Nosotros si cuidamos el bosque Palabras clave: Disputa por ... - alasru
Nosotros si cuidamos el bosque Palabras clave: Disputa por ... - alasru
Nosotros si cuidamos el bosque Palabras clave: Disputa por ... - alasru
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>Nosotros</strong> <strong>si</strong> <strong>cuidamos</strong> <strong>el</strong> <strong>bosque</strong> 1 .<br />
Dr. Gustavo Barrientos 2<br />
Dra. Olga Lazcano 3<br />
<strong>Palabras</strong> <strong>clave</strong>:<br />
<strong>Disputa</strong> <strong>por</strong> <strong>el</strong> <strong>bosque</strong>, imaginario sobre su uso y utilidad.<br />
Resumen:<br />
El municipio de San Lorenzo Chiautzingo se encuentra enclavado en las faldas d<strong>el</strong><br />
volcán Iztaccihuatl que forma parte de la Sierra Nevada. Esta zona forma parte de<br />
una acción de gobierno que se anticipó en muchos sentidos ya que constituyo la<br />
primera Área Natural Protegida d<strong>el</strong> país. Sin embargo a setenta y <strong>si</strong>ete años de su<br />
formación los problemas de r<strong>el</strong>ación entre un área protegida y las poblaciones que<br />
aspiran a utilizar los recursos, se ponen de manifiesto en formas que pueden<br />
alcanzar una dimen<strong>si</strong>ón violenta. En este caso <strong>el</strong> enfrentamiento ocurre entre dos<br />
aldeas que forman parte d<strong>el</strong> mismo municipio. El motivo de este enfrentamiento<br />
fue la disputa <strong>por</strong> a que poblado le corresponde la parte de <strong>bosque</strong> mixto de pino y<br />
encino que aún existe. A partir de este hecho se analiza los argumentos legales,<br />
pero sobre todo <strong>el</strong> imaginario que sobre <strong>el</strong> <strong>bosque</strong> y su uso existe entre los<br />
habitantes de ambos poblados, resaltando <strong>el</strong> hecho de que ambos grupos dicen<br />
querer protegerlo d<strong>el</strong> mal uso que los otros hacen de él, se analiza así mismo la<br />
percepción que se tiene d<strong>el</strong> <strong>bosque</strong> como fábrica de agua que alimenta la<br />
producción de flor, base de la economía de ambas poblaciones.<br />
1 Ponencia presentada al VIII Congreso Latinoamericano de Sociología Rural, Portho de Galinhas, 2010.<br />
2 Departamento de Antropología, Univer<strong>si</strong>dad de las Américas, Puebla. gustavoe.barrientos@udlap.mx<br />
3 Departamento de Ciencias de la Educación, Univer<strong>si</strong>dad de las Américas, Puebla. olga.lazcano@udlap.mx
Para los que esto escriben <strong>el</strong> análi<strong>si</strong>s de Carlos Marx sobre <strong>el</strong> 18 Brumario (Marx s/f )<br />
constituye un texto que <strong>si</strong>rve de base para muchas reflexiones posteriores, estimamos<br />
que es un a<strong>por</strong>te al análi<strong>si</strong>s de circunstancias extraordinarias o punto de quiebre<br />
(H<strong>el</strong>ler, Agnes, 1985) que rompen con la construcción cotidiana de la realidad y que<br />
bajo la perspectiva de lo extraordinario permite ver la interacción de lo que hoy<br />
llamamos agentes sociales en <strong>el</strong> momento que la hegemonía d<strong>el</strong> Estado en sentido<br />
restringido se ven momentánea y circunstancialmente debilitadas, esto permite<br />
visualizar <strong>el</strong> juego de intereses de cada grupo que los llevan a alinearse, interactuar y<br />
contraponerse en alianzas y enfrentamientos. En contraparte nos encontramos con la<br />
problemática vivida en forma cotidiana sobre la construcción de esa hegemonía, formas<br />
sutiles, con frecuencia soterradas, los encuentros y las alianzas no cesan aunque <strong>el</strong><br />
momento aparezca como de seráfica paz. Una parte im<strong>por</strong>tante d<strong>el</strong> análi<strong>si</strong>s que se<br />
propone es la forma en que las r<strong>el</strong>aciones sociales se recomponen después de un<br />
momento de quiebre, cuando las r<strong>el</strong>aciones de lo cotidiano se restablecen con nuevos<br />
derechos, nuevos espacios, nuevas ambiciones y una nueva vida cotidiana. El caso<br />
que ahora analizamos cumple con esos momentos: paz cotidiana con agentes sociales<br />
en equilibrio dinámico, las demandas y ambiciones son poco aparentes. Apertura en <strong>el</strong><br />
niv<strong>el</strong> de control percibida como una coyuntura <strong>por</strong> un grupo social, que le permite<br />
