18 abono 0910 - Real Orquesta Sinfónica de Sevilla
18 abono 0910 - Real Orquesta Sinfónica de Sevilla
18 abono 0910 - Real Orquesta Sinfónica de Sevilla
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Foto: Guillermo Mendo<br />
<strong>de</strong>sarrollada <strong>de</strong> una forma tan triste y marcial<br />
como retorcida y (jovialmente) macabra, irónicamente<br />
<strong>de</strong>sfigurada en un ejercicio <strong>de</strong><br />
orquestación <strong>de</strong> precoz y absoluto Maestro.<br />
El Cuarto movimiento se abre con la<br />
máxima agitación <strong>de</strong> los platillos, la percusión<br />
y la cuerda y la llamada, entre nerviosa,<br />
<strong>de</strong>sesperada y solemne <strong>de</strong>l metal, como “una<br />
requisitoria feroz contra el Creador”, según<br />
Mahler que, en su primera versión <strong>de</strong> la<br />
Sinfonía, tituló a este movimiento, muy gráficamente,<br />
“Del Infierno al Paraíso”. Según<br />
Arteaga, se trata <strong>de</strong> la introducción más violenta<br />
escrita en música nunca hasta la fecha<br />
–el público <strong>de</strong>l estreno <strong>de</strong>bió sentirlo así,<br />
pues reaccionó a ella con susto y terror- pero<br />
que, paradójicamente, y como siempre en<br />
Mahler, <strong>de</strong>semboca en una idílica y emocionante<br />
cantilena <strong>de</strong>sarrollada por la cuerda. Al<br />
final, la Coda nos trae pasajes <strong>de</strong>l metal <strong>de</strong><br />
una brillantez espectacular y un Finale absolutamente<br />
grandioso que, entre el arrebato<br />
<strong>de</strong> la percusión abandonada a su frenesí, nos<br />
confirma la victoria <strong>de</strong>l héroe.<br />
Toda una <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> principios para<br />
inaugurar con firmeza una obra sinfónica que<br />
alteraría para siempre el porvenir <strong>de</strong>l género<br />
y que, por supuesto, fue recibida a cara <strong>de</strong><br />
perro con acusaciones repetidas <strong>de</strong> los peores<br />
pecados posibles, esos que ya no <strong>de</strong>jarían<br />
<strong>de</strong> perseguir nunca a Gustav Mahler y que<br />
hoy son ensalzados como parte, precisamente,<br />
<strong>de</strong> su mejor patrimonio compositivo:<br />
extravagancia, caos sonoro, cacofonía y disonancia.<br />
“¡Uno <strong>de</strong> los dos <strong>de</strong>be estar loco, y no<br />
soy yo!”, escribió <strong>de</strong> Mahler, a raíz <strong>de</strong>l estreno<br />
en Viena en 1900, el crítico “brahmsiano”<br />
Eduard Hanslick.<br />
La suerte estaba echada. Los reproches<br />
continúan todavía hoy, sí, pero el “Titán” y<br />
anticipador Gustav Mahler, tras décadas <strong>de</strong><br />
ominosa postergación y silencio, ha ganado<br />
finalmente su batalla <br />
Juan María Rodríguez