Revista: Chispas No.16 - conafe.edu.mx

Construyendo mi biografía lectora
Eva Hamilton Vélez. Subdirectora de la DAF y Coordinadora del Programa Constructores de Equidad del Conafe.
13
“Que otros se jacten de las páginas que han escrito;
a mí me enorgullecen las que he leído”.
Jorge Luis Borges
jefa de Programas Educativos por varios años. Una de mis
preocupaciones fue siempre desarrollar el gusto por la lec-
Fui tura en los niños y niñas de las comunidades que atendía.
En un taller sobre fomento a la lectura nos pidieron escribir nuestra
biografía lectora: cuándo había leído mi primer libro, cuál me
había gustado más y cuál era la razón… en fin, mi historia como lectora.
Empecé a pensar cómo trabajarla con las Figuras Educativas y
los niños en las comunidades rurales.
Hice una primera exploración en alguna comunidad haciendo
preguntas similares a las que me habían planteado a mí. Los niños
me platicaban de uno o dos libros. ¿Cómo hacerlo Bueno, si no podía
hacerlo para recuperar una biografía lectora podríamos empezar
con que los niños la iniciaran y así surgió el proyecto “Construyendo
mi biografía lectora”.
La lectura es fundamental en el desarrollo de la personalidad y de
la socialización de cada individuo, nos puede ayudar a ser cada día
mejores seres humanos y por ende a construir una mejor sociedad.
Lo ideal es que el desarrollo del gusto por la lectura se inicie en
la familia y se fortalezca en la escuela; para lograrlo se requiere de
la participación activa e intencionada de las personas que rodean a
los pequeños, ya sea en la casa o en la escuela.
El fomento a la lectura es una tarea distinta a la de “enseñar a
leer y escribir”, pero debe ir acompañada de ella. De ahí la importancia
que desde los primeros años de vida los pequeños tengan
contacto con los libros y sobre todo con lectores.
Entre esas estrategias y actividades de animación a la lectura
encontramos “Mi biografía lectora”, que tiene como principal
objetivo escribir la historia de sí mismo como lector. El fin es
descubrir cómo los hábitos de lectura van evolucionando con el
tiempo, de forma favorable o no, y cómo impactan nuestra forma
de “ver” el mundo.
El Conafe ha destinado importantes esfuerzos y recursos para
el fomento de la lectura, se han elaborado diversos materiales
y guías con este fin. ¿Qué ocurre en las Delegaciones con ese
material ¿Se realiza un trabajo sistemático ¿Las estrategias y
actividades llegan hasta los alumnos en las comunidades La percepción
es que no se ha logrado implantar en las Delegaciones un
trabajo que permita avanzar con paso seguro en este tema.
Por otro lado, los Instructores Comunitarios se encuentran
con una realidad que dista de ser la ideal para que las y los
alumnos disfruten la lectura: prácticamente no existen modelos
lectores en la familia; no se impulsa esta actividad y en
la práctica se centran en la “enseñanza” para aprender a leer
y escribir, más que el fomento a la lectura que, como dije en
párrafos anteriores, son actividades distintas pero aparejadas.
El proyecto “Construyendo mi biografía lectora” tiene como
objetivo que los alumnos dejen constancia de su vida como lectores
y tengan la oportunidad de ver su propia evolución, tanto en
tipos y cantidad de textos leídos. El desarrollo del proyecto es sencillo
y no requiere de actividades extraordinarias para llevarlo a cabo;
en primer lugar cada alumno designará un cuaderno o libreta.
Cada niño selecciona un libro de cuentos o una novela, etcétera;
en algún momento determinado de la sesión de clase, el Instructor
Comunitario destina un tiempo para que los niños lean su libro o
texto seleccionado.
Al finalizar la lectura del texto, los alumnos registran en su
cuaderno del proyecto: lo que les gustó o no, del texto leído; si
cambiarían algo; lo que sintieron al leerlo; hacen dibujos, si así
lo desean; si tiene relación con algo que han vivido o se vive en
la comunidad… No se considera registro adecuado si lo que el
alumno hizo fue hacer una copia del texto o contestar un cuestionario
sobre la lectura.
Por cada 15 libros leídos por el alumno, el Capacitador Tutor,
en ceremonia frente a los padres de familia y miembros de la
comunidad, entrega un reconocimiento por la cantidad acumulada
de libros leídos; ejemplo: primer reconocimiento “Lector
de 15 libros”; segundo reconocimiento “Lector de 30 libros”;
tercer reconocimiento, “Lector de 45 libros”, etcétera, en cada
ceremonia el alumno comparte con los presentes su experiencia
y los aprendizajes logrados. El requisito para la entrega
de los reconocimientos es la constancia de los registros en su
cuaderno del proyecto, validada por el Capacitador Tutor.
Lo importante es que nuestros alumnos sepan que no les
“cobraremos” por la lectura, es decir no los cuestionaremos
sobre los personajes principales, el punto central del cuento
o lo que significa tal o cual metáfora. Eso los distrae de disfrutar
la lectura. Es muy importante no juzgar ni emplear la lectura
como una obligación, si no darle el carácter lúdico y de deleite
que posee.
Bueno, se preguntarán que pasó con el proyecto, ¿funcionó o
no funcionó Los niños, al ver que se trataba de disfrutar y de escribir
sólo sus pensamientos, sentimientos e ideas sin ser cuestionados,
empezaron a leer por gusto y a compartirlo con sus familias.
Cuando este ejemplar de Chispas llegue a tus manos, estarás
por irte a tu comunidad por primera vez o estarás en los primeros
meses como Instructor Comunitario, esta es una de muchas maneras
de acercar a tus alumnos a la lectura y sobre todo desarrollar
en ellos el gusto por leer.