plantear y dirimir demandas que en algún sentido son contrahegemónicas. En <strong>el</strong><br />
proceso de esta cri<strong>si</strong>s hay un realineamiento de fuerzas, alianzas y acciones reactivas<br />
compensadoras, y <strong>por</strong> último restablecimiento de un estatus quo en un nuevo niv<strong>el</strong> y<br />
po<strong>si</strong>blemente con los agentes enfrentados en la vida cotidiana. Esto con<strong>si</strong>deramos es<br />
<strong>el</strong> hecho fundamental ya que es la construcción y reconstrucción de r<strong>el</strong>aciones<br />
sociales, vale decir de una cultura de r<strong>el</strong>ación en <strong>el</strong> sentido de Claudio Lomnitz.(1992)<br />
Antecedentes<br />
San Lorenzo Chiautzingo es un municipio de 17,000 habitantes, hermosas vistas y<br />
sembradíos de rosas, la primera impre<strong>si</strong>ón que se puede tener es un lugar muy<br />
tranquilo, ubicado al pie d<strong>el</strong> Iztacihuatl, ca<strong>si</strong> diríamos que un lugar para unas<br />
vacaciones mochileras de caminatas y noches contemplando estr<strong>el</strong>las. Este municipio
cuenta con dos juntas auxiliares, San Juan Tetla y San Agustín Atzompa. Entre estas<br />
dos pequeñas poblaciones media apenas la calle que es la vía principal de acceso. Los<br />
niños de una junta auxiliar pueden ir a la escu<strong>el</strong>a de la otra junta, <strong>si</strong> les queda más<br />
cercana a su domicilio. Las bodas entre miembros de ambas comunidades son<br />
frecuentes, así que no es raro que media familia viva de un lado y la otra media familia<br />
d<strong>el</strong> otro lado.<br />
Cabe mencionar que los dos pueblos reconocen un pasado común y ambos reivindican<br />
una r<strong>el</strong>ación con <strong>el</strong> Estado a partir de un discurso fundacional, ambos pueblos se<br />
declaran como de origen zapatista, reivindican una filiación originada, <strong>por</strong> un lado, en<br />
las tropas d<strong>el</strong> general F<strong>el</strong>ipe Neri y <strong>por</strong> otra parte en una condición de peones de las<br />
haciendas “Alfon<strong>si</strong>na” y “San Lorenzo”. Ambas circunstancias son percibidas como <strong>el</strong><br />
origen d<strong>el</strong> derecho a sus ejidos. Ambos pueblos recuerdan con nostalgia <strong>el</strong> pasado<br />
cuando cada 10 de abril venía <strong>el</strong> gobernador en turno a refrendar <strong>el</strong> pacto de unidad<br />
bajo la forma de un rito político concretado en <strong>el</strong> homenaje a Emiliano Zapata. Es cierto<br />
que la ley d<strong>el</strong> 6 de enero de 1992, que permite y promueve la escrituración y venta de<br />
la tierra ha puesto angustia en <strong>el</strong> corazón de los ejidatarios, y un sentido de orfandad<br />
que se expresa cuando dicen con tristeza “ya ni viene <strong>el</strong> gobernador”, este vacío que<br />
junto con las pre<strong>si</strong>ones recibidas para que registren sus parc<strong>el</strong>as como propiedad<br />
individual les hace temer <strong>por</strong> su futuro.<br />
No obstante todas las ligas y proximidades, las r<strong>el</strong>aciones entre ambas poblaciones se<br />
tensaron hasta llegar a un violento enfrentamiento <strong>el</strong> 2 de junio de 2006, teniendo como<br />
resultado un muerto y una veintena de heridos y una separación entre los habitantes<br />
de ambas poblaciones, separación que como es de suponerse se manifiesta incluso al<br />
interior de familias mixtas. El origen d<strong>el</strong> problema es la pose<strong>si</strong>ón de unas 1,500<br />
hectáreas de <strong>bosque</strong>.<br />
R<strong>el</strong>ato de hechos, como los ven los habitantes de ambas poblaciones.<br />
Cabe señalar que <strong>el</strong> <strong>bosque</strong> que funge como manzana de la discordia es parte de los<br />
terrenos reconocidos como críticos <strong>por</strong> su valor forestal e hidrológico en 1930, y forma
parte de la declaración de Zona Protectora Forestal dada <strong>por</strong> Lázaro Cárdenas en<br />
1935, esta medida se redondea posteriormente con la declaratoria de “Parque<br />
Nacional” dictada <strong>el</strong> mismo año (CUPREDER 2005). Es decir que existe una<br />
dispo<strong>si</strong>ción d<strong>el</strong> Gobierno, dictada desde un discurso de modernidad, materializado en<br />
<strong>el</strong> reconocimiento científico de la nece<strong>si</strong>dad de proteger la zona como una medida<br />
