liahona-agosto-2014
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ILUSTRACIÓN POR MICHAEL T. MALM.<br />
los santos de las Escrituras eran sus<br />
ejemplos a seguir; rebosaba de vida y<br />
de actividad. Jamás faltó a una clase<br />
de seminario; llenaba nuestro hogar<br />
de felicidad y era reverente cuando<br />
repartía la Santa Cena; pero nuestra<br />
vida cambió cuando Ezequiel fue<br />
llamado de regreso al hogar celestial.<br />
Lo echamos de menos más de lo que<br />
podemos describir.<br />
Falleció a causa de una rara infección.<br />
A pesar del intenso dolor de<br />
su partida, estamos seguros de que<br />
volveremos a estar con él. Tenemos la<br />
promesa que se hizo en nuestro sellamiento<br />
en el templo. El vacío que dejó<br />
su muerte lo llena el conocimiento<br />
de que el Señor lo ha llamado para<br />
servir en una misión en otro lugar. El<br />
funeral de Ezequiel fue tan especial<br />
que mucha gente se sintió motivada<br />
a investigar la Iglesia. Siempre tuve la<br />
esperanza de que sirviera en una misión<br />
y ahora sé que lo está haciendo.<br />
Gracias al Plan de Salvación sabemos<br />
dónde está Ezequiel y con quién está.<br />
Seguimos centrados en nuestra<br />
familia y en Dios. Testificamos que<br />
Dios vive y que tiene un plan para<br />
nuestra vida; debemos continuar con<br />
fe. La ausencia de un ser querido nos<br />
recuerda el plan divino.<br />
Algunas de las palabras que más<br />
consuelo nos han dado proceden<br />
del profeta José Smith y, en nuestro<br />
corazón, reconocemos su veracidad:<br />
“El Señor se lleva a muchos, aun en<br />
su infancia, a fin de que puedan verse<br />
libres de la envidia de los hombres,<br />
y de las angustias y maldades de este<br />
mundo. Son demasiado puros, demasiado<br />
bellos para vivir sobre la tierra;<br />
por consiguiente, si se considera<br />
como es debido, veremos que tenemos<br />
razón para regocijarnos, en lugar<br />
de llorar, porque son librados del mal<br />
y dentro de poco los tendremos otra<br />
vez” (Enseñanzas de los Presidentes de<br />
la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 186).<br />
La esperanza de volver a ver a Ezequiel<br />
en la mañana de la Resurrección<br />
da ánimo a nuestra alma y nos ayuda<br />
a sobrellevar los días oscuros. ◼<br />
El autor vive en Colombia.<br />
Para ver un video inspirador sobre el efecto<br />
que tiene la expiación y la resurrección<br />
del Salvador en nuestra vida, visite<br />
easter.mormon.org<br />
Agosto de <strong>2014</strong> 15