revista icruceros 6º número Entrevistamos al Sueño de Morfeo

Montecarlo
Genova
Una de las principales ciudades italianas en
cuanto a población, imposible moverse en
coche por el casco antiguo por la estrechez
de sus calles y la falta de aparcamientos, los
genoveses en su mayoría circula en moto.
Desde el puerto donde nos deja el autocar
empezamos nuestro callejeo por unas calles
con regusto marinero, repletas de gente mayoritariamente
turistas, tiendas de comestibles,
helados, embutidos proliferan en ellas y
su olor a parmesano llega a nuestro sentido.
La Catedral de San Lorenzo resulta original,
su fachada es de mármol blanco y negro, y
sus columnas estilo gótico, sobre la puerta
principal un Cristo con el brazo levantado,
en su parte inferior una
Debe su nombre “Monte” por estar
ubicado en un montículo y “Carlo” en
honor a su fundador Carlos III de Mónaco.
Empinamos la cuesta del recinto
todo ajardinado y con un sol de justicia,
el primer edificio que encontramos
pensando que es un palacete resulta
ser la Discoteca Budha Bar, donde se
reúne lo más de lo más del mundo, al
pasar por delante se percibe el olor
del dinero y de las tarjetas de platino.
Seguimos la cuesta arriba pasando por
tiendas de primeras marcas, cruzándonos
con coches de alta gama hasta llegar
al famoso Casino, un edificio majestuoso
donde para entrar a visitar la
sala de juegos se debe dejar el D.N.I.,
dado que tenemos el tiempo justo para
volver al bus que nos llevará al barco
dejamos la visita para otra ocasión en
la que iremos con la tarjeta oro.