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—No es bonito en absoluto —fue <strong>la</strong> apenada réplica de<br />
Prudence—. De hecho, su nuevo regimiento tiene unos uniformes<br />
espantosos: muy sencillos, de color verde oscuro con<br />
botones negros, sin una pizca de dorado ni de encaje. Y cuando<br />
le pregunté <strong>por</strong> el motivo, el capitán Phe<strong>la</strong>n me dijo que<br />
eran así para que los fusileros pudieran ocultarse mejor. Pero<br />
eso no tiene sentido alguno, ya que todo el mundo sabe que<br />
los soldados británicos son demasiado valientes y orgullosos<br />
como para esconderse durante una batal<strong>la</strong>. Pero Christopher...<br />
quiero decir, el capitán Phe<strong>la</strong>n... el caso es que me dijo<br />
que tenía que ver con... En fi n, usó una pa<strong>la</strong>bra que sonaba<br />
francesa...<br />
—¿Camufl aje? —preguntó Beatrix, intrigada.<br />
—Eso, ¿cómo lo sabes?<br />
—Muchos animales tienen modos de camufl arse para evitar<br />
ser vistos. Los camaleones son un buen ejemplo. O el plumaje<br />
moteado de los búhos, que los ayuda a asemejarse al<br />
tronco de los árboles. De ese modo...<br />
—¡Por Dios, Beatrix! No empieces con otra char<strong>la</strong> sobre<br />
los animales.<br />
—No lo haré si me hab<strong>la</strong>s del perro.<br />
Prudence le dio <strong>la</strong> carta.<br />
—Léelo tú misma.<br />
—Pero, Pru —protestó Beatrix, al tiempo que <strong>la</strong>s pulcras<br />
y pequeñas hojas caían en sus manos—, el capitán Phe<strong>la</strong>n<br />
puede haberte escrito algo de índole personal.<br />
—¡Ojalá tuviera esa suerte! Pero es deprimente. Sólo hab<strong>la</strong><br />
de batal<strong>la</strong>s y de ma<strong>la</strong>s noticias.<br />
Aunque Christopher Phe<strong>la</strong>n era el último hombre a quien<br />
Beatrix defendería, se vio obligada a seña<strong>la</strong>r:<br />
—Está luchando en Crimea, Pru. No creo que haya muchas<br />
cosas alegres sobre <strong>la</strong>s que escribir en tiempo de guerra.<br />
—Bueno, nunca me han interesado los países extranjeros<br />
y tampoco he fi ngido que me interesaban.<br />
Beatrix esbozó una sonrisa muy a su pesar.<br />
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