necesaria para proteger los cursos de agua que de <strong>el</strong>la emanan. El decreto que declara<br />
“Parque Nacional” al Popocatepetl y al Iztacihuatl es conocido <strong>por</strong> todos los<br />
interlocutores entrevistados.<br />
El origen d<strong>el</strong> problema es ubicado <strong>por</strong> los habitantes de San Juan Tetla en la<br />
Pre<strong>si</strong>dencia Municipal de San Lorenzo Chiauzingo, según una informante de Tetla<br />
“Todo empezó <strong>por</strong> que cuando fue pre<strong>si</strong>dente Municipal un señor Russ<strong>el</strong>l d<strong>el</strong> PAN,<br />
hace 9 años, sacó unos pap<strong>el</strong>es d<strong>el</strong> archivo municipal para probar que ese cerro, que<br />
son 680 hectáreas era de San Agustín Atzompa y después tramitó un permiso con <strong>el</strong><br />
D<strong>el</strong>egado de SEMARNAT, también d<strong>el</strong> PAN y le dieron 68 hectáreas a la abogada Elia<br />
López Zabaleta que les llevó <strong>el</strong> pleito y esa fue la que empezó a sacar madera”. Los<br />
habitantes de San Agustín Atzompa <strong>por</strong> su parte reivindican que <strong>el</strong> predio de <strong>bosque</strong> es<br />
un derecho suyo y que la abogada que llevó <strong>el</strong> caso les ha reafirmado ese derecho. Al<br />
llegar a este punto <strong>el</strong> discurso de los San Agustinenses se divide, algunos afirman que<br />
<strong>si</strong>empre supieron de la existencia d<strong>el</strong> documento colonial y que <strong>si</strong>empre se<br />
con<strong>si</strong>deraron como los legítimos dueños de esa fracción de <strong>bosque</strong>, en tanto otros<br />
reconocen que no sabían d<strong>el</strong> documento, pero que de alguna forma <strong>si</strong>empre habían<br />
visto <strong>el</strong> <strong>bosque</strong> como algo propio, aunque todos reconocen que antes d<strong>el</strong> conflicto la<br />
gente de ambos pueblos hacían uso de leña, hongos y otros productos extraídos d<strong>el</strong><br />
<strong>bosque</strong>, <strong>si</strong>n distingo.<br />
Sea como sea la gente de San Agustín Atzompa argumenta que <strong>el</strong> citado documento<br />
colonial les confiere la propiedad d<strong>el</strong> <strong>bosque</strong> y en función de ese hecho es que ya en <strong>el</strong><br />
año 2000 un grupo de pobladores integrados en <strong>el</strong> Frente Revolucionario de<br />
Campe<strong>si</strong>nos y Trabajadores de México (FRCTM) había intentado pose<strong>si</strong>onarse d<strong>el</strong><br />
“Campo experimental de San Juan Tetla” campamento de experimentación <strong>si</strong>lvícola y<br />
fuente fundamental de germoplasma para la reforestación, ya que cuenta con árboles
en plena producción de semilla. En esa oca<strong>si</strong>ón <strong>si</strong>n embargo fueron desalojados <strong>por</strong> la<br />
fuerza pública y algunos participantes fueron encarc<strong>el</strong>ados. Ahora con los trámites<br />
llevada a cabo <strong>por</strong> la abogada y empresaria Elia López Zabaleta <strong>si</strong>ntieron más<br />
seguridad en su derecho, la movilización fue mayor y en diciembre de 2005 irrumpieron<br />
en <strong>el</strong> campo y tomaron pose<strong>si</strong>ón de él. Como resultado de esta acción hicieron entrega<br />
a la abogada de la parte correspondiente <strong>por</strong> sus honorarios, dicha transacción estuvo<br />
avalada <strong>por</strong> <strong>el</strong> cabildo de San Lorenzo Chiauzingo.<br />
Por su parte los habitantes de San Juan Tetla niegan que los de San Agustín tengan<br />
ningún derecho y argumentan que <strong>el</strong> acceso al <strong>bosque</strong> antes era libre, que podían<br />
extraer madera muerta y que incluso se uso para hacer algunas obras, todo con<br />
permiso de INIFAP. En su discurso reivindican que la tierra es d<strong>el</strong> gobierno y que no la<br />
quieren para sí, <strong>si</strong>no que debe reabrirse <strong>el</strong> Centro de Investigación y <strong>el</strong> <strong>bosque</strong> debe<br />
ser administrado <strong>por</strong> <strong>el</strong> gobierno. Es decir su discurso emana de la modernidad y de los<br />
planteamientos d<strong>el</strong> Decreto de 1935.<br />
El conflicto no estalló súbitamente un día cualquiera, en realidad se gesta a lo largo de<br />
seis meses, es a principio de enero cuando <strong>el</strong> Sr. Maxw<strong>el</strong> Cortés de San Juan Tetla<br />
