¿Quien-creo-a-Dios? de R. Zacharias-N. Geisler
¿Quien-creo-a-Dios? de R. Zacharias-N. Geisler
¿Quien-creo-a-Dios? de R. Zacharias-N. Geisler
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
PREGUNTAS DIFíCILES ACERCA DE CRISTO 93<br />
cualquier prueba para los aspectos más significativos <strong>de</strong> la<br />
vida <strong>de</strong> Jesús, como podría ser su resurrección, serían igual <strong>de</strong><br />
especulativos.<br />
Quedé muy <strong>de</strong>silusionado con su nota, en particular porque<br />
había realizado mi propia investigación durante dos años<br />
para examinar qué evi<strong>de</strong>ncia había en el caso <strong>de</strong> Jesús. Como<br />
Jennings, yo también era periodista. Me entrené en la<br />
E~escuela <strong>de</strong> Periodismo <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Missouri y en<br />
la Facultad <strong>de</strong> Derecho <strong>de</strong> Yale, fui editor <strong>de</strong> asuntos legales<br />
para el diario The Chicago Tribune, y un ateo recalcitrante. En<br />
1980, mi esposa se convirtió al cristianismo y me volqué a<br />
una búsqueda personal para investigar si la fe tenía algo <strong>de</strong><br />
credibilidad. A diferencia <strong>de</strong> Jennings, sin embargo, revisé a<br />
fondo una amplia gama <strong>de</strong> evaluaciones académicas <strong>de</strong> Jesús.<br />
Procuré escarbar por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la superficie <strong>de</strong> la mera opinión<br />
y llegar a la roca viva <strong>de</strong> los hechos históricos. El resultado:<br />
mis conclusiones eran muy diferentes a las suyas.<br />
Mientras que Jennings se imaginaba una brecha entre el<br />
Jesús histórico y el Cristo <strong>de</strong> la fe, llegué a la convicción (a<br />
pesar <strong>de</strong> lo que en un principio esperaba) <strong>de</strong> que en realidad<br />
eran la misma persona. Más aun, la evi<strong>de</strong>ncia a favor <strong>de</strong> la<br />
resurrección <strong>de</strong> Jesús resultó ser tan abrumadora que sentí<br />
que no tenía otra opción que aceptarla como autenticación<br />
final <strong>de</strong> la afirmación <strong>de</strong> la <strong>de</strong>idad <strong>de</strong> él. Obligado por los<br />
hechos <strong>de</strong> la historia, me arrepentí <strong>de</strong> mi pecado y acepté a<br />
Cristo como mi perdonador y Señor el 8 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong><br />
1981. Lo que pensé que sería el final <strong>de</strong>l viaje, resultó ser el<br />
comienzo <strong>de</strong> una aventura como seguidor <strong>de</strong> Jesús. l<br />
Hoy mi ministerio me lleva a todas partes <strong>de</strong>l mundo y a<br />
conversaciones con todo tipo <strong>de</strong> cínicos, escépticos e interesados.<br />
Muchos <strong>de</strong> ellos están empantanados en información<br />
errónea acerca <strong>de</strong> Jesús, en parte, <strong>de</strong>bido a los esfuerzos <strong>de</strong><br />
miembros <strong>de</strong>l grupo radical <strong>de</strong>l «Seminario <strong>de</strong> Jesús» Oesus<br />
Seminar] que procuran difundir sus conclusiones escépticas<br />
en la esfera pública don<strong>de</strong> la gente no dispone <strong>de</strong> medios<br />
apropiados para evaluar dichas conclusiones con propiedad.<br />
Aunque el grupo liberal, «Seminario <strong>de</strong> Jesús», está formado<br />
solo por una minoría <strong>de</strong> estudiosos <strong>de</strong>l Nuevo Testamento<br />
y es un semillero <strong>de</strong> especulaciones sin mucha corroboración,<br />
la mayoría <strong>de</strong>l público en general se encuentra influido por<br />
este enfoque. Concluyen que el «Seminario <strong>de</strong> Jesús» (que<br />
<strong>de</strong>ci<strong>de</strong> la autenticidad <strong>de</strong> las afirmaciones <strong>de</strong> Jesús por votación<br />
y niega sus milagros) y otros académicos <strong>de</strong> la misma<br />
opinión representan la «verda<strong>de</strong>ra» erudición que trabaja<br />
con hechos indisputables, mientras que <strong>de</strong>scalifican a quienes<br />
tienen un enfoque más conservador tildándolos <strong>de</strong> meros<br />
propagandistas que preten<strong>de</strong>n promover un pensamiento ilusorio<br />
<strong>de</strong> la fe. 2<br />
La pregunta crucial que Jesús planteó a sus discípulos: «Y<br />
uste<strong>de</strong>s, ¿quién dicen que soy yo?» (Mateo 16:15), continúa<br />
reverberando a lo largo <strong>de</strong> la historia, <strong>de</strong>safiando a cada individuo<br />
para que <strong>de</strong>cida si no era más que un hombre, como<br />
parece sugerir el informe <strong>de</strong> J ennings, o si es el único y unigénito<br />
Hijo <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>, como ha afirmado el cristianismo ortodoxo<br />
en el transcurso <strong>de</strong> los siglos. En vez <strong>de</strong> tragarme la distinción<br />
<strong>de</strong> la ilustración entre el Jesús <strong>de</strong> la fe y el <strong>de</strong> los<br />
hechos, concluí que las evi<strong>de</strong>ncias históricas, por sí solas,<br />
apuntan po<strong>de</strong>rosamente hacia la racionalidad <strong>de</strong> la fe en la<br />
<strong>de</strong>idad <strong>de</strong> Cristo. 3<br />
Procuré articular el caso <strong>de</strong> Jesús en mis encuentros personales<br />
con escépticos y en mis predicaciones en servicios religiosos<br />
diseñados para evangelizar a quienes tienen inquietu<strong>de</strong>s<br />
espirituales, y me encuentro consistentemente <strong>de</strong>sarrollando<br />
cinco hilos <strong>de</strong> evi<strong>de</strong>ncia que tejen una apologética<br />
po<strong>de</strong>rosa y convincente a favor <strong>de</strong> Cristo. Cada uno respon<strong>de</strong><br />
a una pregunta específica que está en la punta <strong>de</strong> los labios<br />
o relegada al fondo <strong>de</strong> la mente <strong>de</strong> quienes investigan si el<br />
cristianismo pue<strong>de</strong> resistir el escrutinio intelectual. El primer