21.06.2014 Views

el Popol Vuh en PDF - Instituto Cultural Quetzalcoatl

el Popol Vuh en PDF - Instituto Cultural Quetzalcoatl

el Popol Vuh en PDF - Instituto Cultural Quetzalcoatl

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

El <strong>Popol</strong> <strong>Vuh</strong> 30<br />

[Los segundones] com<strong>en</strong>zaron sus trabajos para manifestarse ante su abu<strong>el</strong>a, ante su<br />

madre. Primeram<strong>en</strong>te hicieron su campo. “Oh abu<strong>el</strong>a nuestra, oh madre nuestra, trabajaremos<br />

<strong>en</strong> los campos”, dijeron. “No os aflijáis. Nosotros somos, nosotros, vuestros nietos, nosotros los<br />

sustitutos de nuestros hermanos mayores”, dijeron Maestro Mago, Brujito. Entonces tomaron su<br />

hacha [para madera], su azadón, su coa78, y caminaron, cada uno con su cerbatana al hombro.<br />

Al salir de su casa recom<strong>en</strong>daron a su abu<strong>el</strong>a que les llevara su comida. “Oh abu<strong>el</strong>a nuestra, que<br />

se nos dé a mediodía nuestro alim<strong>en</strong>to”, dijeron. “Muy bi<strong>en</strong>, oh nietos míos”, respondió su abu<strong>el</strong>a.<br />

Llegaron <strong>en</strong> seguida allá donde estaba <strong>el</strong> campo. Por todas partes <strong>en</strong> donde hundieron su<br />

azadón <strong>en</strong> la tierra, <strong>el</strong> azadón sólo trabajó la tierra; <strong>el</strong>los no trabajaban; <strong>el</strong> azadón sólo. Y<br />

golpearon con <strong>el</strong> hacha los troncos de los árboles y las ramas de los árboles, derribando,<br />

podando, derribándolo todo, árboles, bejucos; y cortaba aqu<strong>el</strong>la madera, hacía todo aqu<strong>el</strong>lo, un<br />

hacha sola. He aquí que <strong>el</strong> azadón arrancaba mucho; innumerables las zarzas, los espinos,<br />

trabajados por un azadón sólo; innumerable lo que fue arrancado <strong>en</strong> las montañas pequeñas, las<br />

montañas grandes. Entonces ord<strong>en</strong>aron a un animal llamado Paloma Torcaz; habiéndola hecho<br />

subir a un gran tronco, Maestro Mago, Brujito, le dijeron: “Mira cuando nuestra abu<strong>el</strong>a v<strong>en</strong>ga a<br />

darnos nuestro alim<strong>en</strong>to; arrulla luego que llegue, arrulla y cogeremos <strong>el</strong> azadón, <strong>el</strong> hacha”. “Muy<br />

bi<strong>en</strong>”, respondió Paloma Torcaz. He aquí que <strong>el</strong>los no hicieron más que tirar con cerbatanas; <strong>en</strong><br />

realidad no trabajaron <strong>el</strong> campo. Después de lo cual. Paloma Torcaz arrulló. Al instante vinieron,<br />

<strong>el</strong> uno a tomar <strong>el</strong> azadón, <strong>el</strong> otro a tornar <strong>el</strong> hacha. Habiéndose <strong>en</strong>vu<strong>el</strong>to la cabeza, <strong>el</strong> uno se<br />

cubrió falazm<strong>en</strong>te de tierra las manos, <strong>en</strong>suciándose <strong>el</strong> rostro lo mismo, como un verdadero<br />

labrador; <strong>el</strong> otro se cubrió falazm<strong>en</strong>te de astillas de madera la cabeza, como si verdaderam<strong>en</strong>te<br />

hubiera podado, carpinteado. Entonces fueron vistos por su abu<strong>el</strong>a. En seguida comieron. En<br />

verdad, no habían trabajado <strong>el</strong> campo; llegóse, pues, sin causa, a darles su comida.<br />

Cuando llegaron a la casa: “Abu<strong>el</strong>a nuestra, verdaderam<strong>en</strong>te nos acostamos”, dijeron al<br />