encabeza a un grupo de habitantes y se presenta ante <strong>el</strong> Comisariado Ejidal para<br />
denunciar que están bajando camiones cargados de madera. Sin embargo esta<br />
instancia no tomó ninguna acción, amedrentado <strong>por</strong> <strong>el</strong> temor de un problema entre los<br />
dos pueblos. Esto llevó a que a principios de junio a algunos habitantes de San Juan<br />
Tetla a bloquear <strong>el</strong> camino a la altura de su comunidad, esto irritó mucho a los<br />
habitantes de San Agustín que tenían que dar un rodeo para acudir a sus mercados de<br />
rosas. A esto se agrego la detención de varios camiones de madera <strong>por</strong> parte de los<br />
habitantes de Tetla, en los que se encontraron permisos para un corte sanitario, contra<br />
<strong>el</strong> gusano barrenador, pero se comprobó que en los camiones había madera de árboles<br />
sanos.<br />
“Nos dimos cuenta de que estaban bajando camiones con madera, no poquita,<br />
troncos grandes fuimos con la autoridad a decirle que eso estaba prohibido,<br />
pero <strong>el</strong> comisariado no hizo nada y la madera seguía bajando. Eso nos preocupa
mucho <strong>por</strong>que <strong>si</strong> se acaba <strong>el</strong> <strong>bosque</strong> nos quedamos <strong>si</strong>n agua para nuestra vida<br />
y nuestros cultivos”.<br />
Al pasar de los días <strong>el</strong> encono fue creciendo y terminó en una batalla campal, <strong>el</strong> saldo<br />
un muerto Jobed Cortes, hermano d<strong>el</strong> líder de San Juan Tetla Maxw<strong>el</strong>l Cortes, así<br />
como 27 heridos, dos de <strong>el</strong>los de gravedad. El temor después de ese enfrentamiento<br />
es que se desarrollaran una serie de venganzas lo que habría hecho d<strong>el</strong><br />
enfrentamiento algo interminable, esta <strong>si</strong>tuación hasta donde sabemos no ocurrió.<br />
Al enfrentamiento <strong>si</strong>guieron una serie de negociaciones apoyadas <strong>por</strong> la Secretaría de<br />
Gobernación, nuevas fricciones <strong>por</strong>que <strong>el</strong> bloqueo seguía, hasta que finalmente <strong>el</strong><br />
Frente de Defensa Forestal Izta-Popo, órgano creado <strong>por</strong> los habitantes de Tetla y en<br />
<strong>el</strong> que aseguran que participaban miembros de otras comunidades vecinas, decidió<br />
levantar las barricadas. Sin que esto <strong>si</strong>gnifique que las cosas volvieron a su estado<br />
original. En las r<strong>el</strong>aciones entre vecinos han quedando rencillas, los dos comisariados<br />
ejidales están enfrentados, los de San Juan Tetla no acuden más a la ceremonia de<br />
aniversario luctuoso de Emiliano Zapata, <strong>por</strong> que <strong>el</strong> monumento ecuestre está en San<br />
Agustín. El Centro experimental d<strong>el</strong> INIFAP continúa en manos de los habitantes de<br />
San Agustín, quiénes acusan a los funcionarios d<strong>el</strong> INIFAP de haber permitido <strong>el</strong><br />
saqueo. La paz está establecida pero <strong>el</strong> problema no está resu<strong>el</strong>to, las autoridades<br />
federales han preferido no buscar una resolución judicial rápida, promovieron un juicio,<br />
pero lo dejaron vencer <strong>si</strong>n presentar las pruebas correspondientes, quizá para evitar<br />
avivar la violencia. Los sanagustinenses afirman estar defendiendo <strong>el</strong> <strong>bosque</strong>, que<br />
<strong>si</strong>empre fue suyo y han instalado retenes que son mantenidos <strong>por</strong> tequio. Las antiguas<br />
instalaciones d<strong>el</strong> INIFAP han <strong>si</strong>do saqueadas y son un centro experimental fantasma.<br />
Por <strong>el</strong> momento no parece haber corte de madera, pero los propios sanagustinenses se<br />
quejan que <strong>por</strong> atrás habitantes de otros pueblos llegan a saquear madera, desde una<br />
po<strong>si</strong>ción de observador externo es impo<strong>si</strong>ble saber quién saquea. Los fantasmas<br />
también rondan la calle que separa a San Juan de San Agustín y un nuevo<br />
enfrentamiento <strong>por</strong> revancha o <strong>por</strong> burla no sería impo<strong>si</strong>ble. La po<strong>si</strong>bilidad de que las<br />
dos comunidades lleguen a desarrollar acciones conjuntas para alcanzar un fin común<br />
son hoy más remotas que nunca.
