Criterios para establecimientos ubicados en calle Real y plazas ...

Área de Hacienda y Control de Gestión
Servicio de Patrimonio e Inventario
Ocupación de la Vía Pública con mesas y sillas
CRITERIOS GENERALES PARA LA HOMOGENIZACIÓN DE LOS ELEMENTOS DE MOBILIARIO
PARA TERRAZAS DE VELADORES
Dentro del patrimonio genérico que la Ley 7/1985, de 2 de abril, atribuye a las Entidades Locales, están
las denominadas vías públicas, calificadas jurídicamente por el artículo 74 del Texto Refundido de las
disposiciones legales vigentes en materia de régimen local, aprobado por Real Decreto Legislativo
781/1986, así como por el artículo 3.2 del Decreto 18/2006, de 24 de enero, por el que se aprueba el
Reglamento de Bienes de las Entidades Locales de Andalucía, como bienes de dominio público de uso
público, es decir, destinados para el uso común de los vecinos del municipio, sin ningún régimen de
autorización previo siempre que la naturaleza del uso que se pretenda sea acorde con su destino
principal.
Estas vías públicas urbanas son mucho más que un sistema de comunicación: son los lugares en que
se desarrollan las principales funciones urbanas, hacen posible la convivencia colectiva y determinan,
como ningún otro elemento, la imagen de la ciudad, valores todos ellos que este Ayuntamiento tiene
especial deber de preservar.
Las terrazas para uso de hostelería pueden constituir un beneficioso factor para aumentar la utilización
y el disfrute por los ciudadanos de los espacios públicos y contribuir a convertirlos en lugar de estancia,
convivencia y relación. Con sus tradicionales veladores, han cumplido desde hace mucho esa función
que conviene conservar, pero, paralelamente, resulta necesario garantizar los intereses generales, los
usos que indudablemente han de ser considerados preferentes, la seguridad, medio ambiente y el
paisaje urbano, las características mismas de la ciudad y de cada zona, su ambiente, lo que no sólo ha
de reportar beneficios a los ciudadanos sino que también resulta conveniente para los intereses
comerciales de los mismos titulares de los establecimientos.
Para asegurar los intereses generales en juego resulta preciso el establecimiento de límites a la
instalación de terrazas que se convierten jurídicamente en límites al otorgamiento de las
correspondientes licencias. Éstas, por constituir un título para un uso común especial de espacios
públicos y no sólo para realizar una actividad privada a la que tengan derecho los particulares, son por
esencia discrecionales y no puede eliminarse, sin desnaturalizarlas ni poner en peligro los intereses
generales, esa discrecionalidad, que siempre admiten para este tipo de actos las leyes y la
jurisprudencia.
Pero para evitar que esa discrecionalidad derive en inseguridad para los ciudadanos, para las mismas
autoridades y para los interesados, para que tampoco degenere en arbitrariedad o en desigualdades
injustificadas y, finalmente, para que no comporte un riesgo para los valores que hay que defender,
existe voluntad política para la aprobación, en breve, de una ordenanza que la someta a límites.
Límites, en general, que obliguen a denegar las licencias o a restringir la ubicación, la superficie y las
características de las terrazas que pueden llegar a autorizarse; no, por el contrario, límites que
impongan otorgarlas. Se trata de reducir la discrecionalidad, pero no de suprimirla, ni de impedir que se
valoren en cada caso los imperativos de los intereses en juego según las circunstancias particulares,
concretando por un lado los intereses generales que hay que tomar siempre en consideración y, por
otro, parcialmente, las formas de protegerlos. Pero no más, porque ello, no sólo llevaría a una
regulación casuística y extensísima sino, a la postre, a una rigidez del todo inconveniente, imposible de
adaptar a la enorme variedad de lugares, ambientes y necesidades.
Habrá, pues, una discrecionalidad enmarcada, encauzada, limitada, que permite el control, que da
garantías y seguridad a los ciudadanos de lo que en ningún caso puede ser permitido, pero sin convertir
en reglada una actividad administrativa que de ninguna forma puede serlo. Aún así, se preverá la
posibilidad de normas o criterios complementarios específicos que, para determinadas zonas, pueden
concretar mucho más y ofrecer, para su más reducido ámbito, soluciones adaptadas a su peculiaridad.

