21.06.2014 Views

el Popol Vuh en PDF - Instituto Cultural Quetzalcoatl

el Popol Vuh en PDF - Instituto Cultural Quetzalcoatl

el Popol Vuh en PDF - Instituto Cultural Quetzalcoatl

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

El <strong>Popol</strong> <strong>Vuh</strong> 18<br />

El tercero de los que se <strong>en</strong>orgullecían, segundo hijo de Principal Guacamayo, llamado<br />

Gigante de la Tierra, decía: “Yo destruyo las montañas”. Y Maestro Mago, Brujito, v<strong>en</strong>cieron<br />

también a Gigante de la Tierra. Maestro Gigante [R<strong>el</strong>ámpago], Hu<strong>el</strong>la d<strong>el</strong> R<strong>el</strong>ámpago, Espl<strong>en</strong>dor<br />

d<strong>el</strong> R<strong>el</strong>ámpago, dijeron, hablando a Maestro Mago, Brujito: “Que también sea v<strong>en</strong>cido <strong>el</strong> segundo<br />

hijo de Principal Guacamayo. Tal es nuestra Palabra, porque no está bi<strong>en</strong> lo que él hace sobre la<br />

tierra: exaltar su gloria, su grandeza, <strong>en</strong> pot<strong>en</strong>cia. Que ya no sea más así”. “Atraedlo dulcem<strong>en</strong>te<br />

hacia <strong>el</strong> Ori<strong>en</strong>te”43, dijeron “también los Maestros Gigantes a los dos <strong>en</strong>g<strong>en</strong>drados. “Muy bi<strong>en</strong>,<br />

jefes”, respondieron éstos. “No está bi<strong>en</strong> lo que vemos. ¿No sois vosotros la Exist<strong>en</strong>cia, la<br />

Fundación, los Espíritus d<strong>el</strong> Ci<strong>el</strong>o?”, dijeron los <strong>en</strong>g<strong>en</strong>drados, recibi<strong>en</strong>do la Palabra de los<br />

Maestros Gigantes. Y <strong>en</strong> aqu<strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to Gigante de la Tierra destruía las montañas. Por poco<br />

que con <strong>el</strong> pie golpease la tierra, <strong>en</strong> seguida a causa de esto se desgarraban las montañas<br />

grandes, las montañas pequeñas44. Entonces fue <strong>en</strong>contrado por los <strong>en</strong>g<strong>en</strong>drados. “Jov<strong>en</strong>,<br />

¿adonde vas?”, dijéronle a Gigante de la Tierra. “No voy a ninguna parte, solam<strong>en</strong>te derribo las<br />

montañas, yo soy su destructor, mi<strong>en</strong>tras haya días, mi<strong>en</strong>tras haya albas45”, dijo él, respondió él<br />

<strong>en</strong>tonces. Después, a su vez, Gigante de la Tierra [les] dijo a Maestro Mago, Brujito: “¿Por qué<br />

v<strong>en</strong>ís vosotros? Yo no conozco vuestros rostros. ¿Cuál es vuestro nombre?”; [así] dijo Gigante<br />

de la Tierra. “No t<strong>en</strong>emos nombre. Solam<strong>en</strong>te cazamos con cerbatana, solam<strong>en</strong>te cazamos con<br />

liga, <strong>en</strong> las montañas. Nosotros [somos] solam<strong>en</strong>te unos pobres; nada [es] de nosotros, oh jov<strong>en</strong>.<br />

Solam<strong>en</strong>te recorremos las pequeñas montañas, las grandes montañas, oh jov<strong>en</strong>. He aquí que<br />

hemos visto una gran montaña, pero <strong>en</strong> donde está se v<strong>en</strong> precipicios; se <strong>el</strong>eva a gran altura: es<br />

tan alta que sobrepasa a todas las montañas. No hemos podido coger, pues, <strong>en</strong> <strong>el</strong>la uno, dos<br />

pájaros, oh jov<strong>en</strong>. ¿Pero derribas verdaderam<strong>en</strong>te todas las montañas, oh jov<strong>en</strong>?”, dijeron<br />

