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FORMACIÓN EN NEUROSICOEDUCACIÓN: Sistema Línea de Cambio Las neuronas espejo o especulares son grupos de células cerebrales que están programadas genéticamente y se activan no solo cuando realizamos una acción o cuando vemos a otra persona realizando una acción, sino también cuando percibimos las emociones de otras personas como propias. Sucede muy a menudo que cuando alguien bosteza, vomita o levanta algo muy pesado tendemos a copiar física o mentalmente esas experiencias y a sentir las mismas sensaciones. Cuando vemos a un niño siendo maltratado o abusado sentimos un profundo dolor o cuando una abuela abraza a un bebe con cariño nos enternecemos, como si nosotros mismos fuéramos los lastimados o los cobijados. Estas neuronas forman la base de nuestro comportamiento social y nuestra inteligencia interpersonal o sea nuestra habilidad para mostrar empatía con quienes nos rodean. Son las que manifiestan la intersubjectividad entre las personas. Es por ello que también se las denominan Neuronas Gandhi. Los cerebros de los niños y adolescentes son los más permeables de aprender por observación e imitación. Poseen alta plasticidad neuronal. Las conexiones neuronales que sus cerebros establecen en los primeros años de vida dejan una marca para siempre. Ellos están moldeando sus mentes y copian lo que observan y llama su atención. ¡Pero atención! Son incapaces de distinguir lo real de lo imaginario, lo bueno de lo malo Por lo tanto, necesitan los mejores modelos y los ambientes mas enriquecidos para florecer esta capacidad innata de “seguir” a quienes los rodean. MONOGRAFÍA FINAL / Diciembre 2011 / ANA MARIA CERDÁ
FORMACIÓN EN NEUROSICOEDUCACIÓN: Sistema Línea de Cambio Más del 50% de quienes son nuestros pequeños es el resultado de la imitación. El medio ambiente donde nacen y crecen moldea sus experiencias. Los cambios que se produzcan en ese medio provocaran cambios en sus comportamientos, y consecuentemente en sus cerebros; en un círculo interactivo continuo. Nuestro cerebro ama imitar y lo hace sin pensar demasiado. Tanto los niños como los “teens” son más vulnerables a repetir modelos nocivos o conductas dañinas sin pensar en cuan riesgosos o perjudiciales pueden ser para ellos mismos y para los demás. Fumar, beber o tomar drogas entre otras, son conductas que se reproducen en búsqueda del reconocimiento escolar o social Un ejemplo claro de imitación fue el siguiente episodio: El 20 de abril de 1999 un par de jóvenes, vestidos como el protagonista de Matrix, entraron en el instituto Columbia de Denver y dispararon contra sus compañeros y profesores, el resultado fue escalofriante ya que mataron a trece personas. La reacción inmediata de EEUU fue mirar hacia la televisión y el cine, y r e s p o n s a b i l i z a r l o s d e l o s u c e d i d o . ” H a y demasiada violencia en nuestras pantallas”. A favor de esta hipótesis se han realizado una serie de estudios, uno de ellos es el “Columbia Country”, en la que se tomó una muestra de 800 niños de Nueva York. Lo repitieron diez años más tarde con 184 individuos de la misma muestra, que por entonces tenían 18 años. Se encontró que en la variable “ver muchos programas violentos en televisión a la edad de 8 años” y la variable “ ser violento a la edad de 18 años” había una correlación positiva; desde la visión de la violencia al comportamiento real. Otro ejemplo, es un hecho bien conocido en donde los índices de suicidio aumentaron después del suicidio de una celebridad a causa de darle un gran cubrimiento. El tan publicitado suicidio de Kurt Cobain, principal cantante del grupo de rock Nirvana, dio por resultado muchos suicidios de adolescentes, especialmente varones, que buscaban imitar a su ídolo. "Cuando Kurt Cobain murió, yo morí con él", decía la nota que dejó un joven de dieciocho años, que había hecho un pacto con dos amigos para suicidarse cuando Cobain muriera. Esto no significa que hubiera sido mejor no cubrir esta noticia; pero la ciencia ha puesto a nuestro alcance suficientes resultados de investigación como para poder predecir que el cubrimiento sensacionalista e incesante del suicidio de Cobain, estaba destinado a producir un aumento en el número de suicidios entre adolescentes. Una sociedad que considerara el poder de las neuronas espejo limitaría la exhibición de modelos negativos en la televisión, las revistas, los diarios y las redes sociales como forma de prevención del bullying, la violencia, el crimen, el fanatismo, la agresividad física o verbal, entre otros. Sin embargo, sabemos que la amígdala es “la jefa” de nuestro centro emocional y que las emociones conectadas con el dolor son fuertes y poderosas; y por ende captan nuestra atención automáticamente. Los medios usan con astucia esta estrategia como forma de conseguir más audiencia, más ventas, más ganancias y más éxito MONOGRAFÍA FINAL / Diciembre 2011 / ANA MARIA CERDÁ
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