Y entre todos los aspectos a regular por la referida ordenanza, se encuentra el establecimiento de
criterios para la homogenización del mobiliario de terrazas, que serán de cumplimiento obligatorio para
determinados ámbitos que requieran la armonización de aquellas con el entorno, y de acogimiento
voluntario en los restantes casos.
Pues bien, precisamente con la pretensión de fomentar un cambio en la imagen de las terrazas,
mejorando los elementos estéticos y armonizando el diseño y la calidad de estas instalaciones, con
fecha 1 de diciembre de 2009 se adopta acuerdo por por Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía
por el que, en el marco de la conmemoración del II Centenario de la Constitución de 1812, se aprueban
actuaciones para la renovación y modernización de determinados establecimientos hosteleros de las
ciudades de Cádiz y San Fernando, entre las que se encuentra el "Programa de homogenización de los
elementos de mobiliario para terrazas de veladores".
Por tanto, y sin perjuicio de la futura aprobación de la ordenaza reguladora de las ocupaciones del
dominio público con mesas, sillas y otros elementos análogos, se plantea la necesidad de fijar, con
carácter de urgencia, criterios generales para llevar a cabo la citada homogenización y a los que habrán
de sujetarse los potenciales beneficiarios de las medidas de fomento adoptadas por la Junta de
Andalucía para poder acogerse a las mismas.
A estos efectos, teniendo en cuenta todo lo anterior así como el informe emitido por la Gerencia
Municipal de Urbanismo, la Junta de Gobierno adopta el siguiente Acuerdo:
PRIMERO.- OBJETO
El presente acuerdo tiene por objeto establecimiento criterios generales para la homogenización de las
características de los elementos de mobiliario para terrazas de veladores .
SEGUNDO.- DEFINICIÓN
A los efectos de este acuerdo, se entenderá por terrazas de veladores ocupación de terrenos del
dominio público municipal mediante la localización en aquél del mobiliario adecuado al efecto, tal como
mesas, sillas, sombrillas, toldos, paravientos o cualquier otro elemento análogo en línea de fachada o
frente al establecimiento hostelero y sin barra de servicio distinta de la del propio establecimiento.
TERCERO.- ASPECTOS GENERALES
1. Los elementos de mobiliario a instalar se corresponden con modelos existentes en el mercado
que reúnen las características que se entienden precisas para su función.
2. Todos los muebles y elementos que compongan la terraza serán seguros, sin que ni por sus
características intrínsecas, ni por su utilización previsible, ni por la forma de instalación
presenten riesgos para sus usuarios, viandantes o bienes.
3. El mobiliario de terrazas, deberá ser, por su material y diseño, adecuado para su utilización al
aire libre, fácilmente apilables, y debiendo contar con elementos de protección que disminuyan el
ruido en su desplazamiento o manejo.
CUARTO.- MESAS Y SILLAS
1. La estructura y tablero de las mesas serán de aluminio anonizado.
2. La estructura de las sillas será de aluminio anonizado, con respaldo y asiento en color burdeos.
QUINTO.- SOMBRILLAS
Las sombrillas serán de fuste de aluminio lacado en color burdeos, con lona en tono crema de la gama
de los blancos, debiendo sustentarse con lastre simplemente apoyado y de suficiente peso para evitar
su caída.
SEXTO.- TOLDOS
1. Los toldos exentos de fachada serán del tipo “pórtico central”, con brazos extensibles a dos
aguas, o del tipo “pórtico lateral”, con un solo brazo extensible a un agua, en función de la

dimensión del ámbito a cubrir, y siendo su longitud variable según las necesidades. La
instalación será de una única estructura lineal de pilares, simplemente lastrados y apoyados,
salvo en el caso de que, por circunstancias técnicas y estéticas se permita su empotramiento, y
de material aluminio lacado en color burdeos.
2. Los toldos adosados a la fachada serán de brazo extensible, con estructura de aluminio lacado
en color burdeos.
3. En todo caso, la lona será en tono crema de la gama de los blancos.
SÉPTIMO.- PARAVIENTOS
1. Los paravientos estarán formados por vidrios de seguridad transparentes de 1,50 a 1,80 metros
de altura y perfilería de aluminio lacado en color burdeos. Irán simplemente apoyados, debiendo
disponer de sistemas adecuados que garanticen su estabilidad y consistencia, no permitiéndose
el anclaje ni la perforación del pavimento, y arriostrándose, si es necesario, en el interior, con
macetones de aluminio lacado en color burdeos o de piedra artificial de un color de la gama de
los blancos.
2. Los vídrios de seguridad deberán de incluir, en su caso, la señalización necesaria para el
cumplimiento de la normativa vigente relativa a la percepción de superficies acristaladas (DB-SU
secc SU-2.1 del CTE).
OCTAVO.- PUBLICIDAD
1. Tanto el nombre o logo del establecimiento, como la publicidad comercial sólo se admitirán:
a) En los faldoncillos de las sombrillas, en una sola franja, con una altura máxima de 20
centímetros y en color burdeos.
b) En los faldoncillos de los toldos, en una sola franja, con una altura máxima de 20
centímetros y en color burdeos.
c) Serigrafiados al ácido o técnica similar al efecto, en los vidrios de los paravientos, en
una sola franja, con una altura máxima de 20 centímetros.
2. De igual forma, se incluirá serigrafiado o con técnica similar en los vidrios de los paravientos, el
logo de “San Fernando 2010”, según modelo y características que facilite el Ayuntamiento.
NOVENO.- HOMOLOGACIÓN
1. La homologación el mobiliario de terrazas de veladores se solicitará al Ayuntamiento mediante
instancia acompañada de la siguiente documentación :
a) Memoria descriptiva del elemento en la que se indicará el uso a que se desea destinar,
los datos constructivos, materiales empleados en su fabricación, acabados, etc
b) Cuantos documentos o datos considere oportuno aportar el interesado, para un mejor
conocimiento del elemento presentado y su posterior explotación.
2. El órgano municipal competente adoptará resolución sobre la homologación solicitada, previo
informe emitido al respecto por la Gerencia Municipal de Urbanismo
DISPOSICIÓN FINAL
Del presente acuerdo se dará traslado a EMPROA, ACOSAFE y HORECA, así como a la Gerencia
Municipal de Urbanismo.