¿Quien-creo-a-Dios? de R. Zacharias-N. Geisler
¿Quien-creo-a-Dios? de R. Zacharias-N. Geisler
¿Quien-creo-a-Dios? de R. Zacharias-N. Geisler
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
PREGUNTAS DIFÍCILES ACERCA DE DIOS 25<br />
creador previo. <strong>Dios</strong> no tuvo principio y, por lo tanto, no<br />
necesitaba ser creado.<br />
Para quienes son un poco mayores es posible agregar algo<br />
más. Tradicionalmente, la mayoría <strong>de</strong> los ateos que niegan la<br />
existencia <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> creen que el universo no fue creado; sim~<br />
pIe mente siempre estuvo «allí». Apelan a la primera ley <strong>de</strong> la<br />
Termodinámica para respaldar su argumento: «La energía no<br />
se crea ni se <strong>de</strong>struye», insisten. Correspon<strong>de</strong>ría realizar<br />
varias observaciones.<br />
Primero, esta manera <strong>de</strong> expresar la primera ley no es cien~<br />
tífica, más bien es una aseveración filosófica. La ciencia se<br />
basa en observaciones, y no hay ninguna observación empí~<br />
rica que pruebe ese dogmático «nada se creó», implícito en<br />
dicha afirmación. Para ser científica, <strong>de</strong>bería expresarse <strong>de</strong> la<br />
siguiente forma: «Según las observaciones, la cantidad <strong>de</strong><br />
energía presente en el universo permanece constante». Es<br />
<strong>de</strong>cir, nadie ha observado el aumento <strong>de</strong> nuevas existencias<br />
<strong>de</strong> energía o la disminución <strong>de</strong> las actuales. Esta ley, <strong>de</strong>bida~<br />
mente entendida, no se pronuncia acerca <strong>de</strong> la eternidad ni<br />
dice nada acerca <strong>de</strong> que el universo tenga o no principio. Se<br />
entien<strong>de</strong> <strong>de</strong> esta que la energía bien podría, como bien no,<br />
haber sido creada. Se limita a afirmar que si la energía fue<br />
creada, lo más que se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir es que la cantidad total ha<br />
permanecido constante <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces.<br />
Es más, supongamos que la energía, el universo <strong>de</strong> energía<br />
que llamamos cosmos, no haya sido creado, como muchos<br />
ateos han creído tradicionalmente, entonces no tendría sen~<br />
tido preguntar quién creó el universo. Si la energía es eterna<br />
y nunca fue creada, nadie la pudo haber creado. Siempre<br />
existió. Por lo tanto, si no tiene sentido preguntar: «¿Quién<br />
creó el universo?», ya que siempre existió, tampoco tiene<br />
sentido preguntar: «¿Quién creó a <strong>Dios</strong>?», por cuanto siem~<br />
pre existió.<br />
Si el universo no es eterno es necesario que obe<strong>de</strong>zca a una<br />
causa. Pero, por otra parte, si no tiene principio, no necesita<br />
una causa que le dé origen. De igual modo, si existe un <strong>Dios</strong><br />
que no tiene principio, es absurdo preguntar: «¿Quién creó a<br />
<strong>Dios</strong>?». Preguntar: «¿Quién creó lo no creado?» o «¿Quién<br />
hizo lo no creado?» es una confusión <strong>de</strong> categorías. Sería 10<br />
mismo que preguntar: «¿Quién es la esposa <strong>de</strong>l soltero?».<br />
¿POR QUÉ EL MUNDO NO PODRÍA HABER EXIS<br />
TIDO DESDE SIEMPRE?<br />
Los cristianos, naturalmente, creen que <strong>de</strong>be haber un<br />
<strong>Dios</strong> porque el mundo tuvo un principio. Y todo 10 que tenga<br />
un origen requiere <strong>de</strong> alguien que le haya dado origen. La<br />
pregunta que correspon<strong>de</strong> respon<strong>de</strong>r, entonces, es cómo<br />
sabemos que el mundo tuvo un principio. Tal vez siempre<br />
existió.<br />
El famoso agnóstico, Bertrand Russell, presentó el dilema<br />
en los siguientes términos. Existen dos posibilida<strong>de</strong>s: el<br />
mundo tuvo un principio o no lo tuvo. Si no 10 tuvo, no<br />
necesita una causa (<strong>Dios</strong>). Si 10 tuvo, po<strong>de</strong>mos preguntar:<br />
«¿Cuál es la causa <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>?». Pero si <strong>Dios</strong> tuvo una causa, no<br />
es <strong>Dios</strong>. En cualquiera <strong>de</strong> los casos, no po<strong>de</strong>mos concluir que<br />
haya una primera causa sin causa (<strong>Dios</strong>).<br />
La dificultad <strong>de</strong> este difícil dilema es que implica también<br />
plantearse una pregunta que no tiene sentido: ¿Quién creó a<br />
<strong>Dios</strong>? Expresado <strong>de</strong> otro modo, supone erróneamente que<br />
«todo obe<strong>de</strong>ce a una causa» cuando en realidad no afirma<br />
más que «todo lo que tenga un principio obe<strong>de</strong>ce a una causa»,<br />
que es muy distinto. Por supuesto, todo 10 que tuvo un prin~<br />
cipio tuvo a alguien que le dio origen. La nada no pue<strong>de</strong><br />
crear algo. Como cantaba Julie Andrews: «No pue<strong>de</strong> salir<br />
nada <strong>de</strong> la nada. Sería imposible». <strong>Dios</strong>, por 10 tanto, no obe~<br />
<strong>de</strong>ce a ninguna causa porque no tuvo principio.