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Descargar Texto - Memoria Digital de Lanzarote

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en ningún otro pueblo <strong>de</strong> la ancha y estrecha España, y, si no es<br />

que están todos locos, autorida<strong>de</strong>s y ciudadanos, es que tanto las<br />

autorida<strong>de</strong>s como los ciudadanos <strong>de</strong> esta resequida isla son distintos<br />

a los <strong>de</strong> otras comarcas, no pudiéndose pensar otra cosa<br />

sino que con tanta sequía y ari<strong>de</strong>z, y escasez, se les ha secado a<br />

ellos la vena <strong>de</strong> la pru<strong>de</strong>ncia, o <strong>de</strong>l comedimiento, que es verdad<br />

que esta vena existe en el sistema venoso y cerebral <strong>de</strong>l hombre...»<br />

Otras cosas más me dijo el peninsular que casualmente cayó<br />

por aquí en viaje <strong>de</strong> vacaciones, cosas que me callo y guardo para<br />

mí por eso <strong>de</strong> la pru<strong>de</strong>ncia y el comedimiento. Por mi cuenta, sin<br />

embargo, diré que efectivamente se ha podido tener un poco <strong>de</strong><br />

cuidado en el «gaspillage» (<strong>de</strong>spilfarro), dadas las circunstancias<br />

por las que atraviesa la isla, <strong>de</strong> todos conocidas, canarios y no<br />

canarios. Y cuando pase la crisis presente, si es que pasa, y vuelvan<br />

los tiempos aquellos <strong>de</strong> años atrás <strong>de</strong> «la danza <strong>de</strong> los millones»<br />

que <strong>de</strong> repente se quedó sin música y se frenó, y se paró,<br />

entonces..., ¡mecha al divertimiento, mecha al <strong>de</strong>rroche, que por<br />

algo las monedas son redondas, para que rue<strong>de</strong>n! ¡Que todo el<br />

mundo baile! ¡Que todo el mundo dance, con millones y sin millones!...<br />

Por lo visto somos extremistas. En el Archipiélago, y quizás<br />

en el ámbito total <strong>de</strong> la nación, en lo que toca a recursos propios<br />

<strong>de</strong> riqueza, seremos los últimos, por mor <strong>de</strong> la sequía y otros<br />

«mores»; pero en lo tocante a fiestas, y como se ha palpado en<br />

estos días <strong>de</strong> San Ginés, somos sin duda alguna los primeros.<br />

O sea: que en organización <strong>de</strong> fiestas y planificación <strong>de</strong> diversiones,<br />

el conejero queda colocado a la cabeza <strong>de</strong> la clasificación,<br />

y en la resolución <strong>de</strong> problemas vitales y esenciales <strong>de</strong> conjunto<br />

y para la comunidad, el conejero se clasifica a la cola. Y es que<br />

los extremos se tocan. O a la cabeza o al rabo, porque así somos.<br />

A la cabeza en lo banal y superfluo y al rabo en lo trascen<strong>de</strong>ntal<br />

y auténtico. A la cabeza en lo festivo y al rabo en lo <strong>de</strong>cisivo.<br />

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