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Walter

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La obra de arte en la época de su reproducibilidad técnica<br />

(Traducción: Luis Miguel Isava)<br />

6<br />

más poderoso es el cine. La importancia social de éste no es imaginable incluso en su<br />

forma más positiva, y precisamente en ella, sin este otro lado suyo destructivo, catártico:<br />

la liquidación del valor de la tradición en la herencia cultural. Este fenómeno es más<br />

tangible en las grandes películas históricas. En este ámbito se apropia siempre nuevas<br />

posiciones. Y cuando Abel Gance proclamó con entusiasmo en 1927: «Shakespeare,<br />

Rembrandt, Beethoven, harán cine... Todas las leyendas, todas las mitologías y todos los<br />

mitos, todos los fundadores de religiones, más, todas las religiones... esperan su<br />

resurrección iluminada [belichtete], y los héroes se aglomeran en las puertas» 5 invitaba,<br />

sin quererlo del todo, a una liquidación general.<br />

III<br />

Dentro de los grandes espacios históricos de tiempo se modifican, junto con la<br />

forma de existencia de las colectividades humanas, el modo y manera de su percepción<br />

sensorial. El modo y manera en que la percepción humana se organiza –el medio en el<br />

que tiene lugar– están condicionados no sólo natural, sino también históricamente. El<br />

tiempo de las migraciones en masa, en el que surgieron la industria artística del Bajo<br />

Imperio y el Génesis de Viena, tuvo, además de un arte distinto del antiguo, una<br />

percepción también distinta. Los eruditos de la escuela vienesa, Riegel y Wickhoff, que<br />

se resistieron al peso de la tradición clásica que había sepultado aquel arte, son los<br />

primeros a los que se les ocurrió sacar de él conclusiones acerca de la organización de la<br />

percepción en el tiempo en que tuvo vigencia. A pesar del vasto alcance de sus<br />

conocimientos, éstos hallaron un límite en [el hecho de] que estos investigadores se<br />

contentaron con indicar la signatura formal propia de la percepción en el tiempo del<br />

Bajo Imperio. No intentaron –y quizá ni siquiera podían esperar– mostrar las<br />

revoluciones [Umwälzungen] sociales que se expresaban en estos cambios de la<br />

percepción. Para el presente, las condiciones para una comprensión [Einsicht] de este<br />

tipo son más favorables. Y si los cambios en el medio de la percepción que nos son<br />

contemporáneos se pueden captar como colapso del aura, entonces se pueden poner de<br />

manifiesto sus condicionamientos sociales.<br />

5 Abel Gance, «Le temps de l'image est venu» en: L’art cinématographique II, París, 1927, p. 94-96.

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