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Cinco mitos sobre<br />
la sexualidad femenina<br />
A la hora del sexo es fundamental<br />
tener buena información, y lamentablemente<br />
aún hoy –con toda la divulgación<br />
del conocimiento sexológico<br />
que existe- los mitos sexuales están a<br />
la orden del día. Vamos a aclarar entonces<br />
un “top five” de creencias erróneas<br />
muy comunes.<br />
Existe un orgasmo vaginal y uno de<br />
clítoris. En realidad el orgasmo como<br />
respuesta es siempre el mismo, e involucra<br />
tanto a la vagina como al clítoris,<br />
entre otras partes del cuerpo femenino.<br />
Lo que sí es variable es el estímulo que<br />
predomina en la activación del orgasmo,<br />
y en ese sentido es el clítoris<br />
mucho más preponderante que la vagina,<br />
a pesar de que muchas personas<br />
crean lo contrario. Otras zonas erógenas<br />
son importantes en la estimulación<br />
orgásmica, por ejemplo los pezones, el<br />
cuello, las orejas, y también otros sentidos<br />
como el oído, la vista, el olfato,<br />
y por supuesto las fantasías.<br />
La mujer normal alcanza orgasmos<br />
múltiples. Si bien la capacidad orgásmica<br />
femenina es superior a la masculina,<br />
cuatro de cada cinco mujeres<br />
están satisfechas con un orgasmo y no<br />
necesitan más. Sin embargo, a medida<br />
que la mujer progresa en el conocimiento<br />
de su respuesta sexual y en la<br />
confianza con su pareja, es más probable<br />
que logre orgasmos múltiples.<br />
Existe la frigidez femenina. La frigidez<br />
es un término en desuso, por ser<br />
inespecífico y peyorativo. Ningún especialista<br />
en sexualidad con conocimiento<br />
actualizado utiliza este<br />
concepto, y para cada disfunción sexual<br />
tenemos un término adecuado,<br />
por ejemplo: trastorno de la excitación<br />
sexual en la mujer, deseo sexual hipoactivo,<br />
anorgasmia femenina, retardo<br />
orgásmico femenino, vaginismo, fobia<br />
sexual, dispareunia, entre otros.<br />
Si una mujer no se excita sexualmente<br />
es responsabilidad de su pareja.<br />
Es cierto que en algunos casos<br />
este concepto resulta verdadero, ya<br />
que no siempre la pareja es tan abierta<br />
y dispuesta a estimular a la mujer<br />
como ella desea, suelen ser otras las<br />
razones para esta falta de excitación.<br />
Por ejemplo conocimiento insuficiente<br />
de las zonas erógenas y formas de estimulación,<br />
vergüenza para expresar lo<br />
que se desea, delegación en la pareja<br />
de la responsabilidad de darle placer.<br />
La causa de los problemas sexuales<br />
en la mujer es siempre psicológica.<br />
Por supuesto que la variable psicológica<br />
y de la relación de pareja es muy<br />
importante, pero no debemos descuidar<br />
factores médicos que pueden inhibir<br />
la respuesta sexual femenina.<br />
Varias enfermedades agudas y crónicas,<br />
sobre todo las que alteran al sistema<br />
endócrino (es decir al equilibrio<br />
hormonal), y ciertas medicaciones (especialmente<br />
algunos psicofármacos)<br />
deben estudiarse cuando hacemos el<br />
diagnóstico y planificamos el tratamiento<br />
sexológico.