Informe Jornadas Patrimonio Cultural y Natural - Unesco Etxea

encontrar respuestas más eficaces e inclusivas para la convivencia en el siglo XXI. La
cuestión identitaria y de creación de ciudadanía también puede generarse de una
adecuada puesta en valor de este patrimonio.
Por tanto, frente a todos esos retos del siglo XXI, el patrimonio agrario se entiende, por parte
de los participantes en estas Jornadas, como un elemento inherente a la vida humana, tal y
como la conocemos desde hace siglos y a lo largo del mundo, y por tanto, como elemento
clave para dar respuesta a tres ámbitos clave de cara al futuro: servirá para dar respuesta a los
valores inherente a la persona como individuo y a su desarrollo humano, en segundo lugar,
podrá responder también a los valores relacionados con las poblaciones locales, sus culturas,
tradiciones y derechos; y dará respuesta a los valores medio ambientales y de desarrollo
sostenible, generando posibilidades reales para las generaciones futuras. Para todo ello, como
afirmaba también uno de los ponentes, necesitaremos utilizar herramientas actuales y
contemporáneas (lo que hoy se decía como I+D+I aplicado a la agricultura), herramientas
actuales en definitiva para estos patrimonios que son patrimonios vivos desde hace muchas
generaciones.
Así pues, los paisajes culturales vinculados a lo agrario y la alimentación se convierten en una
importante contribución al rol que la cultura y el patrimonio pueden jugar en el desarrollo
sostenible y la participación activa de la sociedad.
Y en definitiva: todos estos ejemplos de gestión del patrimonio agrario dan respuestas de
futuro. El patrimonio agrario se ha mostrado también como un ámbito con posibilidades de
renovación continua, manteniendo las bases de sus tradiciones y técnicas agrarias, pero
adaptándolas a los nuevos tiempos y necesidades. No se trata de “congelar” en el tiempo estos
paisajes, sino de hacerlos viables para el siglo XXI. No son patrimonios detenidos en el tiempo;
no buscan tampoco dejarse llevar por un “conservacionismo” en estado puro o salvaje, por un
aislacionismo. Este patrimonio es un paisaje continuo en el tiempo, que sigue teniendo un
papel social activo (o que, en algunos casos, ha de recuperarlo) en nuestra sociedad
contemporánea. Esto es, un patrimonio vivo y lleno de vida. Y ahora es nuestra responsabilidad
seguir posibilitando que se mantenga aún más vivo.
Muchas gracias. Mila esker.
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