Reflexiones sobre lo r<strong>el</strong>atado.<br />
Para realizar <strong>el</strong> análi<strong>si</strong>s partiremos de los planteamientos de Gramsci (1980)<br />
contenidos en sus “Apuntes sobre la historia de las clases subalternas” y más<br />
concretamente en las reflexiones de Roseberry (2002) sobre ese texto. Esto <strong>por</strong>que<br />
con<strong>si</strong>deramos que se trata d<strong>el</strong> análi<strong>si</strong>s de un episodio en la vida de grupos subalternos<br />
a los que se les aplica con facilidad la afirmación Gramsciana de que “La historia de la<br />
vida de los grupos sociales subalternos en necesariamente disgregada y episódica. Es<br />
indudable que en la actividad histórica de estos grupos hay una tendencia a la<br />
unificación aunque sólo sea con planes provisorios, pero esa tendencia es interrumpida<br />
continuamente <strong>por</strong> la iniciativa de los grupos dominantes, y <strong>por</strong> tanto sólo puede ser<br />
demostrada para ciclos históricos completos, <strong>si</strong> concluyen con un triunfo” (Gramsci<br />
1980:251). Es decir con<strong>si</strong>deramos que nos encontramos frente una acción “disgregada<br />
y episódica” en la vida de dos grupos subalternos. Esto de alguna forma pretende<br />
emula <strong>el</strong> planteamiento de Marx cuando analiza <strong>el</strong> 18 brumario, la escala claro está es<br />
radicalmente diferente, (la capacidad de los analistas también) pero hay principios<br />
bá<strong>si</strong>cos que pueden con<strong>si</strong>derarse. En primer lugar este episodio permite al observador<br />
externo apreciar <strong>el</strong> proceso mediante <strong>el</strong> cual los miembros de los grupos aceptan una<br />
“verdad” en función de que esta coincide con sus intereses, como esa “verdad” les<br />
permite agruparse y actuar en función de un objetivo provisorio y constituirse así sea<br />
tem<strong>por</strong>almente en agentes, gestores de sus aspiraciones. Para unos <strong>el</strong> reclamo de un<br />
derecho que había dormido años y años en un archivo, d<strong>el</strong> que no todos estaban<br />
enterados y personalmente tengo dudas de que los líderes <strong>si</strong> supieran de su existencia,<br />
<strong>por</strong> más que sea reivindicado como verdad fundacional, con un “El <strong>bosque</strong> <strong>si</strong>empre fue<br />
nuestro”. Para los otros <strong>el</strong> temor de que la reivindicación reclamada les privara d<strong>el</strong><br />
acceso limitado, pero finalmente acceso, a los recursos d<strong>el</strong> <strong>bosque</strong>. Son un agente “a
la defen<strong>si</strong>va”, buscando proteger privilegios que hasta ese momento ha detentado y<br />
que son amenazados <strong>por</strong> <strong>el</strong> otro grupo.<br />
El fundamento central d<strong>el</strong> análi<strong>si</strong>s estaría en <strong>el</strong> concepto de hegemonía tal como<br />
Rosberry (2002: 216) lo visualiza en Gramsci como “la compleja unidad entre coerción<br />
y consenso en <strong>si</strong>tuaciones de dominación” y la <strong>si</strong>tuación que abordamos pondría de<br />
manifiesto precisamente la “fragilidad de la hegemonía”.<br />
El primer punto que con<strong>si</strong>deramos en torno a la forma en que se expresa la “fragilidad<br />
de la hegemonía” en <strong>el</strong> ejemplo que nos ocupa parece contradecir la afirmación<br />
gramsciana de que “La unidad histórica de las clases dirigentes se da en <strong>el</strong> estado”<br />
(Gramsci 249) y es que a esta afirmación le falta especificar que esa unidad histórica<br />
se da ante los grupos subalternos, pero que en los procesos de “democracia burguesa”<br />
es una unidad muy frágil, <strong>si</strong>tuación que se ha evidenciado con toda claridad desde que<br />
existe una cierta alternancia política en <strong>el</strong> país. Y ese es <strong>el</strong> caso que nos ocupa,<br />
tenemos <strong>por</strong> un lado un “Pre<strong>si</strong>dente Municipal d<strong>el</strong> PAN” <strong>el</strong> primer panista que ocupó<br />
esa po<strong>si</strong>ción (y hasta hoy <strong>el</strong> único), que sea cierto o no, es responsabilizado <strong>por</strong> la<br />
fracción de San Juan Tetla de haber extraído <strong>el</strong> documento de los archivos, de haberlo<br />
vendido o puesto a dispo<strong>si</strong>ción de la abogada que realizó <strong>el</strong> reclamo.<br />
Curiosamente los habitantes de San Agustín Atzompa, tampoco lo defienden. En<br />
segundo término aparece <strong>el</strong> D<strong>el</strong>egado de SEMARNAT, José Antonio Díaz García<br />
quién se muestra extrañamente tolerante o lento ante la ocupación d<strong>el</strong> Centro<br />
Experimental <strong>por</strong> parte de los habitantes de San Agustín, Lo cierto es que <strong>el</strong> INIFAP<br />
emprendió una demanda posterior a la inva<strong>si</strong>ón, pero no la atendió en tiempo y forma<br />
y no entregó la documentación probatoria en <strong>el</strong> tiempo señalado <strong>por</strong> la ley.<br />
