25.10.2012 Views

Saramago, Jose - Ensayo sobre la ceguera

Saramago, Jose - Ensayo sobre la ceguera

Saramago, Jose - Ensayo sobre la ceguera

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

48<br />

delicadamente los bordes de <strong>la</strong> herida, era lo único que podía hacer, ni<br />

siquiera valía <strong>la</strong> pena <strong>la</strong>var<strong>la</strong>, <strong>la</strong> infección lo mismo podría tener su<br />

origen en <strong>la</strong> profunda estocada de un tacón de zapato que había<br />

estado en contacto con el suelo en <strong>la</strong>s calles y aquí dentro, como por<br />

agentes patógenos con gran probabilidad existentes en el agua fétida,<br />

medio muerta, salida de tuberías antiguas y en mal estado. La<br />

muchacha de <strong>la</strong>s gafas oscuras, que se había levantado al oír el<br />

gemido, se fue acercando lentamente, contando <strong>la</strong>s camas. Se inclinó<br />

hacia de<strong>la</strong>nte, y luego, extendió <strong>la</strong> mano, que rozó <strong>la</strong> cara de <strong>la</strong> mujer<br />

del médico, y después, alcanzando, sin saber cómo, <strong>la</strong> mano del<br />

herido, que quemaba, dijo pesarosa, Le pido perdón, fue mía toda <strong>la</strong><br />

culpa, no tenía por qué hacer lo que hice, No se preocupe, dijo el<br />

hombre, son cosas fue pasan en <strong>la</strong> vida, también yo hice algo que no<br />

debería haber hecho.<br />

Casi cubriendo <strong>la</strong>s últimas pa<strong>la</strong>bras, se oyó <strong>la</strong> voz áspera del<br />

altavoz, Atención, atención, se comunica que <strong>la</strong> comida ha sido<br />

depositada a <strong>la</strong> entrada, y también los productos de higiene y de<br />

limpieza, tienen que salir primero los ciegos a recogerlo, el a<strong>la</strong> de los<br />

posibles contaminados será informada en el momento oportuno,<br />

atención, atención, tienen <strong>la</strong> comida a <strong>la</strong> entrada, saldrán primero los<br />

ciegos. Confundido por <strong>la</strong> fiebre, el herido no entendió todas <strong>la</strong>s<br />

pa<strong>la</strong>bras, creyó que les ordenaban salir, que había terminado <strong>la</strong> reclusión,<br />

e hizo un movimiento para levantarse, pero <strong>la</strong> mujer del<br />

médico lo retuvo, Adónde va, No ha oído lo que dicen, preguntó él,<br />

que salgan los ciegos, Sí, pero para recoger <strong>la</strong> comida. El herido soltó<br />

un Ah, desalentado, y sintió de nuevo que el dolor le revolvía <strong>la</strong>s<br />

carnes. Dijo el médico, Quédense aquí, iré yo, Voy contigo, dijo <strong>la</strong><br />

mujer. Cuando salían de <strong>la</strong> sa<strong>la</strong>, uno de los que acababan de llegar<br />

del a<strong>la</strong> opuesta preguntó, Quién es ése, <strong>la</strong> respuesta vino del primer<br />

ciego, Es médico, un médico de los ojos, Ésta sí que es buena, de lo<br />

mejor que he oído en mi vida, dijo el taxista, nos ha tocado el único<br />

médico que no nos va a servir de nada, También nos ha tocado un<br />

taxista que no podrá llevarnos a ninguna parte, respondió sarcástica <strong>la</strong><br />

chica de <strong>la</strong>s gafas oscuras.<br />

La caja con <strong>la</strong> comida estaba en el zaguán. El médico le pidió a<br />

su mujer, Guíame hasta <strong>la</strong> puerta de entrada, Para qué, Voy a decirles<br />

que tenemos un enfermo con una infección grave y que no tenemos<br />

medicinas, Recuerda el aviso, Sí, pero quizá ante un caso así, Lo<br />

dudo, También yo, pero nuestra obligación es intentarlo. En el zaguán,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!