Formato PDF - Casa de la Danza

LA COLUMNA
UN MINUTO PARA LA DANZA
Por Gabriel Martín Olivares
Una de las escasas ocasiones en
que el ciudadano de a pie tiene
oportunidad de expresar su opinión
de forma directa, sin verse mediatizado
por partidos políticos, medios de
comunicación o grupos de presión es al
aportar su firma para la consecución de
un objetivo concreto.
¿A quién no le han pedido alguna vez
que ponga su autógrafo al servicio de
tal o cual causa Tenemos entonces la
sensación de que, por una vez, podemos
manifestar clara y libremente
nuestra voluntad, y de que ésta podría,
quizá, llegar a realizarse.
Desgraciadamente, son muchas las listas
repletas de firmas -a veces con cientos
de miles de ellas- que acaban en la
papelera de nuestras instituciones. Y no
digamos ya, si dichas instituciones
están relacionadas con la cultura. Los
cargos culturales parecen venir provistos
de una coraza en la que rebotan las
firmas sin dejar un solo rasguño.
Es por eso que hay que ir más allá, hay
que buscar nuevas formas de reivindicación,
de hacer llegar la voluntad de
los ciudadanos "a quien corresponda".
Y ahí encaja Invasión Danza. Un movimiento
que empezó con la ocupación
pacífica de los espacios cotidianos para
recordar a todos que la danza existe. Y
que existe a pesar de su ausencia en el
medio de comunicación mayoritario.
Las televisiones públicas tienen la responsabilidad
y el deber de promover la
cultura y las artes, y una de las manifestaciones
artísticas más destacadas es la
danza. Y no destaca sólo por su belleza
o su plasticidad, sino porque además
es un lenguaje universal, cuya
capacidad de expresión está por encima
del idioma, del país, de la edad o
del nivel educativo: el gesto es la forma
de comunicación más antigua, y seguramente
la más fácil de entender.
Donde la lengua divide, el gesto acerca.
Por eso la danza es tan importante.
Y por lo mismo, es importante su conocimiento
y su difusión. La danza española,
la contemporánea, el ballet clásico,
el flamenco… Nada de esto se
puede encontrar en televisión, excepto
de vez en cuando en algún canal privado.
Los deportes, incluso los menos
populares, encuentran siempre hueco
en las cadenas. Pero la danza permanece
ausente. Tan sólo a veces se emite
la reseña de algún espectáculo puntual,
tan breve, que nos parece un
espejismo.
Ahora, Invasión Danza ha abierto un
nuevo cauce para reivindicar la existencia
de la danza y exigir su presencia en
las televisiones públicas: "Un Minuto
Para la Danza". La iniciativa consiste en
la recogida de video-firmas, de aproximadamente
un minuto de duración, en
las que se piden espacios televisivos
dedicados a la danza. Estas video-firmas
pueden enviarse al apartado
"Invasión Danza" de la página web
"Eter.com Danza", donde quedan así
colgados los testimonios de apoyo de
aficionados, coreógrafos, bailarines,
profesores y críticos, de todos aquellos
que aman este arte y que consideran
que debe ocupar el lugar destacado
que merece. No se puede privar a las
nuevas generaciones del derecho a
conocerlo y valorarlo. Debemos ser
conscientes de que vivimos en el siglo
de la imagen, y en este contexto, lo que
no se ve, no existe.
No son precisos grandes medios: una
pequeña cámara digital o un móvil
bastan para unirnos a esta iniciativa y
para sumar nuestro apoyo al de
muchos. Ya hay video-firmas de gente
muy importante en este mundillo, pero
que eso no espante a nadie, porque
todos los que envían su apoyo, ya sean
conocidos o desconocidos, tienen en
común un mismo deseo: por favor,
pongamos un poquito más de danza
en nuestras vidas.
LA TIRA
Por Fredy Rodríguez
Fredy
Danza en Escena 33
nº24_2009