En un tercer acto hace su aparición <strong>el</strong> Secretario de Gobernación Javier López Zavala,<br />
personaje priista reconocido <strong>por</strong> sus aspiraciones a la gubernatura d<strong>el</strong> estado. Una<br />
parte im<strong>por</strong>tante de responsabilizar al PAN de los hechos pareciera haberse incubado<br />
en las pláticas conciliatorias que convoca este personaje. Los habitantes de San Juan<br />
Tetla son acusados de estar manipulados <strong>por</strong> la Secretaría de Gobernación, <strong>el</strong>los lo<br />
niegan vehementemente, y dicen haber recibido amenazas y ofertas de cohecho, que
echazaron. Por otra parte hay un ir y venir burocrático, propio de <strong>si</strong>tuaciones en que<br />
los partidos no quieren asumir costos políticos y ponerse abiertamente en contra de<br />
una población. Entiéndase que como investigadores no podemos corroborar que<br />
alguna de las afirmaciones sea cierta, lo im<strong>por</strong>tante finalmente es que la pugna regional<br />
PRI-PAN genera un espacio de inacción política d<strong>el</strong> gobierno, un coyuntura que ha<br />
permitido que a tres años de los sucesos r<strong>el</strong>atados <strong>el</strong> caso este <strong>si</strong>n resolución. Una<br />
idea que no queremos dejar de manejar, es que los habitantes de la región percibieron<br />
<strong>el</strong> interés político de los partidos <strong>por</strong> no entrar en confrontación política con las<br />
poblaciones como una o<strong>por</strong>tunidad para plantear sus demandas, un hecho que parece<br />
confirmar esta idea difusa es que las mujeres de Atzompa amenazaron con boicotear<br />
las <strong>el</strong>ecciones <strong>si</strong> <strong>el</strong> conflicto no se resolvía favorablemente a sus intereses (Hernández<br />
2006: ), <strong>si</strong>tuación que es contestada <strong>por</strong> Maxw<strong>el</strong> Cortes líder de Tetla con un…”Esa es<br />
una po<strong>si</strong>ción muy aislada; los de San Agustín sólo pueden evitar las <strong>el</strong>ecciones en su<br />
pueblo”.<br />
Un segundo factor que parece jugar en la creación de un vacío de poder es <strong>el</strong> hecho de<br />
que la ley “Salinas” que permite e impulsa la escrituración de los ejidos rompió <strong>el</strong> viejo<br />
pacto campe<strong>si</strong>nos-gobierno. Trasmuto a los campe<strong>si</strong>no de “hijos predilectos d<strong>el</strong><br />
régimen “(Warman, 1973), con todos los inconvenientes que eso implicaba, en<br />
huérfanos desheredados transmutados en “pobres” para fines de gobierno. El ejido esa<br />
vía de control y coerción fue descarrilada y resentida <strong>por</strong> los habitantes de ambos<br />
pueblos, de ahí su queja de que <strong>el</strong> ritual político anual en honor de Emiliano Zapata ya<br />
no cuente con la a<strong>si</strong>stencia d<strong>el</strong> gobernador, ese gesto les muestra su orfandad política<br />
y hace que <strong>el</strong> comisariado ejidal pierda su capacidad de coerción y control, que en <strong>el</strong><br />
archivo d<strong>el</strong> ejido de Tetla es muy claro, antes a los di<strong>si</strong>dentes se les castigaba<br />
quitándoles <strong>el</strong> agua, o cortando su parc<strong>el</strong>a, hoy en día la precaria unidad es lo único<br />
que cuenta, juntos frente a un estado que pre<strong>si</strong>ona <strong>por</strong> su desaparición como<br />
organismo. El Comisariado Ejidal tenía la enorme ventaja de no ser visto como una<br />
instancia de gobierno ya que era suyo, de los campe<strong>si</strong>nos, <strong>si</strong> en oca<strong>si</strong>ones servía a los<br />
intereses de uno u otro político, <strong>si</strong> era <strong>el</strong> centro organizativo d<strong>el</strong> acarreo, pues era parte<br />
de un pacto. Eso explica <strong>por</strong>que <strong>el</strong> comisariado de San Agustín se <strong>si</strong>ente en derecho<br />
de apoyar las acciones en contra de una instancia de gobierno, en donde además hay
un panista al frente. También explica <strong>por</strong>que <strong>el</strong> comisariado de San Juan Tetla es<br />
renuente a apoyar acciones como la detención de camiones y obliga a crear <strong>el</strong> “Frente<br />
de Defensa Forestal Izta-Popo “ una estructura extraña, <strong>si</strong>mplemente <strong>el</strong> comisario ejidal<br />
ya no <strong>si</strong>ente tener la fuerza de otros tiempos y teme no poder controlar la <strong>si</strong>tuación,<br />
como en efecto ocurrió.<br />
En consecuencia proponemos que <strong>el</strong> ejido actuaba como un organismo intermedio, que<br />
no es percibido como perteneciente al gobierno, <strong>si</strong> no que aparece como una instancia<br />
pertenecientes a los propios agentes y que genera una interpretación fundada en la<br />
pseudoconcreción (Ko<strong>si</strong>k 1989) de lo cotidiano y cercano. La creación de estos<br />
órganos intermedios es una genialidad de la dictablanda mexicana. Nos referimos en<br />
