaudido.
Comenzó el concierto con una grata
pero intrascendente obertura dea
compositor sueco Rosenberg, que el
auditorio recibió con simpática cordialidad.
ISRAEL Y JAPÓN, EN LA ASOCIA
CION EUROPEA DE FESTIVALES
COMO MIEIVGBBOS CORRESPON­
DIENTES
Aiuique la Asociación internacional
de Festivales de Música, de la que forman
parte los de Granada y Santander,
comprende exclusivamente el
área gec¿ráíica de Europa, centrada
en Ginebra, su Asamblea general
acaba de reunirse en Praga, acordan­
do crear una categoría especial de
miembros no europeos.
Aquellos Festivales celebrados fuera
de Europa, pero que por sus programas,
sus intérpretes y su público
contribuyan a la expansión de la ciütura
europea, podrán desde ahora
formar parte de la Asociación como
miembros correspondientes.
Aplaudimos esta resolución de la
Asociación Europea de Festivales,
que abriendo sus puertas a Israel y
Japón ensancha el campo de sus actividades
culturales, contribuyendo al
acercamiento entre los pullos, base
fimdamental para alcanzar y asegurar
la paz universal.— J. ESPINOS
ORLANDO,
EL CORONEL OAROIA VAL-
SEGA, MIEMBRO TITULAR
DEL INSTITUTO OE CUL­
TURA HISPÁNICA
En nombre del presidente del
Patronato del Instituto de Cultura
Hispánica, ministro de
Asuntos Exteriores, don Femando
María Castlella, el director
del Instituto, don Gregorio Marañen,
ha impuesto las Insignias
de miembro titular de Cultura
Hispánica al coronel don
José García Valseca director y
propietario de la cadena de periódicos
de Méjico que lleva su
nombre.
Asistieron al acto el director
general de Información, don
Carlos Robles Piquer; director
general de Prensa, don Manud
Jiménez Quílez; secretarlo de la
Cámara de Comercio e Indtistrla
Me.1icana, don Fausto Gutiérrez
Navas; señorita Violeta
Seguel, del Consejo de Turismo
de Méjico, y representante de
España en Méjico, don Gabriel
Martínez de Mata, entre otrsá
personalidades.
Pronunció unas t^abras ú»
ofrecimiento del acto el dlreCíor
del Institato 4« Ouitu» Hiqpi^
nica.