Formato PDF - Casa de la Danza

EL FUTURO CASI
UNA INCÓGNITA
Por Víctor M. Burell
“Juventud”
“Madurez”
Cada día nos parece tan natural como el bostezo y el
estiramiento del despertar. Todo recomienza, las más
de las veces sin alternativas, bastante neutro. El factor
aventura se teme y se rechaza. El siglo XXI parece tener escrito
un reglamento sin sueños y casi sin otros sobresaltos que
los que nos da la economía o las frecuentes pérdidas de
salud. El amor es harina de otro costal, una hecatombe poco
previsible por falta de análisis, que nos suele coger desprevenidos
por la generalizada manía de no pensar.
Cuando algunas de estas cosas han sucedido (puesto que las
rupturas son tempranas), y en parte la desesperanza y en
parte la costumbre se han adueñado de nosotros, hemos
entrado en la patética curva de la vejez aunque tengamos
veinte años.
El tiempo no existe, el nuestro pues tampoco. ¿Duran acaso
dos días de angustia lo mismo que dos de felicidad ¿Cómo
se cuentan los momentos a una edad temprana frente a otra
madura. El acercamiento a la meta deja por fin de ralentizar
los relojes.
Pero °hay tanto por hacer sin destruir siniestramente!.
Sabemos que el mundo pasa fases milenarias como nosotros
las cuentas de un ábaco, por lo que nuestro destino sería ayudar
a la naturaleza en lugar de obstruirla, que es lo que habitualmente
hacemos. ¿No os suena lo del cambio climático
provocado. Vivimos de soles y de lunas; de frío y de calor;
de lluvia y sequedad; de tierras y de mares. ¿Dónde está la
salida para este capitán atado por la muerte La Naturaleza,
de la cual formamos una mínima parte, es la respuesta, aprovechable
por supuesto pero no destruible.
Me llega la noticia de que La Casa de la Danza de Logroño
se dispone a repoblar el espacio de un hermoso parque consciente
de la deuda que tenemos con el medio ambiente, en
fin, una lección de esperanza que deberíamos imitar.
Los incendios de bosques, casi siempre provocados por la
voracidad de la especulación, tienen al fin un oponente entusiasta
que los denuncia con su acto constructivo. Parece que
la elección del árbol que va a plantarse reúne además una
serie de connotaciones que hablan del tiempo y para el tiempo,
sustituyendo las piedras por colchonetas de plumas en
donde las caídas tienen tintes de reposo.
El "ginkgo biloba", que va a alfombrar Logroño de historia,
cuenta con todos los símbolos de la contumacia y todas las
estratagemas del tiempo vencido. El llamado "árbol único",
procedente de China, ha conquistado otros lugares de la tierra.
Se trata de un fósil viviente por lo que demostrada su longevidad
nos sorprende con su eterna juventud. ¿Dónde está
pues el tiempo cuadriculando las mentes. ¿No se trata más
bien de un aire sin años, casi como un dios sin materia. Los
hombres somos dioses que sembramos la memoria para
tener el conocimiento como signo. Solamente la pasión por el
poder y la riqueza pueden olvidarse de tanta gloria.
El árbol, cuadrifolio de mediana estatura y crecimiento piramidal,
apunta al cielo, y sus propiedades farmacológicas
siguen teniendo relación con el "tiempo" puesto que es portador
de energía, facilita la circulación e impide la acumulación
de las plaquetas evitando las trombosis e incluso, posiblemente,
llegaría a dominar el "alzheimer". En fin la juventud y el
ginkgo biloba caminan sosegadamente juntos por un tiempo
sin fronteras.
Cuando las terribles bombas atómicas explotaran sobre
Hiroshima y Nagasaky, Japón amaneció sin vida. La vejez
no tenía afeites para disfrazarse, las risas eran muecas de
dolor esculpidas en las estalagmitas de los muertos, pero el
árbol, nuestro árbol, sobrevivió al horror, por eso puedo
anunciar que muy pronto Logroño quedará retoñado con "el
portador de la energía": el ginkgo biloba…. Y sobre la
juventud se derramarán cánticos de alabanzas como sobre
los hijos de Sión.
Danza en Escena 5
nº24_2009