concreto a los <strong>si</strong>ndicatos y a los comisariados ejidales. En la vida diaria aparecen como<br />
órganos de los agentes, <strong>si</strong>rven como canales de infinito número de trámites, los<br />
miembros participan en asambleas y <strong>el</strong>ecciones, <strong>el</strong> órgano <strong>por</strong> tanto aparece ante sus<br />
ojos como propio. Sin embargo son también eficientes medios de control e intimidación<br />
que mantienen alineados a los miembros y que ejercen una verdadera capacidad<br />
coercitiva. El otro niv<strong>el</strong> de coerción pertenece a los aparatos de gobierno, sean estos<br />
de repre<strong>si</strong>ón o no.<br />
Por otro lado, con respecto al consenso tendríamos que anotar que la aceptación d<strong>el</strong><br />
pensamiento dominante, no puede ser con<strong>si</strong>derada como algo monolítico, ni <strong>si</strong>quiera a<br />
niv<strong>el</strong> de individuos. Uno de nosotros (Lazcano 2000: 105) mostró en forma clara que un<br />
obrero puede emitir una opinión favorable de la fábrica en un contexto y dos días<br />
después en otro contexto con<strong>si</strong>derarla como diabólica, en una clara expre<strong>si</strong>ón de<br />
esquizofrenia cultural.<br />
Es indudable que ambos grupos conocen <strong>el</strong> discurso ecologista y de protección al<br />
<strong>bosque</strong> y lo manejan como parte de su derecho al <strong>bosque</strong> “<strong>por</strong>que nosotros <strong>si</strong> lo hemos<br />
protegido, los otros sólo quieren explotarlo”, esto podría ser reconocido como un<br />
discurso postmoderno, d<strong>el</strong> que sería prácticamente impo<strong>si</strong>ble discernir su <strong>si</strong>nceridad,<br />
toda vez que es un argumento en una disputa, aunque tampoco existen argumentos<br />
para negarlo, pero en los hechos, lo cierto es que no se hizo nada para impedir la<br />
explotación <strong>por</strong> parte de la licenciada , <strong>si</strong>mplemente <strong>por</strong>que eso les permitía reivindicar
su propio derecho. Para conocer la <strong>si</strong>nceridad de este discurso tendríamos que esperar<br />
para ver cuál es <strong>el</strong> com<strong>por</strong>tamiento en <strong>el</strong> supuesto de que lograran establecer <strong>el</strong> control<br />
pleno sobre <strong>el</strong> <strong>bosque</strong>, una vez terminado <strong>el</strong> proceso jurídico pendiente.<br />
El punto es que <strong>el</strong> com<strong>por</strong>tamiento de los habitantes de San Agustín es<br />
contrahegemónico en tanto que impugna <strong>el</strong> derecho d<strong>el</strong> estado a controlar <strong>el</strong> <strong>bosque</strong>,<br />
que para <strong>el</strong>lo utiliza dos argumentos, uno venido de la tradición que señala que un<br />
documento colonial les otorga <strong>el</strong> derecho, que <strong>el</strong>los son los continuadores de una<br />
herencia ancestral, discurso que <strong>por</strong> lo demás entra en conflicto con <strong>el</strong> origen zapatista<br />
argumentado para explicar su derecho al ejido. Históricamente no hay problema, <strong>el</strong><br />
dilema se establece sólo a niv<strong>el</strong> de discursos de reivindicación. El segundo argumento<br />
es que la SEMARNAT permitió la explotación d<strong>el</strong> <strong>bosque</strong>, y que <strong>el</strong>los tuvieron que<br />
actuar para defenderlo, recobrando lo que legítimamente les pertenece y<br />
estableciéndose como los auténticos guardianes d<strong>el</strong> <strong>bosque</strong>. La acción de la abogada,<br />
no es reconocida como un problema d<strong>el</strong> pueblo.<br />
Por otra parte la acción d<strong>el</strong> pueblo funciona dentro de la corriente dominante de<br />
pensamiento capitalista, desde <strong>el</strong> punto de vista económico, cuando plantea la<br />
apropiación de un bien escaso y la po<strong>si</strong>bilidad de una explotación cuidadosa y<br />
regenerativa d<strong>el</strong> <strong>bosque</strong>. Así pues la acción sólo es contrahegemónica en una<br />
dimen<strong>si</strong>ón.<br />
Por su parte los habitantes de San Juan Tetla discur<strong>si</strong>vamente estarían actuando a<br />
favor de una acción política de carácter hegemónico, d<strong>el</strong> discurso d<strong>el</strong> Estado emanado<br />
desde una cientificidad moderna, <strong>si</strong>n embargo no es muy difícil entrever que también<br />
existe una ambición <strong>por</strong> poder acceder a los recursos d<strong>el</strong> <strong>bosque</strong>, como cuando la<br />
PROFEPA autorizaba limpiezas sanitarias y explotación de madera muerta y que<br />
tienen planes de construir cabañas turísticas en sus terrenos colindantes con <strong>el</strong><br />
<strong>bosque</strong>.<br />
Esto rompería la ilu<strong>si</strong>ón d<strong>el</strong> heroico com<strong>por</strong>tamiento de los “contrahegemónicos”, pues<br />
en realidad son contra hegemónicos en un sentido, pero en sí mismos llevan la idea de<br />
controlar un recurso escaso en beneficio propio o a lo más de un grupo.