<strong>en</strong>trar, estirando sin motivo sus piernas, sus brazos, d<strong>el</strong>ante de su abu<strong>el</strong>a. Cuando al día<br />

sigui<strong>en</strong>te volvieron, llegaron al campo, todos los árboles, los bejucos, se habían vu<strong>el</strong>to a levantar,<br />

todas las zarzas, los espinos, estaban <strong>en</strong>marañados, cuando llegaron. “¿Quién se ha burlado de<br />

nosotros?”, dijeron. “Los que hicieron esto son todos los animales pequeños, los animales<br />

grandes, puma, jaguar, v<strong>en</strong>ado, conejo, zorro, coyote, cerdo, puerco-espín, los pájaros<br />

pequeños, los pájaros grandes; son <strong>el</strong>los qui<strong>en</strong>es hicieron esto y lo hicieron <strong>en</strong> una noche”. En<br />

seguida com<strong>en</strong>zaron de nuevo a trabajar <strong>el</strong> campo, hicieron lo mismo <strong>en</strong> la tierra para cortar los<br />

árboles; c<strong>el</strong>ebraron consejo mi<strong>en</strong>tras cortaban los árboles, mi<strong>en</strong>tras arrancaban. “Solam<strong>en</strong>te<br />

v<strong>el</strong>aremos nuestro campo. Quizás sorpr<strong>en</strong>deremos a qui<strong>en</strong>es vinieron a hacer esto”, dijeron<br />

c<strong>el</strong>ebrando consejo; después volviéronse a la casa. “¿Qué véis?79 ¿Se burlan de nosotros, oh<br />

abu<strong>el</strong>a nuestra? Grandes hierbas, la gran s<strong>el</strong>va, [hay] allá adonde estaba nuestro campo cuando<br />

de día fuimos, oh abu<strong>el</strong>a nuestra”, dijeron a su abu<strong>el</strong>a, a su madre. “Volveremos, v<strong>el</strong>aremos; no<br />

[está] bi<strong>en</strong> que se nos haga eso”, dijeron. En seguida se armaron, <strong>en</strong> seguida volvieron a sus<br />

árboles cortados y se ocultaron <strong>en</strong> <strong>el</strong>los, se abrigaron a la sombra. Entonces los animalitos se<br />

congregaron, cada especie reuniéndose, todos los animales pequeños, los animales grandes; he<br />

aquí que a media noche llegaron. He aquí sus Palabras: “¡Arboles, levantaos! ¡Bejucos,<br />

levantaos!”; [así] dijeron al llegar, amontonándose bajo los árboles, bajo los bejucos; <strong>en</strong>tonces<br />

avanzaron, se mostraron, ante los rostros [de los dos segundones]. He aquí los primeros: <strong>el</strong><br />

puma, <strong>el</strong> jaguar; [los jóv<strong>en</strong>es] quisieron cogerlos, pero no se dieron80 a <strong>el</strong>los. Entonces<br />

avanzaron, colas acercadas, <strong>el</strong> v<strong>en</strong>ado, <strong>el</strong> conejo; [los jóv<strong>en</strong>es] los asieron pero no arrancaron<br />

más que la extremidad de la cola d<strong>el</strong> v<strong>en</strong>ado, [d<strong>el</strong> conejo], que se les quedó <strong>en</strong>tre las manos:<br />

habi<strong>en</strong>do asido la cola d<strong>el</strong> v<strong>en</strong>ado, la cola d<strong>el</strong> conejo, dichas colas fueron acortadas. El zorro, <strong>el</strong><br />

coyote, <strong>el</strong> cerdo, <strong>el</strong> puerco-espín, no se dieron a <strong>el</strong>los. Todos los animales se mostraron ante<br />

Maestro Mago. Brujito. Los corazones de éstos fueron afligidos porque no cogieron ninguno. Otro<br />

<strong>Instituto</strong> <strong>Cultural</strong> <strong>Quetzalcoatl</strong><br />

16<br />

www.sama<strong>el</strong>gnosis.net

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!