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La Lucha contra el Zarismo - Indymedia Argentina

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plicaba que había hecho todo lo posible para reparar<br />

las muchas divisiones y disputas que dividían<br />

<strong>el</strong> movimiento.<br />

No sé cómo y por quién está usted, informado, pero ¡ay!<br />

por doquier hay focos de intrigas aquí (las cuales jugaron<br />

su pap<strong>el</strong> en la muerte de León Lvovitch y antes de eso en<br />

<strong>el</strong> asesinato de Reiss y en <strong>el</strong> fracaso de la sección francesa<br />

de la IV a Internacional), y mi salida de la “IV” se explica en<br />

parte por mi incapacidad para vivir entre intrigas.<br />

56<br />

Sin embargo, sus diferencias eran grandes, ¿Por<br />

qué no reconocerlas simplemente antes de rebajarse<br />

al insulto Serge revisó sus críticas previas sobre<br />

la concepción de la organización de Trotski y la<br />

propia sobre un partido amplio y una democrática<br />

agrupación en cuyo seno, estaba seguro, los “bolcheviques-leninistas”<br />

de Trotski ejercerían una mayor<br />

influencia que a través de su “Internacional”.<br />

En una larga postdata, Serge explicaba las circunstancias<br />

de su ruptura con la organización trotskista<br />

de París. Era un complicado asunto referente<br />

a la sospecha sobre la lealtad de cierto camarada.<br />

Serge había tratado de arrojar luz sobre la cuestión<br />

y terminó siendo objeto de sospechas él mismo.<br />

Significativamente, <strong>el</strong> camarada “Etienne”, <strong>el</strong> agente<br />

provocador de la GPU, había servido de intermediario<br />

entre Serge y <strong>el</strong> grupo en este asunto. Es<br />

más que posible que Etienne, al realizar su misión<br />

de desorganización en <strong>el</strong> movimiento de Trotski,<br />

haya maniobrado para perjudicar las r<strong>el</strong>aciones entre<br />

Trotski y Serge quien, pese a sus desacuerdos<br />

ideológicos, continuaba siendo uno de los más leales<br />

y efectivos partidarios de Trotski. Su ruptura se<br />

consumó sólo unas semanas más tarde (en fr. en<br />

Dreyfus, cit., páginas 240-1).<br />

En todo este período, Serge había traducido Su<br />

Moral y la Nuestra de Trotski, <strong>el</strong> controvertido panfleto<br />

en <strong>el</strong> cual <strong>el</strong> líder de la revolución de Octubre<br />

defendía los principios históricos de la acción revolucionaria<br />

<strong>contra</strong> los que la condenarían en nombre<br />

de una apropiada moralidad abstracta. En él,<br />

Trotski propugnaba la idea de que <strong>el</strong> fin justifica<br />

los medios, pero sostenía que ciertos medios eran<br />

incompatibles con la meta socialista de liberación<br />

humana. <strong>La</strong> traducción de Serge fue publicada en<br />

París en marzo de 1939 por Les Editions du Sagittaire<br />

y acompañada por una “reseña” o gacetilla<br />

que Trotski encontró sumamente ofensiva<br />

5 . Esta no era sino un vulgar y sensacionalista<br />

resumen de los sutiles y complejos argumentos<br />

de Trotski y contenía joyas tales como la<br />

siguiente: “Matar rehenes adquiere diferentes significados,<br />

según que la orden sea dada por Stalin<br />

o por Trotski o por la burguesía”.<br />

Sin molestarse en verificar con <strong>el</strong> editor, Trotski<br />

saltó hasta la conclusión de que la gacetilla había<br />

sido escrita por Serge o inspirada por él y asumió<br />

que Serge estaba empeñado en sabotear <strong>el</strong> libro 6 .<br />

Concentrando todo su mordaz ingenio y su agudeza<br />

vituperadora como polemista, Trotski escribió<br />

una furiosa protesta bajo <strong>el</strong> título “Moralistas y sicofantes<br />

<strong>contra</strong> <strong>el</strong> marxismo” (subtítulo: “Mercachifles<br />

de indulgencias y sus aliados socialistas, o <strong>el</strong> cuco<br />

en un nido extraño” (incluido en Dreyfus, cit.). Recurriendo<br />

una vez más a la técnica de la amalgama,<br />

Trotski agrupó a Serge con los filisteos hipócritas<br />

(incluyendo a los apologistas católicos de Franco)<br />

que habían atacado su libro en la prensa. Luego<br />

ad<strong>el</strong>antó su suposición de que Serge, su “crítico<br />

severo”, había asumido la engañosa vestimenta de<br />

un “amigo d<strong>el</strong> autor” y ocultado su ataque en una<br />

reseña d<strong>el</strong> libro, como <strong>el</strong> cuco deposita sus huevos<br />

en los nidos de otros. Esto era, decía, porque Serge<br />

no tenía “ningún punto de vista respetado” y era<br />

incapaz de discutir abiertamente. Ignorando las tres<br />

décadas de actividad revolucionaria y los muchos<br />

libros y artículos con los cuales Serge había defendido<br />

a Lenin, a Trotski y a los bolcheviques, este caricaturizaba<br />

a “un desilusionado int<strong>el</strong>ectual pequeñoburgués”,<br />

Serge, como un diletante que “juega<br />

con <strong>el</strong> concepto de revolución, escribe poemas acerca<br />

de <strong>el</strong>la, pero es incapaz de comprenderla tal y<br />

como es”. Y siguió hasta crear un hombre de paja<br />

y luego pasó a deshacer este monigote en media<br />

docena de páginas de corrosiva polémica.<br />

Es propio d<strong>el</strong> insulto y de la falsa argumentación<br />

desprestigiar las reputaciones mejor ganadas, como<br />

Trotski debe haber sabido por su amarga experiencia<br />

personal. Serge escribió una indignada refutación<br />

y luego, no deseando meterse en un mayor<br />

enlodamiento con <strong>el</strong> hombre que él todavía respetaba<br />

profundamente, decidió abstenerse de la protesta<br />

pública 7 . Sin embargo, escribió una carta privada<br />

a Trotski (<strong>el</strong> 8 de agosto de 1939), negando<br />

cualquier conexión con la gacetilla ofensiva y protestando<br />

por aqu<strong>el</strong>las calumniosas e injustas imputaciones.<br />

<strong>La</strong> única reacción de Trotski fue publi-

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