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mar. 1915 - Publicaciones Periódicas del Uruguay

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EVOLUCIÓN 161<br />

impera todavía una gran incertidumbre. Para la mayoría, ese apoyo<br />

material subsiste como necesario, y las partículas eléctricas, es decir,<br />

los electrones, están mezclados o yustapuestos a los átomos materiales.<br />

Estos electrones, según ellos, circulan al través de los cuerpos<br />

conductores—los metales, por ejemplo—con una velocidad <strong>del</strong> orden de<br />

la de la luz, por medio de un mecanismo desconocido por completo.<br />

Para los partidarios de la estructura exclusivamente eléctrica de<br />

la materia, el átomo se compone únicamente de torbellinos eléctricos.<br />

Al rededor de un pequeño número de elementos positivos giran<br />

con extraordinaria velocidad los electrones negativos, cuyo número no<br />

es inferior a un millar, y frecuentemente muy superior a esta cifra.<br />

Su conjunto forma el átomo, el cual consistiría, considerado de este<br />

modo, una especie de sistema solar en miniatura. El átomo de materia,<br />

escribe Larmor, se compone de electrones y de nada más. En su<br />

forma habitual, el átomo sería eléctricamente neutro. Solamente se<br />

convertiría en positivo o negativo cuando se le despojase de electrones<br />

de nombre contrario, como se hace en la electrólisis. Todas las<br />

reacciones químicas se deberían a pérdidas o ganancias de electrones.<br />

(Le Bon). Un átomo que pierde un electrón, se Vuelve un ion electropositivo<br />

monovalente; si pierde dos, se convierte en ion electropositivo<br />

bivalente, y así sucesivamente; es el caso de los metales. Un<br />

átomo que adquiere un electrón demás, se Vuelve un ion electronegativo<br />

monovalente; será bivalente si adquiere dos; es el caso de los metaloides.<br />

Un átomo que no fuera apto para adquirir ni para perder ningún<br />

electrón, sería un átomo sin afinidad química; es el caso de los<br />

átomos de helio, criptón, argón. Sabemos que para la mayor parte de<br />

los cuerpos, la ionización no se produce sino en estado de solución.<br />

El estado sólido no se presta para las combinaciones químicas.<br />

Sin embargo, ciertas reacciones de contacto, ciertos fenómenos de<br />

difusión sólida, y sobre todo la conductibilidad eléctrica de los metales,<br />

nos indican que aún en el estado sólido el átomo no es estable.<br />

(Guilleminot).<br />

Si en vez de moverse rápidamente en el átomo, los electrones se<br />

hallasen en reposo, se precipitarían unos sobre otros; pero la velocidad<br />

de que están animados permite que su fuerza centrífuga equilibre<br />

sus atracciones recíprocas. Cuando por una causa cualquiera, una<br />

pérdida de energía cinética debida a la radiación de electrones en el<br />

éter, por ejemplo, se reduce esta velocidad de rotación, dominan las<br />

fuerzas atractivas, y los electrones tienden a reunirse. Si, al contrario,<br />

impera la fuerza centrífuga, se escapan en el espacio, como puede<br />

reconocerse en los fenómenos radioactivos.<br />

Según J. J. Thomson, el átomo podía representarse por una esfera<br />

electrizada positivamente, en la cual se encontrasen distribuidos los<br />

electrones negativos. La electricidad positiva atraería a los electrones<br />

negativos, mientras que su mutua repulsión los alejaría, distribuyéndose<br />

de manera qse equilibrasen las atracciones y repulsiones. El

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