PRIMER LIBRO MASTER

Todos somos hijos de Dios. No sólo entre humanos. No hay nadie
superior a nadie. Todos tenemos el mismo nivel, no importa país,
raza, costumbres.... todos somos hijos de Dios. Jesús nació en
Belén, Buda nació en la India, pero a pesar de haber nacido en
diferentes países y diferentes razas, los dos tienen el mismo
corazón. Hombres y mujeres son iguales; sean ricos o pobres, de la
nobleza o ciudadanos, no hay condiciones especiales para unos y
para otros. Todos somos iguales. También somos iguales delante de
la ley. En el más allá también somos iguales a los animales. La
diferencia entre los animales y nosotros es que nosotros somos más
inteligentes, pero su vida vale igual que la nuestra. Los animales
también son hijos de Dios: insectos, peces, aves, gusanos, todos los
seres vivos son hijos de Dios. Acuérdate bien. El agua, las plantas,
las montañas, la tierra, el universo… son hijos de Dios. Eso es la
igualdad. Hasta las células de nuestro organismo tienen su propio
pensamiento.
Todos somos iguales delante de Dios. Por eso debemos respetarnos
todos. Cuando una mujer se quiere separar de un hombre y el
hombre la mata es porque cree tiene más derechos y se cree
superior. No hay nadie superior. Nadie es superior a nadie delante
de la ley de los dioses y de los humanos.
Si todo el mundo pensara que todos somos iguales, que todos
somos hijos de Dios, no existiría el mal en el mundo, no habrían
guerras, no habrían asesinatos y esta tierra seria un paraíso. Si un
país tiene problemas, el otro debe ayudarlo y viceversa. Si nos
ayudáramos los unos a los otros, viviríamos muy bien, como una
gran familia. Una familia siempre te ayuda: cuando eres pequeño tu
padre y madre te ayudan te dan todo lo que necesitas para vivir y te
cuidan. Cuando los padres se hacen mayores, los hijos deben cuidar
de ellos y ayudarlos. Igual que entre hermanos que se ayudan
mutuamente cuando lo necesitan. Todo el mundo tiene sus
momentos de buena suerte y de mala suerte. Igual que los países
cuando tienen desastres naturales como sequías, inundaciones,
tornados..... Cuando ocurre esto, los demás países ayudan para
superar esta mala suerte. Hoy puede tocar a un país y mañana a
otro. Todos nos debemos ayudarnos los unos a los otros. Así este
mundo será un paraíso.
Las guerras no sirven para nada, solo traen sufrimiento entre
hermanos. Todos somos hermanos porque nuestro padre es Dios. Te
guste o no, todos somos hijos de Dios. Ni el hombre es superior a la
mujer, ni la mujer es superior al hombre. Los niños son iguales que
los mayores. Los fetos antes de nacer también son iguales a
nosotros, no por ser más pequeños y estar protegidos en el vientre
de su madre, dejan de ser seres humanos. Son iguales a nosotros
pero en pequeño. No tienes derecho a matar a nadie por más
pequeño e indefenso que sea. Te equivocas totalmente. Si no
quieres a tu hijo, déjalo nacer y cuando haya nacido dalo en
adopción. Hay mucha gente que desea tener hijos y no puede. Hay
muchas buenas familias que desean hijos pero por problemas físicos
no pueden tener hijos. No debes matar a tu propio hijo. La