LA EVOLUCIÓN DE LAS FACULTADES DEL NIÑO
LA EVOLUCIÓN DE LAS FACULTADES DEL NIÑO
LA EVOLUCIÓN DE LAS FACULTADES DEL NIÑO
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
nal y a un ejercicio consciente de la responsabilidad,<br />
como inclusive respecto a la importancia que reviste<br />
la edad misma para la adquisición de dicha capacidad,<br />
hay todavía hoy en día un encendido debate.<br />
Por un lado, existen tentativas de proponer un modelo<br />
de desarrollo infantil de tipo científico y universal.<br />
Por otro, las reflexiones actuales de numerosos<br />
expertos en psicología evolutiva indican que todas<br />
las áreas de la competencia evolucionan en función<br />
de una variedad de factores influenciados por la cultura<br />
y el contexto.<br />
3.2.2. La búsqueda de competencias<br />
vinculadas a la edad<br />
Aunque ya han sido en buena medida desacreditadas<br />
las ideas de Piaget acerca de la existencia de fases<br />
netas y definidas en el crecimiento evolutivo, es imposible<br />
descartar de plano la noción de un desarrollo<br />
por etapas. Si bien existen oscilaciones significativas<br />
entre los niños considerados individualmente, también<br />
hay pruebas evidentes de una cierta universalidad<br />
en su desarrollo físico, basada en condiciones de<br />
índole biológica. Los huesos de los niños siguen una<br />
trayectoria de crecimiento completamente previsible y<br />
el desarrollo muscular respeta un proceso secuencial<br />
que comienza con la obtención del control de la cabeza<br />
del niño y gradualmente va descendiendo hasta<br />
sus pies. 126 Es un hecho generalmente aceptado que<br />
ciertos cambios significativos en la fuerza física, la<br />
agilidad y las competencias cognitivas y sociales se<br />
producen durante el segundo año de vida del niño,<br />
cuando alcanza los 6 ó 7 años y cuando llega a la<br />
pubertad. 127 Las prestaciones cognitivas dependen del<br />
surgimiento de habilidades metacognitivas específicas,<br />
que simplemente no están al alcance de un niño<br />
pequeño. 128 Además, numerosos estudios de la bibliografía<br />
antropológica indican que entre las distintas<br />
sociedades existen claras semejanzas respecto a la<br />
comprensión del ciclo de la vida humana y al lugar<br />
que ocupa dentro de él la niñez, como asimismo respecto<br />
a los umbrales de edad que corresponden a las<br />
transiciones principales. 129<br />
Una cantidad considerable de investigaciones se ha<br />
propuesto identificar los factores fisiológicos o psicológicos<br />
predeterminados que vinculan la edad y la<br />
adquisición de competencias. Es importante reconocer<br />
que dichas investigaciones se han llevado a cabo<br />
casi exclusivamente en Norteamérica y Europa y que<br />
se han efectuado, en su mayor parte, en condiciones<br />
de laboratorio, muy distantes de la vida cotidiana de<br />
los niños. 130 Es significativo observar que, incluso<br />
dentro de parámetros tan estrechos, existen variaciones<br />
de amplia extensión entre los resultados de<br />
las distintas investigaciones. Veamos, por lo tanto, lo<br />
que revelan estas investigaciones.<br />
Los investigadores del sector neuropsicológico sostienen<br />
que el pleno desarrollo de los lóbulos frontales<br />
del cerebro, que sirven como centros del comportamiento<br />
ejecutivo, del pensamiento crítico y del<br />
razonamiento, probablemente no se produce antes<br />
de alcanzar al menos los 18 años de edad. 131 Dichos<br />
investigadores han descubierto que durante los años<br />
de la adolescencia existe una pérdida de tejido cerebral<br />
en las áreas que controlan los impulsos, la<br />
conciencia del peligro y el autodominio. Por consiguiente,<br />
señalan que en el transcurso de la adolescencia<br />
las partes clave del cerebro responsables de<br />
inhibir las emociones violentas y las acciones precipitadas<br />
son “absolutamente inmaduras”. 132 Algunas<br />
investigaciones indican que, hasta los 11 ó 12 años<br />
de edad, la competencia intelectual de los niños para<br />
pensar en el futuro y planificarlo, o para razonar en<br />
términos relativos en vez de hacerlo en términos<br />
abstractos, es mucho menos sofisticada que en el<br />
caso de los adolescentes de edades comprendidas<br />
entre los 12 y los 18 años. 133 Otras investigaciones<br />
notan que la capacidad de razonamiento moral está<br />
desarrollada en medida significativamente mayor en<br />
los adolescentes más próximos a la edad adulta, y<br />
que un adolescente típico de 12 ó 13 años no puede<br />
darse cuenta de que hay más de una solución para<br />
un problema o de que las acciones individuales o las<br />
soluciones políticas no siempre son o absolutamente<br />
correctas o absolutamente incorrectas. 134 Estas investigaciones<br />
hipotetizan que el desarrollo del razonamiento<br />
moral se produce a la edad aproximada de 14<br />
ó 15 años y conducen a algunos comentadores a<br />
sostener que ésa es la edad apropiada para adquirir<br />
el derecho a tomar decisiones personales. 135 Existen<br />
pruebas que demuestran que hasta la edad de 16<br />
años a muchos adolescentes les resulta difícil imaginarse<br />
los riesgos y las consecuencias que acarrean<br />
sus propias decisiones o reconocer los intereses personales<br />
de los demás. 136<br />
Los datos recogidos en investigaciones llevadas a<br />
cabo en Norteamérica sobre las competencias de los<br />
niños para ser procesados por un tribunal arrojan<br />
informaciones interesantes respecto al impacto significativo<br />
que tienen la edad, el coeficiente intelectual y<br />
las enfermedades mentales en el umbral de competencia.<br />
En un estudio efectuado con un total de 136<br />
niños de edades comprendidas entre 9 y 16 años,<br />
sometidos a una evaluación de competencia previa<br />
al proceso, los evaluadores hallaron que, según criterios<br />
relacionados con la capacidad de comprender<br />
las acusaciones que se les imputaban, era posible<br />
juzgar que poseía la competencia necesaria el 72%<br />
de los niños de 16 años, el 84% de los de 15 años, el<br />
63% de los de 13 y 14 años y apenas el 25% de los<br />
de 11 y 12 años. 137 Los niños que participaron en el<br />
estudio eran incapaces de describir los cargos en su<br />
contra, la noción de negociación mediante alegatos,<br />
la naturaleza de la confidencialidad, el papel del abogado<br />
defensor y el concepto mismo de derecho jurídico.<br />
138 En base a dichos resultados se llegó a la<br />
conclusión de que los niños menores de 14 años se<br />
debían considerar jurídicamente incompetentes para<br />
ser procesados. 139<br />
Sin embargo, una investigación realizada por<br />
Bartholomew, con la finalidad de determinar si tales<br />
criterios revelaban efectivamente que los menores<br />
de 18 años eran sistemáticamente menos competentes<br />
para tomar decisiones que los mayores de 18<br />
años, debilita en buena parte la validez de estas afirmaciones.<br />
140 El estudio consistía en mostrar a los participantes<br />
una serie de viñetas que ilustraban diferentes<br />
dilemas, invitándolos a elegir una de las cinco<br />
formas alternativas de afrontarlos que se les pro-<br />
Innocenti Insight<br />
La evolución de las facultades del niño<br />
41