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o La publicidad o jactancia de las conductas perturbadoras de la convivencia a través
de aparatos electrónicos u otros medios.
o Causar daño, injuria u ofensa a los compañeros o compañeras de menor edad o a
sus bienes así como a los compañeros recién incorporados al centro.
o El perjuicio evidente que cualquier conducta pueda ocasionar al resto de alumnos.
o Cualquier acto que atente al derecho de no discriminación por razones de raza,
sexo, nivel social, convicciones morales, religiosas o políticas así como
discapacidades físicas o psíquicas.
o El incumplimiento reiterado de las normas en las aulas por atentar al derecho de
educación del resto de los compañeros.
o El incumplimiento de alguna sanción previa.
o La falsificación de documentos del centro.
Estas conductas perturbadoras de la convivencia en el centro pueden clasificarse,
según su gravedad, en:
o Conductas contrarias a las normas de convivencia del centro.
o Conductas gravemente perjudiciales para la convivencia del centro, que serán
calificadas como faltas.
• ARTÍCULO 60. Concreción de las conductas contrarias a las normas de
convivencia del centro.
Se consideran conductas contrarias a las normas de convivencia del centro las
siguientes:
o Las manifestaciones expresas contrarias a los valores y derechos democráticos
legalmente establecidos.
o Las acciones de desconsideración, imposición de criterio, amenaza, insulto y falta
de respeto, en general, a los miembros de la comunidad educativa, siempre que no
sean calificadas como faltas.
o La falta de puntualidad o de asistencia a clase, cuando no esté debidamente
justificada.
o La incorrección en la presencia, motivada por la falta de aseo personal o en la
indumentaria.
o El incumplimiento del deber de estudio durante el desarrollo de la clase.
o El deterioro leve de las dependencias del centro, de su material o de pertenencias
de otros miembros de la comunidad educativa, realizado de forma intencionada.
Además, se consideran conductas contrarias a las normas de convivencia del centro
aquellas que incumplan las normas de convivencia establecidas en los artículos 56 y 57 de
este reglamento, si no hay circunstancias agravantes, y cualquier otra incorrección que altere el
normal desarrollo de la actividad escolar y no constituya falta.
• ARTÍCULO 61. Concreción de las conductas gravemente perjudiciales para la
convivencia del centro.
Se consideran conductas gravemente perjudiciales para la convivencia del centro las
siguientes: