Contenido - Facultad de Ingeniería - UNAM

Aromas de mi Tierra
Una muestra pictórica para ver y oler
Héctor Pineda
Fotografías: Jorge Estrada Ortíz
Una obra que huele a jazmines, a
café, a machaca, a churros y chocolate,
que nos hace recordar México
y sus aromas, sus colores, sus paisajes,
sus cielos, su culto a la muerte y sus tra-
diciones. Así se podría resumir Aromas de
mi Tierra, muestra pictórica y olfativa de la
maestra Teresa Mireya Reyes Hurtado que
se exhibió en el vestíbulo de la biblioteca Enrique
Rivero Borrell.
Egresada de San Carlos y puma de corazón,
Mireya Reyes compartió en esta muestra parte
del acervo de la familia Hurtado Guillén,
una colección que inicia con el retrato de su
madre (la maestra rural y artista plástica Lilia
Hurtado Guillén de quien heredó su amor por
la pintura), y continúa en lienzos y vestidos,
con paisajes de Tamaulipas, lugar donde creció,
así como varios de los aromas que formaron
parte de su niñez.
Sobre ello comentó: “Esto nació la noche en
que terminé de pintar el cuadro de mis abuelos.
Al irme a dormir me encontraba muy
nostálgica y soñé con el aroma del café que
tomaba mi abuelo meciéndose en su sillón,
fumando y jugando con la niña que era, escondiéndose
para robarle un sorbo de su café.
En ese sueño sentí que me envolvían los aromas
del café, de su tabaco, de las albóndigas
de mi abuelita, el de la leche hirviendo, el del
chocolate caliente y los churros con canela y
azúcar, y ahí es cuando surgen los aromas en
mi pintura”.
Esta muestra, llena reminiscencias personales,
invita a la añoranza al ver, y sobre todo
al oler las obras; el espectador conjuga sus recuerdos
con los de la artista en una experiencia
más rica. “La obra está llena de vivencias,
por ejemplo en los abanicos represento a la
noche tibia, joven que huele a jazmines e invita
a compartir el amor, y el público con estos
olores e imágenes evoca sus propias vivencias.
También están presentes nuestras raíces,
nuestro amado México, sus olores, colores y
paisajes”.
La obra tiene 60 aromas repartidos en lienzos
y vestidos, que junto a sus trabajos en piel de
bovino es lo más nuevo. La maestra Reyes tiene
la inquietud de plasmar el arte en cualquier
superficie, “la piel de bovino representa también
nuestra animalidad racional, pero somos
animales al fin”. Señaló que tiene 60 aromas
formulados, “y el deseo de plasmarlos en las
pinturas para que las enriquezcan; que lleven
una invitación, por ejemplo a oler las manzanas
y percibir salud, pecado e incitar algo más
con su olor y sus tonos rojos, enfatizó.
Gaceta digital FI • No° 6 • Abril, 2011
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