Maestro Mago, Brujito a Gigante de la Tierra. “¿Visteis verdaderam<strong>en</strong>te la montaña que decís?<br />

¿En dónde está? Yo la veré, la derribaré. ¿En dónde la visteis?” “Está allá abajo, al Este”,<br />

respondieron Maestro Mago, Brujito. “Bi<strong>en</strong>. Elegid nuestro camino46”, dijo él a los <strong>en</strong>g<strong>en</strong>drados.<br />

“No, no. Te pondremos <strong>en</strong>tre los dos <strong>en</strong> medio, y uno estará a tu izquierda, uno a tu derecha, a<br />

causa de nuestras cerbatanas; si hay pájaros nosotros les dispararemos con las cerbatanas”,<br />

respondieron. Alegrem<strong>en</strong>te probaron a disparar con sus cerbatanas. He aquí que disparando con<br />

las cerbatanas no había bala <strong>en</strong> sus cerbatanas; solam<strong>en</strong>te soplaban disparando con las<br />

cerbatanas contra los pájaros47; Gigante de la Tierra estaba maravillado. Entonces los<br />

<strong>en</strong>g<strong>en</strong>drados frotaron fuego48, asaron sus pájaros ante <strong>el</strong> fuego. Untaron con creta alrededor un<br />

pájaro, le pusieron tierra blanca49. “He aquí lo que le daremos para excitar su gula por <strong>el</strong> husmo<br />

que <strong>en</strong> él <strong>en</strong>contrará. Nuestro pájaro le derrocará. De igual modo que de tierra está <strong>en</strong>vu<strong>el</strong>to todo<br />

alrededor por nosotros este pájaro, a tierra le echaremos, <strong>en</strong> tierra le inhumaremos. Demasiada<br />

Ci<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> un construido, un formado, cuando comi<strong>en</strong>za la germinación, cuando comi<strong>en</strong>za <strong>el</strong><br />

alba”, dijeron los <strong>en</strong>g<strong>en</strong>drados. “Cierto, a causa d<strong>el</strong> deseo de todos los corazones de comer, de<br />

triturar, <strong>el</strong> corazón de Gigante de la Tierra deseará lo mismo”, dijeron <strong>en</strong>tre sí Maestro Mago,<br />

Brujito. Durante este tiempo asaban al pájaro, <strong>el</strong> cual cocía y amarilleaba asándose; <strong>el</strong> jugo d<strong>el</strong><br />

pájaro goteaba, fluía por todas partes, t<strong>en</strong>ía un husmo muy suave. He aquí que Gigante de la<br />

Tierra deseó comer de él y que se le hizo agua la boca, que bostezó, que la saliva, la baba, corrió<br />

a causa d<strong>el</strong> sabroso pájaro. Entonces preguntó: “¿Qué es este alim<strong>en</strong>to? Si<strong>en</strong>to un husmo<br />

verdaderam<strong>en</strong>te exquisito. Dadme pues un poco”; [así] dijo. Se [le] dio <strong>en</strong>tonces <strong>el</strong> pájaro a<br />

Gigante de la Tierra, para v<strong>en</strong>cerlo. Después de que hubo acabado [de comerse] aqu<strong>el</strong> pájaro,<br />

caminaron de nuevo dirigiéndose hacia <strong>el</strong> Ori<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> donde estaba la gran montaña. He aquí<br />

que va Gigante de la Tierra se desvanecía de los pies, de las manos, estaba sin fuerzas, a causa<br />

de la tierra con la cual se había untado todo alrededor <strong>el</strong> pájaro d<strong>el</strong> que había comido. No podía<br />

ya hacerles nada a las montañas ni acabar de derribarlas. Y <strong>en</strong>tonces, ligado por los<br />

<strong>en</strong>g<strong>en</strong>drados, [estando] sus manos atadas atrás, sus manos guardadas por los extranjeros, <strong>el</strong><br />

10<br />

<strong>Instituto</strong> <strong>Cultural</strong> <strong>Quetzalcoatl</strong><br />

www.sama<strong>el</strong>gnosis.net

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!