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Por la puerta de atrás
mente todo lo que dejaba atrás. Su mujer, sus hijos… Ellos
jamás podrían comprender lo que ignoraban. Y sentía un inmenso
asco por haber trabajado tanto tiempo en las cloacas
del Estado. Siempre se piensa que uno sirve al bien, pero él
dejaba este mundo con la sensación de haber contribuido a
que todo fuera aún más repugnante. En el fondo siempre lo
supo, pero el elevado sueldo que llevaba a casa acabó por
convencerle de que al menos los suyos se beneficiaban de un
siniestro trabajo que siempre desconocerían. Por ejemplo, durante
el último año había espiado, perseguido y amenazado a
un compañero de colegio que trabajaba en las investigaciones
sobre la tesis su padre y hasta llegó a montar el dispositivo
para acabar con la vida de su viejo amigo en ése mismo día
en el que también él dejaría éste mundo. Quizá se encontraría
con su viejo compañero de clase en la otra vida… ¿Qué le
diría? Esperaba no tener ojos para no tener que sostener esas
miradas que reclaman justicia… ¡Pero qué asco se daba de sí
mismo! Antes de estrellarse contra las rocas pensó que, con
toda justicia, merecía morir.
La versión oficial sobre su muerte sería sencilla de creer,
porque Javier Garcés, el agente, un espía, en su vida normal
para sus amigos, su familia, su mujer y sus hijos, era un
empresario dueño de una pequeña constructora que había
tenido cierto éxito hasta que desde el inicio de la crisis inmobiliaria
y financiera las cuentas le habían ido cada vez
peor –como a tantos- y por eso tomó la decisión de acabar
con sus deudas. Estaba desesperado y punto. Encajaría: en
los últimos años había habido varios casos iguales en España
y nadie preguntaría. Eso justificaba sus enormes ingresos
anteriores y su desesperación actual. Y así, tal cual, lo explicó
una noticia en la prensa local, al día siguiente, en un
recuadro minúsculo de una página par, un día de finales de
septiembre de 2011. Sólo los cuadros directivos del CNI, algunas
personas informadas del Gobierno terminal del PSOE
–mucho mejor informadas sin duda que las del Partido Po-
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