En estas circunstancias la única unión que existe es la formada <strong>por</strong> los habitantes de<br />
uno y otro pueblo, unión totalmente episódica, son grupos en “estado de defensa<br />
alarmada” (Gramsci: 251)<br />
Resumiendo podemos decir que <strong>el</strong> caso en análi<strong>si</strong>s muestra como la hegemonía se<br />
fractura en <strong>el</strong> momento en que la pugna entre niv<strong>el</strong>es de gobierno suspende<br />
momentáneamente la capacidad coercitiva d<strong>el</strong> estado. El antecedente de la ley Salinas<br />
y la pérdida de control <strong>por</strong> parte de los Comisariados Ejidales hace necesario que los<br />
partidos negocien en cada oca<strong>si</strong>ón su r<strong>el</strong>ación con las poblaciones, la negociación<br />
partidaria, de corte client<strong>el</strong>ar abre un espacio que es captado <strong>por</strong> un grupo de líderes<br />
de una comunidad y manejada para crear o recrear un derecho a reclamar, esta<br />
postura es aceptada <strong>por</strong> los habitantes en función de que corresponde a tres esquemas<br />
imbricados: es aceptable desde una po<strong>si</strong>ción tradicional, responde a un interés<br />
económico de los involucrados y se reviste con un discurso posmoderno de<br />
conservación ecológica. Esto los convierte en agentes, con capacidad de movilización<br />
en defensa de un derecho, que utiliza recursos tradicionales (tequio) para sostener <strong>el</strong><br />
control sobre <strong>el</strong> bien incautado, lo mismo que recursos legales y capacidad política de<br />
movilización.<br />
Por su parte <strong>el</strong> grupo afectado <strong>por</strong> la deci<strong>si</strong>ón d<strong>el</strong> primer poblado se moviliza con un<br />
discurso que reivindica <strong>el</strong> derecho d<strong>el</strong> estado sobre <strong>el</strong> bien en disputa, detrás está la<br />
demanda de sus propios intereses, conservar <strong>el</strong> derecho de acceso al <strong>bosque</strong>. El<br />
resultado es que <strong>el</strong> distanciamiento entre grupos afecta <strong>el</strong> equilibrio regional y les resta<br />
capacidad de negociación en futuras demandas. Ahora es impensable que los dos<br />
pueblos sustentes una demanda común. Las ligas familiares dañadas difícilmente<br />
encontrarán una conciliación. Las posturas de ambos grupos muestran una<br />
concordancia parcial con lo que lo que podríamos denominar “consenso a<strong>si</strong>milado” en<br />
tanto que concuerdan con <strong>el</strong> pensamiento capitalista sobre control de bienes escasos,<br />
búsqueda de opciones de ganancia y <strong>por</strong> otro es contrahegemónico en San Agustín<br />
cuando impugna <strong>el</strong> control d<strong>el</strong> estado sobre <strong>el</strong> recurso. Por su parte San Juan Tetla<br />
asume un discurso de consenso <strong>por</strong> conveniencia.
El temor a enfrentamientos y distanciamientos políticos con las poblaciones lleva a los<br />
representantes de los partidos en puestos de poder a jugar al burócrata, y promover de<br />
ese modo un status quo, un impasse p<strong>el</strong>igroso, <strong>por</strong> los po<strong>si</strong>bles roces que se puedan<br />
generar, prolongando así un vacío de poder. Mientras <strong>el</strong> Grupo de San Agustín se<br />
<strong>si</strong>ente más confiado cada día en su derecho, lo que hará más difícil su desalojo <strong>si</strong> en<br />
algún momento lo dictara un juez. Por su parte los habitantes de Tetla se <strong>si</strong>enten más o<br />
menos tranquilos ya que <strong>el</strong> flujo de madera cortada se ha detenido, al menos <strong>por</strong> la vía<br />
que <strong>el</strong>los observan.<br />
Bibliografía:<br />
CUPREDER<br />
2005 Programa de ordenamiento ecológico y <strong>por</strong> riesgo eruptivo d<strong>el</strong> territorio d<strong>el</strong><br />
Volcán Popocatépetl y su zona de influencia; Puebla, ver<strong>si</strong>ón final estatal. SEMARNAT,<br />
Puebla Gobierno d<strong>el</strong> Estado, SEDURBECOP, CUPREDER. Edición en CD, <strong>si</strong>n lugar de<br />
edición.<br />
Gramsci, Antonio<br />
1980 Cuadernos de la Carc<strong>el</strong>: El Risorgimento. Juan Pablos Editor, México D.F.<br />
Hernández, Martín.<br />
Atzompa amenaza con impedir <strong>el</strong>ecciones en su territorio <strong>si</strong> Tetla no retira <strong>el</strong> bloqueo.<br />
La Jornada de Oriente. 8 de junio 2006.<br />
http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2006/06/08/puebla/pue103.php consultado mayo<br />
31 2010.<br />
H<strong>el</strong>ler, Agnes<br />
1985 Historia y Vida Cotidiana. Enlace-Grijalbo, México D.F.<br />
Ko<strong>si</strong>k, Kar<strong>el</strong>.<br />
1976 Dialéctica de lo concreto. Editorial Grijalbo, México D.F.<br />
Lazcano, Olga.<br />
2000 Ser obrero en la Región Puebla-Tlaxcala. Te<strong>si</strong>s para obtener <strong>el</strong> grado de<br />
doctor. UNAM Facultad de Filosofía y Letras.
Lomnitz-Adler, Claudio<br />
1992 Exits from the labyrinth: culture and ideology in the Mexican national space.<br />
Univer<strong>si</strong>ty of California Press, Berkley.<br />
Marx, Carlos<br />
s/f El dieciocho brumario de Luis Bonaparte. En C. Marx F. Eng<strong>el</strong>s Obras Escogidas.<br />
Editorial Progreso, Moscú. Pp 95-180.<br />
Roseberry, William.<br />
2002 Hegemonía y lenguaje contencioso. Era. México D.F.<br />
Warman, Arturo<br />
1974 Los campe<strong>si</strong>nos hijos predilectos d<strong>el</strong> régimen<br />
Nuestro Tiempo, México D.F.